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		 Capitulo 16. Miedo a Amar I 
Bella POV 
-¡Anda, Bella, se nos hace tarde! –me grito Alice desde el asiento de atrás del el Jeep de Emmett. 
-¡Pues  tú tienes la culpa! –le grite mientras buscaba de nuevo las llaves de  mi auto en el bolso que me había dado- yo ni se para que llevamos bolso  –murmure negando con la cabeza-¡listo! Las encontré. 
Edward se  iría conmigo, no tenía ganas de manejar y él se ofreció a conducir. Los  demás se irían en el Jeep. Nos veríamos en la fiesta de disfraces. 
Le entregue las llaves a Edward y subimos al mi auto. 
-Emm…  ¿Bella? –me hablo Edward rompiendo el silencio que había entre  nosotros. Se lo agradecí mentalmente, yo no me atrevía. Otra mala señal. 
-¿Si, Edward? 
-Te vez muy bien, casi no te reconozco. 
-Tu  también te vez muy bien –sonreí al mirarlo. Y era la verdad, no negaría  que esos pantalones pegados le quedan perfectamente en su apetecible  trasero, definitivamente hizo muy buena elección al ir de policía. 
Volvimos al silencio de antes. 
-¿Bella? 
-Si, Edward. 
-Emm… ¿me concederás una pieza?... En el baile me refiero. 
Sonreí involuntariamente. –Por supuesto. 
Edward sonrió ante mi respuesta y yo de igual forma. 
-¿Bella? 
Bueno eso ya me estaba cansando un poco. 
-Si, Edward. 
-Desde hace tiempo quiero preguntarte algo… 
Me mantuve callada. 
-Y  siempre nos interrumpe… y la verdad ya me canse de encontrar el momento  preciso, entenderé si tú me rechazas, creo que es apresurado, pero  siento que es lo correct… 
-Edward –lo interrumpí- ¿que es lo que me quieres decir? 
Se  tomo un respiro sin apartar la vista de carretera. Yo lo veía recargada  en la puerta, podía visualizar las pequeñas arrugas que se le formaban  en la frente a causa de su indecisión. No me contestaba. 
-Suéltalo, Edward. 
-Está bien –suspiro- ¿quieres… quieres ser… ser mi… mi parea de baile esta noche? 
-Ah, era eso – suspire- claro Edward, seré tu pareja de baile. 
Sonrió ante mi respuesta y yo correspondí tal gesto. 
Aparcamos  en el estacionamiento del salón donde seria la fiesta de disfraces. Era  el típico salón donde se llevan todos los eventos importantes, como las  bodas, graduaciones y demás, por su tamaño era el ideal. 
Edward y Jasper les tendieron la mano a sus novias. 
Ahora  que lo notaba bien, Rose y Emmett combinaban. Emmett iba disfrazado de  Cadete de Marina de los años 40's y como Rosalie portaba también el  estilo de los años cuarentas, ahora entendía porque cambio su disfraz. 
Con Jasper me moría de risa. Iba disfrazado como todo un Cowboy, con sombrero y botas y toda la cosa, el clásico macho que contrastaba con el tema que Alice había escogido para disfrazarse. 
-Pues vamos –dijo Edward tendiéndome el brazo. 
Al  momento de entrar a la fiesta me cohibí un poco pero no lo demostré.  Con la mirada y la barbilla en alto entre junto con mi sexy policía.  Todos nos miraban. Las taradas de la Academia miraban con lujuria y  deseo a los chicos. Se les notaba en la mirada, ni siquiera lo  disimulan. 
-Zorras. –dije y Edward me volteo a ver. Rose y Alice asintieron sin si quiera voltearme a ver, sabía que pensaban lo mismo. 
-Bueno…  esto es una fiesta, ¿no? –Comento Emmett sonriendo - vamos a bailar mi  reyna –dijo mirando a Rose, esta solo rio y se encamino a la pista. 
-Vamos mi sexy vaquero –Alice tomo la mano de Jasper y corrieron a la pista. 
Edward me hizo una invitación con la mano. Me sonroje y camine. Mala señal, de nuevo. 
Llegamos a donde estaban bailando los otros y empezamos a bailar. En la música se escuchaba Sexy Bitch de David Guetta. Edward bailaba muy bien o más bien conmigo bailaba se acoplaba bien. 
