Saltando sin Mirar

Autor: princesavespa
Género: Romance
Fecha Creación: 07/06/2013
Fecha Actualización: 08/09/2013
Finalizado: NO
Votos: 11
Comentarios: 10
Visitas: 18354
Capítulos: 19

Alice y Jasper no se conocen.

Ella, es una arquitecta de perfil bajo, entregada a su trabajo, que en su tiempo libre atiende su tienda de flores y a quien no le interesa enamorarse ni formar una familia.

El, un padre soltero al que su esposa abandonó, que busca un lugar donde volver a empezar junto a su hija, pero con su corazón cerrado para cualquier otra mujer.

Ambos estan por descubrir que,  la soledad no es para siempre. 

A veces lo que vivimos nos lleva al lugar indicado.

A veces,  solo hay que animarse a saltar.


 

Los personajes son de Stephanie Meyer, pero la historia es de mi autoría.

Espero que me acompañen como lo hacen siempre! 

Para contactarse conmigo pueden hacerlo vía facebook, me buscan como: Princess Vespa.

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Capítulo 4: Nuestro hogar.

JASPER POV

- Falta mucho papi?- Pregunto Sophie una vez que nos subimos al taxi que nos llevaría a Forks. El viaje en avión, si bien fue corto, fue bastante aburrido para mi pequeña. 

- No Soph. Solo un rato más.- Le dije acariciando su cabeza. Era la niña más linda del mundo. Bueno, mi opinión es bastante objetiva. Había heredado mis ojos, azules. Su cabello era lacio, como el de su madre, y de un color caramelo muy parecido al mío. Era algo pequeña para su edad, pero se debia a que era muy parecida a su mamá, quien siempre fue de contextura chica. 

- Me lo prometes papi?- 

- Te lo prometo princesa.- 

Luego de una hora jugando y tratando de distraerla, llegamos a la casa de mi hermana.

- TIA ROSEY!!- grito Sophie emocionada.

- Muñequita!- grito mi hermana mientras salía corriendo de su casa.- Bienvenida!- dijo tomándola en sus brazos y llenandola de besos.- Te extrañe tanto mi amor!-

- Y a tu hermano no?- pregunté mientras le hacía cosquillas en las costillas con un dedo a mi hermana como cuando eramos pequeños.

- Jazz! Cosquillas no! - exclamo mientras Sophie reía viéndonos.- Claro que te extrañe hermano. Me hace tan feliz que esten aquí.- agrego abrazándome con el brazo que tenía libre.

- Pero miren quienes estan aquí.- Dijo mi cuñado Emmett saliendo de la casa.- Ahora si estamos todos.-

- Hola Emm, que bueno verte viejo.- Saludé a mi cuñado. No solo era mi cuñado, desde que se había puesto con mi hermana era uno de mis mejores amigos.

- Y tu pequeña? No vas a saludar a tu tío favorito?- pregunto mientras sacaba a Sophie de los brazos de mi hermana.

- Hola tío.- saludo timidamente Soph.

- No vas a darme un beso y un abrazo?- siguió preguntándole mientras le hacía cosquillas suaves en su pancita. Sophie era una niña timida. Solo era risueña y efusiva con su tía y conmigo. A veces me preocupa que el abandono de su madre le haya afectado más de lo que en realidad muestra. 

Luego de saludarnos y bajar todo en casa de mi hermana nos sentamos a comer algo.

Sophie estuvo toda la tarde con su tía. Me tranquilizaba saber que estarían cerca. Ella necesitaba una figura femenina.

- Así que esas son las novedades. El negocio va muy bien. Al principio tenía miedo por que es un pueblo chico, pero la verdad es que todo funciona.- 

- Me alegro Emm. Es alentador saber que tendremos bastante trabajo.-

- Papi... tengo sueño.- Interrumpió Sophie subiendose al sillón al lado mío.

- Rose, crees que podremos ir a casa ahora?- Rosalie no había querido separarse en toda la tarde de nosotros. Pero nos habíamos levantado muy temprano y estabamos muy cansados.

