Sensación de vidas Universitarias (+18)

Autor: MayaMasenCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 29/11/2010
Fecha Actualización: 06/07/2014
Finalizado: NO
Votos: 50
Comentarios: 168
Visitas: 61524
Capítulos: 19

¿Quién dijo que la universidad es fácil? Cuando el amor llega a los hermanos Masen, Edward y Elizabeth, creen que todo irá bien, pero no todo será maravilloso y tendrán que afrontar, al lado de sus parejas y amigos, los obstáculos que se interponen; Amor, engaños, traiciones, envidias y más, se verá en una de las mejores universidades.

 

Trailer Sensación de Vidas Universitarias 

 http://www.youtube.com/watch?v=V9yTgfEQoZg

 

Besitos para todas/os

Está historia está registrada en safecreative

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 13: Giros Inesperados

DISCLAIMER: Sólo los personajes pertenecen a los maravillosos escritores Stephanie Meyer y L. J Smith; la trama de la historia, los lugares y algunos personajes son de mi propiedad.

Deseo que os guste está nueva historia que empezado a escribir y que disfrutéis de ella, como lo hago yo mientras la escribo.

Sólo quiero aclarar algo. Este fic no es sólo un Edward-Bella, se trata de un grupo de amigos y algunos capítulos se centraran más en otras parejas pero sin descuidar a nuestros Edward y Bella.

Hola a todas/os:

Aquí os dejo un nuevo capítulo. Espero y os guste.

Las canciones del capítulo para escucharlas sólo tenéis que pinchar en el título.

 

El Sueño de Morfeo Voy a Vivir 

 

AC/DC Thunderstruck

 

Richard Marx Right Here Wating


Sensación de Vidas Universitarias.

Capítulo 13 Giros Inesperados

 

Irina Pov:

No había dormido más de tres horas pero quería recoger todas mis pertenencias lo más rápido posible, no tenía ganas de permanecer más tiempo del necesario en esta casa, necesitaba salir cuanto antes y alejarme de la arpía de mi hermana y de las que pensé alguna vez eran mis amigas; así que una vez duchada y vestida comencé con mi tarea.

 

Mientras terminaba de guardar todo en cajas para trasladarme al que sería mi nuevo hogar, me puse a pensar en el giro que había dado mi vida, realmente hacer lo correcto es lo mejor que he podido hacer en la vida, y me siento muy bien por ello.

Una vez que hube terminado de empaquetar toda mi ropa y el resto de mis cosas, empecé a bajarlas hasta la entrada ya que quería tener todo preparado para cuando, Lizzie, Kate y Elena, vinieran a recogerme y así poder para marcharme lo antes posible; no tenía ganas de soportar la presencia de las arpías porque no me apetecía nada tener de nuevo enfrentamiento.

Pero como si hubiera mentado al diablo, ahí estaban esperándome. Bueno Irina es ahora o nunca, si quieren bronca la van a tener.

 

―¿Así qué es cierto qué al final te marchas?― pregunta mi hermana sonriendo maliciosa y mirándome con superioridad.

 

―¿Acaso lo dudabas hermanita?―suspiro―Pues sí, me marcho, lo más lejos de vosotras y de vuestra perversa y maligna influencia, voy a comenzar a disfrutar de mi nueva vida, alrededor de gente que si merece la pena― respondo hastiada ignorando por completo su pose altiva.

 

―Eres una maldita traidora― escupe venenosa Rosalie mientras me acribillaba con una fría mirada, que antes me hubiera intimidado.

 

―Seré todo lo que quieras que sea, sin embargo por una vez en mi vida estoy tomando mis propias decisiones, y sé, que hago lo correcto― contesto sonriente sin perder la conexión de nuestras miradas, dándole a entender que ahora no me asustaba lo más mínimo.

 

―No eres más que una sucia perra que deja abandonadas a las que de verdad siempre fueron tus amigas, y a mí, tu hermana―bufa―. Pero sabes que te digo, qué te arrepentirás, tarde o temprano te lamentaras; esa gente ni te quiere un poco, te bajaran la autoestima hasta hacerte parecer una marioneta, y cuando hayan acabado contigo no pretendas volver a nosotras para que recojamos tus pedazos, porque estarás sola― habla mi hermana con maldad para luego reírse, y Rosalie junto con Alice no tardan en unirse a sus risas.

 

―¿Quién te ha dicho a ti que nosotras vamos a portarnos así con ella?―sonríe Lizzie que acaba de entrar a la estancia seguida de Elena y Kate―. Claro, se creé el ladrón que todos son de su condición― finaliza ante las miradas sorprendidas de mi hermana y sus primas al verse descubiertas. Está chica es increíble.

 

―Pero mirar a quienes tenemos aquí―exclama sarcástica Alice―. Creí que ya sabíais que no sois bienvenidas en nuestra casa― anuncia cruzándose de brazos delante de ellas, interrumpiéndoles el paso.

 

―Cállate duende, antes muertas que venir a visitaros. Sólo hemos venido ayudar a nuestra amiga con sus cosas― aclara Elena mirándolas con asco.

 

―Vamos Irina, no merece la pena que pierdas más tu tiempo con estas arpías―me sonríe cálidamente―. Tu habitación en el apartamento de Marta ya está preparada― me comunica Kate cogiendo dos de mis maletas, mientras que Lizzie y Elena hacen lo mismo.

 

―Sí, démonos prisa. No vaya a ser que se nos pegue alguna infección al estar mucho tiempo aquí―profiere Lizzie moviendo su cuerpo como si le diesen escalofríos mientras sale por la puerta, haciéndonos reír a todas menos a las tres víboras.

 

―Bien dicho, terminemos cuanto antes, no soporto estar un minuto más en este lugar― afirmo cogiendo dos maletas más para llevarlas al coche de Lizzie.

 

―Ha darse prisa entonces― declara entusiasta Elena entrando de nuevo y recogiendo otra de mis cajas.

 

No tardamos nada en sacar todas mis cosas y una vez acomodadas en el coche de Lizzie, entré de nuevo para entregarle a mi querida hermana— nótese el sarcasmo—, la llave de la casa, la cual toma sin decir una palabra ya que estaba petrificada en el sitio al igual que Rosalie y Alice, a las cuales no les di tiempo hablar, cuando ya había cerrado la puerta con un portazo dando por terminada esa odiosa etapa de mi vida.

Y con una sonrisa en mi cara me fui con mis tres nuevas amigas, amigas de verdad, de las que duran para siempre, a disfrutar de mi nueva vida con gente que de verdad merecen la pena y mucho.

Nunca creí poder ser así de feliz de nuevo, la vida me daba una segunda oportunidad para remediar los errores del pasado dándome unos verdaderos amigos y un maravilloso novio, al cual siempre estaré agradecida.

 

Edward Pov:

 

Notaba como los rayos de luz entraban por la ventana, pero me resistía abrir los ojos porque eso significaría despertar y tener que sacar a Bella de mis brazos para levantarnos de la cama y comenzar el día. Sin embargo no tenía más remedio que hacerlo, así que abrí por fin mis ojos y comencé a desperezarme estirándome para desentumecer mis músculos, eso si, de manera suave para no despertar a mi novia que estaba acurrucada en mi pecho durmiendo plácidamente, era tan preciosa y la amaba tanto...muy lentamente llevé mi mano hacia la mesita de noche para chequear la hora, y cuando vi que marcaban las diez y media de la mañana, supe que no podía dilatar más el que permaneciéramos en la cama, ya que debíamos estar en casa de mis padres como muy tarde a la una del medio día; además, quería hablar con Thomas y saber que le pasaba, porque me parecía muy extraño que el actuara de esa manera; le conozco muy bien, es como un hermano para mi, por eso sabia que algo ocurrió para que tomara esa decisión.

Deje de lado mis pensamiento y contemplé durante un largo rato a mi hermosa novia, suavemente empecé acariciar sus mejillas, el contorno de sus ojos, su barbilla, y después mi mano fue sustituida por besos, besos que iba dejando por todas partes de su hermoso y bello cuerpo. Bella comenzó a moverse y poco a poco, al ritmo de mis besos y caricias, abrió sus hermosos ojos chocolates, aquellos que me tenían hechizado.

 

―Buenos días― dice sonriendo, y sus hermosos ojos chocolate hacen conexión con el verde de mis ojos, consiguiendo que me perdiera en ellos durante unos instantes.

 

―Los mejores, sólo con despertar a tu lado me basta para tener un maravilloso día― susurro cerca de sus labios, para luego unir nuestros labios en un tierno beso.

 

―Lo mismo te digo yo a ti. Te amo Edward― musita rozando nuestros labios para luego volver a besarnos.

 

―No tanto como te amo yo a ti, eso tenlo por seguro― acentúo sonriendo en sus labios, y así da comienzo a nuestra graciosa discusión, la cual es interrumpida por unos golpes en la puerta.

 

―Eddie, Belly, dejen de hacer guarrerias que el desayuno está casi listo. Los esperamos abajo en quince minutos― chilla riendo Emmett.

 

Y muy a nuestro pesar nos levantamos y fuimos a ducharnos juntos, lastimosamente sólo nos duchamos ya que nos estaban esperando; una vez vestidos y arreglados salimos de la habitación y bajamos a la cocina donde ya estaban todos los chicos junto con Nessie desayunando.

 

―Vaya hermanita, vas a dejar a Lizzie sin ropa limpia aquí― habla Jake sonriendo picaramente.

 

―Bella, no hagas caso al tonto de mi novio, que solo sabe decir chorradas a primera hora de la mañana. Además, estoy segura que a Lizzie no le importa lo más mínimo que utilices su ropa― apunta Nessie sonriendo a mi novia, para luego fulminar con la mirada a Jake, sacando las risas de todos los presentes.

 

―Pobrecito Jake, Nessie lo tiene completamente dominado ¡Es todo un sumiso!― se burla Emmett ganándose una furiosa mirada de Jacob, y un golpe en la cabeza por parte de mi novia.

 

―Auch Bells ¿Por qué me pegas?― inquiere Emmett sobándose la nuca.

 

―No eres más bobo porque no ensayas―exhala negando con la cabeza―. Es mas, deberías cerrar tu boca, o no recuerdas como tu ex novia Berenice te manejaba como un títere en el instituto― comenta mi novia con una sonrisa maliciosa en sus labios mirando con superioridad a su hermano, que está rojo por la vergüenza que esta pasando, y sin poder aguantarnos todos estallamos en carcajadas.

 

―Bien dicho princesa, me encanta ver como le callas la boca― afirma entre risas Jasper, al mismo tiempo que removía el cabello de mi novia en gesto cariñoso.

 

―Chicas ¿No teníais que ir donde Irina para ayudarla a recoger sus cosas?― pregunta Laurent con interés, después de que nos calmamos.

 

―No, Elena, Kate y Lizzie, nos dijeron que irían ellas, pues de sobra sabían que si nos quedábamos aquí...― no termina de hablar Nessie pues fue interrumpida por su hermano.

 

―Haríais de todo menos dormir, y luego seriáis incapaces de levantaros pronto―ríe―, os conocen demasiado bien― finaliza Thomas moviendo las cejas de manera sugerente, consiguiendo que todos volvamos a reír, y que las chicas se pusieran coloradas tapando rápidamente sus rostros avergonzados con las manos.

 

―¡Miradlas parecen tomatitos!― se burla James arrancado más risas a costa de las chicas, que ya no saben como esconderse.

 

Cuando por fin las risas cesaron, el desayuno fue de lo más animado ya que los chicos junto con Nessie y conmigo, le contamos a Bella las anécdotas más vergonzosas de sus hermanos y su primo en la universidad.

Las chicas se empeñaron en fregar lo utilizado en el desayuno y recoger la cocina, así que aprovechando que sólo estaríamos los chicos, fuimos al salón donde hablaríamos tranquilamente con Thomas sobre lo sucedido ayer en la Barbacoa.

Una vez estuvimos todos acomodados en los sofás pasaron unos minutos antes de que comenzara la conversación, la cual no esperaba resultara tan interesante.

 

―Thomas, veras, no sé como decirte esto―digo un poco violento por lo que tenemos que hablar, pues es un tema muy complicado―¿Qué coño te paso ayer para liarte con Gianna delante de mi hermana?― inquiero molesto, no llego a comprender su actitud por muchas vueltas que le doy.

 

―¿Qué pasa?, ¿Es qué ahora resulta un pecado enrollarse con alguien? Os recuerdo que antes de que algunos tuvierais novia, hacías lo mismo― declara exasperado Thomas que esta a la defensiva, pues sabea que lo vamos a increpar y pedirle explicaciones.

 

―Eso es cierto, pero no íbamos por ahí lamentándonos y diciendo que nos gustaba o estábamos enamorados de alguien, para luego enrollarnos con otra delante de ese alguien― manifiesta mordaz Kevin, que no sabe que demonios le pasa a nuestro amigo.

 

―Estoy más qué seguro que...ese alguien no se dio ni cuenta...ya que estaba demasiado entretenida― habla Thomas con tono irónico.

 

―Pues estás muy equivocado, sí se dio cuenta―suspira Laurent para luego proseguir―¿No tienes ni siquiera un poco de cargo de conciencia por la forma en que te comportaste?― termina preguntando esperando impaciente la respuesta de nuestro amigo.

 

―Bueno...―dice bajando el tono defensivo―quizás un poco si por la manera en que lo hice, sin embargo no me arrepiento―suspira dándose fuerza para seguir―. Ayer me di cuenta de que Lizzie es feliz junto a Justin…y si eso es lo que quiere, es mejor dejarla ir―se remueve nervioso en el sillón―. Enrollarme con Gianna fue...una manera de...decirla adiós― finaliza su dialogo esquivando nuestras miradas sorprendidas por sus palabras.

 

―Tío, explícate mejor, porqué cada vez me tienes más confundido― expone Jasper encogiéndose de hombros.

 

―Es muy sencillo, si quieres a alguien debes dejarlo ir, si vuelve a ti, es que te pertenece pero si no...creo que Lizzie no es para mí...por mucho que la ame...ella es feliz teniendo a Justin a su lado, y él también lo es con ella...hacen...buena pareja― expresa tranquilo, pero se percibe el dolor que le causaba el haber dicho esas palabras.

 

―Entonces, todo lo haces porqué...quieres que sea feliz, y piensas que ella será más feliz con Justin que contigo― afirma confundido James, pero parece más una pregunta.

 

―Sí, algo así y...aunque un clavo no saca otro clavo, creo que voy a intentarlo con Gianna. Es una buena chica― dice Thomas reposando su cabeza en el sillón como si estuviera agotado.

 

―¿Crees qué es buena idea?― le pregunto preocupado, me duele ver sufrir a mi hermano.

 

―No estoy seguro, pero lo que si sé, es que yo no seré capaz de hacerla tan feliz como la hace Justin—suspira—. Con él se ríe, y su risa es sincera; con él disfruta como nunca la he visto hacerlo con ninguno de nosotros; su rostro se ilumina cuando conversa con él, además, siempre tiene una preciosa sonrisa en su cara cuando habla de él; creo...que nunca dejaron de amarse―sonríe tristemente―. Cuándo Lizzie pasó por lo...que pasó...Justin fue el que estuvo con ella...quien la saco adelante. Tú más que nadie lo sabe Edward― menciona afligido pero convencido de su dialogo, nos mira y nos da una sonrisa sincera para que viéramos que se encuentra bien dentro de lo que cabe.

 

―Sabes hermano―le digo muy aturdido y pasándome la mano por mi desordenado pelo, una, y otra vez―, venia con la intención de echarte la charla y me has dejado...sin palabras―le sonrío.―¿De verdad piensas qué es lo mejor?― pregunto interesado. Thomas cada vez me asombra más.

 

―Sí, además, tengo intención de hablar con Justin para arreglar las cosas, he de reconocer que es un gran tipo―ríe sin ganas, para luego ponerse serio de nuevo―. Pero también quiero decirle que cuide a nuestra chica como se merece. Edward, yo la quiero mucho, no quiero perderla...prefiero tenerla de amiga a...no tenerla― me asegura mirándome directamente para que viera la sinceridad en sus ojos.

 

―¿Sabes una cosa?―dice Jacob―Ayer estuve apunto de darte una buena paliza, y supongo que aquí los demás me hubieran respaldado―nos señala a todos nosotros―. Pero ahora...ahora no sé, si darte un buen golpe por gilipollas, darte un puñetazo o felicitarte por tu...¿generosidad?― argumenta  sonriendo Jake mientras palmea amistosamente el hombro de nuestro amigo.

 

―Jacob, si tu vieras a Nessie feliz con otro hombre, ¿No la dejarías ir?, ¿Qué es más importante para ti retenerla a tu lado o dejar qué sea feliz?― pregunta con seriedad Thomas.

 

―Dejar que sea feliz― responde el aludido, sin dudar un segundo.

 

―Pues eso mismo he decidido hacer yo, pero no te quepa la menor duda de que si Justin le hace daño...ahí estaré para recoger los pedazos, aunque sólo sea como amigo― ratifica dándonos a entender que nunca dejará de estar al pendiente de mi hermana.

 

―Chico, me dejas sin palabras― dice Emmett, y los demás solo podemos mirar a nuestro amigo anonadados. No nos esperamos que Thomas pueda querer tanto, y tan desinteresadamente, pero descubro en ese momento que si fuera Bella también la dejaría marchar.

 

―¿Sabes colega? De momento te apoyo, te admiro y te digo que enhorabuena. Pero al igual que tú vas hablar con Justin, yo lo hago ahora contigo...No se te ocurra hacer daño a mi peke, porqué si lo haces, te cortaré en cachitos tan pequeños que nadie podrá nunca recomponerlos ¿Me has entendido?― advierte serio James como buen hermano protector, quiere a mi brujita como a una hermana, y la defiende de cualquiera que pretenda lastimarla.

 

―Sabes que te digo amigo, que si alguna vez hago daño a Lizzie, seré el primero en ir a buscarte para que me des unos merecidos golpes― responde Thomas haciendo que James sonría.

 

―Buena respuesta tío, me quedo más tranquilo― declara bromeando James, aligerando el ambiente convirtiéndolo en amigable de nuevo.

 

―Eres grande amigo, y sabes que te quiero como un hermano―le digo admirado―. Aunque he de reconocer que ayer me hiciste dudarlo, pero definitivamente...― no pude terminar de decir lo que quiero porque una especie de pequeño huracán entra de repente en el salón, echándose a los brazos de Thomas.

 

―Sabía que no podías ser tan canalla, lo sabía, te quiero muchísimo, eres el mejor― menciona Nessie con lágrimas en los ojos mientras le llena la cara de besos; a mi lado Bella se apoya en mi hombro mirando la escena emocionada, y automáticamente la rodeo por la cintura con mi brazo.

 

―Hermanita yo también te quiero mucho, nunca lo dudes pequeña―sonríe abrazándola y deja un beso en su frente―. Espero no equivocarme― susurra bajito para si mismo, pero tanto Nessie como yo, lo oímos al estar a su lado.

 

―Justin es un buen chico hermanito, y la ama con locura, ten por seguro que la cuidara―le sonríe tiernamente―, y te prometo conocer a Gianna y no sacar conclusiones precipitadas― musita bajito como si fuera un secreto, del cual sólo nos nosotros somos conscientes.

 

Después de respetar durante unos segundos la privacidad de los hermanos nos fuimos uniendo poco a poco en un abrazo grupal, el cual terminó en una guerra de cojines, las risas se escuchaban por toda la habitación, de hecho varios de nuestros compañeros de hermandad se asomaron para saber que sucedía, y al ver tal alboroto sonreían ante la imagen para luego marcharse.

Una vez nos calmamos y ordenamos el salón, nos pusimos a charlar amenamente hasta que nos fijamos en lo tarde que era. Comenzamos a distribuirnos en los coches para ir donde mis padres; al final y luego de hablar con el resto de nuestros amigos quedamos asignados en seis coches y de la siguiente manera:

En el coche de James iban, Victoria, Laurent, Diego y Bree. Con Stephan, Alec, Garret y Pared. Thomas llevaría en su coche a Kevin, Emmett y Jasper, mientras que Maggie y Kim se irían con Jane. Mi brujita se encargaría de llevar en su coche a Elena, Marta, Kate e Irina, y finalizando conmigo vendrían por supuesto mi Bella, Justin, Nessie y Jacob.

 

―Chicos, acordaros de coger los bañadores para poder disfrutar del día en la piscina― les recuerdo sonriendo, y de forma automática todos desaparecen corriendo a sus habitaciones para tomar sus trajes de baño.

 

―Amor, debo de ir al apartamento no traje mi bikini― me anuncia mi novia haciendo un puchero adorable.

 

―Tranquila Bella, Lizzie o yo te prestaremos uno de los que tenemos en casa― le informa sonriente Nessie, que sigue abrazada a su hermano.

 

―Ves amor, no tienes nada de que preocuparte, todo está solucionado― menciono acariciando su espalda mientras me inclino hacia sus labios, los cuales beso dulcemente.

 

―Hermanito estoy segura que tía Elizabeth estará saltando como loca por la casa desde ayer. Te imaginas las ansias que tendrá de conocer a la novia de Ed― comenta risueña Nessie y Thomas ríe.

 

―¿Tía Elizabeth?― pregunta mi Bella, que no comprende el comentario de Nessie.

 

―Veras Bella, nosotros llamamos tíos a los padres de Edward y Lizzie, ya que los conocemos desde pequeños―sonríe Thomas―, al igual que nuestros padres consideran a los hermanitos Masen como sus sobrinos― le explica a mi novia.

 

―No estés nerviosa Bella, mis tíos son un encanto, además, de que están felices de que Ed les presente a su novia, ya que nunca lo había hecho. Eres la primera chica a la que lleva a su casa que no sea una amiga― le dice divertida Nessie intentando calmarla.

 

―¿En serio?― cuestiona mirándome extrañada.

 

―De verdad amor, nunca lleve a casa a ninguna de las chicas con las que salí, ya que sabía que no las amaba. Pero contigo es distinto, te amo, eres muy importante para mí, y por eso quiero que te conozcan mis padres― menciono atrayendo a Bella hacia mí, para acomodarla en mi regazo.

 

―Uff que nervios—suspira―¿Y si no les caigo bien?― inquiere preocupada abrazándome más fuerte.

 

―No digas tonterías, te van adorar en cuánto te conozcan. Eres maravillosa amor― respondo acariciando su espalda, y depositando un beso en su cabello consiguiendo que se relaje un poco.

 

―Tranquilízate Bella, mis tíos te van amar. Es mas, ya te conocen por todo lo que Lizzie y yo les hemos hablado de ti― expresa alegre Nessie apoyando su cabeza en el hombro de su hermano, mientras este le acaricia el cabello.

 

―Thomas como sigas haciendo eso, nuestra pequeña Nessie, se quedará dormida― dice riendo Laurent que entra al salón con una mochila al hombro, y segundos después el resto también aparece con sus respectivas mochilas en la habitación.

 

―¿Mi pequeña tienes sueño?― pregunta cariñoso Jake a su novia mientras acaricia su mejilla.

 

―Qué pregunta más tonta, cómo no va a tener sueño si no la dejaste dormir en toda la noche― se burla James, consiguiendo que todos volvamos a reír menos el aludido.

 

―En cambio hermanita, a ti te veo de lo más despierta―sonríe travieso―¿Será qué Ed...no rinde lo suficiente?― bromea Emmett levantando las cejas.

 

―Uff...créeme hermanito, Edward rinde más de lo suficiente, y mucho más allá...Cada vez que hacemos eso que tú supones, deja el pabellón altísimo―sonríe maliciosa.―¿Podría decirse lo mismo de ti?― inquiere mordaz mi Bella alzando la ceja, y provocando dos cosas a la vez; una que Emmett el bocazas, se quede callado y sin palabras, y la otra, que tras un pequeño pero muy breve silencio todos nos soltemos a reír a carcajadas.

 

Y en medio de nuestras risas y carcajadas llegó Justin, que se nos quedó observando a todos como si estuviéramos locos, y nosotros al mirarle y ver su cara de desconcierto nos reímos todavía más. Cuando al final logré calmarme y luego de los saludos de rigor le expliqué entre risas lo que había sucedido, y todos juntos de nuevo volvimos a reír, bueno todos no, ya que Emmett aún estaba en estado de shock por la respuesta de mi muñequita.

 

―Vamos a ver tío, yo creo que cuando dieron las clases de geografía debiste faltar o dormirte, porqué no estamos en Chicago sino que estamos en los Angeles, si me permites buscar un mapa te explicaré amablemente dónde nos encontramos, y dónde está Chicago― le dice divertido Emmett a Justin después de salir de su letargo.

 

―Emmett, qué tú seas un alma infiel no quiere decir que los demás tengamos que serlo. A pesar de vivir en los Angeles nosotros siempre seremos fiel a nuestra ciudad y a su equipo, y por tu bien, espero que no vuelvas a hablar del tema delante de mi padre si no quieres sufrir su ira― respondo volviéndolo a dejar boquiabierto y sin palabras, provocando de paso las risas de los demás.

 

―Siento comunicaros que los Lions de Detroit, os van a patear el trasero―ríe Nessie―¿ Verdad hermanito?― inquiere con tono jovial al mismo tiempo que nos mira de manera desafiante a Justin y a mí, consiguiendo que nuestras risas aumenten.

 

―Pitufa, déjales que sueñen, no tienen nada que hacer contra nosotros― agrega guasón Thomas llamando a su hermana por su apodo cariñoso.

 

―Vale, vale, luego no quiero lloros cuando perdáis―me mofo pero antes de que me pudieran responder prosigo―. Y ahora los que vengáis con Bella y conmigo en el coche, seguidme u os quedareis en tierra, ya que quiero llegar el primero—sonrío—. Mi maravillosa novia se merece una presentación en condiciones― finalizo besando en los labios a Bella, mientras escucho los silbidos de nuestros amigos.

 

Sin dilatar más la situación levanté a mi novia de mi regazo para incorporarme del sofá e inmediatamente entrelacé nuestras manos para marcharnos, no sin antes despedirnos de los chicos quedando en vernos en un rato en casa de mis padres; seguidos de Nessie, Jake y Justin, nos dirigimos al coche, necesitaba llegar a mi casa cuanto antes ya que estaba bastante ansioso por presentar a Bella a mis padres; aunque estaba más que convencido de que ella les caería muy bien, sin embargo no podía evitarlo ya que era la primera vez que les presentaría a una chica como mi novia.

Nada más montar en el coche mi Bella empezó a ponerse nerviosa, no paraba de jugar con sus manos moviendo sus dedos, y para rematar no dejaba de morderse el labio, cosa que me volvía completamente loco.

 

―Amor, no estés nerviosa, mis padres ya te adoran― ledigo acariciando su mano mientras que con la otra sujeto el volante.

 

―No tienes de que preocuparte Bella, ello son muy buena gente, te sentirás cómoda y querida de inmediato, te lo digo por experiencia― menciona Justin sonriendo de manera cálida a mi novia, la cual le agradece su apoyo con una tímida sonrisa.

 

―Deja de pensar tonterías hermanita, eres una chica hermosa tanto por fuera como por dentro, los Masen no querrían a nadie más como novia de su hijo, además, cuentas con el apoyo de la nenita de la casa― declara Jacob mientras masajea los hombros de mi novia intentando que se relaje.

 

―Me decís todo eso para darme ánimos, pero ¿Y si no les gusto?― cuestiona todavía nerviosa mi preciosa novia.

 

―Eso es una chorrada tuya, les gustarás porqué saben que haces a Edward feliz. Al igual que ocurrió con Justin el año pasado. Mis tíos sólo quieren ver a sus hijos felices― acota Nessie sonriéndonos divertida por la actitud de Bella.

 

―De todos modos creo que eso lo vamos averiguar enseguida― comento entrando por la cancela que daba la paso a mi casa, que se encuentra al final del camino.

 

―¡Está es tu casa! ¡Madre mía!— exclama estupefacta mi novia, que mira la mansión con los ojos como platos, puesto que ella no sabía que vivíamos en un lugar así, sólo tenía conocimiento de que mis padres tienen bastante dinero.

 

―Esa misma cara puse yo, la primera vez que vine, y no te digo como se quedaron Emmett y Jasper― dice riéndose Jake al ver la cara de mi Bella.

 

―Bueno el momento llegó―sonrío mirando a mi novia.―¿Preparada amor?― pregunto al mismo tiempo que aparco el coche en la entrada de la casa.

Nada más echar el freno mis padres abrieron la puerta y salieron tan rápido que parecía que estaban echando una carrera, lo que me hizo darme cuenta de que estaban realmente ansiosos por conocer a Bella.

 

―Papá, mamá―les saludo abrazándolos luego de haber ayudado a Bella a salir del coche―, está es mi Bella, mi hermosa novia. Bella mis padres, Elizabeth y Anthony― les presento, rodeando con mi brazo la cintura de Bella para que se relaje.

 

―Oh Bella querida, no sabes las ganas que tenía de conocerte, mis hijos me han hablado tanto de ti― la saluda mi madre con un abrazo, y luego al separarse le dedica una cariñosa sonrisa.

 

―Es un placer conocerla Señora Masen― saluda de manera cordial y algo tímida mi Bella.

 

―Nada de Señora Masen, me hace sentir vieja―ríe mirando con dulzura a mi novia―. Dime Elizabeth cariño, oh estoy tan feliz― responde mi madre abrazando de nuevo a Bella, la cual corresponde su abrazo de muy buena gana.

 

―Bienvenida Bella, es un placer conocerte―sonríe mi padre―y por favor dime Anthony. Me alegra mucho tenerte que aquí― asegura abrazando a mi novia y besando su mejilla, haciendo que las mejillas de mi Bella se coloreen.

 

―Muchas Gracias, Elizabeth, Anthony...sois muy amables― agradece mi Bella ante el cariño con el que mis padres la han recibido.

 

―Bueno sólo son las gracias que tu tienes―sonríe mi padre―. Eres un encanto linda, no entiendo como puedes ser familia de Emmett, Jake y Jasper― añade con su habitual jocosidad haciéndonos reír a todos a Bella incluida, lo cual logra que ella se sienta cómoda al instante.

 

―Hey, qué soy un encanto― exclama Jake intentado parecer molesto consiguiendo que las risas sean mayores.

 

―Jake, Nessie, no sabéis cuanto me alegra veros de nuevo―dice mi madre abrazándolos―. Tus padres han llegado hace un momento cariño― habla mi madre con cariño a Nessie.

 

―Anda Jake, ve a saludar a tus suegros y demuestra lo buen yerno que eres― bromea mi padre al mismo tiempo que palmeaba sonriente el hombro de Jake, para luego empujarlo amistosamente dentro de la casa.

 

―Justin ¿Cómo estas?―le saluda cariñosa mi madre abrazándolo―. No tengas vergüenza hijo, eres más que bienvenido en esta casa, eres parte de la familia― añade besando su mejilla gesto que Justin corresponde de igual modo.

 

―Hijo, veo que vienes preparado al igual que yo―sonríe mi padre, señalando primero la camiseta de los Bears que tiene puesta Justin, y luego a él, que también la lleva―. Pasemos dentro, como dijo mi hermosa, Carmen y Eleazar están ahí― finaliza mi padre haciéndose aun lado dándonos paso, para luego tomar a mi madre amorosamente de la cintura y seguirnos al interior, donde Nessie y Jake hablan amenamente con los padres de está, quien nada más vernos corre hacía nosotros y coge a Bella de la mano y la arrastra literalmente donde se encuentran sus padres.

 

―Papá, mamá, mirad está es mi amiga y compañera de piso Bella, la novia de Edward― les presenta eufórica Nessie

 

―Mucho gusto cariño, es un placer― la saludan sonrientes con un par de besos en la mejilla, primero fue Carmen, y después Eleazar.

 

Una vez que nos saludamos todos y luego de que mi padre me hiciera colocarme la camiseta de los Bears de Chicago, aproveché que todavía no llegaban los demás para dar a mi Bella un recorrido por la casa o mansión como decía ella, como no pretendía abrumarla, le enseñé el interior de la casa sin detenerme mucho en explicarle; ya que a partir de ahora vendría muy a menudo y se la mostraría deteniéndome más tiempo en los detalles; después de que viese el interior salimos al exterior para que pudiera admirar los jardines; una vez llegamos junto a la piscina que era el lugar donde comeríamos, nos quedamos abrazados unos instantes disfrutando de nuestra cercanía mientras que a nuestra espalda quedaba la imagen reflejada en el agua de la hermosa construcción.

 

―Ves como no era para tanto hermosa― digo reposando mi cabeza en el hueco de su cuello.

 

―Sí, tienes razón, tus padres son un verdadero encanto― menciona recargando su espalda en mi pecho.

 

―Soy de lo más feliz al tenerte aquí conmigo. Te amo mi Bella― musito besando su cuello.

 

―También te amo Edward― susurra para luego girar su rostro y unir nuestros labios en un maravilloso beso, el cual no dura mucho porque escuchamos los gritos de nuestros amigos que acaban de llegar, así que aun sin quererlo nos separamos para regresar a la casa con nuestras manos unidas.

 

Mientras nos acercábamos al salón donde estaban todos reunidos, las conversaciones y risas eran más claras, por supuesto al que más se oía era Emmett que fuera donde fuese siempre llamaba la atención. Nada más entrar todos empezaron con sus bromas hacia Bella por conocer a sus suegros, y mi padre al ver como mi novia se ruborizaba e intentaba esconder su preciosa carita en mi pecho por la vergüenza que la estaban haciendo pasar, salió en su defensa ganándose una sonrisa de agradecimiento de mi novia.

 

―Vaya hermanita, qué fácil te ganaste a tus suegros―se burla Emmett ganándose una colleja de mi madre―. Hayyy...mamá Eli porqué me pegas― se queja como niño chiquito, y las risas no tardan en aparecer.

 

―Con mi nueva hija no te metas― le advierte mi madre, que se acerca a mi novia y la abraza con cariño, consiguiendo que mi Bella se emocione al sentirse tan arropada y querida.

 

―Vas a tener que hacer méritos para ganarte de nuevo el amor de mi tía― bromea Thomas pasando su brazo por los hombros de Emmett como si lo estuviera consolando, y por supuesto nuestras risas no cesan sino que aumentan.

 

―Lo siento mamá Eli, prometo no volver a meterme con mi hermanita―se disculpa el oso―. Por favor, por favor, por favor, perdoname ¿si?― le suplica de rodillas a mi madre poniendo un tierno puchero en su rostro.

 

―Tony querido ¿Crees qué debamos perdonarle?― pregunta mi madre intentando parecer seria a mi padre, el cual está conteniendo su risa.

 

―Preciosa, parece arrepentido, creo que merece una segunda oportunidad― declara divertido mi padre besando la frente de mi madre.

 

―Me parece bien―le sonríe mi madre siguiéndole el juego para luego mirar a Emmett seriamente―. Es tu última oportunidad, no la desaproveches― le avisa señalándole con el dedo. Dios que gran actriz es mi madre, ya sé de quien sacó esa faceta mi brujita.

 

―Gracias papá Tony, gracias mamá Eli, veréis que no os defraudare― asegura Emmett como niño regañado mientras se acerca a mi madre, y la da uno de sus abrazos de oso haciendo que las risas de mi madre se escuchen por toda la sala al igual que las nuestras.

 

Luego de tal suceso estuvimos contándoles todo lo que habíamos hecho durante estos días hasta que el timbre nos interrumpió. Cuándo vi que mi madre se iba a levantar para abrir la puerta, rápidamente me ofrecí para ir en su lugar ya que ella estaba de lo más entretenida escuchando lo que decían los chicos.

En cuanto abrí la puerta me encontré con mis tíos Carlisle y Esme, los cuales me sonreían amorosamente, les saludé con entusiasmo ya que Lizzie y yo les queríamos como a unos segundos padres. Llegamos al salón y antes de que los demás pudieran saludarlos les presenté a mi novia, a la cual elogiaron haciendo que mi Bella se sonrojara de nuevo, era tan adorable.

Luego de que el resto les saludaran, seguimos charlando amenamente durante un rato hasta que llegó mi brujita junto con Elena, Kate, Marta e Irina, y nos pusimos a preparar todo para poder disfrutar de una magnifica comida familiar, ya que tanto para mis padres como para mis tíos Carlisle, Esme, Carmen y Eleazar, nuestros amigos eran parte de la familia.

 

La comida fue del más agradable ya que se hablo de diferentes temas. Uno de los momentos más divertidos fue cuando mis padres junto a mis tíos nos contaron sobre su época hippie, y muchas anécdotas de su tiempo en la universidad. Luego de ayudar a recoger la mesa y limpiar la cocina, nos fuimos a poner los bañadores para disfrutar en la piscina mientras las chicas ya cambiadas ayudaban a mi madre y a mis tías a preparar el café, y llevarlo junto con los licores a la piscina.

Al llegar ayudé a mi padre y a Justin a sacar el televisor de la casita de invitados, que estaba al lado de la piscina para poder ver el partido al aire libre, era una tradición que teníamos desde hace mucho tiempo, cada vez que el clima nos lo permitía.

 

―Tío, aprecia lo guapos que estamos Thomas y yo― le dice Nessie a mi padre intentado hacerle rabiar, ya que ambos traen puesta la camiseta de Los Lions.

 

―Siempre estáis guapos, pero siento comunicaros que hoy nos os veis especialmente bien, al igual que les pasa a tus padres― responde guasón mi padre mirándoles de arriba abajo a los cuatro, ya que Eleazar y Carmen, también van con sus respectivas camisetas.

 

―Mi Tony tiene toda la razón. Mirar lo guapos que estamos con los colores naranja y azul de los Bears― añade sonriente mi madre sentándose en el regazo de mi padre.

 

―Para nada, sientan mucho mejor los colores azul claro y plateado de los Lions― contraataca divertida Carmen mientras se levanta y nos desfila mostrándonos su camiseta.

 

―Carlisle, Esme, como sois imparciales dadnos vuestra opinión― sugiere Eleazar sonriéndoles travieso, ya que les esta poniendo en un compromiso.

 

―Siendo sincera, a mí me el que más me gusta es el color rojo de mi equipo, los Cardinals de Arizona, nunca lo cambiaría por otro― declara mi tía Esme dejando en claro el amor por el equipo de su ciudad natal, Phoenix.

 

―Eso no ayuda Esme―sonríe mi padre―¿Qué piensas tu cuñado?— le pregunta mi padre a Carlisle, haciendo que esté se atragante con el café.

 

―Si te digo la verdad, me da exactamente igual, dónde estén los colores de los Dolphins de Miami, que se quiten los demás― contesta mi tío haciéndonos estallar en carcajadas por la discusión tan tonta que están manteniendo.

 

―Preciosa, tu hermano es un traidor al igual que tus padres, y quieren llevar a nuestros hijos al lado oscuro― le menciona mi padre poniendo cara de pena a mi madre.

 

―Tranquilo mi Tony, ellos se lo pierden―acaricia con amor su mejilla―, y nuestros niños nunca se irán al lado oscuro. Mira lo guapos que están con sus camisetas de los Bears, ellos nunca dejaran de lado sus raíces― le habla dulcemente mi madre para luego besar sus labios. Me encanta observar el amor que mis padres se procesan.

