Hola mis chicas hermosas, aquí de nuevo yo con un capítulo, espero les guste.

Pov Bella

-¿Qué?

-Bella, yo amo a este bebe como si fuera de mi sangre y me encantaría poder reconocerlo legalmente y que diga que es mi hijo, nuestro hijo.

-Suena tan bonito cuando dice mi hijo, acepta.

-Edward, no puedo aceptar eso.

-¿QUEEEEE?

-¿Por qué no?- dijo con tristeza en sus ojos.

-Si ¿Por qué no?

-Mi amor, no sabes lo mucho que me alegra saber que lo quieres como a tu hijo, pero por favor entiéndeme, en esta vida nada es seguro, y aunque yo te amo y no creo poder amar nadie que no seas tú, no es seguro que nos casemos, por lo que si no nos llegamos a casar, yo no quiero que mi hijo sufra por tener a un padre que no ve, o que tú te sientas obligado a mantenerlo y a estar pendiente de él sólo porque lleva tu apellido, por favor entiéndeme, yo te amo pero mi prioridad es la felicidad de mi bebe- dijo esto acariciando mi barriga.

-Definitivamente estas loca al no aceptar esa proposición, él nos ama y no creo que se case con alguien más que no seamos nosotras  -No voy a estar loca si estoy hablando contigo que eres una voz en mi cabeza- dije molesta.

-Entonces, tú punto es, si nos casamos o no en un futuro ¿cierto?- dijo Edward sacándome de mi pelea interna.

-Si.

-Hagamos un trato entonces, el día que yo te proponga matrimonio, y me digas que si, estarás automáticamente respondiendo esta misma pregunta, ¿trato?- dijo estirando su mano.

-Trato hecho- dije con una sonrisa y apretando su mano.

-Al menos aceptaste ese trato, aunque sigo molesta contigo, pero es hora de agradecerle a nuestro Edward.

-Sr. Cullen, por favor quítese la ropa y se coloca boca abajo en la cama- dije provocativamente.

-Como usted diga señorita Swan.

Se fue quitando las prendas poco a poco, lo hacía intencionalmente lo se, pero como mujer embarazada al fin, con hormonas locas, un día podía amanecer con comérmelo completo una y otra vez, mientras que otros días amanecía con las ganas bien dormiditas y hoy era uno de esos días, pero eso no implica que no lo pueda complacer a él, así que manos a la obra, o a Edward en este caso.

Una vez acostado boca abajo en la cama, me coloque aceite de canela en las manos, me senté a horcajadas encima de él y comencé a amasar lenta y profundamente las caderas, pasando luego a las nalgas donde apretaba y enrollaba la piel entre el pulgar y los dedos de una mano, deslizándola hacia la otra mano, para bajar hacia los muslos haciendo los mismos movimientos.

Cerré las manos para formar un puño, mientras mantenía la mitad de los dedos presionando la piel, y haciendo pequeños movimientos circulares, en los hombros sentía como su respiración iba cambiando de relajada a aumentar el ritmo, es decir, estaba cumpliendo mi objetivo, se estaba excitando, pero iba a terminar lo que empecé

Le di golpes suaves sobre el cuerpo alternando las manos, con los pulgares hacia dentro y los dedos juntos, para luego con los puños cerrados dar ligeros, pero enérgicos golpes sobre la piel, alternando el anverso y reverso del puño.

Al terminar lo giro para que quede boca arriba, y ahí está, su hermoso pene bien erecto y listo para la acción, Edward estaba con los ojos cerrados y sin más preámbulos lo beso, suavemente y siento como me toma por la cintura y comienza a subir sus manos por mi espalda, mientras el beso sube de intensidad mis mano se dirige a su pene, y lo agarro y lo acaricio provocando un gemido de placer salir de su boca, intercambio su pene por los testículos y acaricio cada uno.

Voy bajando por su pecho lamiendo y dando pequeños mordiscos, hasta llegar a mi helado favorito con sabor a Edward, lo lamí de arriba a bajo viendo como su cuerpo reaccionaba a mis caricias, introduje todo el pene en mi boca e inicié el va-y-ven mientras con mi lengua acariciaba su glande intercalando las caricias en el freno, el comienza a mover su cuerpo para seguir con el va-y ven, y para no dejarlo llegar tan rápido, retiro su pene de mi boca y busco los testículos, primero los lamo y luego me meto uno en la boca y lo chupo y luego voy al otro.

-Oh por Dios Bella- dice Edward con voz ronca.

-¿Te gusta?- pregunto pícaramente.

-Me fascina mi amor, pero quiero follarte.

Yo muevo mi cabeza en señal de no, mientras subo con mi lengua por su pene.

