La Heredera (+18)

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 15/04/2015
Fecha Actualización: 17/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 33
Visitas: 43905
Capítulos: 28

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña problemática y caprichosa? ¿Qué iba a hacer ella con ese hombre serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol, sexo desenfrenado e irresponsable. Edward no estaba preparado para entrar en ese mundo pero, ¿realmente estaba Bella en él?

 

-Quiero agradecer a "kikicullenswan", por permitir publicar su historia. Los créditos son para ella y visiten su pagina.

https://www.fanfiction.net/u/2514643/kikicullenswan

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 22: chapter 22

 

- Está sonando tu teléfono – le dijo Rosalie esa noche mientras Bella acomodaba en dos platos los fideos fritos que había comprado en el restaurante chino que había en la esquina de su departamento.

Bella lo ignoró segura de que sería Edward, llamando por enésima vez en esa tarde.

- ¿No vas a contestar? – insistió

- Imagino quién es y no tengo ganas de hablar

- ¿Quién es? – indagó Rosalie curiosa cogiendo el teléfono que había dejado de sonar y mirando el identificador – Es Edward, ¿no quieres hablar con él?

- No – aseguró caminando con su plato y una copa de vino hasta el salón

- ¿Por qué? ¿Qué sucedió? ¿Habéis peleado?

- Discutimos hoy

- Venga ya, Bella. Déjate de misterios y cuéntame qué sucedió

Rosalie se sentó a su lado y recogió las piernas sobre el sofá bajo su cuerpo, con su plato sobre el regazo.

- Se portó como un idiota conmigo hoy en el despacho – explicó sin mirar a su amiga

- ¿Edward? Lo sabía – sonrió Rosalie – Siempre pensé que ese tío era un idiota.

- No lo es – discutió Bella y Rosalie sonrió petulante

- Hey, Bella, te estoy dando la razón

- Yo nunca dije que fuera un idiota

- Oh, pensé que era lo que querías decir ya que ni siquiera te dignas a contestarle las llamadas

Bella la observó desde sus ojos entrecerrados y sonrió irónica.

- Sé a dónde quieres llegar – dijo señalándola con su tenedor

- ¿A dónde?

- Ya, tienes razón. Me estoy comportando como una chiquilla, pero no puedo evitarlo.

- Venga, cuéntame qué sucedió. Prometo no ponerme de su parte sin fundamento.

- Hay una empresa en la que Swan intenta invertir

- Sí, ¿y? – indagó Rosalie atenta

- Es un contrato importante y daría buenos beneficios a Swan. Pero para ello planean despedir un 20% de la plantilla. – Rosalie la miraba con atención – El problema es que piensan despedir al personal más bajo del escalafón

- ¿Y?

- Yo no estoy de acuerdo. Creo que si redujeran un poco los salarios más altos, podrían mantener la totalidad del personal. El caso es que no logramos llegar a un acuerdo y Edward quiere que yo lo acepte de todas formas.

- Y tú no lo quieres hacer y por ello habéis peleado – aventuró Rose

- Algo así – comentó preocupada bajando la mirada

- ¿Cuál es el verdadero problema, Bells?

- ¿Crees que Edward esté conmigo sólo porque me necesita en la empresa?

- ¿Cómo? – preguntó Rosalie sorprendida - ¿Tú crees eso?

- No lo sé, Rose.

- ¿Qué te hace pensarlo? ¿Hay algo que te haga pensar así?

- No. Creo que no. Pero tengo miedo de confiar demasiado en él y equivocarme. Es el primer chico con el que tengo una relación así, tú lo sabes, tengo miedo de no ver con claridad.

- Estoy segura de que te equivocas. Edward está coladito por ti. Se le nota.

- Qué sé yo, Rose. Al fin y al cabo no nos conocemos.

- Os estáis conociendo, Bella. Estáis comenzando. Es normal que tengas dudas pero estoy segura de que no debes tenerlas. Edward está loco por ti.

- Ya. Pero sabes, preferiría no ser tan imprescindible para que Swan continúe funcionando. La empresa es muy importante para él y no puede trabajar sin mí. Me preocupa estarme equivocando.

- No, cariño – la tranquilizó Rosalie – No tienes que preocuparte de nada. Estoy segura de que Edward está contigo por ti y no por Swan. Emmett también lo cree así. No te preocupes por ello.

