Una vida distinta

Autor: Honey
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 12/02/2013
Fecha Actualización: 04/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
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Capítulos: 36

Desde la noche que Chelsea decide escapar de casa, las cosas ya no serán igual. Tendrá que enfrentarme a un montón de cosas que nunca se imagino. Enfrentarse a la muerte, al odio, al rencor, venganza y que nada es gratis en la vida.

Amistad, familia y amor, son tres palabras que nunca logro entender hasta que conoció a Diego y a los Cullen. Promesas que cumplir, reencuentros y secretos por descubrir en una pequeña ciudad lluviosa, rodeada de bosques misteriosos y fríos, llamada Forks. Así es la nueva vida de Chelsea.

¿Sera una nueva integrante del clan Cullen? ¿Ella sabe la existencia de vampiros? ¿Los Vulturis estarán presentes en esta historia?

 

La mayoria de los personajes no son mios, pertenecen a la creadora de la grandiosa Saga Crepusculo. Yo solo me inspire de sus libros e imagino una continuación de Amanecer. (Chelsea, Diego, Mark, Lisa, Carter, Harry, Andy y Catherine son personajes creados por mí) 

No al plagio. Esta historia es mía :)

 

Esta historia esta publicada en: http://daphneinfinity.blogspot.mx/ mi blog personal, si desean visitarlo y si lo encuentran, es de mi autoria. No hay plagio :)

OTRO FANFIC:

http://www.lunanuevameyer.com/relatos/addRelatoFavoritos?idRelato=3758

 

Se llama Nigth School. Es una adaptación. 

 

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Capítulo 28: El Juego

—Entonces, tengo dos dones ¿Correcto?

—Correcto —Respondió Eleazar. Todos estábamos dentro de la casa, reunidos en la sala. Edward y Bella habían regresado casi de inmediato.

— ¿Y cómo rayos funciona? —Hice una pausa, mire hacia el bosque —Es extraño, ni siquiera sé…

—Eso no importa, por ahora. Tenemos mucho tiempo para descubrirlo, en un día avanzamos mucho ¿Te das cuenta? Y por otro lado, no creo que en sí tengas la esencia de dos dones.

“Los vampiros con esas cualidades, suelen tenerlos fortalecidos y bien definidos, por el contrario y con el testimonio que Edward nos ofrece tu ‘escudo’ lo tienes desde que eras humana y no ha cambiado como sucedió con Bella.

—Eso quiere decir —Tomo la palabra Edward —que toda tu vida has tenido un porcentaje vampírico en tu sangre, tú madre era una hibrido, pero eras más humana que vampira, ahora eres un cien por ciento y por ello tienes un segundo don.

—Bueno, eso explica muchas cosas pero quiero aprender a usarlo —Espete

—No hay prisas —Nessie se acerco a mí —Ya tendremos mucho tiempo para que puedas aprender a usarlo.

Le sonreí y acepte.

—Emmetto —Canturreo Alice mientras cruzaba la puerta de la casa con muchas bolsas de compras en las manos, Rosalie la seguía y se notaba muy contenta. —Mira lo que te traje.

Emmett bajo rápidamente de las escaleras y fascinado miro las bolsas.

— ¿Hay tormenta? —Pregunto casi extasiado

—Por supuesto que sí —Alice choco los cinco con el enorme chico —Es la nueva línea de los Bravos de Atlanta —Alice le dio una bolsa y Emmett la tomo, la miro y su risa se extendió por su rostro. —Y bien ¿Alguien quiere jugar esta tarde?

— ¡Oh sí! — Grito Garrett dirigiéndose a Alice.

 

Una enorme reunión de vampiros, así fue como nombro Carlisle, quien estaba de acuerdo con el hecho de ir a jugar al bosque. No entendía mucho porque necesitábamos una tormenta para jugar, pero suponía que había una razón coherente. Así que solo me limite a obedecer a Alice, me puse el uniforme que había traído para mí. Me quedaba muy bien, jugaríamos beisbol.

Nos fuimos en autos separados, yo me fui en la jeep de Emmett con Rosalie, Edward, Bella y Carter. Nessie iba con Jacob en su mini auto. Carlisle y Esme iban con Alice, Jasper, Tanya y Harry. Carmen y Eleazar con Kate y Garrett. Todos iban con un estupendo ánimo, con ganas de jugar y bromear. Claro Emmett era el primero en Apostar.

