Una vida distinta

Autor: Honey
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 12/02/2013
Fecha Actualización: 04/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
Visitas: 36806
Capítulos: 36

Desde la noche que Chelsea decide escapar de casa, las cosas ya no serán igual. Tendrá que enfrentarme a un montón de cosas que nunca se imagino. Enfrentarse a la muerte, al odio, al rencor, venganza y que nada es gratis en la vida.

Amistad, familia y amor, son tres palabras que nunca logro entender hasta que conoció a Diego y a los Cullen. Promesas que cumplir, reencuentros y secretos por descubrir en una pequeña ciudad lluviosa, rodeada de bosques misteriosos y fríos, llamada Forks. Así es la nueva vida de Chelsea.

¿Sera una nueva integrante del clan Cullen? ¿Ella sabe la existencia de vampiros? ¿Los Vulturis estarán presentes en esta historia?

 

La mayoria de los personajes no son mios, pertenecen a la creadora de la grandiosa Saga Crepusculo. Yo solo me inspire de sus libros e imagino una continuación de Amanecer. (Chelsea, Diego, Mark, Lisa, Carter, Harry, Andy y Catherine son personajes creados por mí) 

No al plagio. Esta historia es mía :)

 

Esta historia esta publicada en: http://daphneinfinity.blogspot.mx/ mi blog personal, si desean visitarlo y si lo encuentran, es de mi autoria. No hay plagio :)

OTRO FANFIC:

http://www.lunanuevameyer.com/relatos/addRelatoFavoritos?idRelato=3758

 

Se llama Nigth School. Es una adaptación. 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 25: Perseguidor

— ¿Siempre eres un tramposo? —me queje mientras entrabamos a la casa.

—Sí, siempre lo es —También se quejo Nessie

Emmett soltó en carcajadas.

—Ese era mi oso —Emmett no dejaba de reír.

—Claro que no. Saliste de la nada, yo hice todo el trabajo —Se quejo nuevamente Nessie.

—Solo nos dejaste esos ciervos asquerosos —hice gestos de disgusto y era la verdad, tenían un sabor menos exquisito que los osos o pumas.

—Pero si ustedes me taclearon y me quitaron al oso grande… —Hizo pucheros el enorme chico.

—Te lo merecías —Respondí triunfante. No note cuando Edward y Bella nos habían alcanzado. Nos miraban divertidos.

—Emmett ¿Otra vez? —Se quejo Rosalie, rodo los ojos y se fue.

—Pero… osita —Fue tras ella, rogándole. Era típico en ese par.

Carlisle nos esperaba en la sala, apenas había regresado de su turno por la noche, note sus ojos un poco más oscuros que el día anterior y me pareció muy extraño. Pero al parecer no era de preocuparse, justo en el momento que iba a subir a mi habitación, Esme tomo la palabra.

—Ya nos toca ir a cazar —Musito con dulzura — ¿Estarán bien? —Pregunto esperanzada.

—Supongo que sí —Respondí extrañada

—Edward, te encargo la casa. No quiero peleas —Hizo una pausa y su expresión cambio —Supongo que eso es inevitable, pero si una sola cosa esta fuera de su lugar, habrá serias consecuencias y esta vez hablo en serio.

—Claro que sí mamá, espero poder controlarlos… —La seriedad cambio repentinamente y termino en una sonrisa traviesa.

Esme se dirigió a Bella, quien hacia lo posible por esconderse detrás de Edward

—Bella…

—No, Esme la ultima vez se armo una fiesta y no quiero estar a cargo —Interrumpió Bella inocentemente.

—Está bien —Bufó Esme, Carlisle le sonreía con dulzura —Solo espero no encontrar una casa desecha.

—Todo estará bien cariño —Respondió al fin Carlisle

—Ayudare en lo que pueda —Bella tomo la mano de Esme.

Nos despedimos pronto y ellos salieron disparados en dirección al bosque húmedo por la llovizna prematura de la mañana. El resto del día lo pase con Nessie, al parecer Jake no se aparecería por aquí lo que quedaba de la tarde, hasta donde sabía él se encontraba vigilando los bosques con Leah, su mano derecha. Hasta ahora no podía creer que todo este tiempo había estado en medio de personajes míticos, la mayoría de los chicos de la Push eran metamorfos y Jacob era el alfa.