- Lo siento Jazz! Los distraje todo el día. - Dijo mi hermana apenada.

- Esta todo bien hermanita.- dije abrazándola- yo también tenía muchas ganas de verte y de estar contigo.- Hacía algo más de 6 meses que no estábamos juntos. 

Luego de poner todas las cosas en el auto de Emmett, fuimos hacia la que sería nuestra casa. Me sorprendió ver que no habíamos hecho más que un par de cuadras , cuando Emm se estacionó frente a una casita pequeña, pero con un gran jardín delantero.

- Llegamos!- dijo Rose emocionada.- Estoy segura que les encantará.- Agregó mirándo a Sophie que estaba dormida en sus brazos.

- Veremos...- conteste solo para molestarla.

Bajamos del auto y seguí a Rose mientras se apuraba para abrir la puerta de nuestro nuevo hogar.

- Taraan!- canturreo. - Es hermosa, a que si?- dijo mientras caminaba por la casa prendiendo las luces. - Sophie, nena, despierta.- 

Me sorprendió gratamente lo que ví. 

La casa contaba con un living comedor pequeño, amoblado con una mesa y 6 sillas todas de una madera oscura, un sillón de tres cuerpos de color negro, uno de un cuerpo haciendo juego y dos pufs de color rojizo al rededor de una mesa pequeña, del mismo juego que la del comedor. La alfombra, de color bordo, era de ese material peludo, no se como se llama, pero sabía que a Sophie le encantaría. Ama dibujar en el suelo. Noté que habían varios estantes y bibliotecas vacías, lo cual era muy bueno ya que tenía muchos libros y fotos y cosas que Sophie había hecho en el jardín de infantes.

Agradecí. tener pocos muebles en su antigua casa. Aunque debería ver como los acomodaba en esta. Quizás Rose quisiera algunos.

Seguimos recorriendo la casita, y entramos a la cocina. Estaba separada del comedor por una fina pared con un arco sin puerta. Era algo pequeña, pero acojedora. Además no necesitaba más que unas pocas cosas. Era lo bueno de ser solo nosotros dos. Me hizo muy feliz ver que tenía un lavavajillas. Detesto con todo mi ser lavar platos. Estaba pintada de blanco, y tanto la mesada como los armarios eran de un granito negro muy bien cuidado. 

- Hice las compras y les llene tanto la heladera como la despensa.- Dijo Rose mientras yo revisaba los armarios.

- No debiste Rosalie. Ya la haríamos nosotros mañana.- La regañé.

- Si debí y lo hice.- Agregó sacándome la lengua. Solo era dos años menor que yo, pero a veces se comportaba como una niña. 

- Donde dejo estas cosas?- pregunté Emmett que cargaba varias cajas.

- Dejalas ahí en el suelo Emm. Luego me ocupo.-

- Cuándo llegan los de la mudanza Jazz?- preguntó mi cuñado.

- Les dije que vinieran mañana. Asi teníamos tiempo de organizarnos aquí. La realidad es que es una suerte que este amoblada, sino esta noche hubiesemos dormido con ustedes.- Reí.

- Eso, es porque eres un desorganizado.- Me regaño Rose- Lo bueno es que yo soy una de las mejores cosas que te paso en la vida y te conozco demasiado como para adelantarme a tu tontera. O no que tu papi es un poco tonto a veces pequeña?- le pregunto a mi hija.

- Papi no es tonto.- le contesto frunciendo su ceño.

- Claro que no princesa. Solo algo distraído.- conteste quitándole a mi niña de los brazos de tu tía.- Que dices Soph? Te gusta nuestra nueva casa?-

- Si... Donde van a dormir mis muñecas papi? - pregunto tomándome el rostro con sus dos manitas como cada vez que quería decirme algo muy importante para ella.

- Vamos a ver tu habitación si muñequita?- respondió mi hermana.

Salimos de la cocina y nos metimos en un corredor que tenía tres puertas.

- Este es el baño. - Nos mostró Rose abriendo la primer puerta. 

Era un baño sencillo. Tenía una bañadera con ducha de un tamaño un poco más grande que lo normal. En vez de tener un lavabo, tenía una pequeña mesada de color crema adornada con un espejo con luces en el. 

- Que bonito.- Aplaudió Sophie. Le encantaban las cosas llenas de luces y brillosas. La verdad que para crecer sin una madre, era una niña muy coqueta y con bastante buen gusto. Por lo general me hacía comprarle la ropa que ella elegia y siempre me elogiaban por lo hermosa que estaba. 

- Si que lo es.- Afirmé dejando un beso en su cabecita.

- Esta es tu habitación muñequita.- Le informó Rose a la pequeña.

La habitación estaba vacía, salvo por un placard bastante grande, varios estantes y una biblioteca chica. Estaba pintada de un rosa claro. El suelo era de madera clara y tenía una bonita lámpara con pantallas floridas.

- Y donde están mis muñecas? Y mi cama? No me gusta papi.- dijo al borde de las lágrimas Sophie.

- Recuerdas que guardamos todas tus cosas en una caja grande y yo te expliqué que debíamos guardar todo para traerlo a nuestra nueva casa?- le dije mientras la dejaba en el suelo y me arrodillaba a su lado.

- Mjm.- susurró afirmando con su cabecita.

- Bien, entonces todas nuestras cosas están viajando hacia aquí en el camión de muedanza donde guardamos todas las cajas esta mañana. Recuerdas eso también amor?-

- Si papi.- respondió algo mas animada.

- Mañana por la mañana llegarán todas nuestras cosas y tendrás tu habitación con tus muñecas, tu camita y todo lo que tenías en la otra casa. Esta bien?-

- Esta bien.- dijo mientras jugaba con un mechon de mi cabello. 

- Esta noche, dormirás con papi, y mañana estará todo en orden, como antes.- le aseguré mientras acariciaba su sonrosada mejilla. Esa niña era la razón de mi vida. Creo que jamás amaré a nadie como a ella.

Salimos de la habitación y nos dirigimos hacia la que sería la mía.

- Por último, esta es la tuya Jazz.- 

Era una habitación bastante grande. Estaba pintada de un verde claro. A quien se le ocurre pintar una habitación de verde? No era desagradable, pero no terminaba de gustarme. En algún momento lo cambiaría.

Había una cama de dos plazas en el centro, más pequeña que la suya. Mañana mismo la cambiaría. Al igual que la habitación de Sophie, tenía un armario bastante grande y algunos estantes. Era genial, así podría instalar su escritorio ahí.

- Rose, la casa es genial.- Le dije cuando terminamos de ver la casa. Mañana vería el jardín. Ahora era tarde y estabámos todos cansados.

- Me alegro que te guste. Fui bastante cuidadosa en elegirla según sus gustos. Si hubiese sido por mi...-

- Tendrías que trabajar doble turno en el negocio para poder pagarla.- Termino Emmett por ella.

- Oye!- exclamó Rose golpeando a su esposo.- Tampoco exageres!-

- En serio Rose, es muy bonita y esta en perfectas condiciones. - Además el precio era bastante bajo, lo cual era genial. - A quien se la alquilaré?-

- Recuerdas a Edward, el mejor amigo de Emmett?- 

- Si, claro que lo recuerdo.- Me lo habían presentado en la boda de Rose y Emm. Era muy agradable, al igual que su esposa Bella.

- Bueno, el vivía aquí con Bella cuando recién se casaron. Luego nació Nessie y después de un tiempo, quisieron mudarse más cerca de la casa de sus padres, tanto los de Edward como los de Bella viven llegando a las afueras de Forks, por lo que hace algo más de un año se mudaron. Pero no quisieron vender esta casa. Le tienen mucho cariño. Cuando comencé a buscarles casa, estaba desesperando porque no encontraba ninguna que me gustara o que el precio no fuese exágerado. Hasta que Bella me comento que estaban queriendo alquilarla y que le encataría que fuese a alguien de confianza.-

- Y tu eres de mucha confianza verdad hermanita?- pregunte sonriendo.

- Somos grandes amigas Jazz, por supuesto que soy de confianza.- Amaba hacerla enojar.

- La cuestión es que es genial. Estamos cerca y cualquier inconveniente con la casa, tienes con quien quejarte con confianza cuñado.- Agrego Emmett.

Continuamos hablando un rato más. No escuchaba a Sophie para nada, por lo que pensé que se había dormido. Pero estaba sentada en la alfombra mirando un punto fijo.

- Chicos, gracias por todo.- dije poniéndome de pie. - Pero creo que esta señorita y yo- tome en brazos a mi hija.- Tendremos una cena rápida e iremos a dormir.- Sophie solo se abrazo a mi cuello y apoyo su cabeza en mi hombro.

- Quieres que les cocine algo Jazz? No es ningún problema.- 

- Creo que Jasper quiere estar un rato con su hija, verdad Jazz?- preguntó Emmett.

Asentí suavemente. Sabía que algo le pasaba a Sophie, pero no quería hablar delante de mi hermana y cuñado.

- Oh. Entiendo.- respondió Rose.- Mañana luego del trabajo, vendré a ayudarte con la mudanza si?- 

- Gracias Rose. Ya hiciste demasiado, no voy a seguir abusando. Puedes venir cuanto quieras, pero solo a estar con nosotros.- dije seriamente. Mi hermana había hecho de todo por mi hija y por mi. Ahora me tocaba a mi.

- No es ningún abuso Jasper! Ya lo sabes.- dijo mientras me abrazaba y dejaba un beso en la mejilla de Sophie.- Adiós preciosa de la tía. Te amo.-

- Yo también.- contesto en voz baja.

- Adiós Jazz, nos vemos.- Me saludo Emmett palmeando mi hombro.

- Emm, mañana me gustaría que me mostraras el local, así puedo empezar cuanto antes.- 

- Tranquilo cuñado. Encargáte de tus cosas primero. Ya habrá tiempo para esclavizarte.- Respondió sonriendo. - Chau enanita.- dijo revolviendo el cabello de la niña.- Mañana armaremos tu habitación y me mostraras tus cosas si?-

Soph asintió timidamente y le dió un beso a su tío.

Una vez que se fueron, me senté en el sillón de mi nueva casa con Sophie en mis piernas.

- Entonces... Que le pasa a mi princesa?- le pregunté. Sentía que estaba angustiada. Siempre me pasaba eso con la gente que amaba. Podía darme cuenta exáctamente como se sentían.

- Papi... viviremos aquí ahora?-

- Si Sophie, recuerdas que lo hablamos hace un tiempo?- le pregunté extrañado. Estaba muy emocionada por vivir cerca de su tpia Rosey.

- Pero nos quedaremos para siempre y siempre jamás?- reí con su duda.

- Para siempre y siempre jamás. O hasta que tu te vayas.- agregué en voz baja, más para mi que para ella.

- Y mi mami no va a venir?- Odiaba cuando me preguntaba por María. Por lo general no sabía que responderle.

- No amor. Mami no va a venir. Te molesta que solo seamos los dos?-

- No papi! Yo te amo!- A veces me preguntaba donde habrá aprendido a ser tan dulce. Si bien yo era muy demostrativo con ella, no dejaba de sorprenderme cuan cariñosa era.

- Y yo también. Más que a nada en este mundo.- le dije poniéndome de pie. - Señorita- le tendí la mano - me concedería el honor de acompañarme a la cocina para preparar una rica cena?-

- Si señor...- respondió haciendome reír. Era muy ocurrente.

La tome de la mano y juntos fuimos a preparar la primer cena en nuestra nueva casa, y, porque no? De nuestra nueva vida.

 

Capítulo 3: Poniéndome al día... Capítulo 5: "Terremoto Cullen"

 
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