Me giro hacía donde esta mi brujita que contempla emocionada la escena, en el momento que nota mi mirada se voltea a verme, y ante mi cara sonríe para luego asentir, me conoce lo suficiente para saber lo que pretendo.

 

―Ahora vuelvo amor, no tardo― musito a mi Bella besando su cuello antes de levantarme.

 

―Bella atenta a la escena, te vas a divertir― escucho que le dice Justin mientras que voy hacía mi brujita.

 

Una vez nos juntamos ambos echamos a correr donde estaban mis padres tumbados en la tumbona, y nos lanzamos encima de ellos, llenándoles de besos al mismo tiempo que les decíamos que nunca nos pasaríamos al lado oscuro por mucho que el abuelo nos llevara a ver a los Dolphins; rápidamente nuestros padres comenzaron hacernos cosquillas y acabamos los cuatro cayéndonos al suelo mientras nos reímos a carcajadas, al igual que el resto de los presentes ante nuestro acto de infantilismo.

 

El resto de la tarde se pasó velozmente. Para nuestra alegría los Bears de Chicago ganaron, y mi padre no paró de festejar la victoria restregándoselo por la cara a Nessie, Thomas, Carmen y Eleazar, los cuales gruñían ante sus comentarios.

A eso de las ocho de la tarde decidimos marcharnos, ya que mañana comenzaban las clases y debíamos estar bien despiertos. Nos despedimos de mis padres y de mis tíos prometiéndoles volver pronto, me encantó ver como mis padres y Bella se despedían cariñosamente, me sentía dichoso, tenía la mejor familia que pudiera existir, una novia maravillosa a la cual amo con todo mi ser, y unos amigos increíbles.

 

―¿Te divertiste amor?― pregunto a Bella en el coche de vuelta al campus.

 

―Sí, fue un día perfecto, lo único malo es que no voy a dormir contigo― menciona con voz dulce, y un enorme y lindo puchero en sus labios.

 

―No me pongas esa carita preciosa, sabes que amo dormir y despertar contigo, pero debemos preparar todo para mañana, y de sobra sabes que si estamos juntos lo que menos haremos será descansar― le hablo bajito para que los demás no lo escucharan mientras que acariciaba su mano, la cual tenia tomada y puesta sobre la palanca de cambios.

 

El resto del camino pasó en silencio que para nada era incomodo, unos se quedaron dormidos como mi Bella, Nessie y Jake, mientras que Justin y yo, íbamos sumergidos en nuestros pensamientos escuchando de fondo a Debuzzy. Pero al ver tan abstraído a mi amigo decidí comenzar una charla para saber que le preocupa.

 

―Justin ¿Qué te sucede? ¿Estás cómo ido?―pregunto intrigado, ya que sé que Thomas había conversado con él.―Si necesitas hablar sabes que puedes contar conmigo― ofrezco mirándole por el retrovisor, tengo la sensación de que necesita que alguien lo escuche.

 

―¿Tienes tiempo para tomar algo una vez que lleguemos al campus?―me pregunta nervioso mirando por la ventana―. La verdad es que necesito charlar sobre todo lo que ha pasado y está pasando― me confiesa aturdido.

 

―Para un amigo siempre tengo tiempo―le guiño un ojo al mismo tiempo que le sonrío.―Qué te parece si una vez dejemos a las chicas y a Jake, nos acercamos a por unos cafés, y luego nos marchamos a la playa para hablar tranquilos sin que nadie nos moleste― sugiero mirándole por el retrovisor esperando su respuesta.

 

―Es una gran idea, aunque prefiero unas cervezas al café si no te importa― contesta sonriente antes de soltarse a reír, y asiento riendo a su petición, ya que también prefería unas cervezas fresquitas para combatir el calor de la tarde-noche.

 

No pasaron más de cinco minutos cuando ya me encontraba estacionando en la puerta del edificio de las chicas, me giré hacia mi novia, la cual estaba plácidamente dormida, luego de observarla embobado durante unos segundos me acerqué a ella dándoles pequeños besos por su cara angelical consiguiendo despertarla.

 

—Amor, lamento despertarte pero ya llegamos— anuncio acariciando su mejilla que al instante se ruboriza.

 

—¡Oh Dios! Soy una pésima novia me quedé dormida, lo siento amor— se disculpa sintiéndose culpable, lo cual es una enorme tontería.

 

—Muñequita, no digas tonterías estas agotada y es normal, ya que la noche pasada no dormimos mucho—susurro cerca de su oído haciéndola estremecer—, además, no eres la única que se durmió, mira hacía atrás— comento divertido observando a Nessie y Jake, los cuales están completamente dormidos.

 

—Menos mal que Justin te ha hecho compañía— dice mi Bella sonriendo a nuestro amigo.

 

—¿Qué os parece si despertamos a los tortolitos?— declara Justin con una traviesa sonrisa.

 

—Sí, dejadme hacerlo a mí—pide mi novia saltando en el asiento y nosotros asentimos al ver su emoción—Amor ¿Puedes poner sólo los altavoces de la parte trasera?— me pregunta mientras busca algo en su móvil para después conectarlo a la radio.

 

Una vez hice lo que me encomendó mi novia puso al máximo el volumen pero antes de dar al play nos aconsejó que saliéramos del coche al igual que ella, cuando ya estuvimos fuera del auto cerró todas las puertas con seguro para que no pudieran salir, y luego pulsó el play y la canción “Thunders de AC/DC” comenzó a sonar a lo bestia, consiguiendo que Jake y Nessie se despertaran saltando asustados, y que Jake se golpeara con el techo; las risas no tardaron en aparecer cuando intentaron salir del coche y vieron que todas las puertas estaban cerradas. Luego de maldecirnos unos minutos les abrí, pero antes mi novia echó a correr, aunque no llegó muy lejos porque su hermano la alcanzó y empezó hacerla cosquillas como venganza.

 

—Jake...para...por...favor...— implora mi novia entre risas.

 

—¡No, eres un demonio! ¡Así no se despierta a la gente!— exclama divertido Jake mientras sigue haciéndola sufrir.

 

—Pro...prometo...no...hacer...lo...de...nuevo— suplica entre risas mi novia consiguiendo que su hermano parase.

 

Cuando conseguimos parar de reír me acerqué hasta donde estaba mi Bella intentando regular su respiración, la atraje hacía mí, rodeándola con mis brazos, y no tardó en apoyar su cuerpo contra el mío hasta que se tranquilizo, y regresamos donde se encontraban los demás. Luego de charlar un rato apareció mi brujita con Marta e Irina, que llegaban de dejar a Elena y Kate en sus fraternidades, seguimos conversando un rato más pero enseguida nos despedimos ya que mañana comenzaban las clases y debíamos estar lo más despiertos posibles, pero en mi caso no era solo eso, Justin necesitaba hablar y yo estaría ahí, para escucharle como había prometido. Después de despedirme de mi novia con muchos besos y prometiéndole que mañana vendría a buscarla, nos marchamos a la fraternidad donde estacioné el coche para que se bajara Jake, el cual no hizo ninguna pregunta al percatarse de que nosotros nos marcharíamos, sólo se despidió amigablemente antes de entrar en la casa, y nosotros pusimos rumbo hacia la playa.

Nada más llegar aparqué al lado de una pequeña tienda donde Justin compró unas cervezas y algo para picotear, no tardamos mucho en encontrar un sitio tranquilo y solitario, donde nos acomodamos para poder conversar y así sucedió, Justin no tardo nada en comenzar a hablar.

 

—Todavía recuerdo el día en que tu hermana aceptó ser mi novia, me hizo el hombre más feliz del mundo, y el tiempo que duró nuestra relación fue lo mejor que me pasó en la vida—suspira sin dejar de mirar al mar—. Pero el día que decidió terminar nuestro noviazgo, pensé que me moriría al no tenerla más conmigo. Por eso acepté feliz cuando me propuso seguir como amigos, aunque por dentro estaba absolutamente destrozado, es mas, creí que nunca sufriría tanto dolor como en ese momento al perder a la persona amada; sin embargo me guardé mi sufrimiento solo para mí y seguí adelante como si nada hubiese pasado, ya que no quería que mi Lizzie sufriera al verme mal—suspira tomando un puñado de arena que suelta poco a poco—. El tiempo pasó y seguimos siendo muy buenos amigos, aunque nos distanciamos y eso fue en parte mi culpa, pero el dolor tan grande que sentía en mi corazón al no poder estar junto a ella me mataba, y creí que hacia lo mejor para ambos; pero he de reconocer que siempre he estado pendiente de ella y de lo que hacía; se que suena un poco acosador, no obstante quería asegurarme de que estaba bien y feliz—sonríe tristemente mientras coge un par de cervezas y me entrega una, la cual recibo con gusto, seguido toma la suya para abrirla y darle un buen trago, antes de llevar su vista de nuevo al mar—. Sin embargo estaba equivocado al pensar que no podría sufrir una pena mayor...que...la de...perder al amor de tu vida; pero cuando Lizzie me contó lo que la ocurrió esa noche, y la posterior perdida de nuestro hijo, ahí fue cuando me sentí morir de verdad, y supe que si se podía padecer aún más dolor; y en ese preciso instante me prometí estar a su lado para protegerla y apoyarla en todo, siendo la persona fuerte que mi Lizzie necesita. Mas cuando me encuentro solo, es el momento en el que me derrumbo y rompo a llorar intentando sacar toda la agonía y tormento que guardo en el interior de mi corazón, además, no podría soportar que ella me viera derrumbarme ya bastante ha sufrido, y menos ahora que por fin está feliz y contenta de nuevo; eso para mí es lo primordial, dado que la amo más de lo que ya lo hacía—un intento de sonrisa, que parece más una mueca se dibuja en su rostro—. Estos días han sido magníficos a su lado, pero tengo miedo, muchísimo miedo, y la razón es que cuánto más tiempo paso con tu hermana, más me enamoro, y me asusta hablarle sobre mis sentimientos por temor a perderla de nuevo, y no sé, que hacer al respecto— me confiesa sin quitar la vista del mar, no entiendo el porqué no me mira, y entonces me percato de sus lágrimas, ha estado llorando todo el tiempo y todavía lo esta. Siempre supe que Justin seguía sintiendo algo por mi brujita, pero jamás imagine la gran magnitud de esos sentimientos.

 

—Amigo—lo llamo consiguiendo que me mire por fin a los ojos, mientras coloco mi mano en su hombro dándole a entender que tiene todo mi apoyo—, sabes que siempre podrás contar conmigo y escucharé todo lo que me quieras decir, así que desahógate, necesitas sacar todo lo que te consume por dentro— le animo para que confíe en mí, y siga hablando.

 

—Creo que pensaras que estoy loco Edward, pero muchas veces sueño con que nuestro bebé si nació, y que está junto a nosotros. Unas veces me imagino con una pequeña igualita a Lizzie en mis brazos, que me mira a los ojos con ese brillo igual al de tu hermana, que tanto amo; mientras que otras veo un hermoso pequeño muy parecido a mí, pero con la sonrisa de Lizzie, esa que deslumbra e ilumina todo a su alrededor...sin embargo cuando me despierto y me doy cuenta de que es sólo un sueño, una alucinación, me desmorono, siento como si con mi hijo hubiera muerto una parte de mí, y es entonces cuándo lloro por lo que pudo ser y que por culpa de ese desgraciado nunca sucedió. Me rompe el alma no haber estado ahí para ella, ser su hombro para llorar, ser su soporte—exhala profundo intentando retener los sollozos que quieren escapar de su boca, al ver que necesita algo de tiempo para componerse y proseguir tomo otro par de cervezas, las cuales abro antes de entregarle una, cosa que agradece intentando sonreir—. No obstante otras veces siento un poco de resentimiento y me odio por eso, porque sé, qué lo hizo por su amor a mí, por no verme sufrir como lo estoy haciendo ahora, y siento asco de mí, por los segundos que ese pensamiento llega a mi mente. De hecho en este momento mi cabeza y mi corazón es un caos total por todos lo sentimientos que tengo y que no sé, como sobrellevarlos y eso me asusta, moriría si por culpa de mis temores mi niña sufriera, eso no lo puedo permitir; ella se merece ser completamente feliz. La amo Edward, a tal grado que daría mi vida por ella, es mi mundo, no existen palabras para explicar la excelsitud de mis sentimientos, la amo, la amo con todo mi ser— termina de decir entre hipidos debido al lloro; suspiro intentando componer el nudo que se formó en mi garganta por las palabras de mi amigo.

 

Ambos nos quedamos en silencio sumergiéndonos en nuestros pensamientos, mi cabeza era un remolino de recuerdos, que me hicieron revivir todo lo sucedido con mi brujita; sus lágrimas, sus ojos sin brillo dando paso a una mirada vacía y perdida, la sonrisa que tanto amaba dejo de existir dando paso a unas fingidas, las noches en vela cuidándola de sus horribles pesadillas, y por esa razón, el ver a mi amigo derrumbarse de está manera me produjo mucho dolor, porque era sumar el suyo con el de mi pequeña hermanita...¿Qué podía decirle?...si tanto mi mente como mi boca estaban bloqueados.

Volví a la realidad al oír unos sollozos, me giré hacia Justin, y vi su cuerpo sacudirse por el llanto e hice lo mismo que por Lizzie tiempo atrás, lo abracé y al instante correspondió mi abrazo, y apoyado en mi hombro rompió a llorar; podía sentir los temblores de su cuerpo, también como mi camiseta se mojaba a causa de su lágrimas, en este momento parecía un niño perdido y desamparado que no encontraba su camino ni su refugio. Poco a poco los temblores disminuyeron y segundos después el llanto cesó, y Justin con una agradecida pero triste sonrisa se separó aún con lágrimas descendiendo por su rostro. Una pequeña ráfaga de brisa me dio en la cara y ahí fue, cuando sentí humedad en el, rápidamente me limpié y eran mis lágrimas, unas que ni siquiera sentí salir, pero allí estaban, testigo de que su dolor como el de mi brujita también eran míos; porque ese angelito que novio la luz, era también parte de mí, mi pequeño sobrino o sobrina; mi voz seguía apagada pero intenté reponerme y tranquilizarme con respiraciones profundas.

 

—Gracias Edward— susurra dándome una media sonrisa, que hace traer mi voz de regreso.

 

—No tienes nada que agradecer, para eso estamos los amigos— respondo palmeando su hombro infundiéndole ánimo, entonces suspira y coge las dos últimas cervezas, las cuales abre antes de entregarme la mía.

 

—Por ti, Edward—sonríe levantado la botella—. Eres una gran persona y un amigo magnifico, de los pocos que quedan— dice juntando nuestras botellas a modo de brindis para luego quedarnos en un cómodo y relajado silencio, que solamente era interrumpido por el oleaje del mar.

 

—Sabes, me siento perdido. Quiero estar con Lizzie, pero tengo miedo a su rechazo—suspira frotándose con las manos la cara.—¿Qué puedo hacer? Mi cabeza es un embrollo total— dice mirando al mar mientras disfruta de su cerveza.

 

—Creo que ambos debéis tener una conversación en la que abráis vuestros corazones, para daros cuenta de como os sentís respecto a lo que ha sucedido y a vuestros sentimientos actuales, después decidiréis si queréis retomar vuestro noviazgo o preferís ser sólo buenos amigos— aconsejo sacando un cigarrillo; no era fumador habitual pero a veces me apetece, y por eso siempre llevo un paquete conmigo.—¿Quieres?— ofrezco tendiéndole el paquete, me sonríe cogiendo uno al mismo tiempo que murmura “de vez en cuando no hace daño” y ambos nos reímos.

 

—Tienes toda la razón, el día de la Hoguera luego de la presentación hablaré con ella mientras damos un paseo por la playa, así nadie nos podrá interrumpir— declara convencido después de dar un calada a su pitillo y asiento, me parece una gran idea.

 

—Mira te voy a decir esto, para que estés más tranquilo ¿Ok?—sonrío codeando su costado haciendo que me devuelva el golpe amistosamente—. Sé, que mi brujita te ha extrañado todo este tiempo, y ahora que pasáis tanto tiempo juntos la veo muy contenta, sonriente, y sus risas han aumentado gracias a lo feliz que se encuentra, y eso en gran parte se debe a ti—paro un momento mientras pienso como seguir, y aprovecho a dar un par de caladas a mi cigarro antes de que se consuma—. Ayer todos vimos el amor que os tenéis, se nota bastante, nada más falta que vosotros os deis cuenta, así que dejar de hacer el tonto y poneros las pilas— añado bromeando al final consiguiendo que ambos riamos, dejando atrás la tristeza que nos había embargado.

 

—¿Todos pensáis lo mismo? ¿Tan obvio soy?— pregunta con curiosidad haciéndome reír de nuevo.

 

—Corrijo, ambos sois demasiado obvios, y sí, todos nos percatamos de vuestras miradas y complicidad. Es mas, hasta Thomas se dio cuenta y aunque le dolió aceptó que se siguen amando—contesto dándole un pequeño empujón, que le sorprende haciendo que se caiga un poco de cerveza en la arena; entonces recuerdo que Thomas había charlado con él en casa de mis padres; de hecho fui él único que se dio cuenta— Justin siento cierta curiosidad, sé que Thomas hablo contigo, ya que os vi salir al jardín está tarde y me gustaría saber de que hablaron y si todo está bien entre ustedes. Entenderé si no quieres decirme nada, no quiero que te sientas obligado hablarme de ello, pero me preocupa que por eso en parte estés así—digo intentando parecer desinteresado, pero estaba de lo más intrigado. Al ver que mi amigo se queda en silencio un rato, pienso que tal vez se ha molestado por mi pregunta y me empiezo a sentir incomodo—Justin...yo...— comienzo a intentar disculparme, pero me interrumpe sonriendo y levantando la mano para que me calle.

 

—Tranquilízate Ed, no me molesta para nada contarte lo que hablamos, lo que pasa es que todavía no asimilo lo que pasó, se podría decir que el tiempo que duró la charla con Thomas me sentí en una dimensión desconocida—suspira.—En serio su actitud me dejó completamente desconcertado— comenta mientras saca un par de cigarros de la cajetilla y me entrega uno luego de encenderlos, y al ver que sigue pensativo me preocupo, no me gustaría que hubiera mal rollo entre mis amigos.

 

—¿Tan mal fue?— me atrevo a preguntar ante su silencio, ya que su rostro no mostraba ninguna expresión por estar inmerso en sus pensamientos.

 

—Lo siento Ed, me perdí en mi cabeza por unos instantes, relájate nada malo pasó, es sólo que todavía me cuesta asimilar sus palabras, fue bastante raro por así decirlo— declara dando un trago a su cerveza.

 

Justin Pov: (Flash back)

 

Una vez terminé la llamada con mis padres me dispuse a entrar de nuevo al salón cuando Thomas me interceptó preguntándome si podríamos hablar a solas, a lo que accedí, así que me invitó a que le siguiera a la parte trasera del jardín, no sabía exactamente de lo que quería hablar conmigo, pero seguro que era referente a mi niña. Una vez estuvimos lo suficiente apartados de la casa, el silencio seguía manteniéndose entre nosotros.

 

—Amo a Lizzie, desde hace mucho tiempo, es mas, pienso que siempre lo he estado— me soltó de golpe, dejándome en shock por sus palabras en ningún momento me esperé que fuera tan directo, sin embargo no podía mostrarme débil, así que le respondí lo más indiferente que me fue posible.

 

—Lo sé— afirmé mirándolo directamente y esperando que continuara, en cambio me sonríe y golpea mi hombro con el suyo amigablemente para luego darme una cerveza, ¿De dónde la sacó?, ni idea, pero la acepté gustoso, tenía bastante sed, debido al calor que hacía, le agradecí sonriente antes de dar un buen trago, lo cual el también hizo.