Intercambiábamos gustos musicales, anécdotas e incluso me ofreció un pequeño concierto, frente al gran piano de Edward. Toco distintas nanas, pero identifique una en particular, una que recordaba de la visión que me ofreció Nessie, era su nana, compuesta por Edward. Era sorprendente la forma en cómo nos habíamos sincronizado Nessie y yo, tan pronto me había acostumbrado a su don y nos comunicábamos a la perfección y secretamente porque Edward no podía leer nuestras mentes mientras nos comunicábamos y ni yo misma sabia como hacia eso. No tenía idea de cómo cerraba mi mente e impedía cualquier telepatía. Por ello Nessie y Jacob irían a visitar al Clan Denali, nuestros familiares y necesitábamos de la presencia de Eleazar, quien tenía un don que precisamente identificaba los dones, era un poco confusa esa situación. Así que los próximos dos o tres días mi hermana no estaría conmigo. Pero podía aceptarlo, tenía a Alice, a Emmett y a Jasper… a todos conmigo.

Como era de esperarse, las travesuras de Emmett eran más que intensas, no entendía como podía inventar tantas bromas y pesadeces eso sin contar las apuestas y peleas que constantemente tenia con Jasper, aunque el termino pelea no era apropiado, en realidad no se peleaban, jugaban muy pesado, ahora entendía porque Edward mando a Nessie y a Jacob a Alaska, así no habría tanto desastre. Porque mi hermana, a pesar de tener ese aspecto inocente y tierno, era una pesadilla si se trataba de jugar. Eso sucedía por criarse en un mundo donde Emmett es un ejemplo a seguir. Estaba un poco más que irritada respecto a las bromas de Emmett. Carlisle me había explicado que los neófitos tenemos poca paciencia y yo había resistido demasiado ante Emmett y que en cualquier momento podría atacar a mi grande hermano, pero el simple hecho de imaginarlo me producía escalofríos, claro no literalmente.

Por ello decidí tomarme un tiempo a solas, quería leer un poco y disfrutar de este día nublado. Mi familia me concedió libertad, Alice me aseguro que me vigilaría por si había peligro para mí o por mí.

Era una mañana fresca y húmeda, caminaba a paso lento y contemplaba el paisaje de una mañana fría. Cargaba mi libro de Edgar Allan Poe, una recopilación de sus cuentos más importantes, un obsequio de mi cumpleaños numero dieciséis por parte de Harry. Había leído todas esas historias una y otra vez, tanto que podía sabérmelas de memoria, sin embargo me encantaba hojear este libro desgastado. Respiraba este aire fresco que mis pulmones no necesitaban, pero mi olfato desarrollado traía a mí, aromas exquisitos, tierra húmeda, musgo, madera, lilas… una gama extensa de aromas. Saque el ipod de mi bolsillo y me coloque los auriculares, mi música favorita encendió mi felicidad y me sentía libre. Sin temor a caer avanzaba al ritmo de mis canciones favoritas y bailaba, silbaba y tarareaba la melodía.

Me adentre demasiado en este bosque lleno de misterios, en el que ahora formaba parte importante. Encontré un espacio, demasiado pequeño donde no había un árbol tras otro, estaba lleno de musgo y caían doseles de musgo desde las ramas más altas de los arboles. Encontré uno en especial y sin pensarlo dos veces me trepe y recosté sobre una de sus ramas, me acomode y subí mis rodillas, tome el libro y comencé a leer desde el principio.

No sé cuantas horas pasaron. Pero sabía que el tiempo había pasado. No lo notaba tanto por mi comodidad, sin necesidad de acomodarme una y otra vez o de descansar mi mente. Pero algo me había alertado, un aroma similar me desvió de mi lectura, entonces retire los auriculares y escuche con atención. Detecte las pisadas suaves y gráciles y por el sonido que estas provocaban me decían que se trataban de humanos, descarte la teoría de inmediato cuando su aroma que nos caracterizaba a los vampiros me impacto, aparte de que de un momento a otro avanzaron de prisa. En un minuto apareció la figura de un vampiro con aspecto relajado, sus grandes y penetrantes ojos rojos me encontraron en medio segundo. Lo observe con detenimiento, era un chico con una edad promedio de entre veintidós años, con el cabello, un poco largo acomodándose en su cuello con algunas puntas ligeramente onduladas, despeinado color marrón oscuro, su piel blanca como la nieve contrastaba encantadoramente con su cabello. La forma de su cara era afilada dándole un aspecto de duende, me recordó a Alice. Sonrío malévolamente y hablo.

—Oye tú… —Se dirigió a mí su dulce y aterciopelada voz.

En un impulso distraído arroje al suelo el libro, este cayo justo a sus pies, yo no podía responder, en ese instante volvió a sonreír dejando sus colmillos al descubierto. Di un respingo.

—No te haré daño, ven baja —Me ofreció el libro, pero entonces escuché otras pisadas. No estaba solo y no era bueno que yo estuviera con otros dos que no conocía, me daba mala espina. Pensé en lanzarme hacia las ramas pero recordé que tenía mi libro.

Baje en un movimiento rápido, le sonreí satisfecha y me gire para correr. En ese instante me tomo entre sus brazos impidiendo que yo huyera. Me gire y lo impacte contra un árbol, recordé mis clases de defensa personal y prácticamente mi cuerpo se movió solo, me puse en posición de ataque, lo tome del cuello y con una patada lo lance lejos, no alcance a ver al otro vampiro pero con certeza, sabía que había hecho una carambola con los dos. Entonces corrí lo más veloz que pude, rogándole al cielo que Alice estuviera a mi encuentro.

Llevaba dos kilómetros, pero en ese instante las nubes se abrieron paso entre el cielo y el sol cegador dejo caer sus rayos de luz.

—Maldición —Musite. Pero de inmediato me subí a un árbol, donde caía toda la sombra posible. Tenía mucho miedo.

El vampiro me encontró de inmediato, efectivamente iba acompañado. Pero note algo excesivamente extraño cuando los vi correr hacia mí. No les preocupaba el sol. El miedo hizo que no pusiera atención ante las dos figuras que venían tras de mí y entonces me lance en un salto a otra rama, para llegar ahí había un gran hueco que me dejaba a la vista del sol.

Note que no me sucedía nada, entonces comencé otra vez a correr, con los dos perseguidores tras de mí. Pero pronto encontré mi casa, y en el camino me encontré a mi familia que me esperaba con la guardia alta. Edward fue a mi encuentro y me puso tras su espalda, protegiéndome. Tan solo unos segundos más y los dos visitantes estarían frente a nosotros.

—Edward ¿Quiénes son? —Musito Alice nerviosa.

—No lo sé. No los conozco.

—No dejaremos que te hagan daño —Prometió Emmett demasiado serio y amedrentador.

Les ganábamos en número, solo eran dos contra siete vampiros bien preparados. Alice tenso la mandíbula cuando comenzamos a ver a ambas figuras acercándose con velocidad. Yo escondí mi rostro tras Edward, Bella tomo mi mano y estábamos totalmente a la defensiva.

— ¿Dónde está? —Pregunto el chico con quien había tenido ese encuentro.

—Ella es de nuestra familia. Déjenla en paz —Siseo Edward amenazante.

— ¿Tienen a Chelsea? —Una voz sumamente familiar hablo.

Nadie pregunto pero ¿Cómo sabían mi nombre? Nadie sabía acerca de mi transformación. Absolutamente nadie. Entonces curiosa me asome por encima del hombro de Edward y al contemplar al segundo vampiro que no había visto con detenimiento mis ojos se abrieron como platos.

El vampiro me miro de inmediato, tampoco esperaba verme. Abrió sus ojos demasiado y su boca se torció en un gesto de decepción. Tampoco yo, podía creer lo que mis ojos tenían de frente.

_

 

L@s dejare con un poquito de suspenso. ¿Alguien se imagina quienes son esos vampiros? 

Lo unico que les puedo decir, es que son dos personajes nuevos quienes daran un giro inesperado a la historia . Y lamento decirles que nos olvidaremos de Diego por un buen rato :( 

 

bueno chic@s nos leemos la proxima semana. Cuidense mucho.

Dejen votos y comentarios. Se los agradezco muchisimo !

Capítulo 24: Respuestas Capítulo 26: Origen

 
14451251 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10764 usuarios