Aparcamos en un lugar cerca del bosque, aún así nos faltaban un par o más kilómetros para llegar al lugar deseado y como Alice había predicho una tormenta se avecinaba, el cielo estaba cerrado en su totalidad, lleno de nubes esponjosas color azul y purpura volviéndose oscuras. Algunos truenos y relámpagos hacían presencia.

Íbamos caminando a paso lento, todo el grupo iba bien uniformado aunque algunos ya habían dicho que no jugarían. Jacob, Nessie, Carmen, Eleazar, Tanya y Harry, habían dicho que no. Mientras que el resto nos dividíamos en dos grupos de seis. Nombramos a cada equipo como “Emmett” y “Jasper”, debido a que estos dos eran los líderes inminentes además de que las apuestas no se verían reducidas. En el equipo de Emmett estaban: Rosalie, por supuesto, Edward, Bella, Kate y Garrett y el equipo contrario que era de Jasper estábamos Alice, Carlisle, Esme, Carter y yo.

Nuestros espectadores ansiaban ya ver el partido. Emmett había apostado un nuevo auto para Rosalie y Jasper lo que yo quisiera, y ya lo tenía en mente. Era una buena apuesta y deseaba ganarla a como diera lugar. Aun así mi venganza seguía en pie.

—Bien —Nessie se puso justo en el centro de ambos equipos —A la suerte —Mi hermana lanzo una moneda al aire y la atrapo sin ninguna dificultad, nos ocultaba las caras

—Elige tú, hermanito —Respondió muy seguro de sí mismo el grande Emmett.

—Cruz —Respondió Jasper con una sonrisa radiante sin dejar de mirar a Emmett.

—Es cara —Nessie nos mostro la moneda

Jasper no hizo ningún gesto a lo sucedido.

—Acostúmbrense a perder —Emmett nos miro con una sonrisa de oreja a oreja.

—Ya veremos —Alice guiño el ojo y le sonrió a Emmett.

Todos nos fuimos a nuestro sitio, el juego comenzó. Alice lanzo la primera bola y Rosalie bateo con fuerza, tanta que se escucho como un estruendo, entonces comprendí porque jugar en una tormenta. El cielo amenazaba con una tormenta exquisita y eso me llenaba de adrenalina. Corrí tras la pelota, me movía a gran velocidad, pero esta, estaba muy alta y seguía volando por los aires, entonces trepe un árbol y me lance, llegue antes de la pelota, alce mi mano y esta se detuvo justo en mi palma.

El juego se torno cada vez más intenso y divertido las gotas de lluvia caían sin piedad y eso me hacía sentir libre. Sentir mi propia velocidad y fuerza, no necesitar respirar o detenerme para descansar. La vida así era más fácil y me gustaba. El marcador del juego termino a favor del equipo de Jasper. A Emmett no le gusto para nada y ya deseaba la revancha pero no quisimos, todo con tal de irritarlo, aunque rápido se le paso, él no suele molestarse tan rápido. 

No íbamos a volver pronto, no lo necesitábamos. Mucho menos Nessie, aunque su lado humano tendría frio y hambre, junto con Jacob esas cosas solían olvidarse. El estaba en su forma lobuna, era un enorme lobo café rojizo de ojos inteligentes. Casi me parecía imposible que fuera él. Bajo un árbol donde no se filtraban tantas gotas de lluvia descansaba recostado y abrazaba a Nessie, mientras dormían. Era una escena tan hermosa, que no fui capaz de soportar por el simple hecho de casi ver y tocar el amor que se sentían el uno por el otro. Me recordó a lo inevitable e imposible, me recordó a Diego.

Si fuera humana, probablemente mis ojos estarían llenos de lágrimas y se me dificultaría respirar. Pero las expresiones en mi rostro no cambiaban, en cuanto me gire para irme a otro sitio y deshacerme de este sentimiento, me tope de frente con Carter, en sus ojos como el rubí vi mi propio reflejo, mi rostro inundado de agonía y la comisura de mis labios convertida en una sonrisa amarga.

— ¿Te encuentras bien? —Pregunto cauteloso.

—Estupenda —Mentí y mire una vez más mi reflejo en sus ojos, fingí una buena sonrisa.

Comencé a caminar y mi paso poco a poco se convirtió en un paso rápido y tenaz. Las cosas no estaban bien, extrañaba como nunca a Diego. A lo que alguna vez pudimos ser. Pero ese era un sinfín de imposibilidades, en las que si yo estuviera cerca de Diego lo más seguro es que acabaría lastimándolo, con el simple intento de tocarle la mano. O peor aún, si su sangre me atraía terminaría por matarlo.

