Mi historia fue una mentira (+18)

Autor: sachiko065
Género: Romance
Fecha Creación: 12/01/2013
Fecha Actualización: 16/07/2013
Finalizado: SI
Votos: 21
Comentarios: 72
Visitas: 32568
Capítulos: 22

Isabella Swan creyó vivir en un mundo lleno de seres como vampiros y hombres lobos... pero ¿Qué sucederá si todo es una mentira de Edward? ¿Qué tal si el mundo es normal, pero lleno de tecnología como para jugar con la vida y los recuerdos de una persona?

Edward es un científico que experimenta con las mentes de las personas haciendolas creer que viven determinadas situaciónes que van desde cambiar levemente sus recuerdos hasta llevarlos a vivir las cosas más increíbles, como es el caso de Isabella Swan quien nunca conoció a Edward siendo un vampiro, quien nunca fue a Forks porque en realidad se encontraba inconsiente, conectada a unas máquinas que controlan su "vida".

¿Qué pasará con Isabella al despertar? ¿ Por qué Edward quiso incluirse en la vida falsa de Isabella?

¿Cual es la verdadera vida de Isabella Swan y de Edward Cullen?

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hola! soy sachiko 065 y este es el segundo FanFic que publicaré. Espero que la historia sea de su agrado =D. Realmente es algo que quería que sucediera al final de Twilight

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Capítulo 18: ¿Que ocurre?

POV Bella:

Los meses comenzaron a pasar y mi pancita cada vez se notaba más. Hoy había sabido el sexo de mi bebé. Era un varoncito. Seguramente sería tan guapo como su padre. Edward se puso feliz al saberlo y comenzó a hacer planes.

-Voy a llevarlo a jugar futbol, voy a llevarlo a andar en bicicleta, ah... Voy a hacer tantas cosas con nuestro bebé

Me carcajeé.

-Pero falta mucho para que puedas hacer eso, mi cielo- le dije-. El bebé va a estar pequeño durante un buen tiempo

-Lo sé, pero eso no me impide hacer planes- sonrió y después besó mi panza. El bebé se movió por primera vez. Se me salieron unas lagrimas.

-¿Te lastimé?- me preguntó mi esposo alarmado.

-El bebé se movió, Edward, se movió

-¿En serio?- preguntó feliz y volvió a besar mi panza.

-Si, mira, siente...

Mi bebito se movió más y Edward pudo sentirlo.

-Esto es hermoso- dijo emocionado-. Te amo Bella, te amo...

Y después de decirme esto se incorporó para besarme lentamente y con mucho amor. No pude evitar sentir mariposas en el estomágo.

-¿Cómo llamaremos a nuestro hijo?- me preguntó cuando terminamos de besarnos.

-No lo sé... ¿Se te ocurre alguno?

-Jacob

-¿Qué?

Se echó a reír.

-Es broma nena, es broma... Jamás quiero ponerle así

-No está feo el nombre- gruñí.

-Si, pero... En tu historia él estuvo a punto de bajarme a mi chica, no lo perdono por eso- dijo con ojos entrecerrados pero en plan de broma.

-¿Tu chica?

-Si, Isabella Swan

Le pegué na pequeña cachetada.

-¿Y yo qué?

-Descuida nena, hay mucho Edward para las dos Isabellas

-Yo solo te quiero para mi, ella tiene a su vampiro- gruñí.

-Amor... ¿De verdad no extrañas estar allí?- cuestionó serio en verdad.

-No mi amor, ya no... Soy completamente feliz aquí contigo, con nuestro bebé

Edward me miró con un brillo especial en los ojos el cual adoré. Se veía más hermoso así. Tomé su rostro entre mis manos y lo besé. Nuestro bebito se movió.

-Se movió de nuevo- me reí.

-Ya sé que nombre quiero ponerle, bueno, siempre y cuando estés de acuerdo

-Si

-Alexander, como mi papá

Me quedé sin habla. Él muy pocas veces mencionaba a su familia. Sus padres habían muerto cuando él tenía diez años y le dolía demasiado hablar del tema.

-¿No te gusta? Si quieres le ponemos otro, no hay problema...