-Hoy te estoy agradeciendo yo a ti.

Dicho eso suavemente comencé a mordisquear su glande, y metía mi lengua en su uretra, provocando gritos de placer de su parte,  metí su miembro completo en mi boca y comencé amover mi cabeza, para sentir poco después como se iba hinchando y poniéndose cada vez más duro señal de que iba a llegar al orgasmo, llenando mi boca con su semen y seguido de un grito de placer mencionando mi nombre.

-Que agradecimiento- dijo Edward después de recuperarse del orgasmo- me gustaría follarte ahora- dijo con voz sexi.

Pero  yo moviendo mi cabeza le dije que no nuevamente mientras me acostaba de lado, ya que estaba muy cansada.

-Bueno otro día será, amor- dijo mientras me abrazaba para quedarnos dormidos en un segundo.

Me desperté porque la luz del sol me molestaba en los ojos, al girarme vi a mi sexi novio de espaldas y profundamente dormido, como con el embarazo no soporto la cama, me levanté lentamente para no despertarlo, me dirigí al baño y al salir me fui a la cocina.

-Buenos días Ness- saludé a Nessi que se encontraba haciendo el desayuno.

-Buenos días Bells.

-¿En qué te puedo ayudar?

-Tranquila ya está casi todo listo, anda siéntate mientras termino, ¿quieres café?

-Yo me sirvo.

Disfrutaba este café mañanero ya que era el único permitido durante el embarazo

-Huele muy rico- saludó Jacob mientras entraba en la cocina seguido de Edward.

-Buenos días a ti también- saludamos las dos

-Buenos días campeón- saludó Jacob besando mi barriga.

-Buenos días mi amor- saludó Edward dándome un tierno beso en la boca.

-Buenos días tú- dijo saludando a mi barriga, ya que esa era la forma en la que él lo saludaba, y él bebe le respondió moviéndose.

Nos sentamos los cuatro a desayunar lo que había preparado Nessi, pan tostado, frutas, cereal, café y panquecas, lo insólito fue que tanto Jake como yo comimos casi todo.

-Nessi ya te estas acostumbrando a la manera de comer de mi hermano, porque mira que si preparaste comida- dije una vez terminamos de comer.

-Bueno no hay de otra- dijo ella sonriendo, se notaba el amor de ella hacia él y eso me hacia feliz.

-¿Qué van hacer hoy?- pregunté.

-No mucho a parte del almuerzo familiar, ya que hoy comienza mi turno de 48 horas- dijo Jacob.

-Y yo nada- dijo Nessi.

-¿Nos quieren acompañar al centro comercial hacer algunas compras para el bebe?- pregunté.

-Bella, se me había olvidado decirte que hoy no voy a poder acompañarte, es que mi papá me pidió un favor y tiene que ser hoy- dijo Edward.

-Edward pero tú me prometiste que iríamos hoy al centro comercial, para comprar ropa al bebe- dije sorprendida.

-Mi amor es que mi papá me pidió el favor.

-¿Y cuando pensabas decírmelo?, ¿Cuándo estuviera ya saliendo?-dije molesta.

-Amor, es que ayer se me olvidó- contestó tranquilo

-Ósea que me vas a abandonar hoy.

-No lo veas de esa manera, mira podemos ir mañana, al salir del hospital te paso buscando y vamos.

-No gracias, yo voy a ir hoy, contigo o sin ti- dije levantándome de la silla- Nessi ¿te gustaría acompañarme?- dije viendo a mi cuñada y tratando de que mi voz sonara calmada, tampoco quería pagar mi rabia con ella.

-Si claro, deja que friegue los corotos, me cambio y nos vamos.

-Yo friego no hay problema- dijo Jacob un tanto desconcertado por la discusión que acabamos de tener.

Y dicho eso me dirigí a mi cuarto, busqué la ropa que me iba a poner y entré a bañarme, era lo mejor para calmarme, en eso se me ocurrió llamar a las chicas para invitarlas, Rosalie me dijo que nos encontraba haya y Alice me dijo que estaba recuperando una semana de sexo así que otro día sería.

Entré a la ducha y dejé que el agua callera por todo mi cuerpo para que este se relajara,  al terminar me eché crema en el cuerpo y me vestí, me puse un leggi marrón, con una camisa premamá blanca, con pequeños detalles en rojo y azul, unas sandalias rojas con un tacón pequeño, me pinté los labios color marrón, un poco de delineador azul en los ojos y mi cabello suelto.

