Razón Para Vivir (+18)

Autor: MPattinsonCullen
Género: Romance
Fecha Creación: 03/11/2013
Fecha Actualización: 22/12/2013
Finalizado: NO
Votos: 15
Comentarios: 130
Visitas: 30557
Capítulos: 16

Isabella Swan, una joven dulce y tranquila, se muda a Chicago pero su primera noche en la ciudad, se torna su peor pesadilla.

Edward Cullen pensaba que su vida no tenía sentido que no tenía nada por lo que luchar, hasta que vio unos ojos chocolates aquella noche; sin saber que iban a cambiar su vida completamente.

 

 

N/A: Hola, como veréis soy nueva así que os ruego que tengais un poco de paciencia conmigo. Todos los consejos son bienvenidos y me aydarían con mis errores. Hasta ahora me limitaba a leer los fics de la sala, pero me he animado a escribir uno así que espero que me deis un voto de confianza y apoyo :)

 

Espero que os guste,

MPattinsonCullen

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Capítulo 15: Un solo ser

Cuando llegamos al apartamento dejé la maleta en la entrada y tomé a Bella en mis brazos haciendo que soltara un pequeño grito por la sorpresa y se aferrara a mis hombros con sus pequeñas manos.

-¿Qué estás haciendo?-Preguntó divertida.

-Practicar.-Dije como si fuera lo más obvio.

-¿Practicar para qué?-Me preguntó intrigada, aunque la pequeña sonrisa que asomba en sus labios me decía que sabía la respuesta de sobra. De todos modos quise seguir el juego.

-Para cuando entremos por primera vez en nuestra casa, para nuestra noche de bodas...-Enumeré viendo cómo se sonrojaba con mis palabras haciéndo que me divirtiese aún más.

-Entonces Sr. Cullen, tendrá que practicar a fondo y sin dejarse ningún detalle.-Susurró en mi oído. Me quedé paralizado durante un momento tratando de comprender si había entendido bien.-Y ya que ha decidido empezar a practicar hoy, sería una pena que no terminase con lo que ha empezado.-Terminó besándome el cuello.

Una oleada de calor recorrió mi cuerpo, Bella nunca había sido tan directa y en ese momento mis pantalones estaban demasiado apretados para mí.

Caminé hacia la habitación y la deposité en la cama con toda la delicadeza que pude sin soltarla completamente.

-¿Estás segura Bella?-No pude evitar preguntarle, no podía creerme lo directa y decidida que había sido.

-Completamente. Quiero pertenecerte de todas las maneras posibles Edward, te deseo.-En sus ojos no había un atisvo de duda y vi que realmente deseaba esto tanto como yo.

Sin pensármelo mucho la besé suavemente y ella enredó sus manos en mi pelo. Me encantaba sentir sus finos dedos en mi cabello, mis manos viajaron a su pequeña cintura y la acaricié allí descibiendo pequeños círculos sin hacer mucha presión en su desnudo vientre.

Me separé de sus labios y seguí besando descendiendo lentamente por su cuello donde mordí un poco sin hacerle daño, ganándome como recompensa que soltase un pequeño gemido.

Sonreí y seguí bajando besando cada porción de piel que tenía a mi alcance, cuando llegué a sus pechos los besé por encima de la tela que me separaba de ellos.

-Edward-gimió-por favor.-Me suplicó.

-Por favor ¿qué? Bella.-La incité a que me lo dijese.

-Te necesito.-Su respiración estaba agitada y en ese momento abrió sus ojos. Vi su deseo y podía decir que era reflejo del mío propio.

Comencé a subir su camiseta e iba besando cada parte que dejaba al descubierto. Cuando estaba totalmente fuera me quité la camisa para evitar que se sintiera incómoda estando casi desnuda de cintura para arriba.

Me recosté sobre ella sin aplastarla y dirigí mis manos al broche de su sostén el cual saqué sin problemas, en ningún momento dejé de mirar a sus ojos.

Besé sus labios una vez más tratando de infundarle confianza, ya que se veía algo apenada.

Me separé un momento para contemplarla y lo que vi me dejó sin aliento. Bella parecía bajada del mismísimo Olimpo, una diosa tumbada en la cama sin nada que la cubriese de cintura para arriba con su pelo esparcido de manera salvaje por la almohada.

Me acerqué de nuevo para besarla con todo el deseo que sentía por ella en ese momento.

-Eres lo más hermoso que han visto y verán mis ojos.-Susurré en su oído haciendo que un escalofrío recorriese su cuerpo.

Besé su cuello descendiendo poco a poco, deleitándome con la suavidad de su piel y su dulce aroma a fresías inundando mis sentidos.

Cuando llegué a sus pechos acaricié uno de los rosados pezones con mi lengua, Bella gimió y arqueó su espalda, mientras acaricié el pezón desatendido haciéndolo rodar con mi dedos.

