La Heredera (+18)

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 15/04/2015
Fecha Actualización: 17/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 33
Visitas: 43881
Capítulos: 28

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña problemática y caprichosa? ¿Qué iba a hacer ella con ese hombre serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol, sexo desenfrenado e irresponsable. Edward no estaba preparado para entrar en ese mundo pero, ¿realmente estaba Bella en él?

 

-Quiero agradecer a "kikicullenswan", por permitir publicar su historia. Los créditos son para ella y visiten su pagina.

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Capítulo 6: chapter 6

 

La apretó contra él y bajó su boca sobre la de ella besándola furiosamente.

Bella se sobresaltó y separó los labios jadeante. Edward aprovechó la oportunidad y coló su lengua entre los tibios labios profundizando el beso.

Llevó las manos a la cintura de ella y la apretó contra él. Bella levantó sus manos, para enredar los dedos en los cobrizos cabellos que rozaban el cuello de Edward.

Jadeantes se besaron con ansias. La erección de Edward se evidenció contra el vientre de Bella.

Sin percatarse del movimiento, se encontró sentada sobre el escritorio de frente a la puerta cerrada. Edward le separó las piernas con suavidad para pararse entre ellas.

Sin dejar de besarla llevó las manos a los tirantes azules del vestido y los bajó por sus brazos para poder liberar sus pechos. Temiendo romper el hechizo con palabras bajó la cabeza y tomó un pezón entre los labios. Bella dio un respingo con un pequeño jadeo cuando sintió la lengua de Edward jugueteando con su rosada cumbre.

Las manos de Edward bajaron hasta el borde de la falda levantándola y sin alejar la boca del pequeño pecho erguido, le deslizó las braguitas por las piernas hasta quitárselas.

Guardó la prenda en el bolsillo de su pantalón y comenzó a masajear los húmedos pliegues femeninos.

- ¡Dios! – jadeó colando un dedo en la tibia humedad de su vagina – Estás tan húmeda... tan prieta...

Bella respiraba con dificultad presa de las sensaciones que se estaban formando en su vientre.

Edward comenzó a mover su dedo embistiéndola suavemente mientras la besaba con rudeza.

- Edward... – la voz de Alice acercándose los sorprendió

Bella le observó sin comprender realmente lo que estaba sucediendo, cuando él se quedó congelado junto a ella.

- Edward... – repitió Alice más cerca de la puerta del estudio

Edward llevó con rapidez las manos al escote del vestido y lo subió cubriéndole los pechos. Fue en ese momento que Bella salió del trance en el que se encontraba.

Se sonrojó furiosamente bajándose del escritorio y acomodando sus faldas en el momento mismo que la puerta se abrió y Alice se asomó a ella.

- ¿Edward? – le llamó su hermana mirando de uno a otro con curiosidad – ¿Qué hacíais?

- Le estaba enseñando las fotografías familiares a Bella – respondió Edward con la voz ronca

Alice asintió con seriedad.

- Yo puedo enseñárselas – ofreció – Jasper te estaba buscando.

Edward observó a su hermana y le dirigió una mirada preocupada a Bella antes de salir del despacho dejándolas solas.

- Así que te interesan nuestras fotografías – dijo Alice sarcástica

- En realidad, Edward quería enseñarme una foto de mi madre – explicó buscando la mejor forma de alejarse de la hostilidad que emanaba de la joven

- Sé lo que estabais haciendo – replicó aquella con gravedad – Toda la habitación huele a sexo.

- No es así... – intentó discutir

- Déjame aclararte algunas cosas, Bella, para que no te pongas a ti misma en ridículo

- No entiendo a qué te refieres

- Edward va a casarse con mi amiga Tanya – le informó

- ¿Edward está prometido? – preguntó curiosa

- No aún, pero lo estará

- Oh – asintió aún sin comprender la veracidad de lo que Alice decía

- Pero de todos modos, sabes que nunca podría tener algo contigo

- Creo que no te entiendo...

- A ver, ¿cómo te lo explicaría? Es evidente que eres una chica preciosa, todos lo saben y tú también y evidentemente lo usas en tu favor. En eso, Edward es como cualquier otro hombre, no puede resistirse a una chica guapa y fácil.

- Yo soy una chica fácil...

- Es sabido que lo eres. Pero que Edward te eche un polvo no quiere decir que pretenda nada más contigo, evidentemente no eres la mujer adecuada para él – dijo reproduciendo las palabras que Edward había señalado unos días antes y que a ella tanto le habían dolido

- Entiendo...

- Te lo digo por tu bien – le dijo con una falsa complicidad – Sería ridículo que creyeras que podéis tener algo, Edward y tú no sois de la misma clase. No me gustaría que te hicieras ideas erróneas.

- Entiendo.

- Creo que después de una situación tan vulgar como la que habéis acabado de protagonizar, lo mejor sería que te fueras.

Bella la miró con los ojos anegados de lágrimas de rabia y dolor.

- No te preocupes, yo te despediré de mis padres, les diré que te ha surgido algo y tuviste que marcharte. Si quieres puedo pedirte un taxi – le ofreció

- No hace falta, Alice. Gracias de todas formas. Te agradeceré que me despidas de tus padres. – pidió dirigiéndose a la puerta.

