Una vida distinta

Autor: Honey
Género: Fantasí­a
Fecha Creación: 12/02/2013
Fecha Actualización: 04/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 32
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Capítulos: 36

Desde la noche que Chelsea decide escapar de casa, las cosas ya no serán igual. Tendrá que enfrentarme a un montón de cosas que nunca se imagino. Enfrentarse a la muerte, al odio, al rencor, venganza y que nada es gratis en la vida.

Amistad, familia y amor, son tres palabras que nunca logro entender hasta que conoció a Diego y a los Cullen. Promesas que cumplir, reencuentros y secretos por descubrir en una pequeña ciudad lluviosa, rodeada de bosques misteriosos y fríos, llamada Forks. Así es la nueva vida de Chelsea.

¿Sera una nueva integrante del clan Cullen? ¿Ella sabe la existencia de vampiros? ¿Los Vulturis estarán presentes en esta historia?

 

La mayoria de los personajes no son mios, pertenecen a la creadora de la grandiosa Saga Crepusculo. Yo solo me inspire de sus libros e imagino una continuación de Amanecer. (Chelsea, Diego, Mark, Lisa, Carter, Harry, Andy y Catherine son personajes creados por mí) 

No al plagio. Esta historia es mía :)

 

Esta historia esta publicada en: http://daphneinfinity.blogspot.mx/ mi blog personal, si desean visitarlo y si lo encuentran, es de mi autoria. No hay plagio :)

OTRO FANFIC:

http://www.lunanuevameyer.com/relatos/addRelatoFavoritos?idRelato=3758

 

Se llama Nigth School. Es una adaptación. 

 

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Capítulo 5: Instituto Forks

Por fin era lunes, lo espere durante muchas horas. Me desperté temprano para estar lista y no tener percances para llegar a mi escuela. Si mi nueva escuela. Que emoción. Todo aquí era genial, siempre hacia frio, casi no salía el sol. Y sabía que la nieve me tomaría por sorpresa cualquier día.

Tome un suéter abrigador, y lo puse a un costado. Mark había dicho que podíamos llevarnos el auto al menos hasta que nos consiguiera uno. Ese día iban a explorar el lugar y buscar donde comenzar sus terribles asañas.

Diego piso el acelerador, íbamos demasiado rápido. A mí me encantaba la forma en cómo el conducía. A los pocos minutos llegamos al famoso Instituto. Era un edificio viejo con ladrillos rojos. Por todos lados había alumnos mirando el auto negro que conducía Diego.

—Vaya, se nota que en este lugar son escasos los autos de lujo — Murmuro Diego.

—Parece que sí —Respondí.

— ¿Ya te dije que eres una demente? —Me tomo por sorpresa la pregunta.

—Hmm creo que no — Respondí sin mucho entusiasmo. — ¿Por qué lo dices?

— ¿Aun no te das cuenta? —Espero mi respuesta pero yo no dije más — Estas aceptando esta vida, donde la única manera de salir de esto es muerta. No mides el peligro — Concluyo

Solté una risa al mismo tiempo que le respondía

—Así soy yo. Así que cuídate Sheridan —Le apunte con el dedo

—Que graciosa, pero si me cuidare de ti —Respondió divertido

—Te pediré un favor —

—Dime—

—Tú más que nadie sabe mi pasado. Fuiste tú quien me rescato y te lo agradezco con toda mi alma. Pero no recuerdes mi verdadero apellido ahora soy Chelsea Sheridan. No quiero tener problemas con Mark y mucho menos con Lisa, si se llegaran a enterar de eso… — Me prohibiría a mi misma pensar en ello.

—Trato hecho —

Nos bajamos del auto y de pronto muchos ojos curiosos nos observaban, pero también había ¿sorpresa? Comenzamos a avanzar en dirección a control escolar para recoger nuestros horarios y comenzar nuestra vida estudiantil.

—Buenos días hermanos Sheridan — Nos recibió una mujer rubia, no tan joven pero no demasiado vieja. Tenía en sus manos un par de papeles listos para entregárnoslo.

—Buenos días — Respondí

—Tomen este plano de la escuela les será de mucha ayuda —Espero una respuesta que nunca llego —Es lamentable que sus clases no estén juntas, les sería más fácil adaptarse—

Aunque en cierta forma tenía razón la mujer, pero lo cierto es que yo llevaba materias avanzadas. Realmente todas mis materias eran avanzadas.

—Gracias —Dije al salir de aquel lugar, después de desearnos buena suerte a ambos. Diego me acompaño al aula que estaba asignada para mí.

Al entrar al aula, el murmullo de los alumnos que estaban en sus asientos cesó, yo me sonroje, mientras me quedaba inmóvil en la entrada del lugar, segundos después una voz sumamente familiar hizo que me moviera.