—Espera, Chelsea —Me gire a verlo cuando me tomo del brazo y me detuvo.

—Dime —Respondí en un tono normal

—No espero que me digas que es lo que te sucede. Pero no soporto verte así —Carter tomo mi mano entre las suyas, en un movimiento antiguo. Me sorprendió demasiado.

— ¿Por qué?

—Simplemente no puedo verte así. —Llevo su mano a uno de mis mechones que colgaban bajo mi mandíbula, lo llevo detrás de la oreja —Sufres más de lo que aparentas.

—Pensé que nadie lo notaría —Mi voz sonó sarcástica. —Pero supongo que eso no debe importarte, apenas nos conocemos.

—No quiero ser un atrevido —Carter empleo un tono de voz, bastante antiguo.

— ¿Atrevido?

—No estoy acostumbrado a ciertas cosas

—Vaya… —Suspire —No te entiendo.

—No soy tan viejo, menos tan joven —Suspiro, miro al bosque y se aclaro los pensamientos —Como te dije, no quiero ser un atrevido. Nunca antes había conocido a alguien como tú… o mejor dicho alguien que me cautivara de la forma en que lo haces.

—Perdón. No es mi intención —Musite confundida.

—Son apenas unos días que tengo el placer de conocerte y siento que ya no puedo estar lejos de ti.

— ¿Eso es una confesión? —Pregunte extrañada. No había contemplado la posibilidad de que alguien más, aparte de Diego me quisiera o incluso yo, quisiera a alguien más que a Diego. Eso jamás.

—Me parece que sí…

—… eso no debería ser —interrumpí a Carter sin ofenderlo —Yo no puedo hacerlo. Quiero decir no te enamores de mí… simplemente no lo hagas.

Carter me miro desilusionado, pero en sus ojos seguía el mismo matiz de ternura al verme y eso me hizo dar un respingo, cuando note que me gustaban sus ojos y que me perdía en ellos.

—Es demasiado tarde… —Musito demasiado bajo. Yo lo mire como si hubiera nacido para lastimar a las personas —Pero te esperare el tiempo que necesites para olvidar.

—Tal vez no quiero olvidar.

—Lo harás. Así como olvidaras tus tiempos humanos.

—No quiero hacerlo —Gruñí horrorizada —No quiero olvidarlo —Murmure mas para mis adentros.

—Es Diego ¿No es cierto? ¿El chico humano?

No respondí, pero cuando escuche el nombre de quien había sido todo para mí los últimos meses mis ojos se cerraron sin que yo hubiera querido.

—No… quería lastimarte. Perdóname —Tomo mi mano y la llevo a sus labios y deposito un fino beso sin apartar los ojos de mí.

—Descuida. Algún día pueda aceptar mi realidad —Repuse retirando mi mano con suavidad. Él lo noto.

—Suelo utilizar mis modales antiguos, espero que eso no te moleste.

—Por supuesto que no. Es un buen gesto —Musite.

—Quiero ayudarte a aceptar tu realidad —Regreso al tema, realmente era insistente. Pero no quería lastimarle.

—De acuerdo, tal vez un compañero no me hará mal —Acepte, pero fue una mala elección de palabras. En cuanto vi sus ojos brillando de entusiasmo. Había mal interpretado las cosas.

— ¿Me puedes contar de él?

Hice una mueca de disgusto, era algo que no quería compartir con alguien que no fuera yo o Diego. Así que solo respondí superficial y trivialmente.

—En un momento de mi vida llegue a pensar que estábamos hechos el uno para el otro. Ahora ya no pienso igual. Así son las cosas, amargas y borrosas, son fotos veladas de un tiempo mejor.

Carter me miro profundamente sin decir más. El silencio incomodo estaba presente, no sabía que decir, pero mi curiosidad se despertó.

— ¿Qué hay de ti?

— ¿De mi? —Pregunto un poco confundido, yo asentí. —Pues no hay mucho en verdad.

— ¿Cómo? ¿Un vampiro milenario no tiene ninguna aventura? —Pregunte esta vez divertida.

Carter soltó una risa traviesa y se recargo en el tronco de un árbol, se cruzo de brazos miro el bosque. Realmente era muy guapo. No lo había visto antes, pero cualquier chica estaría babeando por él. Sus ojos rojos, a pesar de ser de horror, eran hermosos solo en su rostro. Sus labios en forma de corazón robaron mi atención. Carnosos y de un leve color rosa. Su cuerpo rígido y frio parecía una escultura de hielo. Un tributo a algún dios.

