- Drogas es un tema difícil, Edward – dijo Charlie cuando los directores habían abandonado la sala

Sólo quedaban Edward, como director general y Emmett, el director del departamento jurídico.

- Lo sé, Charlie. Qué quieres hacer? Has hablado con ella?

- Lo he hecho, pero no quiere deslindar responsabilidades.

- No quiere o no puede? – preguntó Emmett suspicaz

Charlie lo observó con la mirada atormentada.

- Supongo que no puede. La otra chica, Rosalie Hale, presentó un comunicado desligándose del tema y ha presentado una demanda a la revista. Parece que había quedado probado que las drogas no eran suyas. La revista ha publicado un comunicado desdiciéndose y disculpándose.

- Y Bella?

- No se ha pronunciado

- Eso quiere decir que las drogas sí eran suyas? – aventuró Edward

- Supongo que sí. De no ser así habría dicho algo.

- Bella nunca niega ninguna de las acusaciones que se vierten contra ella.

- Es porque todo lo que dicen es real. Esa niña es un castigo divino. No puedo entender que sea mi hija. Desearía que no lo fuera – confesó haciendo estremecer a sus empleados. Esas palabras dichas sobre una hija, eran duras, aunque su hija fuese Isabella Swan.

- Creo que lo que debemos hacer es emitir un comunicado desligando a Bella de Swan Investment.

Charlie asintió en silencio.

- Charlie, esto seguirá así por siempre. Tal vez deberías plantearte desheredarla – planteó Edward con suavidad

Bella era propietaria del 15% de las acciones de la empresa que había heredado de su madre, aunque nunca participaba en ninguna de las asambleas de accionistas, ni tampoco tomaba parte de las decisiones adoptadas. Entre Charlie con el 45% y Edward con el 40% restante, tenía mayoría suficiente para tomar todas las decisiones que quisieran.

- Desheredarla?

- Sí. Desvincularla completamente de tu patrimonio. Eso dejaría claro que no apruebas ni apoyas sus correrías. Cuando deje de ser "la heredera", podríamos también presionarla para que nos venda sus acciones. Te supondría eso un problema?

- Desheredarla? Un problema? En absoluto. Marie le dejó una importante herencia al morir y la dilapidó más rápido de lo que te puedas imaginar. Sé que hará lo mismo si hereda Swan, o cualquiera de mis bienes. Lo que me preocupa sería que mi imagen quedara retratada como un desalmado, por desheredar a mi hija. Si crees que eso no perjudicará a la empresa, cuenta con ello. Me haría bien librarme de ella. Tú qué crees, Emmett?

Emmett parpadeó sorprendido por las duras palabras de Charlie para con Bella.

- No lo sé. Tendríamos que verlo bien. Ten en cuenta que parte del patrimonio pertenecía a Renée y por ende debería heredarlo Bella. Tal vez deberías comprarle su parte.

- Renée y yo teníamos un acuerdo prenupcial. Todo el patrimonio que está a mi nombre es mío, y no le correspondía a Renée, así que no podía legarle nada de él a Bella, salvo las acciones de Swan de las que Bella es dueña ahora mismo. Mató a Renée, no tiene derecho alguno.

- No seas tan duro con ella, Charlie. Lo de Renée fue un accidente – retrucó Edward

- Fue por su culpa

- Tenía seis años, Charlie, no pudo ser su culpa.

- Si no hubiese sido por su estúpido capricho, Renée no hubiera muerto y yo tendría a mi hijo. Ella debió haber muerto, no mi pequeño Seth que no tuvo siquiera una oportunidad. – espetó molesto

- Creo que deberíamos calmarnos y pensarlo bien antes de tomar cualquier decisión – propuso Edward

- Tú eres quien planteó esto, ahora piensas que no debería hacerlo?

- No lo sé, Charlie. Creo que si dejamos enfriar las cosas un poco, lo veremos todo más claro, no crees?

- Edward, si dejo enfriar las cosas, me estallará otro escándalo en la cara antes de que haga nada.

- Tal vez podríamos pedirle un poco de prudencia.

- Prudencia? A Isabella? – rió Charlie – Como se nota que no la conoces.

- Tal vez podríamos intentarlo. Si quieres yo puedo hablar con ella. Según lo que decía la revista estará en Nueva York la próxima semana, por la semana de la moda.

- De acuerdo. Le diré que venga a la oficina la próxima semana.

- Muy bien. Intentaré hacerla razonar.

- Eso te costará – se burló Charlie saliendo de la sala

- Crees que fue una buena idea proponerle que la desherede? – preguntó Emmett en cuanto la puerta se cerró

- En su momento creí que sí. Pensé que con la sola amenaza ella podría recapacitar, pero veo que Charlie la odia mucho más de lo que creía.

- Es increíble. No tienen más familia que el uno al otro. No puedo creer que se lleven así. – dijo Emmett poniéndose de pie y recogiendo sus papeles

- Es verdad. Es triste.

*

- No entiendo, Bells – dijo Rosalie dejándose caer en el sofá a su lado – Deberías demandarles. No entiendo por qué aceptas que te tachen de drogadicta. Todo por el idiota de James Whiterdale.

Bella encogió los hombros dándole un trago a su botellín de agua, sin despegar la mirada de la pantalla del televisor.

- No entiendo de qué te sirve que todos crean que eres un desastre – continuó su amiga

- Sabes quién me llamó hoy? – comentó indiferente

Rosalie bufó molesta por el repentino cambio de tema

- Quién?

- Mi padre.

- Es un cabrón. Por él dejas que te ensucien. Lo haces por él. Para que te llame aunque no sea más que para insultarte, no entiendo que desees tener ese padre.

- No te equivoques, Rose, no soy tonta. Desde luego que desearía tener otro padre pero sólo tengo éste. Y si mi madre lo eligió, por algo sería, no debía ser tan mala persona.

- Por favor, ese tío es un idiota. Tiene una hija rica, guapa, inteligente, generosa y no la valora. Ahora que cuando su hija se comporta como una estúpida consentida, entonces se acuerda de ella. Es un idiota. Deberías pedir el divorcio de su padrazgo y buscarte un padre adoptivo – sentenció y Bella no pudo reprimir una carcajada

- "Padrazgo"? Existe esa palabra? – preguntó riendo

- Qué sé yo, tú eres la lista. Si existe padrinazgo, existirá padrazgo, y si no existe debería existir

Bella rió sonoramente.

- Se puede uno divorciar de su padre?

- No lo sé, pero debería poderse

- Lo consultaré con mi abogado

- Tu abogado? Ese bombón de Royce King?

- Ya te he dicho que si me meto en problemas legales porque acosas a Royce, te mataré.

- De acuerdo, de acuerdo. Pero ya sabes que los abogados me ponen.

- Ya. Aunque no entiendo por qué. Creo que no hay profesional más insulso que un abogado.

- Qué sé yo? Es una profesión que me gusta. Supongo que es por lo sencillo que sería tener a alguien que leyera mis contratos y entendiera la letra pequeña.

Bella sacudió la cabeza risueña mientras volvía a concentrarse en el televisor.

Su teléfono comenzó a sonar. Charlie. Por segunda vez en el día. Eso sí que era extraño.

- Charlie – saludó

- Isabella, necesito verte – dijo su padre sin preámbulos y toda ella se estremeció.

Desde que tenía memoria, no recordaba una sola vez en que su padre le hubiera dicho que quisiera o al menos necesitara verla.

- A mí? – preguntó sin poder contenerse

- A quién crees? – bufó molesto – Sí, a ti. Cuando vendrás a Nueva York?

- La próxima semana debo viajar a Nueva York por la semana de la moda... – comenzó a explicar cuando Charlie la interrumpió

- De acuerdo. Te veré en mi despacho el lunes a las 3 – dijo y colgó sin esperar siquiera su respuesta.

Su plan original había sido llegar a Nueva York el miércoles, ya que la semana de la moda comenzaba el jueves y ella no tenía nada hasta el viernes, pero no pensaba discutir con Charlie, ni aunque él le hubiese dado oportunidad de hacerlo, por lo que, acto seguido, se encargó de hablar con Kristie, su asistente personal, para que le cambiara el billete de avión para el lunes por la mañana.