La Heredera (+18)

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 15/04/2015
Fecha Actualización: 17/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 33
Visitas: 43903
Capítulos: 28

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña problemática y caprichosa? ¿Qué iba a hacer ella con ese hombre serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol, sexo desenfrenado e irresponsable. Edward no estaba preparado para entrar en ese mundo pero, ¿realmente estaba Bella en él?

 

-Quiero agradecer a "kikicullenswan", por permitir publicar su historia. Los créditos son para ella y visiten su pagina.

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Capítulo 27: chapter 27

 

- Charlie despertó

Las palabras de Emmett resonaron en el teléfono.

- ¿Cómo dices? – exclamó levantándose de la cama

- ¿Edward? – le llamó Bella nerviosa

Edward se volteó a mirarla con el rostro pálido.

- Edward, ¿qué sucede? – preguntó la chica

Edward levantó la mano para detener sus palabras.

- Explícate, Emmett

- Lo que te he dicho. Charlie despertó – repitió su hermano

- ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cómo está? – indagó temeroso

- Hace un par de horas o tres. Jenks me había comentado que le había parecido verlo moverse casi imperceptiblemente estos días pasados y hoy simplemente abrió los ojos.

- Por Dios – gimió - ¿Cómo está?

- Bien, qué sé yo. Ha despertado de un coma de cinco meses. Los médicos dicen que se recuperará. Le han hecho pruebas, TACs, etcétera.

- Pero ¿cómo está?

- Según los médicos, bien. Tiene poca movilidad en el lado derecho del cuerpo y presenta dificultades para expresarse.

- ¿Qué quieres decir con dificultades?

- De momento no puede hablar pero según los médicos, con el tratamiento adecuado podría recuperarse al cien por cierto o casi – reconoció Emmett

Bella observaba a Edward entre confusa y angustiada.

Se acercó a la cama y se sentó atrayendo a Bella a sus brazos aún sin soltar el teléfono.

- De acuerdo, Emmett. Te llamo en un rato.

- De acuerdo. – aceptó Emmett – Hey, Edward, dile a Bella que esté tranquila. Su padre se pondrá bien.

- Se lo diré. Gracias, Em. – dijo antes de colgar

Apretó a Bella contra su pecho.

- Por favor, Edward, ¿qué sucede?

- Bells, cielo – sonrió – Charlie despertó– informó

- ¿Qué? – gritó Bella separándose de él para observarle cuando las lágrimas desbordaron sus ojos corriendo raudas por sus mejillas

- Sí, cielo. Charlie despertó.

- ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Cómo está?

Edward le explicó la situación tal como Emmett se la explicara a él momentos antes.

La mantenía sentada en su regazo después de que hubieran hablado con Emmett y les explicara detalladamente toda la situación que se estaba viviendo en Nueva York.

- No puedo creer que yo no estuviera allí cuando despertó – comentó con pesar

- No podías saber que despertaría – la justificó – En cinco meses no reveló cambio alguno. Nadie podía preverlo

- Lo sé. Pero eso no hace que me sienta mejor.

- Lo sé, cariño, lo sé. Pero ahora no tienes que pensar en eso sino en que al fin ha despertado.

- Es cierto. – aceptó – Imagino que no será muy difícil conseguir billetes para hoy

Edward se tensó junto a ella.

- Bells, cielo – la llamó cauteloso – Sé que no va a gustarte lo que voy a decir...

- ¿Qué sucede? – indagó curiosa levantando la mirada hacia él

- Bells, no creo que debas viajar a Nueva York hoy

- ¿Qué dices? – dijo separándose de su abrazo

- Sé que quieres hacerlo...

- No sólo quiero hacerlo, Edward – replicó molesta – Voy a volar a Nueva York hoy – sentenció

- Escúchame, Bella

- No tengo nada que escuchar – gruñó levantándose de su regazo y alejándose de él – Ya que no tengo idea qué diablos es lo que estás intentando decir

- Escúchame, por favor – ella le miró con insolencia – Bella, piensa un poco

- ¿Qué quieres que piense? Mi padre acaba de despertar después de pasarse casi medio año en coma

- Lo sé, cielo. Y estoy de acuerdo contigo en que debes viajar cuanto antes, pero piensa un poco

- ¿Qué?

- Cielo, piensa en Huilen. En Huilen y en Nahuel. No puedes irte ahora. Eres la tutora de Huilen, eres su representante legal. No puedes irte y dejarla ahora. Podría aparecer Johan en cualquier momento. Es el padre del niño por mucho que nos pese. Si no dejas todo legalmente arreglado podría hacer algo para llevárselo, al niño o incluso a Huilen. Piénsalo, cielo.

Bella recordó entonces el parto al que habían asistido tan sólo unas horas antes. Edward tenía razón. No podía dejarles solos. Ellos la necesitaban incluso más que Charlie.

Se dejó caer con pesadez en la butaca que había junto a Edward.

- ¡Dios! – gimió – No había pensado en eso. ¿Cómo pude olvidarme de Huilen?

- Es natural que lo olvidaras, cielo. Tu padre ha despertado. Es normal que te sientas así.

- ¿Qué voy a hacer, Edward? – inquirió mirándolo con tristeza

- Yo volaré a Nueva York hoy y me ocuparé de todo. Me ocuparé de que Charlie esté bien y desde luego que te mantendré informada a cada instante. Tú ocúpate de agilizar los trámites para que la residencia asuma la custodia del niño. Supongo que en una semana o dos a lo sumo, podrás tener todo resuelto. Entonces, cuando Huilen y Nahuel estén seguros, vuelas a Nueva York.

Bella lo observó comprensiva y el llanto la volvió a asaltar. Caminó hasta él y se refugió en su abrazo llorando apenada.

- Tranquila, cariño – la consolaba pasando repetidamente las manos por su espalda

- ¿Por qué, Edward? Yo debería estar con Charlie. ¿Cómo sabrá cuánto me importa si no estoy con él?

- Shh, pequeña, todo estará bien. Yo hablaré con Charlie. Yo me ocuparé de explicarle exactamente todo lo que has estado haciendo todo este tiempo y dónde estás ahora y por qué es tan importante que estés aquí. Lo entenderá. Verás que lo entenderá y se sentirá completamente orgulloso de ti.

- ¿Tú crees?

- Estoy seguro – afirmó

Bella acompañó a Edward al aeropuerto, sabiendo que no tendría noticias de él hasta el día siguiente en cuanto llegara a los Estados Unidos.

Edward intentó tranquilizarla asegurándole que todo estaría bien y que él estaría esperándola para cuando ella pudiera volar.

Poco era lo que ella podía hacer ese día, ya que, siendo sábado no podía ocuparse de los temas legales.

Buscando distraerse, acompañó a Mark y a su mujer Charlotte al hospital a visitar a Huilen y el pequeño Nahuel, quienes al día siguiente serían dados de alta y se instalarían en la residencia.

Emmett y Rosalie le esperaban en el aeropuerto cuando desembarcó en el JFK, después de casi 24 horas de viaje.

- Emmett, Rose – les saludó - ¿Cómo está Charlie? – indagó ansioso

- Está bien – le tranquilizó Emmett – Los pronósticos son buenos. Los médicos dicen que se recuperará completamente. Hoy mismo empezará con la rehabilitación.

- Dijiste que no podía hablar – comentó

- Le cuesta expresarse. Según los médicos no tiene problemas para entender ni pensar, puede tener alguna laguna, haber olvidado algunas cosas, pero en principio nada grave. Pero le cuesta expresarse, volver a hablar con normalidad.

- Entiendo

- Jenks ha contactado los mejores logopedas y fisioterapeutas.

- Bien

- ¿Cómo está Bella? – preguntó Rosalie preocupada por su amiga

- Apenada por no haber estado aquí y por no haber podido venir, desde luego. Pero le he prometido cuidar de Charlie hasta que ella pueda viajar.

- ¿Cuándo crees que podrá hacerlo?

- Espero que al final de esta semana o la siguiente a más tardar.

Edward se encontró a un Charlie completamente diferente del que había conocido.

Si bien, su estado físico desmejorado, no lo había sorprendido, ya que lo había ido percibiendo con el paso de los meses, ésta era la primera vez que sus ojos estaban abiertos y miraban a todos aprensivos.

Jason Jenks, el asistente personal de Charlie, le había explicado todo lo que los médicos ya le habían explicado a él.

Charlie se recuperaría, pero necesitaría meses de rehabilitación. Aparentemente entendía todo perfectamente aunque le era casi imposible articular palabras.

Jason había hecho venir a reconocidísimos logopedas y terapeutas que se encargarían de su tratamiento.

Cuando Edward entró en la habitación, Charlie, tumbado en la cama, era atendido por un especialista que masajeaba su brazo derecho a la vez que le ayudaban a hacer ejercicios para fortalecerlo.

La mirada de Charlie se desvió hacia la puerta cuando Edward entró. En sus ojos vio el atisbo de reconocimiento que reflejaron.

- Hey, Charlie – le saludó con una sonrisa que emanaba confianza - ¿Cómo estás?

Charlie separó los labios pero de ellos no salió más que un ronco graznido. Pudo ver en sus ojos manifestarse una creciente desesperación.

- Hey, tranquilo – le dijo acercándose a él y estirando su mano para apretar su brazo – No te esfuerces. Todo estará bien. Ya lo verás.

Charlie recostó la cabeza en el respaldo de la cama cerrando los ojos con frustración.

- Te pondrás bien, y en menos de lo que imaginas volverás a Swan a darnos el coñazo. – sonrió

Se quedó con él hasta que el médico se fue diciéndole que volvería por la tarde. Exhausto después del largo vuelo desde Namibia, se sentó en la butaca junto a su cama.

- ¿Cómo te sientes? – preguntó nuevamente y Charlie hizo un gesto de fastidio que le hizo sonreír – Te sentirás mejor – aseguró – No te tomará mucho tiempo, lo sé. Sabes que las cosas han estado bastante moviditas por aquí estos meses – le informó

Estaba seguro que Jason ya le habría contado algunas cosas, aún sin tener claro si lo entendía o no.

- Hemos tenido mucho trabajo, pero hemos firmado unos acuerdos excelentes.

Tomó aire antes de nombrar a Bella, ya que temía la reacción de su socio, el que mientras estaba en coma se había convertido en su suegro.

- Bella ha estado trabajando con nosotros en Swan – soltó de una vez viendo los ojos de Charlie brillar entrecerrándose – Ha sido la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida. Estábamos muy equivocados con ella, Charlie – afirmó – No es lo que pensábamos. Es lista, muy lista y está increíblemente capacitada. En Swan se ha ganado la adoración y el respeto de hasta el más escéptico. Gracias a ella hemos firmado contratos con unos márgenes de beneficios que no habíamos imaginado.

Charlie le observaba imperturbable y en un momento pensó que tal vez no entendiera lo que le estaba explicando. Pero cuando notó el gesto de crispación de Charlie, dedujo que sí le escuchaba y le entendía. Perfectamente, además.

- Cuando puedas reintegrarte a Swan, podrás verlo por ti mismo. No podría haberlo hecho sin ella. No podemos dejarla marchar. Swan no puede perderla. – aseguró

Charlie no era capaz de expresar sus sentimientos ni pensamientos con palabras, y en su interior, Edward agradeció que así fuera. El brillo que veía en su mirada y el leve fruncimiento de su entrecejo, no le parecían buenas señales.

Pero estaba seguro que cuando Bella regresara a Nueva York tendría la oportunidad de enseñarle a su padre quién era en realidad.

Estaba convencido de que entonces, Charlie no podría dejar de amarla.

Así como la amaba a él, reconoció.

 

 

 

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seguimos con el fic, disfruten el capitulo.

Capítulo 26: chapter 26 Capítulo 28: chapter 28

 
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