La Heredera (+18)

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 15/04/2015
Fecha Actualización: 17/08/2015
Finalizado: NO
Votos: 9
Comentarios: 33
Visitas: 43880
Capítulos: 28

El último escándalo de la heredera. Esa última portada sería el comienzo. ¿Qué iba a hacer él con una niña problemática y caprichosa? ¿Qué iba a hacer ella con ese hombre serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol, sexo desenfrenado e irresponsable. Edward no estaba preparado para entrar en ese mundo pero, ¿realmente estaba Bella en él?

 

-Quiero agradecer a "kikicullenswan", por permitir publicar su historia. Los créditos son para ella y visiten su pagina.

https://www.fanfiction.net/u/2514643/kikicullenswan

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Capítulo 4: chapter 4

 

- Entra en la página de TMZ – dijo Emmett entrando en el despacho de su hermano a la mañana siguiente.

- Disculpa?

Emmett cogió el teclado girándolo hacia él y tecleó la dirección de la página web de TMZ, una página dedicada a los cotilleos de los ricos y famosos.

Bella Swan estaba allí. Bailando alocadamente con un trago rojo en una mano y un sospechoso cigarrillo en la otra. Llevaba un vestido rojo ceñido que a duras penas cubría sus glúteos.

Edward se excitó con sólo verla. Sus pequeños pechos parecían querer salir de su escote.

La siguiente foto la mostraba en brazos de Quil Ateara III, el nieto del multimillonario Quil Ateara, dueño de la internacional cadena Ateara Hotels. Los brazos del chico la sostenían pegada a su cuerpo mientras sus manos descansaban peligrosamente cerca de sus glúteos. Ambos reían con descaro.

- Mierda! – gruñó Edward

- Lo sé. – reconoció Emmett – No entiendo que alguien pueda relacionarse con ese cerdo – Quil Ateara III era un conocido mujeriego que había sido detenido por abuso sexual pero había salido sospechosamente inmune de esa acusación, cuando la víctima retiró la denuncia.

- Lo hace para cabrearme

- Qué quieres decir?

- Ayer hablé con ella.

- Ayer? – preguntó su hermano sorprendido – Y qué te dijo?

- Le dije que Charlie la desheredaría si continuaba con ese comportamiento.

- Y?

- Me dio a entender que le importaba un carajo.

- Aquí tienes la prueba de que le importa un carajo.

Edward cogió el teléfono y marcó el número de Bella.

- Diga? – respondió con voz somnolienta

- Te crees muy graciosa, verdad?

- Disculpa? Quién eres?

- Sabes bien quién soy. Soy Edward Cullen. Qué te crees que haces al dejarte ver con un tipo como Quil Ateara?

- Oh, Quil Ateara III – rió ella – Es mono, no crees? Siempre quise conocer a alguien que tuviera un número en su nombre. Ahora sólo me falta un duque. – rió burlona

- Me parece que no entendiste nada de lo que hablamos ayer.

- Claro que sí. Me dijiste que no consumiera drogas. Te prometo que no lo hice, tal vez un poco de cannabis, pero eso no es ilegal en este país, o sí? Oh, no, eso era en Ámsterdam – dijo con fingida inocencia infantil

- Te dije que dejaras el comportamiento escandaloso,– dijo evitando su provocación sobre drogas – y te puedo asegurar que Quil Ateara es escandaloso.

- Sí? Por qué?

- No te hagas la idiota conmigo, estuvo acusado de violación.

- Pero resultó inocente, no?

- No. La chica retiró la denuncia.

- Entonces sería inocente.

- Te quiero mañana a las nueve en mi despacho.

- Hey, guapo, quién eres tú para darme órdenes?

- Quieres que le diga a Charlie que te llame para darte esa orden?

- No hace falta – bufó molesta – Te veré mañana – dijo antes de cortar la comunicación con rabia.

Bella tiró el teléfono sobre el sofá furiosa.