-Claro que si, me encanta, así se llamará

-Gracias amor- susurró y después miró mi vientre y le habló a nuestro hijo-. Bueno bebé, ya tienes un nombre, vas a ser el pequeño Alex

-Suena bien- dije conmovida por la ternura de Edward.

Los siguientes meses fueron extremadamente felices. El amor que Edward y yo nos teníamos aumentaba cada día más y juntos veíamos como el pequeño Alex crecía dentro de mi. Aunque bueno, no todo fue de color de rosa. Últimamente estaba muy sensible por el embarazo. Lloraba porque me sentía asquerosamente gorda y porque Edward solo me tocaba una vez a la semana. Seguramente le daba asco acostarse conmigo.

-¡Tú ya no me quieres!- le grité sollozando. Edward me miró asustado.

-Amor, tú sabes que te amo demasiado ¿Por qué dices eso?

-Porque estoy gorda y ya no me tocas

-Mi cielo, Alex está muy proximo a nacer, dijo que guardaras reposo

-Pero no me impidió tener sexo

-Lo sé, pero ya no podemos estar como antes, es algo complicado, Isabella, espera a que nazca nuestro hijo, te haré lo que he estado deseando hacerte... Yo también sufro pero debemos aguantar por el bien de nuestro hijo

-Seguramente ya tienes amantes- hice un puchero. Edward se carcajeó y se acercó a mi.

-Claro que tengo una amante

-¡Maldito bastardo!- bramé.

-Mi amante eres tú, tonta- dijo dandome un golpecito en la cabeza. Después limpió mis lágrimas-. Ya no llores

-Ya, está bien

-Hum... Ahora en el trabajo he estado pensando, ¿Qué le hace falta a la habitación de Alex? Quiero que tenga todo cuando nazca

Me quedé callada. Estaba pensando en que podía hacerle falta a mi bebé. En el baby shower que me habían hecho la semana pasada me habían regalado muchisima ropa y pañales. El cuarto ya lo habíamos pintado de azul y teníamos su cuna y su moises. Creo que no faltaba nada, excepto un monitor.

--Ya sé que

-¿Qué?

-Un monitor

-¿Monitor?

-Si, para vigilarlo

-Oh, es cierto, vamos a comprarlo mañana ¿Si?

-Está bien, mi cielo

Esa noche dormí muy tranquila pero de repente comencé a soñar que estaba comiendo helado de chocolate. Me levanté.

-Edward...- lo llamé. No se movía. Suspiré frustrada. Edward tenía el sueño pesado. Como lo odiaba-. Ah, maldito seas

Me levanté de la cama. Yo misma iría a comprarmelo. Yo no soportaba estar sin comer algo que se me antojara. Hoy era la primera vez que se me antojaba algo por la noche. Siempre era en el día, cuando yo podía ir sola.

Me puse ropa normal y estaba por salir de la habitación cuando de repente Edward se levantó sobresaltado.

-¿Isabella?- dijo medio dormido.

-Shhh... Duerme

-¿Qué haces despierta?- preguntó bostezando y luego me miró mal.

-Quiero helado de chocolate, iba ir a comprarlo, tú duerme, cielo

-¡¿Helado de chocolate?!- gritó-. Isabella, estás loca, son las tres de la mañana

-No me importa, yo voy a comprarlo- dije a punto de llorar. No me gustaba que Edward no me consintiera. Malditas hormonas.

-No vayas Isabella, es una locura

-Iré, quieras o no

-No, puede pasarte algo y no lo voy a permitir, mejor voy yo ¿Si?

Asentí. Edward se levantó y comenzó a vestirse. Cuando lo hizo lo miré con pena.

-Perdón por obligarte a ir...

-No te preocupes amor, yo quiero hacerte feliz- me miró con ternura. Me dió un beso y se fue.

Una vez a solas me puse a fantasear con el helado de chocolate. Acaricie mi vientre.

-Hum... Que rico helado nos vamos a comer Alex- le susurré a mi bebé. Bajé a la planta baja para ir a tomar un poco de agua. Tenía sed. Cuando llegué a la cocina tomé un vaso con agua y me fui a la sala a esperar.

Cuando iba a sentarme me dió una contracción. La aguanté. Era muy normal. Ya me habían dado más hace un par de días.

Cuando se me pasó pensé que ya no habría más pero me equivoque. Me dió otra contracción mucho más fuerte.

-Joder, Alex, duele- mascullé-. ¿Qué te ocurre precioso?

Quince minutos después yo estaba hecha un ovillo en el sillón. Estaba empapada en sudor y sin poder evitar el llanto. El dolor era muy fuerte.

-Ya quieres nacer Alex- dije entre dientes. Me dió otra contracción y sentí como un líquido salía de entre mis piernas-. Mierda, rompí fuente

Estaba llena de pánico. Edward no estaba y nuestro hijo estaba por nacer. Como pude me levanté y caminé hacía las escaleras, cayendome varias veces en el camino. Hice un esfuerzo sobrehumano y subí las escaleras.

No creía que fuese a aguantar mucho tiempo. El bebé ya quería nacer, lo sentía. Llegué a la habitación y tomé mi celular de la mesa de noche. Le marqué a Edward pero este no me contestó. Me acosté en la cama y bajé mis pantalones de la pijama y mis bragas. Bien, iba a dar a luz sola ya que mi estúpido marido no contestaba el telefono.

Pujé durante un rato. Tenía que sacar a este bebé de mi. El dolor era insoportable y no quería que le pasara nada a mi niño por aguantar, aunque, no tenía con que cortar el cordón ni toallas. Sollocé por la desesperación. No tenía nada para recibir a mi angelito.

De repente oí que el auto de Edward estacionaba frente a la casa y me llené de alivio. Con mi mano toqué mi parte intima. Joder, el bebé ya estaba saliendo. Podía sentir su cabeza.

Después de unos segundos que me parecieron interminables la puerta de la habitación se abrió. Edward tenía el helado en las manos y sonreía.

-Mira amor, lo he conseguido...

Se quedó paralizado al verme y el helado se le cayó de las manos.

-¿Te vas a quedar ahí parado?- pregunté furiosa. Edward reaccionó y se acercó. Tocó la cabeza del bebé.

-¿Por qué no me llamaste?- me reclamó.

-¡No contestaste el telefono! ¡Claro que te llamé, no soy ninguna imbecil!

-Ya, ya, tranquila, voy por la pañalera, nos vamos al hospital

-Estás retrasado si piensas que me iré así... Tú me atiendes aquí

-Pero yo...

-¡Hazlo, ve por las cosas! ¡Eres doctor!

-Pero no ginecologo

-Maldita sea Edward, hazlo como puedas, además sabes traer niños al mundo... ¿Qué pasó con tu hermana? ¡La atendiste tú y trajiste al mundo a Camila porque el imbecil de Fernando nunca apareció!

-Cierto, cierto, está bien Bella, yo traeré a Alex

-Pero apurate, bastardo

-No me insultes Isabella, ya voy...

Edward tardó un siglo entero en encontrar las cosas y cuando lo hizo trató de ayudarme todo lo que pudo.

-Me duele, Edward, ya no puedo- sollocé. Sentía que me iba a desmayar. Mi esposo también estaba derramando lágrimas.

-No te rindas, nena, no te rindas, resiste, Alex te necesita... Isabella, alza tu camisa, ya viene el bebé, lo pondré sobre ti

Era cierto. Mi hijo me necesitaba. Resistí hasta el final. El dolor era inmenso pero por mi bebé el esfuerzo valía mucho la pena. Después de unos momentos dolorosos al fin escuché el sonido más maravilloso del mundo. El de mi Alex.

-Es hermoso- sollozó Edward mientras lo alzaba. Me puso al bebé en los brazos. Lloré de alegría al verlo. Era tan hermoso a pesar de estar cubierto de sangre. Tenía las mismas facciones que Edward. Simplemente mi hijo era lo más perfecto del mundo, estaba enamorada de mi angelito.

-Te amo, mi cielo- me dijo Edward. Su voz se escuchaba cada vez más lejana. Comencé a espantarme, ¿Qué ocurría?-. Lo lograste... Isabella, Isabella ¡Isabella!

Su grito fue lo último que escuché antes de quedar inconsciente. Cuando me sentí con deseos de despertar, sonreí. Vería a mi bebito, a Edward y seríamos una hermosa familia.

-Bella, por favor, debes despertar...- dijo él. Pero, esperen... Su voz sonaba distinta. Él no era Edward Aldridge, era... Edward Cullen. Abrí los ojos y me encontré con un par de ojos dorados. Me llené de pánico... ¿Dónde estaba mi marido? ¿Dónde estaba Alexander, mi bebito?- ¡Bella!

-¡No te acerques!- grité espantada.

-¡¿Qué ocurre aquí?!- preguntó una voz de chica. Era Nessie. Volteé a verla. No la miré con desprecio pero si con horror. No entendía nada de lo que sucedía-. ¡Mamá!

-Nessie- susurré.

-Bella, mi amor, haz despertado- exclamó Edward abrazandome. A una velocidad sobrehumana lo aparté de mi y me levanté. Era de nuevo vampira. Si el corazón pudiese latirme sin duda me dolería el pecho de tan rápido que iría-. ¿Qué ocurre?

-¿Qué te pasa mamá?

-¡Bella, despertaste!- gritó Alice entrando a la habitación. Jasper estaba tras ella.

-¡Alejense todos de mi!- bramé. Me miraron con dolor. Sollocé. Me sentía destrozada y confundida... ¿Cuál era mi verdadera vida? Rezaba porque fuese la que tenía con Edward Aldridge. A él lo amaba con toda mi alma. Yo ya no amaría a nadie más que a él aunque me acostumbrara a estar aquí de nuevo.

-¿Qué ocurre Bella?- me preguntó Edward con agonía en la mirada-. ¿Por qué haces esto?

-¡No quiero que te acerques! ¿Dónde está mi marido! ¡Quiero a Edward! a mi Edward- grité como loca.

-Soy yo Bella, soy yo

-¡No me digas Bella!

-Cálmate

-No me voy a calmar hasta que lo vuelva a ver ¡Edward!

-Enloqueció- dijo Emmett mientras entraba.

-Déjenla, acaba de despertar- los regañó Rosalie.

-Mi amor, estoy aquí, contigo, yo soy Edward- el vampiro se acercó a mi. Me tomó por la cintura y me acercó a él.

-Tú no eres mi Edward, yo no estoy casada contigo, entiendeme, estoy confundida, esta no es la realidad, se supone que yo estoy casada con Edward Aldrigde, acababa de tener a Alex

-¿Quien es Alex?- preguntó Rennesmee.

-Mi... Mi hijo, mi bebé

Nessie se echó a llorar. Me sentí mal por ella pero no podía consolarla, no cuando nadie podía consolarme a mi.

-Estás diciendo tonterías Bella- susurró Edward-. Pero debo entenderte, te has desmayado durante meses, probablemente tuviste un sueño

-No fue un sueño Cullen, fue real... Mi realidad es otra muy distinta a esta, yo soy Isabella, la mujer de Edward Aldridge, hace unos momentos acabo de tener a mi pequeño Alex y quiero regresar con ellos, mi familia me necesita

-Nosotros somos tu familia- gruñó-. Tu realidad es esta, mi amor, entiendelo de una vez, tú eres Isabella Cullen, tenemos una hija llamada Rennesmee y somos vampiros

-Lo cual no suena muy real que digamos- le dije saliendo de sus brazos-. Yo quiero ser humana

-¡¿Qué?!, pero si tú antes...

-Antes quería ser una vampira porque aun no había descubierto lo maravilloso que es ser una humana, tener un matrimonio normal, sin complicaciones, tener un embarazo feliz y ver nacer a mi bebé

Todos me miraron con un profundo dolor. Suponía que iban a echarme así que me iba antes de que ellos lo hicieran.

-Echenme de casa si quieren, no cambiaré de opinión...

-No te echaré de casa, voy a enamorarte de nuevo- me prometió Edward. Los demás salieron, dejandonos solos.

-Yo me iré, tengo que buscar a mi familia, vivo en Seattle, si voy corriedo no me queda lejos

-¿A quien vas a ir a buscar?

-A Edward Aldridge, mi esposo

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Jejejeje Esta era la sorpresita que les tenía preparada para los últimos capitulos del fic. Probablemente le quedan dos o tres capítulos más ;) . Ahora deben sacar sus coclusiones sobre con cual Edward se va a quedar Bella XD (Si, soy muy, muy mala hahaha) Bye, espero que les guste el capítulo. 

Capítulo 17: Noticias Capítulo 19: Esta no es mi mujer

 
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