POV Bella:
Esa luz blanca hizo que cerrara mis ojos. Me molestaba demasiado. En ese momento comprendí que no estaba muerta.
Ahora tenía una teoría. Me había desmayado y ahora vería a Edward y todo estaría bien. Claro, Carlisle tendría que encontrar una explicación para lo que me estaba pasando pero de eso no me preocupaba ahora.
-Isabella... Isabella- Me llamaba alguien. Era una mujer desconocida. De repente puso su rostro cerca del mio. Era una chica de tez blanca y ojos verdes.
-¿Quien eres tú?- Pregunté con voz ronca.
-¿Ya no me recuerdas?
-No...
-Soy Claire... Tu cuñada
-Disculpa-Dije levantandome. Me quedé petrificada al ver que me encontraba en un cuarto de hospital.- Yo... no te... conoz... ¿Dónde rayos estoy?
-Calmate Bella...
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Te conozco
Comencé a mirar a mi alrededor y noté que mi visión ya no era tan buena como antes, que mi corazón latía muy rápido, que mis ojos estaban derramando lágrimas y que mi audición ya no era buena. Además tenía unas cosas extrañas en mi cabeza. Parecían parches.
-¿Soy humana?- Espeté.
-Si, calma Bella
-¿Pero como es posible?- Sollocé.- ¿Dónde está Edward y mi hija?
-Por favor tranquilizate, sé que de momento no vas a entender nada, pero ya lo sabrás, lo prometo, pronto vendrá Edward, él si existe... acuestate Bella
No pude evitar hacerle caso. Me sentía tan cansada y quería ver a mi marido.
-Por favor explicame que pasa- Le supliqué.- Te lo ruego, estoy confundida, no sé que pasa
En ese momento alguien abrió la puerta. Era Edward.
-¡Edward!- Grité mientras él se acercaba a mi.
-Bella, haz despertado- Me dijo. Su voz sonaba un poco distinta.
Lo miré con pánico. Sus ojos eran verdes, su piel menos blanca y estaba sonrojado. Era humano.
-Edward eres humano, ¿qué está ocurriendo? ¿Por qué no soy vampiro y por qué tampoco tú?
Edward se sentó a mi lado. Me tomó una mano. Su piel era sorprendentemente cálida. Aun no me acostumbraba al hecho de que fuese humano.
-Bella, nunca fuiste un vampiro, pero... Te gustaban mucho, yo... quise darte la vida que querías
-¿Qué me estás diciendo? ¿Qué nada fue real? Dime que estás bromeando
-Cálmate Isabella, poco a poco te explicaré lo que sucede, de verdad, tienes que tomarte las cosas con calma
-No quiero tomarme nada con calma Edward, dime que sucede ahora mismo
Él no me contestó. Besó mi mano lo cual me irritó. No quería responderme.
-No voy a hacerlo, es por tu bien, prefiero que tu misma vayas recordando lo que sucedió, que regreses del todo a la realidad
-¿Es normal que no recuerde nada?- Le preguntó Claire a Edward y este asintió
-Si, de momento solo recordara su otra vida
-¿Mi otra vida? ¿A qué te refieres?- Cuestioné.
-Necesitas descansar Bella
-No, me niego, quiero que me expliques
-¡No!
-¡Dimelo!
-No quieres oirlo
-Entonces dime como regresar con mi familia
-No podrás
-¿Por qué no?
-¡Por qué ellos no existen!- Gritó y me quedé paralizada.
-¿Qué?
- Bien, te lo diré, Bella, tú nunca fuiste a Forks, nunca estuviste rodeada de vampiros ni lobos, no existen, simplemente viviste lo que escribiste en esos libros, tu apellido no es Swan, sino Bursnell, yo no soy ningun vampiro, nena... estás en la vida real ahora, esta es tu realidad
-¡Cállate!- Exclamé y moví mi mano para que me soltara.- No es cierto lo que me dices. Me volteé hacia Claire- dime que él está bromeando, que mi vida es real
Ella me miró con tristeza.
-No, él habla en serio, esa no era tu vida, esta es tu realidad como Edward dijo
-No puede ser- Susurré
Todo. Absolutamente estaba arruinado. La vida perfecta que alguna vez tuve desapareció en un instante. De ser una persona con una eternidad para vivir con su perfecta familia pasé a ser humana de nuevo, llena de miedo y de dudas.
Edward estaba aquí, eso debía contar algo pero no... Este Edward no me ofrecía ningún consuelo. Él no era mi esposo.
|