Todo por amor (+18)

Autor: Rakelluvre
Género: Romance
Fecha Creación: 20/04/2012
Fecha Actualización: 18/06/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 46
Visitas: 30036
Capítulos: 15

 

¿Que secreto guardarías para proteger al ser que amas?. Porque yo soy la esposa que lo ama incondicionalmente. ¿Cómo hacerle entender que ya todo a terminado? Yo elegí la mujer equivocada para que sea mi esposa. ¿Cómo resistir al amor prohibido? Yo he llegado al final de su historia para comenzar una nueva.

Los personajes no me pertenecen son de Meyer, la trama si es mía. Gracias a mis Betas. Sarobari Yumel 22 y Lillian. 

Hola si estàs leyendo esto o lo has leído te informo que a partir de noviembre 2021 Este fanfic lo podràs encontrar completo en Amazòn. 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 8: Te dejo en Libertad I

Los personajes pertenecen a Meyer.

Trama a Rakelluvre.

Beta Sarobari Fics.

Aportaciones Lillian Mcarty P, Yumel 22 (medico de cabecera para este Fic).

Soundtrack: Te dejo en libertad de Ha-Ash.

Capitulo 6

Te dejo en libertad.

Eran las once de la mañana. Isabella temblaba como una hoja de papel, mientras limpiaba una y otra vez el polvo inexistente de un porta retratos, bajo las miradas inquisitivas de Alice y Tanya.

—Bella, llevamos casi media hora aquí en tu casa, la cual esta ordenada y limpia impecablemente y seguimos esperando que por lo menos me digas hola. ¿Qué ocurre?, o mejor dicho ¿Qué te hizo Edward?

—Me ha pedido el divorcio. Alice, ¡Mira! — le mostró los documentos con una gran tristeza reflejada en su rostro.

—¿Ya hablaste con la secretaria? —pregunto la rubia la cual no era su mejor amiga pero si se podía contar como una muy cercana a serlo.

—Si, hace dos días fuimos a comer y me dijo que no hay ninguna amante.-contesto

—Lo esta cubriendo, te lo he dicho esa mujer no es tu amiga. — dijo Alice a quien no le daba buena espina Rose. No le gustaba la forma en la que miraba a su hermano.

—No, Rose no lo cubre, tal vez él se cuida de ella, precisamente porque sabe que es mi amiga.

—¡Por Dios, Isabella! Lleva su agenda conoce mejor que tu todos los movimientos de Edward —"¡pero que mujer tan ciega!" pensó Alice.

—Y que tal si ella no te dice quien es la otra, porque ella es la mujer que buscas. — afirmo Tanya, ella se había dado cuenta de las miradas de envidia y veneno que le lanzaba Rose a Bella cuando creía que nadie la observaba. Además se le notaba a kilómetros lo enamorada que estaba de Edward. Si, ella conocía ese sentimiento, porque en algún momento de su vida estuvo enamorada de un hombre casado. La diferencia fue que ella se trago su amor alejándose de la pareja.

—¡Basta Tanya! Rosalie seria incapaz de semejante traición. ¡Dios mío! Fui madre de acogida de su hermana, le busque un lugar donde vivir, le decore su apartamento y también lo amueble, salimos a comer juntas o al cine con su hermana. La conozco es mi amiga, me da ánimos, y me aconseja. No, ella no es esa mala mujer. No vuelvas a levantarle falsos. – Protesto Bella de manera acalorada y tratando de justificar a la que ella consideraba su gran amiga.

—De acuerdo solo era una suposición.- "no hay peor ciego que el que no quiere ver", pensó la rubia.

—Bella ¿No crees que ya deberías parar con la dieta?, estas ya muy delgada. Solo eran cuatro kilos de más. - dijo Alice quien estaba comenzando a preocuparse por su amiga que actuaba de forma extraña.

 

—Ya no estoy de dieta. —Declaro, luego bajo la cabeza y suspiro. Miro a las dos mujeres frente a ella y su mirada se torno dolorida y suplicante— ¿Qué hago, lo he perdido?

—Por ahora nada, saliendo de tu cuarta clase de Baile erótico iras a su oficina y le pedirás tiempo hasta después de tu aniversario. Fija una fecha. Menciónale que esta será la última oportunidad. Que si al llegar a la fecha él aun quiere divorciarse tu firmaras los papeles sin objeción alguna.

—Pero no quiero firmar nada — dijo mirando asustada a sus consejeras.

—Por eso tu vas a seducirlo cada noche para despertar de nuevo la pasión, vas a convencerlo de lo equivocado que estaba, vas a enamorarlo de nuevo.— dijo Tanya, mientras que Bella pensaba que eso justamente era lo mas difícil de todo. Seducirlo.

—Eso si tienes que dejarle en claro que él debe poner de su parte o no firmaras nada y tendrá que pedirte el divorcio por las malas y él tiene toditas las de perder en caso de que no quiera que le quites mas de la mitad de sus bienes. —Alice estaba segura que Edward aceptaría la salida más fácil para él.

—Desde que se fue de casa hace tres días no me toma las llamadas. — Dijo Bella con vos triste y cansada.

—Por eso iras a la oficina y ahí hablaran, él no te armara un show ahí.— Alice le rodó los ojos no podía creer lo necia que era su cuñada.

—Bien.

…….

Isabella se encontraba en el suelo de su cocina comiendo todo lo que había encontrado en su refrigerador se sentía asquerosamente llena, pero no podía dejar de comer. Estaba demasiado triste y el comer le ayudaba a llenar el enorme hueco que había en su corazón y su vida. Por un momento recordó la dieta y todo lo que se había esforzado para llevarla acabo sin caer en la tentación. Y ahora estaba ahí, comiéndose un trozo de pastel de chocolate, su favorito. Pero ya estaba cansada de comprarlos para sentarse frente a ellos a mirarlos, recordando el fabuloso sabor de la cocoa, cayéndosele la baba para después tirarlos a la basura intactos.

De que le servía intentar quitarse esos kilos de su cuerpo si aun seguía gorda e indeseable para su marido. Las lagrimas comenzaron a caer de nuevo y un dolor se formo en su estomago. Corrió al baño y comenzó a vomitar, bueno al menos ya no tenia que pasar frente al retrete media hora provocándose el vomito. Al menos su cuerpo ya hacia algo bien, vomitar sin esfuerzo. Después de lavarse los dientes se miro al espejo y el cargo de conciencia por haber pecado a tan solo siete días de que terminara su ayuno de veintiocho días, ahora debía volver a empezar. Se suponía que tenía que dejar descansar su cuerpo por un par de semanas y comenzar de nuevo, pero tenía que comerse ese entupido pastel.

Se saco la playera que traía puesta y la aspiro. Ya no olía a Edward. Entonces de nada servía que la trajera puesta. La boto al cesto de ropa sucia, junto al short que traía puesto. Semidesnuda se acercó al espejo y se subió a la bascula que había frente a él. Odiaba mirarse al espejo, parecía una ballena. Miro su peso, doscientos gramos menos, maldición esa semana no bajo casi nada y con lo que había comido subiría tres kilos, apostaba por eso. Se fue directo al ordenador y entro a su página de dietas extremas. Escogería una más estricta con la que pudiera bajar el doble esa semana.

Estaba en eso cuando escucho ruidos en la entrada del departamento, se asomo para escuchar mejor… los pasos que se aproximaban a la recamara eran de Edward, corrió al armario y se puso la sudadera mas grande que encontró. No quería que el viera esos kilos demás que se empeñaban en hacerse notar.

Cuando él entro a la recamara la encontró leyendo un libro al revés. Edward rodó los ojos y se dirigió al armario para llevarse más ropa. Mientras que ella pensó en lo cobarde que era. Había pasado casi un mes de su platica con Alice y Tanya y no había tenido el valor para plantarse frente a él en la oficina y hacerle la proposición. Ya solo le quedaban 5 días.

—Te daré el divorcio — el la miro con una ceja arqueada — con una condición.

— Te escucho — le dijo interesado, mientras sacaba ropa del armario para guardarla en una maleta.

—Que sea el día después de nuestro aniversario.

—¿Para qué? — le pregunto secamente

—Quiero que lo intentemos por ultima vez, pero tendrás que poner de tu parte no faltaras a casa e intentaras ser como eras antes. Solo serán cinco días. Si no funciona…

—En cinco días no cambiara nada. — estaba cansado de que ella no entendiera que todo había acabado.

—¿Quieres que nos demos mas tiempo? —pregunto esperanzada.

—No, cinco días son suficientes. ¿Pero que hay si esto no funciona?- pregunto dudando de que ella cediera tan rápido.

—Míralo como una despedida por los buenos y malos momentos que hemos vivido durante estos cinco años. — Propuso, tratando de sonar lo mas convincente posible.

—Trato hecho.

 

Ella sonrío y corrió para abrazarlo, hacia mucho que no tenían esa cercanía por lo que resulto extraña para ambos.

…..

Edward regreso a su hotel. Cubrió la cuenta y regreso a ella, su mujer. No le costaba nada cumplirle su petición, además él la estaba dejando por que no podía darle hijos cuando prometió amarla hasta la muerte. Si podía compensarle aunque sea un poquito el dolor que le había causado en los últimos tres años lo haría, porque después de todo la seguía amando. Pero quería una familia, algo que ella no podía darle.

Llego a casa a la media noche. Se asomo a la recamara, ella dormía, por lo que camino a la cocina. Marco al numero telefónico de Rose…

….

Isabella daba vueltas alrededor de la habitación, pensando que el no cumpliría su palabra de regresar esa noche, estaba segura que estaba con ella, rindiéndole cuentas.

—¡Maldita mujer! ¡Déjalo regresar! ¡Él es mío! — dijo con lagrimas en los ojos. Cuando escucho la puerta de la entrada y corrió a la cama a recostarse. Espero un momento cuando el entro para salir de nuevo de ahí. Ella se levanto, "Que tonta, tal vez tenga hambre y quiera cenar" le gustaba andar descalza por la casa por lo que sus pasos en la alfombra no se escuchaban. Escucho su voz y se acercó lentamente a la cocina escondiéndose en la oscuridad del comedor. Y entonces lo escucho:

….

—Hola amor, ¿que sucedió? Estoy esperándote. —le dijo ella. Edward le dijo que pasaría por ella para irse al Hotel después de ir a su casa por más ropa.

—Lo siento, tuve una plática con Bella, va a darme el divorcio en seis días.

—¿De verdad? — Dijo la mujer emocionada

—Si, pero puso una condición —decía mientras comía el espagueti que Bella dejo preparado para él. Cuanto había extrañado su comida.

—¿Cuál es? — Pregunto cautelosa

—Que vivamos juntos hasta entonces. —cosa que extrañamente no se le hacia para nada difícil, pues durante el ultimo año lo único que quería era no ver mas a su patética y fea mujer.

—¡No, no y no!. ¿Qué no vez que ella esta engañándote?, quiere engatusarte. Seguramente cuando llegue el momento te saldrá con otra cosa.

—No mi amor ella me dará el divorcio. Isabella siempre cumple sus promesas. Ya veras que pronto estaremos juntos. ¿Me amas?

—Sabes que si.

—Dímelo

— Te amo.

—Bien, ahora descansa.

..............................

Nota de autor:

Siento mucho tener que poner de esta forma los capítulos pero son muy largos y me marca error al querer subirlos completos. Gracias por su comprensión

Capítulo 7: Traición parte II Capítulo 9: Te dejo en Libertad II

 
14444737 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10762 usuarios