Alterné con mi boca y mis dedos sus llenos pechos mientras ella me regalaba suaves gemidos que poco a poco iban subiendo de volumen.

Cuando creí que fue suficiente para que se relajara en mis brazos me dirigí más abajo, hacia sus pantalones. Los desabroché y los fui bajando poco a poco sin retirar mis ojos de los suyos.

Se veía tan deseable: tenía las mejillas sonrojadas, su respiración estaba agitada y en sus ojos se veía la excitación y el deseo contenido en ellos que me incitaban a seguir.

Cuando terminé de quitárselos volví a subir besando sus piernas, no podía evitar el deseo de repasar todo su cuerpo con mis labios.

Al llegar a su vientre acaricié el pequeño bultito que era mi hijo y lo besé.

Dirigí mis manos a los lados de sus pequeñas braguitas y las fui bajando, mi líbido subió considerablemente cuando vi su centro húmedo.

Abrí más sus piernas y acaricié su clítoris con cuidado sin ejercer casi presión al principio y subiendo la intensidad poco a poco, mientras los sonidos que emitía Bella iban subiendo en intensidad.

Me terminé de devestir y comprobé que estaba lista para mí. La miré a los ojos mientras posicioné mi erecto miembro en su entrada, ella me sonrió y asintió con su cabeza.

-Te amo.-Dije besándola mientras entraba poco a poco en ella, ambos gemimos cuando estaba completamente dentro.

No había sensación más placentera que estar en su interiror, era tan estrecha y estaba tan húmeda... No me moví durante unos momentos esperando hasta que se adaptase a mí.

Poco a poco fui entrando y saliendo, cada vez era más intenso. En el apartamento solo se oían nuestras agitadas respiraciones y cómo nos llamábamos entre gemidos de placer hasta que tocamos el cielo juntos.

Me giré en la cama y atraje a Bella hacia mi pecho, ella se abrazó a mí dejando escapar un suspiro, se reincorporó un poco y me besó.

-Te amo Edward.-Sus ojos brillaban de felicidad y emoción contenida.

-Y yo os amo a vosotros.-Dije acariciando su vientre.

Abrazados y con nuestras manos unidas reposando en su estómago nos quedamos dormidos.

Cuando desperté me quedé observando a Bella dormida, no había nada más hermoso que ella. Continué abrazándola acariciándo su espalda con mi mano mientras recordaba la noche anterior, en la que nos fundimos como un solo ser.

No me di cuenta de cuándo se despertó hasta que sentí unas suaves caricias en mi pecho y bajé la mirada hacia ella.

-Buenos días.-Le dije con una sonrisa.

-Muy buenos.-Me respondió con alegría.-¿En qué estabas pensando que estabas tan concentrado?-Preguntó.

-En tí.-Dije sincero.-Y en que nos tenemos que levantar ya, hoy no es domingo, pero hay que ir a casa de mis padres. Mi madre quería pasar un fin de semana en familia. Te echa de menos y creo que más que a mí, no sé si sentirme celoso.-Bromeé.-Alice debió de hablarle de mis planes porque cuando hablé con Esme ayer me pidió que fuésemos los dos, de verdad que no sabe guardar un secreto.

Ella rió y asintió mientras se levantaba de la cama sin ningún pudor a que la viera desnuda.

La observé mientras pensaba en que nunca la había visto tan feliz, desde el día anterior en que aclaramos todo la sonrisa no había abandonado sus labios. Su felicidad era mi felicidad por lo que estaba igual de contento que ella.

-Si tanta prisa tenemos creo que deberíamos ducharnos juntos, para ahorrar tiempo y agua, ya sabes.-Me dijo juguetona desde el baño.

No hizo falta que dijese nada más, salté de la cama para ir con ella.

Durante la ducha no hubo nada sexual, aunque no dudaba que en poco tiempo lo habría, simplemente lavamos el cuerpo del otro. Me deleité acariciando su piel de seda mientras el agua recorría su cuerpo.

No sabía qué había hecho para merecer estar al lado de una mujer tan fuerte, inteligente, hermosa y cariñosa como Bella; pero pasaría el resto de mi vida agradeciéndolo a quien quiera que hubiese juntado nuestros caminos.

Cuando terminamos desayunamos y nos dirigimos a casa de mis padres donde ya estaban todos.

Auyudé a Bella a salir del coche y entramos en la casa. Fuimos a la cocina que era de donde venía más ruido, allí estaban todos y al parecer discutían porque a Emmett se le había ocurrido meter en el lavaplatos su colección de coches de cuando era niño, decía que necesitaban un buen lavado después de tantos años y que como eran tantos era el mejor sitio para hacerlo.

-Hola a todos.-Dije haciéndonos notar.

Todas las mirádas se posaron en nosotros y Alice y mi madre soltaron un grito mientras corrían a abrazarnos.

