Mi pasión (+18)

Autor: mariu
Género: + 18
Fecha Creación: 13/03/2010
Fecha Actualización: 11/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 44
Comentarios: 137
Visitas: 177490
Capítulos: 42

 

(FINALIZADO) Bella es una muy conocida escritora. Pero esconde otra de sus pasiones. Sin siquiera imaginárselo una noche la intriga de un desconocido cambia su destino y la lleva a conocer el amor.

 

mis otros fic:

 LA ESPOSA.

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1185

 

 

y la continuacion de este fic se llama: Las pasiones

 

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1401

 

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Capítulo 34: Papi

 

 

 

Pov Bella

 

-¿Más o menos como quieres que te trate si no quieres darme a mí hijo?- le pregunte furiosa

-No te pongas así Bella. No es culpa mía. Es el quien no se despega. Ya lo viste- dijo con mucha sinceridad. –De verdad yo no quería molestarte. Estaban durmiendo, el quiso salir de la cama sin despertarte. Yo le ofrecí mis brazos y el los acepto sin quejas-

-Dámelo ahora mismo Edward Cullen- le exigí

-Ya escuchaste Anthony. Debes ir con mami ¿Si? Mas tarde si mami nos deja podemos jugar juntos- le dijo mirando a mi hijo

-No quelo- respondió y sus ojitos empezaron a llenársele de lágrimas. Yo no quería que Edward tuviera a mi hijo pero tampoco quería hacerlo sufrir. En todo esto quien importaba era Anthony.

-Esta bien mi amor. Comeremos con Edward ¿si? Pero después tenemos que ir a bañarnos y te tienes que venir conmigo ¿está bien?- asintió.

 

-Ok. ¿Qué quieren de comer?- preguntó.

-Edward. Hay personal. Nos pueden atender ellos. Ya es suficiente con que mi hijo me rechace como para que tú también me hagas el desayuno-

-Quiero hacerlo- dijo con su sonrisa torcida. Y si pensé que moría al ver a Carlisle me equivoqué. Esto si era morir.

-¿entonces? ¿Qué quieren desayunar?-

-Pan tao to ni, futa y ranja- dijo Anthony mientras tenía la cabeza de Edward entre sus manitos.

-Ayuda- me dijo. Yo sonreí, no lo iba a negar se veían muy lindos así. Volví a la realidad y le traduje.

-Quiere pan tostado con mantequilla de maní, frutas y jugo de naranja- Desayunaba eso casi todos los días.

-Campeón creo que no tengo frutas-

-Mami tajo-

-en la nevera hay- le dije. Fue la abrió, volvió a cerrarla y depositó a Anthony en mis piernas. Él me abrazó y colocó su cabeza encima de mis pechos mirando todo lo que hacía Edward.

 

Sacó el pan, le untó mantequilla de maní y lo tostó. Luego lo colocó en la mesa en frente de nosotros. Agarró uno y se lo ofreció a Anthony -Asha- dijo el agradeciéndole. Empezó a limpiar todas las frutas. Las picó y las colocó en platos por separados. Sacó el jugo de naranja y sirvió tres vasos. Se sentó al frente de nosotros y nos sonrió. Mi bebé le ofreció pan y luego que Edward lo agarró le extendió los brazos. Yo se lo di tranquilamente. Comimos en silencio bajo las miradas de los que entraban en la cocina. Cuando terminamos subimos a la habitación.  Anthony no quería separarse de Edward, así que el también pasó al cuarto. Lo hice sentarse en la cama mientras yo me iba a bañar con mi bebe. Cuando estábamos a mitad del baño me dijo –Mami lapido-

-¿para que quieres salir rápido mi amor?- él bajó su cabecita y empezó a mover su dedo índice derecho sobre su pierna derecha. Esto lo hacía cuando estaba nervioso

-¿que pasa mi amor?- le volví a preguntar alzándole la cabecita. Por sus mejillitas ya corrían lagrimas, las cuales me lastimaban demasiado Me partía el alma cada vez que mi hijo lloraba.

-¿mami?- preguntó el

-¿si mi vida?- le dije tratando de infundirle valor. Y el sin tono de pregunta ni confusión afirmó

-E papi- me congelé. ¿Cómo es que el podía saber eso? Yo si le había explicado que todos los niños tenían padres y madres pero siempre le dije que el papá de él estaba muy lejos y que podría ser que nunca lo viéramos.

-¿Qué pasa con tu papi amor?- le dije tratando de confundirlo

-Egua e’ papi- volvió a decir.

-¿Por qué dices eso?- el solo respondió un no se con sus hombritos

-Lale lapido- volvió a exigir. Así que lo bañé rápido y salimos al cuarto.

 

Pov Edward

 

Dios, ¿hace cuanto fue que yo tuve a esta mujer así? Estaba Bella saliendo del baño con una diminuta toalla blanca y tras de ella venía Anthony arrastrando la toalla mas grande color verde manzana. En las mejillas de ella pude notar un leve sonrojo. Era delicioso verla así. Tan niña, tan tierna, tan bella. Sí, aun con un hijo me parecía niña. Eso es por su inocencia. Por su manera tan endemoniadamente bella de ser.

 

-Saldré para que se puedan vestir mejor- le dije. Pero el niño corrió hacia mí y me dijo.

-No vallas- pidiéndome que no me fuera.

-No es necesario- dijo Bella. –Me vestiré en el baño- musitó agachándose para sacar ropa de la ultima gaveta y…. ¡¡Jesucristo!! ¿Acaso esta mujer quería matarme de un infarto? La diminuta toalla dejó ver toda la extensión de sus piernas y cuando se levantó una pequeña parte inferior de sus nalgas quedó fuera de aquella tela.

 

-¿Por qué no usas la toalla más grande?- le pregunte buscando la respuesta a lo que sea que me estaba haciendo.

