BELLA POV

Continuaba haciéndome fuerte, mis pensamientos se hacían más claros. Cuando nuevos sonidos llegaron, podía oírlos. Había claros pasos, el susurro del aire impulsado por una puerta abierta. Los pasos se acercaban más, sentí presión en la parte interna de mi muñeca. No se cuanto tiempo paso hasta que el dolor cambió, empezó a decolorarse desde la yema de mis dedos de las manos y de los pies. Decolorándose lentamente, pero al menos era algo nuevo. Esto tenía que ser. El dolor estaba saliéndose. Y luego malas noticias. El fuego en mi garganta no fue lo mismo de antes. No solamente ardía sino que también me la secaba. Tan seca. Tan sedienta. El fuego quemaba, y quemaba la sed. También malas noticias: el fuego dentro de mi corazón se hizo peor. ¿Cómo era eso posible? Mis latidos, ya demasiado rápidos, se levantaron-el fuego condujo su ritmo a un nuevo paso frenético. El fuego se retiraba de mis palmas, dejándolas felizmente sin dolor y frías. Pero se retiraba a mi corazón, el cuál ardió tan caliente como el sol y latió a una nueva furiosa velocidad.

El fuego se estaba extinguiendo por completo del resto de mi cuerpo. Una mano apretó mis voluntariosos dedos.

-¿Bella? ¿Bella?

Mi corazón se salió, golpeando como las asas de un helicóptero, el sonido como sola nota sostenida; sentí como si esto demoliera mis costillas. El fuego flameó en el centro de mi pecho, absorbiendo las últimas llamas de fuego del resto de mi cuerpo para abastecer de combustible la más grande quemadura. El dolor era suficiente para atontarme. Mi espalda se arqueó, doblada como si el fuego me arrastrara hacia arriba desde mi corazón. El fuego estaba condenado, habiendo consumido todo lo que le servía de combustible; mi corazón galopeó hacia su último latido.
El fuego se restringía, concentrándose dentro de ese único órgano humano con una oleada final, insoportablemente. La oleada fue respondida por un profundo ruido sordo, como un hueco. Mi corazón tartamudeó dos veces, y luego sonó de nuevo sólo una vez más. Por un momento, la ausencia del dolor fue todo lo que yo pude comprender. Y luego abrí mis ojos y me miré fijamente.

Todo estaba tan claro. La luz de arriba de mi cabeza seguía siendo brillante, sin embargo, pude ver claramente los filamentos dentro de la bombilla. Pude ver cada color del arco iris en la luz blanca y, en el mismo borde del espectro, un octavo color para el cual no tenía nombre. Detrás de la luz, pude distinguir los distintos granos en el techo de madera oscura. Delante de él, pude ver el polvo moviéndose en el aire, las partes tocadas por la luz, y los lados oscuros, distintos e independientes. Como pequeños planetas, se desplazan en torno a sí en una danza celestial. Esto hizo que me diera cuenta de que estaba en una habitación, que se me hacía conocida, no sabía como llegué hasta aquí. No me di cuenta de que alguien estaba tomando mi mano hasta que la apretaron ligeramente. La piel era perfectamente lisa y de temperatura calida.
Después de ese primer segundo de shock, mi cuerpo respondió al desconocido contacto de una manera que me impresionó aún más.
El aire subió hasta mi garganta, y lo escupí a través de mis dientes bajo, sonó como un amenazante enjambre de abejas. Antes de que el sonido saliera, lo músculos de mi espina se arquearon, torciendo lejos de lo desconocido. Di una vuelta atrás en un giro tan rápido que debería haber convertido la sala en algo incomprensible y borroso- pero no lo hizo. Vi cada mota de polvo, cada astilla en la madera con paneles de las paredes, cada detalle microscópico. Por un momento me encontré agachada de manera defensiva contra la pared - cerca de un
décima de segundo más tarde - ya había entendido lo que había comenzado en mí, y que mi reacción había sido exagerada.
Oh. Por supuesto. No creía que Jacob podía hacerme daño. El me miraba cauteloso.

-Bella, estas bien? -pregunto.

-Como llegue aquí? Que sucedio? Y Victoria? - dije, y escuche mi voz, era rara sonaba como el canto, sonó como una campana.

-Tranquila, ya nos encargamos de esa chupasangre, aunque creo que fue tarde -dijo mirandome.

Me acerqué a una espejo que había en la habitación, la criatura en el era indiscutiblemente bella, tan hermoso que me hizo recordar a Rose, Alice y Esme. Ella era fluida incluso en quietud, y su impecable rostro pálido como la luna contra el marco de su oscura cuna, cabello pesado. Sus extremidades eran lisas y fuertes, piel sutilmente brillante, luminosa como una perla. Y sus ojos! Eran de color rojo y me enviaron una emoción de terror a través de mí. Todo el tiempo estudié y reaccioné, su cara estaba perfectamente integrado, una talla de una diosa, sin demostrar nada de los disturbios que daban vueltas dentro de mí. Recordé que una vez Edward me había dicho que el color se aclaraba despues de unos meses, eso si me alimentaba de animales.

Estuvimos con Jacke hablando un buen rato, me contó que es un licantropo, pueden creerlo? Él y sus amigos acabaron con Victoria, me preguntó por los Cullen y le conté lo sucedido. El estuvo siempre conmigo a pesar de que eramos enemigos naturales. A su manada en un principio no le hizo mucha gracia pero terminaron por aceptarme. Viví con ellos en la Push. Unos meses despues me encontré con los Vulturis y decidí ir con ellos a Volterra, ahi me entrenaron y protegía a Aro, Cayo y Marcos. Había aprendido muchas cosas con ellos pero aún asi, sentía como que me faltaba algo, un día les comenté que tenia ganas de conocer el mundo y por alguna extaña razón me dejaron ir sin oponerse, es ahí que anduve por muchos lugares.

Como dije anteriormente, un día estabamos decidiendo con Nahuel donde ir y nos encontramos con una pareja que iban hacia Brasil, nos hicimos amigos y fuimos todos juntos, ellos son Linsday y Zac, ellos son mayores que nosotro así que se hacían pasar por nuestros padres. 20 años despues de vivir en Francia, donde estudiamos (obviamente hicimos cursos a distancia, ya que no podiamos salir al la luz del sol) y teniamos nuestras empresas, decidimos descansar un poco, asi que ibamos a ir a Forks, al principio me opuse, pero extañaba a Jacke y quería verlo asi que luego acepté, compramos una casa de dos pisos y nos instalamos, Linsday abrió una tienda de ropa y Zac un restaurante. Nahuel y yo los ayudabamos en todo, de verdad eramos una familia, cuidando uno del otro y estando juntos en todo momento. Con Nahuel pensamos que sería divertido ir al instituto, cosa que podriamos hacer ya que aca llueve la mayoria del año.

Por suerte con Nahuel estabamos juntos en todas las materias, me gustaba mucho literatura asi que me llevaba super bien con el profesor Williams, tanto que solía pedirme que lo ayudará en sus clases y a veces me pedía que tomara asistencia.