Desde  que llegamos a la fiesta no habíamos parado de bailar, me sentía un  poco cansada pero me feliz, por primera vez tenía amigos que me querían  como yo era, y no me traicionaban a la primera de vueltas, pero aun me  preocupaba un poco lo que estaba empezando a sentir por Edward, porque  si algo tenía claro era que empezaba a sentir algo hacia él. 
Nos  tomamos un respiro y fuimos por unas bebidas, desde la esquina en que  estábamos pude notar la gran variedad de personajes que habían en el  lugar, desde vampiros, hombres lobos, zombies y demás, hasta Elvis  Presley's, Michael Jackson's y Madonna's. Bueno hasta un Tarzan había, que para mi agrado mejor se hubiera disfrazado de otra cosa,  porque Mike Newton no le quedaba para nada ser Tarzan, con esa panza  cervecera que se cargaba y esos brazos flácidos que poseía como  extremidades, lo único que daba a desear era pena ajena y ganas de  vomitar, pero eso fue hasta que fije la vista a la entrada de la fiesta,  quien venía entrando era la cabeza-hueca de Toña del brazo de el  imbécil de Jacob. La pareja del infierno. 
La tonta de Tanya más  que disfrazada venia como ella misma es, una verdadera zorra. Su disfraz  de diablita dejaba muy poco a la imaginación, su blusa color negro con  encaje rojo hacia parecer que de un momento a otro se le saldrían los  pechos, con la mini-súper-escasamente-corta de cuero rojo junto con el  liguero negro arriba de esta sujetado a sus medias de red rojas y las  botas de cuero negras con el tacón de unos 12 centímetros daba más pinta  de zorra que de diablita, aunque llevaba sus cuernos bien puestos en la  cabeza. Unos guantes rojos y un pequeño tridente eran sus accesorios. 
El  disfraz de Jacob consistía en zapatos de charol negros, pantalón y  camisa negra con un chaleco de vestir en color rojo con pequeñas rayas  negras, con una capa roja y sus respectivos cuernos de diablo, se veía  decente, no como la Toña. 
Tanya nos vio a los seis, después me sonrió y del brazo de Jacob se encamino hacia nosotros. 
-Vámonos –dijo Jasper. 
-Claro que no –conteste- no nos vamos a ir nomas porque ella viene. 
-Bella… 
-Nada de Bella, Alice –me apoyo Rosalie- Bella tiene razón, y no nos iremos. 
Nadie  dijo nada, mucho menos los chicos. Esperamos a tranquilamente a que  llegaran la pareja de diablos, si dirían algo esperaba que me lo dijeran  en mi cara. 
-Hola Edward –saludo Tanya, poniéndosele enfrente  para que pudiera mirar mejor sus pechos, así o mas ofrecida. Jacob no  quitaba su mirada de mí. 
-Hola –dijo Edward secamente y se volteo hacia mí- vamos a bailar 
Tome el brazo de Edward para dirigirnos a la pista de baile, pero en eso la perra ladro: 
-Pero si aquí está esta naquita –se carcajeo- no la había notado. 
-JA, JA, JA –reí sin gracia- hola para ti también, bitch. 
Las chicas y los demás, incluso Jacob soltó unas risitas. 
La diablita no contesto mi insulto, se limito a mirarme con enojo y después sonrió. 
-Así que te gustaría ser rubia, ¿no? –me dijo tocándose uno de sus caireles de color amarillo que caían sobre su rostro. 
-¿Lo  dices por la peluca? –Me reí un poco- no querida, es solo parte del  disfraz –sonreí y me señale- pero- fingí duda- ¿Qué a caso no te dijeron  que era una fiesta de disfraces? ¿O porque traes tu traje de golfa que  siempre usas? 
Me miro con sorpresa y furia a la vez. Mi sonrisa se hizo más evidente. 
-Vamos  a bailar, Edward –le dije tomándolo del brazo- hasta luego, zorra –me  despedí de Tanya mandándole un beso y guiñándole un ojo. 
En la pista de baile sonaba Low de Flo-rida, así que me olvide la golfa con la que había hablado y me la pase muy bien, unto a mis amigos y Edward. 
Pasó el tiempo y ya era hora de irnos, así que partimos los seis como habíamos venido. Edward me llevo a la Academia. 
-¿Bella? 
¿Otra vez con las preguntitas? 
-Si, Edward. 
-¿Te divertiste en la fiesta? 
-Claro que si, bailamos mucho –sonreí- es en la primera fiesta que no bebo –me reí. 
Edward sonrió y el silencio se apodero del coche. 
-¿Bella? 
Si, de nuevo las preguntitas. 
-Si, Edward. 
-Ya casi llegamos… 
-A Okey, gracias. 
-Pero antes…-dudo. 
-Dime, Edward. 
-¿Te gustaría salir alguna vez… solos… tu y yo? –Creo que algo en mi mirada lo hizo desistir- Sino quieres no, no pasa nada. 
Me quede en silencio, no encontraba la respuesta. 
-Enserio, Bella, sino quieres no pasa nada. –me sonrió dulcemente. 
-Acepto. 
Ni siquiera sabía lo que decía, me deje llevar por el instinto. 
-Acepto –volví a repetir. 
-¿Enserio?  –se notaba que Edward esperaba una negación como respuesta de mi parte,  la cual no tuvo- ¿el próximo fin de semana te parece bien? –me dijo  sonriendo. 
-Por mi está bien –correspondí la sonrisa. 
-No te arrepentirás, Bella. 
Eso esperaba de todo corazón. No arrepentirme de nuevo. 
Tanya POV 
¡Estúpida, estúpida, estúpida! Como odiaba a esa naca. Por su culpa me había quedado sin mis amigas. La odiaba demasiado. 
Flashback 
-¿Tanya? –Me llamo Jessica a la puerta a la vez que tocaba la misma.-somos nosotras, Lauren y Jessy. 
-Pasen  –dije desde mi tocador donde me cepillaba el cabello, llevaba 120 de  las 200 cepilladas que me daba- la puerta está abierta. 
Jessica y Lauren pasaron y se sentaron en mi cama, justo enfrente de mi tocador. 
-¿Qué quieren? Estoy ocupada. 
-Si, solo será un momento –dijo Lauren con la mirada baja. Algo se tramaban estar dos. 160 cepilladas. 
-Entonces díganme, ¿Qué quieren, taradas? -175. 
-Ya no queremos ser tus amigas. 
186 cepilladas. Mi cepillo se detuvo y lo coloque en mi tocador. Me di la media vuelta y las mire con enojo. 
-¿Por qué imbéciles? –estaba que echaba fuego por la boca. 
-Pues mira como nos tratas, somos seres humanos ¿sabes? Tenemos sentimientos. –dijo Lauren 
-Además… -La secundo Jessica- nos gustan unos chicos… y para estar con ellos tenemos que dejar de ser tus amigas. 
-¿Así  que es por eso? – Les grite con furia- me cambian por unos chicos,  ¿Quiénes son? –Ninguna contesto- ¡MALDITA SEA! ¡¿QUIENES DIABLOS SON? 
No obtuve respuesta, así que lo saque a conclusión. 
-¡¿Esos  par de idiotas que conocieron en el antro de la fracasada esa? –Las  mire con rabia- ¿amigos de la imbécil que acaba de llegar a la Academia? 
Jessica bajo la mirada. 
-¡Pues lárguense! –Grite exasperada- ¡no entiendo que hacen aquí! 
-Es que… Tanya, no queremos quedar mal –me dijo Lauren 
-¡Por mí, las dos se pueden ir mucho al infierno! –Las tome de un brazo a cada una y las saque de mi habitación- ¡LARGO! 
Cerré la puerta de un azoton, justo en sus narices. 
Me había quedado sin amigas, todo por culpa de esa… de esa… ¡Arrgg!  
Me las pagaría muy caro. 
Tire  las cosas de mi tocador y cuando por fin me pude más o menos  tranquilizar, tome mi cepillo que yacía en el piso y cepille con más  fuerza. A la cepillara 199 el mango de mi cepillo de rompió. 
Fin del Flashback 
Me  las pagaría muy caro, ahora sí, la humillaría como ella lo hizo hoy.  Nadie me dice zorra y se queda con una sonrisa en su rostro. Me las  pagaría y la vería llorar, ¡juro que la vería llorar! 
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