Una vida distinta

Autor: Honey
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 12/02/2013
Fecha Actualización: 04/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
Visitas: 36784
Capítulos: 36

Desde la noche que Chelsea decide escapar de casa, las cosas ya no serán igual. Tendrá que enfrentarme a un montón de cosas que nunca se imagino. Enfrentarse a la muerte, al odio, al rencor, venganza y que nada es gratis en la vida.

Amistad, familia y amor, son tres palabras que nunca logro entender hasta que conoció a Diego y a los Cullen. Promesas que cumplir, reencuentros y secretos por descubrir en una pequeña ciudad lluviosa, rodeada de bosques misteriosos y fríos, llamada Forks. Así es la nueva vida de Chelsea.

¿Sera una nueva integrante del clan Cullen? ¿Ella sabe la existencia de vampiros? ¿Los Vulturis estarán presentes en esta historia?

 

La mayoria de los personajes no son mios, pertenecen a la creadora de la grandiosa Saga Crepusculo. Yo solo me inspire de sus libros e imagino una continuación de Amanecer. (Chelsea, Diego, Mark, Lisa, Carter, Harry, Andy y Catherine son personajes creados por mí) 

No al plagio. Esta historia es mía :)

 

Esta historia esta publicada en: http://daphneinfinity.blogspot.mx/ mi blog personal, si desean visitarlo y si lo encuentran, es de mi autoria. No hay plagio :)

OTRO FANFIC:

http://www.lunanuevameyer.com/relatos/addRelatoFavoritos?idRelato=3758

 

Se llama Nigth School. Es una adaptación. 

 

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Capítulo 34: P R O L O G O

No recuerdo ni siquiera mi propio nombre. No sé a dónde voy. Es invierno y las vísperas de navidad están muy cerca, todo mundo anda a las prisas de tienda en tienda buscando obsequios para su familia y amigos. Es Nueva York, una de las ciudades más grandes del mundo y la nieve está más que presente, algunos copos revolotean en las esquinas renegridas de las calles.

Yo camino sin rumbo fijo, cansado de imaginar mi vida perfecta, como la visión que tenía hace un par de años cuando pise por primera vez tierra americana, buscando ser el rey del mundo, acompañado de una diosa que me amaba de la misma forma en que yo lo hacía, tenía una familia y ahora no tengo absolutamente nada.

Mi aspecto ya no es el mismo. Mi piel pálida de aspecto enfermo esta adherida a mis huesos como un durazno a medio madurar, mis huesos sobresalen en cada movimiento que hago, mis dedos están amarillentos de todo el tabaco que aspiro cada mañana y bajo mis ojos las ojeras cada vez son más amoratadas. De lo único que estoy consciente es del dolor del pliegue de mi codo amoratado por tanta heroína, no entiendo cómo es que he sobrevivido. He consumido demasiada droga que ya ni siquiera necesito de alguna línea para poder sentirme bien, mi cuerpo tiene tanta porquería, aún más que una tienda clandestina. Ya no puedo anestesiar más mi alma para poder olvidar a mi diosa.

Solo trato de no pensar como ella pudo dejar de respirar, como fue que ella perdió la vida en manos de quien yo consideraba como una segunda madre. Nunca podre olvidar aquellos ojos verdes llenos de ternura y vida ¿Por qué tenían que arrebatarme la sonrisa de ella? Mi vida ya no tenía sentido. Mis pies se habían detenido, casi por instinto, en la entrada de mi actual vivienda. Un edificio de departamentos viejos y sin años de mantenimiento, con escaleras en caso de incendios, oxidadas. Accedí sin muchas ganas y subí poco a poco las escaleras, cuando llegue a la puerta de mi departamento asignada con el numero 113 me pare en seco, la mire con disgusto y la ignore dándole la espalda, continúe subiendo escaleras hasta que llegue al final del edificio, donde los vecinos iban a lavar su ropa. Sonreí amargamente cuando mire la oscuridad de la noche y los copos de nieve sobrevolar la ciudad con un vaivén casi sensual.

Esperando ver por última vez las estrellas, mire al cielo rogando porque las nubes se hicieran a un lado. Pero como era de esperarse gracias a mi mala suerte, las nubes no se movieron ni un centímetro o eso es lo que yo supuse. Me subí a la cornisa y la repase sin molestarme por mantener el equilibrio. Mis lágrimas comenzaron a caer tras los recuerdos de alguna época de mi vida, cuando todo era perfecto y era muy feliz. Entonces pensé en mis fallecidos padres y desee estar con ellos, recibir los abrazos de mi madre y sus dulces besos. Pensé en mi diosa pelirroja y el último beso que me dio, lo guarde en lo más recóndito de mi alma. Cerré los ojos, abrí mis brazos y me deje caer al vacío.

 

 

De alguna manera esperaba no sentir nada, o simplemente ver aquella luz blanca de la que todos hablan. Por el contrario solo sentí el impacto de mis huesos contra algo, descartando en primer lugar el asfalto, pues mi cuerpo no podía llegar tan rápido al suelo. Sentí algunos de mis huesos quebrarse y mi columna vertical estaba, podría jurarlo, totalmente lastimada, no sentía mis pies y la sangre bajaba de mi sien hasta la mandíbula. Abrí mis ojos para ver lo que pasaba.

Me llene de horror cuando me tope con unos ojos totalmente rojos como la sangre. Era una mujer con capucha negra que le cubría totalmente la frente, pero dejando expuestos sus horrorosos ojos. Mire sus perfectos labios rosas, que sonreían complacidos. Entre el dolor y jadeo pude articular una sola oración.

— ¿Quién eres?

Solo sonrió con malicia y llevo su boca a mi cuello, comenzó a succionar mi sangre mientras yo gritaba de dolor. Por más que me aferraba para salir de sus brazos, la chica no me soltaba. De pronto me soltó arrojándome al suelo haciendo que me lastimará aún más. Sentí dolor pero no se comparaba con el ardor que corría por mis venas como fuego o como acido. Quemándome totalmente. Escuchaba los alaridos que salían de mi garganta sin piedad. En ese instante recordé como mis padres habían muerto, a pesar de que el dolor no me dejaba pensar con claridad, podía recordar muy bien ese mal momento. Un tipo enorme y musculoso tenia a mamá del cuello, llevando su boca hasta la yugular de forma seductora pero entonces encajo sus colmillos y de un momento a otro, arrojo su cuerpo varios metros lejos. Mi papá intento escapar conmigo pero fue inútil, entonces el hombre cogió a mi papá del cuello y de la misma forma encajo sus colmillos hasta beber la última gota de su sangre. Recuerdo bien sus ojos color carmesí brillante.

Grite una vez más implorando a la muerte que llegará pronto, pero no me hizo caso. Entonces la pequeña mujer que me había hecho esto se acerco y se coloco de rodillas a mi lado, bajo su capucha y pude contemplar su cabello rubio y su rostro angelical, con aquellos ojos demoniacos. Sonrió complacida y musito:

—Tu sangre apesta…—Se levanto poco a poco —Por cierto, mi nombre es Jane.

 

 

__

 

 

 

Así es chicas. Es el Final/Principio de la primer etapa de este fic. ¿Que les parecio?

 

Si la primer parte fue emocionante, la que sigue sera el doble, se los prometo, nuevas aventuras y reencuentros inesperados. 

 

 

 

Por favor no dejen de leer. Si les gusta el fic comenten. Si recien lo leen voten.

 

Las espero en mi otro fanfic: NIGHT SCHOOL ♥

 

Cuidense mucho chicas. Nos vemos.

 

 

 

Capítulo 33: El Tratado Capítulo 35: 200 Sábados

 
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