- No entiendo por qué lo haces, Bells – le recriminó Rosalie – Qué querías lograr? Que tu padre se pusiera furioso? Ya lo has hecho.

- No fue mi padre quien me llamó – aclaró

- Lo imagino. Pero es como si lo fuera. Por qué te haces esto, Bells? Por qué no eres sincera con tu padre? Él estaría orgulloso de la mujer que eres.

- Tú crees? – preguntó irónica

- Si tan solo le dieras una oportunidad...

- Le he dado oportunidades, Rose, cientos de ellas durante años. Mi abuela le enviaba copia de mis diplomas, de mis calificaciones. Lo hizo desde el primer día, hasta que murió y yo cursaba mi penúltimo año en la universidad.

Nunca tuvo nada que decir. Ni siquiera sabe que fui a la universidad. - Fuiste a la universidad con un acuerdo de confidencialidad y bajo el nombre de tu madre – se quejó su amiga – Cómo iba a saberlo?

- Marie se lo notificó, pero él nunca abrió siquiera el sobre.

- Estoy segura de que estaría muy orgulloso de ti si supiera todo lo que has logrado

- No quiero que me quiera por ser rica o por ser buena en los negocios.

- Al menos podría respetarte porque eres dueña de la cadena en la que ha invertido hace dos años y que está incrementando su fortuna.

Bella sonrió por la ironía. Su padre siempre la había criticado por deshacerse de la empresa de cosméticos que su abuelo materno había fundado y que ella había heredado al morir su abuela.

Charlie no sabía que con una pequeña parte de ese dinero había comprado una pequeña cadena de hoteles que había crecido al doble de su tamaño y le daba importantes beneficios.

Dos años atrás, Swan Investments había adquirido una pequeña participación en ella, después de que el representante legal de Bella les hiciera una propuesta.

El resto del dinero que obtuvo con la venta de M.D. Cosmetics, lo utilizó para construir en Namibia, una residencia para jóvenes mujeres víctimas de todo tipo de abusos y violencia, en honor a Kaure, la pequeña que su abuela había apadrinado cuando ella era una niña y que se había convertido en la hermana que Bella nunca había tenido.

Para su labor en la residencia contaba con la colaboración del doctor Mark Gerandy, quien era a su vez el dueño de la clínica de la cual había salido Bella, cuando los paparazzis la fotografiaron inventando la ya famosa historia del aborto, que una enfermera de allí había avalado.

- Esa niña me desespera – comentó Edward esa noche mientras cenaba con su familia

- Es una estúpida consentida – aceptó Alice – Nunca entenderé por qué tiene tanta fama, si no hace más que provocar escándalos.

- Yo nunca he trabajado con ella, pero todos dicen que profesionalmente es la mejor. Todos los diseñadores quieren tenerla – acotó Tanya

Tanya Denali, la mejor amiga de Alice, quien quería emparejarla con su hermano Edward, trabajaba para Ralph Lauren desde hacía seis meses, y ésta sería su primera semana de la moda. Bella desfilaría para ellos como cada año, por lo que Tanya la conocería personalmente en unos pocos días.

- Pues a mí me exaspera – repitió Edward molesto

- No es una mala chica – discutió Esme con la voz pausada que la caracterizaba

- Es que tú eres demasiado buena, mamá

- Ha sufrido mucho. Ninguno de nosotros sabemos lo dura que fue su vida.

- Dura? – exclamó Alice irónica – Qué es lo duro de ser asquerosamente rica?

Carlisle y Esme observaron a sus hijos condescendientes.

- No tenéis ni idea – explicó Carlisle

- Nunca olvidaré el día del entierro de Renée – dijo Esme y sus ojos se humedecieron – Aún recuerdo a la pequeña Bella, una niña de seis años de la mano de su abuela, porque su padre la rechazó cuando se acercó a él. Charlie la observaba con desprecio. Era sólo una niñita y su propio padre la culpaba por la muerte de su madre.