-Sabía que funcionaría hermanito.-Gritó Alice mientras me abrazaba y daba saltitos.

-Sí, tenías razón.-Reí.

Las chicas empezarona hacer la comida e incluso Rosalie se animó y se unió a ellas sin dirigir ninguna mirada dura hacia Bella o hacia mí. Durante un momento vi cómo se fue con ella y cuando volvieron las dos sonreían y Rosalie acariciaba la barriguita de Bella. Me sorprendió muchísimo, pero ya le preguntaría más tarde.

Cuando estábamos comiendo Bella apretó mi mano y me miró dándome la señal para que les contase las nuevas noticias a todos.

-Familia-empecé intentando llamar la atención de todos-tenemos noticias que daros.-Dije sonriéndo.

-¿Qué es hermanito?¿Qué es?¿Qué es ?¿Qué es?-Preguntaba Alice dando saltos en el sitio.-¿Es sobre el bebé?

-De verdad Jasper, hermano, yo que tú no la dejaría acercarse a una cafetera.-Bromeó Emmett haciéndonos a todos reír y ganándose una mirada asesina de mi hermana.

-Cuéntanos hijo.-Instó mi madre.

-Pues sí es sobre el bebé entre otras cosas. Finalmente hemos decidido que nos quedaremos con él, habrá un nuevo integrante en los Cullen en poco más de 5 meses.-Confirmé.

Todos gritaron de alegría y nos felicitaron. Las mujeres se pusieron a discutir sobre cunas, biberones y demás mientras que mis hermanos y mi padre hacían apuestas sobre el sexo del bebé.

-¿En serio papá?-Le pregunté sorpendido sonriéndo. Él se limitó a encogerse de hombros.

-No hago daño a nadie y entre tú y yo, tengo mis sospechas al ver la ecografía anterior aunque no es seguro hasta la próxima.-No pude evitar reír al ver cómo mi padre hacía trampas contra mis hermanos.

-Vais a necesitar una casa Edward, mi sobrino no puede vivir en un apartamento tan pequeño para los tres.-Nos sorprendió a todos Rosalie con su comentario. Me aclaré la garganta.

-Ya habíamos pensado en ello, nos pondremos a buscar una cuanto antes. Queremos que esté todo listo para cuando llegue el momento.-Expliqué.

-No tendremos mucho tiempo así que nos tenemos que poner ya mismo a buscarlo todo.-Mi madre frunció el ceño mientras hablába. 

Bella apretó mi rodilla.

-Tenemos algo más que deciros.-Tomé su mano y entrelacé nuestros dedos por encima de la mesa.-Ayer Edward me pidió que me casara con él y acepté.-Anunció sonriéndo mientras me mirába.

Las mujeres soltaron un grito más alto que antes mientras que los hombres reían y Jasper pagaba a Emmett.

-Apostamos a que le pedías matrimonio antes o después de que el bebé naciera, yo dije que antes.-Me sonrió Emmett como si se hubiera comido un canario. Rodé los ojos y reí.

-¿Hay algo sobre lo que no apostéis?-Ambos negaron con la cabeza mientras se unían a mis risas.

-¿Para cuándo queréis casaros?-Nos preguntó mi madre con lágrimas en los ojos.

-Lo hemos estado pensando y nos gustaría que fuera antes de nacer el pequeño, después estarémos demasiado ocupados y cansados cuidándolo y preferimos disfrutarlo ahora y pasar una tranquila luna de miel.-Respondió Bella.-Respondiéndo a tu pregunta, como en un mes y medio.

-¡Eso nos da menos tiempo aún para organizarlo todo!-Chilló Alice. Sacó un cuaderno de notas y empezó a hablar de vestidos de novia, flores, adornos...

-Alice, Alice.-La detuvo Bella.-Queremos que sea algo íntimo, solo la familia y algún amigo. Habíamos pensado en celebrar la boda en Forks, conozco una zona preciosa en los bosques y de verdad me gustaría que fuese allí.

-Entonces tendremos que viajar para verlo todo, compraré los billetes, creo que un fin de semana será suficiente. Iremos todos y así también tomaré medidas a Charlie para su traje, tienes que contárselo a tu padre por cierto. Si va a ser en el bosque...-Empezó a divagar de nuevo, rodé los ojos y todos riéron.

No podía estar más feliz en ese momento, con mi familia y mi hermosa y embarazada prometida.


Hola!!! Ahora sí que sí, siento no haber actualizado durante la semana. No hay cosa me me moleste más que faltar a mi palabra :(

Bueno este capítulo no es muy largo, pero me costó bastante escibir la escena en la que tienen relaciones porque jamás he escrito nada así antes xD no sé cómo salió asique dejadme vuestras opiniones del capítulo y espero veros pronto.

Besotes!!

 

Capítulo 14: Haciendo desaparecer el dolor Capítulo 16: NOTA DE AUTORA

 
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