Caminó alejándose de la casa antes de llamar un taxi. Estaba a tres manzanas de distancia de la casa de los Cullen cuando vio el coche de su padre conducido por Harry, dirigiéndose a la fiesta de Carlisle.

Edward no vio salir a Bella y pensó que seguramente estuviera recuperándose de su asalto en el interior de la casa.

Emmett y Jasper hablaban junto a él aunque no tenía idea sobre qué. Tenía un botellín de cerveza en una mano, mientras la otra mano, dentro del bolsillo de su pantalón acariciaba las braguitas azules de encaje.

Alice y Tanya se acercaron a ellos cuando Esme se les unió.

- Emmett, ¿dónde está Bella? – preguntó nerviosa – Charlie ha llegado y me gustaría darles la sorpresa de verse

- Eh, no lo sé – dijo Emmett dudoso

Alice clavó la mirada en Edward. Él la esquivó sin decir nada.

- Se ha ido – les informó Alice y todos se voltearon hacia ella

- ¿Cómo que se ha ido? – indagó Esme sorprendida

- Me pidió que la despidiera de vosotros, pero recibió una llamada urgente y tuvo que irse

- ¿Se ha ido? – preguntó Emmett tan sorprendido con los demás – No es posible – dijo sacando su móvil y marcando el número de Bella

- Me pidió que la disculparas, Emmett – repitió su hermana haciéndole cancelar la llamada

Alice se disculpó alejándose y Edward fue tras ella con discreción.

- ¿Qué le hiciste a Bella para que se marchara, Alice? – indagó molesto

- ¿Yo? Tal vez sea algo que tú le hiciste – le recriminó

- Estaba bien cuando te dejé con ella en el estudio

- ¿Estaba bien? Tal vez es de las que necesitan tiempo para recuperarse después del sexo

Edward se removió nervioso al escuchar las palabras de su hermana.

- No sé de qué hablas

- ¿No sabes de qué hablo, Edward? Venga ya. ¿De verdad crees que no sé lo que estabais haciendo en el estudio de papá? Se respiraba en el aire, Edward. Sois unos asquerosos, echarse un polvo sobre un escritorio en una casa llena de gente. ¿Y si hubiese entrado alguien más, Edward? ¿Y si hubiese entrado tía Renata o tío Aro? A ella no le preocupan los escándalos, pero a ti ¿te parece decente convertirte en otra de las tantas portadas de "la heredera"? Esperaba más de ti, hermanito

- No sabes lo que dices

- Eres un idiota. Para Isabella hubiera sido perfecto, su padre hubiese llegado para encontrarse con que su querida hija se acuesta con su socio, a la vista de cualquiera en medio de una fiesta familiar. Si lo que quiere es llamar la atención de su padre, desde luego que lo hubiera logrado.

- No es así – discutió Edward aunque no pudo ocultar su desazón al pensar que tal vez otro escándalo era lo que Bella había buscado

- ¿Estás seguro, Edward? ¿Estás seguro de que me equivoco? No te equivoques tú, Edward. No arruines tus posibilidades por una chica que no lo merece. – le aconsejó antes de marcharse para entrar en la casa

Bella pasó por el salón como una exhalación. Rose, tumbada en el sofá con el ordenador portátil en sus rodillas la vio correr a su habitación.

- ¿Bella? – le llamó a la puerta del baño de Bella escuchando el ruido de la ducha.

Se sentó sobre la cama de su amiga esperándola preocupada.

Bella salió envuelta en su mullido albornoz blanco y en silencio se tumbó en su cama.

- Bells, cariño – le llamó la rubia acariciando su cabello húmedo – ¿Qué sucedió? ¿Por qué volviste a casa tan pronto? ¿Fue Emmett? ¿Hizo algo que te molestara?

- No – susurró cerrando los ojos y acurrucándose en posición fetal – Emmett es un encanto

- ¿Qué sucedió? ¿Edward? – preguntó su amiga dudosa

Bella suspiró y tímidas lágrimas se escaparon de sus ojos cerrados. Rosalie se acostó a su lado y secó las lágrimas con sus dedos.

- Bells, cariño, ¿qué sucedió?

- Dios, Rosalie, soy una idiota...

- ¿Por qué? ¿Qué sucedió?

- Si Alice hubiese tardado un solo minuto más...

- ¿Alice? ¿Quién diablos es Alice?

- La hermana de Edward y Emmett

- ¿Qué sucedió?

- Si hubiese tardado un solo minuto me hubiese encontrado haciendo el amor con Edward sobre el escritorio de su padre

Rosalie abrió los ojos sorprendida. No era esa la actitud normal de Bella.

- ¿Quieres contarme?

- Por Dios, Rose, no sé qué es lo que me pasa con ese chico, pero...

- ¿Te gusta?

- No lo sé. No sé cómo podría gustarme si sólo le he visto tres veces...

- A veces no hace falta más

- Las tres veces me ha tratado como una puta... y lo peor es que me he comportado como tal...

- No es verdad, Bella. No eres una puta y lo sabes, y si hubieses llegado hasta el final, él también se habría dado cuenta de que no lo eres – dijo Rosalie haciendo clara alusión a la inexperiencia de su amiga

- Tardó dos minutos en tenerme desnuda, anhelante y jadeando sobre el escritorio... – Rose acariciaba sus cabellos buscando calmarla – Y lo peor es que si alguien nos hubiese descubierto... ¡era una reunión familiar, por Dios! – gimió escondiendo el rostro en el colchón – Una reunión familiar y yo follando sobre una mesa a plena luz del día con un tío que conozco desde hace menos de una semana

Soltó una carcajada sarcástica.

- Ese sí hubiese sido un escándalo digno de la heredera. Lo que mi padre necesita ver. Tal vez me hubiese encontrado mi propio padre. ¿Lo imaginas? Puedo ver el titular de TMZ: "Charlie Swan se encuentra a su hija follando frente a la respetable familia Cullen al completo"

- ¿Tu padre estaba allí?

- Llegó cuando yo ya me había largado. Le vi llegar.

- ¿Él te vio?

- No

- ¿Querías que te viera?

Giró el rostro para mirar a su amiga.

- No lo sé - confesó

- ¿Qué sientes por Edward? – preguntó Rosalie después de un largo silencio

- No lo sé. Me hace sentir cosas que no he sentido jamás.

- ¿Por qué no le das una oportunidad a esto, Bells?

Abrió los ojos mirándola desconcertada.

- No puedo, Rose. Edward y yo somos completamente diferentes. Yo soy completamente inadecuada para él.

- ¡No seas gilipollas! – le regañó su amiga molesta – Tú no eres inadecuada para nadie. Ni ese tío ni ningún otro pueden aspirar a algo mejor que tú, porque no hay nada mejor que tú.

- No es así. Soy un desastre. Edward no es el tipo de chico que pueda liarse con alguien que ha protagonizado tantos escándalos como yo.

- ¡Basta ya, Bella! – gritó Rosalie levantándose furiosa – Tú no has protagonizado ningún escándalo, y lo sabes tan bien como yo. Son esas malditas revistas que inventan todas esas mentiras que tú te niegas a desmentir. Eres una tía mucho más ejemplar que la mayoría de las tías que ese chico pueda siquiera aspirar a tocar. Ya desearía Edward Cullen poder acercarse a ti.

Bella se sumió en silencio en sus pensamientos.

- Hay una chica – explicó después de un rato – Tanya Denali. Es una chica preciosa, dulce, simpática. Una buena niña. Y está coladita por Edward.

- ¿Y él?

- No lo sé

- Pues yo te lo diré: él no siente nada por ella. Porque si sintiera algo por ella no estaría como loco buscando la menor oportunidad de estar contigo.

- Eso es porque yo soy una chica fácil.

- ¿Fácil? No hay nada de chica fácil en ti

- Venga ya, Rose. Soy modelo. Dime que hombre se resiste a echarse un polvo con una modelo que, como todo el mundo sabe, es promiscua y está dispuesta a acostarse con cualquiera.

- ¡Por favor! – gruñó Rose exasperada – ¡ERES VIRGEN, BELLA! ¡VIRGEN, Joder! Ser virgen es exactamente lo opuesto a promiscua.

- Eso no es lo que él cree. Y, honestamente, no me comporto con él como si se equivocara.

- ¿Hasta cuándo, Bella? – Bella le miró interrogante – ¿Hasta cuándo vas a permitir que el cabrón de Charlie Swan arruine tu vida? Dejas que todo el mundo piense lo peor de ti, porque esa es la única forma de lograr que tu padre repare en ti. Y ahora vas a permitirte perder al primer hombre que te interesa sólo para mantener la maldita opinión que tu padre tiene sobre ti. Te conozco desde hace diez años y ésta es la primera vez que te veo soltar una lágrima por un hombre que no sea Charlie. ¿Vas a dejarlo ir?

- No puedo estar con él. No quiero hacerle eso. No sería bueno para él.

- ¡Pues vete al infierno, gilipollas! – gruñó Rose molesta y salió de la habitación.

 

 

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Aquí les traigo el nuevo capi.

A disfrutarlo.

Dejo un adelanto del próximo capi:

- ¿Te acostaste con ella? – preguntó con la mirada desorbitada

- No. Pero sólo porque escuché a Alice buscándome. Si se hubiese tardado cinco minutos más me hubiese encontrado enterrado en el cuerpo de Bella.

- ¡Por Dios, Edward! ¡No lo puedo creer! ¿Qué tienes con Bella?

- Nada

- ¿Nada? ¿Nada y te la tiras en casa de tus padres? ¿En medio de una fiesta? A mí me parece algo más que nada

- Lo sé. – se quejó lastimero – No sé qué me pasa con Bella pero no puedo resistirme. El miércoles la ataqué en mi despacho contra la puerta. Hoy sobre el escritorio de Carlisle. No sé. No puedo refrenarme. La deseo de una forma que nunca deseé a nadie jamás.

 

Nos vemos en el proximo cap besos.

Capítulo 5: chapter 5 Capítulo 7: chapter 7

 
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