Al salir del cuarto me dirigí a la sala donde Nessi me estaba esperando, noté que Edward no estaba y al preguntar por él me dijeron que fue a su apartamento un momento, por lo que me despedí de Jacob y nos fuimos, como era costumbre no me dejaban conducir por lo que nos fuimos en el carro de mi cuñada, que era un hermoso Shelby GT500 azul eléctrico con dos franjas negras en el medio.

Íbamos hablando de trivialidades, ella contándome sobre su vida, ya que es hija única y sus padres son divorciados aunque se la llevan bien entre ellos y ambos viven en Chicago, mientras yo le contaba los últimos detalles de la universidad ya que todo estaba listo y estábamos por graduarnos, Jasper y yo ya habíamos expuesto nuestra tesis y sacando la máxima nota y los exámenes finales también los habíamos concluidos sólo faltaba uno que otro detalle y esta semana nos graduábamos.

Al llegar llamamos a Rosalie para saber donde nos encontrábamos y nos dirigimos a la plazoleta de comidas donde estaba sentada en una mesa esperándonos, luego de saludarnos nos fuimos directo a las tiendas de bebe, para ver la ropa, no lo puedo negar, toda la ropa es hermosa, y le compré un poquito de todo, aunque no compré mucho ya que quería también comprar alguna ropa con Edward para que él escogiera y me di cuenta que quizá exageré un poco en cuanto a mi reacción, bueno hiso mal en avisarme a última hora pero, es su papá el que le pidió el favor, no debí reaccionar así, bueno horita lo llamo y le pido una disculpa por mi reacción, quizás las hormonas me están jugando chueco.

Estábamos saliendo de la segunda tienda y yo estaba un poco distraída sacando mi celular para llamar a Edward cuando choqué con alguien.

-Disculpe no lo… vi- dije viendo a la persona con quien había chocado.

-Pero mira quien es, hola Bella.

-¿Pero qué hace él aquí?- Bella estamos en un lugar público, es normal que este aquí-Si lo se, pero hace tiempo que no lo veía y preferiría que siguiera así- Bueno estate alerta, ya que no sabes con lo que te pueda salir.

-¿Qué, el bastardo como que te puso lenta que no contestas?- dijo en tono burlón.

-A mi hijo no le llames así Elliot, y no estoy en la obligación de saludarte sino quiero- dije molesta.

-Mira que a parte de ponerte gorda como una vaca, ahora eres maleducada.

El que me dijera gorda me afectó, porque admito que con el embarazo mi autoestima se encontraba de viaje por los Alpes suizos, ya que yo misma me sentía como un barril con patas, pero no se lo iba a demostrar, no señor eso si que no.

-Lo que sea o deje de ser, hace rato que no es tú problema.

Me di media vuelta para irme, ya que no quería seguirlo viendo, pero me tomó fuerte por el brazo y me hiso girar para verlo.

-Aún no he terminado de hablar contigo.

Dicho eso me posicioné y le di un fuerte golpe entre sus partes íntimas, provocando que me soltara y se tirara al suelo  para agarrárselas y sobárselas, las chicas comenzaron a reír y sus amigos lo único que hicieron fue poner expresión de dolor.

-El día que me diste la cachetada te dije que no volvieras a tocarme, espero hayas entendido que mi advertencia no fue en vano.

Ahora si me fue con mi dignidad muy en alto y admito que me desahogué un poco, decidimos irnos a casa ya que iba a ser la hora del almuerzo familiar, cuando llegara hablaría con Edward en persona y me disculparía, me fui con Nessi en su carro y Rose detrás de nosotras en su carro, íbamos hablando sobre lo ocurrido con Elliot y burlándonos de su cara cuando de pronto siento un brusco movimiento, un fuerte sonido, y la bolsa de aire del carro activándose, no se si pasaron horas o minutos me sentía desorientada y escucho a lo lejos la voz de Ness llamándome, cuando pude girar mi cabeza para verla ella estaba sangrando.

-Ness, estas sangrando- dije pausadamente.

-Bella, ¿Estas bien?, ¿sientes algún dolor?-preguntaba ella a los lejos.

-Estoy bien, pero te escuchas leeeejos.

De pronto escuché gritos, sirenas, mucha bulla y sentí como mis parpados querían cerrarse, no sentías fuerzas para mantenerlos abiertos y poco a poco la imagen de Nessi sangrando se fue oscureciendo.

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¿Qué les pareció?, ¿Les gustó o lo odiaron?, para mi fue un poco complicado este capítulo porque tenía el principio y el fin del mismo pero no sabía como unir ambas ideas, espero que les guste y sino igual me gustaría que me dejaran sus críticas constructivas.

Muchas gracias a todas, a la que me dejó su voto, a las que me comentaron y a las lectoras silenciosas también.

Chaito y cuidense