Mi pasión (+18)

Autor: mariu
Género: + 18
Fecha Creación: 13/03/2010
Fecha Actualización: 11/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 44
Comentarios: 137
Visitas: 177494
Capítulos: 42

 

(FINALIZADO) Bella es una muy conocida escritora. Pero esconde otra de sus pasiones. Sin siquiera imaginárselo una noche la intriga de un desconocido cambia su destino y la lleva a conocer el amor.

 

mis otros fic:

 LA ESPOSA.

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1185

 

 

y la continuacion de este fic se llama: Las pasiones

 

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1401

 

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Capítulo 25: Oh por dios!

 

 

El timbre sonó y me encaminé a la sala para recibir a Rose que venía a dejar a Rosy. Pero cuando llegué ahí estaba ella de nuevo. Con una gran sonrisa.

-Hola Isabella ¿Cómo estas?-

-¿Qué haces aquí?-

-Hay pero no seas así- dijo haciendo una falsa cara de dolor –Esa no es la forma en que se comporta una señora casada- se sentó como si estuviera en su casa. Sin siquiera una invitación a pasar

-y bueno ¿Edward está?- llegó a su punto

-Pero que mala suerte tienes fíjate que justamente apareces cuando el no está. Tal vez eres tan mala que el mismo destino hace que hulla de ti sin saberlo- le dije con una sonrisa

-No lo creo- contraatacó ella. –si fuera así no lo hubiese visto ya. Por cierto ¿verdad que es bueno en la cama?- abrí de par en par mis ojos y ella suspiró –Y con el tiempo a mejorado. El lunes estuvo…- volvió a suspirar –wou jamás había estado así ¿acaso no alimentas a tu hombre como debe ser?- sonrió con malicia. Y… sonó el timbre. Fui a abrir la puerta y Rose habló

-Hay Bella muchísimas gracias. Nena saluda a la tía- le dijo a su hija

-Sion Tita- dijo Rosy

-Dios te bendiga mi amor- le conteste tomándola en brazos y depositando un beso en su frente.

-Paso por ella mañana. Gracias por salvarme amiga- se despidió Rosalie.

-Así que no es tuya- dijo Jane mientras yo me volteaba y quedaba a escasos centímetros de ella.

-Tita ¿pelo juga?-

-Claro mi amor. En la cocina está la nana dile que te ayude a buscar a Gucci- salió y se perdió de mi vista entre las grandes paredes que iban hacia la cocina

-No. No es mía- respondí con furia

-Valla. Quien lo diría. ¿Cuánto tiempo tienes con Edward? ¿Algunos años? ¿Y todavía no le has dado un hijo? Ah cierto. Verdad que no pudiste tenerlo dentro de ti. Tal vez como mujer eres un fracaso ¿no te has puesto a pensar en eso querida?- por supuesto que ella era mala. Ya lo notaba yo.

-Lárgate de mi casa Jane- le dije tratando de contener la rabia y apuntando la puerta con mi dedo.

-Volveré cariño. Necesitas saber todo lo que está oculto. No me quedo porque me quedé de verme con Edward. Pero por lo visto aquí no es. Ups se me pasó. Cuenta las horas. Tal vez te lo mande como a las nueve- guiñó un ojo y se fue.

El dolor en mi vientre volvió a apoderarse de mí. Respiré tratando de no desmayarme. Ella no iba a ser la que acabara con mi salud. No. Ella no. Decidí armarme de valor. Le avisé a la nana que saldría y que cuidara bien de Rosy. Me monté en mi coche y conduje a un lugar lejos.

-Puede pasar Sra. Cullen- dijo la secretaria

-Muchas gracias señorita-

-Buenas tardes señora Cullen ¿En que le puedo ayudar?- Me dijo la mujer al otro lado del escritorio.

-Verá, vine hasta aquí porque quiero mucha discreción. No quiero que mi esposo se entere todavía de esto. Por eso no fui al hospital Cullen-

-La entiendo señora. Así será. Ahora ¿Qué la trae por aca?- preguntó la ginecóloga

-Quiero hacerme un eco… De rutina- me apresuré a decir- para comprobar que todo esté bien. Hace un par de años tuve una operación…-

-Si Sra. Sé de eso- respondió con una sonrisa de consuelo

-Claro ¿Quién no iba a saberlo?- musité solo para mi

-Bueno el motivo es que hace días me he sentido un poco mal- prosegí

-¿Qué ha sentido?-

-Dolor en el vientre. Normalmente cuando me molesto o pienso algo que me disgusta, vomito, mareo, antojos, mucho sueño, no se si tenga que ver pero lloro por casi todo. Me siento muy frágil- me dedicó una sonrisa que no supe interpretar

-A ver. Acuéstese por favor- me acosté en la camilla, levanté mi camisa y bajé un poco mi pantalón dejando al descubierto mi vientre. Me estremecí cuando el frio gel tocó mi piel. Volteé mi cabeza para el lado contrario de la pantalla. No quería ver la razón de todo esto. Ella no decía nada. Solo movía el aparato en mi vientre.

-debieron mandarte anticonceptivas después de la operación- dijo un tanto molesta creo.

-lo hicieron- contesté yo

-Esto es imposible- musitó ella casi para si misma pero pude escucharla. Sabía que los quistes disminuían y podían llegar a desaparecer tomando pastillas anticonceptivas y ahora… por haberlas parado con la falsa esperanza de…. Ya saben, pues ahora, por eso tenía quistes.

-deje de tomarlas- contesté apenada

-¿hace cuanto?-

-cinco meses-

-es mucho- dijo ella. Y no entendí pero algo me hizo voltear a la pantalla y ver que era lo que la tenía intrigada.

-OH POR DIOS- dije al verlo – OH-POR-DIOS- volví a decir separando bien cada palabra.

-Es muy pequeño para cinco meses. Tienes como tres. Felicitaciones mamá- dijo con la sonrisa mas sincera que había visto. De mis ojos empezaron a brotar lágrimas. Si, lagrimas. Pero de felicidad.

-Espere…- le dije- Hay algo mal. ¿Cierto?- ella bajó la mirada. –Dígame doctora-

-Si Sra. Cullen. Límpiese y le explico- al estar ya en su escritorio empezó a hablar.

-Cuando uno toma anticonceptivos por tiempo permanentemente, al dejar de tomarlos el cuerpo necesita cierto tiempo para terminar de desechar las hormonas que tiene dentro. En este caso tu cuerpo necesitó dos meses para quedar limpio. Tu estado es delicado, no te voy a mentir ni te lo voy a negar. Con tu historia es probable que la vida del bebe pueda estar en riesgo. No tienes quistes. Por eso no te preocupes. Pero tu útero es muy sensible y con cualquier emoción fuerte puedes perder al bebe. Está sano y todo dentro de lo normal está bien. Solo tienes que tratar de reposar, no hacer esfuerzos ni ningún tipo de fuerza y por sobre todo no alterarte- abrí y cerré la boca varias veces tratando de articular alguna palabra pero no pude. Tenia tantas preguntas que no sabía cual hacer primero. Ella me sonrió y captó mi estado. –No podemos saber el sexo- dijo –Todavía es muy temprano- asentí –Está todo bien no se preocupe. Como ya le dije solo guarde un poco de reposo y nada de alterarse-

-¿doctora?-

-dígame-

-bueno la verdad me da un poco de pena-

-Dígame Sra. Cullen aquí estoy yo para despejarle cualquier duda-

-Bueno primero me gustaría que me llamara solo “Bella” y pues la segunda es que quería saber si yo podía tener relaciones. Si el bebe no corre riesgos-

-En tu caso si hay riesgos Bella. Ya te dije que no puedes alterarte ni hacer ningún esfuerzo. Te recomendaría más bien solo juegos. Caricias, besos ya sabes. Pero por los momentos nada más profundo. Por lo menos hasta estar seguros de que todo evolucionará como debe ser-

-Ok. Doctora entiendo-

 

Salí del ginecólogo sintiéndome la mujer más feliz del mundo. Si era una mujer completa. Jane ya no podría restregarme nada en la cara. Le iba a dar un hijo a Edward e íbamos a ser la familia más feliz. La gran familia Cullen Swan. Me metí en una perrera de un centro comercial y compré un bello Siberiano macho. Se lo regalaría a Edward así como el me regalo una Yorkshire Terrier. Llegué a la casa y empecé a comer todas las frutas que había, salí a hablar con mis plantas y termine de ver las películas de Disney con Gucci y el nuevo integrante familiar. Ahora entendía el porque de mi comportamiento. Lo extraña que me sentía. Resulta que dentro de mi esta creciendo de nuevo ¡una vida!

 

A las nueve en punto llegó Edward. Por un momento pensé en Jane. Ella me dijo que “me lo mandaría” a esa hora pero luego deseché esas palabras. Estaba muy feliz y ella no iba a dañarme eso.

-Buenas noches mi amor, bienvenido a casa ¿Qué tal tu día?- lo recibí en el cuarto con un beso y una sonrisa.

-Un poco complicado. Pero llegar y verte es una buena recompensa- me besó

-Tengo algo para ti-

-A ver ¿que será?- Fuimos al pequeño “cuarto” que le hicieron a Gucci y en una camita de perro estaba el pequeño Siberiano de Edward durmiendo cómodamente. Al principio me dio miedo, pues crecerá muy rápido y Gucci no tiene mucho tamaño pero como estarán compartiendo desde muy pequeños espero y se lleven bien.

-¿Que es esto?- preguntó con una sonrisa

-Uno de mis regalos para ti. Yo elegí la raza y el sexo. Te toca el nombre-

-Benetton- dijo sin pensarlo

-jajaja ok. Benetton entonces-

 

Besó mis labios y mi frente, nos fuimos al cuarto, poco a poco nos fuimos despojando de nuestra ropa. Era increíble volver a sentir sus labios en mi piel. Como el primer día. Con miles de mariposas revoloteando en mi estomago. En esta barriga que ahora contenía una nueva vida. Una vida que juntos hicimos. La cual será la principal luz de nuestra existencia. Nos fuimos al baño y nos metimos en el jacuzzi. El agua caliente y sus besos era la mejor combinación. Sus manos por mi cuerpo. Temblando como si fuera nuestra primera vez. Recorriéndome a lo largo y a lo ancho. Besó mi cuello, el nacimiento de mis senos. Nos bañamos el uno al otro y nos fuimos al cuarto. Otra vez más recorrió mi cuerpo por completo. Y me hizo tocar el cielo. Yo le di placer con mi boca. Entre las caricias y los besos lo hice llegar al orgasmo sin tener que haber coito. Ambos quedamos satisfechos. La sonrisa en mi cara nadie me la podía borrar. Tenía a mi hijo en mi vientre y complacía a mi marido. Por supuesto que todo iba perfecto. No se quien era Jane pero no iba a ser precisamente ella quien me dañara lo que yo tengo años construyendo. Sería una egoísta esta noche pero me guardaría esta secreto por lo menos hasta mañana. Hoy dormiré feliz en sus brazos y mañana lo hare el hombre mas feliz del mundo.

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Comenten y coten xfis. graxis =) nos vemos en NO SUEÑES CON RU FUTURO, SOLO VIVE EL PRESENTE. Es fuerte. Preparense psicologicamente para seguir la historia. jeje

Capítulo 24: ¿Qué tienes? Capítulo 26: No sueñes con tu futuro, solo vive el presente

 
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