Después de estar un rato acostados nos arreglamos y salimos a casa de Esme y Carlisle. Nos acomodamos en los diferentes autos y salimos al aeropuerto a recibir a Emmett. Alice no paraba de decirme viste yo sabia que había algo mas amiga. Que gusto me da. Al llegar Emmet Rosalie fue la primera que se le lanzó encima. Nos saludó a todos y me preguntó si por fin ya era su cuñada lo que hizo que todos guardaran silencio y nos voltearan a ver. Edward me agarró por la cintura y asumió que si estábamos juntos. Alice solo daba saltitos y aplaudía. Los padres de Edward me recibieron con mucho cariño y un Bienvenida a la familia. Es difícil estar en ese ambiente y no sentirse parte de el. Todo es amor, aceptación. Llegamos otra vez a la casa y preparamos comida. Comimos afuera entre juegos, risas y los chistes de Emmett. Estábamos en pareja. Carlisle y Esme. Emmett y Rosalie. Jasper y Alice y Edward y yo. Todo parecía tan irreal. Me sentía en un hogar. Tenía a mis mejores amigas al lado y las tres pertenecíamos a una misma familia por así decirlo.

-Aquí puedo ver a mis hijos. Me siento muy orgulloso tenerlos a todos aquí y felices. Pero ya va a ser tiempo de que empiecen a darme nietos ¿no creen?- dijo Carlisle

Alice solo miró a Jasper y se sonrieron. Edward se atragantó con lo que bebía y Emmet abrazó a Rosalie y dijo

-Nosotros ya nos pondremos en eso ¿verdad baby? Yo quiero armar mi propio equipo- Todos reímos.

Esa noche, todos nos quedamos a dormir en la gran mansión Cullen. Al día siguiente hubo un coctel de un gran empresario. Anunciando el compromiso de su hijo. Todos fuimos y esta vez si fui yo la que estuvo en su brazo. Pero con la diferencia de que en la noticia yo no saldría como la desconocida sino como la famosa escritora. Me sentía segura, amada, respetada, valorada. Sentí que caminaba en una nube mientras paseaba a su lado. El día transcurrió muy agradable. Sentía que mi final feliz por fin empezaba y lo mejor es que todos lo aceptaban. Así los días fueron pasando. Jacob y yo volvimos a vernos y a salir juntos. Cosa que a Edward no le gustaba mucho, sin embargo me daba mi espacio. Los días fueron pasando y se convirtieron en meses. Entre mi novio y Carlisle formaron un ortopédico. Los negocios en la familia Cullen iban creciendo cada vez mas y a mi me llegaron muchas propuestas de editoriales. Publique tres libros para bebes y uno de superación de perdidas. Todavía seguía trabajando en mi libro personal el cual tuve que retrasar la publicación por tantas ofertas que me proponían. Rose quedó embarazada. Emmett parecía su perrito faldero. Los síntomas en vez de sentirlos ella los sentía el. Era muy cómico ya que el era el que se la pasaba haciendo bromas y de nada estaba sensible. Y Rosalie estaba muy complacida de el estuviera tan al pendiente de ella. Alice y Jasper se casaron. Fue una ceremonia muy linda y un mes después se fueron a vivir a Francia por un trabajo de Alice. Fue muy difícil para mí separarme de ella. Ya que nos conocíamos prácticamente de toda la vida. A veces mi querido novio y yo dormíamos en mi departamento, otras veces en el de Edward y otras en la casa Cullen. En los tres lugares había pertenencias de ambos. Ya no lo llamábamos por “tu apartamento” “mi apartamento” solo era el apartamento, el pent-house y la casa de Esme y Carlisle. Los tres lugares nos pertenecían a ambos. En su cumpleaños de regale un Mercedes plateado y le mandé a instalar los mismos equipos que tenia el mío. Ya que a veces cambiábamos de auto. Todo en mi vida era perfecto. Era feliz. Me acostaba con una sonrisa y me levantaba con una más grande. Rose dio a luz a una bella niña. Una niña de cabellos dorados, ondulados y ojos azules. La primera nieta Cullen. Rosy Esmeralda Cullen Hale. Se convirtió en la consentida de todos. Así con el tiempo fui encontrando mi verdadero lugar en el planeta.

Tres meses después que Rose dio a luz empecé a sentirme mal. Sin siquiera prevenirlo ese día cambió la felicidad que me rodeaba. A veces para bien. Y otras… ni pensarlo.