La Heredera (+18)

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 15/04/2015
Fecha Actualización: 17/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 33
Visitas: 43887
Capítulos: 28

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña problemática y caprichosa? ¿Qué iba a hacer ella con ese hombre serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol, sexo desenfrenado e irresponsable. Edward no estaba preparado para entrar en ese mundo pero, ¿realmente estaba Bella en él?

 

-Quiero agradecer a "kikicullenswan", por permitir publicar su historia. Los créditos son para ella y visiten su pagina.

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Capítulo 14: chapter 14

 

Bree hizo pasar a Bella a su despacho, el martes a última hora.

- Hola, Bella, ¿Cómo estás? No te he visto hoy en todo el día. Pensé que no habías venido – le saludó

- Llegué pronto por la mañana.

- ¿No sales a comer? – indagó

- Compré un sándwich en la cafetería. Quería acabar esto – le comunicó enseñándole el dossier que llevaba en las manos

- No hace falta que dejes de comer. De todas formas no lo necesitaba hasta mañana.

- Pues ya lo he acabado

- ¿Y cómo te ha ido? – preguntó curioso

- Bien. Toma – Bella le extendió unas páginas impresas – Te he pasado el informe por mail

Edward abrió el correo que encontró en su bandeja de entrada, y se sorprendió viendo los gráficos e informes que allí encontró. No podía asegurar que los importes fuesen correctos, ni que el análisis que Bella había hecho estuviese bien, pero sin dudas, a primera vista parecía serio y confiable.

- ¿Quieres explicármelo, por favor? – pidió escéptico

- Desde luego. He estado analizando los costos, tanto fijos como variables, y los precios de venta. También determiné el valor llave de la empresa...

Edward la observaba estupefacto. Esa mujer sabía de lo que hablaba.

- ... creo que con la inyección de capital que estaríamos dando podríamos adquirir el 65% del paquete accionario. Incluso, con la presión adecuada, tal vez alcanzáramos el 67 o 68. Aunque debo reconocer que el 60% no es un mal acuerdo – aseguró Bella levantando por fin la vista de los papeles que tenia delante – Yo estaría dispuesta a firmar de cualquier forma – sonrió

Se encontró con la mirada especulativa de Edward y se ruborizó.

- ¿Y bien?

- Me parece bien. Intentaré negociar un porcentaje mayor. – su mirada escrutadora la amedrentaba

- Perfecto – aceptó bajando la mirada – Si tienes algo más que quieras que vea...

- Sí, de hecho – explicó levantándose de su asiento para ir hacia la puerta y salir del despacho.

Le pidió a Bree que le buscara unos dossiers y volvió al escritorio con dos tazas de café. Dejó uno frente a ella y se sentó en su lugar.

La observaba con seriedad poniéndola más nerviosa cada segundo que pasaba. Bella esbozó una tímida sonrisa.

- ¿Y bien? – pidió él expectante

Bella le observó extrañada.

- Y bien ¿qué?

- ¿Vas a explicármelo?

- ¿Qué cosa?

- No me tomes el pelo, Bella. Quiero que me expliques cómo es que sabes tanto de análisis financieros, balances contables, mercados, etc.

Bajó la mirada tímida y se recostó hacia atrás en su asiento. Ya no podía seguir ocultándose y una parte muy íntima de su ser se sentía orgullosa de no ser la tonta modelo que todos creían que era.

- Tengo una licenciatura en economía y un doctorado en finanzas – le informó aún sin mirarle

La sorpresa de Edward quedó patente en su rostro y su mirada atónita, pero ella no lo notó.

- ¡Wow! – soltó en un suspiro – ¿Y eso cómo ha sido? – indagó curioso

Bella levantó la mirada y le observó insolente.

- No me lo gané por acostarme con nadie. – aclaró molesta

- Yo no he dicho eso, ni siquiera lo he pensado.

- Todos lo piensan – espetó – Todos creen que si eres guapa todo lo consigues metiéndote en la cama de todo el mundo. Los contratos de trabajo, porque te acuestas con tu representante, los vestidos que te regalan los diseñadores, es porque te acuestas con ellos, y estoy segura de que si la prensa supiera que tengo un título en finanzas, dirían que me fui a la cama del rector de la universidad, lo que sería divertido y un escándalo digno de mí ya que el rector de la universidad de Cambridge es el Duque de Edimburgo, el marido de la reina de Inglaterra, nada menos.

- Tienes un doctorado en Cambridge – dijo ignorando su comentario jocoso

- Sí, lo tengo

- ¿Y cómo es que tu padre no lo sabe? ¿Cómo es que nunca salió a la luz en la prensa? Ya trabajabas como modelo cuando estabas en la universidad

- Estudié con un acuerdo de confidencialidad y bajo el nombre de soltera de mi madre

- ¿Por qué?

- Porque no quería que la prensa lo supiera. No quería que especularan con que me lo había ganado por mi apellido y no por mi esfuerzo y mis capacidades.

- ¿Y tu padre? ¿Por qué no querías que lo supiera tu padre?

- Mi padre lo sabría si hubiese abierto alguna de las cartas que mi abuela le enviaba con mis calificaciones y mis logros

- No te entiendo – dijo observándola a través de sus ojos entrecerrados

- Cuando mi abuela murió encontré todas las cartas que le envió a mi padre, sin abrir en un cajón de su escritorio.

- ¿Por qué no se lo has dicho, Bella? ¿Por qué dejas que piense que eras una tonta caprichosa?

- No lo entenderías

- Explícamelo – exigió

- No es de tu incumbencia, Edward. Ese es un problema entre Charlie y yo.

Edward se recostó en su asiento observándola impasible.

- Tienes razón, no es de mi incumbencia – aceptó después de un momento

Bree entró entonces con tres dossiers que dejó frente a Edward.

- Bien – dijo cambiando de tema y cogiendo la primera carpeta – Mañana debo viajar a Chicago pero volveré el jueves. Voy a visitar una planta papelera en la que habíamos pensado en invertir, estaría bien que vinieras conmigo.

- ¿Yo? – preguntó con sorpresa

- Sí, al fin y al cabo tendrás que ver los informes después, sería bueno que lo vieras de primera mano

- Si no te importa preferiría quedarme en la ciudad. Ya sabes, por Charlie. Podrían llamarme si despertase, o si hubiese novedades – explicó

- Tienes razón, tal vez lo mejor sea que estés aquí.

Se sumergieron en el trabajo. Edward le enseñó los proyectos que tenían en mente y le dejó los dossiers para que ella los analizara.

Era tarde cuando Bree les interrumpió para decirle a Edward que se iba y darle las últimas indicaciones de su viaje.

Edward se volvió hacia Bella especulativo cuando Bree dejó el despacho.

- Te invito a cenar – sentenció y la vio dudar

- Mmm – dudó – Preferiría que no

- ¿No cenas habitualmente?

- Sí

- ¿Entonces?

- Prefiero no salir – se excusó incómoda– Ya sabes, la prensa…

- Entiendo – expresó – Pensé que no querías cenar conmigo – sonrió petulante

- No es eso…

- Entonces sí quieres que cenemos juntos. Tengo una idea.

- ¿Cuál? – indagó expectante

- Ya lo verás – dijo cogiendo su americana e instándola a salir del despacho

Recogió su abrigo y su bolso y caminó junto a él.

- ¿Dónde vamos?

- Es una sorpresa

- No sé si me gustan las sorpresas – murmuró cuando Edward abrió la puerta del volvo, para que subiera

Abandonaron el edificio de Swan y Edward puso rumbo hacia Nueva Jersey. Se detuvo en un aparcamiento en el que Bella no fue capaz de identificar ningún tipo de restaurant.

- ¿Aquí vamos a comer? – preguntó intrigada

- No, aquí solamente compraremos la comida. Puedes esperarme en el coche.

Así lo hizo y cuando Edward volvió traía consigo una enorme bolsa de papel y dos botellines de cerveza.

Le pasó la bolsa a Bella y volvió a la calle. Atravesaron el Lincoln Tunnel y en pocos minutos aparcó en el mirador de Weehawken.

- ¡Wow! – suspiró Bella admirando la vista nocturna de Manhattan al otro lado del río

- Lo sé – reconoció sonriente – Es impresionante

Edward cogió la bolsa, sacó un paquete y se lo entregó junto con un botellín de cerveza.

- Kebab de pollo – le informó - ¿Te gusta?

- Sí – sonrió abriendo su paquete – Hace años que no como kebabs

- Los de aquí son buenísimos

Comieron sentados dentro del coche con la calefacción encendida.

- Nunca había venido aquí

- Solía venir cuando estaba en el instituto. Tenía una novia universitaria y veníamos aquí a meternos mano. – sonrió

- ¿Tenías una novia universitaria cuando estabas en el instituto?

- Sí – contestó petulante – Era la envidia de mis compañeros de curso.

- Ya me lo imagino

- Ella tenía 19 y yo 17. No sé qué le gustaba de mí, yo era un cateto en ese entonces.

- ¿Qué pasó?

- Se consiguió un novio en la universidad y me dejó – dijo haciendo un mohín

- Te habrá roto el corazón

- Mi ego sufrió más que mi corazón – confesó sonriendo – Después me marché a la universidad y allí las chicas caían a raudales rendidas a mis pies – sonrió presuntuoso

- Lo imagino – le contestó con ironía divertida

- Estoy seguro de que sabes lo que significa que caigan a tus pies – dijo mirándola con los ojos entrecerrados

Bella sonrió sin contestar pensando en lo diferentes que habían sido sus vidas.

- ¿Y? – insistió curioso

- ¿Y qué?

- ¿No vas a contarme nada sobre tus novios de instituto?

- No tuve novios en el instituto – confesó con timidez

- ¿No? ¿Y por qué no? Estoy seguro de que eras una niña guapísima. Ya trabajabas como modelo cuando estabas en el instituto, ¿o no?

- Siempre era mucho más joven que mis compañeros de instituto

Edward esperó pero Bella no continuó.

- A veces creo que tengo que sacarte la información con descorchador – se quejó - Cuéntamelo

Bella sonrió comprensiva.

- Siempre iba algunos cursos avanzada

- ¿Y eso por qué?

- Tengo un CI de 135 – confesó sonrojada

 - Wow – exclamó Edward sorprendido – Tienes un coeficiente intelectual superior – rió – Qué ironía que todos crean que eres tonta. ¿Y Charlie no lo sabe? Esas cosas se supone que se notan desde la niñez

- De niña sólo recuerdo que me aburría en clase. Mi padre pensaba que lo hacía por llamar la atención, nunca se creyó que pudiera aburrirme realmente.

- ¿Nunca se lo dijeron en el colegio?

- No lo sé – sonrió con tristeza – Dejé de verle a los 6

- Lo siento, Bella

- No tienes por qué, simplemente así fue.

Edward metió las servilletas sucias en la bolsa de papel y se giró en su asiento de frente a ella.

- No crees que tu padre te trataría mejor si supiera la persona que eres en realidad, ¿verdad?

- Es difícil de explicar, Edward, y estoy segura de que para ti sería más difícil aún de entender. Tú tienes una familia que te ama por sobre todas las cosas.

- Inténtalo – rogó – Intenta explicármelo

- No quería que mi padre me amase por ser lista o tener una carrera – explicó – Quería que me quisiera porque soy su hija, porque es mi padre y su obligación es amarme.

- Lo lamento, Bella. Me cuesta mucho entender por qué Charlie es así contigo.

- Sabes, cuando era una niña, creía que estaba enfadado conmigo porque yo odiaba el colegio. Cuando mi abuela me llevó a vivir a Londres, prometí que me esforzaría. Y lo hice. Me esforcé en el colegio, obtuve las mejores notas, segura de que mi padre lo sabría y me traería de vuelta a vivir con él. Pero no fue así – sus ojos finalmente se desbordaron y tímidas lágrimas rodaron por sus mejillas.

Edward estiró su mano y secó sus lágrimas con sus dedos acariciantes.

- Con el tiempo decidí estudiar finanzas porque creía que cuando Charlie lo supiera me ofrecería que trabajara con él en Swan. Tampoco lo hizo.

- Y al final pensaste que si generabas escándalos él pensaría en ti

- La primera llamada que recuerdo de él fue cuando apareció mi primera portada escandalosa – explicó sin inflexión

- Ven aquí – susurró rodeándola con sus brazos, inclinándose hacia ella y acercándola a él tanto como el espacio dentro del coche les permitió.

Secó sus lágrimas y besó sus mejillas húmedas con ternura. La respiración de Bella se aceleró cuando los labios de Edward se acercaron a su boca.

La mano de Edward acunaba su rostro.

- Pídeme que te bese, Bella – susurró – Pídemelo

Lo necesitaba, necesitaba sentir los labios de Edward junto a los suyos. No podía seguir resistiéndose a ese chico que la volvía loca. Lo necesitaba tanto como él la necesitaba a ella y no pudo seguir negándolo.

- Bésame, Edward – murmuró y fue todo lo que él necesitó para presionar sus labios contra los de ella e invadir su boca con desespero.

 

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Saludos <3

 

Capítulo 13: chapter 13 Capítulo 15: chapter 15

 
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