-El verde es el color favorito de Anthony. Simplemente no agarra otra toalla. Y todas las demás son pequeñas y blancas- respondió mientras sacaba otras prendas de otras gavetas. -Vístelo- me dijo lanzándome algunas cosas y entrando de nuevo al baño. El niño me sonrió y se montó en la cama.

 

Empecé secando su cabello. Lo tenía un poco largo, le llegaba a la mitad de su frente. Sequé su carita y me perdí en esos ojos. Eran tan hermosos. Así sequé todo su cuerpecito, sin quitar mi mirada de aquellos orbes chocolates y el sin bajar la suya tampoco. Lo vestí poco a poco, colocándole la ropa que Bella me dio. Cuando terminé él bajó y señaló unas sandalias (de hombre por supuesto) se las coloqué también. Me acerqué al tocador. Le puse un poco de colonia, y cepillé su cabello de lado. Cuando terminé oí risitas. Levanté la mirada y era Bella quien ya había salido del baño y nos estaba observando.

 

-Así no le gusta- dijo ella, refiriéndose no se a que. Cuando bajo mi mirada Anthony me sonrió levantó su manita y se alborotó el cabello. Me quede impresionado. Tan pequeño y ya sabía todo lo que le gustaba. Era tan decidido y seguro con las cosas.

-Para la próxima lo recordaré- le dije, el me regaló una sonrisa y tocó la mano donde yo tenía el cepillo.

-Galo- dijo.

-¿ah?- inquirí

-Te lo regala- dijo Bella. –El cepillo. No le gusta peinarse- dijo poniendo los ojos en blanco

-¿Y bien?- pregunte. ¿Mas o menos que venía ahora?

-No he podido ir a pasear con mí bebe por tanto trabajo. Podríamos ir por ahí ¿Qué dices?- ofreció Bella

-¿Qué? ¿En serio?- dije emocionado. Me gustaba estar con ella y compartir con su hijo. Como ya les dije, no me importa quien sea el padre. Es importante para mí simplemente porque es el hijo de la mujer que amo.

-Si. Pero creo que primero tendías que bañarte. No te ves muy bien-me dijo señalándome y el pequeño rió.

-Ok. ¿Ahora que? ¿Es momento de que me acompañen?- quise jugar y Anthony tomó mi mano.

–Eso creo- dijo Bella, sonriendo un poco y dejándome deleitar con su leve rubor.

 

Caminamos hacia mi cuarto en silencio. Dejé a Anthony sentado en la cama y el inmediatamente se acomodó en el medio, colocando su cabecita en medio de las dos almohadas grandes y abrazando un piano de juguete que estaba encima de mi cama y yo no había visto. Agarré el control del televisor y se lo pasé a Bella.

-Estas en tu cuarto- le dije haciéndole un además de que se acostara. Ella hizo caso y se posicionó al lado izquierdo del niño, prendió el televisor colocó una comiquita. Inmediatamente los dos empezaron a reír. Que extraño era todo esto. Y que feliz y lleno me sentía.

 

Mientras me bañada me preguntaba si todo esto era cierto. Parecía tan irreal. Un sueño. El sueño que siempre tenía. Tenerla a ella ahí acostada en mi cama y por fin estaba sucediendo. Cuando terminé de ducharme imaginé el día tan maravilloso que me esperaba. En mi cara tenía una sonrisa mientras mi mente viajaba en Marte y la toalla recorría mi cuerpo en la dirección que mis manos le ordenaban. Iba a salir del baño cuando me acordé de lo que Bella me había hecho. Lo que es igual no es trampa ¿cierto? En realidad no sería igual, yo iba a exagerar pero que se aguante de la misma manera que yo me aguanté.

 

Pov Bella

 

Estaba cómodamente acostada en la magnifica cama que tenía Edward. Veía Los Simpson con Anthony a mi derecha. El televisor estaba en la pared frente a la cama. En la cual quedaba la puerta hacia el baño. En un segundo que no logré entender salió un perfecto Edward completamente ¡desnudo! Su cabello estaba mojado pero su cuerpo seco.

-¡Edward!- le dije pelando mis ojos. ¿Cómo se atrevía?

-¿Qué pasa?- pregunto el muy descarado de lo más normal. ¿Qué pasa? Pues pasa que su cuerpo aun después de tanto tiempo todavía me vuelve loca. Pasa que extrañaba verlo así y mi cuerpo ya estaba empezando a reaccionar. Pasa que me dieron ganas de desnudarme y vestir su cuerpo con el mío. Pero… Por dios Bella. Aquí está tu hijo. Inocentemente viendo la televisión. Después ¿Cómo explicarle que su padre estaba desnudo y su madre quería devorarlo? No. Por dios. Ilumíname señor. Este hombre me va a matar.

-¿Qué pasa?- inquirí –que estas completamente desnudo en medio de un cuarto en el que hay dos personas más- le dije como excusa. Lo se fue muy mala

-Tu ya me has visto- dijo el cínico riendo –y el… Bueno, es un hombre. ¿Eso que importa? Además está concentrado es en la TV- era cierto a pesar de que nosotros hablábamos Anthony solo miraba la pantalla.

 

Bueno ¿Qué les digo? Aquel Dios se dedicó a pasear por toda la habitación desnudo. Iba de un lado para otro. Yo simulaba ver el programa pera la verdad no podía. Su cuerpo reclamaba mi mirar. Mordía mi labio inferior mientras me deleitaba con aquella visión. Suspiraba silenciosamente imaginando como me haría suya en este momento.

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Recuerden acepto sus sugerencias. Votitos y comentarios Cool Besos chicas. Mariu   ♥

Capítulo 33: Encuentro II Capítulo 35: Mi mejor día

 
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