Rebeld'Girl (+18)

Autor: konitah
Género: + 18
Fecha Creación: 24/09/2010
Fecha Actualización: 30/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 30
Comentarios: 22
Visitas: 123343
Capítulos: 31

Bella es una chica rebelde, qe tras ser expulsada de su antigua escuala en Phoenix, es llevada ala academia Williams, ¿Qe pasara cuando Bella se vea rodeada de fresas sin cerebro?


bueno esta historia pertenese a LunnaCullenHale  bueno yosolo tengo autoriasacion de publicar esta historia espero sus comentarioas para desirle algo sobre lo que ustedes opinan

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 21: adelanto

PRIMERO CHICAS SI LLEGAMOS A LOS 15 VOTOS SUBO EL PROX CAPITUTLO


-Me puedes decir, ¿Cómo supo James que estaba en Forks? –Pronuncie cada palabra con irritación- creí haberte dicho una vez que no quería volver a saber de él.

-Vamos Bella, no es para tanto, él todavía te quiere, -yo rodaba mis ojos, no puede ser que René siguiera creyendo en ese infeliz- dijo que tú eras el amor de su vida.

-¡¿Qué? ¡Y tú le creíste a ese imbécil!, no puedo creer que seas tan ciega, René.

-¡Bella!, cuida tu boca jovencita.

-¡Si, si, si, lo que tu digas René! ¿Sabes qué? Mejor me voy, después hablamos, tengo mucho que pensar gracias a tu brillante idea, hasta luego mamá y salúdame a Charlie. ¡Adiós!.

Colgué antes de que me contestara. No quería seguir peleando con ella. Avente mi celular a la cama y me metí a bañar, necesitaba pensar muy bien todo lo que me estaba pasando, pero mi prioridad era saber si realmente amaba a Edward.

El agua estaba tibia cuando me introduce bajo el chorro de agua. Me enjabonaba por inercia, mi cuerpo se movía pero mi mente no le daba órdenes. ¿Realmente amaba a Edward? Lo quería sí, pero, ¿lo amaba? Solo una vez había entregado el corazón, y me lo regresaron hecho pedazos, humillado, dañado, con un dolor inmenso, pero seguía latiendo, y sobre todo, ¿amando a ese imbécil?

Reconozco que el ver a James en mi cuarto me movió de sobremanera los sentimientos que tenía en mi interior muy bien sepultados, pero lo que sentía por Edward seguía estando ahí. ¿Seguía amando a James? ¿Amaba a Edward de la misma manera que amaba a James? No, claro que no. ¿O sí?


Pensaba en los besos de James, toscos, agresivos, urgidos de necesidad, asquerosos, repulsivos, nada comparados con los de Edward, suaves, gentiles, llenos de amor, encantadores, adictivos, me di cuenta que al recordar los besos de Edward, instintivamente me tocaba los labios.

¿Pero qué carajos me pasaba? ¿Comparar a Edward con James? ¡No, jamás! Eran totalmente diferentes, en todos y cada uno de los sentidos.

-¡NO!


-Lo siento mucho profesor, es solo que la Srita. Bethany me mando por el alumno Cullen, -el profesor suavizo su expresión. Mi respiración agitada a causa de la carrera y mi desesperación por hablar con Edward, hizo más creíble mi mentira. –Al parecer, algo le paso a su mamá.

Edward abrió demasiado lo ojos, pero con la mirada le di a entender que su mama estaba perfectamente.

-Salga Sr. Cullen. –dijo el profesor alarmado, todos menos Edward y yo estábamos alarmados, claro que tuvo que fingir un poco. Tomo sus libros y salió a prisa del salón, cerrando la puerta tras él.

En cuanto cerró la puerta, lo bese tan desesperadamente. Su cuerpo se estampo contra los casilleros, pero en ningún momento separe mis labios de los suyo. Su beso me trasmitía miedo, confusión, amor, comprensión, ternura, desesperación, todo mezclado. Necesitaba saber si lo amaba. Necesitaba contarle toda mi historia con James, necesitaba saber que ya había superado y cerrado ese capítulo en mi vida.

-Bella, amor, ¿Qué sucede?


Saque mis libros de la primera clase de mi casillero y camine al salón, cuando choque con alguien, haciendo que cayera al piso y mis libros se esparcieran por el suelo.

-Perdona, -dijo la voz más sensual que había escuchado en mi vida. –no te vi.

El chico más exquisito que mis ojos habían mirado antes estaba ante mí. Su tez era blanca y sus ojos azules como el cielo, su cabello rubio, lacio y largo, el cual traía amarrado también en una coleta baja. Me sonrió dulcemente y mi sonrojo se hizo evidente.

Me ofreció su mano y con duda y vergüenza la tome, me ayudo a incorporarme y después recogió mis libros.

-Me llamo James, ¿y tú? –me pregunto entregándome mis libros, su sonrisa me hacia actuar más torpe de lo que de por sí ya era.

-M-me llamo Be-ella.

Genial. Ahora hasta tartamudeaba.

El chico guapo o James, sonrió dulcemente. –Mucho gusto, Bella.

Desde ese momento nos hicimos grandes amigos, pero justo al mes de haber llegado al instituto y de enterarme que él era el dueño de la camioneta que casi me atropellaba, se me declaro.

-Bella, sé que es un poco pronto, todo ha sido muy rápido, pero tú me conquistaste desde el primer día que te vi, ¿quieres ser mi novia?


Mis libros cayeron al suelo, no podía creer que fuera tan poca cosa como para que James, mi novio, se hubiera vuelto gay. Corrí fuera de la escuela, quería encontrar a James y que me explicara esas fotografías, recorrí cada rincón del instituto sin encontrar rastro de él y con las risas sonando tras de mí. Así que tome mi carro y maneje hacia su departamento.

Ahí estaba su camioneta. Se encontraba en casa. Toque la puerta pero nadie me respondía, me acorde que James guardaba una llave en el marco de la puerta, así que la tome y abrí la puerta.

-James, James, ¿estás aquí?

Nadie me respondía, pero de la habitación de James se escuchaban jadeos y gemidos, camine hacia ella temerosa de lo que me fuera a encontrar dentro de ese cuarto.

-Si… dale, mmm… más duro Vlad…

Mis pies se detuvieron en seco, las lágrimas corrían por mis mejillas, no podía creer que lo del folleto fuera verdad, pero lo era. James me engañaba, y aun peor que eso, me engañaba con un hombre.


pobre bella

 

 

 

Capítulo 20: Guerra de Bandas II Capítulo 22: NOTA

 
14445715 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios