Sensación de vidas Universitarias (+18)

Autor: MayaMasenCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 29/11/2010
Fecha Actualización: 06/07/2014
Finalizado: NO
Votos: 50
Comentarios: 168
Visitas: 61525
Capítulos: 19

¿Quién dijo que la universidad es fácil? Cuando el amor llega a los hermanos Masen, Edward y Elizabeth, creen que todo irá bien, pero no todo será maravilloso y tendrán que afrontar, al lado de sus parejas y amigos, los obstáculos que se interponen; Amor, engaños, traiciones, envidias y más, se verá en una de las mejores universidades.

 

Trailer Sensación de Vidas Universitarias 

 http://www.youtube.com/watch?v=V9yTgfEQoZg

 

Besitos para todas/os

Está historia está registrada en safecreative

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 16: Metedura de Pata

DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a los maravillosos escritores Stephanie Meyer y L. J Smith; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.

Deseo que os guste está nueva historia que empezado a escribir y que disfrutéis de ella, como lo hago yo mientras la escribo. 

Sólo quiero aclarar algo. Este fic no es sólo un Edward-Bella, se trata de un grupo de amigos y algunos capítulos se centraran más en otras parejas pero sin descuidar a nuestros Edward y Bella.

Hola a todas/os:

Aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero y os guste.

Las canciones del capítulo para escucharlas sólo tenéis que pinchar en el título.

Aly & A.J Walking On Sunshine

 

Letters To Cloe Cruel To be Kind

 

Mika Relax  


Sensación de Vidas Universitarias.

Capítulo 16 Metedura de Pata

 

Edward Pov:

Al fin llegó la hora la hora de la comida, tenía unas inmensas ganas de estar un rato con mi maravillosa novia, nada más entrar a la cafetería observé que ya todos se encontraban ahí, no di ni dos pasos cuando sentí el cuerpecito de mi Bella rodearme con sus brazos.

 

—Hola amor, te extrañe— me saluda para luego unir nuestros labios en un dulce beso.

 

—También te extrañe mi Bella, no te imaginas cuanto— digo abrazándola más fuerte y besando su frente para luego dirigirnos a la mesa, donde se encuentran los de más, menos Justin, mi brujita y Diego.

 

Luego de saludar a todo el grupo me marché a por mi comida, la cual elegí rápidamente y regresé a la mesa, donde todos reían y bromeaban, lo cual me vino bien para desconectar un rato de lo que me llevaba atormentando toda la noche y mañana.

 

—No están tardando mucho Diego y Lizzie— comenta Elena mirando su reloj, en ese momento por la puerta entra Justin charlando amenamente con Brad, uno de sus compañeros de equipo.

 

—Mirar ahí viene Justin a lo mejor él sabe algo— dice Jake abrazando a Nessie.

 

—Hola chicos—nos saluda con una sonrisa Justin—Stephan, Jared, tenéis quedarme vuestros números de móvil, he de entregárselos al entrenador— suelta un suspiro y los susodichos asienten con una enorme sonrisa.

 

—¿Qué te ocurre amigo? Menuda cara traes— inquiere divertido James mirando a Justin.

 

—El entrenador que me tiene loco, a partir de mañana tenemos una hora más de entrenamiento, y eso que no ha empezado el campeonato todavía. No quiero pensar que será cuando estemos a mitad de la temporada— declara hastiado Justin dejando su mochila en el suelo, y todos rompemos en risas al ver su cara de fastidio.

 

—Stephan, Jared, aún estáis a tiempo de libraros— les advierte de lo más gracioso Alec.

 

—Nada de eso ya están fichados, no tienen escapatoria— asevera Justin sonriendo malicioso, logrando que estallemos en carcajadas antes de levantarse a por la comida.

 

—Os compadezco chicos, ahora vais a saber lo que es sufrir— asegura entre risas Garret.

 

—Tiene su lado bueno amor, Stephan no os estorbara con su molesta presencia en la fraternidad— se mofa Kate y todos nos echamos a reír ante la cara de fastidio de nuestro amigo.

 

—Eso es genial, vamos a poder descansar de Jared estos días en la hermandad gracias a lo cansado que vendrá— se burla Kim dando pequeños brincos en la silla ganándose una fulminante mirada del aludido.

 

—Cachondearos todo lo que queráis, sin embargo nos librareis tan fácilmente de nosotros— nos avisa amenazante Jared chocando las palmas con Stephan, justo cuando Justin se sienta de nuevo en la mesa.

 

—Capitán se están pitorreando de nosotros— nos acusa Stephan ante Justin que sólo ríe y niega con la cabeza.

 

—Vamos a ver chicos, es imposible que se puedan burlar, ya que vosotros sois el cachondeo personificado, además, no debo inmiscuirme en problemas personales— responde Justin muerto de risa consiguiendo que el resto nos unamos a él.

 

—Eso no es justo capitán deberías defendernos ya que...— la respuesta de Jared es interrumpida por el móvil de Justin, que en seguida contesta sin ver si quiera de quien se trata.

 

—Diga—sonríe como tonto—. Hola mi niña ¿Dónde estás?—rápidamente la mesa se queda en completo silencio, todos queremos saber donde se encuentran mi brujita y Diego, somos demasiado chismosos, que le vamos hacer—. Sí tranquila les aviso, pero en cuanto podáis escaparos a comer—una idiota sonrisa se planta en su rostro—. Yo también mi niña, nos vemos a la salida, un beso— se despide para después cortar la comunicación.

 

—¿Dónde diablos están la pareja de futuros criminólogos? pregunta con interés Emmett.

 

—Han tenido que ir a recoger sus maletines con el material para las prácticas, y no saben cuanto tardaran, así que han quedado en vernos a la salida— nos comunica Justin.

 

—Madre mía lo que les faltaba a ese par, los profesores no saben lo que han hecho— dice Alec fingiendo horror haciendo que la mesa rompa en risas.

 

—Ah, también han dicho que lo que todos sabemos, lo retrasemos hasta mañana para que podamos estar todos, incluida Bree, que ha tenido que ir en busca de unos libros— añade sonriente Justin, y todos nos miramos con complicidad y asentimos, menos Alec y Jane que nos observan extrañados.

 

—¿De qué mierda estáis hablando?— pregunta entre curiosa y molesta Jane.

 

—Nada importante, una de las mil travesuras que han hecho Lizzie y Diego, mañana por fin sabremos de que se trata— responde Maggie rápidamente, menos mal que se le ocurrió una excusa bastante creíble salvándonos a todo.

 

—Vete tú a saber la que armando estos dos— manifiesta Kevin ayudando a su novia para que el pretexto sea más creíble.

 

—Hey, que mi brujita no es mala, solo un poco traviesa— defiendo a mi hermanita consiguiendo que todos me miren como diciendo, si claro, para luego echarse a reír

 

—Ed, cuándo esos dos están juntos son indefendibles, por mucho que quiera a Lizzie, no puedo mentir— añade riendo Kate siguiendo el juego para que Alec y Jane no entren en más detalles.

 

El resto de la comida pasó entre charlas triviales, me estaba muriendo de sueño así que me levanté para ir a por un café doble bien cargado para aguantar las dos horas que nos quedaban, justo al regresar a la mesa observé que Justin salió corriendo de la cafetería como alma que lleva el diablo.

 

—¿Dónde se marchó Justin tan rápido?— pregunto sentándome y pasando mi brazo sobre los hombros de mi novia, no podía estar mucho tiempo alejado de mi Bella.

 

—Vino un compañero de clase y le dijo algo sobre un trabajo que debían hacer en grupo o algo así y que la lista ya estaba puesta, luego se despidió rápidamente quedando en vernos a la salida— me explica Nessie y entendí a mi casi cuñado perfectamente, ya que si quieres elegir el tema sobre el trabajo debes ser de los primeros.

 

—Los que estáis en el edificio de medicina sois de lo más raros— se mofa Laurent.

 

—Ya te digo están fatal, sólo fíjate en Elena, la enfermerita, cada día está más desmejorada y de peor humor— se cachondea Jake ganándose una mirada envenenada de Elena.

 

—Mira perro, puede que este de malhumor porqué necesite algo de acción—sonríe maliciosa levantando las cejas—. En cambio tú que tienes actividad, sigues con la misma cara de amargado de siempre, pobre Nessie la compadezco— le contesta mordaz Elena, pero con una enorme sonrisa haciendo que las carcajadas en la mesa resuenen en toda la cafetería.

 

—Así se hace Elena, nadie se mete con los del edificio de medicina—me incorporo de mi asiento para chocar nuestras palmas sobre la mesa.— ¿Algo más qué objetar, futuro arqueólogo?— cuestiono y niega aun en shock Jake.

 

—Mira hermanito que sea la última vez que te metes con mi novio y mis amigos, al menos ellos trabajarán con personas vivas y no con esqueletos o fósiles como lo harás tú, así que mantén tu boca cerrada, o le pediré a mi cuñada que te aumente el castigo— le advierte amenazante mi novia logrando que todos se rían al mismo tiempo que la beso apasionadamente.

 

—Emmett ni se te ocurra abrir la boca para separar a Edward y Bella, deja que se besen tranquilos— le recrimina Marta, cosa que agradezco y sigo besando a mi novia mientras la atraigo a mi regazo escuchando los silbidos de nuestros amigos.

 

—Observa y aprende Emmett— declara mi hermosa novia al separase de mi unos segundos para luego volver a unir nuestros labios en un beso voraz, que esta haciendo despertar a mi querido amigo.

 

—Esa es nuestra amiga, sabe bien lo que hace— grita Irina acompañado por varios síes y chiflidos de las chicas.

 

—Si no os importa, dejar de comeros en mitad de la cafetería que estáis dando un buen espectáculo, algo erótico— sentencia molesto Emmett llevándose varios abucheos del resto de nuestros amigos.

 

—Desde qué estás en sequía oso, eres insufrible— apunta Thomas consiguiendo que la mesa explote en risas de nuevo.

 

—Di lo que quieras Thomas, si fuera la pitufa no dirías lo mismo— refunfuña Emmett, y automáticamente Nessie se pone ahorcajadas sobre Jake y lo besa con pasión mientras Thomas se empieza a reír al darse cuenta de como su hermana le acaba de callar la boca al oso.

 

—Creo que ahí tienes tu respuesta Emmett— acota Gianna divertida chocando las manos con Nessie una vez está se sentó de nuevo en su silla, y todos reímos al observar al oso con los brazos cruzados y con el ceño fruncido.

 

—¿Nos vamos amor?— pregunto a Bella mientras deposito besos por su cuello, necesito estar con mi chica a solas.

 

—Sí vamonos...mumm...me gusta amor— susurra con un gemido en mi oído, y de inmediato la levanto de mi regazo para incorporarme y comenzar a recoger nuestras cosas.

 

—Parejita ¿Dónde vais?— se burla Alec riendo.

 

—Cierto aún quedan más de veinte minutos, espero no hagáis nada indebido— manifiesta enfadado Emmett en plan hermano protector.

 

—Nos marchamos dónde nos de la gana Emmett, deja ya de hacer el tonto y recuerda que no todos somos como tú— murmuro cansado de sus comentarios y tomo la mano de mi novia.

 

—Sí amor, mejor marchémonos de aquí y dejemos al niño— anuncia Bella tirando de mi mano para salir de la cafetería mientras oíamos las risas de nuestros amigos en la lejanía.

 

No tardamos nada en llegar a la zona apenas transitada de los jardines, era un buen lugar para estar tranquilos y poder disfrutar de nuestra compañía sin tener a un molesto hermano a nuestro alrededor.

 

—No sabes lo mucho que te extraño cuándo no estas a mi lado— le digo meloso una vez nos sentamos en el césped para luego besar sus deliciosos rosados y carnosos labios.

 

—Yo también te extraño mucho mi amor, de hecho me cuesta dormir horrores al no tenerte a mi lado— me dice poniéndose de rodillas frente a mí, y atrapando nuestros labios en un pasional beso.

 

—Amor estás preciosa con falda, no se porqué no te las pones más a menudo—le ronroneo una vez separarnos nuestros labios—, además, me estás volviendo loco, espero no lo hagas apropósito— rozando con mi nariz su cuello notando como su piel se eriza.

 

—La verdad no. Pero ahora que lo sé, tendré que ponérmelas más a menudo— menciona riendo mientras se sube a mi regazo, uniendo nuestros labios en un fogoso beso, donde nuestras lenguas comienzan una lucha sin tregua explorando cada rincón de nuestras bocas al mismo tiempo que se mueve encima de mi consiguiendo que mi amigo despierte.

 

—Amor me estás matando y como sigas así, te encontraras en graves problemas— le advierto rozando nuestros labios mientras acaricio sus muslos por debajo de su falda.

 

—Y si deseo tener problemas— inquiere empujándome hacia atrás quedando recostado sobre la hierba, y mi princesa comienza a moverse de manera lenta sobre mi ya evidente gran erección.

 

—Realmente los vas a encontrar—respondo mientras sigo acariciando sus piernas por debajo de la falda, llevando mis manos hasta el pliegue de su muslo interno—. Y no hay nadie cerca—comienzo acariciar su intimidad con mis dedos por encima de su tanga, disfrutando de los gemidos que salen de su boca.

 

—Amor...no empieces...algo que...no vayas a terminar— musita entra jadeos, estoy más qué seguro que nota como mi erección crece, y de repente lleva una de sus manos a mi miembro acariciándolo por encima del pantalón haciéndome soltar un gemido.

 

—Amor...¿Qué te parece que nos saltemos la siguiente clase?— pregunto apartando a un lado su tanga y acariciando su intimidad, notando lo húmeda que esta.

 

—Me parece...mumm...una...ah...idea...genial—me besó vorazmente—. Vamonos, te necesito dentro de mí y no puedo esperar— me dijo separándose de mi y guiñándome el ojo antes de incorporarse y tirar de mi mano, inmediatamente la tomo en brazos para dirigirme a los vestuarios del gimnasio que ha está hora no haya nadie puesto que todos están en clases.

 

Nada más entrar en los vestuarios de hombres del gimnasio, mi princesa se bajó de mis brazos, momento que aproveché para cerrar la puerta poniendo el pestillo, nada más girarme lo primero que vi fue a mi Bella moviendo sensualmente sus caderas al mismo tiempo que me llamaba con su dedo invitándome acompañarla, lo cual no dude en ningún instante atrapándola entre mis brazos, y sin más sus labios chocaron ansiosos con los míos, sus manos que se encontraban en mi pecho ascendieron hasta mi cuello, el cual jalaba a su antojo haciéndome soltar pequeños gruñidos por el deseo que tenía de poseerla, mis manos que se encontraban acariciando su cintura descendieron hasta sus caderas originando que colisionara contra mi miembro que parecía cobrar vida propia; un inevitable y delicioso gemido escapó de sus labios logrando que una socarrona sonrisa se formara en mis labios en medio de nuestro beso. Mi princesa nos giró produciendo que quedara acorralada entre mi cuerpo y la pared, ambos nos encontrábamos de lo más anhelantes, nos separamos por la necesidad del aire pero no la di tregua alguna sino que seguí repartiendo besos a lo largo de su cuello, sabía que la estaba en enloqueciendo por sus gemidos y la necesidad con la que se pegaba a mi cuerpo, mis manos descendieron hasta su trasero apretándolo fuertemente contra mi erección.

 

—No sabes cuánto quería hacer esto— musito con voz agravada por el deseo en su oído para luego morder el lóbulo de su oreja.

 

—Edward....te...necesito...mum— susurra entre jadeos mi princesa.

 

—Mi bella voy a saborear todo cuerpo— musito recorriendo su cuello con mi nariz inhalando su deliciosa esencia para luego tomarla de su trasero alzándola, y automáticamente me rodeó la cintura con sus piernas mientras la cargaba hasta la encimera del baño donde rápidamente me desprendí de su camiseta, mis ojos casi se salen de las órbitas al observar su sujetador negro de encaje con transparencias.

 

La besé con fiereza adentrándome en su boca sin consultar ni pedir permiso, la batalla de nuestras lenguas sin ganador nos estaba llevando a la locura, las manos de mi princesa no paraban de tirar de mi pelo tratando de acercarme a su cuerpo aun más, aunque fuese completamente imposible, con mis hábiles dedos retiré su sostén dejándola expuesta ante mí, para poder disfrutar de sus magníficos pechos; me separé de su sabrosos y carnosos labios para ir hasta su cuello donde me deleité torturándola y concentrándome en su punto débil, escuchando sus gemidos que escapaban de sus labios, seguí de manera lenta mi camino hasta sus pechos donde sin más dilación tomé un en mi boca chupándolo, lamiéndolo y mordiéndolo sin piedad, mientras que al otro le daba atención con mis manos; por la fricción de nuestros cuerpos sabía que mi Bella notaba lo duro que estaba, llevó sus suaves y cálidas manos a mi pantalón, el cual desabrochó y bajó junto con mis boxers dando libertad a mi gran miembro, que estaba completamente erecto; mi princesa lo observó con su rostro lleno de placer y lujuria, haciéndome separar de sus pechos para bajarse de la encimera y ponerse de rodillas frente a mi pene.

 

—Muñequita no tienes que...— pronuncio con voz aguada al notar como su mano acariciaba la punta de mi polla.

 

—Pero me apetece demasiado hacerlo— menciona con voz seductora, mirándome a los ojos lo más inocente posible.

Sin perder el contacto visual besó la punta enrojecida y brillante causada por el liquido pre seminal, no se ando con rodeos previos se introdujo mi polla de golpe en su boca, succionando sin piedad, mientras sus manos acariciaban su longitud al igual que mis testículos.

 

—Mierda nena...sigue...ahhh...así...ahh...mierda— no paro de hablar incoherencias y por su mirada sé que esta de lo más satisfecha.

 

Una de sus manos rodeaba y me acariciaba sin piedad subiendo y bajando la parte de mi pene que no lograba cubrir su boca, mientras que con la otra no para de magrear y apretar mis testículos consiguiendo que un sonoro rugido ronco saliera de mi garganta, sus labios descendieron a mis huevos, lo cuales lamió mientras sus manos seguían masturbando mi pene, en este punto me era imposible hablar o maldecir.

 

—Muñequita...me...voy...a...correr...ah...estoy...cerca...ahh— digo como puedo entre jadeos, y rápidamente vuelve a introducirse mi miembro en su boca rozándolo suavemente con sus dientes. Mi Bella me esta matando y ya no podía resistir más—Bellaaa…— grito en un gemido gutural antes de explotar en su boca, mi muñequita se lo traga todo, y las gotas que se escapan las limpia con su lengua consiguiendo que mi amigo comience a espabilarse de nuevo.

 

—Eres increíble nena— declaro cuando recupero mi voz ayudándola a incorporarse, levanto con la palma de mi mano su mentón para unir nuestros labios.

 

El beso que empezó tranquilo se volvió desesperado, con lentitud me desprendí de su falda besando sus muslos y piernas en el proceso, regresé a sus labios besándola vorazmente mientras abría sus piernas para penetrarla de una sola estocada.

 

Puse mis codos apoyados en la encimera recostando a mi muñequita sobre ella, lo que hizo que entrara más fondo, y que mi nena me sintiera profundamente; observé la unión de nuestros sexos y era la imagen más erótica que jamás he visto, mi polla no entraba del todo en su cavidad debido a su longitud y a la estrechez de mi Bella, eso nos hacía llevarnos a la locura y que el sexo entre nosotros resultara extraordinario. Mi muñequita llevó sus dedos a sus pezones tirando de ellos causándose más placer, y eso me desquició totalmente; la tomé de sus caderas alzándola para que quedara tumbada solo con su espalda en la encimera mientras que su trasero y caderas estaban siendo sujetados por mi. Está posición era mucho mejor, mis estocadas eran más penetrantes; mi nena no paraba de morderse el labio para evitar gritar de placer, notaba como sus paredes comenzaban hacer presión sobre mi miembro, así que aceleré mis estocadas; de nuestros labios sólo salían gemidos de placer.

 

—Amor...ahh...me...corro...ahh...no pares...mumm— consigue decir mi nena entre gemidos.

 

—Vente para mí...muñequita...quiero que lleguemos...juntos— digo dando una palmada a su delicioso trasero, y solo fueron necesarias tres estocadas más para que ambos llegáramos a un inmenso y sensacional orgasmo.

Recosté a mi Bella por completo en la encimera al mismo tiempo que mis brazos también se apoyaron en ella para poder calmarnos, un par de minutos más tarde cuando nuestros corazones latían con más normalidad y nuestras respiraciones eran más tranquilas, saque mi miembro de su intimidad muy a mi pesar.

 

—Amo saltarme las clases para estar contigo—menciono con voz dulce besando castamente sus labios y ayudándola a incorporarse observando su desnudez, y rápidamente recojo sus ropas entregándoselas; mi muñequita me mira confusa por mi forma de actuar—. Será mejor que nos vistamos, si pretendes que salgamos de aquí— sonrío pícaro antes de soltarme a reír junto con mi preciosa novia.

 

—Sí es lo mejor, no debo faltar a más clases—sonríe traviesa—, por hoy—añade terminándose de vestir al igual que yo.

 

—Eres hermosa mi Bella, te amo— menciono abrazándola por la espalda mientras se acomoda el cabello.

 

—También te amo, amor— me contesta uniendo nuestros labios en un casto beso para luego tomar nuestras cosas y marcharnos fuera del gimnasio, abrazados y la mar de sonrientes.

 

Pero para mi desgracia siempre hay algo o mejor dicho en este caso, algunas personas que te amarguen el día y es que nada más salir por la puerta del recinto nos encontramos de frente con mis primas y mi peor pesadilla Tanya, acerqué a mi Bella más a mí, sujetándola firmemente de la cintura.

 

—Vaya primito, al parecer se perdió la torpe de tu novia y tú como novio responsable decidiste faltar a clases para recuperarla. Nunca imagine que fueras capaz de hacerlo, ya que ni estando enfermo te has saltado ninguna clase—declara malévola Rosalie al mismo tiempo que Tanya nos repasa de arriba abajo.

 

—Antes jamás había tenido una razón tan importante para escaquearme de clase, y por estar con mi maravillosa novia soy capaz de todo, primita—contesto mordaz sobre todo la última palabra.

 

-¡Qué asco! ¡Apestáis a sexo!— escupe con aversión Alice fulminándonos con la mirada.

 

—Mira Alice, no creo que sea de tu incumbencia lo que hago o deje de hacer con mi novia, es sólo asunto mío— sentencio de malhumor mirándola con hastío.

 

—Vamonos amor, no quiero seguir perdiendo nuestro magnifico tiempo con gente que no merece la pena— asevera mi Bella sonriéndome dulcemente para luego dirigir una mirada de indiferencia a mis primas y Tanya, antes de marcharnos de lo más felices rumbo a su edificio.

 

Como aún quedaban diez minutos para que comenzara mi siguiente clase acompañe a mi preciosa novia hasta su aula donde nos despedimos con varios besos hasta que no le quedó de otra que entrar y a mí, salir corriendo hacia mi edificio para no llegar tarde.

La clase se me hizo de lo más pesada ya que el cansancio a causa del desvelo de anoche, más el hermoso tiempo compartido con mi novia me tenían agotado, por fin sonó el timbre dando por finalizada la clase que pensé nunca acabaría y lo que más rabia me daba es no haber podido dormir por culpa de lo que presencié anoche mientras regresaba a mi hermandad; no sabía que hacer sin contarlo o quedarme callado, lo único que tenía claro es que si mi Bella se enteraba la lastimaría demasiado, por eso me encontraba en está maldita encrucijada.

Nada más salir veo a Justin que también sale de su aula conversando con sus compañeros, de los que se despide rápidamente al verme esperándolo en la puerta principal.

 

—¿Qué pasa Edward? Tienes mala cara— me pregunta preocupado.

 

—Anoche apenas pude dormir— menciono debatiéndome en contarle o no.

 

—¿Te quedaste con Bella a pasar la noche?— me pregunta de nuevo con una pícara sonrisa

 

—Ojala hubiera sido así Justin, ese desvelo valdría la pena— respondo bostezando.

 

—Mira, no sé que habrá ocurrido anoche, pero si necesitas hablar aquí me tienes— dice con sinceridad.

 

—La verdad es que anoche cuando regresaba a la fraternidad presencié algo para nada agradable—mi casi cuñado tira de mí para ir al encuentro de las chicas por la zona menos transitada y así poder hablar tranquilos—. Resumiendo vi a Jackson aparcando su coche y después dirigirse a la entrada de la hermandad Kappa, dónde Alice lo recibió en la puerta de lo más apasionada para luego ambos adentrarse en la casa— digo sabiendo que puedo confiar en él, además de sentirme más liberado al poder hablarlo con alguien.

 

—Al decir de lo más apasionada te refieres...— dice dejando la frase en el aire y asiento.

 

—Sí, para mí que Alice tuvo acción anoche mientras Jasper dormía su borrachera— digo con una mueca.

 

—Por desgracia se cumplió lo que todos nos imaginábamos, que Alice está utilizando a Jasper. Por mucho que le contemos nunca nos creerá porque está ciego de amor por tu prima—suspira buscando las palabras correctas—. Aunque me duela verle sufrir, creo que en cierto modo se lo merece por como ha tratado a las chicas, en especial a Bella, que la conoce de toda la vida y le ama como a un hermano, cómo es posible que fuera capaz de lastimarla de tal manera; y desdichadamente Jasper debe darse un buen golpe de frente con la realidad para darse cuenta del grave error que cometió— habla apenado Justin por el dolor que sufrirá nuestro amigo al descubrir la verdad.

 

—Tienes toda la razón—suspiro—. Ahora mi dilema es, debo decírselo a los hermanos Swan en especifico a Bella ¿o no?— comento confuso ya que no tengo la menor idea de que hacer.

 

—Creo que estaría bien que se lo contaras a Jacob, él mejor que nadie conoce a sus hermanos y sabrá que hacer, sobre todo con respecto a Bella. Pero lo que si te pido es que a Emmett no le digas nada porque le es imposible mantener la boca cerrada— me aconseja con franqueza y la verdad es que me ha quitado un gran peso de encima.

 

—Gracias, me siento mejor ahora que he hablado contigo— le agradezco observando a mi muñequita, que está junto a mi brujita y Nessie, charlando alegremente.

 

—Para eso estamos los amigos, siempre podrás contar conmigo— me contesta palmeando mi espalda al mismo tiempo que una sonrisa se instala en su rostro al ver a mi hermana correr a sus brazos, que la reciben gustoso, y seguidamente mi muñequita se lanza a mis brazos riendo, iluminando todo mi mundo.

 

—Hola amor— me saluda sonriendo traviesa después de darme un delicioso beso.

 

—Hola mi vida te extrañe— susurro en su oído aspirando su embriagante aroma.

 

—Hemos estado conversando y habíamos pensado ir a la cafetería Roma a comer algo, además, Lizzie no para de alabar los bocadillos y dulces que hacen allí, tengo ganas de probarlos— sugiere sonriente mi Bella pero con carita de pena, a la cual no me puedo resistir.

 

—A mí me parece bien—sonrió para luego enfocarme mi vista en mi casi cuñado—¿Tú que opinas?— pregunto divertido a Justin, que me sonríe asintiendo sin dejar de abrazar a Lizzie.

 

—Hola chicos—nos saluda sonriente Nessie cuando llega a nuestro lado—. Lizzie no olvides tu maletín, qué por cierto no veas como pesa— las tres se echan a reír por las últimas palabras.

 

—Hola guapa— saludamos Justin y yo a la vez, logrando que las chicas vuelvan a reír.

 

—Los chicos están esperando en los coches, y Jacob me ha mandado un mensaje diciendo que Emmett fue a por Pooh, y que después de insistir al final James aceptó llevarle en coche, ya que el señoriíto no quería regresar andando, así que también deben estar por llegar— nos cuenta graciosa Nessie imitando la cara de fastidio de James.

 

-—¿En serio fue a por Pooh?—cuestiono asombrado recibiendo un si de las chicas—wauu jamás imagine a Emmett siendo responsable-— todos reímos

 

Pusimos rumbo hacia el aparcamiento no sin coger antes el maletín de mi hermana, el cual lógicamente cargó Justin. Nada más llegar lo primero que vimos es a Emmett de lo más entretenido jugando con Pooh y presentándolo a toda persona que pasaba por su lado.

 

—Está más loco de lo que creí— dice entre risas Justin.

 

—Y eso que no lo has visto en todo su esplendor— comenta Bella con una sonrisa.

 

—¿Puede ser aún peor?—pregunta Nessie fingiendo horror ante el asentimiento de mi novia—¡Madre mía lo qué nos espera!— añade moviendo su cuerpo aparentando tener temblores a causa del simbólico miedo haciéndonos reír.

 

—Hola Matt, te presento a Pooh a que es el cachorro más bonito que existe— escuchamos que decía Emmett a un chico que pasaba a su lado.

 

—Es muy bonito pero no me llamo Matt— le contesta el chico mirándole extrañado.

 

—Qué raro, de seguro me confundí— se disculpa Emmett rápidamente antes de girarse a una morena que pasa cerca.

 

—Mira Brenda, a qué es hermoso mi Pooh— menciona el oso sonriendo.

 

—Sí es muy lindo, parece un peluche— responde con un tímida sonrisa la chica antes de seguir con su camino, estoy seguro que ese no era su nombre.

 

—Hola hermano oso—saluda Bella con un beso en la mejilla —. Hola Pooh— acaricia su cabeza.

 

—Hola diminuta—saluda Emmett besando la mejilla de Bella, que le mira con el ceño fruncido—. Hola chicos-— nos saluda moviendo la cabeza gesto que correspondemos.

 

—Chicos, me estoy muriendo de hambre—sonríe Jake acariciando su tripa—¡Podemos irnos de una maldita vez!— exclama acercándose a Nessie y abrazándola por los hombros.

 

—No podemos irnos aún, debo presentar a Pooh y todavía me faltan más de la mitad de los alumnos, los profesores, los de la limpieza, los de seguridad...— comienza a enumerar Emmett que gracias al cielo es interrumpido.

 

—Emmett, por hoy ha sido suficiente, ya mañana y los próximos días terminas de presentarlo— declara entre risas Thomas, que tiene a Gin bien sujeta de la cintura.

 

—Mi niña, voy a por el coche no tardo— dice Justin besando la frente de mi brujita para después ir donde lo tiene estacionado, una vez que guarda el maletín y las mochilas en el maletero, arranca llegando a nuestro encuentro.

 

Mi hermanita no tardó ni medio segundo en subirse al asiento del copiloto haciendo que Jake, Nessie, mi Bella y yo, fuéramos en la parte de atrás. El trayecto fue de los más agradable no paramos de bromear y de reír.

Nada más traspasar las puertas de la cafetería nos encontramos con los chicos del equipo.

 

—Capitán ¿Cuánto tiempo sin vernos?—saluda divertido Brad levantándose de su silla y palmeando la espalda de nuestro amigo—. Hola princesa ¿Cómo estás?— pregunta abrazando a mi brujita, que le sonríe respondiendo un muy bien.

 

—Cuidado Brad que el capitán ya te está mirando mal— se burla Jhonny otro chico del equipo.

 

—Nahh el capitán sabe que con nosotros no hay problema— responde Brad codeando a Justin, que rompe en risas al igual que todos nosotros.

 

—Chicos juntemos esas mesas para que puedan sentarse con nosotros—les ordena sonriéndonos Jhonny e inmediatamente se ponen a ello-. Daros prisa que el capitán y la princesa no merecen estar de pie— añade riendo, y todos estallamos en risas, incluida mi ruborizada brujita.

 

—Ah sentarnos se ha dicho—declara feliz Emmett tomando a Marta de la mano para sentarse—. Chicos, mirar que guapo es mi perrito Pooh— les presenta y todos le sonríen al oso.

 

Una vez todos nos sentamos Justin hizo las correspondientes presentaciones, ya que sólo nos conocíamos de vista pero no en persona. Comenzamos a charlar animadamente, eran un grupo de lo más agradable, bueno, como dijo Nathan son una gran familia.

 

—Chicos, ¿Listos para la fiesta de la hoguera?— nos pregunta Jhonny sonriendo con malicia a Justin.

 

—Claro que sííí— gritamos todos a la vez levantando los puños, haciendo que el resto de los clientes nos miraran.

 

—Pero antes hemos de aguantar el desfile. ¿Verdad capitán?— inquiere divertido Brad.

 

—¡Basta ya chicos! ¡Dejad a Justin en paz!— exclama mi brujita saliendo en defensa de su chico, sacando un coro de silbidos por parte de los del equipo.

 

—Está bien, no le molestaremos más princesa—todos sonríen a mi hermanita, se nota el gran aprecio que la tienen—. Sólo queremos que por fin nos reconozca cuanto le molesta participar en el desfile— manifiesta chistoso Nathan, otro chico del equipo mientras mira a Justin.

 

—Sí, me carga participar. Me siento demasiado observado como si estuviera en una subasta— refunfuña Justin sacando las risas de toda la mesa, y mi brujita le acaricia la mejilla haciendo que nuestro amigo sonría tontamente.

 

—Piensa que sólo es una hora capitán luego a disfrutar del festejo en la playa para seguir con la fiesta en la antigua casa Phi—asevera con diversión Brad y todos chiflamos entusiasmados. Es una de las fiestas que más nos gusta—. Pretendo pasármelo como un niño, ya le he dicho a Natalie que la toca conducir— choca las palmas con otro de su compañero; supongo que se referirá a su novia.

 

—Me pienso emborrachar al estilo de Jasper— anuncia Jake llevándose varias collejas.

 

—Si te embriagas a ver quien te cuida y aguanta, porque yo, no pienso andar cuidando de un borracho— dice molesta Nessie cruzándose de brazos.

 

—Estoy deseando que llegue el viernes—sonríe como niño Emmett—. Chicas que sepáis que vamos a terminar en el agua como el año pasado— las avisa frotándose las manos.

 

—Este año somos muchas oso, no puedes con todas nosotras— se burla mi Bella sacando la lengua a su hermano, que le devuelve el gesto haciendo que la mesa rompa en risas.

 

—No te preocupes hermanita que cuento con ayuda de sobra— le contesta con una traviesa sonrisa, a saber que trastada estará maquinando.

 

—Lamento decirte hermanito que nosotras tenemos quien nos defienda—se burla mi Bella acercándose a mí—. Amor, verdad que me vas a proteger del oso— hace un adorable puchero que no me reprimo en besar.

 

—Cuenta con ello, por ti hago lo que sea amor—digo sonriente—, además, por mi brujita no me de he preocupar, tiene a Justin para que la defienda— les sonrío guiñándoles el ojo.

 

—Y mi cuñada Nessie cuenta con Jake, aunque no sirve de mucho pero ahí está— comenta mi novia logrando que toda la mesa estalle en carcajadas por sus palabras, menos el aludido por supuesto.

 

—Además Emmett, Gin tiene a mi hermanito, Vicky a James, Maggie a Kevin, Irina a Laurent, Kate a Garret, Bree a Diego. y aunque el resto no estén emparejadas no creo que los chicos las dejen sin protección— declara divertida Nessie.

 

—Vamos que tenemos quien nos defienda de que nos metas en el agua-— dice Irina, quien es abrazada por Laurent.

 

—Aquí la única jodida es la pobre Marta— habla aparentando estar apenada Victoria.

 

—Tranquila Marta que cuentas con Pooh, él te protegerá del mastodonte-— anuncia Maggie sacándole la lengua a Emmett haciéndonos reír.

 

-—¿Me vas a proteger Pooh?—pregunta Marta acariciando la cabeza de Pooh, el cual suelta dos ladridos para luego lamer su mejilla—. Eres un cielo de perrito, menos mal que te tengo a ti— acarician su tripita, y Pooh mueve su rabito contento consiguiendo que la mesa rompa en risas.

 

—Ni con toda la ayuda del mundo, seréis capaces de escapar de mis garras, chicas— decreta Emmett con una malvada sonrisa al mismo tiempo que frota sus manos.

 

—No puedo hablar por el resto Emmett, pero si te advierto que aquí el capitán, te arroja a los tiburones antes de que le toques un solo cabello a su Lizzie— se mofa Jhonny, pero por su sonrisa se entiende que la advertencia es totalmente cierta.

 

—Joder sí, todavía me acuerdo de aquel día en la playa cuando el chico pecoso se quedó mirando a la princesa, que traía puesto el bikini negro— recuerda Nathan y todos rompen en carcajadas, bueno los del equipo porque nosotros no entendíamos nada.

 

—¿Qué fue lo que paso?—pregunta curiosa Nessie, y siendo sincero todos queríamos saber—. Cuenten, cuenten— apremia sonriendo y dando saltitos en la silla.

 

—Bueno, aquí nuestro capitán estaba bebiendo una piña colada con su novia, y entonces Lizzie se levantó a buscar algo en la mochila, y digamos que se miraba muy bien el panorama desde atrás—Justin le manda una mirada envenenada mientras que mi brujita está más roja que un tomate maduro—. En ese momento pasó un pecoso pelirrojo, creo que era de intercambio o algo así, el caso es que se quedó viendo a Lizzie, literalmente se le caía la baba; y aquí nuestro capitán se levantó y lo enfrentó diciéndole “MI NOVIA NO ES NINGÚN PEDAZO DE CARNE PARA QUE LA MIRES ASÍ, MAS VALE QUE TE LARGUES DE AQUÍ SI QUIERES LLEGAR A MAÑANA CON TODOS TUS HUESOS COMPLETOS” sólo deciros que el chico literalmente se meó encima empapando todo su bañador, y seguidamente salió corriendo como alma que lleva el diablo— finaliza el relato entre risas Brad.

 

—Creo que hasta a mí me pasaría eso, si te llego a ver tan cabreado— dice entre risas Thomas a Justin.

 

—Pero eso no es todo—añade otro que creo recordar su nombre es Ryan—. La princesa aquí presente se puso un pareo para cubrirse y el capitán le dijo que se lo quitara, y se marcharon a darse un chapuzón en el mar. Sin embargo no se percataron que dentro del agua estaba el chico pecoso, que salió corriendo del mar como si los tiburones lo persiguieran— a estás alturas los que casi nos meamos de la risa éramos nosotros, más por las caras de Justin y Lizzie que por la anécdota.

 

—¿De verdad pasó eso?—pregunta James ahogado de la risa—¡Qué pena no haber estado allí!— las risas en la mesa aumentaron al ver como Lizzie esconde su rostro entre sus manos.

 

—Por cierto princesa no te vayas a poner ese bikini para la fiesta de la Hoguera, porque aquí nuestro capitán matará a más de uno— se pitorrea Paul.

 

—Paul, no sé si recuerdas que los lesionados no pueden jugar— le dice Justin simulando estar molesto.

 

—Sabes de sobra que estoy bromeando capitán, la princesa puede ir como quiera— se retracta sonriendo divertido Paul, sacando de nuevo las risas de todos los presentes.

 

—Estaos tranquilos chicos que yo me encargo de eso—declara Nessie con una sonrisita que no me gusta para nada.—¿Lizzie recuerdas el bikini rojo y blanco?— guiña el ojo a mi brujita.

—Ni lo sueñes mi niña, si te pones ese bikini, no sales ni a la esquina— sentencia Justin para luego mirarnos a todos con cara de yo no fui. Al parecer es igual de celoso que yo.

 

—Nene no te preocupes que ya tengo listo. ¿Te acuerdas del azul?— anuncia mi hermanita mirándole con picardía, y puedo asegurar y no me tomen por morboso, que mi amigo tenia bastantes problemas con cierta parte de su anatomía por la forma en la que tragó en seco.

 

—Mi niña te verás preciosa con lo que te pongas— dice rápidamente Justin acomodándose no tan discretamente en la silla haciéndome reír.

 

—¿Cuál es el chiste hermanito?-— cuestiona mi brujita entrecerrando los ojos.

 

—Nada, sólo me estaba imaginando la cara que pondrá Justin cuando los babosos no paren de mirarte— comento sonriente consiguiendo que mi brujita me sonría perversa.

 

—No te preocupes vampirito, que la misma cara pondrán cuando vean el bikini que va a llevar Bella. Estoy deseando ver como te las apañarás— me responde maliciosa mi hermana, touché, me la devolvió pero bien, haciendo que la sonrisa que tengo se borrara de mi rostro.

 

—Edward, eso te pasa por reírte de mi mejor amiga— se cachondea Nessie ante mi cara de espanto logrando que los demás se tronchen de risa.

 

—Cuñadita será mejor que no hables, si quieres que te ayude a cuidar de Jake cuando se caiga borracho en la fiesta— aconseja mi preciosa novia defendiéndome, es imposible no amar a está maravillosa mujer.

 

—Eso no es problema Bella—declara tan tranquila Nessie—, mi lobito sabe de sobra que si se emborracha se olvida de que existo. Además, seguro que algún chico se ofrecerá a traerme de vuelta— sonríe haciendo que Jacob se ahogara sin siquiera estar comiendo.

 

—Por supuesto que habrá muchos chicos en la fiesta dispuestos ayudar a una damisela en apuros— apunta uno de los chicos del equipo de cuyo nombre no me acuerdo, es que son tantos.

 

—Estoy de acuerdo con Nessie, si por un casual James prefiere cogerse una buena cogorza, ahí se queda botado-— acota Victoria mirando con cara inocente a James.

 

—En serio chicos, una cosa es que beban para pasar un rato divertido y otra que lo hagan hasta quedar idiotas— menciona con voz dulce Gianna, que se está adaptando de maravilla a nuestro grupo.

 

—Pero así no es divertido, además, no es algo que hagamos de continuo— refunfuña Laurent ganándose una mirada envenenada de Irina.

 

—Calmaros chicas, en ningún momento hemos dicho que nos fuéramos a emborrachar a tal grado como llegó ayer noche Jasper— asevera molesto Kevin por como se están comportando.

 

—Capitán ¿Qué tienes pensado hacer con los chicos nuevos?— pregunta Nathan cambiando radicalmente la conversación, lo que agradecemos todos los chicos de la mesa antes de que algunas chicas salten a la yugular de sus novios.

 

—Todavía no lo sé, tendré que observar como se desenvuelven en los entrenamientos— dice rápidamente Justin.

 

—Pero siendo los sobrinos del rector, no podrás ponerles muchas pegas— asegura Ryan.

 

—Es cierto, pero si no dan la talla pues lo siento; no dejaré que el equipo pierda sólo porqué un par de niños de papi, que han entrado por enchufe, quieran jugar— ratifica mi casi cuñado dejándonos a todos con la boca abierta.

 

—Capitán tendrás problemas con ellos— le reprende preocupado Jhonny.

 

—Prefiero tener problemas que perder el campeonato. Hemos trabajado muy duro estos meses para estar preparados, para que ahora vengan dos enchufados y destruyan todo, pero si ellos saben lo que hacen, no dudaré en darles una oportunidad— asevera con total franqueza Justin.

 

—¡Así se habla! ¡Este es nuestro capitán qué no se deja amedrentar por nadie!— exclama Paul y el resto silva en acuerdo.

 

Por fin aparecieron dos camareras que prácticamente se venían resbalando con su propia baba, recorriéndonos a todos los chicos de arriba abajo con la mirada; parecía que en cualquier momento saltarían sobre alguno de nosotros.

A mi brujita parecía que le picaba la silla porque saltó al regazo de Justin en un periquete. Mi Bella se pegó a mí, y comenzó a repartir besos por mi cuello, mierda me estaba volviendo loco. Nessie empezó a besar a Jacob, que digo a besar se lo estaba devorando. Marta resultó ser más discreta prestó su atención a Pooh y por ende Emmett hizo lo mismo. Victoria, Irina y Maggie, fueron más directas ya que les dieron varios pellizcos a sus parejas para que no las prestaran atención. Gianna no necesitó hacer absolutamente nada ya que Thomas pasó el brazo por su espalda y Gin recostó su cabeza en su hombro, me alegraba ver a mi amigo, mejor dicho hermano, feliz, parecía que las cosas funcionaban estupendamente entre ellos.

Todos hicimos nuestros pedidos, aunque tuvimos que repetírselos varias veces ya que estaban más pendientes de nosotros que de tomar nota. En el momento que estuvieron lo suficiente alejadas la mesa estalló en risas.

 

—Capitán, tengo una duda. ¿Sería capaz de quitarnos a uno de nosotros por meter a los nuevos?— cuestiona con curiosidad Nathan.

 

—Los pondré a prueba, aunque estoy seguro que no darán la talla por lo que comprobé cuando hicimos la selección. Además, este año contamos con Stephan y Jared para esos puestos y difícilmente los podrán superar—los chicos aplaudieron llamando la atención del resto de clientes, que nos miran como si estuviésemos locos—. Pero de una cosa deben estar seguros, y es que no permitiré que por capricho de nadie, incluidos vosotros, vayamos a perder el campeonato. Este año vamos a llegar a la final y ganar, no quiero quedarme en las puertas del Game T.B.A como nos ocurrió la temporada pasada— reitera serio dejándonos a todos flipados.

Jamás imaginamos ver así a Justin, ahora entiendo porqué es el capitán, sabe lo que hace y como se suele decir, tiene los huevos bien puestos.

 

—Joder Justin, nunca te había visto en plan sargento— menciona sorprendido Jacob.

 

—Eso no es nada, ahora está suave porque tiene a la princesa a su lado— declara sonriente Jhonny guiñándole el ojo a mi hermanita.

 

—Aquí están sus pedidos— ni cuenta me di que las camareras llegaron, es más se equivocaron a la hora de colocar nuestra comida y bebida, ya que pusieron las cosas como quisieron y no como correspondía; no obstante no comentamos nada para no tenerlas más tiempo revoloteando y babeando a nuestro alrededor.

 

—En serio capitán, no mire de esa manera a las chicas, vas a conseguir que se desmayen— se cachondea Brad riéndose y todos unimos a él.

 

—Claro, por eso fue a mí, al que casi le ponen el plato de sombrero— se burla ahora riendo Justin, ya que por poco a Brad casi le echan encima el plato de comida.

 

—Sí, pero fue porqué no paraban de mirarte, todo ha sido culpa tuya capitán— le replica guasón Brad. Te lo pasas en grande con ellos, es imposible aburrirte.

 

-—Déjalos nene, es pura envidia por no ser tan perfectos como tú— declara mi hermanita, y un conjunto de silbidos se escucha por todo el local haciendo que mi brujita se sonroje y esconda su rostro en el pecho de Justin.

 

—Tienes razón mi niña, dejemos que se mueran de envidia— dice Justin siguiéndola el juego para que no se sienta tan avergonzada.

 

—A merendar niños—dice el maduro de Emmett—no podemos permitir que a los chicos del equipo se les pase la hora de la merienda, deben estar bien nutridos para rendir en los entrenamientos y en el partido, el que sean los mejores no es por arte de magia, es gracias a su esfuerzo y a su buena alimentación—toma el batido de frutas de Marta y lo pone al lado de su rostro como si fuera un anuncio—. Deben comer fruta aunque sea en batido, y no sé olviden de las verduras— declara con voz grave consiguiendo que todos nos riamos, incluso Pooh comienza a ladrar moviendo el rabito.

 

—Menudo pelota eres oso— se pitorrea mi novia.

 

—Jamás por quién me tomas—aparenta estar ofendido—, solamente constato los hechos. No obstante si aquí los grandes y nobles chicos del equipo se apiadan de este pobre hombre y me quieren donar unos tickets para ir animarles a los partidos, mi edificio es el número tres y mi casillero es el 2257— menciona simulando inocencia. ¡Cómo puede tener tanto morro!

 

—Vaya—dice divertido Justin negando con la cabeza, luego de dar un trago a su capuchino—, se me hacia raro tanta alabanza para que fuera gratis— se ríe y nosotros con él.

 

—Emmett come y calla—declara Lizzie ganándose un par de ladridos de Pooh—. Tú también emmettito, deja de gruñir y a comer—y Pooh de manera obediente empieza a comer, y todos explotamos en carcajadas-. Oso debes aprender de Pooh, mira lo disciplinado que es— agrega haciendo que las carcajadas aumenten.

 

—Princesa antes de que me olvide, Natalie y Haley dicen que estas muy desaparecida y que tienen muchas ganas de verte—comenta Brad sonriendo a mi hermana—. Sólo te prevengo para que sepas que cuando te agarren no te van a soltar, por lo menos en un buen rato “Tenemos mucho que contarnos” fueron sus palabras textuales— asegura imitando la voz de una chica, y la mesa de nuevo rompe en risas.

 

-—Genial tan bien tengo muchas ganas de verlas, si van a la fiesta podremos ponernos al día—menciona contenta mi hermana, pero Justin le susurra algo al oído que hace que sonría como tonta—. Si me ven— añade encogiéndose de hombros; soy el único que sabe lo que tiene planeado hacer Justin ese día, y una sonrisa se instala en mi rostro.

 

—¿Quiénes son Natalie y Haley?— pregunta el cotilla de Jacob, pero en verdad a todos les pica la curiosidad.

 

—Unas muy buenas amigas—responde Lizzie.—¿Verdad Nessie?— pregunta y nuestra pitufa asiente sonriendo.

 

—No me digas más, tú eres la famosa Vanessa de la que tanto hablan—afirma Jhonny sonriendo a nuestra amiga—. No quiero estar cerca cuando se junten las cuatro— pone cara de horror logrando que todos volvamos a reír.

 

—Bueno además de ser muy buenas amigas de Lizzie, Natalie es mi novia y Haley es la chica de Jhonny. Se conocieron al poco tiempo de que la parejita iniciara su relación, y entre ellas creció una gran amistad— nos explica Brad con una sonrisa.