 

—Lo imaginé, creo que es de lo más evidente, ¿no?—dijo mirándome desafiante, asentí para que siguiera, ero lo mejor, ya que no confiaba en mi en estos instantes y si abría la boca diría más cosas de las que debo, y siendo sincero no me detengo por él, porque si por mí fuera ahora estaríamos agarrándonos a golpes, pero con todo lo que está pasando mi niña, no quiero que tenga más preocupaciones—. Y también soy consciente de que siente algo muy fuerte por mí—me sonríe engreído, mientas yo aprieto mis puños fuertemente al igual que respiro varias veces hasta calmarme lo suficiente como para no darle un puñetazo en la cara, ¿Cómo se atreve a decir esas cosas? No tenía ni idea de lo que pretendía con está conversación—. Pero no es nada en comparación con el amor que siente por ti, su sonrisa, el brillo en sus ojos, es diferente y único cuando te ve o habla de ti—sonríe nostálgico consiguiendo que me relajará un poco, pero sólo un poco—, estaba decidido a conquistarla y a luchar por su amor—contente, contente, me repetía mentalmente por las ganas que tenía de atizarle en este momento—pero no merece la pena perder su amistad, por pelear una guerra que está perdida de antemano, y para intentar ganar la batalla debería jugar sucio y sólo alcanzaría irremediablemente a perderla de todas las formas posibles, y créeme amigo—algo se removió en mi estomago cuando me llamó así, dado que desde que me conoció, me odio—esa es la única razón que me detiene, el saber que perdería a Lizzie para siempre y prefiero tenerla a mi lado como amiga—sonríe de nuevo al mismo tiempo que suspira dándose la fuerza necesaria para continuar—. Hazla feliz Justin, ella se merece todo, pero si la lastimas aunque sea minimamente te daré caza como aun perro, y te haré pagar con sangre cada lágrima que ella derrame...sé que no seria el único pero si el más interesado, porque me estoy haciendo aun lado y dejándote el camino libre; no quiero que pienses que soy un mártir que se sacrifica por gusto, ya que no es así, lo hago porque la amo y quiero que sea feliz aunque no sea conmigo; no te quepa duda que moriré de envidia cada vez que los vea perderse en su burbuja, sin embargo lo superaré y un modo de hacerlo es darme una oportunidad con Gianna— declaró mirándome serio, pero al mismo tiempo intentó sonreírme, y de la manera más discretamente posible volteé hacia todos lados, buscando la cámara escondida y también me pellizqué, ¿En qué clase de sueño estaba?.

 

—¿A qué viene todo esto Thomas? ¿Qué pretendes?— inquirí confundido, no estaba para juegos bastantes cosas tenía en mi cabeza.

 

— A qué estas siendo muy lento y pareces no darte cuenta de que ella sufre esperando algo más de ti—lo miré mal—. Hey, no me mires así, recuerda que la conozco desde pequeña y se reconocer todas sus expresiones, y sabes que con su mirada es capaz de transmitir mil cosas. Por eso creo que es hora de que te aclares y decidas si la quieres como novia o sólo como amiga, pero no la hagas esperar más— dijo y sin más se giró con intención de retomar el camino de vuelta a la casa.

 

—Espera, ahora me toca hablar a mí—exclamé alzando la voz cuando vi que se marchaba—. Entiendo que la ames, y sé, que la conoces desde pequeña, no obstante siento decirte que no más que yo, en ningún aspecto, y si crees que estoy siendo lento desde tu punto de vista...permíteme explicarte que eso precisamente lo hago porqué la amo; por eso estoy hiendo con pies de plomo para que no se sienta presionada, esa es la razón por la que voy a su paso, a su ritmo, y te aseguro que cuando este lista para aceptarme de nuevo sin remordimientos, sin cosas que nos lastimen, ten la seguridad de que será mía en toda la extensión de la palabra. Y con tu permiso o sin el, la amaré y me esforzaré cada segundo de mi vida por hacerla inmensamente feliz—me detuve un segundo al ver que él seguía dándome la espalda sin tener la mínima intención de mirarme, sin embargo pude apreciar como apretaba los puños; pero como le dije antes era su turno de escuchar—. Soy consciente de su amor por mí, no me creas tan idiota, mas sé, que con todo lo que sufrió si fuerzo las cosas podría lastimarla, sé que ella necesita espacio y tiempo para sanar, y lo único que hago es dárselo, pero poco a poco me voy acercando tanto como ella me lo permite y cuando llegué el momento de poder estar juntos, entonces será mía por siempre, como yo seré suyo eternamente— hablé de manera calmada sin alzar la voz para que se diera cuenta de que mi niña lo es todo para mí.

 

—Si la amas tanto como dices, no lo demuestras, porque yo en tu lugar me hubiera esforzado demostrándole todo mi amor y que juntos podríamos afrontar todo, en vez de ser un cobarde como tú, que no luchó y dejó que su relación acabara— afirmó al mismo tiempo que se giraba y me miraba con satisfacción al notar la expresión de dolor que se formo en mi rostro por sus palabras, la cual rápidamente cambio para dar paso a la furia que comenzaba a expandirse velozmente por todo mi cuerpo.

 

—Y dices qué las conoces...¡Tú no sabes nada!—suspiré intentando calmar mi rabia—. Es muy fácil juzgar desde el exterior, porque no se saben las razones por las cuales suceden las cosas, es realmente sencillo decir, se pudo hacer esto o aquello, cuando no se conoce el trasfondo de la situación—apreté fuertemente la lata de cerveza que tenía entre mis manos, no quería hacer algo de lo que más tarde me arrepentiría—. A diferencia de ti, no sólo la conozco sino que la comprendo, y acepté lo que me podía dar y le di lo que podía recibir en ese momento...¿Crees qué no sufrí al tenerla tan cerca y a la vez tan lejos?, ¿Qué no moría a cada segundo por besarla y decirle cuanto la amo?...No me juzgues Thomas, porque no me conoces—me detuve un segundo al darme cuenta de que casi estaba gritando, respiré un par de veces hasta que me relajé lo necesario para proseguir—. A diferencia de ti, yo si me esforzado por hacerla feliz, porque nunca le demostré mi dolor por la ruptura, ni nunca le reclamé nada ¿Sabes por qué?—negó con la cabeza al mismo tiempo que se encogía de hombros—La respuesta es sencilla, la amo mucho más que a mi mismo, ella es mi vida entera, y como antes te dije, no estoy siendo lento, en el instante que me de la más mínima oportunidad será mía, completamente mía, al igual que yo seré suyo para siempre— sentencié serio haciendo que Thomas me mirara sorprendido y con los ojos bien abiertos al interpretar perfectamente que me refería al matrimonio.

 

—¿No te parece qué eso sería correr y no ir paso a paso como dices?— cuestionó enojado, y mirándome como si fuera un extraterrestre por pensar en casarme con mi Lizz, menuda tontería, ya que es lo que más deseo en el mundo.

 

—No, porque tomaría lo que me dé, si no esta preparada lo entendería y seguiríamos adelante con nuestro noviazgo, pero si me acepta, seré el hombre más dichoso del planeta. La decisión es sólo suya, y sea cual sea, no la voy a dejar marchar jamás...no volveré a cometer ese error de nuevo— afirmé con franqueza sin apartar la vista de sus ojos, que me miraban con enfado; dio un trago de su cerveza para luego arrojar la lata con furia aun lado.

 

—Estás yéndote a los extremos— murmuró exaltado con los dientes apretados.

 

—Thomas, solo iré tan lejos como ella me lo permita, ni más ni menos... y gracias—me miró confundido—Thomas, no soy un insensible, sé que la amas y te agradezco que te hagas aun lado, de verdad gracias...no lo digo por mí, sino por ella, no me gustaría que sufriera por verte mal. Soy consciente de que te quiere, como a James, Emmett, Jacob, incluso tal vez más...pero jamás como a mí, tú mismo me lo confirmaste— reiteré y vi como una mueca de dolor se instauraba en su rostro al escuchar mis palabras, realmente no fue mi intención lastimarlo sólo quería dejar claro que el amor que nos tenemos mi niña y yo, va más allá del entendimiento, aunque a veces no queramos verlo.

 

—Por mucho que me duela admitirlo estás en lo cierto. Sólo te pido que no la hagas sufrir— mencionó resignado con voz apagada como si hubiera perdido la energía.

 

—Jamás lo he hecho, ni lo haré, porque herirla sería mi muerte; es mas, antes prefiero morir que hacerla sufrir de manera intencionada...Sé que nuestra relación no será miel sobre hojuelas y que tendremos nuestras diferencias y algunas nos llevaran a discusiones, pero aprenderemos a solucionarlas y salir adelante como cualquier pareja— declaré y una pequeña sonrisa surcó mis labios al recordar nuestra primera riña.

 

—Muy a mi pesar, reconozco que eres un gran tipo, y sé, que la harás muy feliz—se acercó mirándome con los ojos cristalinos aceptando la dolorosa verdad de que Lizzie nunca fue, ni sería suya.—¿Amigos?—preguntó sonriendo con sinceridad y tendiéndome la mano, la cual acepté. Luego de nuestro apretón de manos y sin decir palabra alguna se giró y se fue, ya no lo detuve ¿Para qué? ya todo estaba dicho entre nosotros, ahora sólo nos quedaba comenzar de cero dejando atrás el pasado para poder llevarnos bien, y poder llegar a ser buenos amigos.

 

Decidí quedarme un rato más en el jardín asimilando tanto sus palabras como las mías propias, llegando a la conclusión de que necesitaba que alguien me escuchara y poder sacar fuera todo lo que me atormenta para poder ser y hacer feliz a Lizzie. Dejé que el aire despejara un poco mi cabeza que en estos instantes era un caos mental y emocional. Unos minutos después me sentía más relajado y entré a la casa a reunirme con los demás; justo cuando estaba apunto de traspasar la puerta del salón, siento que algo o mejor dicho alguien choca contra mi cuerpo, no necesito mirar para saber que es ella, mi niña, mi vida, la aprieto contra mí sintiéndome completo porque tenía entre mis brazos a mi otra mitad.

 

(Final Flash back y Justin Pov)

 

Edward Pov:

 

El silencio nos inundó durante unos instantes luego de que Justin terminará de contarme la conversación que resultó ser de lo más interesante y esclarecedora, es mas, creo que resultó ser beneficiosa para ellos, ya que consiguieron dejar los malos rollos atrás, bueno mejor dicho Thomas, el cual por fin se dio cuenta de que el odio que sentía por Justin era una excusa tonta para ocultar sus malditos celos, y por mucho que me duela por él, es bueno que se diera cuenta de una vez que mi brujita sólo ama a una persona, aunque a veces nos diese la impresión a todos de que no era así, creo que todo eso se debió al distanciamiento que hubo entre ellos.

No obstante desde que volvieron a pasar tiempo juntos de nuevo, nos hizo darnos cuanta de lo equivocados que estábamos. Ahora entiendo el que Thomas aceptara tan fácil y estuviera de acuerdo con nosotros esta tarde cuando le propusimos en casa de mis padres que nos gustaría ofrecerle a Justin ser miembro de nuestra fraternidad. Me alegró mucho de que se den la oportunidad de conocerse, seguro acabarán forjando una gran amistad.

 

—Sabes una cosa, Thomas me abrió los ojos en varios aspectos—suspira—, debo dejar mis miedos e inseguridades atrás y dedicarme a ser feliz junto a mi niña; pero me asusta poder herirla de alguna manera, ese es mi gran temor— menciona para luego perderse unos instantes en sus recuerdos.

 

—Todos tenemos dudas y es algo bueno, porque nos inspiran a esforzarnos para no cometer errores y lastimar a quienes amamos, es mas...si no sintieras ese miedo a herirla, entonces te diría vete a la mierda, ella no te merece...porque no la amarías lo suficiente—choco mi hombro con el suyo de forma juguetona—. A por ella matador y hazla feliz amigo— digo sonriendo mientras saco un par de cigarros para ambos; sé, que estábamos fumando mucho y que si se enteran Bella y mi brujita nos matarían, pero por un día no pasa nada; además, de que acompaña muy bien con la cerveza que todavía tenemos.

 

—Es lo que más anhelo, ser feliz juntos. El viernes en la presentación de los equipos hablaré con ella, espero nos cubras las espaldas—sonríe guiñándome el ojo—. Ya sabes, no queremos acompañantes no deseados, y conoces lo sobreprotectores que son James y Emmett, son capaces de interceptarnos por el camino— declara divertido y golpeo su hombro amistosamente.

 

—Ok, cuenta con mi ayuda, sólo no hagas cosas indebidas con mi hermanita...Y si las hacen, no me lo digas— advierto bromeando y ambos reímos.

 

—No te preocupes amigo, qué si pasa algo usaremos protección— acota entre risas palmeando mi hombro.

 

—¡Te dije qué no me cuentes absolutamente nada!— exclamo tapando mis oídos, y le escucho soltar una carcajada...al fin Justin esta de regreso.

 

—Perdón se me olvidaba que eres puro y casto— se burla, y le doy tal empujón que ambos acabamos tumbados en la arena muertos de risa, y en ese preciso instante suena mi móvil y aún riéndome contesto al ver que se trata de James.

 

—Hola James—saludo—, ya se que me extrañas, pero nunca pensé que tanto, sólo han pasado unas horas desde que te vi— bromeo y Justin a mi lado se ríe.

 

—¿Ya vieron la hora que es? Por Dios nos estamos muriendo de hambre por esperarlos para cenar— nos regaña como si fuera nuestro papá haciéndonos reír de nuevo.

 

—¿Y de verdad pretenden que me crea esa estúpida excusa?— cuestiono.

 

—En serio Ed, sólo me dejaron merendar media pizza porque íbamos a cenar todos juntos para celebrar el comienzo de las clases— se queja Emmett.

 

—¡Cállate idiota!— vocea Jacob y al mismo tiempo escuchamos un golpe.

 

—¡Auch brother! Si me sigues pegando así me dejaras tonto— gruñe Emmett y sin poder evitarlo todos nos reímos de nuevo.

 

—Creo que Jacob desde que nació no ha dejado de golpear a Emmett— dice Justin entre risas haciendo que todos estallemos en carcajadas, menos Emmett que suelta un fuerte suspiro.

 

—Sí, golpear a su hermano mayor siempre ha sido, y es, su pasatiempo favorito— responde enfurruñado Emmett y seguimos riendo como locos, es mas a estas alturas ya corren lágrimas por mis ojos.

 

—Chicos, díganme de una vez par que me llaman— sondeo intentando cambiar de tema, ya que mucha cerveza más risa igual a mear, y no gracias, hace mucho que deje de mojar mis pantalones.

 

—Vale, la situación es está, como nos encontrábamos de lo más aburridos decidimos llamar a las chicas y molestarlas, pero como se empezaron a mosquear de lo lindo, no nos quedo de otra que invitarlas a cenar— nos explica James con voz traviesa para luego soltarse a reír; a saber las burradas que habrán dicho.

 

—Ahora entiendo la razón de está llamada—río—, nos necesitáis para capear contra el temporal que se os avecina— me burlo para luego acompañar en risas a Justin.

 

—Estás muy gracioso está noche, a ver si sigues igual cuando llegues y te encuentres a Bella esperando— comenta malicioso Jake

 

—¡Mierda! ¡Vamos para allá!— aseguro cortando la llamada sin darles tiempo a burlarse. Al girarme me encuentro a Justin tirado en la arena muerto de risa—. No me parece gracioso— digo sonriendo mientras me levanto.

 

—Si hubieras visto tu cara, te aseguro que aún estarías riéndote— afirma con jovialidad.

 

—Me gustaría saber que excusa le vas a decir a mi brujita—sonrío burlón—, con eso de que estáis todo el tiempo juntos y os contáis todo— me cachondeo logrando que ahora fue su turno de perder el color de su cara mientras se incorpora.

 

—Qué estás esperando Edward, vamos— apremia sacudiéndose rápidamente la arena.

 

—Como se nota lo bien que conoces a mi brujita. Hay miedo ¿Eh?— me pitorreo mientras nos dirigimos al coche.

 

—Mi niña es muy buena, pero sabes que es de armas tomar cuando se enfada—declara abriendo la puerta y sentándose rápidamente—. Vamos Edward, ponte en marcha de una maldita vez— me apresura, y no puedo evitar una carcajada al mismo tiempo que arranco el coche antes de marcharnos a toda velocidad, conduciendo como me gusta.

 

La mayor parte del trayecto la pasamos en un cómodo silencio que fue interrumpido por las risas de Justin.

 

—¿Qué te pasa ahora? ¿Se te zafo un tornillo o qué?— pregunto perplejo por su actitud.

 

—Me acabo de dar cuenta de que las chicas nos tienen sometidos por completo—ríe—, parecemos perritos que con solo tronar los dedos ya estamos a su lado— apostilla divertido y asiento completamente de acuerdo, ya que las risas me impiden hablar.

 

—Tienes toda la razón, pero por mi Bella, hago lo que sea— digo con cara de tonto al pensar en su tímida sonrisa, su adorable sonrojo, y sus maravillosos ojos chocolates que me tienen locamente hechizado.

 

—Tierra Llamando Edward—vocea sacándome de mis hermosos pensamientos, lo miro mal—. Hey, quita esa mirada asesina de tu cara, que seguro estabas perdido en Bellalandia por la cara de estúpido que tienes— afirma y asiento con una boba sonrisa.

 

—Será…porqué no has visto la cara de idiota que pones tú, cuando estás con mi hermana o hablas de ella— replico dejándole mudo por unos instantes.

 

—En mi defensa sólo puedo decir que soy un dominado feliz— contesta llevándose la mano al corazón para luego suspirar teatralmente.

 

—Somos diría yo—corrijo haciéndole un guiño—. Si ahora nos tienen así, imagínate como será cuando nos casemos con ellas— bromeo y seguido ambos rompemos a reír mientras estaciono el coche enfrente de la fraternidad.

 

—Nos tienen a sus pies, son nuestras amas y nosotros sus obedientes sumisos que...— deja la frase inconclusa y bajamos riendo a pleno pulmón.

 

—Me encanta ser sumiso pero en algunos aspectos prefiero ser el amo...Tú me entiendes— digo levantando las cejas haciéndonos reír de nuevo, y al mirar al frente nos encontramos a todos sentados en las escaleras del porche.

 

Y de pronto parecemos una escena tonta de cine mudo donde nos miramos los unos a los otros y nadie hace o dice nada, hasta que mi brujita se levanta y corre a refugiarse en los brazos de Justin, el cual la recibe gustoso mientras me mira y yo articulo con los labios “Te lo dije” al mismo tiempo veo que mi hermosa novia se apresura hacia mí que la espero con los brazos abiertos, que segundos después están ocupados por su hermoso cuerpo.

 

—Aquí extrañaban a alguien ¿Verdad chicas?— se burla James y mi hermana refugiada por lo brazos de Justin le saca la lengua.

 

—Claro que los extrañamos— le contesta sonriente mi Bella para luego rodear mi cuello con sus brazos.

 

—Me extrañaste ¿Eh?—sonrío juguetonamente acercándola más a mí.—¿Puedo saber cuánto?— pregunto levantando una ceja.