- Espero que tengas razón, Rose. No podría soportarlo.

- ¿Estás enamorada de Edward, Bells?

La observó sopesando sus respuestas.

- No lo sé. Creo que no. Pero creo que me estoy enamorando.

Rosalie sonrió comprensiva rogando interiormente que esta vez su amiga al fin pudiese ser feliz. Si Edward le hacía daño, ella misma iría a por él, se prometió.

Bree le avisó cuando Bella llegó a la oficina a la mañana siguiente. Después de su discusión de la tarde anterior, Bella había ignorado su invitación y no habían pasado la noche juntos.

Molesta como estaba no le había respondido a ninguna de sus llamadas.

- Hola – le saludó cuando entró en el despacho de ella y se la encontró de espaldas a él colgando su abrigo en el pechero que había allí.

Bella se volteó sorprendida.

- Hola – respondió escueta

- ¿Cómo estás? – preguntó acercándose a ella que lo evitó colándose detrás de su escritorio

Edward sonrió divertido antes de pararse junto a ella recostándose en el escritorio.

- ¿No vas a volver a hablarme? – preguntó divertido cruzando los brazos sobre su pecho

- No tengo nada que decir

- Te estuve llamando toda la noche

- Lo sé. No tenía ganas de hablar contigo.

- Hey, Bells – dijo estirando su mano para coger un mechón castaño y enredarlo en su dedo – Las cosas no funcionan así – susurró

- ¿Y cómo funcionan? – dijo recostándose en su asiento y quitándole el mechón de los dedos

- Hey, eres mi novia y eso no cambiará por una discusión.

- No sé cómo funcionan los noviazgos – reconoció vergonzosa bajando la mirada

Edward levantó su rostro con los nudillos bajo su mentón.

- Discutiremos cientos de veces y estaremos en desacuerdo cientos de veces más, pero cuando nos calmamos, hablamos, nos contamos nuestros miedos y nuestras preocupaciones y lo solucionamos.

- Lo siento, Edward, pero no me gustó la conversación de ayer.

- Lo sé, cariño, me di cuenta. Desde luego que a mí tampoco me gustó. No me gustó discutir contigo ni enfadarnos.

- Que seas mi novio no quiere decir que tenga que aceptar todo lo que digas en el trabajo.

- Lo sé. – reconoció – Lo sé y no quería ser tan duro contigo, ni decir las cosas que dije. Supongo que me sentí desbordado. Volterra insiste en firmar, tú insistes en no hacerlo. Qué sé yo. Charlie siempre confió en mi opinión, me cuesta ver que tú no tomas en cuenta mi opinión en estas cosas.

- Confío en ti, Edward – aseguró – Pero no me gusta que me presiones.

- Lo sé. Lo sé y lo lamento. Pero necesitamos el contrato. Ellos lo saben y nos presionan.

- Ellos nos necesitan más que nosotros a ellos.

- No, Bella. Ellos tienen otras opciones. Hay más inversores esperando a nuestro menor error. Ya ha tenido repercusión en la prensa nuestra intención de invertir, si no lo hacemos quedaremos en ridículo.

Bella sopesó las palabras de Edward incómoda entre tener que renunciar a sus valores o poder provocar un importante daño a la empresa de su padre.

- ¿No hay nada que podamos hacer por esa gente? – preguntó abatida

- No, cielo. Se quedarán sin trabajo de cualquier forma.

- ¿Podemos al menos conseguirles una buena indemnización?

- Lo intentaré – prometió Edward - ¿Firmarás, entonces?

- Lo haré – aceptó bajando la mirada

- Gracias, cariño – dijo soltando el aire contenido – Y ahora – agregó tirando de ella para ponerla de pie y rodearla con sus brazos – ¿Me perdonarás por haber sido tan duro ayer?

- Sí. ¿Me perdonarás tú por no haber contestado tus llamadas?

- Claro que sí, pero no vuelvas a hacerlo.

- No lo haré.

- ¿Vendrás hoy a dormir conmigo? – pidió bajando la cabeza para acariciar su cuello con los labios

- Sí

- Bien. Te he echado muchísimo de menos

- Y yo a ti – confesó rindiéndose al beso que Edward inició

Estaba ultimando los informes sobre los balances de Volterra, Inc. cuando Emmett entró en su despacho esa tarde.

Con el desparpajo al que estaba acostumbrado se dejó caer en la butaca frente a él.

- Buenas, hermano

- Emmett – saludo sin quitar la vista del monitor

- ¿Cómo va?

- Bien, ¿tú qué tal?

- ¿Qué tal con Bella?

- Bien – respondió aún sin mirarle

- Hey, tío, estoy hablando contigo – se quejó Emmett y al fin fijó la vista en él

- Sí, disculpa. ¿Qué? ¿Qué tal? ¿Qué decías?

- Te he preguntado qué tal con Bella

- Y te he dicho que bien – replicó

- ¿Bien? ¿Seguro?

- Sí – contestó dudoso - ¿Por qué?

- Rose estuvo ayer cenando con Bella

- Oh – exclamó comprensivo recostándose en su asiento – Discutimos ayer pero ya lo hemos solucionado

- ¿Qué sucedió?

- Tonterías – explicó restándole importancia – Discutimos sobre el contrato de Volterra

- Pues no estoy tan seguro de que ella lo haya visto como una tontería

- ¿Por qué? – preguntó Edward frunciendo el entrecejo - ¿Qué le dijo a Rosalie?

- Bella cree que tú podrías estar con ella sólo porque te es necesaria para seguir adelante con Swan

- ¿Qué? – exclamó sorprendido

- Sí. No está segura de si estarías con ella si no fuera porque la necesitas

- Eso es una estupidez

- ¿Lo es?

- ¿Qué me estás preguntando, Emmett? – preguntó en tono amenazador

- ¿No estás más interesado en ella porque es la heredera de Swan y hoy en día la accionista mayoritaria?

- Por favor, Emmett, no puedo creer que tú me preguntes eso. Sabes que estoy loco por Bella desde hace meses, y no tenía nada que ver con Swan.

- Lo sé, pero también la entiendo a ella. Le dijiste que no era conveniente para ti cientos de veces, pero casualmente ahora estás completamente enamorado y es cuando la necesitas para la empresa.

- ¡Vete al diablo, Emmett! Sabes bien que no es así.

- Swan es importante para ti.

- Sí que lo es, pero no tanto como para enredarme con una chica por ello. Lo sabes. Tengo otras inversiones, no necesito a Swan para vivir.

- Lo sé, pero has invertido mucho en esta empresa.

- ¿Qué podría haber pasado si Bella hubiera dicho que no a trabajar aquí? Me habría quedado sin firmar algunos contratos nuevos, pero seguiría con los anteriores. ¿Crees que no obtenemos suficientes beneficios? Sabes bien que no es así.

- Hey, no te lo tomes así...

- ¿Que no me lo tome así? ¿Cómo quieres que me lo tome? Me estás diciendo que pensáis que soy tan cretino como para salir con una chica por puro interés económico o profesional. ¿De verdad crees que soy tan cerdo?

- No, no es eso. Yo no lo creo, pero Bella no te conoce lo suficiente. Tal vez deberías hablar con ella y tranquilizarla. Para eso es que te lo estoy diciendo. No hace falta que te pongas como un loco.

Bufó molesto intentando calmarse.

- Lo siento, Emmett. Me molesta que tengáis tan baja opinión de mí.

- Hey, hermano, yo no tengo baja opinión de ti.

- Estoy seguro de que Rosalie tampoco habrá sido mi más ferviente defensora...

- Pues te equivocas. Rose le dijo que creía que tú estabas loquito por ella y no era por Swan.

- Bueno, gracias por eso

- ¿Qué sientes por Bella?

Observó a su hermano con atención mientras intentaba dilucidar exactamente cuáles eran sus sentimientos por Bella.

- Me gusta. Mucho.

- ¿La amas?

- Es pronto para decirlo

- Es pronto, es verdad – concedió Emmett – pero ¿la amas?

- Creo que me estoy enamorando de ella – confesó finalmente

- Bien por ti, hermano – sonrió Emmett poniéndose de pie – Ella lo vale

- Ya lo creo – aceptó viéndole abandonar su despacho.

 

 

-----------------------------------------------------------------------------------

Nos vemos en el proximo capi =)

Capítulo 21: chapter 21 Capítulo 23: chapter 23

 
14439045 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios