Una vida distinta

Autor: Honey
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 12/02/2013
Fecha Actualización: 04/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
Visitas: 36807
Capítulos: 36

Desde la noche que Chelsea decide escapar de casa, las cosas ya no serán igual. Tendrá que enfrentarme a un montón de cosas que nunca se imagino. Enfrentarse a la muerte, al odio, al rencor, venganza y que nada es gratis en la vida.

Amistad, familia y amor, son tres palabras que nunca logro entender hasta que conoció a Diego y a los Cullen. Promesas que cumplir, reencuentros y secretos por descubrir en una pequeña ciudad lluviosa, rodeada de bosques misteriosos y fríos, llamada Forks. Así es la nueva vida de Chelsea.

¿Sera una nueva integrante del clan Cullen? ¿Ella sabe la existencia de vampiros? ¿Los Vulturis estarán presentes en esta historia?

 

La mayoria de los personajes no son mios, pertenecen a la creadora de la grandiosa Saga Crepusculo. Yo solo me inspire de sus libros e imagino una continuación de Amanecer. (Chelsea, Diego, Mark, Lisa, Carter, Harry, Andy y Catherine son personajes creados por mí) 

No al plagio. Esta historia es mía :)

 

Esta historia esta publicada en: http://daphneinfinity.blogspot.mx/ mi blog personal, si desean visitarlo y si lo encuentran, es de mi autoria. No hay plagio :)

OTRO FANFIC:

http://www.lunanuevameyer.com/relatos/addRelatoFavoritos?idRelato=3758

 

Se llama Nigth School. Es una adaptación. 

 

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Capítulo 6: Bosque

Llegamos a casa y no se encontraba nadie en el lugar, más que una nota en el pequeño comedor.

Les prepare un poco de Lasaña. Está en el horno.

No tardaremos mucho.

Lisa

—Huele bien — Me expresé

—Y realmente lo está. Una de las comidas que más me gusta es la Lasaña, y si Lisa la prepara es  aun mejor — Dijo mientras prendía el horno para calentar la Lasaña que yacía fría.

—Creeré en tu palabra — dije entre risillas — ¿Qué opinas de los Cullen? —Cambie de tema radicalmente para no pensar en Lisa.

—Pues aún no los conozco, bien. —

—No opinaras igual que Lucas ¿Verdad? —Me reí

— Solo creo que todos los juzgan mal. Además no se ven tan malas personas, pero de todas formas no deberíamos dejarnos llevar. Por algo se dicen todas esas cosas. —

—Renesmee y Bella me caen bien —

— ¿Así? Y ¿Por qué? — Dijo Diego mientras habría la puertecilla del horno para sacar nuestra cena.

—Estoy con ellas en algunas clases. Renesmee en especial es muy buena conmigo— Afirme

—Quizá solo les tengan envidia — Me aseguró.

—Ya lo note — Susurre con decepción —Se debe a su dinero ¿no es así? —

—Probablemente —Diego quedo pensativo y supuse saber en qué pensaba.

—A ellos no, Diego — Hice una pausa —Me refiero, a que a ellos no les podemos robar. Imagínate en los problemas que nos meteríamos. A parte son intimidantes

—Tienes razón —Me miro mientras servía en mi plato — De todas formas, no lo intentaremos. A Lisa no le gusta entrar en casas, al parecer se quiere ir por otro camino.

— ¿Cuál?

—Fraude

Vaya, así que se quiere ir por lo grande. Fraudes.

Comimos en silencio, mirando cada quien a lados distintos. Yo pensaba en como seria el día de mañana. Ya había pasado lo más difícil. Diego se apresuro a comer, tomo su plato y lo deposito en el lavaplatos, para después dirigirme una mirada.

— ¿Quieres dar un paseo por el bosque? — Dijo en el mismo tono conquistador de Owen, mientras se ponía la chaqueta. Yo asentí en silencio, me apresure a comer. Imite lo que hizo Diego y de igual forma me puse una chaqueta.

—Lista. Tú serás mi guía

—Lo prometo —Me sonrió. Y me sentí mareada, después comprendí que me quede sin respiración — Gracias, por aceptar mi propuesta y no inventar que tienes trabajo con la mudanza

Sonreí ante su sarcasmo. Pero sonaba tan orgulloso de contar con mi presencia, me sentí halagada.

Nos adentramos al bosque que teníamos cerca del patio trasero, avanzamos sin buscar un destino. Yo confiaba en mi memoria fotográfica, pero todos los arboles eran iguales unos de otros. Diego avanzaba muy seguro de sí mismo. Preguntaba cosas triviales y yo respondía con cosas triviales. Me tomo de la mano y durante la excursión encontramos un pequeño sendero que metros después desapareció. Caminamos así durante una hora, yo llevaba mi cámara digital para guardar recuerdos de esta pequeña excursión. De la nada corría un alce, solitario, a toda velocidad, atravesando nuestro camino. Quise tomar una fotografía del animal pero este corría mucho que tuve que actuar lo más rápido posible, active el flash y oprimí el interruptor. La luz resplandeció por el bosque casi oscuro, desafortunadamente no pude captar al animal que había desaparecido. Diego me miro sorprendido y continuábamos en silencio. Si no platicábamos, bromeábamos y nos lanzábamos cosas que encontrábamos. En uno de mis intentos de escapar de él, tras aventarle una rama llena de musgo, corrí como desesperada y recordé mi pesadilla, me sentí dentro de ella y corrí aun más de prisa, la sensación de estar ahí se hacía más vivida, porque escuchaba los pasos de Diego tras de mí. Entre en pánico y empecé a sollozar sin dejar de correr. Yo sabía que Diego gritaba mi nombre una y otra vez pero yo no respondía o más bien no quería responder. En mi intento de escapar y llegar a un punto donde no hubiera bosque, tropecé con la raíz de algún árbol y rodé escandalosamente por un pequeño camino. Mi cabeza daba vueltas y Diego estaba ahí abrazándome y asegurándose que estuviera bien y así era, esperamos unos minutos más para poder recuperarme. Aparte de mi transición a mi pesadilla sabia que algo andaba mal. Nos habíamos perdido, gracias a mí. Porque habíamos perdido el sentido en el que íbamos.

Continuamos avanzando, por mas y mas bosque, el cielo haya arriba era un manto negro que nos cubría, mientras el roció de la lluvia caía. Mi cabello comenzaba a estar húmedo. Yo seguía a Diego, pero era más que obvio que estábamos perdidos. No sabía si entrabamos al bosque o salíamos de él. Quizá estábamos dando vueltas. El había perdido el lindero que habíamos tomado para regresar. Lo que más extraño me parecía es que cerca no había animales grandes, solo ardillas y pequeños animales. Así que no me preocupaba encontrar un oso y que este nos comiera. De pronto en un hueco se divisaron unas luces. ¿Acaso había una casa ahí, en medio del bosque? Yo me preguntaba eso cuando Diego interrumpió mis pensamientos.

—Creo que hemos llegado, al fin —Su voz sonó aliviada — ¿Ves esas luces?

Estaba a punto de responder cuando unas risas armoniosas y el sonido del choque de rocas me alertaron guardar silencio. Diego me miro sorprendido, sin embargo no paraba de caminar. Las risas continuaban, se oían algunas frases al aire como: ‘Te vencí una vez más’ ‘Es hora de pagar’.

De pronto las risas cesaron completamente al igual que los murmullos. Estábamos cada vez más cerca de aquella casa. Cuando pude verla completamente, se trataba de una hermosa casa blanca, con amplios ventanales y un porche demasiado grande para almacenar a por lo menos 5 autos. Diego tomo mi mano y nos dirigimos al camino que los autos, que por su constante paso, habían marcado. Subimos unos cuantos escalones, donde cerca descansaba una moto. Diego cambio de idea y decidió no llamar a la puerta, pronto me di cuenta porque. Uno de los autos que almacenaba el porche era el mismo que aquel día llevaban los Cullen al Instituto. Pensar en ellos me hizo tener miedo, miedo de verdad. Esta era su casa.

Pero por alguna extraña y loca razón, sabía que nos podrían ayudar a regresar a casa, darnos quizá algo seco. Seguro Renesmee nos ayudaría, pero a Diego no le pareció mucho mi propuesta, así que me jalo, y continuamos nuestro camino, ahora siguiendo la vereda marcada por los autos que solían entrar y salir. El camino era de terracería, con lodo por todas partes a causa de la lluvia. Tras de nosotros sentía miradas curiosas, repetidas ocasiones me gire a buscarlas, pero ni una sola vez vi evidencia de que alguien nos miraba. Tardamos veinte minutos en llegar a la carretera. Diego saco de su bolsillo su celular.

—Por fin un poco de red — Le reprocho al aparato — ¿Mark?... Estamos en la carretera 101… Nos perdimos… ya se ya se. Aquí los esperamos… Lo siento… Solo fue un paseo… — Oprimió el botón de colgar —Ahora vienen. Nos tocara un buen regaño — Me abrazo al notar que temblaba de frío.

Tan pronto como no me lo esperé el auto de Mark llego. No dijimos nada por supuesto. Cuando llegamos a nuestro destino, Lisa que nos esperaba en la entrada de la casa con una taza de café, se dirigió a Diego y lo abrazo. Me sentí un poco incomoda en la escena, ella también lo noto. Mark no decía nada, pero nos advirtió tener más cuidado. Pronto cada quien se fue a sus deberes.

Me tome una ducha caliente, realmente la disfrute por qué no sentía los dedos de los pies, a causa del frio. Cuando finalice me fui a mi recamara, me puse el pijama, tome la cámara fotográfica y comencé a ver las fotos con determinación, cuando llegue a mi imagen fallida gracias a la velocidad del alce,  vi un borrón. Una figura distorsionada. Prendí el computador que había comprado gracias al dinero que guardaba, para ver las fotografías con mayor claridad. Aquel borrón tomaba cada vez mas forma, al alterar el zoom se distinguía una imagen de un ser humano. Eso es imposible, pensé. En aquel lugar solo estábamos Diego y yo. Nadie más. ¿Como una figura humana había aparecido de la nada en la fotografía?

Siempre había sido escéptica a ese tipo de cosas del ‘mas allá’. Nunca había creído en fantasmas, ni mucho menos en seres de los cuentos de terror. Solo eso eran, cuentos.

—Sera mejor que vaya a dormir — Me dirigí hacia la cama y me sumergí en ella hasta quedar totalmente perdida en un sueño. Donde una vez más corría, corría como desesperada tras la misma voz que siempre me ordenaba que corriera más rápido.

—Maldita sea Chelsea, corre —La voz sonó una vez más, pero muy furiosa. Por fin, después de muchas pesadillas, había reconocido aquella dulce voz.

— ¿Renesmee? ¿Eres tú? — Pregunte en la oscuridad del mismo bosque que había recorrido por la tarde. Ya no respondió. Pero juraría saber que esa voz se trataba de la suya.

En la terrible pesadilla, un chico pálido me miraba con ojos rojos, sonriendo a pesar que yo gritaba de horror. Comencé a correr otra vez, de pronto voltee para ver si ese chico me seguía y no era así. Tras de mi venia Edward Cullen. Cullen. El apellido resonó en mi cabeza y grite de miedo. Cuando choque con lo que parecía una estatua de mármol, caí de espaldas llenándome de lodo y vi a Bella Swan mirándome. Me sentí intimidada y aliviada al mismo tiempo.

—Todo estará bien —Susurro. Con su hermosa y débil voz. Mientras se aproximaba a mi cuello —

Desperté entre gritos y jadeos, Diego estaba a mi lado. Cuando lo vi sentí gran alivio.

—No volveré a leer historias de terror, ni mucho menos andaré allí afuera, en el bosque —

—Tranquila. Vuelve a dormir. Estas aturdida —Me indico que me volviera a recostar, ya que ahora estaba sentada en la cama. Yo obedecí asintiendo —Estaré aquí, hasta que hayas dormido —

Me sumí una vez más en mis sueños. Confiada en que Diego vigilaba mis sueños, como muchas veces antes lo hacía. Cuando volví a despertar la tenue luz de un nuevo día se asomaba por la ventana.

 

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Hola!

Aqui el nuevo capitulo. Chelsea es muy inteligente pero no se imagina el mundo sobrenatural. Espero que lo disfruten. No dejen de leerlo please! Voten y comenten. Sus comentarios son importantes para mi. Así se si lo estoy haciendo bien o no (;

Capítulo 5: Instituto Forks Capítulo 7: Cambios

 
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