 

—No pienso decírtelo—susurra rozando mis labios—te lo pienso mostrar— sonríe y atrapa mis labios en un beso apasionado que respondo con fervor, donde nuestras lenguas jugueteaban juntas; en el momento que los dedos de mi Bella se enredan en mi pelo dando pequeños tirones no me puedo contener y aprieto su cuerpo al mío todo lo que es posible sacando un delicioso gemido de los labios de mi novia, mis manos acarician su espalda y cintura tentadas en descender a su apretado y caliente trasero, el cual me tiene loco: joder no quiero dejar de besarla la había echado tanto de menos; estoy apunto de introducir mis manos por debajo de su blusa cuando unos malditos carraspeos se escuchan en el ambiente, pero eso no hace que nos detengamos, nada conseguirá que deje de besar a mi novia.

 

—¡Hey, búsquense un cuarto! No estamos interesados para nada en el voyeurismo— chilla Emmett dramáticamente consiguiendo desgraciadamente que nos separemos.

 

—¿Envidia de no tener tal recibimiento oso?— cuestiona mi novia girándose a mirarlo mientras recuesta su espalda en mi pecho y automáticamente mis brazos rodean su cintura.

 

Sin embargo dejo de prestar interés a su charla, cuando vi algo que me llamó demasiado la atención. Thomas se encontraba sentado al lado Gianna de lo más acaramelados; entonces disimuladamente codeé a Justin para que mirase la escena.

 

—¿Crees qué estén juntos?— me pregunta Justin en voz baja.

 

—No sé, pero para mí, que algo hay entre ellos—le cuchicheo a mi amigo sin dejar de mirar a Thomas con una sonrisa juguetona.—¿Cómo que hay novedades por aquí no?— inquiero en voz alta sin quitar mi sonrisa viendo como Thomas toma a Gianna de la mano para levantarse.

 

—Creo que tienes razón, aunque no me esperaba que sucediera tan pronto— me dice Justin sonriendo a la pareja, y entonces recuerdo lo que me contó de su charla con Thomas.

 

—Chicos, quiero presentaros a Gianna, mi novia— nos anuncia Thomas una vez llegan a nuestro lado.

 

—Enhorabuena y suerte con este, seguro la necesitaras— declaro divertido dándole un golpe en el hombro a Thomas y sonriendo a la chica, que está un poco cohibida.

 

—Felicidades Thomas, os deseo lo mejor chicos— dice Justin estrechando su mano confirmando algo, que sólo nosotros tres sabemos.

 

—Gracias Justin— contesta sincero pero con su mirada transmite algo más a lo que mi amigo asiente sonriente.

 

Mi hermana que se había separado de Justin lo necesario para que pudiera saludar y charlar cómodamente con la nueva pareja, vuelve a su lado rápidamente para refugiarse en sus brazos de nuevo, lo que hace que este sonría y con mucha ternura deposite un beso en su cabello; sigo observándoles sonriente durante unos instantes hasta que mi hermosa Bella se pega a mi cuerpo y no tardo en rodearla con mis brazos par luego inclinarme y besar sus cálidos y rosados labios, que hacen que me olvide de todo y de todos.

 

—¡Basta ya!, ¡Paren de una maldita vez!—gruñe Emmett.—Qué diantres les pasa, qué no pueden estar despegados— murmura aparentando estar enojado.

 

—Nada que te importe— responde cortante mi novia frunciendo el ceño.

 

—Ya, ya...van a decir que se quieren mucho y por eso están pegados como lapas— asegura Laurent riendo, no sé, si los demás se percataron pero yo si, tanto Justin como Lizzie asintieron rápidamente ante las palabras anteriormente dichas, estoy seguro que ninguno de los dos se dio cuenta de lo que hizo y que fue de manera inconsciente, cosa que me hace sonreír.

 

—¿Envidia cuñado?— pregunto riendo a Emmett.

 

—Para nada, sólo que cansa ver lo empalagosos que sois— contesta haciéndose el importante.

 

—Vamos oso—ríe mi brujita—reconoce qué te mueres de envidia— acota con jovialidad guiñándole el ojo.

 

—Estoy totalmente de acuerdo contigo—sonríe mi novia—. Pobre de mi hermanito, no tiene perro que le ladre— se burla siguiéndole el juego a mi hermana, la cual pega un grito y salta en los brazos de Justin.

 

—¡Esto no puede ser!—pone cara de fingido horror. Nessie como mi Bella se muerden el labio para aguantar las ganas de reír, conocen demasiado bien las salidas de Lizzie, en especial la pitufa—. No te preocupes osito, mañana tendrás un perrito para que te haga compañía y mira, esto ayudará—saca dos billetes de 50 dólares del bolsillo trasero de su pantalón—. Haremos una colecta y le compraremos un perrito a Emmett para que no se sienta tan solito— nos informa con una sonrisa burlona en su rostro. Justin inmediatamente saca su cartera y le entrega a mi hermana un billete de 100 dólares mientras Emmett les mira enfurruñado, pero gracias aun puchero que le hace mi brujita se le pasa el supuesto enojo. Nadie puede resistirse a ese gesto.

 

—Yo coopero con la causa. No quiero que Emmett entre en depresión por soledad— anuncia divertido Justin haciéndonos reír a todos, y seguidamente pasamos todos a darle el dinero a mi brujita, pero cuando llega mi turno me fijo en que faltaban Kevin y Jasper.

 

—Chicos ¿Dónde están Kevin y Jasper?— cuestiono con interés, ya que me parece bastante raro que no se unan a la cena.

 

—Kevin se marchó a su casa a recoger unos libros que le faltaban y de paso aprovechaba para cenar con sus padres, ya sabes lo despistado que es— dice Laurent riendo.

 

—¿Y no te haces una idea de dónde se encuentra Jasper?—me pregunta con guasa James y niego con la cabeza; últimamente Jasper esta de lo más raro y apenas nos cuenta nada—. Se fue a cenar con tu prima Alice, en plan cita—lo miro asombrado, no me lo esperaba en absoluto; ya que hace dos días en la puerta de su hermandad, mi prima se estaba enrollando con Riley, un chico de la fraternidad Omega—. Nos enteramos de pura casualidad ya que estábamos aquí fuera charlando con Kevin antes de que se marchará, cuándo salió Jasper todo arregladito y se fue directo a la casa a Kappa; cinco minutos más tarde salió con Alice, que también vestía muy acicalada— me explica James encogiéndose de hombros.

Me acerco a mi hermana y le entrego otros 100 dólares, cubriendo la parte correspondiente de Kevin, y Jacob hace lo mismo por su primo, ya mañana nos lo darían.

 

—Listo Hermanito, mañana a estas horas tendrás compañía—ríe mi novia cambiando de tema, sé que a ella no le hace ninguna gracia que su primo salga con Alice, y la comprendo a la perfección—. Más te vale cuidarlo bien— le amenaza seriamente.

 

—¿Cuántas veces al día lo tengo que alimentar?— pregunta Emmett con gran interés.

 

—Fácil oso, dale de comer cada vez que lo hagas tú— habla Nessie como si estuviera tratando con un niño de guardería.

 

—Nooooooooooooo— chillamos la mayoría al mismo tiempo.

 

—Amorcito—dice Jacob a Nessie—, si mi hermano alimenta al perro las mismas veces que como él, entonces si que se muere de indigestión el pobre animalito— todos reímos ante la molesta mirada del oso...pero todo lo que Jake ha dicho es la pura verdad. Emmett es un barril sin fondo.

 

—Ahora que hablan de comida, cómo que se está haciendo tarde para la cena—se frota la tripa—. Por cierto ¿Qué vamos a cenar?— pregunta tan pancho Emmett dejándonos sorprendidos a todos, dado que la idea fue suya.

 

—Hermano, tú fuiste el principal promotor, bueno junto a Jacob...Qué piensan pedir, porque lo que es cocinar...— dice Thomas negando con la cabeza, y bien cierto es, sólo te alimentas de sus comidas si quieres ir a parar al hospital.

 

—Bueno...este...nosotros— tartamudea Jacob mirando a Bella ¿Avergonzado?

 

—Es que hablamos por teléfono con papá y en la conversación salió el tema de lo mucho que echan de menos la comida de Bella y siendo sinceros nosotros también, así que habíamos pensado que quizás...— menciona cohibido Emmett.

 

—¿Me están diciendo qué me invitaron a cenar para que cocine?— cuestiona con incredulidad mi novia.

 

—Es que extrañamos tus deliciosos platos, Belly— aclara Jacob haciendo un puchero intentando derretir la rabia que desprenden los ojos de mi novia.

 

—Bella, Lizzie, explicadme porqué me puse de novia de este idiota— declara con enojo Nessie señalando a Jacob.

 

—No tengo ni idea, aunque algo debe tener para que aceptaras-— contesta mi hermana encogiéndose de hombros.

 

—Siendo sincera, no sé que haces con él, pero pienso que debe tener algo interesante aunque este muy escondido— responde mordaz mi novia dejando a Jacob con la boca abierta.

 

—Cómo se les ocurre una idea tan absurda—dice Marta negando con la cabeza para luego suspirar—. Es normal que extrañen su comida, pero está no es la manera correcta— añade cruzándose de brazos.

 

—Pero...entiéndanos...—comienza a quejarse Emmett, pero al ver los rostros de las chicas se calla.

 

—Ya dejemos esto por la paz que no llegaremos a ningún lado...Chicos si apoyan una idea de Emmett, por favor, cerciórense de que está bien planeada o seáis vosotros los que os encarguéis de los detalles— habla autoritaria Victoria que conoce perfectamente las estúpidas ideas de mi amigo.

 

—Y por querer cometer ese abuso con mi cuñada...— empieza a decir mi hermana con una mirada escalofriante, que de seguro nos heló a todos la sangre.

 

—Nosotras nos encargaremos de la cena— continua amenazante Nessie sonriendo con malicia.

 

—Y vamos entrando que es tarde— añade con voz de mando Irina, y todos vamos desfilando al interior acompañados por nuestra pareja, incluido Emmett, que aunque no este de novio con Marta algo hay entre ellos.

 

—Chicas vamos a la cocina— habla mi Bella con voz traviesa, a saber lo que planean.

 

Una vez las chicas se marcharon a la cocina, nosotros nos dirigimos en silencio al salón que fue roto por James en cuanto se acopló en el sofá.

 

—¿Qué estabais haciendo vosotros?— nos pregunta James muerto de curiosidad a Justin y a mí.

 

—Sólo espero que no lo estés dando calabazas a mi hermana— dice Emmett fingiendo preocupación.

 

—Pues no sé que pensar—suspira Laurent—¿Vieron lo juntitos y risueños que llegaron?— inquiere alzando las cejas.

 

—¿Y qué dicen de sus caras misteriosas?— continúa Thomas siguiendo el juego.

 

—La verdad es que Justin me abrió su corazón— respondo y era cierto sólo que ellos lo interpretarían en el mal sentido.

 

—Sólo dije lo que siento— declara Justin siguiéndome la broma, los chicos nos miraban a uno y al otro con la boca abierta.

 

—Lo sé, pero no es una decisión fácil de tomar, hay sentimientos de otras personas implicados— menciono aparentando estar nostálgico.

 

—Pero cuando hay amor...— acota Justin dejando la frase en suspenso.

 

—Por eso hemos decidido...ser buenos amigos— digo pasando el brazo por sus hombros.

 

—See...es lo mejor— agrega Justin y después estallamos en carcajadas.

 

—De verdad chicos, sus caras no tienen precio— exclamo una vez nos calmamos.

 

—Sólo estuvimos charlando y bebiendo unas cervezas— explica Justin encogiéndose de hombros. No obstante Thomas le da una mirada significativa...él lo sabe o por lo menos lo intuye.

 

Las chicas hicieron su aparición en ese momento, mirándonos a todos con una clara pregunta sin articular, ¿Qué pasa con vosotros? ya que nuestras carcajadas de seguro se escucharon en la cocina.

 

—¿Pidieron ya la cena?— pregunta Emmett.

 

—Por supuesto al igual que pusimos la mesa— contesta Nessie.

 

—En un rato la traerán y vosotros pagáis— declara mi hermana señalándonos a todos.

 

—Pero...— intenta protestar Laurent.

 

—Nada, vosotros nos invitasteis...vosotros pagáis— continua hablando mi Bella.

De verdad que las chicas dan miedo cuando se lo proponen. El primero en sacar el dinero es Justin, seguido de mí, y así sucesivamente hasta llegar a Laurent que titubea un poco pero termina entregándolo.

 

—Primero, la colecta para el perro de Emmett, y ahora la cena. Estás chicas nos van a dejar en la ruina— se queja Laurent.

 

—Cállate o pagaras las cervezas tú solo— le amenaza Irina imposibilitando cualquier protesta por parte de su novio...Por lo visto Justin y yo, no somos los únicos dominados.

 

—Chicas, este dinero sobra— les avisa Nessie luego de haberlo contado y comienza a repartirlo entre ellas.

 

—Hey, nosotros fuimos los que cooperamos— protesta Emmett levantándose del sillón.

 

—Y nosotras lo vamos a gastar— le responde Marta con una dulce sonrisa que deja al oso fuera de combate y suspirando se vuelve a sentar.

 

—Vamos chicas...no es justo— se queja ahora Jacob poniendo un puchero.

 

—Sigue quejándote Jake y pasara mucho tiempo antes de que vuelvas a probar mi comida— le advierte mi chica en plan atemorizante.

 

—Ven chicos, las chicas saben lo que hacen— dice Jake cambiando totalmente de idea para no quedarse sin degustar la comida de mi novia.

 

En ese momento suena el timbre y todas corren en estampida hacía la puerta, segundos más tarde vuelven con varias bolsas, sus malvadas sonrisas me dan escalofríos.

 

—La cena está aquí, vamos a la mesa— anuncia Victoria, rápidamente nos levantamos para seguirlas.

 

Una vez acomodados en la mesa, las chicas comienzan a sacar de las bolsas la comida y las caras de espanto que ponen Emmett y Jacob no tienen precio. Todo es pura comida mexicana y nos les gusta absolutamente nada.

Cuando por fin todo está colocado en la mesa vemos de que son cada bandeja, hay quesadillas de distintos tipos, rajitas de chile, burritos, tacos, chiles rellenos de queso y verdura y tamates oxaqueños y todos los platos acompañados con bastante picante. Luego de que sirvieron a cada uno su correspondiente ración nos dispusimos a comer y wauuuu no picaba absolutamente nada; mire al resto de los chicos que estaban comiendo tan tranquilos como yo, pero al mirar a Emmett y Jacob me di cuenta de que estaban sudando como cerdos y se habían bebido dos cervezas cada uno, y eso que acabábamos de empezar a comer; un rato más tarde todos teníamos nuestros platos vacíos pero los hermanitos Swan estaban muy colorados y eso que en total se tomaron cuatro cervezas cada uno para amortiguar el picante.

 

—¿Cómo pueden estar tan tranquilos con lo que picaba la comida?— nos pregunta un acalorado Jacob consiguiendo que estallemos en carcajadas.

 

—¿Qué carajos ocurre con vosotros?— inquiere Emmett fulminándonos con la mirada.

 

—Hermano creo que nos la han jugado—gruñe Jacob—, están como si nada, eso me da que pensar que solo nosotros comimos picante— murmura entre dientes lanzándonos miradas matadoras.

 

—Serán desgraciados, qué sepan que en estos momentos los odio profundamente—dice un muy pero que muy enojado Emmett—. Pero ¿Cómo lo hicieron si sirvieron del mismo sitio?— pregunta confundido y la verdad es que a todos nos pica la curiosidad.

 

—Ven está marca de aquí— dice mi Bella señalando la bandeja donde hay una línea de color rojo.

 

—¿Y eso qué significa?— inquiere enfadado Jacob cruzándose de brazos.

 

—Está línea indica la separación entre lo que tenía picante y lo que no— acota sonriente Nessie.

Estás chicas cada vez me asombraban más, aunque reconozco que tienen una mente perversa.

 

—¿Qué les hicimos para que nos hagan esto?— pregunta Jacob con voz ronca a causa del picante que todavía debía permanecer el sabor en la boca.

 

—Muy sencillo, por invitarnos a cenar pretendiendo que cocináramos— declara mi Bella sonriendo con malicia y con sus manos en la cintura.

 

—Y como aún no han sido perdonados, deben cumplir su segunda parte del castigo— dice Marta sonriendo angelicalmente, y eso es mala señal para Emmett.

 

—Vuestro castigo es…recoger la mesa, lavar todo lo ensuciado y dejar la cocina ordenada— anuncia sonriente Nessie observando a su novio, el cual se estremece al ver su mirada.

 

Sin decir palabra Jacob y Emmett comienzan a recoger la mesa ante la atenta mirada de las chicas, sólo se les escucha murmurar entre dientes pero tan bajito que son intendibles, sin hablar el resto nos levantamos y nos marchamos al salón donde no podemos contener por más tiempo nuestras risas, cuando por fin nos calmamos decidimos poner la televisión mientras esperamos a la pareja que de repente empiezan una tonta discusión.

 

—¡Los lavas tú!— exclama chillando Jacob.

 

—Nada de eso, tú friegas y yo seco— sentencia Emmett entre risas. Es muy raro verle serio.

 

—Ni lo sueñes osito, que si estamos aquí, es por tu maldita culpa— murmura entre dientes Jacob.

 

—Pero...—suspira—está bien, pero cuando tenga mi perrito le voy a poner Jake— dice con convicción nuestro amigo y seguido se escucha un golpe sordo, no es necesario que lo veamos para saber que Jake le acaba de dar una colleja.

 

—Hey hermano contrólate— protesta el oso.

 

—Hey nada, si tú le pones Jake a tu perro, le cuento a los chicos que tú....— la respuesta de Jacob quedo en el aire ya que seguidamente escuchamos un forcejeo.

 

—Está bien, buscare otro nombre— termina con la discusión Emmett para luego escuchar mucho ruido, parece que en lugar de lavar vez de lavar los platos estén demoliendo la cocina.

 

No pasan más de cinco minutos cuando regresan, no quiero imaginar como dejaron los platos y todo lo demás, seguro que lo tenemos que hacer de nuevo.

 

—Listo— anuncia Emmett con la camiseta empapada y todavía con espuma del jabón en la cabeza.

 

—¿Tan pronto?— pregunta extrañada Irina.

 

—Sí, somos un buen equipo— dice Jacob igual de empapado mientras golpea el hombro de su hermano.

 

—Si vosotros lo decís, tendremos que creeros— menciona riéndose mi hermana que está acurrucada en el pecho de Justin.

 

—Es de lo más divertido estar con vosotros— expresa sonriente Justin.

 

—Pues si quieres ser parte de los Alpha eras más que bienvenido— declaro con una sonrisa y los chicos asienten.

 

—¿Lo dicen en serio?—pregunta entusiasmado—Pensé que tenían todas las habitaciones ocupadas y que las libres eran para los nuevos miembros— habla Justin con emoción en su voz.

 

—Por supuesto, además, planeábamos pedírtelo desde finales del curso pasado que es cuando se marchó Peter— le comunico sonriente.

 

—Sería genial tener al mejor mariscal del campo en nuestra fraternidad— exclama exaltado Emmett y los chicos dan un silbido en aceptación.

 

—Simplemente el mejor capitán— declara mi brujita con una sonrisa besando su mejilla.

 

—Realmente sería fantástico tener a alguien que de verdad sabe jugar al fútbol— dice James mirando burlonamente a Emmett, ya que a este se le dan bien todos los deportes menos el fútbol americano.

 

—Pues...si todos estáis de acuerdo por mi encantado— afirma contento Justin.

 

—Y lo que de verdad importa es que contaremos con buenos sitios en el estadio aunque lleguemos tarde— bromea Laurent pero todos sabemos que habla en serio.

 

—Cuenten con ello, todo sea por mis hermanos— asegura Justin haciendo que los chicos griten de emoción chocando las manos.

 

—Sólo falta saber cuando te mudarías, por nosotros mañana mismo si quieres, de ese modo te ahorras el seguir pagando el apartamento en la residencia de estudiantes— le comenta Jacob mientras acaricia la espalda de Nessie.

 

—Sí, múdate mañana y con lo que ahorres nos invitas a unas cervezas—sugiere Emmett sonriendo de tal manera que se le marcan sus hoyuelos haciéndolo ver como un niño pequeño.

 

—¡Oh no! Entonces terminaras pagando más de lo que te gastas en la renta— alega con fingido horror mi hermana y todos ríen estruendosamente menos Emmett que hace pucheritos.

 

—Tranquila mi niña, conozco un sitio donde vende la cerveza a muy buen precio, y con la cantidad que toma Emmett seguro me harán un buen descuento— responde Justin mirando con dulzura a Lizzie.

 

—Sííí, cerveza gratis, qué esperan tenemos una mudanza que hacer— grita Emmett muy animado levantándose del sillón todo dispuesto para realizar la mudanza en este momento.

 

—Mira qué eres tonto hermano, no son horas de mudanzas— dice Jacob jalándolo del brazo haciendo que se caiga de nuevo en el sillón.

 

—¿En qué piensas nene?—le pregunta cariñosa mi brujita y todos la miramos sorprendidos por el apodo que le ha dado a Justin.—¿Qué? Siempre le he dicho así— se encoje de hombros y regresa su mirada Justin que la sonríe como tonto.

 

—En todo lo que tengo recoger mañana—suspira—quieras que no, al vivir dos años en el mismo lugar acumulas muchas cosas, además, de recoger el coche ya que al dejar el apartamento se pierde la plaza de parking y también debo hablar con el encargado del edificio para entregarles las llaves y para que vea que dejo el cuarto en perfecto estado, así podré recuperar la fianza— le explica Justin a Lizzie acariciando su cabello

 

—¡Hey! Tienes que contar con nosotros para hacer la mudanza, no te vamos a dejar hacerlo solo, así que no te preocupes que entre todos acabaremos más rápido—anuncia Thomas dejándonos a todos con la boca abierta—. Además, tenemos un mulo de carga— sonríe señalando a Emmett haciendo que las risas resuenen por toda la habitación.

 

—Un consejo amigo, debes elegir con sumo cuidado la habitación que ocuparas— habla con tono de intriga Laurent.

 

—Te recomiendo que sea lo más lejos de este par— sugiere mi Bella teatralmente señalando a sus hermanos.

 

—¿Y eso por qué?— pregunta ofendido Jacob

 

—Amor no te molestes, pero Emmett y tú roncan más que una manada de osos gruñendo— le aclara Nessie en tono cariñoso al ver el puchero que hace su novio.

 

—La verdad amiga, es que no entiendo como puedes dormir con él—ríe mi Bella—. Todavía recuerdo cuando nuestro padre hizo reforma en el tercer piso únicamente para que Emmett y Jacob se trasladaran allí y nos dejarán dormir— rememora haciéndonos reír a todos menos a sus hermanos que tienen sus ceños fruncidos.

 

—Eso es mentira, papá lo hizo para que tuviéramos más espacio— intenta defenderse Emmett pero ninguno le creemos.

 

—Sí, lo que tu digas hermanito...pero...si algún día quieres conocer la verdad, habla con papá— le rebate mi novia con una picara sonrisa.

 

—Siento desilusionarte oso, me quedo con la versión de Bella ¿Sabes por qué?—Emmett niega con la cabeza—. Fácil, porqué ambos roncáis como cerdos, y la razón por la que puedo dormir con tu hermano es gracias a los tapones para los oídos que me compré—declara Nessie tan tranquila haciéndonos reír a todos menos a Jacob, que la mira con los ojos bien abiertos sin creer lo que acaba de escuchar—, Justin por tu bien y para tu descanso píllate el dormitorio más retirado de los hermanos Swan— finaliza en plan dramático la diablilla.

 

—No tienen de que preocuparse chicos, se esquivar ciertas cosas— menciona divertido guiñándoles el ojo a Emmett y Jacob, que tienen sus rostros contrariados.

 

—De hecho había pensado que se quedara la habitación que está cerca de la mía— comento como si nada.

 

—Estaría bien— dice Justin sonriente.

 

—Si muy buena idea—ríe malicioso James—. De ese modo lo tendrás más cerca y podrás conquistarlo mejor— se burla el cabrón sacando las risas de todos.

 

—Nah...mi corazón está ocupado— responde Justin besando la cabeza de mi hermana, que se derrite como cera al fuego entre sus brazos.

 

—Tendré que vivir con la decepción— le digo limpiándome una lágrima imaginaria.

 

—A partir de mañana todos los números uno de la universidad pertenecerán a la fraternidad Alpha— exclama gracioso Thomas chocando sus manos con Laurent, a veces somos demasiado infantiles.

 

—Sí, nuestro caché subirá como la espuma—manifiesta Emmett—. Ahora ¡Alisten sus relojes que tenemos una mudanza programada para mañana!— exclama chillando al mismo tiempo que hace un ridículo baile en el centro del salón.

 

—Aunque el espectáculo es muy bueno—interrumpe Jacob—¿Qué os parece ver una película?— propone recibiendo respuestas afirmativas por parte del grupo.

 

—Pongamos la primera que cojamos, porque si nos ponemos a elegir amaneceremos todos aquí— evoca mi Bella levantándose de mi regazo para acercarse a la estantería donde se encuentran las películas.

 

—¡Espera!—exclama Laurent levantándose y acercándose a mi chica con un pañuelo en la mano—. De este modo será más divertido— sonríe como un niño mientras le tapa los ojos con el pañuelo y la gira varias veces hasta dejarla frente al estante.

Mi preciosa estira la mano y toma una que le entrega a Laurent luego de desprenderse del pañuelo. Mientras nuestro amigo pone la película mi muñequita ya está a mi lado de nuevo, donde la acurruco entre mis brazos amorosamente.

 

Al final la película que escogió mi Bella al azar fue “Instinto Siniestro” un film de terror bastante gore, pero a los chicos y a mí nos gustaba, la trama estaba bastante bien, trataba de una pareja de novios que se marchan de vacaciones y al regresar sufren un accidente que es provocado, dónde muere el chico y no encuentran ninguna pista de quien es el asesino. Desde ese momento la protagonista se siente observada, recibe llamadas anónimas amenazantes al igual que cartas; un mes más tarde del funeral del chico, la chica descubre que está embarazada, ahí es cuando las amenazas se vuelven más agresivas, entran en su casa revolviéndolo todo, llegan cintas donde está duchándose, comiendo, durmiendo...vamos la tienen vigilada las 24 horas, y entonces es cuando se pone en contacto con la policía que es lo peor que pudo hacer ya que desde ese momento toda la gente a la que ella ama en su vida, comienza a ser asesinada de las manera más brutal y cruel, pero lo peor es que ella recibe los dvs grabados de los siniestros y aterrorizantes asesinatos consiguiendo llevarla a un estado de nervios que casi la lleva a la locura a causa del inmenso miedo; pero de repente los terroríficos asesinatos paran y ella intenta volver a su vida normal pero una noche se presenta en su casa la ex novia del chico intentándola asesinar tirándola por las escaleras para después rajarla y sacarle al niño pero en ese justo momento llega la policía; sin embargo a causa del accidente la protagonista pierde el niño.

En ese momento deje prestar atención al film e inmediatamente mi mirada fue directamente a mi brujita, que tenía cara de horror y gruesas lágrimas se resbalan por su linda carita y sin poder soportarlo más se levanta rápidamente y corre en dirección a la cocina seguida muy de cerca de Justin; de repente escuchamos un estruendo de cosas arrojadas, cristales y vajilla quebrándose, el corazón de mi brujita al igual que el de mi amigo están destrozados.

En la sala se miran unos a otros con cara de ¿Qué demonios pasa? o ¿Qué mierda sucede? Y en ese momento decido levantarme y poner rumbo a la cocina, lo que no me espero es que el resto me siga, así que me detengo frente a la puerta, la cual se encuentra entornada.

 

—Edward quítate de ahí, déjame ver que pasa con mi peke— me ordena acongojado James. Niego con la cabeza porque si hablo mi voz me traicionaría por el enorme nudo que se ha formado en mi garganta.

 

—Amor, entra a ver que sucede— me apremia mi princesa con angustia marcada en su hermoso rostro y vuelvo a negar de nuevo con la cabeza, me es imposible articular palabra.

 

—Me importa muy poco, si quieres dejarnos pasar o no— me apura Emmett que me toma desprevenido y me empuja haciéndome chocar contra el lateral de la puerta abriéndola casi por completo.

 

Y la escena con la que nos encontramos es desgarradora, ellos están fuertemente abrazados, como si la vida de ambos dependiera de ello; sus ojos cerrados con fuerza y gruesas lagrimas ruedan por sus mejillas; la cara de Justin es una horrible mascara de puro dolor mientras que la de mi brujita es como la de un niño perdido y sin rumbo, en otras palabras, rota y vacía; mis manos y brazos pican por correr a consolarla, sin embargo era algo que no me correspondía, la persona indicada para confortarla es Justin, que la tiene estrechamente abrazada.

Unas dulces caricias en mi rostro me hacen mirar hacía abajo...pero no resultaron ser simples caricias; mi Bella esta limpiando las lágrimas que descienden por mi rostro; los ojos de mi muñequita están cristalinos, se nota lo mucho que quiere a mi brujita. Al abrazar a mi novia veo que Nessie esta aferrada a Jacob sacudiéndose en sollozos, para ella Lizzie es su hermana del alma; Thomas limpia sus mejillas y me lanza una mirada interrogante.

 

—Será mejor que los dejemos solos— anuncio una vez me recompongo.

 

—No podemos dejarlos así— se apresura a decir mi novia.

 

—Bella tiene razón, Edward...ellos nos necesitan— continua Nessie apenas moviéndose unos pasos igual que los demás.

 

—Lo siento mucho Justin, si yo no....— menciona con voz rota mi brujita dejándome petrificado.

 

—No hay nada por lo que debas lamentarte— susurra con voz ahogada mi amigo.

 

—Fue mi culpa, debí saberlo— se reprocha mi hermanita.

 

—No, no podías— asegura Justin con un poco de firmeza en su voz.

Está conversación no es para que la escuchen los chicos, no es algo de lo que deben enterarse de está manera.

 

—Marchémonos al salón chicos, por favor...— suplico antes de que pudieran oír algo más delicado.

 

—Ed, ambos se encuentran mal, precisan de sus amigos— declara contundente Laurent que tiene a Irina rodeada con sus brazos.

 

—Edward ¿Sucedió algo malo verdad?— inquiere Emmett con preocupación.

 

—Sólo ellos saben lo que ocurrió— respondo intentando sonar lo más creíble posible.

 

—Edward por favor, sé que tú eres consciente de lo que pasa. Ellos no pueden estar así de mal...por qué sí— me insiste Thomas.

 

—Por favor chicos, démosles la privacidad que requieren en este momento— imploro una vez más consiguiendo por fin, que nos marcháramos al salón.

Nada más acomodarnos en los sofás escuchamos gritar a Justin.

 

—¡Si hay un culpable! ¡Si quieres uno! Cúlpame a mí, yo debí cuidarte, debí estar contigo esa noche...¡Maldita sea tú no tienes la culpa de nada!—grita desconsolado poniéndome la piel de gallina y el resto tienen cara de espanto—Por favor Lizzie— termina susurrando.

 

—La culpa la tengo sólo yo...debí saberlo. Es tan fácil como sumar dos más dos, pero estaba encerrada en mi mundo de color de rosa que no me percaté de las señales— chilla mi hermana con voz estrangulada y entre sollozos.

 

—Amor por Dios, no digas qué no ocurre nada, el sufrimiento que sienten ellos no es por una minucia— me urge mi Bella abrazándose más fuerte a mi cuerpo.

 

—Bella por favor, no insistas más— suplico tomando su mano.

Sentía como mi corazón se partía al oír lo que sucedía, pero por nada del mundo lo puedo decir, no pienso romper la confianza que hay entre nosotros por mucho que los chicos se empecinen en conocer la verdad, y por desgracia eso también va para mi maravillosa novia.

 

—Mierda Edward, mi Lizzie está mal y tú no ayudas en absoluto al guardar silencio— murmura entre dientes Thomas mientras camina desquiciado de un lado para otro de la habitación.

 

—No es tu Lizzie, Thomas, recuérdalo. Además, si ella quisiera que lo supieran, ya os lo habría contado— aseguro molesto mirándole fijamente a los ojos dándole a entender que no cambiaré de parecer.

 

—Es mi amiga, mi hermana Edward, además, de que Justin es uno de tus de mejores amigos ¿Cómo puedes estar tan tranquilo?— me regaña enojada Nessie.

 

—Siento decirte que Nessie tiene razón Edward, no me parece bien que estés tan calmado viendo y escuchando el dolor que padecen Lizzie y Justin— me reprende Jacob.

Mis nervios están al límite así que respiro profundamente para luego apretar el puente de mi nariz tratando de relajar mi inquietud, no quería seguir con esto, no me apetecía seguir escuchando acusaciones tontas...deseaba estar con ellos, consolándolos; sus sollozos resuenan en las paredes…Se percibe tanto dolor; ¡Mierda era su hijo!, ¡Mi sobrino!, y me duele horriblemente, también era parte de mí.

 

—Por favor Edward— persisten en algo que habían dicho pero no me enteré, estoy más pendiente de los lloros de mi amigo y mi brujita.

 

—¡Por qué no me odias!— grita mi hermana haciéndonos pegar un salto a causa del susto.

 

—No puedo, me es imposible— contesta Justin en tono derrotado.

 

—Deberías soy mala, soy horrible, no te lo conté...te deje creer miles de cosas y te hice sufrir por egoísta, mereces odiarme— le chilla de nuevo mi brujita.

Mis manos se cierran en puños apretando con fuerza por la impotencia de no poder estar ahí aliviándolos.

 

—¡No puedo odiarte! ¡Por qué te amo! Y no callaste por egoísta sino porqué tienes un corazón tan grande y bueno que quiso evitarme este dolor...Mejor ódiame tú a mí por no cuidarte cuando debía, por no estar allí, por no insistir...Yo soy quién merece tu desprecio— brama Justin entre sollozos.

 

—Jamás podría odiarte. Te amo demasiado para ello— dice mi hermana con voz ahogada y después grita desesperada algo que no consigo entender.

 

—No lo merezco— afirma. Por Dios me está matando oír el dolor en la voz de mi amigo.

 

—Mereces eso y mucho más...Eres todo lo que una mujer puede soñar—asegura Lizzie sonando agotada.

 

—No porque una mujer requiere un hombre que la cuide que esté con ella en las buenas y en las malas. Y yo te abandone en las malas— declara Justin destrozado.

 

—Tú no me dejaste, yo te aleje, y a pesar de eso seguiste siempre a mi lado para lo que necesitara. Por favor Justin tú no tienes nada de malo, eres un chico fantástico— aclara mi brujita con voz dulce.

 

—Perdóname mi niña, por favor— suplica mi amigo filtrando un agudo dolor en cada palabra.

 

—Siempre y cuando tú me perdones a mí— sentencia Lizzie, puedo imaginarme su rostro colmado de angustia.

 

—Te quiero mucho mi niña y si el que te perdone quita esa tristeza de tus ojos, tienes mi perdón de todo corazón— confirma en susurro mi amigo.

 

—Y por supuesto tú obtienes el mío. Te quiero Justin— ratifica con ternura mi hermanita.

 

Los chicos no pronunciaban palabra, sólo se dedican a escuchar de nuevo los lloros de ambos; pienso que esta conversación es buena para ellos, el poder sacar a flote su pena les hará bien.

 

—¿Thomas, estás bien?— pregunta Gianna con pavor, pues el rostro de mi amigo era de espanto, parece como si estuviera ido, su cuerpo físicamente esta aquí con nosotros pero su mente se halla en otro lado.

 

—Thomas cariño, no me asustes ¿Qué es lo que te sucede?— cuestiona preocupada Gianna moviéndolo, pero ni se inmuta, parece en estado de shock.

 

—Hermanito no me acojones ¿Qué demonios te ocurre?— inquiere turbada Nessie al mismo tiempo que se arrodilla a sus pies, y acaricia con cariño su rostro con las yemas de los dedos.

 

—¡Cariño por Dios, qué pasa!, ¡Responde de una vez!— exclama desesperada Gianna.

Entonces Nessie se para frente a su hermano y le cruza la cara con una bofetada que le hace girar el rostro; creo que hasta a mi me dolió, pero surtió efecto ya que comienza a parpadear hasta centrar sus ojos en su hermana, para luego aferrarse a ella con los brazos al mismo tiempo que esconde su rostro en el hueco de su cuello impidiéndonos ver sus ojos vidriosos.

 

—Shhh hermanito, todo estará bien— le consuela tiernamente Nessie acariciándolo como si fuera un niño pequeño, Gianna se limita a arrullarle la espalda con comprensión en su rostro, algo que sinceramente me sorprende.

 

—Cariño tomate esto— dice Gianna tendiéndole un vaso de agua.

 

—Gracias por todo— le responde Thomas cogiendo el vaso con una mano y con la otra toma la mano de Gianna apretándola con fuerza.

 

—Lamento ser quien te diga esto, pero sabias que se amaban, no se porqué te pones así— le dice Laurent con voz dura. Sinceramente me dan ganas de abofetearlo como Nessie hizo con su hermano. Por muy ciertas que son sus palabras no es el momento más adecuado.

 

—Sé de sobra qué se aman, no soy idiota— contesta a la defensiva Thomas.

 

—Entonces déjame decirte que no entiendo para nada tu actitud— declara confundido Jacob.

 

—Una cosa es que sepa que se aman y otra es que no me duela lo que pasa. El corazón no entiende a razones por mucho que lo intentes— aclara Thomas con tristeza, y el rostro Gianna mostraba entendimiento mientras acaricia su brazo. Su actitud me tiene bastante desconcertado.

 

—Tienes toda la razón Thomas, él que seas consciente no cambia para nada lo que sientes— afirma James dándole su apoyo.

 

—Además, ¿No ven qué ambos están sufriendo? Tanto Lizzie como Justin están sumamente destrozados, y por eso debió ocurrir algo grave, que aunque no tengo la menor idea de que se trata, siento que es bastante doloroso ¿O no escucharon la agonía en sus llantos y sus voces?— dice mi amigo preocupado, y wauuu, me deja impresionado y sin palabras.

 

—Vamos Thomas, ahora aplicas el dicho de si no puedes contra tu enemigo únete a él— le acusa Laurent que desconfía de su actitud, ya que el aprecia mucho a Justin, desde que se conocieron forjaron una gran amistad.

 

—No es eso— se defiende mi amigo bastante ofendido.

 

—¿Entonces qué es?— pregunta Jacob interesado.

 

—Venga Thomas, reconoce que desde siempre has odiado a Justin, desde el primer día que lo conociste. Ni siquiera te diste la oportunidad de conocerlo, algo que jamás entendí, y muy a tu pesar, he de comunicarte que es un gran chico— habla serio Emmett. Bravo por una vez dijo algo inteligente robándome las palabras de la boca.

 

—No era odio más bien celos y envidia—suspira—. Siempre he estado enamorado de Lizzie, desde el primer día que la conocí, e intentando hacer todo lo posible y más para conquistarla ¿Y qué hizo él?—nos mira serio esperando que respondiéramos algo pero al percatarse de que nadie va hablar, prosigue—Os lo diré, no hizo nada. Sólo se miraron y Lizzie cayó rendida de amor a sus pies, suspirando y alabando a su Justin. Qué si el más guapo, el más maravilloso, el más romántico, bla, bla, bla...Vamos el chico perfecto, y yo consumiéndome de amor por ella y teniendo que escuchar esos halagos que se clavaban como puñales en mi corazón— nos rebela Thomas molesto con amargura en su voz, pero de lo que mi amigo no se esta dando cuenta es que no sólo fue mi hermana.