 

-—¡Tengo una idea cuñada!—sonríe Bella dando un saltito en la silla por su ocurrencia—. Como hace mucho que no se ven. ¿Qué te parece invitarlas a la reunión de chicas que tenemos sábado en el apartamento?— pregunta risueña mi novia, aunque me sorprende lo de la fiesta, ya que no me ha comentado nada.

 

—Es genial, de ese modo el resto de las chicas las podrán conocer, además, por el carácter que tienen congeniaran a la perfección con nosotras— garantiza entusiasmada Nessie.

 

—Me parece perfecto, más tarde las llamaré para comunicárselo, estarán más que encantadas de venir—dice sonriendo mi brujita—. Has tenido una gran idea cuñada, os van a caer de maravilla— se levanta para chocar las palmas con mi novia al mismo tiempo que el resto de las chicas pegan un grito de felicidad.

 

—Chicos, ese día la ciudad va a temblar—confirma simulando miedo Justin—. Menudo peligro van a ser todas juntas— añade con cara de susto consiguiendo que todos riamos, no obstante lleva razón.

 

-—¿De qué fiesta hablan?—cuestiona intrigado Kevin—. Lo único que estaba planeado es la comida en casa de Elizabeth y Anthony— se cruza de brazos enfocando su vista en las chicas esperando una respuesta al igual que el resto.

 

—Tiene razón, en ningún momento nos habías avisado— añade molesto James.

 

-—Y para rematar no estamos invitados, menudas novias os habéis echado que no os tienen en cuenta— agrega Emmett metiendo cizaña.

 

—Hermanito es una reunión de chicas y hasta dónde sé, tú eres un chico, a no ser que te hayas hecho un cambio de sexo recientemente— se mofa mi Bella dejando sin palabras al oso, y la risas no tardan en hacer presencia.

Dios como amo a está mujer, es increíble.

 

—Bromas aparte, lo mínimo es que supiéramos de vuestros planes— protesta enfurruñado Laurent.

 

—Chicos relajaos, sólo estamos a martes, estoy seguro que mañana o pasado nos lo habrían dicho— habla con una sonrisa y de lo más tranquilo Thomas intentando apaciguar el ambiente.

 

—Exacto, mañana os lo pensábamos decir, pero antes debíamos hablar con Bree, ya que todavía no lo sabe— declara Maggie haciendo que los chicos se disculpen con la mirada.

 

—Y ahora que ya se han enterado, no cuenten con ninguna de nosotras para el sábado en la noche, tenemos una fiesta a la que acudir— anuncia sonriente Irina chocando las palmas con Vicky, que esta sentada a su lado.

 

—Victoria porqué no se lo comentas a Katherine, sería estupendo que se animara a venir, cuantas más seamos mejor— menciona sonriendo Marta a lo que las chicas gritan en afirmación.

 

—Contad con ello, seguro que vendrá, mi amiga se apunta a todo— declara riendo Vicky.

 

-¿Qué os parece que mañana o el jueves en la tarde nos juntemos para comprar todo para la fiesta?— pregunta con una inmensa sonrisa Gianna mirando de manera cómplice a las chicas, quienes asintieron felices.

Cada vez me daba más pavor la dichosa velada.

 

—Chicos, ya que las chicas tienen planeada su noche del sábado, creo que nosotros también deberíamos planificar una pequeña reunión en la fraternidad—comenta Jake y todos asentimos, me parece una gran idea tener una noche de chicos—. Por supuesto estáis invitados— añade señalando a los chicos del equipo, quienes rápidamente miran a Justin, que de inmediato niega con la cabeza.

 

—Sintiéndolo mucho tenemos que rechazar la invitación—dice Jhonny con cara de pena—. Hay normas que debemos cumplir muy a nuestro pesar— suspira derrotado logrando que Justin suelte una carcajada.

 

-—No es justo capitán, que por vivir ahí tú puedas disfrutar y nosotros no, las reglas son iguales para todos— protesta Nathan con un gracioso puchero.

 

—Esa es la razón por la que tampoco asistiré, me quedaré a dormir en el apartamento—les aclara divertido Justin.

 

—¿Por qué no vas a estar en la reunión, ni dormir en la fraternidad?—cuestiono entre intrigado y curioso al igual que el resto de nuestros amigos, excepto mi brujita que por la sonrisa que tiene se entiende que lo sabe.

 

—Fácil, hay unas directrices que debemos cumplir el día antes de un partido— responde sonriente mi casi cuñado.

 

—¿Y se puede saber cuáles son? Me pica demasiado la curiosidad— inquiere el chismoso de Emmett.

 

-—Son de lo más sencillas—suspiran—, no beber alcohol, no practicar sexo, no ir a fiestas y nada de trasnochar— enumera con los dedos Brad y sin poder evitarlo todos rompemos en risas por las caras de sufrimiento de los chicos del equipo.

 

—Vaya putada chicos, los compadezco—menciono con comprensión, sólo pensar en tener prohibido pasar una noche sin mi Bella, me da algo—. Ahora comprendo porqué vosotros no quedabais los sábados por la noche— añado entre risas señalando a Justin y a mi brujita, la cual me saca la lengua haciendo que todos estallemos en carcajadas.

 

—Quédate tranquilo vampirito, te aseguro que aprovechábamos bastante bien el resto de los días— me responde sonriente mi hermana haciéndome un guiño.

 

—Ed, ten por seguro que ese simple día no me evitaba para nada, hacer que mi niña estuviera muy pero que muy contenta— me contesta Justin con un guiño logrando que la mesa estalle en carcajadas.

 

—¿Podríamos cambiar el tema de la conversación?—me estremezco ganándome una mirada burlona por parte de mi casi cuñado y mi hermana—. Aunque sé de sobra que mi brujita no es una santa, no me interesa en absoluto saber lo bien atendida que estaba— sugiero con cara de horror y todos se empiezan a reír.

 

—No sé porqué me da, que la fiesta de la Hoguera va a dejar a muchas parejitas muy bien atendidas— se cachondea James.

 

—¿Qué es lo que tienes mente James?— cuestiona Victoria sonriendo maliciosa.

 

—Mi boca es una tumba mi amor, lo lamento— responde James imitando cerrar su boca con una cremallera.

 

—Ni que lo digas amigo, ten la seguridad de que muchos que ni se imaginaban emparejados amenazaran de lo más felices a causa de la noche tan movidita— se burla Laurent, que seguro tenía a alguien en particular en mente, sin embargo prefiero no preguntar.

 

—O en cambio sumamente frustrados por algún que otro gatillazo— se mofa Jhonny mirando de reojo alguno de sus compañeros, pero no me da tiempo a fijarme en quien.

 

—Estimado amigo, para eso nuestro cuerpo tiene más formas de como dejar satisfecha a una chica a pesar de eso, sólo hay que saber como hacerlo— argumenta chistoso Brad haciendo que los del equipo rían estruendosamente, seguro que es un chiste privado bastante divertido, más tarde le preguntaré a mi futuro cuñado.

 

—Cu...¿Cuándo será la presentación oficial de los miembros de el equipo?, ¿El mismo día del desfile o antes?— pregunto intentando arreglar que por poco se me escapa llamarle cuñado a Justin.

 

—Se hará el mismo día del desfile, sólo que los de baloncesto, volleyball, baseball, waterpolo, fútbol y atletismo, realizaran su presentación por la mañana en distintos horarios y en sus respectivas instalaciones deportivas; mientras que la nuestra será en la tarde, pero aún no está claro si se hará en el estadio o en la playa; haber que es lo que terminan de decidir el rector y el entrenador— responde mi cuñado con un guiño dándome a entender que sí se percató, y seguro mi hermana también pero no comentó nada.

 

—Mierda, tenia la ilusión de librarme de la cara de asco de la profesora Jeniffer durante dos días-— se queja Irina con una mueca de lo más graciosa.

 

—Vamos chiquita, tampoco será para tanto— la anima Laurent acariciando su mejilla.

 

-—Te comprendo Irina, también tengo un “agradable profesor” sin embargo lo miro por el lado positivo y divertido— comenta Nessie haciendo comillas en agradable profesor.

 

—¿A qué te refieras pitufa?—cuestiona sonriendo Thomas—Vamos cuenta— la apremia riendo.

 

—Sencillo, me imagino a los agradables profesores en situaciones de lo más cómicas, por ejemplo—se golpea la barbilla con el dedo mientras piensa—figúratelos vestidos con un tutú rosa bailando en la fiesta de la Hoguera— declara sonriente nuestra pitufa consiguiendo que explotemos en carcajadas, Nessie era increíble, siempre viendo el lado gracioso a las cosas.

 

—Wow me encanta, es más creo que vosotras deberíais poneros unos tutús para la fiesta, estaríais de los más sexys—comenta con guasa Emmett llevándose varios golpes de las chicas que tiene cerca. —¿Qué?— pregunta inocente.

 

—El único que ira con tutú si no se calla, eres tú Emmett Swan— le reclama mi muñequita consiguiendo que el grandote de nuestro amigo pierda el color.

 

—Sólo fue una broma hermanita, tampoco es para que os pongáis así— manifiesta el oso restándole importancia.

 

—Pues yo pienso ponerme una minifalda que me compré la semana pasada y que mejor día, bueno noche, para estrenarla— anuncia Marta como si nada haciendo que Emmett se ahogue con la cerveza.

 

—En cambio yo prefiero llevar unos jeans y más en las fiestas, no me gusta tener que soportar como los babosos se aprovechan a la hora de bailar para intentar toquearte o rozarte las piernas o que se te caiga algo de bebida encima mojándote entera— explica mi Bella y mis manos se cierran en puños ante el pensamiento de que cualquier baboso le pusiera una mano encima a mi novia, porque iría directo hacerle una visita dentista al día siguiente por todos los dientes que le rompería.

 

—Tienes toda la razón cuñada, voto por los jeans, mucho más cómodos— secunda Lizzie chocando las manos con Bella.

 

—Nosotros votamos por las minifaldas. ¿Verdad chicos?— inquiere un sonriente Jacob y todos los chicos asienten sonrientes menos Justin y yo, que somos demasiado celosos.

 

—¿De verdad?—pregunta inocente Nessie y todos asienten—¡Pues ponéroslas vosotros!— tanto las chicas como Justin y yo, estallamos en carcajadas al ver sus caras de espanto.

 

—Mierda pitufa, nos has puesto una estampa mental de lo más impresionante-— menciono entre risas simulando escalofríos haciendo que el resto también ría.

 

—Basta, dejen de traumatizarnos con imágenes nuestras en minifalda—manifiesta James señalando a todos los chicos de la mesa incluido el. —¿Qué les parece una apuesta?— sonríe travieso elevando una ceja.

 

—¿En qué consistiría la apuesta?— cuestiona Emmett seguido de Jake, que aman apostar.

 

—Apostaremos sobre que equipo tiene más afición en el desfile— contesta James.

 

—Eso es fácil, son los de fútbol americano y todos vais apostar por ellos, menuda tontería— afirma mi brujita recostando su cabeza en el hombro de Justin.

 

—Peke, no había terminado de hablar, a veces eres insufrible—gruñe James haciéndonos reír—. Y respecto a la puesta me refiera al resto de los equipos incluidos los femeninos. ¿Quién se anima?— agrega sonriente cruzándose de brazos

 

Enseguida todos incluidos los chicos del equipo hicieron sus apuestas, que eran anotadas por mi novia en uno de sus cuadernos. En el momento que Bella les preguntó a Justin y Lizzie por quien apostaban, los chicos del equipo gritaron que no podían participar porque seguro la ganarían, ya que tenían mucha suerte, y sin poder aguantarnos volvimos a estallar en carcajadas, no sin antes excluir a nuestro amigo y a mi hermana.

 

-—¿A qué se refieren con eso de que la parejita tiene mucha suerte y siempre ganan?— pregunta curioso Kevin señalando a mi hermana y a nuestro amigo.

 

—Cada vez que nos reuníamos para ver algún partido surgían las apuestas y la mayoría de las veces este par salía victorioso— explica risueño Nathan.

 

—¿Os acordáis aquella vez qué jugaban los Dolphins contra los Cardinals y aquí la princesa y el capitán ganaron?— pregunta divertido Brad logrando que Lizzie esconda su cara en el cuello de Justin mientras dice “No cuentes eso por favor”, consiguiendo que nuestra curiosidad aumentara.

 

—Cómo para no acordarnos, este par nos hizo atenderles con delantal de encaje y gorrita como si fuéramos sirvientas durante una semana— nos cuenta divertido Jhonny mientras coge un plato simulando ser una camarera haciendo que rompamos en carcajadas, hubiese sido algo digno de ver.

 

—En serio, sois tremendos cuñada— dice entre risas mi Bella.

 

—Eso no es nada, en comparación con lo que ellos nos hicieron cuándo nosotros perdimos-— protesta Justin abrazando a Lizzie.

 

—No fue para tanto capitán, además, luego ayudamos a quitarlo— se defiende gracioso Paul.

 

—¿Qué no fue para tanto?—suspira negando con la cabeza—Hicieron que en el apartamento, para ser más exactos en el techo de mi dormitorio, colgaron varias fotos gigantes de los integrantes del equipo rival. Podréis imaginaros la semana de pesadillas que tuvimos— sentencia molesto Justin sacando de nuevo las risas de todos.

 

—¿Tuvimos?—sonríe maliciosa Maggie—Habla mejor por ti solo Justin, que seguro Lizzie se recreo con la vista, porque por muy rivales que sean hay que reconocer que están muy buenos— bromea nuestra amiga consiguiendo que las risas aumenten.

 

—Ni de coña, para que quería ver a esos tipos enclenques, cuando tenía al más perfecto de todos a mi lado—  defiende Lizzie provocando silbidos y waus por parte de todos.

 

—Joder Justin, pásanos la receta, mira que eso de que tú chica tuviera sólo ojos para ti; hoy en día es tener mucha suerte— declara sonriente Laurent.

 

—Lo único que debes hacer es tenerla muy bien atendida, en todos los aspectos, tú me entiendes— contesta mi casi cuñado guiñándole el ojo, y me tapo los oídos de manera teatral.

 

—Chicos en serio, ese tema no me interesa en absoluto, mejor hablemos de quienes serán los conductores designados y con que coches iremos a la fiesta— anuncio cambiando por completo la conversación, por mucho que amo a mi brujita hay temas de los que es mejor no tener conocimiento.

 

—En lo que a mí respecta me llevaré mi propio medio de transporte, digamos que necesito libertad para moverme— nos confirma Justin sonriéndome de manera cómplice porque sabia a que se refería, algo que para nada divulgaría, es nuestro secreto.

 

—Tienes razón, lo mejor es que cada uno nos llevemos nuestros coches así nos podremos marchar cuando nos apetezca, sin estar a expensas de nadie— acoto sonriente pasando mi brazo por los hombros de Bella acercándola a mí.

 

—Ah que no se os olvide que hemos quedado todos para desayunar el viernes en nuestro apartamento y desde ahí marcharnos juntos a ver las presentaciones— nos recuerda con una preciosa sonrisa mi Bella.

 

—Nessie amor, creo que me quedaré el jueves a dormir contigo, de ese modo no tendré que madrugar— asevera Jake haciéndonos reír, no le gusta nada levantarse temprano.

 

—Me encanta la idea pero eso no lo tendrías que decir delante de los amigos— responde pícara nuestra pitufa, que a todo le encuentra el doble sentido.

 

—Mierda paren de una vez con el temita, pitufa se de sobra que no eres ninguna santa pero eso no quiere decir que me interese saber las cosas que hacen— declara Thomas señalando a su hermanita y a Jake.

 

—Mira que hermanitos tan puros e inocentes tenemos Lizzie, que sólo van de la manita con sus novias, espero que no se las dejen muy sudadas— habla Nessie picándonos y consiguiendo que todos se tronchen de risa.

 

—Te garantizo que mi hombre me tiene demasiado bien atendida y me hacer sudar todo mi cuerpo no sólo las manos— asegura mi Bella logrando que ahora fuera yo, el que pareciese un farolillo.

 

—¡Joder Belly, eso no lo digas frente a tus hermanos!— exclama bufando Emmett.

 

—Cierto Bella, no me interesa saber cuanto te hace sudar Edward, es una imagen mental que no me apetece tener— gruñe Jake tapándose los oídos, y todos explotamos en risas al escucharle decir “lalalalala”.

 

En ese momento el móvil de Justin suena y al ver el mensaje suspira con cansancio, apenas unos segundos más tarde varios teléfonos repiquetean al mismo tiempo haciéndonos saltar en nuestros asientos y escuchamos un suspiro colectivo por parte de los chicos del equipo.

 

—Nos vamos chicos, como habéis visto en los mensajes el entrenador nos necesita, así que ir terminando—ordena Justin con voz de mando, que jamás le habíamos oído mientras marca un número de teléfono—Stephan soy Justin, en 20 minutos en el estadio el entrenador quiere vernos—estaba impresionado de como mi casi cuñado se manejaba; ahora no era nuestro amigo, sino el capitán del equipo—ok perfecto, nos vemos allí, no os retraséis-— se despide dando por finalizada la llamada antes de ponerse de pie, y sin que nadie se de cuenta aparte de mí, deposita unas llaves en el regazo de mi brujita.

 

—Entonces nos encontramos más tarde en la fraternidad— le digo rápidamente sonriendo.

 

—Sí, espero que la reunión sea rápida, ya que se suponía que estábamos libres hasta mañana— comenta con una mueca de desagrado sacando las risas de la mesa incluidas las de sus compañeros.

 

—Ojala y así sea amigo, tómatelo con calma— aconsejo con una sonrisa.

 

—Chicos terminaron— inquiere con seriedad de nuevo mi amigo y todos asienten dejando dinero en la mesa antes de levantarse y despedirse de nosotros con una sonrisa para luego comenzar a salir del local.

 

—Justin, ¿Te vienes conmigo no?— pregunta Jhonny a lo que este asiente con una sonrisa.

 

—Nos vemos después mi niña— menciona con voz dulce Justin besando su frente y mi brujita besa su barbilla. No es porqué sea mi hermana pero se mira tan tierna.

 

—Paciencia nene, nos vemos en un rato— se despide mi hermanita juntando sus frentes, ambos suspiran con decepción antes de separarse y que nuestro amigo se despida de nosotros para luego encaminarse hacia la puerta.

 

Lizzie se queda observando a Justin hasta que lo pierde vista y todos nos quedamos en silencio con una sonrisa. James junta los dedos como diciendo falta muy poco para que estén juntos, a lo que todos asentimos con una divertida sonrisa al mismo tiempo que levantamos nuestros pulgares.

 

—¡Allí se va nuestro amigo a ponerse en su papel de capitán!— exclama sonriente Thomas señalando a la puerta y rompiendo el silencio que se instaló en la mesa, lo cual agradecí, ya que sino mi brujita se daría cuenta de que todos nos quedamos observándola.

 

—De verdad que me sorprendió, ver a Justin hablar con tanta autoridad a los chicos— alaba Irina con un silbido para nada femenino sacando las risas de nuevo.

 

-—Hasta parece un hombre, menuda seriedad-— bromea sonriente Emmett.

 

—Es un hombre formidable y un gran capitán, por esa razón está donde está—habla Lizzie defendiendo como siempre a Justin—, o a caso pensaban que era por su cara bonita— agrega retándonos con la mirada.

 

—Peke, es que nos ha dejado impresionados, jamás lo habíamos visto en acción fuera del campo—nos sonríe—. Mira que no es el más robusto y controla a los chicos bastante bien, y encima todos le procesan un inmenso respeto— comenta con admiración James.

 

—Es cierto, hay que ver para creer, con lo calmadito que es, que parece un borreguito al lado de Lizzie y con los chicos del equipo se convierte en todo un león— asevera Victoria levantando sus pulgares haciéndonos reír.

 

—Te puedo garantizar amiga que conmigo también podía ser un león—mueve las cejas sugerentemente logrando que estallemos en carcajadas—. Vosotros sólo le habéis conocido en plan suave, de amigo, sin embargo como capitán debe mostrar su carácter y lo que habéis presenciado no es nada— añade mi hermanita y le brindo una agradecida sonrisa por no seguir con lo antes mencionado; no tengo ningún interés en saber que tan león puede ser mi amigo con ella, y un pequeño temblor recorre mi cuerpo.

 

—¿Te ocurre algo, amor?— me pregunta Bella al notar como mi cuerpo se sacudió.

 

—Sólo que me encantaría poder jugar al león y la ovejita contigo, y comerte enterita— le susurro en el oído y seguido mordisqueo el lóbulo de su oreja consiguiendo que un pequeño y bajito gemido escape de sus labios al mismo tiempo que sus mejillas se sonrojan.

 

—Joder Edward, no le digas cosas obscenas a mi hermanita al oído que estamos delante, además, nos encontrábamos hablando de Justin, hay que aprovechar que no está para poder charlar lo que queramos de él— gruñe molesto Jacob.

 

—Te aconsejo que aproveches cuando yo no esté Jacob Swan, porque te aseguro que tiene quién lo defienda— le amenaza Lizzie.

 

—Sólo vamos hablar de lo responsable y buen capitán que es—sonríeinocentemente—. No sé si fijaron que en el momento que sonó el móvil, puso a todos firmes y llamó a Stephan y Jared para avisarles, es de lo más disciplinado— rectifica rápidamente Jacob logrando que todos riamos.

 

—Amigo, reconoce que le temes a nuestra pequeña Lizzie— se burla Kevin originando que las risas aumenten ante la cara sorprendida de Jake.

 

—Mejor así Jacob Swan o te garantizo que mi mejor amiga estará bastante ocupada como para poder tener tiempo contigo— advierte Lizzie asustando a Jacob, que por su cara nos confirma la veracidad de las palabras anteriormente dichas por Kevin, menudo miedoso.

 

—Nosotros te apoyamos Lizzie, no queremos quedarnos sin entradas por las tonterías de Jacob. Mira que ver a los Bruins cuesta una pasta, aun teniendo el descuento por ser estudiantes de la universidad— secundo sonriente Laurent a lo que todos asentimos.

 

—Vaya amigos tengo, que prefieren las entradas a mi amistad— se queja de manera dramática Jacob simulando sollozar.

 

—No dices más que chorradas hermanito, cada vez estoy más convencida de que te equivocaste de carrera, deberías haberte inscrito en arte dramático para aprender a ser un buen actor, porque eres pésimo— ratifica hastiada mi Bella haciendo que todos rompamos en risas menos el aludido, que tiene el ceño fruncido.

 

—Amor, eres hombre muy guapo pero calladito todavía eres más bonito— menciona con voz dulce Nessie acariciando su mejilla mientras que nosotros seguimos partiéndonos de risa.

 

—Peke, ¿Por qué los chicos del equipo te llaman princesa?— pregunta James, ya se me hacía raro que no lo hiciera es demasiado cotilla.

 

—Es una larga historia—suspira teatralmente—. Desde tiempos remotos cuando los miembros del equipo de fútbol americano querían que sus novias o parejas sobresalieran, decidieron ponerles un apodo especial y único para que se identificaran como parte del grupo. En el momento que inicié mi relación con Justin me adoptaron e hicieron una pequeña ceremonia donde me bautizaron con el apodo de princesa— dice mi brujita concluyendo su relato dejándonos a todos en shock.

 

—Wauu eso es fantástico, siempre te recordaran— comenta emocionada Gianna.

 

—¿Y las chicas qué mencionaste antes también tienen sus propios apodos?— pregunta curiosa Marta.

 

—Sí, el apodo de Natalie es divina y el de Haley es hada— explica sonriente mi brujita al mencionar a sus amigas.

 

—Nunca nos hablaste sobre ellas, de hecho si no las nombran ni nos enteramos— protesta Emmett cruzándose de brazos.

 

—Chicos de verdad que no quiero ofenderlos pero tengo más vida fuera de nuestro círculo, y por lógica más amistades en las que están ellas, además el sábado en la fiesta las conocerán y verán lo simpáticas y divertidas que son— aclaro con total sinceridad, esa es mi hermanita.

 

—Es de lo más entendible, estoy deseando conocerlas seguro que son unas chicas muy majas, nos lo vamos a pasar genial el sábado— expresa mi Bella respaldando a mi brujita, ven porqué la amo cada vez más.

 

—Chicas las conocí este verano antes de irme a Detroit y son la bomba, me lo pase fenomenal—afirma con un gran sonrisa Nessie—¡Va a ser una noche magnifica!— exclama entusiasmada saltando en la silla logrando que todos riamos de nuevo.

 

Apenas nos dio tiempo a componernos de las risas cuando el móvil de Lizzie comenzó a sonar y por querer contestar deprisa puso por error la llamada en altavoz.

 

—Hola nene— saluda mi brujita con una tonta sonrisa.

 

—Hola mi niña, me urge que me hagas un favor— habla con voz dulce Justin.

 

—Claro, dime que es lo que necesitas— contesta rápidamente mi hermana.

 

—Me podrías traer el libro de jugadas que está en el armario del apartamento, en el compartimiento de en medio— le explica.

 

—Por supuesto que sí, enseguida te lo llevo— dice Lizzie levantándose de la silla.

 

—Peke necesitas que...—comienza a hablar James pero es cortado por la voz de Justin.

 

—Mi niña coge mi coche, ni se te ocurra venir andando— dice riéndose al notar que está en altavoz.

 

—Sí estate tranquilo, nos vemos ahora— asegura y de fondo se escucha al entrenador hablar.

 

—Si vamos por un falso ataque por la izquierda, Justin puede tener despejado el camino por la derecha para lanzar al receptor o anotar él directamente— wow están en plenas estrategias y todos prestamos atención pero no pudimos oír más ya que Justin hablo.

 

—Te espero mi niña, gracias— se despide dando por terminada la llamada

 

—Hey espera, quiero que me expliques un par de cosas, por favor— dice Emmett molesto.

 

—Habla rápido que tengo bastante prisa— le apresura mi hermana.

 

—¿Cómo es que vas a conducir el intocable? ¿Y cómo vas a entrar al apartamento si no te dejo llave?— cuestiona Emmett cruzándose de brazos, en cambio yo, me río por como llamó al coche de Justin, y es que nunca se lo deja nadie, mejor dicho a casi nadie.

 

—Voy en su coche porque me lo pidió y cómo ves me dejo la llave—muestra el llavero con el escudo del equipo—. Y entraré al apartamento con mi llave— le aclara mi brujita.

 

—¡Cómo que tienes llave!— exclama alzando la voz Emmett.

 

—Primero que nada no levantes la voz—suspiro irritada por el interrogatorio—. Mira te daré la versión rápida ok, la tengo desde que éramos novios, no se la regresé ni me la pidió, ahora si me disculpáis tengo un coche que conducir y un recado que hacer— puntualiza mi brujita antes de girarse teatralmente y salir de la cafetería.

 

—¡Wow va a conducirlo, menuda suerte!— exclama James mirando por la ventana.

 

—Ni que lo digas, desde que conocimos a Justin el año pasado que tengo ganas de probar esa maquina— comenta Jake restregando sus manos.

 

—Es que ese coche es una pasada, no me extraña que Justin lo cuide de esa manera, por eso me sorprende tanto que se lo deje a Lizzie— manifiesta Laurent enarcando una ceja.

 

—Si le das lo que Lizzie, tal vez te lo preste— dice sonriendo pícaro Emmett ganándose varias collejas.

 

—No digas más tonterías, mi hermanita no le está dando nada— defiendo rápidamente aunque no estoy realmente seguro, pero ellos no tienen porqué saberlo.

 

—Y cómo lo sabes, a caso duermes con Lizzie todas las noches o qué— inquiere de modo peleón Thomas.

 

—Lo único que estoy diciendo, es que por ahora no le está dando nada, también sé que no es inocente y pura— aclaro haciéndoles reír.

 

—Olvidaros ya de que conduzca el coche, a mí me impresionó mucho más, lo de que tenga llave del apartamento y más habiendo terminado su relación— argumenta Kevin.

 

—Es cierto, mira con la confía que le describe las cosas, parece como si llevaran años viviendo juntos— agrega con asombro Laurent.

 

—Paren ya envidiosos, recuerden que tuvieron una relación y luego han seguido siendo grandes amigos— digo intentando zanjar el tema, pero mis amigos son demasiado chismosos.

 

—No jodas Ed, tuvieron una relación tiempo pasado, y mi mejor amiga aún sabe donde guarda las cosas— expresa sonriendo Nessie.

 

—Cierto amor, la relación ya fue, y mira que Justin describe y Lizzie rapidito entiende— secundo mi muñequita mirándome con una preciosa sonrisa.

 

—No creo que el apartamento de Justin haya cambiado mucho últimamente—me encojo de hombros—. Además tuvieron una relación por eso mi brujita conoce bien sus cosas, dejen de darle tantas vueltas a algo tan simple— acoto sonriendo, son peores que el FBI.

 

—Amor, nosotros tenemos una relación y aún me faltan muchas cosas por conocer— me susurra mi muñequita juguetona.

 

—No te preocupes amor que te enseñaré todo— musito sobre sus labios antes de besarlos.

 

—¡Maldita sea! ¡Con todas las cafeterías que hay en el campus tienen que aparecer en está!— exclama con fastidio Maggie haciendo que pongamos fin a nuestro maravilloso beso.

 

Y para mi desgracia por la puerta de la cafetería entraban mis primas acompañadas de Tanya, Renata, Jasper, Felix, Demetri y Royce, menudo grupo.

 

—Eddie qué emoción encontrarnos, parece que me llamaste por telepatía—chilla cual cerdo Tanya acercándose a nuestra mesa seguida de mis primas y el resto de sus amigos—. Los chicos querían ir a otro sitio pero me empeñé en venir aquí que es mucho mejor, y no me equivoqué para nada— habla melosa aproximándose a mí y automáticamente tomo a Bella para sentarla en mi regazo donde rápidamente se acurruca.

 

—Hubiera sido mejor que se fueran a otro lado, así podríamos seguir disfrutando tranquilos de la tarde tan agradable que estábamos pasando— murmuro entre dientes.

 

—Hay Eddie que gracioso eres—me sonríe intentando ser sexy consiguiendo que sintiera nauseas del asco que me da está mujer—, además tengo una muy buena propuesta que hacerte, como somos los líderes de las mejores fraternidades de la universidad—anuncia sonriendo con superioridad a Vicky que la ignora por completo.—¿Qué te parece que vayamos juntos a la fiesta de la Hoguera?— finaliza Tanya su estúpido discurso con una pregunta todavía más ridícula.

 

—Ni en mis peores pesadillas iría contigo— aseguro abrazando a mi Bella.

 

—Por favor Eddie, sería muy buen reclamo para nuestras fraternidades— sigue con su fastidiosa verborrea Tanya.

 

—No gracias, lo que menos deseo es dar mala publicidad a mi fraternidad— sentencio con una hipócrita sonrisa consiguiendo sacar las risas tanto de mi novia como de mis amigos.

 

—Ahora que ya soltaste todas tonterías, te invito a que te marches para así poder seguir con nuestra amena charla, que tan educadamente interrumpiste— acota con aburrimiento mi novia.

 

—El asunto no va contigo idiota— insulta Tanya a mi novia.

 

—¡Me importa una mierda!—suspira irritada—. Lo que todos queremos aquí, es perderte de vista de una maldita vez, así que largarte barbie— habla bastante cabreada mi muñequita.

 

—Vaya primito al parecer te conseguiste una fiera de novia— se burla Rosalie mirándonos con desprecio.

 

—Así la amo Rosalie, hasta podría garantizar que es una de las cualidades que me hizo enamorarme locamente de ella— asevero para luego besar con pasión a Bella.

 

—Sabía que tenías malos momentos, pero jamás pensé que tuvieras mal gusto— comenta Rosalie haciendo una ridícula mueca, que copió de la barbie mayor.

 

—Mis gustos han mejorado bastante desde la última persona con la que salí— ratificosonriendo a mi novia, que acaricia con dulzura mi mejilla.

 

—Amor, ¿Dónde se fueron los chicos?— cuestiona con voz melosa Alice recordándome lo que presencié anoche, y Jasper se apresura a informarla que están afuera esperándolos.

 

—Será mejor que se vayan, sus amigos los aguardan— declaro rápidamente.

 

—Vaya, pensé que la única amargada de la familia era Lizzie, pero al parecer ya te contagió— se mofa Alice con desdén.

 

—Con mi amiga no te metas copia pirata de campanilla o te las veras conmigo— advierte furiosa Nessie, que no permite que nadie hable mal de Lizzie.

 

—Menudo milagro, no me puedo creer que mi primita se fuera sin su siamesa— escupe venenosa Alice.

 

—A diferencia de vosotras que siempre vais en manada como tontas, nosotras tenemos una vida independiente— asegura con ímpetu mi Bella.

 

—Nadie está hablando contigo, vergüenza de la moda— refuta Tanya.

 

—Ni contigo fotocopia barata de barbie— murmura Bella.

 

—Crees que por llamarme barbie me vas ofender niña estúpida, para tu información esa muñeca es el icono de la belleza— gruñe Tanya acomodándose el cabello.

 

—No me refiero a eso idiota, sino a lo plástica y hueca— responde Bella haciendo que Tanya pegue un grito rabioso mientras que todos en la mesa nos partimos de risa.

 

—Tanya, no hagas caso a la descerebrada novia de Edward, que no sabe ni lo que dice— manifiesta Alice mirando con altanería a Bella.