- Aún la culpa – reconoció Emmett

- Eso no justifica lo que hace – discutió Alice

- Quizás sí – refrendó Jasper siempre compasivo

- Charlie piensa tomar medidas? – preguntó Carlisle

- Edward le sugirió que la desherede – rió Emmett

- Eso hiciste, Edward? – exclamó su madre dolida

- Pensé que sería lo mejor y cuando creí arrepentirme de haberlo sugerido, la muy idiota se deja ver con Ateara. Así que sí, lo hice y volveré a insistir.

*

- Por qué te cae tan mal Isabella Swan? – le preguntó Tanya cuando Edward detuvo el coche frente al edificio de ésta

- Me molesta que sea tan irresponsable.

- Es extraño. En Ralph todos creen que es la mejor. Las chicas siempre hablan de lo buena compañera que es, de cómo se preocupa por ayudar a los demás, a las modelos más jóvenes. Sabes, he visto chicas comportarse como verdaderas divas destratando a todo el mundo, pero todos dicen que Isabella no es así.

- Dudo que lo sea pero ya lo confirmarás tú misma, pero por lo poco que yo he conocido de ella, es una niñata caprichosa, consentida e irresponsable. Cree que por tener dinero es dueña de hacer lo que desee sin importar las consecuencias. Me molesta que por su culpa y su estupidez mi empresa pueda tener dificultades.

- Crees que su comportamiento puede repercutiros?

- Me temo que podría, sí.

- Y qué piensas hacer?

- No lo sé aún. Mañana me reuniré con ella pero no sé cómo abordarla. Le dije que Charlie la desheredaría y no le preocupó en lo más mínimo. Intento hacerlo por las buenas pero me saca de quicio.

- Me gustaría verla acabar con tu paciencia – sonrió la rubia

Edward sonrió a su vez y dándole un suave toque en la nariz, se despidió de ella.

*

Bella se acercó a la secretaria de Edward quien la observó sorprendida. Había decidido que no se dejaría intimidar por ese joven arrogante, quería acabar con su paciencia para que éste la derivara a su padre que era con quien realmente quería enfrentarse.

Por esa razón se había vestido escandalosamente. Una minifalda tan corta que apenas le cubría los glúteos acompañada con una camisa provocativamente anudada sobre su plano estómago y por cuyo escote parecían querer escaparse sus pechos. Llevaba el cabello recogido en una coleta alta dejando completamente despejado su esbelto cuello.

Bree la hizo pasar al despacho de Edward quien se sobresaltó al verla. Cuando la chica se volvió para agradecerle a Bree el café que aquella le ofreciera, Edward pudo vislumbrar el tatuaje que decoraba la parte más baja de su espalda. Había una leyenda que no pudo llegar a leer pero su escritura femenina y sexy le hizo endurecerse.

Se maldijo en silencio por las reacciones que despertaba en él la mujer que más dolores de cabeza le estaba produciendo en los últimos tiempos.

Bella se dejó caer en el asiento frente a él, con una sonrisa cínica.

- Buenos días, señor Cullen – le saludó sarcástica a la vez que sacaba de su bolso una cajetilla de cigarrillos y su zippo.

Edward alzó una ceja al verla y ella le respondió con un fingido rubor volviendo a guardar sus cigarrillos.

- Lo siento – sonrió femenina – Había olvidado que aquí no se puede fumar.

- Olvidas muchas cosas, cariño.

- Es cierto – le sonrió entrecruzando las piernas lo que elevó su falda dejando sus muslos completamente desnudos – Acostumbro llevar una agenda, sabes, pero suelo olvidarme de anotar muchas cosas – rió

Edward la observaba con seriedad.

- Bien, Bella, vayamos al grano.

- Me parece bien.

- Tenemos que solucionar esto.

- Qué cosa? – preguntó con fingido interés

- Lo sabes, no podemos seguir así. No podemos permitir que nos metas en problemas.

- No entiendo cómo podría yo meteros en problemas.

- Lo sabes, Bella, no creo que seas estúpida.

- Sí lo crees – discutió – Todos lo creen.

- No, yo no. Yo creo que eres muy lista. Creo que sólo intentas provocarnos.

Bella apretó los dientes intentando mantener la compostura.

- Creo que intentas provocar a Charlie, y realmente, lo estás haciendo muy bien. Charlie está furioso, cabreado, así que si esa es tu intención, puedes darte por satisfecha.

- No tengo ni idea de lo que Charlie piensa o siente porque no se ha tomado la molestia de verme siquiera.

- Ese es el problema? Que Charlie no tiene tiempo para verte?

Los ojos de Bella se llenaron de lágrimas pero rápidamente parpadeó para ocultarlas, aunque Edward pudo vislumbrarlas por un momento.

- Charlie está muy ocupado en estos momentos...

- Si lo sabré yo – murmuró

- Hay gente que necesita trabajar...

- Crees que yo no trabajo? Eres de los esnobs que creen que las modelos no trabajamos?

- En absoluto – discutió con calma – Pero tú te esfuerzas demasiado por protagonizar más escándalos que desfiles. No crees que llamarías más la atención de tu padre si fueras una buena niña?

- No sabes lo que dices – gruñó molesta levantándose de su asiento para salir del despacho

- No hemos acabado – espetó Edward levantándose rápidamente para dirigirse a la puerta y cortarle el paso

- Yo sí – le respondió tirando del picaporte

Edward empujó la puerta con la mano cerrándola y se quedó de pie detrás de ella. Con la mano de Edward apoyada en la puerta, Bella quedó atrapada entre la puerta y el cuerpo del chico.

Tener a esa mujer semidesnuda pegada a él, no ayudó a calmar su excitación que rápidamente se hizo evidente en la erección que apretaba sus pantalones y golpeaba contra los glúteos de Bella.

Bella jadeó al sentir su dureza contra ella y se mantuvo quieta contra la puerta.

- No puedo permitir que sigas haciendo esto, Bella – susurró él contra su cuello desnudo.

Llevó su otra mano a la cintura desnuda de la chica apretándola contra él.

- Eres la cosita más sexy que haya visto jamás – dijo apretándose contra ella y bajando su mano para colarla entre sus piernas por debajo de la falda – Y te juro que me estás volviendo loco.

Bella se sobresaltó entre asustada y sorprendida y se movió en un intento por alejarse de él, pero se encontró acorralada entre la puerta y Edward.

- Lo siento – susurró ella

- No, cariño, yo lo siento – reconoció él acariciando su pubis por encima del satén de sus braguitas – Estoy tentado de quitarte la poca ropa que llevas y hacerte el amor aquí mismo contra esta puerta, pero no hay nada más inconveniente para mí que un lío con la heredera. Eres completamente inadecuada para mí – dijo colando su mano bajo las bragas de ella para introducir un dedo en su húmedo interior

Bella, dolida por sus palabras, se vio obligada a batallar con el deseo y la excitación que se estaba despertando en su cuerpo.

- Entonces deberías dejarme salir de aquí – espetó agitada

- Lo sé – reconoció él embistiéndola con su dedo duramente antes de poder retirarse

Bella apoyó la frente contra la puerta intentando recuperar la calma.

- No más escándalos, Bella – dijo él cortante volviendo a sentarse detrás de su escritorio – Es mi última advertencia. Un escándalo más y perderás tu participación en Swan.

Bella le escuchó en silencio. Abrió la puerta y salió del despacho manteniendo la espalda erguida con dignidad, aunque sus piernas parecieran de plastilina.

 

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capitulo nuevo!...les gusto o no?

Graciasss por las visitas y comentarios 

comenten para que suba capitulo prontito, besitos 

 

Capítulo 3: chapter 3 Capítulo 5: chapter 5

 
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