POV Edward:
Nos subimos al auto de Fernando. Mi auto desgraciadamente estaba en el taller. Pero... No tenía tiempo de pensar en eso. Ahora lo único que me importaba era recuperar a mi Isabella.

No comprendía por qué había huído de mi. Estúpidamente creía que haberle hecho el amor ayer iba a hacer que recordara todo, pero... Eso no era posible. Bella seguía empeñada en buscar a su vampiro, ese vampiro que no existía. Yo sabía que no era tan bueno y que era humano, pero... ¿Acaso eso era tan malo? ¿Tan repugnante le resultaba a Bella que yo fuese un simple mortal y que para colmo no fuera millonario? Me puse triste ante esa idea.

No, Isabella no era así, solo debía recordar. Volver a ser Isabella Bursnell o más bien Isabella Aldridge... Mi mujer.
El viaje hacía Forks fue demasiado largo- Por lo menos para mi-. Además me desesperaba el hecho de no poder conducir.

-Chocarías- Me dijo Claire.- Mirate, tiemblas como gelatina

Si, era cierto. Estaba temblando mucho. Pero... Es que no quería que le pasara nada a Isabella. Pero... También encontré divertido el comentario. Me reí un poco.

Después de una eternidad llegamos al maldito pueblo de mierda. No me interesaba en lo absoluto conocer, yo solo deseaba encontrar a mi esposa y arrastrarla de vuelta a casa para que se curara.

Preguntamos a muchas personas si habían visto a Isabella. Casi nadie nos pudo decir nada. Pero hubo una señora que nos dio una información muy útil. Nos dijo que una muchacha le pidió a su hijo que la llevara al bosque. Nos describio a la chica y pudimos comprobar que si era mi esposa.

Yo quise ir al bosque de inmediato pero Fernando y Claire me detuvieron y me dijeron que fuesemos primero con la policía. Yo estuve de acuerdo. Era mejor que los policías la buscaran ya que ellos conocían el bosque o eso se suponía.

Fernando llamó a Sarah para preguntarle donde estaba la estación de policía. Ella le dijo como llegar o eso creí. Yo tenía ganas de hablar con ella y gritarle por haber traído a mi mujer sin haberme dicho nada. Pero a quien tenía más ganas de gritarle era a la mismisima Isabella. Ella no se salvaba de que le gritara por preocuparme así. Isabella era mi vida, no podía permitir que le pasara nada. Tal vez no fuera el Edward de ese libro que escribió y tal vez no le demostrara tanto lo que sentía, pero lo que podía jurar era que mi amor era más grande que el de ese idiota.

Diez minutos después nos encontramos en la comisaría y nos encontramos con Sarah. Le grité todo lo que quise y ella se echó a llorar. Paré de gritar porque me sentí mal. Mi cuñada no tenía la culpa en cierta manera. Quien más la tenía era Isabella y sobre todo yo, por asustarla, por haberme adelantado y haber tenido sexo con ella cuando no debía.

La jefa de policía puso a varios de sus compañeros a buscar al bosque. Ella también se dedicó a buscarla porque conocía el bosque a la perfección y yo fui con ella. Necesitaba estar en el momento en que encontraran a mi princesa. Si, suena cursi y no lo admitía en voz alta, pero eso era Isabella para mi. Mi princesa. 

POV Bella:
Una vez que me aseguré de que Sarah ya no me seguía, me dediqué a caminar por el pueblo. Vi a un joven afuera de una casa. Le pregunté donde estaba el bosque. Era un chico de tez muy pálida, cabello negro, ojos dorados y de facciones perfectas. Lucía muy joven. Parecía vampiro, lo cual me alegró en vez de asustarme.

Pero... Me decepcioné al ver que estaba ligeramente ruborizado cuando le agradecí. George- Así se había presentado el muchacho- Se ofrecío a llevarme en su auto hasta el bosque. Yo lo acepté de buena gana. No tenía cabeza para pensar si este tipo era algún secuestrador o algo, yo solo quería llegar al bosque.

Me bajé del auto cuando vi que estabamos cerca. Le agradecí a George que me trajera y él me miró preocupado.

-Eh... ¿Estás segura de que quieres ir sola al bosque? Tengo la impresión de que no lo conoces

-Si, yo voy sola, no te preocupes

-Está bien- Dijo mirandome como si estuviera loca.

Me bajé del auto de George y rápidamente corrí hacía el bosque. Oí que él me gritaba pero yo no le hice caso y seguí corriendo. Cuando supe que ya estaba lejos me detuve. Observé a mi alrededor por primera vez. Estaba perdida definitivamente y no parecía que fuese a encontrar lo que estaba buscando. Grité por el horror.

Me sentí como en ese tiempo. En ese tiempo en que Edward me dejó y yo tenía esas horribles pesadillas pero la diferencia es que esto ya no era un sueño. Todo era real. Hubiera preferido mil veces estar soñando, despertar y saber que Edward Cullen me había abandonado. Podía soportar que él no me amara, podía soportar que me dejara, pero nunca que no existiera.

Estuve caminando por horas hasta que finalmente anocheció. No tenía miedo de estar en un bosque sola. Ya no me importaba lo que pasara conmigo. Me acosté en el suelo sin fijarme si era seguro o no. Nada me interesaba ya y no quería que ningún Sam fuese a rescatarme como aquella vez. Esperaba que en esta ocasión nadie me encontrara.

Me quedé acostada durante mucho tiempo y poco a poco comencé a comprender lo que había hecho. No debí desaparecer así. Edward estaría muy preocupado.

Ahora que pensaba en todo esto la culpa me invadió. Yo no podía hacerle esto a mi marido. Tal vez Edward Cullen no existía como un vampiro, pero si había un Edward en este mundo. Un Edward que seguramente estaría preocupado y furioso por mi escapada a Forks y que era mi verdadero esposo. Un esposo que me demostró lo mucho que me quería y deseaba. Tal vez amara a Edward Aldridge más de lo que yo creía o recordaba. Tal vez incluso más que a Edward Cullen, ya que... ¿En quien me basé para crearlo en mi historia?

Comencé a llorar de desesperación. Quería estar de nuevo entre sus cálidos brazos. Que me hiciera el amor de nuevo.

"¡Eres una idiota!" Me regañé mentalmente. "¿Por qué carajo huí de él?

Me levanté de donde estaba. Tenía que encontrar el pueblo rápido. Seguramente Edward ya se habría enterado de que estaba aquí.
No dí ni siquiera unos pasos cuando la luz de una linterna casi me deja ciega.

-¿Señora Aldridge?- Me preguntó una voz femenina. Parecía muy profesional así que pensé que era una policía o algo parecido.

Asentí para contestar a su pregunta.

-¿Como sabe mi nombre?- Le pregunté.

-Soy la jefa de policía, Sullivan- Contestó la mujer mientras se acercaba a mi. Era de piel oscura, cabello rizado y ojos verdes. Era muy bonita. Tenía puesto el uniforme de la policía así que no me estaba mintiendo. - Usted es la esposa del señor Aldridge ¿Cierto?

-Si, es cierto- Contesté inmediatamente.

-¡Isabella!- Oí gritar a alguien. Era Edward.

-¡Edward!- Exclamé aliviada cuando lo vi.

Él y yo nos fundimos en un fuerte abrazo. Ambos sollozamos por el alivio. Era demasiado bueno volverlo a ver. Otra vez me sentía segura.

Mi esposo me soltó un poco y me miró con lágrimas en los ojos pero furioso.

-¡Estás en problemas!- Bramó.

Tragué saliva. Si, definitivamente lo estaba.

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Hooolaaaa! Espero que les gusté este capítulo. Jajaja al fin este Edward comienza a mostrar que si tiene sentimientos, solo que no le gusta mostrarlos.  

Saludos a todasss! Las quiero

ATTE:

Sachiko065

Nombre del siguiente capítulo: ¡¿Por qué me hiciste esto?!