— ¿Vas a pasar? —

—O-oh l-lo siento — Tartamudee y no por mi estúpida y repentina timidez. Su belleza era inigualable. Era ese tipo de belleza cuando te imaginas un ángel o un hada. Su piel blanca, traslucida, centellaba con unas mejillas rosadas. Unos ojos grandes y profundos de color chocolate.. Y su hermosa cabellera caer tras sus hombros, risada y de color cobrizo. Ella era hermosa.

—No te preocupes — Intento avanzar, pero después se detuvo para preguntarme — ¿Eres Chelsea?

—Sí. Hoy es mi primer día aquí —Respondí aun tímida.

—Oh vaya. Bienvenida. Yo soy Renesmee —Me ofreció su mano y yo de igual forma se la ofrecí para estrecharla. Sin embargo note algo extraño, pero fue hasta que vi su mano cubierta de unos delicados guantes negros.

—Mucho gusto. —

—Si quieres puedes sentarte conmigo, realmente todos los sitios están llenos — Me jalo hasta llegar a lo que se suponía era su lugar de costumbre. Todos nos miraban extrañados.

A los pocos segundos entro un hombre negro, alto y de buen parecer, cargando un par de libros. Saludo a la clase y me invito a presentarme. Fue muy amable pero la tensión y el nerviosismo que esto me causaba hicieron que volviera a tartamudear. Después de mi rato de vergüenza continuo su clase, con un tema que a nadie le agrado.

Al termino de la clase, Renesmee, la chica del nombre raro y hasta ahora la única que me dirigía la palabra, se despidió, deseándome un buen inicio de curso y también esperando encontrarnos en otras clases. Para mi mala suerte la siguiente clase no la compartía con ella.

Durante las siguientes dos clases, conocí a un chico llamado Lucas, que me invito a almorzar con él y sus amigos, casualmente en la mesa de la cafetería de la escuela, se encontraba Diego, mi supuesto hermano. Al verme sonrió aliviado.

—Les presento a Chelsea —Anunció Lucas emocionado

—Hola Chelsea — Respondieron en coro el resto de los chicos de la mesa, excepto una chica, cuyo nombre era Zoey. Ella no dejaba de mirar a Diego.

Me senté junto a Diego, para no sentirme incomoda, a pesar de que el instituto no era lo que esperaba, me sentía bien y feliz, esto era cuestión de acostumbrarme. Desvié un poco la vista hasta que esta capto algo interesante. En una de las mesas de la orilla estaba un grupo de chicos muy singulares, parecían estatuas, al principio pensé que así era, hasta que una chica de piel blanca como la nieve, de cabellera larga y oscura, susurraba algo en el oído de uno de ellos, insoportablemente hermoso. En realidad todos lo eran. Parecían emparejados. Todos tenían algo en común, sus ojos eran como el color del caramelo derretido, su piel blanca y rasgos finos que los hacían hermosos. Salí de mi trance cuando Renesmee atravesó el lugar con movimientos gráciles, llego hasta la mesa de los chicos y se sentó. No es que ella desentonara, pero era tan distinta. Ella era la única con los ojos de color distinto y color en las mejillas.

Cuando voltee a mi mesa, note que Diego miraba en la misma dirección.

— ¿Quiénes son? — Le pregunté a Diego, como si lo supiera.

—No tengo idea —

—Son los Cullen—Respondió Lucas —Hijos adoptivos del Doctor Carlisle Cullen, a excepción claro de la chica que acaba de llegar, me parece que ella y su hermana son sobrinas de la esposa del doctor —Señalo en dirección a ellos con los ojos. —La chica del cabello corto, que tiene pinta de duende es Alice Cullen. El chico de cabello rojizo es Edward Cullen y el fortachón de la izquierda, Emmett Cullen. Junto a Emmett esta Rosalie Hale, y el rubio es Jasper Hale, son mellizos o algo así, por último las dos chicas que quedan son Renesmee e Isabella Swan — Concluyo por fin.

—Vaya, sus ojos son extraños — Dijo Diego fascinado.

—Para mí que solo es un truco raro de ellos —

— ¿Por qué lo dices? —Exigió Diego

—Hay días que sus ojos son más oscuros, otros días son amarillos. Usan lentes de contacto —Hizo ademan con sus manos —Como si su estúpida belleza no fuera suficiente, como para aceptar que tienen ojos comunes —Su voz fue tan resentida que quise reír por lo patético que sonó.

—Sera mejor que no los vean — Dijo una chica de lentes que correspondía al nombre de Katie. —Parece que les molesta. Principalmente a Edward, cree que siempre ven a su chica, Bella — Esta vez se dirigió a Diego que seguía mirando a la chica que correspondía a ese nombre — De todas formas ellos no socializan, bueno Renesmee es una excepción, por lo regular suele tener más afecto hacia los demás, aun así no congenia con todos, contigo es distinto. — Nos explicaba mientras jugaba con una manzana —Aparte de raros, son problemáticos — Hizo muecas con los labios —Una ocasión… —Comenzó de nuevo. Al parecer ella estaba al tanto de todo lo que ocurría en este lugar —Owen, mi mejor amigo que ya no debe de tardar, intento conversar con Renesmee, ella fue amable muy a su pesar, pero Owen quiso llegar más allá. Edward casi se le va a los golpes, cuando vio sus negras intensiones —Soltó una risilla picara — Y eso no fue todo, el novio de Renesmee, no recuerdo su nombre, casi masacra a mi pobre amigo cuando se enteró de todo lo sucedido, desde entonces Renesmee y Owen no se dirigen la palabra.

Nadie respondió, porque justo en ese momento se sentó un chico realmente apuesto. Alcanzo a verme, hizo muecas y miro a Katie con complicidad.

—Veo que tenemos la honorable presencia de los hermanos Sheridan —Nos miró con aprobación y curiosidad mientras se sentaba justo a mi lado —Soy Owen —Se presento tan cerca de mí. Me quedé helada. El chico era guapo y todas las chicas de la mesa, a excepción de Katie, me miraron con hostilidad —Como te llamas, preciosa —

—S-Soy C-Chelsea —Tartamudee y un par de chicas se rieron entre sí. Después Diego carraspeo ruidosamente.

—Qué lindo nombre. —Se giro a ver a Diego —Espero que no seas de esos hermanos celosos ¿Cierto? —Señalo con la cabeza a los Cullen.

El sonido del timbre dio como finalizada la hora del almuerzo y todos se dirigían a sus clases o al menos eso parecía. Yo tenía clase de Literatura ahora mismo, así que le pregunte a Katie donde estaba el aula que correspondía a mi tira de materias. Pero Owen se ofreció a acompañarme a mi clase. Diego lo miro con desaprobación pero tenía clase de gimnasia con Lucas y no tuvo otra alternativa que limitarse a no seguirme. Cuando cruce la puerta de aquella aula, reconocí un par de rostros. Se trataba de Renesmee y si no me equivocaba a un lado de ella estaba Bella, que garabateaba un no sé que en su carpeta.

—Espero que te adaptes pronto, linda —Owen se acerco a mi pero yo gire mi cabeza a un lado y de forma amigable le pedí distancia. El chico era lindo pero no me sentía tan atraída hacia él.

—Muchas gracias. Todos han sido muy amables. ¿Tienes clase aquí? —Pregunte solo para no verme grosera.

—Yo trato de no tener relación con algún miembro de los Cullen —Señalo hacia los asientos donde se encontraban las hermanas Swan. —Así que eso responde a tu pregunta —Mire la hermosura de Bella y en ese instante ella me miro a mi. Así que desvié la mirada, nerviosamente, para encontrarme con la de Owen  — ¿Te puedo pedir un favor?

—Por supuesto —Respondí aún desconcertada

—No trates de socializar con Renesmee o alguno de los Cullen. Ellos no son buenos.

— ¿Por qué? —Pregunte totalmente seria —A mi no me han hecho nada, a parte Renesmee ha sido buena conmigo—

—Pues espero que no te hagan ‘algo’ para que te alejes de ellos — Su comentario frívolo me molesto un poco. Lo quede mirando mientras se daba media vuelta y se iba a alguna parte. ¿Qué rayos le sucedía? ¿Quién era él para prohibirme algo? Ninguno de los Cullen eran malas personas. Bueno, quizá no los conocía, pero ¿Quién era yo para juzgarlos sin antes no conocerlos? Al menos no se veían así, como personas malas. Todos los juzgaban mal.

Sumida en mis pensamientos busqué un lugar para sentarme y no había ninguno excepto uno que estaba frente a ellas. Pero por alguna extraña razón no quería estar ahí. Y no era por el comentario… o advertencia que Owen me había hecho. Simplemente así lo sentí. Tonta, me dije a mi misma.

—Aquí hay un lugar vacio Chelsea — Grito Renesmee mientras hacía señas con las manos, note también que Bella la miraba con extrañeza, al parecer a ella también le tomaba por sorpresa la repentina relación conmigo.

Me acerque al lugar, pues no tenia de otra. Cuando iba a depositar mis cosas tropecé con un bolso que se encontraba tirado a medio pasillo, por fortuna logre equilibrarme para no caerme. Sin embargo mis mejillas se inundaron de un rojo intenso. Podía sentir el calor en mi cara. Por fin logre sentarme.

— ¿Podrías tener más cuidado? —Un susurro cantarín proveniente de una de las chicas de atrás, interrumpió mi vergüenza.

— ¿Disculpa? —Respondí al mismo tiempo que volteaba a ver quién me había hablado.

—Lo siento, quise decir que tuvieras más cuidado, podrías lastimarte — La voz provenía de Bella. La mire confusa, porque nadie se preocupa por nadie ¿O sí?

—Tendré más cuidado — Mi voz sonó débil cuando le respondí mirándola a los ojos. Realmente intimidaba. Tenía ganas de salir corriendo. Pero la forma en que me pidió tener más cuidado, fue tan maternal. Algo que hace mucho no escuchaba, precisamente desde aquella última vez que vi a mi madre. Cuando me dio las “Buenas noches”. Aquella ocasión que me escape, por seguir mis sueños, aplastando los suyos. Sentí verdadera nostalgia, mis lagrimas amenazaban con brotar, mientras se me hacia un nudo en la garganta. Así que sacudí mi cabeza para reprimir ese pensamiento tan doloroso. Y olvidarme, al menos parcialmente, de mi pasado.

—Gracias —Me dirigí a las chicas.

—No te preocupes. Suele pasar —Ahora respondió Bella

Pasaron todas mis clases con normalidad y en clase de gimnasia me encontré con algunos chicos con los que almorcé horas antes y también estaba ahí un chico Cullen. Un enorme chico con la apariencia de un oso miraba divertido desde las gradas mientras jugaban los demás compañeros, se trataba de Emmett y de la nada me miraba, como si me conociera. El mismo sentimiento de ahuyentarme me invadió cuando lo miré. Tal vez a eso se refería Katie, al decir que ellos eran raros. O tal vez me taladraban los  comentarios de Owen.

Cuando por fin pude salir al estacionamiento del instituto, me dirigí al lugar donde Diego había dejado el auto. Él estaba ya esperándome, recargado en una de las puertas. Nunca había sentido ese sentimiento o mejor dicho esa emoción por verlo. Sentía mucha felicidad cuando lo veía, cuando veía sus hermosos ojos negros. De la nada desvió su vista de mí, y yo seguí su dirección. ‘Viendo otra vez a los Cullen’ pensé y de pronto el chico de cabello cobrizo dirigió su mirada hacia mí mientras sus hermanos me miraban también desde un lujoso porsche amarillo, realmente era ostentoso en aquel aparcamiento. Estuve a punto de chocar contra el auto cuando Diego volvió a captar mi atención.

— ¿Qué pasa? —Pregunté

—Nada. Vamos a casa — Dijo con paciencia.

Mire una vez más a los Cullen y esta vez Renesmee me saludo con su mano, Edward la miro con curiosidad al mismo tiempo que Bella me miraba y me dedicaba una sonrisa amigable. La chica menuda de cabello corto, al parecer Alice, me miro fijamente, después se dirigió al chico rubio. Ahora Emmett me miraba como en el gimnasio y sonrió satisfecho.

En cierta forma estos chicos me hipnotizaban y fue entonces cuando salí de mi trance, porque ahora Owen, de la nada, estaba ahí. Balbuceando:

— ¿Disculpa?

—Chelsea, ya es tarde. ¿Quieres darte prisa? —Diego gruño enojado, dentro del auto.

—Es solo un momento, hermano —Respondió Owen —Solo quería preguntarte, si quisieras salir a dar un paseo esta tarde.

—Me gustaría, pero aun sigo con la mudanza y esas cosas. Preferiría que esta ocasión no. —Me justifique ante mi mentira.

—De acuerdo será en otra ocasión.

—Nos vemos luego.

—Adiós —Grito Diego muy furioso. Mientras arrancaba el auto y salíamos a toda velocidad del aparcamiento. Los Cullen habían desaparecido.

 

 

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¡Hola!

Por fin un capitulo con los Cullen. A partir de este capitulo, Chelsea se vera enredada en un mundo sobrenatural, pero ella lo desconoce por completo. En el fic no lo explica, pero yo sí.

Resulta que los Cullen hace tiempo hacen un pacto. Donde todos se comprometen a no decir ni una palabra acerca de lo que son. Debido a que no quieren tener mas problemas con los Vulturi y encabezar otro enfrentamiento. Como sucedio en el caso de Bella, aunque ella ya es una inmortal. 

Bueno, sigan leyendo. (;

 

Capítulo 4: Viaje A Forks Capítulo 6: Bosque

 
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