BELLA POV

-Bella estas lista para ir a la escuela? -me preguntó mi compañero de "vida", si es que a esto se lo puede llamar vida no?

-Claro Nahuel, vamos -dije mientras bajabamos las escaleras para irnos.

Hoy era nuestro "primer dia de escuela", obviamente sabiamos todas las materias ya que habíamos repetido el instituto un monton de veces, ya se, no es envidiable pero tenemos que hacerlo para aparentar. Mientras nos dirigíamos al instituto los recuerdos emergieron de aquel lugar oscuro y profundo en el que los había enterrado.

Hacía 100 años que no estaba en Forks, tiempo despues de que "cierta persona" me rompiera el corazón y luego de mi transformación había decido por voluntad propia ir con los volturis, quienes me entrenaro y protegí por 50 años y luego me dediqué a viajar por todo el mundo, llegué a conocer lugares maravillosos, uno de ellos es irlanda, ahí conocí a Nahuel que también era un forastero, por así decirlo, nos hicimos buenos amigos y viajamos juntos.

30 años despues estabamos en un bosque discutiendo nuestro proximo destino, él quería ir a Alaska y yo no, porque no? bueno la respuesta es muy fácil, tenia la intuicion de que allí estarían "ellos" y sinceramente no tenía ganas de verlos, no despues de que me abandonaron como a un perro, no los quería ver a ninguno y menos a "él" ni siquiera puedo decir su nombre. Soy una estupida, lo se!!! De verdad creí que me amaba, pero no, solo se entretuvo conmigo y cuando se aburrió me abandono, porque claro que no creo que lo haya hecho por lo que pasó con Jasper, se que no fue su intención lastimarme, pero bueno, ese no es el punto, sino que su "hermanito" destrozó mi corazón y espero no tener que volver a verlos porque juro que no respondo, le diré unas cuantas cosas que tengo atragantadas desde ese día.

Deben preguntarse como es que ahora soy vampiro no? Buenno, empecemos por el principio. El día en que "él" me abandonó en aquel bosque, yo no podia creerlo, despues de lo que habíamos pasado juntos creí que me amaba, bueno, el punto es que ese día me derrumbé, ese día se abrió un agujero en mi pecho del cual solo emanaba dolor, mucho dolor, quede ahí tirada, en el suelo frío y húmedo sin que a ellos le importara un poquito, no hacía mas que llorar y llamarlo, pero él nunca regreso, estaba perdiendo las esperanzas cuando escuche unos pasos, al instante me senté pero no veia nada, hasta que escuche una risa que me dejó en shock, salió de detras de un árbol y mientras me miraba con esos ojos rojos y una sonrisa malvada dijo:

-Vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí, pobre niña, te abandonaron!! No puedo creer que me la hicieran tan fácil -continuó.

Realmente primero sentí miedo pero despues ya nada importó, porque sin él mi vida no tenía sentido, deseaba morir para ya no sentir el dolor que causó su abandono.

-Al parecer no eras tan importante para ellos, aún así voy a llevar a cabo mi venganza -dijo.

Victoria finalmente vino por mi, solo esperaba que me matara de una vez. Sonreía mientras se acerca, yo ni siquiera iba a resistirme, no valdría la pena asi que solo me quede ahí, cerre los ojos y lo siguiente que sentí fue que me levanto y me tiro contra un árbol. MIERDA!! Ahora el dolor no sólo era emocional sino físico. Sentí como la sangre comenzo a salir de mi cabeza y de mi brazo izquierdo debido al golpe, ella se acercó a mi nuevamente y esta vez sentí que me mordió y succionaba mi sangre. En un moviento abrupto vi que alguien la golpeó y ella voló cayendo de pie. Por mi parte estaba tirada en suelo, sientiendo dolor, sentía como que me quemaba viva, aún así pude ver que victoria luchaba con unos animales, no sabía bien que eran, parecían perros pero eran gigantes, no pude ver mucho ya que el dolor era insoportable. Cerré los ojos y asi los mantuve por mucho tiempo.

No hacía mas que retorcerme. No podia concentrarme en mas nada que en el dolor, esto era horrible. Comencé a sentir calor, mucho calor, era muy incómodo, como agarrar el lado contrario a un hierro caliente. Era imposible pero setía que me quemaba, el calor aumentó, yo no paraba de gritar. James rompiendo mi pierna con su pie, eso no era nada, era un cómodo lugar para descansar, como estar en una cama de plumas. Lo tomaría ahora. Unas cien veces. Cien fracturas. Lo tomaría y estaría agradecida. El fuego ardía mas y yo solo podía gritar. Rogaba que alguién me matara, ahora, antes de seguir viviendo un segundo mas en este dolor. Ardía en las llamas que ahora salían de mi corazón, extendiéndose con un dolor casi imposible por mis hombros y estómago, subiendo por mi garganta. Todo lo que quería era morir. Nunca haber nacido. Todo el dolor de mi existencia no se asemejaba a esto. No valía vivir con eso por un solo latido más. Déjame morir, déjame morir, déjame morir. Era lo unico que podía pensar. Y, por un momento que parecía nunca acabarse, era todo lo que había. Sólo la tortura encendida, mis chillidos silenciosos, suplicando que la muerte llegue. Nada más.

El único cambio llegó cuando de repente, imposiblemente, mi dolor se dobló. La parte inferior de mi cuerpo, de pronto estaba quemándose también. Alguna conexión rota se había arreglado, tejidos todos juntos por dedos de fuego ardiente. La interminable quemadura seguía violentamente. Pudieron haber sido segundos o días, semanas o años, pero eventualmente, el tiempo pasó a significar algo, de nuevo. Sentí que me hice más fuerte. Podía sentir que el control de mi cuerpo regresaba a mi incrementándose, y esos incrementos fueron mi primera señal de que el tiempo transcurría. Lo supe cuando fui capaz de mover nerviosamente mis pies y mis dedos y cerrarlos en puño. Aunque el fuego no bajaba ni un solo grado, de hecho, empecé a desarrollar una nueva capacidad para experimentar, una nueva sensación que apreciar, separadamente, cada lengua abrasadora de la llama que lamió por mis venas,descubrí que podía pensar a pesar de ello.Mi sentido del oído se hizo más y más claro, y podía contar los latidos frenéticos de mi corazón marcando el tiempo.