—Era Paris en 1870. Estaba comprometido con Margaret Chassier. Hija de un hombre importante en aquel entonces, ella era una bailarina de ballet exquisita. Mi familia estaba en quiebra y ella era una buena ruta para estabilizar la economía. Solía pasar las tardes con ella los últimos meses de mi humanidad.

— ¿Desde 1870? —Proferí casi un grito — ¿Cómo fue? —Pregunte cada vez mas intrigada.

—Una tarde la charla se alargo un poco más de la cuenta. Ya estaba oscureciendo y por el horizonte la luna llena salía hermosa y deslumbrante. Margaret insistió en regresar sola a casa, por más que le insistí que no debía ser así. No me sentía en paz de dejarla sola y entonces la seguí a hurtadillas, solo para cerciorarme de que llegara bien.

“En uno de los callejones oscuros un hombre comenzó a seguirla, posteriormente otros dos, ella lo noto y comenzó a caminar más de prisa y yo me escabullí por un atajo que bien conocía. Mi plan era poder encontrarla justo a la salida del callejón y rescatarla de aquellos tipos sucios.

—La salvaste ¿No es cierto? —Mi voz apagada sonó esperanzada. En verdad esperaba que eso sucediera.

—Cuando llegue al final del callejón ella me miro y en su rostro se esfumo el miedo. Me abrazo y yo le correspondí. Pero entonces vi la figura sigilosa de tres hombres, no se detuvieron. Sonreían complacidos. Le susurre a Margaret que corriera lo más rápido posible y obedeció. Los hombres intentaron atacarme y yo trate de defenderme. Ellos eran demasiado fuertes —Carter tenia la mirada perdida, su rostro estaba frio y tenso. —Me mordieron varias veces y el veneno se extendía por mi cuerpo y yo solo gritaba. No me podía mover. Ellos jugaban con mi cuerpo una y otra vez hasta que se hartaron. Y se fueron.

— ¡Es extraño! —Musite —Quiero decir, ellos no te mataron.

—Fue mucho peor. Me convirtieron en esto. —Su mirada estaba fundida en el dolor. No entendía por qué se refería a esta vida como algo parecido a la muerte.

— ¿Alguna vez supiste de Margaret?

—Intente acercarme a ella, pero mis ojos la horrorizaron. Comenzaron leyendas sobre mí. Mucha gente me vio y todos coincidían en que era un demonio. Una noche el pueblo salió en expedición para quemarme en la hoguera. Esa noche huí.

— ¿Eres feliz? —La pregunta salió sin que de verdad la quisiera formular. Me arrepentí al instante. El me miro y de su rostro desapareció todo rastro de dolor.

—Por ahora lo soy —Me sonrió.

—Humm —Carraspeo Nessie que se acercaba dudosa. Entonces note que estábamos un poco lejos de todos. —Es hora de ir a casa.

Mire el cielo totalmente cerrado por la nubes y relámpagos se extendían como telarañas. Era el crepúsculo del día. ¿Tan rápido había pasado el tiempo? Mire a Carter muy sorprendida, a él le paso lo mismo.

—Bien. Necesito darme una buena ducha —Mire mi atuendo mojado y lleno de lodo con algunas manchas verdosas, resultado del roce con el césped.

—Sí que lo necesitas —Nessie se burlo de mí.

— ¡Oye! —Me queje y de inmediato la tome de la mano.

Eres una malvada, pensé.

Solo un poco. Nessie se rio complacida y me soltó la mano. Se dirigió de inmediato a Jacob, quien seguía en su forma lobuna. Nessie llevaba unos jeans al hombro, comprendí que se trataban de Jake. Reí ante eso.

—Emmett ¿Estás listo para pagar? —Le lance la bola directo a la cabeza. Esta reboto justo en su nuca, se giro a verme. Tenía su mirada retadora y entonces corrí en dirección al bosque.

—No podrás alcanzarme —Grite mientras aceleraba mi paso. Emmett rugía tras de mí, divertido.

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Hola!!!!!

Un nuevo capitulo de esta gran historia.

Espero que les haya gustado muchisimo y dejen sus comentarios me gusta saber que piensan si tienen alguna sugerencia. 

Bueno y tambien dejen sus votos.

 

lean mi nuevo fanfic. En unos momentos lo voy a actualizar. http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=3744

 

Capítulo 27: Dones Capítulo 29: Esclavo

 
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