 

—Amigo, no fue sólo mi brujita la que cayó, si no Justin también; desde que la miró todo su mundo giró entorno a ella y desde ese día se ha esforzado por fomentar su amor— alego con franqueza; sé que era doloroso para él, pero es lo mejor.

 

—Lo sé, pero el que Justin la ame no me perjudica tanto, como el que ella lo ame a él— replica Thomas con tristeza y a continuación suspira profundamente.

Me fijo en que Victoria lo mira como si fuera un marciano.

 

—Thomas, yo me encontraba allí cuando sucedió y lo que vi fue...—se queda pensando un momento buscando las palabras adecuadas.—Mágico, cósmico, como si se encontraran dos partes de un todo; en el momento que sus miradas conectaron se hizo una conexión tan grande que los que estábamos al lado de Lizzie lo sentimos, fue como si los astros se hubieran alienado en ese instante tomando por fin su lugar...jamás había presenciado algo así, es como si hubieran sido hechos para estar juntos...Son almas gemelas— ratifica enternecida Vicky al rememorar dicho encuentro, y todo era tal cual lo contó, porque también lo presencie.

 

—Y es algo con lo que mil Thomas no pueden competir— dice James acariciando la mano se Victoria.

 

—No tuve la oportunidad de ver que pasó ese día porque aún vivía en Minnesota, sin embargo ahora que los conozco y los veo llevando esa relación de amistad, observo la forma en la que se complementan y protegen— menciona mi Bella conmovida y la atraje más a mí besando su frente.

 

—Estoy contigo hermanita ¿Recuerdas el año pasado cuándo asistíamos a los partidos Jacob?—este asiente—Acuérdate de aquel día que Lizzie llegó tarde por estar haciendo un trabajo grupal; en cuánto apareció en el estadio y tomó su lugar en las gradas, Justin se paró en mitad del campo e inmediatamente volteó al sitio donde Lizzie se acababa de sentar, es como si una voz le hubiera avisado de su llegada— nos rememora Emmett al cual le brillaban los ojos de la emoción. Mira que es tierno nuestro oso.

 

—¡Qué me dicen del día que ocurrió todo!—sonríe Jake—Cuándo Lizzie comenzó a gritar al entrenador que estaba haciendo mal las cosas al igual que muchas otras personas, y Justin sólo escuchó su voz, y fue entonces cuando se giró buscándola, es como si el sonido de la voz de mi amiga fuera exclusivamente para él— añade Jacob.

La verdad es que fue muy divertido oír como mi brujita regañaba al entrenador.

 

—Hay que reconocer que son perfectos el uno para el otro—sonrío ante las palabras de mi amigo—. Ojala puedan aclarar y arreglar todo, se merecen ser felices, y sólo si están juntos lo lograran— proclama sonriente James.

 

—Muy cierto— sentencia sonriente Irina.

 

—Jajajajajaja—ríe de pronto fuertemente Nessie, parece que alguien le acaba de hacer cosquillas—. Os acordáis cuándo en el partido Justin le dedicó el último Towch Down a Lizzie—todos asentimos y Nessie vuelve a reír como loca. En serio la diablilla de mi amiga está de psiquiátrico—, No sé, si vieron las caras de Tanya, Rosalie y Alice, pero estaban verdes de la envidia—se limpia las gotas que salen de sus ojos a causa de la risa—, en serio casi las podía imaginar convirtiéndose en Hulk—suspira con fingida lastima. Nuestra Nessie puede ser tan dramática, estoy seguro de que triunfaría en Holliwood—. Se creen que por ser animadoras son la octava maravilla del mundo y piensan que todos los chicos irán detrás de ellas. Pero menudo fiasco se llevaron cuando Justin caminó directamente a Lizzie, sin prestarles absolutamente nada de atención—dice mientras se levanta e imita sus movimientos—. Él caminó con decisión como sino existiera nadie más en el estadio; y zas, la invita a salir, dejándonos a todos con la boca abierta, y que decir de la cara de tonta que tenía mi mejor amiga...su sonrisa podía iluminar el estadio, qué digo el estadio el país entero—finaliza su monologo sonriendo por el recuerdo y todos incluido Thomas estamos retorciéndonos de las risas en los sofás.

 

—Y ni te imaginas la rabieta que cogieron cuando se enteraron de que eran novios, parecían niñas pequeñas enfadas porque les quitaron el dulce, sólo las faltó patalear— nos cuenta Irina como puede ya que se esta riendo tanto como nosotros.

 

—En serio ese par quedo prendado desde el principio— asevera sonriendo Vicky cuando por fin pudo calmar un poco sus risas.

 

—A tal grado que quedaron dañados para intentar una relación con alguien más; seguro os estaréis preguntando cómo lo sé—sonríe—, fácil, primero ninguno de los dos salió con nadie durante todo este tiempo y segundo, el día de las fiesta de las Invitaciones mantuve una conversación con Lizzie donde la animaba a que saliera con alguien, e incluso le deje caer tu interés por ella Thomas, ¿Sabes qué fue lo que me contestó? que tu la veías como a una hermanita, no me dio tiempo a rebatirlo pues enseguida me respondió que no quería estar con nadie, además, de que todavía quería mucho a Justin y que no terminaron su relación porqué no hubiera amor, de hecho había y mucho—suspira—. Por eso todos debemos reconocer que nos equivocamos al pensar que sus sentimientos habían cambiado cuando no era así, y animarte a luchar por ella. Mi peke siempre amó Justin y siempre lo amará, su amor es irrompible por muy separados que estén—hace una pequeña y extraña mueca—. Así que de todo corazón te pido disculpas Thomas— habla serio James pero con total sinceridad dejándonos a todos sorprendidos por sus palabras, las cuales son de lo más acertadas, apenas pasaron unos segundos cuando todos nos disculpamos con nuestro amigo admitiendo nuestro error.

 

—Chicos en serio, no es necesario que me pidan perdón, las señales siempre han estado ahí, sólo que no he sabido o no he querido darme cuenta— declara nuestro amigo sonriéndonos y todos nos lanzamos abrazarle, y por unos instantes temo que el sofá se fuera hacía atrás, justo cuando estamos regresando a nuestros asientos escuchamos la voz de Justin.

 

—Mi niña estas agotada— le dice con voz ronca debido al llanto.

 

—Me siento sin fuerzas— le responde mi brujita.

 

—Te llevare a casa, necesitas descansar— declara Justin y su voz destila amor.

 

—¿Te quedaras conmigo?— pregunta mi hermana con voz de niña chiquita, y casi puedo ver el puchero que está haciendo al cual es imposible resistirse.

 

—Siempre mi niña— susurra dulcemente mi amigo.

Entonces oímos sus pasos acercarse, hasta que por la puerta de la sala entra solamente Justin, que tiene su rostro rojo y marcado por las lágrimas.

 

—Chicos Lizzie esta cansada, voy a llevarla a casa— nos avisa, su tono de voz demuestra el agotamiento que tiene encima, pero al mirarme me dedica una sonrisa.

 

—Esta bien, no te preocupes— lo tranquilizo.

 

—¿Te quedaras con ella?— pregunta Nessie con inocencia como si no hubiera escuchado.

 

—Sí, me quedaré sólo que debo irme temprano para prepararme e ir a clases—se nota la pena en su voz al decir lo último—. No tardaré mucho, intentaré regresar lo más rápido posible para poder tomar un café antes de acompañarla a su clase— aclara intentando sonreír a Nessie.

 

—Lo que pasa—habla con seguridad Nessie—, es que Bella y yo habíamos planeado quedarnos con los chicos, y no queríamos dejarla sola— finaliza sonriente.

De verdad que mi amiga triunfaría como actriz, mi Bella la mira con cara de ¿Qué diablos dices?

 

—Oh ¿En serio?—pregunta incomodo—Si les molesta que me quede en el apartamento yo...— se apresura Justin pero es interrumpido por mi dulce novia.

 

—Para nada, es mas, el favor no lo estás haciendo a nosotras...en serio sería genial que te quedes con ella— asegura mi Bella regalándole una sonrisa.

 

—Muchas gracias chicas—mi amigo siempre tan educado—, pero podrían llegar pronto, no me gustaría que se quedara sola mucho tiempo— les pide preocupado.

 

—Cuenta con ello, yo mismo las acompañare— le confirmo tranquilizándole y me sonríe antes de marcharse a la cocina a por mi brujita.

La sala se queda en completo silencio esperando a que salieran, mi hermanita iba refugiada en los brazos de Justin como si fuese su caparazón protector.

 

—Nos vemos chicos— se despiden ambos con una sonrisa que no llega a sus ojos, al mismo tiempo le lanzo un beso volado a mi brujita, sin embargo en ese instante recuerdo algo.

 

—Hey Justin ¿Cómo hacemos con lo de la mudanza?— cuestiono y él se queda en silencio pensativo tratando de recordar.

 

—Ha sí, creo que lo mejor sería hablarlo en el almuerzo— dice mirando el rostro de semidormido de Lizzie.

 

—Bien entonces nos vemos en la cafetería, sino es antes, ya que estamos en el mismo edificio— declaro guiñándole el ojo.

 

—De acuerdo—asiente—. Nos vemos chicos, qué pasen buena noche— menciona Justin que sale casi cargando a una más dormida que despierta Lizzie.

En cuanto se marcharon, Nessie hace un dramático y fuerte suspiro.

 

—Este par pronto nos dará una sorpresa— asevera volviendo a suspirar. Mira que la pequeña diablilla es teatrera.

 

—Concuerdo contigo, allá dentro—señala Jacob hacía la cocina con la cabeza al mismo tiempo que atrae a Nessie a su regazo—, sólo faltó que algunos de los dos dijera ¿Quieres volver conmigo? Luego de semejante declaración por parte de ambos— explica riendo Jacob y todos asentimos, pero yo con una enorme sonrisa ¿Si supieran lo qué va ocurrir el viernes?

 

—Ni que lo digas, sólo les falta el titulo, dado que ellos son una pareja desde hace mucho tiempo—confirma James—. No habido nadie más en sus vidas es como si su relación estuviera hiendo a cámara lenta, llevándola con calma...además, se han respetado como pareja, como si todavía lo fueran—añade acariciando el cabello rojizo de Victoria, la cual tenia su cabeza recostada en su hombro.

 

—Cierto—concuerda Emmett—, no les sorprenda que mañana nos den la noticia— mueve las cejas sugestivamente ganándose un codazo de Marta, que hace que las risas inunden la sala.

 

—No creo que sea mañana ¿Vieron a Lizzie? Iba prácticamente dormida, no creo que puedan hablar hoy— ratifica Marta que también tiene cara de sueño.

 

—Cómo sea, pero es par no tarda más de un mes en volver—asegura Laurent mientras se frota las manos una contra otra como un mal villano de película.—¿Qué harás al respecto?— pregunta a Thomas ¿Qué diantres trae en su contra?, ¿No ha sufrido lo suficiente está noche?

 

—En serio amor, ¿Cenaste víbora o qué? Deja de molestar a Thomas de una vez— le regaña Irina mirándolo de mala manera.

 

—Lo siento amigo, creo que me explique mal—suspira buscando mejor sus palabras—. Lo que pretendía decir era que no quiero que te lleves mal rato y que debes hacer algo al respecto para empezar a ser feliz— clarifica Laurent sonriéndole mientras se levanta y palmea su hombro, para luego regresar con su chica.

 

—Gracias Laurent—le sonríe—. De verdad chicos, deseo que Lizzie sea feliz y más después de todo lo que ha pasado—y lo que no saben digo para mí—, aún no entiendo como es que se separaron— declara Thomas, su estado de ánimo había mejorado bastante.

Creo que el oír de la propia voz de mi brujita lo mucho que ama Justin le ha venido bien, aunque se pusiera tan mal al principio.

 

—Cada uno tomamos nuestras decisiones, aunque no siempre sean las correctas, somos humanos y cometemos errores— dice sabiamente mi Bella, atraigo su cuerpo más al mío si es posible, y beso castamente sus deliciosos y cálidos labios.

 

—Ahora en serio amigo, como ha dicho antes este mequetrefe—habla James señalando a Laurent—, no me gustaría que siguieras sufriendo por mi peke— añade prudente.

 

—Y no voy hacerlo—confirma Thomas para luego girarse hacía Gianna—. Siento que tuvieras que presenciar lo de hace un rato—suspira tomándola de la mano—, en verdad lamento que hayas tenido que contemplar mi comportamiento, no debí faltarte al respeto de esa manera— susurra en disculpa.

 

—¡Hey tranquilo! Sabes que te entiendo perfectamente, de hecho, yo aún me siento así con respecto a Félix—le sonríe mientras los demás la miramos asombrados, no entendemos absolutamente nada—. Y como mencionaste antes, que lo sepas no quiere decir que tu corazón lo entienda— dice Gianna sinceramente.

Thomas coge su rostro con ambas manos y besa dulcemente sus labios.

 

—Gracias de verdad, eres un sol— le responde nuestro amigo con franqueza.

 

—Thomas ambos sabíamos en lo que nos metíamos al iniciar nuestro noviazgo, fuimos completamente sinceros el uno con el otro, somos conscientes respecto a nuestros sentimientos por otras personas, por esa razón además de gustarnos, fue por lo que decidimos lanzarnos a la piscina—le recuerda Gianna consiguiendo que ahora todos entendamos su actitud tan comprensiva con nuestro amigo.—¿Estarás bien?— le pregunta con una sonrisa al mismo tiempo que acaricia la mejilla de nuestro amigo.

 

—Sí, eso creo...estate tranquila— le susurra acariciando su mano.

 

—En ese caso será mejor que me vaya es tarde y mañana tenemos clases— declara con una triste sonrisa mientras se incorpora al igual que Thomas.

 

—Espérame Gianna, me marcho contigo—la llama Victoria—, todavía tengo cosas que preparar— nos explica mirando a James con una sonrisa y este automáticamente se levanta, luego de despedirse de todos se marchan los cuatro hacía la puerta para poder despedir a sus respectivas novias.

 

La sala se queda en completo silencio, creo que todos estábamos asimilando las palabras de Gianna, y lo sucedido durante la noche hasta que Marta rompe el silencio que reinaba.

 

—Ah Thomas se le ve de mejor humor, cosa que me alegra. En verdad me asuste mucho— comenta y todos asentimos dándole la razón antes de quedarnos en silencio de nuevo.

 

Los chicos no tardan en regresar y tomar de nuevo asiento, y como si todos nos hubiéramos puesto de acuerdo nuestras interrogantes miradas se dirigen a Thomas, que nos observaba con una sonrisa pintada en el rostro.

 

—¡Escúpanlo, no se queden con las ganas!—exclama divertido Thomas al observar nuestras caras, pero al percatarse de que no preguntábamos nada, nos mira expectantes durante unos segundos, lo que nos hace a reír—, Ahora, van a decir qué no tienen nada que preguntar— dice luego de esperar un par de minutos.

 

—¿Nosotros?— preguntamos con fingida inocencia.

 

—Bueno—se encoge de hombros—, cómo no tienen nada que interrogarme, me marcho a dormir— manifiesta haciendo el intento de irse.

 

—¡No!—gritamos todos al unísono haciendo que de un salto y reímos a carcajada limpia; se sienta de nuevo y nos mira atentamente

 

—La verdad es que nos morimos por saber que hablaste con Justin y qué fue eso de que Gianna sabe que tú sabes que nosotros no sabemos— habla Emmett haciéndose un lió.

 

—¿Qué, qué?— cuestiona Thomas con cara de wtf.

 

—Qué cómo esta eso de que Gianna sabe todo— le traduce James.

 

—Nada de otro mundo, ella sabe lo que siento por Lizzie, así como yo sé, todo lo que pasó ella en su relación anterior; no estamos hiendo a ciegas, sabemos que nuestra relación al principio va a estar basada en intentar olvidar a otras personas. Esperemos funcione y sino al menos lo habremos intentamos— nos explica sonriente.

Ahora entendía a la perfección a Gianna.

 

—Deseo que funcione de corazón— digo sinceramente.

 

—Gracias, yo también lo espero— menciona con franqueza.

 

—Punto número uno de la noche resuelto— declara Laurent como si estuviese en una junta de una comunidad de vecinos.

 

—Ahora ¿Qué hablaste con Justin?— tan directo como siempre James.

 

—Le expresé mi amor por Lizzie— contesta tan tranquilo.

 

—Cómo si le dijeras que el agua del mar es salada. Todo el mundo sabe eso, menuda novedad— se burla Laurent.

 

—Harías el favor de dejar de interrumpirme—pide Thomas exasperado—. Por donde iba—se queda pensando unos segundos—, ah ya, se lo dije para que le quedara claro que debía hacerla feliz y amarla como se merece, o se las vería conmigo— finaliza

 

—Wow hermano, te pones contra el capitán del equipo de fútbol y te hace papilla. Por muy delgado que parezca Justin, tiene unos músculos que te cagas— bromea Jacob.

 

—Nah, no soy tan débil—declara Thomas flexionando sus brazos mostrando sus músculos—. Ahora en serio, Justin ama muchísimo a Lizzie, tanto que con sólo dos frases me dejó fuera de juego…En fin que estoy fuera de la liga—se siente nostalgia en su voz, pero nada para alarmarse—. Por esa razón hablé con Lizzie—-suspira. Espera ¿Qué hablo con mi hermana?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Mi cabeza revolotea sacando miles de conclusiones—. No me mires así Edward— me recrimina e inmediatamente compongo mi expresión.

 

—¿Qué fue lo que hablaste con mi peke?— se apresura a preguntar James.

 

—Nada del otro mundo, le dije que la quiero, qué es una mujer maravillosa con un gran corazón y que se merece toda la dicha del mundo—suspira, y sé, que es doloroso para él—. Me dijo que me ama...como a un hermano, y que el amor de su vida es y será siempre Justin—suspira de nuevo pero está vez más profundo—¿Puedo contra eso? Sé de sobra que no, por eso he buscado mi felicidad con alguien que me acepta, y aunque no me ama al igual que yo a ella, se que siente algo por mí, y juntos podremos construir algo— nos explica y asiento en su dirección mirándole con admiración.

 

—Buaaaaaaaa— grita Emmett como si estuviese sufriendo muchísimo.

 

—¿Qué te pasa a ti ahora?— le regaña Jacob pegándole un golpe en el brazo.

 

—Es que todo lo que ha dicho es tan conmovedor...sni...snif—se limpia las imaginarias lágrima—. Es mucho mejor que ver telenovelas— dice teatralmente Emmett.

 

—¡Emmett!— lo recriminamos todos con un chillido.

 

—¿Qué? Las veo por curiosidad— se defiende haciéndonos reír a todos, y me alegra observar a Thomas reír también.

Parecemos unos locos riéndonos de las tonterías de Emmett cuando escuchamos la puerta abrirse y a Jasper entrar e ir directamente a la cocina.

 

—Oh chicos, hola, perdonad no os había visto ¿Qué hacéis despiertos tan tarde?— imita Emmett la voz de Jasper.

 

—Primo por que será—sigue el juego Jacob—, estábamos preocupados por ti ¿Tienes idea de la cantidad de abusadores de menores qué hay fuera?— añade con fingido horror.

 

—Oh mis queridos amigos, gracias por estar al pendiente de mí— le imita de nuevo Emmett y justo en ese momento sale Jasper de la cocina con una cerveza en la mano. Lo que me extraña porque nunca ha sido muy bebedor.

 

—¡Ya dejen de joder!—puff viene de malas—Y antes de que sigan de nuevo con sus estupideces, les diré que tuve una cita con Alice y me lo pase genial— nos anuncia con una boba sonrisa al mencionar a prima.

 

—Wow, te tiene bien enganchado la enana ¿eh?— se burla Laurent guiñando el ojo.

 

—No, más que a unos que conozco— dice mirándonos a Jacob y a mí.

 

-—Y encima vienes de malas pulgas, al parecer la duende no te trató tan bien como esperabas— bromea Emmett que esta de lo más gracioso está noche.

Pero antes de que nadie pudiera reaccionar, Jasper lanza la lata de cerveza que tiene en sus manos contra el pecho de Emmett, mojándonos a todos de paso.

 

—Se puede saber qué coño te pasa Jasper— grita Emmett cabreado por la manera de actuar su primo.

 

—Ni se te ocurra volver a llamar así a Alice o me veré obligado a cerrarte la boca— le amenaza, si que le ha pegado fuerte mi primita.

 

—Era sólo una broma tan poco es para que te pongas así— le recrimina serio James.

 

—Ella es mucha mujer para estar en tus bromas así que la respetas, ¿Entendiste Emmett?— murmura Jasper agresivo, su cara está roja de ira.

 

—Oh lo siento no sabía que fuera tan delicada, las chicas jamás se han quejado— expone Emmett confuso, y yo, sólo pensaba que lo mejor era que se calle.

 

—Si esas se dejan, es su problema—dice Jasper señalando a las chicas incluida Bella—. Alice es demasiada mujer como para ponerla al mismo nivel que a ellas— no me gusta para nada el tono de su voz, y no era el único.

 

—Wow primo, gracias por lo que me corresponde— menciona mi Bella con ironía, pero se nota la tristeza en sus preciosos ojitos.

 

—Todo se pega menos la hermosura primita, además, eso te pasa por juntarte con esas— declara como si nada encogiéndose de hombros

 

—Si es de esta manera que vas a llegar cada vez que salgas con la...—titubea Jacob—con Alice será mejor que dejemos el tema— el resto de los presentes asienten con una sonrisa para relajar el ambiente, pero la expresión de Jasper dice que no da por zanjado el asunto.

 

—¿Por qué lo dices? ¿Por qué tu noviecita te lo pidió?— Jasper escupe las palabras llenas de veneno.

 

—Para nada, es sólo que quiero llevar la fiesta en paz— asegura intentando sonreír Jake.

 

—Entonces no opines y quédate al margen— espeta de malhumor Jasper antes de girarse para entrar de nuevo a la cocina.

 

—¿Y ahora a este qué le pasó?— cuestiona Thomas apuntado hacía la cocina.

 

—Vete tú a saber— dice James pasando su mano por su cabello.

 

—Qué no os extrañe que dentro de poco ande todo remilgado y pomposo al igual que las barbies— expresa riéndose Nessie.

 

—Y moviendo las caderas de manera exagerada para lograr llamar la atención— menciona mi Bella poniéndose en pie e imitando los movimientos de Tanya y mis primas, consiguiendo que tronemos en carcajadas por la forma exagerada en que lo hace.

 

—Por un segundo dudé que fuera cierto—la voz de Jasper nos silencia haciéndonos girar para verlo con una segunda cerveza en la mano—. De verdad que quise creer que Alice exageraba, sin embargo no era así, y debo darla toda la razón en que sois unas amargadas, envidiosas, cínicas y venenosas— escupe sus palabras con rabia.

Lo siguiente que pasa fue que Bella corre en su dirección y le atraviesa la cara de una bofetada a Jasper.

 

—No sé quién eres, no te reconozco—grita mi Bella con voz ahogada golpeando el pecho de Jasper.—¿Dónde está mi primo? Ese chico dulce, tierno, noble, respetuoso y amigo incondicional, porque no lo encuentro por ningún lado, cuándo aparezca de nuevo me avisas— mi novia le mira con dolor en sus ojos y se da la vuelta regresando a mi lado donde la abrazo firmemente, y por un momento me da la sensación de ver como Jasper se contrae de dolor pero enseguida se recompone.

 

—Vaya derechazo que tienes Bella—manifiesta sobándose la mejilla al mismo tiempo que comienza a reírse como loco. Está bastante ebrio—. Ahora entiendo y comprendo que la culpa del distanciamiento con las Kappa, en especial con Alice, Rosalie y Tanya, es culpa de las víboras de Nessie y Lizzie— se ríe para luego beber un trago largo de cerveza.

 

—Espero que cuando abras los ojos no sea demasiado tarde primo— le dice Emmett rojo de ira.

 

—Demasiado tarde me di cuenta de la clase de arpías que estaba rodeado. Me das pena prima te estás volviendo de la misma manera que ellas—habla Jasper con semblante serio pero a la vez descompuesto, y luego enfoca su mirada en Irina—. Es una lastima que te hayas dejado embaucar por unas brujas como estás y su grupito de amigas; teniendo a grandes personas a tu lado como Alice— dirige de nuevo su mirada llena de desprecio hacía Nessie, la cual retiene a Jacob del brazo impidiendo que se levante.

 

—Si como ellas son las amigas para que quiero enemigas— se defiende Irina del ataque de Jasper.

 

—¡Demonios Jasper una cita con Alice y te lavó el cerebro!— exclama Laurente cabreado abrazando a Irina, que se ha puesto de pie.

 

—Nunca pensé que fueras tan débil— añade James bastante molesto.

 

—Ni yo, qué vosotros fuerais tan estúpidos— responde Jasper con rabia desprendiendo su aliento alcohol.

 

—Aquí el único estúpido e imbécil eres tú. Pero estás tan borracho primo que no tomaremos tus insultos y desprecios en cuenta— le recrimina Jacob abrazando a Nessie, que está mal por las palabras de Jasper.

 

—Ja,ja,ja, no me hagan reír puede que haya tomado un poco, pero soy bastante consciente de lo que digo, y por mucho que traten de convencerme que estoy equivocado no lo conseguirán—sonríe agresivo—. Ahora veo las cosas desde otro ángulo, uno más claro, donde me doy cuenta de lo víboras que son Nessie y Lizzie, tergiversando todo a su favor...hay si pobrecitas, y lo peor es que mi prima se une al club....— no termina de escupir su veneno Jasper porque no soporte más y lo tomo del cuello estrellándolo contra la pared.

 

—¡Mira pedazo de mierda! Qué sea la última vez que te escucho referirte así, a mi novia, a mi hermana y a Nessie, por defender a la niñata estúpida de mi prima; sé que no es mala o eso quiero pensar, al creer que se ha dejado influenciar como tú— le grito furioso a Jasper que intenta zafarse de mi agarre, pero es imposible, la cólera que recorre mi cuerpo me ha dado fuerzas.

 

—¡Suéltame maldita sea!—exclama furibundo Jasper empujándome—. Sólo he dicho la pura verdad, y me has decepcionado Bella, te has convertido una arpía al igual que ellas, burlándote e insultando a chicas que si merecen la pena— suelta con desprecio a mi novia mirándola con odio y asco, haciendo que mi Bella comience a sollozar.

 

—¡Eres un imbécil! Cómo puedes hablarle así, la conoces desde pequeña y sabes que te quiere como a un hermano—le digo con desprecio—. Qué sea la última vez que la haces daño y que la vea derramar lágrimas por tu culpa, o me encargaré de hacer que te arrepientas el resto de tu vida— le amenazo afianzando mi agarre en su cuello.

 

—¡Qué me sueltes te he dicho!-— chilla frenético Jasper dándome empujones para liberarse.

 

-—Déjalo amor—me susurra mi muñeca con voz rota—, no merece la pena— libero al idiota del que creí mi amigo, e inmediatamente rodeo con mis brazos a Bella al mismo tiempo que deposito varios besos por su frente y cabello.

Me duele en alma verla sufrir por unimbécil.

 

—¡Mierda primo!—grita enfadado Emmett acercándose haciendo retroceder a Jasper varios pasos.—Qué diablos te dio la enana, ah me imagino, se te abrió de piernas o sino te la chupó— el rostro de Jasper se descompuso al oír las palabras y suelta un golpe contra Emmett, que fácilmente esquiva.

 

—¡No se te ocurra ofenderla! ¡Es toda una dama!— le grita iracundo Jasper.

 

—Si Alice es una dama, yo soy la madre Teresa de Calcuta— afirma Irina.

 

—Me das lástima Irina, mira que dejarte influenciar por estás— acusa con desprecio en su voz Jasper.

 

—No me deje influenciar por nadie, sólo me di cuenta de como son las cosas, y te recuerdo que fui yo, la que las buscó para poder obtener su perdón por todo el daño que las cause, y seamos sinceros, Alice no es para nada una dama o es que era un holograma el que se estaba enrollando hace un día con Riley en la puerta de la fraternidad Kappa— contraataca Irina dejando sin palabras a Jasper, que se descompuso durante unos instantes.

 

—Tus injurias no me afectan, aunque lo que no entiendo es que vistes en estas, teniendo a tu lado a tu hermana, a Alice y a Rosalie, siento decirte que hiciste un mal cambio— manifiesta con arrogancia Jasper.

 

—Sencillo me fijé en lo buenas personas que son, aparte me di cuenta del nido de serpientes que hay dentro de las Kappa, y no quiero generalizar por que hay muy buenas chichas, pero las tres reinitas son de lo peor y creo que sabes a quienes me refiero, al trío de víboras— explica con sinceridad Irina al mismo tiempo que sonríe cálidamente a las chicas.

 

—¿Víboras? Si vamos a trío de víboras nadie mejor que Lizzie, Nessie y mi primita Bella—declara entre risas Jasper y apretó fuertemente los puños para no agarrarle a golpes—. Puff…cambiando el tema ha sido una noche de descubrimientos, a cual más interesante— añade paseándose, bueno más bien tambaleándose por la sala de la borrachera que lleva.

 

—Felicidades por ti— dice Laurent con indiferencia.

 

—No debería contarlo, no obstante lo haré para que se den cuenta de que llevo la razón y que Alice y Rosalie, no tienen la culpa de nada—se ríe Jasper antes de suspirar—¿Sabían que Rosalie quiere o más bien quería estar con Justin?...Nah que van a saber. Y cuando comienza a luchar por él, ¡Zas!—da un golpe chocando sus manos—La niña mimada dice que siempre querrá estar con él...¿Y qué pasa con la pobre de Rosalie?—niega con la cabeza para luego mirar a Thomas con ojos brillantes—. Tú eres el único que puede hacer algo para que mi cuñadita sea feliz, siempre has babeado por Lizzie...enamórala y así dejan el camino libre a Rosalie— finaliza tambaleándose un poco.

 

—¿De qué demonios hablas?— pregunta indignado Thomas apretando con fuerza sus manos.

 

—Ahora te haces él qué no sabe—asevera riendo falsamente Jasper—. Si hasta el más idiota o sea Emmett, sabe que te mueres por Lizzie— cruza sus brazos sonriendo con suficiencia.

 

—No te niego que la amo pero ahora estoy de novio con Gianna— ratifica con franqueza Thomas.

 

—Mierdaaaaa—niega con la cabeza—¿Y le haces eso a la pobre Gianna?—suspira con fingida preocupación—. Sin embargo te entiendo...mira que Lizzie dejó a Justin como si fuera un perro y ahora lo quiere recoger—vuelve a negar con la cabeza y mi paciencia está llegando al límite, y por lo que veo, James está exactamente igual—. Compadezco a Justin estaría mil veces mejor con Rosalie que con la zorra de Lizzie, que le da alas a cuanto hombre...— Jasper no pudo terminar la frase porque nos tenia a Thomas y a mí sobre él, de Thomas recibe una trompada en el estomago y de mi parte se lleva un puñetazo en la mandíbula.

 

—Wow encima tiene defensores—suelta una risita tonta—. En fin me marcho a dormir no vaya a ser que lo zorro e idiota sea contagioso y me infecte—se acomoda la ropa y da un pasó hacía atrás chocando con la pared—Mierdaaa...lo digo enserio Thomas, si no haces algo para separar a Lizzie de Justin lo haré yo— advierte amenazante Jasper mirando a Thomas.

 

—Atrevete grandisimo imbécil—le advierte furioso James colocándose frente a Jasper—. Estoy seguro que en el hospital serán más que felices de operarte las costillas— termina de hablar dándole un empujón tras otro, que hace chocar a Jasper contra el marco de la puerta.

 

—Déjalo James esta borracho— le dice Marta tratando de calmarlo.

 

—Oh no, salió el ligue de turno de Emmett a defenderme—- menciona con fingido horror Jasper. Pobre chica ni ella sale inmune a las idioteces de este hombre.

 

—En serio Jasper lo mejor será que te vayas a dormir— aconseja con voz calmada Laurent.

 

—Al fin alguien dice algo inteligente— habla Jasper con hipocresía y se ríe tontamente mientras se gira sobre sus talones, y comienza a subir las escaleras despacio pero tambaleándose, y cuando va por mitad uno de sus pies falla y cae rodando por las escaleras; todos corremos en su dirección pero son las chicas las que llegan antes.

 

—Primo...¿Estás bien?, ¿Jasper?— se apresura hablarle Bella.

 

—Hey Jasper...¿Te encuentras bien?— pregunta Nessie arrodillándose a su lado.

 

—¡No me toquéis!—les grita Jasper moviéndose y quejándose de dolor—. Por vuestra culpa y la de Lizzie, Rosalie y Alice están alejadas del grupo, todo por sus calumnias, esa es la razón de que las rechacen— ¿Se golpeó la cabeza o qué? — Pensé— dado que no dice más que tonterías, además, Bella no estaba aquí cuando eso sucedió.

 

—Basta de chorradas primo, deja revisarte y cállate— le apremia Jacob tratando de ver si no ha pasado nada más.

 

—Mierda que dolor de cabeza—se queja Jasper sobándose las sienes, y sin pensarlo me coloco de rodillas frente a él para examinarle

 

—-¿Dime cuántos dedos ves?— le pregunto alzando dos dedos frente a sus ojos.

 

—Dos, Doctorcito Masen y no tengo mareos, su revisión terminó, ahora me quiero largar a dormir de una vez— declara incorporándose malamente y sujetándose a las escaleras que comienza a subirlas lentamente, hasta que llega al segundo piso donde se encuentra su habitación.

 

—En serio chicos, Jasper se salió con sus comentarios— dice James pasándose sus manos por el pelo.

 

—Cierto, llega y escupe toda esa mierda contra las chicas, qué demonios le habrá dicho la duende— dice Emmett sujetando de la cintura a Marta, que está muerta de sueño.

 

—Será mejor olvidar todo e irnos a la cama— habla Nessie bostezando apoyada en el hombro de Jake.

 

-—Lo mejor es que nos vallamos a descansar, os recuerdo que mañana tenemos clases— menciona cansada Irina, que esta recostada en el pecho de Laurent.

 

—Sí, llevemos a casa a las chicas para que descansen— declara Emmett tomando la mano de Marta.

 

—Como dijo Jasper, mierdaaa que cansado me siento— manifiesta sonriendo Jacob a la vez que se echa a Nessie al hombro para subir las escaleras.

 

—Cuidado con lo que haces con mi pitufa—grita Thomas a Jake antes de que desaparecieran de nuestra vista—. Hasta mañana gente estoy muerto— se despide marchándose por las escaleras.

 

—Qué descanséis, nos vemos mañana— se despiden Irina y Marta antes de salir acompañadas por Laurent y Emmett.

 

—Por muy grata que es vuestra compañía parejita, me despido hasta mañana, qué soñéis con lo angelitos— se despide James sonriendo burlonamente para luego correr escaleras arriba, y entre risas llegamos a mi habitación.

 

Nada más entrar en el dormitorio mi Bella se saca los zapatos y se desabotona sus jeans para luego tirarse encima de la cama.

 

—Estoy agotada amor— susurra con sus ojos cerrados.

 

—Ha sido demasiado para un solo día muñequita—digo dándole un beso en su frente—. Al final está noche dormiremos juntos— río mientras camino hacia mi armario.

 

—Sí, ha sido un día lleno de sorpresas, pero ahora viene lo mejor dormir entre tus brazos— musita con una hermosa sonrisa en sus labios.

 

—Anda cámbiate para acostarte, estás que te caes amor—río acercándome con una camiseta en la mano—. Ten preciosa— le digo entregándosela mientras deposito un beso en sus labios antes de que desaparezca por la puerta del baño.

 

No tardó nada en salir cambiada, está hermosa con mi camiseta, cada día que pasa agradezco más tener a Bella a mi lado, es la persona más maravillosa del mundo, la amo con todo mi ser. Me sonríe con amor mientras se acercaba para darme un beso en los labios, seguido abrió la cama acurrucándose rápidamente.

 No quiero perder tiempo separado de mi novia así que entré rápidamente al baño y cepillé mis dientes mientras recordaba todo lo sucedido estás últimas horas; tantas cosas en tan poco tiempo, parecía que estuvimos montados en una montaña rusa; una vez terminé me quité la ropa quedando en boxer y la eché al cesto para lavar, apagué la luz y salí de nuevo a la habitación donde me encontré a Bella sentada en la cama con su cara entre sus manos.

 

—¿Qué pasa amor?— pregunto acuclillándome frente a ella.

 

—Sólo pensaba en todo lo ocurrido—titubea—¿Qué es lo que pasa con Justin y Lizzie? Debe ser algo muy grave para que se pongan así—suspiro—¿Lo sabes verdad?— inquiere apoyando su cara en mi mano, que acaricia su mejilla.

 

—Sí lo sé amor...pero no puedo decirlo es algo privado, intimo de ellos, y cuando estén preparados lo compartirán con los demás—suspiro—. Lo único que puedo contarte es que es algo muy doloroso...pero que lo que ha pasado...está noche...esa conversación entre ellos...ha sido de gran ayuda...No sabes como odio no poder hablarte de ello, perdóname mi amor, no me gusta que tengamos secretos— sonrío tristemente y suspiro profundamente antes de besar sus labios con dulzura perdiéndome en su sabor.

Daría lo que fuera por contárselo todo pero para poder hacerlo tendría que hablarlo con Justin y Lizzie antes.

 

—Espero que ambos estén bien— dice recostándose y moviéndose al centro de la cama dándome espacio.

 

—Seguro que están bien—sonrío besando su frente una vez se acurruca en mi pecho—. Te amo mi muñequita— susurro acariciando sus cabellos.

 

—También te amo Edward— musita mi Bella más dormida que despierta y la atraigo más cerca a mi cuerpo, adoro sentirla cerca mientras duermo, me llena de paz el tenerla entre mis brazos.

 

—Buenas noches amor— respondo besando su cabeza para luego cerrar los ojos y soñar con una vida plena al lado de mi muñequita.


 

Las fotos del fic, las podéis encontrar en mi perfil de Facebook, en el álbum con el nombre del fic "Sensación de Vidas Universitarias"

 

Mi nombre de usuario es: maya masen cullen.

 

El Link del trailer lo tenéis arriba.

 

Emmaly Swalen mil gracias por tan maravilloso Trailer, Portadas y por sus maravillosas ideas

 

Mil gracias primita, por corregirme los fallos, no sé que haría sin ti.

 

A mi hermanita Maia que siempre está ahí aconsejándome y animándome.

 

A mis amigas Aliena y Teresa por su apoyo.

 

A mis lectoras tanto a las que dejáis vuestra opinión como a las silenciosas gracias por estar ahí.

 

Espero sus comentarios y sugerencias de todo corazón.

 

Muchos besitos y mordisquitos de Edward para todos mis lectores.

Capítulo 12: Fiesta de La Barbacoa Capítulo 14: Hablando Claro

 
14445431 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios