Mi pasión (+18)

Autor: mariu
Género: + 18
Fecha Creación: 13/03/2010
Fecha Actualización: 11/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 44
Comentarios: 137
Visitas: 177437
Capítulos: 42

 

(FINALIZADO) Bella es una muy conocida escritora. Pero esconde otra de sus pasiones. Sin siquiera imaginárselo una noche la intriga de un desconocido cambia su destino y la lleva a conocer el amor.

 

mis otros fic:

 LA ESPOSA.

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1185

 

 

y la continuacion de este fic se llama: Las pasiones

 

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1401

 

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Capítulo 24: ¿Qué tienes?

Hola de nuevo chicas. Espero y esten bien. Quiero recordarle a todas que agradezco muhisimo su apoyo y su tiempo. de veras que es algo importante para cualquiera que decida escribir. Aqui les dejo otro capi. espero y les guste la direccion que tomará la historia. me he esforzado mucho por hacerla interesante y no darle fin todavia. Siento que a penas acaba de empezar jejeje. Weh... Les dejaré dos capis... y en la semana subiré mas. (los cuales ya estan escritos) si tienen algun comentario, sugerencia  o reclamo escribanme que con gusto yo les responderé y atenderé su incomodidad. Con todo mi cariño... MARIU

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Pov Edward

 

Estaba en una de las empresas revisando unos papeles acerca de unos nuevos negocios que haría con mi padre cuando Samantha me llamó casi llorando diciendo que mi Bella se había desmayado. Salí apurado a la casa a la cual llegué en 5 minutos y me encontré a Bella en el mueble y sin conciencia.

-¿Qué fue lo que pasó Samantha?- le pregunté mientras llevaba a Bella cargada al cuarto para acostarla en la cama

-No se Sr. Ella me llamó y cuando acudí estaba desmayada- Saque el celular y llamé a mi papá. Le expliqué lo poco que sabía. Por suerte estaba cerca y llegó rápido.

-¿Qué pasó?- preguntó al llegar

-Se desmayó- dijo Samanta

-¿Cuánto tiempo tiene así?- volvió a preguntar

-Como 15 min. Es extraño que no haya reaccionado todavía- le dije

-Déjeme revisarla- dijo Carlisle

-Estaba hablando con una señorita, cuando se fue me llamó y al llegar a la sala estaba en el piso- dijo Samantha.

-¿Qué señorita? ¿Estaba discutiendo?- pregunté

-La joven Rosy dice que no. Era una señorita. Vino buscándolo a usted.-

-¿A mi? ¿Cómo se llamaba?- quise saber

-E…Edw…Edward- dijo Bella por fin. Me monté por el otro lado de la cama y me acerqué a ella

-Bella mi amor ¿Qué te paso? ¿Cómo te sientes?-

-Bien- me dijo con una sonrisa -Sabes que te amo ¿verdad?-

-Por supuesto mi vida. Lo se perfectamente- no se porque precisamente en este momento decía eso si lo único que importaba era que estuviera bien.

-Eres mi razón de vida- volvió a decir

-Bella ¿Qué paso? ¿Con quien hablabas?- pude ver como su cara se ponía roja y una vez mas calló en la inconsciencia.

-¿Bella? ¿Bella?- grité

-Se volvió a desmayar. No le vuelvas a mencionar el tema. Por lo visto es por eso. Deja que se recupere bien y que hable cuando se sienta preparada. Tiene la tensión un poco baja. Cuando esté bien llévala al hospital para hacerle unos exámenes-

-Esta bien padre muchas gracias-

-De nada hijo. Me voy porque tengo una cirugía. Ella estará bien, no te preocupes. Solo deja que se recupere, que descanse y no la presiones-

-Está bien padre-

Mandé a Samantha por un baso con azúcar para cuando se despertara Bella y me quedé esperando a que reaccionara. A los pocos minutos volvió de nuevo en sí. Hice que se toma el agua y le pedí que descansara. Inmediatamente se quedó dormida. Me quedé velando su sueño y ella no tardó en hablar.

-Edward- dijo. Una sonrisa se plantó en mi cara. Por más que escuchara eso todas las noches siempre me alegraba que estuviera en sus sueños.

-Otra más- dijo ella. ¿Otra mas de que? Me pregunté -Aprovechadora- volvió a mencionar. No se con que intención pero me le acerque y le pregunte -¿Quien?- y con un puchero dijo -JANE- ahí mi mundo se derrumbó.

 

Pov Bella

 

Desperté y ya era de noche. Edward dormía a mi lado con el ceño fruncido. Me levanté tratando de no moverme mucho para no despertarlo y bajé a la cocina con ganas de comer frutas.

-Buenas noches Sra. Bella- me dijo todo el personal levantándose de la mesa en la cual comían.

-Buenas noches muchachas. No es necesario que interrumpan su cena. No se preocupen que yo puedo servirme sola. Sigan comiendo- le dije

-¿La puedo ayudar en algo Sra.?- insistió Bárbara

-No bárbara siga comiendo-

-Pero estoy aquí para servirle. Además no se sentía bien-

-Tú también eres una persona, te da hambre y también te cansas. Así que come que yo estoy bien. No te preocupes ¿si?-

-Ok Sra. Pero cualquier cosa me avisa-

-Esta bien Bárbara. Y ya dejen todas de llamarme señora que no he cumplido los 30 y ya me están haciendo sentir vieja- todas rieron

-Es por respeto Sra.- argumentó Katherine

-Prefiero el cariño. Así que llámenme Bella- le dije ofreciéndoles una sonrisa y retirándome de la cocina con un plato con frutas.

Me metí en la sala donde veíamos películas y me puse a ver las de Disney que teníamos gracias a Rosy. Era la segunda que veía y así como en la primera en el final estaba llorando. Son muy emotivas las películas de Disney. Me levanté para ir al baño y me encontré con un Edward sentado en las escaleras y mirándome sonriente.

 

-¿Ya te sientes bien mi amor?- me preguntó rodeándome con los brazos. Deposité un beso en sus labios y asentí. Lo abracé fuerte y metí mi cabeza entre su pecho.

-¿quieres dormir mi vida? ¿O veras otra película? ¿Puedo acompañarte?-

-Tengo mucho sueño- le dije –Y quiero ir al baño- Solo me acompañó en silencio. Acomodó la cama para mí y me esperó.

 

 

 

-hola mi amor, arriba- dijo Edward levantándome

-Edward es demasiado temprano. Aun tengo sueño. Ven, duerme otra vez- dije y palmee el otro costado de la cama.

-No sabes cuanto quisiera. Pero no puedo. Vine a almorzar contigo. Después tengo que volver a la oficina a terminar con unos papeles-

-¿Almorzar? ¿Oficina? ¿Qué hora es?- pregunté levantándome de un tirón de la cama.

-Las 12:30 del medio día-

-¿qué? ¿Y porque aun tengo sueño?-

-Amor ayer te acostaste tarde viendo películas. Y te recuerdo que te sentías mal. Es normal que estés cansada. Pero ya debes levantarte. Tienes que comer algo o te sentirás mal de nuevo-

-Si mi vida ya voy. Espérame abajo ¿si?- salió del cuarto. Me di un baño rápido y baje a comer.

-¿Amor?-preguntó el tratando de empezar una conversación.

-¿Mm?- dije masticando la pasta lentamente.

-¿Te sientes bien?-

-umju- pronuncié sin despegar siquiera los labios.

-¿y porque no has comido?- me dijo. Miré mi plato y estaba completo. Solo me había metido un bocado a la boca y jugaba con el tenedor.

-No lo se. Supongo que no quiero comer esto. Quiero brownie y compota – le dije. El frunció el ceño y me miró extraño.

-Deberías venirte conmigo y así pasamos por el hospital. Ayer tenías la tensión baja-

-No quiero ir al hospital. Ya me siento bien. Lo de ayer solo fue una rabia que agarré-

-¿Por qué agarraste rabia? ¿Qué pasó?- Y ahí me levanté corriendo otra vez para ir a vomitar.

 

Pov Edward

 

Me sentía confundido. Bella se comportaba muy rara últimamente. Me recordó aquel mes que tenía los síntomas del embarazo. ¡Un embarazo mental! Fue muy duro que ella aceptara que había perdido al bebé. Tenía nauseas, antojos y mucho sueño. Pero todo era causado por la mente. La veía y era la misma de aquellos días. Por mas de que le rogaba que fuéramos al medico ella se negaba. Decía que estaba bien y que no necesitaba nada. Las muchachas de servicio me contaron en ciertas ocasiones que ella lloraba. Lloraba si no salía agua caliente, lloraba si no encontraba frutas y que a veces lloraba sin ninguna razón aparente por largo rato. Los negocios de la familia me estaban impidiendo estar mucho tiempo con Bella. Nos veíamos y conversábamos pero desde hace días sentía que había algo fuera de lugar. Incluso una noche románticamente traté de provocarla y me salió con un estoy muy cansada, hoy no. Era extraño. Primera vez que Bella se negaba. Se la pasaba sembrando y regando flores, mirando el paisaje escuchando mi música de piano sin hacer nada más. Ya no leía. Solo era una estatua contemplando una vista por horas. Únicamente comía frutas y su antojo: brownie con compota. Era algo muy asqueroso de ver pero al parecer ella lo disfrutaba. Y sin poderle decir algo o siquiera preguntarle si tenía buen sabor porque se ponía a llorar y no hablaba mas. Una noche cuando me terminé de bañar encontré en una de las gavetas un par de medias nuevas para bebé. Muy pequeñas, de color verde manzana. De verdad Bella no estaba bien. Esto era muy grave. Esta vez llegó al lugar donde no se lo permitió en la primera ocasión. Ya me preocupaba mucho. Hablé con mi mamá y me dijo que tal vez era una recaída y que le diera tiempo para que pensara y dependiendo como evolucionaba tomara cartas en el asunto.

 

-¿Qué tienes?- le pregunté un día. Ella desvió la mirada, suspiró y contestó

-Nada. Solo extraño a Alice es todo- Falso. No podía ser solo eso. Yo conozco a mi Bella y tenía una preocupación mucho más grande. Y si que era una preocupación. –Extraño a Alice Edward es todo ¿No lo puedes aceptar?- casi gritó.

-Solo quiero saber que tienes amor por favor. ¿Qué te pasa? Estas extraña- casi supliqué. Se le salieron algunas lágrimas las cuales no pude diferenciar si fue por lo que le estaba preguntando o por lo sensible que estaba últimamente.

-Estoy cansada iré a dormir- y así una vez mas ella se iba sin expresarse y trancando toda comunicación.

 

Pov Bella

 

Era delicioso. Si que era realmente delicioso. Brownie con compota por encima. Lo mejor que había comido. De verdad que no se de donde salió eso pero un día me dieron ganas y hasta hoy no he parado. Me sentía diferente. A veces me daban puntadas de dolor en el vientre. Las primeras veces me dio mucho miedo. A lo mejor eso se debía a que los quistes estaban volviendo. Por mas de negarme a ir al medico sentía que algo no estaba bien. No quería ir y tener que darle la noticia a Edward de que tendrían que operarme de nuevo. ¿Y si me sacaban el útero? ¿Y si luego no podría ser madre? ¿Y si Edward me dejaba por ser una mujer incompleta? Una vez tuve que rechazarlo debido al dolor. Habrá pensado que no quería pero la verdad es que me moría por el. Su piel, su olor, su sabor, su todo. Era muy divertido jugar con Gucci. Salía a sembrar mientras que escuchaba la música de piano que Edward tocaba, era refrescante sentirse en la naturaleza. No pensaba, solo me dejaba llevar. Sembré una mata de naranja. Sabía que no daría fruto hasta unos cuantos años pero me sentía orgullosa de ver su crecimiento día a día. Dirán que estoy loca pero cuando uno habla con las plantas ellas embellecen. Sienten el ambiente y así será su crecimiento. Mi linda mata de naranja los primeros días era muy débil. Sus frágiles ramas caían a los lados cuando llovía. Tuve que amarrarla por algunos lados a un palo vertical para que siguiera creciendo hacia arriba y no callera. Un día salí a la ciudad a caminar. Topé con una tienda de bebé y se me salieron las lágrimas. No se que era lo que tenía pero el dolor que me daba en el vientre no era normal y se me escapaba la respiración el tan solo imaginar que los problemas podrían volver otra vez. Entré a la tienda y empecé a ver todo con sumo cuidado. Pasaba las yemas de mis dedos por la fina madera de una cuna. En mi mano sentía el tacto del algodón de aquella cobija de muñequito. Aquí en frente estaba todo lo que decidí ignorar cuando llevaba a esa pequeña vida dentro de mí. Estos eran los sentimientos que me había reprimido para no hacerme daño.

 

-¿La puedo ayudar en algo señorita?- se ofreció una de las empleadas.

-Si- contesté inconsciente sin saber el porqué –me llevo esto- le dije entregándole una media que llevaba en mi mano.

-¿Qué más desea llevar?- preguntó amablemente.

-Nada más- ella frunció su ceño. Tal vez era extraño que una mujer entrara solo a comprar un par de medias.

La verdad solo lo hacía por ese sentimiento. Aquel que me reprimí y que ahora estaba despertando cierto interés en mí. Fui a la casa y guarde el par de medias en una de las gavetas. En realidad no era algo tan importante como para esconder, solo era un par de medias nada mas. Algo que me dio sentimiento y decidí llevar a casa. Otra noche más no supe como hacer para que Edward dejara las preguntas ¿Qué debía decirle? Oye me estoy volviendo a enfermar. O tal vez, Edward es que tengo quistes y me sacaran lo poco que me queda de ovario. Probablemente: No sirvo para ser mujer jamás tendrás hijos. ¿Cómo se supone que uno debe decir esas cosas? Tal vez un día tendría que llegar con los papeles del divorcio y decirle: soy una mala inversión renuncia a mí. Así como si fuera otro de sus negocios. Con cabeza fría y sin sentimiento. ¡Hey! en serio, ¿Cómo lo hago? ¿Qué le digo? ¿Qué debo responder a ese QUE TIENES?

 

 

 

 

 

Capítulo 23: Otra más Capítulo 25: Oh por dios!

 
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