 

—Es mejor hablar de mi primita adorada y de cómo abandonó a sus amigos— se burla Rosalie intentando meter cizaña.

 

—Nada más lejos de la realidad. Lizzie está con Justin, es mas para que veas lo generosa que soy, te diré que estaban aquí con nosotros, sin embargo Justin tuvo que acudir a una reunión de última hora, pero se olvidó de recoger algo en su apartamento, y adivina quién se lo llevó, Lizzie, y para tu información se marchó en el coche de él. ¿Sabes cuál es la razón? Qué se aman con locura, a tal grado que todo lo de Justin es de Lizzie, al igual que todo lo de Lizzie es de Justin, menuda suerte tiene mi cuñada ¿no?— informa mi novia remarcando bien sus nombres dejando a mi prima con cara de tonta.

 

—¡Vaya! Si está también es una criada de Lizzie, se nos había olvidado— dice con malicia Alice, que se salva de que la llame de todo gracias a la educación que me dieron mis padres.

 

—No te equivoques Alice, ellas—señalo a las chicas—son un grupo de amigas que se quieren y apoyan, no las confundas con vosotras que peleáis para ver quien se deja pisotear más por Tanya— escupo de malhumor, mi paciencia esta llegando a su límite.

 

—Si que eres tonto al creer eso, Tanya es nuestra amiga, asesora y una gran líder— defiende Renata, el clon pirata de Tanya, la cual ni recordaba que se encontraba aquí.

 

—Disculpad, no teníamos la menor idea de que había una sabía inspiración entre nosotros—ironiza Bella.—¿Podrías iluminarme sobre que color de uñas me quedaría mejor?—se incorpora de mi regazo y hace una reverencia para luego sentarse de nuevo—o tal vez podrías comunicarme a quienes de la universidad no te has tirado para poder irme a lo seguro y no sufrir riesgo de contagio— añade sonriendo mi Bella.

 

—Mira zorra, no te permito que me hables de esa manera—grita como histérica Tanya—, además si no quieres estar con alguien que ya estuvo conmigo, puedes ir diciéndole adiós a Eddie— agrega con voz suave y sonriendo triunfalmente.

 

—No te confundas Tanya, dije tirado, no que hayas salido alguna vez, mi novio fue bastante inteligente como para cometer semejante estupidez— aclara mi muñequita.

 

—Te aseguro que ganas no le faltaron— ronronea Tanya revolviéndome el estomago.

 

—Aquí la única que se quedó con ganas fuiste tú, porque de mí, ni siquiera un beso conseguiste, fue la peor noche de mi vida— puntualizo demostrando lo mentirosa que es.

 

—Mejor retírense de una vez chicas— declara aburrido James, secundado por unos ladridos de Pooh, dándonos a entender que esta de acuerdo.

 

No me percaté en el momento que Pooh se escabulló de los brazos de Emmet para colocarse al lado de Jasper, dónde levantó su patita para mearse en sus zapatos —bien hecho, pensé—. El idiota de Jasper trato de darle una patada ,sin embargo Thomas fue más rápido y cogió en brazos a Pooh antes de que Jasper le tocará, sólo que en el proceso se manchó con la comida la camisa y parte de la cara.

 

—¡Perro estúpido mira lo que hiciste!— exclama furioso Jasper sacudiéndose el pie.

 

—Cariño ¿Te encuentras bien?— pregunta con dulzura Gianna a Thomas.

 

—Tranquila cielo estoy bien, es sólo la ropa— contesta mientras se desprende de la camisa quedándose en camiseta, y seguido besa con dulzura a Gianna.

 

—Mira tu cara también quedo manchada— menciona con ternura Gin mientras limpia con delicadeza el pringue de su cara con la servilleta, para luego seguir con sus labios, que en cuanto hicieron contacto con la boca de Thomas se fundieron en un beso voraz, no apto para el público.

 

—Será zorra aprovechada— susurra con odio Alice, pero sólo Bella y yo, la escuchamos.

 

—No os parece que está tardando mucho Lizzie— comenta sonriente Nessie.

 

—Seguro que están gozando bien el tiempo— dice Marta con total naturalidad ganándose una furiosa mirada de parte de mi prima Rosalie, que tiene sus manos cerradas en puños.

 

—Os imagináis lo que es aprovechar el tiempo en ese coche…wow— acota emocionada Nessie brincando en la silla haciéndonos reír.

 

—Amor ¿Tu coche es cómodo para poder aprovechar el tiempo?— me pregunta susurrando Bella en mi oído, y a la mierda el estar en un establecimiento público, agarro su hermoso rostro y la beso con toda la pasión que despierta la promesa de como sería de fructífero nuestro tiempo en mi volvo, escuchaba los comentarios de los chicos a lo lejos pero no les preste atención, me encuentro besando a mi muñequita y todo lo demás me da igual.

 

—Vamonos chicas que aquí no saben lo que es el respeto— gruñe Tanya golpeando el suelo con sus tacones —creo—, ya que sigo ocupado besando los labios de mi novia.

 

—Tienes toda la razón aquí sólo hay puros exhibicionistas— refunfuña molesta Rosalie, que se la oye alejarse.

 

—Os importaría dejar de comeros, me estáis pervirtiendo al pequeño Pooh— nos regaña Emmett, y al separarme de los labios de Bella me giro y resulta que todas las parejas están en la misma situación excepto Marta y Emmett.

 

—¡Nuestro héroe!— exclama Nessie cogiendo a Pooh y llenándole de besos para luego entregárselo a Bella que hace lo mismo, y así recorre a todas las chicas hasta volver a los brazos de Emmett.

 

—Ese perro si que tiene suerte— declara un chico que esta en una mesa al lado de la nuestra haciendo que rompamos en carcajadas.

 

Todavía nos seguíamos riendo cuando Pooh empezó a ladrar mirando hacia la puerta llamando nuestra atención. En ese momento vimos la imagen de Lizzie aparcando el coche de Justin enfrente de la cafetería, del cual salió con aires de diva, sabía que la estamos mirando, pensé.

Al observarla más detenidamente me di cuenta de que llevaba las gafas de sol de Justin; uno de sus mayores tesoros, increíble mi brujita hace con mi amigo lo que quiere.

Una vez entró en la cafetería y se quitó las gafas colocándoselas en el cabello, fue cuando me di cuenta de la verdadera razón por la que ocultaba sus ojos; estaban rojos y vidriosos. Mi brujita había llorado. Inmediatamente me acerqué hacia ella que se lanzó a mis brazos sollozando.

 

—¿Brujita qué te ocurre? ¿Dime por qué lloras, pequeña?— pregunto preocupado acariciando su cabello.

 

—No está, bueno si, aunque sólo sus restos—lloriquea—. Como no alcanzaba para coger lo que me pidió Justin, lo busqué para subirme y cuando al fin lo encontré estaba hecho trizas— explica ahogada en llanto realizando aspavientos.

 

—A qué te refieras brujita— sondeo atrayéndola más a mí, mientras me siento con ella en mi regazo.

 

—A mi taburetito, lo hallé todo destartalado— grita sollozando logrando que los clientes volteen su mirada hacía nosotros unos segundos antes de que su móvil comience a sonar, pero al ver que no tiene intención de responder lo hago yo.

 

—Mi niña estás bien— inquiere rápidamente Justin sin dejarme hablar.

 

—Está llorando, llegó mal— declaro observando a mi brujita que seca sus lágrimas con sus manos.

 

—¿Qué ocurrió?—pregunta asustado—. Me entregaron el libro de jugadas diciendo que lo había traído y cuando salí en su busca ya no estaba— añade preocupado.

 

—Se encontró con el taburetito destrozado— explico. Él mejor que nadie sabe el aprecio que le tiene mi hermana a su taburete.

 

—Mierda sabía que esto podría pasar—suspira—. Voy para allá— dice rápidamente finalizando la llamada.

 

—Peke, no te parece que estás exagerando, es sólo un taburete, que Emmett te compré otro y asunto resuelto— habla con voz dulce James, no soporta verla triste.

 

—¡Por qué carajos lo rompiste Emmett Swan!— le grita Lizzie con los ojitos vidriosos.

 

—Sólo quería coger las cosas que se hallaban en la parte superior del armario— se defiende el oso asustado.

 

—Alcanzas perfectamente, no tenias porqué profanar mis cosas— alega mi brujitacon los brazos semicruzados.

 

—No sabía que era tuyo, pensé que era de Justin— se intenta justificar Emmett.

 

—Claro, y Justin va a tener un taburete blanco revestido de madera con flores moradas, para él— digo con ironía.

 

—Venga Lizzie que tampoco es para tanto, no seas dramática— declara Emmett ganándose una fulminante y furiosa mirada de parte de mi brujita.

 

Escuchamos abrir con fuerza la puerta seguido de unos apresurados pasos y al girarnos vemos a Justin, que entra desesperado tomando a Lizzie de mis brazos para sentarse en la silla que está a mi lado con ella en su regazo.

 

-—Tranquila mi niña, todo estará bien pequeña—susurra con cariño mientras mi hermanita sigue sollozando—. Vamos princesa cálmate, que me parte el alma verte así— añade meciéndola como si fuera un bebé.

 

—Pero era mi taburetito— musita entre lloros mi brujita.

 

—Tranquila mi niña puedo comprarte otro— menciona con tono conciliador Justin.

 

—Sabes el valor que tenía para mí, me lo regalaste el día que me entregaste esto— dice sacando unas llaves de su bolsillo. Ahora comprendo mejor la razón de su disgusto.

 

—Por supuesto que lo sé, sin embargo ya no viviré allí—sonríe extrayendo otro juego de llaves del bolsillo de su pantalón, como lo hizo, no sé, pero maniobro con mi brujita en su regazo—. Ten, ahora viviré aquí—le entrega las llaves, las cuales reconozco en seguida. Ahora entiendo el motivo por el que me pidió permiso ayer para hacer una copia—. Casa nueva, taburetito nuevo. ¿Qué te parece ir a comprarlo está tarde?— añade acariciando su mejilla para luego susurrarle algo al oído que hace que mi hermana asienta con una sonrisa.

 

—Qué consté que todavía estoy muy enfadada con Emmett— dice con un puchero Lizzie.

 

—Me parece perfecto—le sonríe dulcemente—. Por cierto, te quedan genial mis gafas, aunque preferiría vértelas puestas—le retira las gafas del cabello para ponérselas con cuidado—. Estás preciosa mi niña, te quedan mucho mejor que a mí— asegura con una sonrisa Justin mirando embobado a mi brujita, que también le mira sonriente.

 

—Esas llaves se parecen a las de…— dice Jake que no puede terminar la frase al ser cortado por Justin.

 

—No se parecen, son las llaves de dónde vivo ahora—declara sonriente mi amigo—. Y antes de que me sometáis a un exhaustivo interrogatorio, os explicaré mis motivos; uno, porqué quiero que las tenga, dos, mi niña es mi apoyo y sé, que si necesito algo como hoy, puedo llamarla con toda tranquilidad que sé que me traerá lo que requiero, sin tener que vaciar todo—mira sonriendo James—y sin romper nada— le manda una mirada envenenada a Emmett

 

—No fue intencional— hablan al mismo tiempo James y Emmett interrumpiéndole.

 

—Intencional o no, mi niña no lo hace, y confió plenamente y ciegamente en ella— afirma Justin consiguiendo que mi brujita sonría feliz e incluso unas pequeñas risitas apenas audibles se le escapan de sus labios, pero ninguno de nuestros amigos se percata ya que se encuentra de espalda a ellos; una idea cruza por mi mente y miro a mi hermana guiñándola el ojo para que me siga el juego.

 

—Cálmate mi brujita, no soporto verte mal—acaricio su cabello—y dentro de un rato iras con Justin a comprar tu nuevo taburetito—  digo con voz dulce.

 

—¡Quiero mi taburetito!— exclama triste y simulandosollozar Lizzie.

 

—Tranquila mi niña, no te hace bien ponerte así— susurra Justin prosiguiendo el juego sin dejar de acariciar su espalda.

 

—Oso, creo que lo justo es que tú repusieras el taburetito— asevera con tono serio Nessie.

 

—Nada es comparable con mi taburetito, era demasiado valioso para mí— ratifica afligida Lizzie.

 

—Mi opinión es que Emmett debe compensarte por lo que ha hecho—alega mi Bella mirando a su hermano con un brillo malicioso en sus ojos—.Oso, rompiste algo sumamente importante para Lizzie, la única solución factible que encuentro para resarcirlo es que les des algo valioso para ti, como el Puff azul que tienes en tu habitación— agrega con satisfacción al observar el pavor en el rostro de su hermano.

 

—¡Mierda no! ¡Ese Puff me costó un mes de trabajo!— clama enojado alzando la voz.

 

—Te cargaste algo muy apreciado por mi cuñada, no te queda de otra más que recompensarla— insiste con convicción mi hermosa novia; todos observábamos con interés la conversación entre los hermanos Swan como si de un partido de Pin-Pon se trate.

 

—Escúchame bien Isabella Marie Swan, nada en este mundo hará que me deshaga de mi Puff— manifiesta gruñón el oso cruzándose de brazos.

 

—Muy bien, entonces vete olvidando de comer algo cocinado por mí el resto de tu vida Emmett Swan— responde mordaz mi Bella, y esa es lo peor amenaza que le pueden hacer a este hombre.

 

—Hermanita es un Puff masculino, no quedaría bien en su apartamento— dice Emmett tratando de salvarse.

 

—Eso no importa, además, de que el taburete estaba en el apartamento de Justin, así que lógicamente el Puff se quedará en la habitación de él— explica mi Bella y el oso sonríe, si se queda en la habitación de mi casi cuñado, se queda en la fraternidad, cerca de él.

 

—No sonrías Emmett, en el preciso momento en que lo entregues, no tienes permitido volver usarlo— declara sonriendo malévola mi novia que da miedo a veces.

 

—Tendríamos que preguntarle a las decoradoras si quedaría bien con la decoración que están haciendo en la habitación— dice Emmett buscando excusas.

 

—Tranquilo Emmett que combina a la perfección con la decoración que está haciendo mi madre junto con Carmen y Esme, si no me crees puede llamarla y preguntárselo— aseguro sonriente.

 

—Mierda, si mamá Eli se entera que he roto el taburete de Lizzie me des adopta—suspira—. Chicos por favor júrenme que no le dirán nada— nos suplica Emmett mirándonos con pena.

 

—Emmett, no creo que haga falta decirle nada, en el momento que no lo vea por la habitación, se dará cuenta— comenta Justin encogiéndose de hombros.

 

—¡No, mierda que voy hacer ahora!— exclama nervioso Emmett.

 

—Fácil le das el Puff a mi peke y todos te ayudaremos a buscar una buena excusa para que mamá Eli no se enteré de lo que en verdad ocurrió— comento James.

 

—Entonces si le doy el Puff a Lizzie, mamá Eli no se entera de lo que pasó con el taburetito y puedo seguir disfrutando de la comida de Bella—reflexiona el oso en voz alta—. Hecho, pero con una condición—sonríe travieso y con un brillo maligno en sus ojos, que sólo augura problemas—. Qué nos enseñes el álbum prohibido—exige tan campante.

 

—Ni lo sueñes Emmett— asegura tajante mi futuro cuñado.

 

—¿Qué álbum nene?— le pregunta confundida mi hermana, así que Justin le explica lo ocurrido y por la sonrisa que se forma en el rostro de Lizzie, pobre de Emmett.

 

—Oso, esas fotografías no pueden verse, son sólo nuestras y nadie aparte de nosotros pude mirarlas, sería indecente— declara mi brujita.

 

—No entiendo porqué, no sé que puede haber de malo en unas fotos privadas— dice insistiendo el lento de mi amigo.

 

—Oso, recuerdas cuando me llamaste en la fiesta de las Invitaciones, y junto con James te gastamos la broma de que estaba teniendo relaciones con alguien— pregunta y este asiente.

 

—Ni me quiero acordar, qué las imágenes mentales que tuve aún me dan escalofríos— se queja.

 

—Bueno, pues ahora imagínate verlo en foto y a todo color— dice bromeando mi hermana logrando que todos tosiéramos disimulando nuestras risas, mientras que nuestro pobre oso parecía pez fuera del agua abriendo y cerrando la boca sin emitir sonido alguno.

 

-—Lo que me estas queriendo decir, es lo que yo creo—dice al fin Emmett con cara de horror, y más al ver como Lizzie asiente mientras se acurruca en el pecho de Justin—. Cómo te atreviste hacer eso, es solo una niña— acusa fulminando con la mirada a mi casi cuñado.

 

—Lo hicimos juntos y de común acuerdo— asegura con tranquilidad Justin.

 

—Te recuerdo Emmett Swan que soy una mujer, y estaba con el hombre que amo— dice con voz dura Lizzie pero con una divertida sonrisa.

 

—Consideré que eras más inteligente Elizabeth Tiffany Masen, creí que eras un chica lista que no se dejaba hacer ese tipo de porquerías. ¿Dónde has dejado la educación de mamá Eli o papá Tony?—negó con la cabeza—. Me has decepcionado, y tú—señala a Justin—, te creí más hombre, pensé que respetabas a Lizzie. No son más que un par de inconscientes descerebrados que no piensan— escupe con asco Emmett, y me fijo como Justin aprieta sus puños controlando la furia que recorre su cuerpo.

 

—¡Emmett basta ya! ¡Te estas pasando de la raya y no te lo voy a permitir!— exclamo con rabia por la forma de comportarse y del grave error que esta cometiendo.

 

—No me digas que debo hacer, ni que decir, es el colmo que te quedes callado Edward. Ese que dice amar a tu hermana la ha...la ha tratado como una cualquiera al hacer eso— grita exasperado Emmett, y mi hermanita tuvo que abrazar fuertemente a Justin para que no se levantara y le partiera la cara.

 

—¡Vete al infierno Emmett, qué poco nos conoces!— suelta en llanto mi brujita escondiendo su cara en el pecho de Justin.

 

—¡Qué lastima! Tú que decís querer tanto a mi niña, la hieras de está manera. No veas como te desprecio en este momento Emmett Swan, y no te parto la cara como te mereces, porque no quiero que mi niña tenga que soportar verte ni un segundo más— sentencia bastante cabreado Justin mientras mi brujita se levantaba de su regazo para que pudiese incorporarse.

 

—Te vas arrepentir Emmett Swan, está no te la perdono tan fácil, si es que lo hago—se limpia las lágrimas con rabia—. Una cosa son tus idioteces y otra muy distinta ofendernos así— asevera Lizzie refugiándose en los brazos de Justin para luego salir de la cafetería.

 

—Creo que les debes más que una disculpa a Lizzie y Justin— reprende Marta a Emmett.

 

—Sólo me preocupo por ella— se justifica Emmett.

 

—Pues de muy mala manera, los conoces mucho mejor que yo, te has portado fatal con ellos, es más dame a Pooh, no vayas a pegarle la tontería que te cargas ahora. Me marcho a dar un paseo con él mientras te calmas— declara Marta colocando la correa a Pooh para luego salir del local.

 

—Se puede saber que coño te pasa hoy, primero te comportas como un estúpido en almuerzo con Edward y Bella, y ahora vas y te portas como un neardental con mi mejor amiga—le reclama Nessie con voz contenida—. ¿Tienes idea del daño que le hicieron tus palabras? ¿Puedes imaginarte aunque sea un poco lo que debe estar sufriendo? Me decepcionaste oso y lo que estoy sintiendo yo, no es nada con lo que en este momento debe sentir Lizzie— se le quiebra la voz al final.

 

—En serio amigo la cagaste pero bien, Lizzie no se merecía ni una sola de tus palabras y tampoco Justin— manifiesta Kevin.

 

—Emmett, creí que Justin te partiría la cara, sabes lo que ama a Lizzie y jamás la haría daño ni la faltaría al respeto— asevera molesto Laurent.

 

—Si de mi de se tratara ya te hubiese roto la jeta Emmett, tus comentarios estuvieron muy fuera de lugar— asegura enojado Thomas.

 

—No has dicho más que idioteces, deberías utilizar el cerebro para pensar antes de hablar amigo—suspira negando con la cabeza James—. Más vale que arregles las cosas, no quiere ver a mi peke triste por tu culpa— le avisa  bastante molesto.

 

—Hermano, no te mediste, es cierto que nunca has tenido filtro para decir lo que piensas o sientes; sin embargo está vez lo necesitas con urgencia, fuiste grosero y ofensivo, insultaste a Lizzie y a Justin de la peor forma. ¿Dónde quedo el oso cariñoso que todos amamos? No es justo lo que les hiciste y como mi cuñada te dijo, deberás trabajar mucho para lograr que te perdonen, y desde este momento te digo que no cuentas conmigo para ayudarte, tú solo te metiste en este lío por no pensar, ahora haber como lo resuelves— dice mi novia dejándome sin palabras al ver como quiere y defiende a mi hermanita.

 

No obstante eso no mitigaba la frustración y rabia que me comía las entrañas, las lágrimas de mi brujita, la tristeza en sus ojos por culpa de las estúpidas palabras de Emmett, las cuales tenía clavadas en mi pecho; y eso hizo que ya no pudiera callar más y estallara.

 

—Eres un perfecto imbécil—respire profundo para calmar las ganas que tenía de agarrarlo del cuello y darle unos cuantos golpes—. No había ninguna necesidad de que trataras de ese modo a mi hermana, nada de lo que dijiste tenía sentido por varios motivos. Uno—levanto el dedo índice—ellos estaban riendo y bromeando hasta que saliste con tus burradas, dos—muestro el dedo de el medio—no sé si tu cerebro logre recordar que Justin nos dijo claramente que él nunca le tomaría fotos así a mi hermana porque la ama y respeta, y tres—levanto mi dedo anular—Lizzie se valora demasiado así misma como para permitir eso por mucho que ame a Justin. Su relación está basada en el respeto, ya sea como amigos o algo más, y esa es la principal razón por la que jamás, escúchame bien, jamás, harían una guarrería como la que diste por hecho que existía en ese álbum—inhalo profundamente, siento mi coraje bullir con más intensidad—. Mira Emmett serás mi cuñado y uno de mis mejores amigos, pero en este momento tengo ganas de romperte la cara por idiota. No has visto cómo cuida y protege Justin a mi brujita, es la niña de sus ojos, por la quedaría su vida, y tú te atreves a insinuar que no la ama o que la trata como a una cualquiera. Cuando creo que ninguno de los aquí presentes incluido yo, cuida también a su chica como lo hace Justin con Lizzie. ¿Te das cuenta de la cantidad de estupideces que mencionaste en pocos minutos? Espero que sí— manifiesto malhumorado girándome hacia mi muñequita—. Amor, te espero fuera— añado con voz dulce besando su frente y salgo como alma que lleva el diablo, necesito aire fresco conurgencia.

 

—Hermano, sería bueno que reflexionaras para poder solucionar cuanto antes la situación— escucho decir a Jake antes de que se cerrara la puerta.

 

Todavía con la angustia carcomiéndome por dentro, decido llamar a mi hermanita, sin embargo quien me responde es mi cuñado.

 

—Hola Edward, dime— me saluda en un susurro.

 

—¿Cómo se encuentra mi brujita?— pregunto preocupado.

 

—Triste pero de mejor animo, ya que le prometí quedarme con ella está noche. Ahora mismo está dormida, dentro de un rato la despertaré para ir a por el taburete—  me explica.

 

—Gracias por cuidar de ella Justin— agradezco respirando mucho más tranquilo.

 

—Ed, sabes que por mi niña doy la vida— me asegura.

 

—Lo sé, por eso confió en ti. Luego nos vemos, cuídense— me despido finalizando la llamada.

 

Apenas pasaron unos minutos cuando salieron por la puerta mi Bella acompañada del resto de los chicos a excepción de Emmett. Nada más verme, mi novia corrió a mis brazos que la recibieron gustosos, el sentirla junto a mí era lo único que necesitaba para sentirme bien. Estuvimos un rato charlando con los chicos de trivialidades, lo que hizo que me relajara por completo, después de despedirnos cada uno se marchó con su pareja para poder disfrutar de un tiempo a solas.

Caminamos abrazados por los jardines del campus hasta que llegamos a la zona del parque infantil, donde se encontraba la guardería de la universidad.

 

—Me acompañas a comprar un helado— me pide con voz dulce mi Bella haciendo un adorable puchero.

 

—Por supuesto, lo que la dama quiera— digo con una sonrisa haciendo una reverencia, para luego abrazarla por la cintura y entre risas nos encaminamos al puesto de helados.

 

Una vez tuvimos nuestros helados y hube ganado la batalla por pagar, nos dirigimos hacia uno de lo más bancos más apartados para sentarnos.

De pronto Bella empieza a reírse como si la hicieran cosquillas consiguiendo que la gente que había en el parque se la quedase mirando como si le faltara un tornillo.

 

—¿Qué pasa amor?— pregunto sonriente observando su cara que está roja de tanto de reír.

 

—Emmett...la...cuenta...se...quedo...con la cuenta— habla entre risas, entonces recapitulo y es verdad, nadie aparte de los chicos del equipo pagó. Menudo castigo le pusimos sin querer, pienso, sin poder parar de reír junto con mi Bella.

 

—Crees que debamos volver— digo aún riéndome pues me estoy imaginando la cara que se le debió quedar al darse cuenta que le tocó pagar lo de todos.

 

—Nada de eso, así para la próxima piensa mejor las cosas—la miro sorprendido porque ella no es rencorosa—. Luego le compensaré cocinando su comida favorita, anda sentemos a comer nuestro helado a gusto— menciona divertida.

 

Una vez terminamos nuestros helados mi Bella se puso sobre mi regazo, recostando su cabeza en mi pecho depositando pequeños besos por mi cuello mientras ronroneaba como un gatito, provocando estragos en mi cuerpo.

 

—Amor, detente— ruego en un susurro con voz ronca.

 

—Mum...¿He hecho algo malo?— pregunta inocente mirándome con una hermosa sonrisa.

 

—Esos ruiditos que haces…me encanta escucharlos cuando estamos solos—me acerco a su oído—y desnudos— musito mordiendo el lóbulo de su oreja, sintiendo como se estremece y sonrío al saber como la provoca.

 

Mi muñequita estaba apunto de hablar cuando mi móvil sonó con la melodía que tenía para Nessie, la cual ella misma eligió.

 

—Dime pitufa— saludo de manera un poco cortante.

 

—Uff…lamento interrumpir, sólo quería recordarte que tenemos la reunión de los líderes de las fraternidades, y se ha decidido que sea en vuestra hermandad, y también para ver si puedes localizar a Lizzie que no responde a su teléfono— me explica cohibida. Mierda me había olvidado, menos mal que me llamó.

 

—¿A qué hora hemos quedado?— cuestiono sonriendo al imaginar la cara que tendrá Nessie en estos instantes al pensar que nos había pillado en plena faena.

 

—A las ocho. El resto de los líderes nos encargamos de llevar las pizzas y las bebidas— me comunica con timidez.

 

—Ok, nos vemos en un rato pitufa— me despido y rápidamente corto la llamada.

 

—¿Qué quería Nessie, amor?— pregunta Bella con el ceño fruncido por la interrupción.

 

—Recordarme que está noche nos juntaríamos en mi hermandad con el resto de los líderes de las fraternidades, para ponernos de acuerdo en los temas que se hablaran en la reunión del jueves— comento sin profundizar en el asunto, pero al ver la cara su cara de enfado me apresuro a aclarar que las líderes de las Kappa no están invitadas, logrando que mi novia me regale una maravillosa sonrisa y una nuestros labios en un dulce beso. Mira que es celosa mi muñequita, me encanta.

 

—Bien, pues habrá que irse moviendo— dice con un lindo puchero que no me resisto a besar.

 

—Espera un segundo que he de llamar a Lizzie—menciono mientras marco el número que me manda directo al buzón—. Mi brujita linda de corazón, espero que la razón de que no me contestes sea por estar eligiendo tu taburetito y no por estar haciendo otras cosas con Justin pillina. Recuerda que hemos quedado a las ocho en mi fraternidad, te quiero pequeña— sonrío colgando el teléfono mientras me levanto para rodear la cintura de mi novia y emprender el camino de regreso.

 

—¿Vienes conmigo a la fraternidad o...?— pregunto dejando la frase a medias.

 

—No, iré mas tarde así aprovecho para estudiar y terminar los deberes— me responde mirándome con esos ojitos chocolate que tanto amo.

 

El trayecto se me hizo corto, no quería separarme de Bella pero tenía tarea que hacer además de revisar los puntos sobre los que hablaríamos mas tarde, así que muy a mi pesar me despedí de mi muñequita con una deliciosa sesión de besos en la puerta de su edificio.

 

—Nos vemos a las ocho, te amo— susurro sobre sus labios antes de alejarme.

 

—Nos vemos mas tarde, trasero lindo— dice mirándome picara.

 

—¿Cómo me has llamado?— pregunto cruzándome de brazos.

 

—Trasero lindo, mejor dicho, mi trasero lindo— reitera haciéndome un guiño y no puedo evitar acercarme y rodearla con los brazos dándole un par de palmadas en su culo, que me maravilla.

 

—Esté, si es un culito exquisito y delicioso—susurro en su oído mientras muerdo el lóbulo de su oreja para luego unir nuestros labios en un fabuloso beso—. Amor, nos vemos en un rato— añado una vez nos separamos.

 

—Te amo, mi trasero lindo— dice sonriente dándome un pellizco en el culo antes de salir corriendo y adentrarse en su edificio. Está me la cobro mas tarde.

 

El camino de vuelta se me hizo eterno sin Bella a mi lado pero tenía deberes que hacer, además de preparar todo para la dichosa reunión.

Una hora y media más tarde ya había acabado y como todavía tenía tiempo de sobra, decidí darme un ducha rápida antes de revisar todo lo que habíamos decidido los chicos de la hermandad, sobre los temas que más tarde trataríamos.

 

Justo cuando estaba terminando de repasar los papeles escuché abrirse la puerta principal por la que entraban Jake y Nessie devorándose a besos sin percatarse de mi presencia, así que carraspeé un par de veces haciéndome notar.

 

—¡Joder Edward, me asustaste!— exclama Nessie dando un salto.

 

—Sólo quería comentaros que esas cosas deben hacerlas en su cuarto, y os aconsejo que apaguéis los móviles para evitar que os molesten— menciono sonriendo, consiguiendo que Nessie se ría.

 

—Lo siento Ed, no sabía que Bella y tú estabais ocupados— se justifica haciendo que Jacob se ría y se gane un puntapié de su parte.

 

—Tranquila pitufa que no interrumpiste nada. Aunque para la próxima vez mándame un mensaje— puntualizo haciéndonos reír.

 

—Llegaron los más guapos— grita James que entra seguido de Thomas, Laurent y Kevin.

 

—Genial, ahora que ya estamos casi todos preparemos las cosas— sugiere Kevin, y todos nos reímos ante las caras de disgusto de Laurent y James.

 

—Vamos a darnos prisa, muero de ganas por jugar un rato al Guitar Hero— nos apresura Laurent comenzando a unir varias mesas del comedor.

 

Estábamos casi terminando de preparar todo cuando oímos abrirse la puerta de golpe, dando paso a un furioso Jasper que subió directamente a su cuarto sin saludarnos.

 

—Este chico cada día está más tonto— declara hastiado Thomas.

 

—Ahora vamos a jugar mientras llega el resto— anuncia sonriente Laurent y todos nos encaminamos a la sala de juegos.

 

Después de media hora jugando donde no paramos de reír, el timbre comenzó a sonar, así que dimos por finalizado nuestro tiempo de recreo. Jacob se marchó abrir la puerta mientras nosotros recogíamos todo.

En cuanto acabamos fuimos directos hacia la cocina donde se encontraba Jake acompañado de Garrett y Damon, luego de saludarnos comenzamos a charlar amenamente mientras bebíamos unos refrescos.

Al rato escuchamos de nuevo el timbre y está vez le toco a Thomas ir a recibir a las visitas. Segundos después entraron unas muy sonrientes Katherine, Elena, Victoria y Kate a la cocina, cargando varias bolsas que dejaron en la encimera.

 

—Hola a todos— saludan a la vez haciéndonos reír.

 

—Aquí llegan las chicas de los helados— añade divertida Elena que empieza a sacar las tarrinas de las bolsas mientras que Nessie las va guardando en el congelador.

 

—No pensáis invitarnos a tomar nada— inquiere Kate con una sonrisa sentándose en el regazo de su novio.

 

—¿Qué desean beber las señoritas?— pregunta James y las chicas piden unos refrescos, que rápidamente mi amigo les sirve.

 

—Wow Vicky, lo tienes bien entrenado— se burla Katherine y todos estallamos en risas.

 

—¿Qué os lo que ocurre aquí?— cuestiona Alec entrando a la cocina acompañado de Diego y Thomas.

 

—Nada sólo hablamos de lo bien dominado que tiene Vicky a James— contesta Nessie logrando que todos volviéramos a reír.

 

—Anda Laurent sácanos un par de cervezas, y guarda esto para que se vaya enfriando— le pide con un guiño Diego, y entonces es cuando me fijo en los packs de cerveza y refrescos que han traído.

 

—Aquí tenéis mis amores, espero os sienten bien— bromea Laurent entregándoles las cervezas a Diego y Alec, que le responden sonriéndole y con un “Gracias guapetón” consiguiendo que rompamos en carcajadas.

 

Todavía nos seguíamos riendo cuando el timbre volvió a sonar y como estaba de pie decidí ir abrir la puerta llevándome una maravillosa sorpresa. Ahí estaba mi Bella.

 

—Hola amor, me extrañaste— me saluda con una preciosa sonrisa.

 

—Hola muñequita—tiro de ella para rodearla con mis brazos—ni te imaginas la falta que me hiciste— susurro sobre sus labios antes de besarla apasionadamente.

 

—Hola chicos, lamento interrumpir pero necesitamos pasar— nos saluda sonriente Emmett que viene con Pooh a su lado.

 

—Hola hermano oso— le saluda mi Bella con un beso en la mejilla para luego agacharse a acariciar a Pooh.

 

—Hola Emmett— saludo seco y cortante poniéndome aun lado para que pueda entrar.

 

—Edward lo siento, soy un bocazas, me fui de la lengua, perdóname hermano— me dice arrepentido mi amigo.

 

—Conmigo no hay problema, es mas, está todo olvidado. No obstante no es a mí a quien debes pedir perdón, sino a Justin y Lizzie— aclaro palmeando su espalda.

 

—Eso haré no te preocupes, ahora será mejor que entremos antes de que los chicos salgan a nuestro encuentro— puntualiza con una pequeña sonrisa Emmett.

 

En el momento que entramos en el salón, las chicas me robaron a Bella para hablar sobre la dichosa fiesta que tenían planeada el sábado noche, así que me acerqué donde estaban los chicos charlando sobre deportes.

 

—Hey Edward, ¿Cuándo empezamos con la reunión?— me pregunta Garrett.

 

—En cuanto llegue Lizzie, no creo que tarde mucho más— respondo mirando mi reloj y todavía faltaban diez minutos para que fueran las ocho.

 

—Me parece rarísimo tenerla que esperar, ya que siempre es la primera en llegar— comenta extrañado Alec.

 

—Tuvo que salir con Justin a comprar y recoger unas cosas— explico sin entrar en detalles, más tarde se enterarían. Justo cuando Diego esta apunto de argumentar algo escuchamos la puerta abrirse.

 

—Me tenías que haber dejado darla un buen tirón de pelos— oímos la voz de mi brujita.

 

—Mi niña no era necesario— dice riendo Justin.

 

—¡Cómo que no, si te comía con los ojos!—exclama Lizzie—. Además de estar casada y con hijos— añade y ambos se ríen.

 

—No le das más vueltas princesa, no merece la pena— declara negando con la cabeza Justin.

 

—Ok, pero reconoce que podría haber disimulado un poco, hasta sus hijos se dieron de cuenta de como babeaba— argumenta divertida mi hermana.

 

—Sí, eso fue de lo más gracioso— sigue hablando Justin mientras que nosotros escuchamos su conversación y ellos ni cuenta, se marcharon directos a la cocina y segundos después salieron con una bebida en la mano.

 

—Hola a todos— saludan sonrientes al unísono haciéndonos reír.

 

—Enseguida bajamos— agrega Lizzie mientras ambos suben las escaleras hacia el cuarto de Justin, entonces me percato de la mochila que traían y recuerdo que se quedarían juntos.

 

—Ed, ¿Qué le ocurre a mi mejor amiga y socia?—me pregunta con interés Diego—. Se le nota en los ojos que está triste, la conozco bastante bien— añade enfocando su mirada en las escaleras.

 

—Hubo un problema está tarde con Emmet que la alteró mucho—respondo sin profundizar en el tema—. Sería bueno que la animaras un poco— sonrío colocando mi mano en su hombro.

 

—Cuenta con ello, para eso estamos—dice sonriendo Diego—. Mira, ahí baja la parejita— me señala hacía las escaleras antes de marcharse al encuentro de mi hermana.

 

—El amor de mi existencia por fin llegó, dando luz a mi nefasta vida—sonríe mientras se arrodilla al pie de las escaleras—. Oh amore mio, en que momento me darás el sí, hasta cuando tendrás en agonía a este pobre corazón que late solo por ti— recita Diego tendiendo su mano hacia Lizzie, logrando que una hermosa sonrisa aparezca en su rostro.

 

—Lo siento amigo, tendrás que cómprate una bombilla porque esté sol es mió—sigue el juego Justin—. Aunque te permitiré unos instantes a solas con ella mientras voy a por unas cosas al coche— bromea besando la frente de Lizzie antes de separarse y llamarme con un movimiento de cabeza para que le acompañe.

 

—¿Sucede algo malo?— pregunto llegando a su lado.

 

—Cálmate que no pasa nada, solo quería darte esto—declara mi casi cuñado entregándome un sobre—. Es el dinero para la cuota anual de la fraternidad— me explica con una sonrisa.

 

—No hacía falta que me lo dieras tan pronto, apenas y te mudaste ayer— digo sonriendo.

 

—Mejor así, una cosa menos en la que pensar— me responde con un guiño mientras saca tres taburetitos del coche.

 

—¿Dónde vas con tres? Pensé que sólo comprarías uno— cuestiono extrañado.

 

—Estando en la tienda viendo los taburetes, llamó tu madre y al enterarse donde nos encontrábamos nos pidió que le cogiéramos uno, por otro lado mi niña estaba indecisa entre dos, así que opté por comprar ambos— me explica divertido entrando de nuevo a la casa.

 

Al observar que mi hermana estaba feliz hablando con Elena, Diego, Kate y Alec, aprovechamos a subir rápidamente a nuestras habitaciones que se hallaban en la última planta. Una vez que guardé el dinero en la caja fuerte de mi habitación, salí en busca de mi futuro cuñado que ya me esperaba en el pasillo para bajar de regreso con los chicos.

Nada más entrar vimos a Lizzie muerta de risa por una cómica discusión entre Alec y Diego.

 

—Está pequeña resulta que es mi mejor amiga y siento decirte que me quiere mucho más a mí— sentencia Alec pasando el brazo por los hombros de mi brujita al mismo tiempo que reta a Diego con la mirada.

 

—Cómo puedes decir tantas tonterías, todos sabemos que su preferido soy yo, de hecho con quién realiza las travesuras— rebate Diego cruzándose de brazos logrando que todos los presentes estallemos en carcajadas.

 

—No se peleen que hay Lizzie para todos. No obstante el número uno nadie se lo quita a…—hace una pausa dando suspenso—mi vampirito que me enamoró desde que nací— dice sonriente mi hermana haciéndome un guiño

 

—Abran paso señores—paso entre ellos de manera teatral—, ya escucharon a mi brujita, soy su primer amor y nadie me puede arrebatar mi estatus— menciono sonriente mientras la abrazo y beso su frente.

 

—Qué seas el primero no quiere decir que seas el único, así que muévete que su eterno enamorado quiere un abrazo— manifiesta Diego empujándome ganándose que los demás le chillen celoso.

 

—Aléjate ya, que a mí aún no me ha recibido como se debe— declara Alec entrando al ruedo y abrazando a Lizzie.

 

—Ya, no me la manoseen más, qué es mía— asevera Justin sacando a Lizzie de los brazos de Diego y Alec, sacando las risas de todos.

 

—Después de tan lindo espectáculo, creo que es hora de comenzar a cenar— sugiere entre risas Elena zanjando la tonta polémica.

 

—Elena deberías estudiar política en vez de enfermería, sabes como poner a la gente en su sitio— bromea Kate logrando que la habitación rompa en risas.

 

—Vamos chicos que las pizzas se enfrían y es asqueroso comerlas de esa manera, parecen chicles— manifiesta Nessie poniendo una graciosa mueca.

 

—Nos sentamos muñequita— menciono abrazando a Bella por la espalda besando su cuello.

 

—Mum...amor detente en este momento o te rapto— me avisa sonriendo traviesa mi Bella y muy a pesar no me queda de otra que tomar su mano para sentarnos en la mesa,mierda.

 

Al fin nos sentamos a cenar y luego de mantener una charla de lo más agradable, nos pusimos serios para tratar los temas con respecto a las fraternidades. Dos horas más tarde ya habíamos llegado a un acuerdo, decidimos que sería bueno comenzar la semana entrante con la “Rush Week” que son las entrevistas exhaustivas a los Pledges o nuevos miembros. También concordamos en hacer pruebas colectivas aparte de las individuales, y por último pactamos los puntos en los que votaríamos a favor y en contra el jueves en la reunión con el rector, el comité de eventos, el secretario y las líderes de la fraternidad Kappa.

Luego de ayudarnos a recoger todo, no tardaron mucho en irse puesto que se nos hizo bastante tarde.

 

—Estoy muerta—dice mi hermana tirándose en el sofá—, ahora entiendo porqué el cabrón de Jared no quería el puesto de presidente, y nosotras como tontas nos dejamos convencer, esto nos pasa por ser demasiado buenas Nessie— suspira negando con la cabeza consiguiendo que todos rompamos en carcajadas.

 

—Relájate amiga, tarde o temprano nos vengaremos de él— declara Nessie sonriendo maliciosa.

 

—Se me están ocurriendo varias ideas, sólo que necesitamos la ayuda de las chicas, en especial la de Kim— anuncia con una sonrisa malévola mi Bella logrando que Nessie y Lizzie aplaudan entusiasmadas. Menudo peligro son estás tres juntas, pobre de Jared.

 

—Por favor no hagáis nada que pueda lesionarle, necesito que este en perfectas condiciones para el partido— les pide Justin con un puchero, y todos estallamos en risas.

 

—Tranquilo capitán que nada le va a pasar, sólo se enfadara un poco— le contesta mi Bella con un guiño.

 

—Chicas no os quejéis, este año la cosa fue rápida, no como el anterior que tardamos cuatro horas en ponernos de acuerdo— rememora Thomas que tuvo que asistir a la reunión en sustitución de Emmett que estaba con fiebre.

 

—Lo bueno es que todo salió perfecto, podría decir que mucho mejor de lo que esperaba— aseguro abrazando a Bella.

 

—La diferencia es que este año no tuvimos que dar nuestro voto a las Kappa— dice Jake.

 

—¿Por qué tuvisteis que apoyarlas?— pregunta con curiosidad mi novia.

 

—David que era el presidente de la fraternidad en ese tiempo, les pido su voto para que nos cederían más espacio de aparcamiento, y cuando Edward tomó el cargo el año pasado no le quedo de otra que devolver el favor— le explica James.

 

—Menos mal que de los errores se aprende— agrega Laurent con una graciosa mueca originando risas de nuevo.

 

—Lizzie, hemos decido ir mañana por la tarde hacer las compras para la fiesta del sábado— le comunica Nessie cambiando radicalmente la conversación.

 

—Lo siento pero no puedo acompañaros, tengo sesión con la psicóloga— dice mi hermana con una sonrisa.

 

—Entonces habrá que dejarlo para el jueves porque te necesitamos de chofer— manifiesta con una hermosa sonrisa mi novia.

 

—Chicas no tenéis porqué cambiar los planes, llevaros mi coche y solucionado— declara mi brujita.

 

—Pero no podemos hacer eso ¿Qué vas hacer tú sino? ¿Cómo vas a ir al hospital?— cuestiona preocupada Nessie por algo sin importancia, porque podríamos acercarla cualquiera de nosotros.

 

—No hay ningún problema chicas, eso tiene fácil arreglo, puedes llevarte mi coche y luego venirme a buscar cuando termine el entrenamiento— habla cariñoso Justin a mi brujita solventando el problema, y dejándonos alucinados por ver que le presta el coche de nuevo.

 

—Gracias nene, eres el mejor— agradece Lizzie sonriendo a mi amigo antes de soltar un pequeño bostezo.

 

—Estás cansada mi niña, vamos a dormir— dice Justin tomando su mano.

 

—Tienes razón, estoy que me caigo de sueño—dice acercándose a Nessie y a mi muñequita para darles un beso en la mejilla—. Nos vemos mañana guapas, descansar—se despide para luego venir a mí y darme un abrazo y un beso—, qué duermas bien vampirito, te quiero— me susurra, adoro lo mimosa que es.

 

—Descansa, mañana nos vemos, te quiero pequeña— menciono besando su frente.

 

—Buenas noches chicos, nos vamos a dormir que estamos cansados—suspira—. Bueno al menos que alguien tenga objeción al respecto o de plano llamarme de alguna forma por dormir con mi mejor amigo— suelta mordaz mi hermana, toma esa Emmett.

 

—Marchemos mi niña que estoy seguro que nadie dirá nada—asegura Justin mirando fijamente a Emmett—. Hasta mañana gente— se despide con una sonrisa mientras se encaminan hacia las escaleras, en el momento que les vi desaparecer enfoco mi mirada en el oso.

 

—Espero y estés feliz por tus logros. ¿Tienes idea de lo herida que está mi hermana?— inquiero todavía un poco mosqueado con él.

 

—Ed, sé que me equivoqué y lo reconozco, no tienen idea de cuanto me duele el rechazo de ambos— me responde Emmett arrepentido agachando la cabeza.

 

—Creo que sería bueno que te disculparas con ellos cuanto antes— aconseja Thomas ganándonos la palabra a todos.

 

—Es lo que he intentado hacer durante toda la noche pero me ignoran— nos explica mi amigo apenado.

 

—Hay momentos para todo Emmett y te aseguro que en medio de la reunión no lo era— expresa rápidamente Kevin.

 

—A lo hecho pecho amigo, deberás trabajar duro para conseguir su perdón, mira que por muy buena que sea mi peke es bastante tozuda— agrega James que la conoce a la perfección.

 

—Dejemos el asunto de una vez y vayamos a dormir que es muy tarde, y mañana tenemos que madrugar— declara cansada mi muñequita.

 

—Tienes razón compi, marchémonos— responde la pitufa incorporándose del sofá.

 

—Chicas espérense que las acompañamos— anuncia Jake.

 

—Si queréis podéis escoltarnos hasta la puerta, ya que Bella trajo el coche de Lizzie— nos explica sonriente Nessie.

 

—Nos vemos mañana amor— musita mi Bella sobre mis labios.

 

—Mañana es mucho tiempo muñequita— susurro después de besarla ganándome una hermosa sonrisa de su parte.

 

—Lo sé amor, extráñame, te amo— dice uniendo nuestros labios en un apasionado beso.

 

—También te amo, no sabes cuanto muñequita— menciono para luego cerrar la puerta del coche y besar sus labios antes de verlas desaparecer en la oscuridad de la noche.

 

De regreso al interior de la casa, observo como mis amigos subían demasiado sospechosos por las escaleras. Los seguí hasta la tercera planta, situándose frente a la puerta de Justin pegando la oreja mientras se hacían señas unos a otros para que se callaran y así poder escuchar lo que sucedía dentro, menudos cotillas que son.

 

—Se están riendo— susurra Jake.

 

—Seguramente estén viendo una de las películas que le gustan a mi peke—asevera James.

 

—Menuda decepción y nosotros pensando que ya estaban juntos— manifiesta negando con la cabeza Laurent.

 

—Satisfecha su curiosidad señores—digo haciendo que peguen un salto del susto—. Creo que es hora de que os marchéis a dormir y dejéis en paz a Justin y Lizzie— simulo estar enojado aunque por dentro me estoy riendo por sus rostros de espanto.

 

—Este...nosotros ya nos íbamos—se apresura a decir Thomas poniendo rumbo hacia las escaleras para bajar a su cuarto, seguido por el resto de los chicos.

 

En el momento que desaparecieron, saque mi móvil y mandé un mensaje a mi brujita contando lo que acababa de ocurrir: de pronto escuché como el sonido de sus risas aumentaban, seguro ya lo habían leído.

Después de lavarme los dientes y quitarme la ropa, me metí en la cama quedándome rápidamente dormido, soñando con mi castaña de ojos chocolates. 


 

Las fotos del fic, las podéis encontrar en mi perfil de Facebook, en el álbum con el nombre del fic "Sensación de Vidas Universitarias"

Mi nombre de usuario es: maya masen cullen.

El Link del trailer lo tenéis arriba.

Emmaly Swalen mil gracias por tan maravilloso Trailer, Portadas y por sus maravillosas ideas

Mil gracias primita, por corregirme los fallos, no sé que haría sin ti.

A mi hermanita Maia que siempre está ahí aconsejándome y animándome.

A mis amigas Aliena y Teresa por su apoyo.

A mis lectoras tanto a las que dejáis vuestra opinión como a las silenciosas gracias por estar ahí.

Espero sus comentarios y sugerencias de todo corazón.

Muchos besitos y mordisquitos de Edward para todos mis lectores.

Capítulo 15: Mudanza, Sorpresas y Planes Capítulo 17: Sentimientos al Descubierto

 
14445507 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios