Todo por amor (+18)

Autor: Rakelluvre
Género: Romance
Fecha Creación: 20/04/2012
Fecha Actualización: 18/06/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 46
Visitas: 30025
Capítulos: 15

 

¿Que secreto guardarías para proteger al ser que amas?. Porque yo soy la esposa que lo ama incondicionalmente. ¿Cómo hacerle entender que ya todo a terminado? Yo elegí la mujer equivocada para que sea mi esposa. ¿Cómo resistir al amor prohibido? Yo he llegado al final de su historia para comenzar una nueva.

Los personajes no me pertenecen son de Meyer, la trama si es mía. Gracias a mis Betas. Sarobari Yumel 22 y Lillian. 

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Capítulo 14: Esperándote Parte I

Capitulo 11

Esperándote Parte I

 

Salgo de la oficina de mi padre con la convicción de ser una mejor persona, pensando en lo estúpido y poco hombre que he sido; un mal hijo, un mal esposo y un mal ser humano. Sé que el daño que causé a aquellos que me aman fue demasiado y que posiblemente me merezca su desprecio. Lo único que me queda es tratar de enmendar mis errores, de buscar su perdón.

El sobre amarillo que llevo en mis manos habla de ese pasado oculto. Solo me pregunto ¿Por qué nunca me dijeron la verdad?.

Camino hacia ella, aun no despierta. Carlisle no ha querido decirme que es lo que ocurre, ni cual es su estado, sé que merezco no saberlo y que lo hacen para darme un escarmiento. Ella había dejado de importarme y ahora se lo que se siente ser olvidado por los que crees que te aman ¿ella se habrá sentido así?, olvidada, no saber que es de aquella persona tan amada. Encontrándote lo suficientemente cerca para observar pero a la vez tan lejos para saber.

Entro a la habitación, la observo dormir tan pacifica como si lo que estuviera soñando fuera hermoso el paraíso tal vez, me pregunto si entre esos sueños alguna vez estoy yo, como cuando éramos felices.

Los cinco minutos han transcurrido y debo salir. Me acerco a ella le pido que vuelva, le hago saber que la amo.

…….

Han sido 10 días viéndola dormir, porque para mí es eso lo que ella está haciendo en este momento. Y yo esperare por mi Bella hasta que ella quiera dejar el mundo de los sueños y volver a la realidad, volver a mí.

Salgo de la habitación y me encuentro con Alice quien esta esperando por el pase para entrar a verla, hacerle compañía. Se lo entrego y no resisto le tomo la mano y sorprendiéndola la abrazo.

—Perdóname. —lloro por haber perdido a mi esposa, a mi madre y mi padre. A ella mi hermana mi compañera de juegos y aventuras. Duele.

—No me toques Edward, mi madre biológica es una loca que esta en un sanatorio, puede que yo también desarrolle su enfermedad. Por lo que te evitare la pena de tener una hermana adoptiva enferma incurablemente. —me dice con crueldad en sus palabras mientras trata de soltarse de mi abrazo. Quiero cortarme la lengua.

—Escúchame Alice, por favor solo un momento. —la miro a los ojos y puedo ver su dolor, sé que el enterarse de su vida anterior ha sido un impacto fuerte tanto para ella como para mí, lo sé y veo su miedo, el mismo que el mío.

—Ya has hablado demasiado y me duele ver que eres un monstruo de corazón.

—No Alice, no quería hijos adoptivos porque no me creía capaz de soportar una pena tan grande de perderlos. Escúchame ¿recuerdas a Mike? él y su esposa adoptaron, la niña resulto tener un retraso mental, no se muy bien. Pero cuando Mike lo supo sufrió demasiado, ellos aman a la pequeña Jesse pero aun así cuando me habla de la forma que las personas la miran no me sentía con la fuerza para resistir algo como eso. Pero quiero que sepas que tú eres mi hermana, de sangre o no, lo somos y no me importa quienes son tus padres o si puedes desarrollar una enfermedad mental, yo siempre estaré contigo por que sé que tú nunca me abandonarías en algo así. Te amo. Piénsalo por favor. —Supliqué soltándola de mi agarre, deposite un beso en su frente disponiéndome a dejarla en paz, cuando ella me llamo…

—Edward… —me gire para mirarla. —tengo miedo.

Corrió a mis brazos como cuando éramos niños jurando que debajo de su cama había un monstruo que quería llevársela, yo la abrace tan fuerte y llore con ella. Sabia la sensación de sentirse perdida, ella sabia de donde venia y no me atrevía a descubrir de donde provenía yo. ¿Cobarde?, tal vez, pero en este momento no me siento capaz de resistir más. Tengo que apoyar a mi hermana y tengo que hacer que mi esposa vuelva y mi madre aun tengo que suplicarle perdón por mi ofensa.

—Shhh, pequeña todo saldrá bien. ¿Quieres hablar sobre eso?.

—Mamá vendrá en una hora, tal vez podamos hablar.

—De acuerdo hablaremos. Estaré en la cafetería esperándote.

—Si.

Entro a la cafetería y mi teléfono suena, es Eleazar.

—Hola Eleazar. —saludo sin ánimos.

—Edward, ganamos el caso. —dijo con tranquilidad. —El viejo Sam estará diez años dentro.

—Suena bien. —digo realmente sin interés.

—Lo siento no debí molestarte con esto, pero sé que el caso era muy importante para ti, sobre todo por el chico. ¿Cómo esta Bella?

—No lo sé. —digo con profunda tristeza.

—Se rehúsan a decírtelo, —chasqueó la lengua —le diré a Carmen que le pregunte a Esme y te diremos. —rio por ver hasta que punto he llegado para saber de ella.

—Gracias.

—Me despido y todo aquí esta muy bien.

…….

Hoy en el doceavo día estoy con ella, velando sus sueños, pero algo ha cambiado, porque ha comenzado a mover sus dedos, al principio pienso que estoy alucinando, pero vuelve a suceder, la veo fruncir el ceño y me levanto de mi asiento para acercarme a ella, entonces poco a poco abre sus ojos. Ella ha despertado, pero cuando trato de buscar el brillo en su mirada me horrorizo, pues este no está, tan solo hay vacío y dolor. Quiero llorar y decirle tantas cosas pero las palabras no salen de mi boca. Una lágrima sale de esos ojos y sin dejar de mirarme a las 16:46 hrs su corazón deja de latir.

Pronto un mar de gente entra al cuarto yo retrocedo chocando contra la pared horrorizado, asustado… miles de imágenes pasan por mi cabeza, en mi pecho un hoyo comienza a destrozar todo dentro de mí. Una enfermera me toma del brazo y me arrastra a la salida de aquella habitación. Lo único que alcanzo a ver es a ella rodeada de médicos intentando resucitarla, la puerta se cierra frente a mí. Mi cuerpo se mueve involuntariamente hasta toparme con la pared, instintivamente coloco mi mano en el bolsillo de mi pantalón y encuentro su nota enviada a través de ese mesero…

Un mar de lagrimas caen de mi rostro, una mujer se acerca y me abraza. Es mi madre. Sus brazos tratan de aliviar mi dolor, es imposible. Me siento desfallecer, mi cuerpo no responde a nada solo al deseo infinito de seguir llorando y lamentándome.

No se cuanto tiempo a pasado, yo solo estoy aquí llorando recordando cada minuto de mi vida con ella, desde el momento en que la vi de pie en esa fiesta mirando a los chicos bailar y divertirse mientras ella estaba perdida en sus pensamientos. Su mirada cuando me vio por primera vez. Su primera sonrisa dirigida a mí, mi niña tímida mí amada mujer. Ahora que la conozco un poco mejor puedo decir que la amo mas ahora que sé que no es perfecta, solo un hermoso ser humano que a pesar de su dolor y sus demonios me amó. Si ellos no pueden traerla de regreso a mi no me importa vivir porque ahora estoy seguro que su amor es lo único valioso que tengo, sin su existencia en este mundo mi vida no tiene sentido. Solo quiero que viva, que sea feliz. Que más da si no es a mi lado, no importa, yo la amo, puedo decirlo con seguridad, es por eso que quiero que viva.

Después de un tiempo mi padre se acerca a nosotros me mira con tristeza y enojo. Me deshago del abrazo de mi madre poniéndome de pie quedando frente a él. Lo miro a los ojos, intento hablar pero las palabras no salen de mi boca. Lo intento de nuevo, no puedo. Mi padre sabe lo que quiero saber…

—Su corazón late —me dice. —Esme necesitamos hablar ve a mi consultorio.

Algo esta mal, lo veo en sus ojos, lo siento. Ella no esta bien. Mi padre esta apunto de marcharse, lo detengo sujetándolo de la manga de su bata. Se detiene pero no me mira.

—Por favor —le suplico. Puedo ver la batalla que lleva por dentro decidiendo.

—De acuerdo.

—Gracias.

Caminamos en silencio, cuando entramos a su consultorio, Esme ya estaba esperándonos, me senté a su lado, ella me tomo la mano.

—¿Qué ocurrió? —pregunta mi madre, su voz es temblorosa.

—Tuvo un infarto del miocardio…

—Pero estará bien ¿cierto? —Esme lo interrumpe.

—Esto es mas grave de lo que pensé. —mi madre y yo no le quitamos la vista de encima. Mi padre suspira. —Leí su historial y sus análisis hasta ahora. Al principio mi temor eran las secuelas que podría tener debido al golpe en su cabeza, por el accidente. Ahondando en su condición descubrimos otras cosas.

—¿Qué cosas? —pregunto sin poder evitarlo, mi padre me mira con furia y dolor.

—Anorexia nerviosa. —Esme me sujeto la mano con fuerza. La mire, ella mantenía los ojos cerrados.

—Eso fue lo que me dijo el doctor Vulturi, también me dijo que estaban alimentándola. —dije.

—Bella va a salir adelante, es una chica fuerte. —dijo mi madre.

—No es tan fácil. Según los estudios Bella no ha ingerido alimento alguno en aproximadamente 17 días, a excepción de líquidos y laxantes que encontramos en su estomago.

—Pero podemos llevarla a una clínica donde le ayuden a superar el problema. Que hay de la fundación de "Un nuevo Amanecer" a la que asististe para dar pláticas, dijiste que ellos se especializaban en trastornos alimenticios.

—Cuando no es tan severa es mas sencillo, pero al parecer Bella tiene años llevando la perdida de peso a cuestas, — recordé su diario, ella tenia el problema desde su adolescencia y parte de su infancia. —Solo que al parecer la depresión resultado de su mala vida con Edward —mi padre me miro con reproche, yo bajo la mirada —agravo la enfermedad. Ella de alguna manera se dejo morir, lenta y dolorosamente.

— No entiendo… —dije soltándome de Esme y poniéndome de pie. —¿A dónde quieres llegar? —pregunte.

—Bella esta sufriendo las consecuencias de la enfermedad en este momento. Su corazón esta demasiado debilitado, tanto que sufrió un infarto del miocardio, las arterias no bombean la suficiente sangre a su cuerpo por falta de nutrientes y su corazón simplemente esta fallando.

—¡Pero si ya la están alimentando debería mejorar no empeorar! —grite sin poder contenerme.

—No es así de fácil. Su cuerpo no puede recibir alimento, la inanición a la que se sometió modifico todo su metabolismo, ella no puede comer, porque su cuerpo, a pesar de necesitar los nutrientes para vivir, no puede tolerarlos.

—Entonces morirá. Ella morirá. —dijo Esme aterrorizada. Yo niego con la cabeza ella no podía morir, no lo merecía. No podía ser. Deje caerme de nuevo en la silla sin fuerzas, incapaz de sostenerme con mis propios pies.

— Por el momento lo único que podemos hacer es ponerle un marcapasos.

—¿Por qué no la colocas en la lista de espera? —pregunte.

—No la admitirían por la anorexia. —respondió con pesar.

— ¿Pero porque? Ella tiene tanto derecho como las demás personas a estar en esa lista —dijo Esme furiosa.

—Tal vez, pero las demás personas no se provocaron su desgracia a si mismas. Porque aunque Edward sea el gran culpable de lo que paso, fue Bella la que se provoco los daños en su cuerpo. —las verdades de mi padre me lastimaron como si fueran dagas incrustándose en mi pecho poco a poco.

—Esta bien, haz la operación, colócale un marcapasos y ella se recuperara. —le dijo Esme con esperanza.

—El asunto es más grave que simplemente colocarle un marcapasos Esme. Ella no califica para esa operación, esta tan debilitada que muy probablemente morirá en mi mesa de operaciones antes de si quiera colocarlo. — dejo de respirar, todo es silencio, después halo mis cabellos con desesperación ¿No hay esperanza?.

—No podemos dejarla morir así —Esme fue la primera en hablar, yo no podía, me encontraba llorando y desesperado.

—No tenemos otra opción. La junta de trasplantes se niega a hacerla admisible, un marcapasos podría matarla y si no ayudamos a su corazón de alguna manera ella simplemente... morirá.

Me niego a dejarla morir sin luchar, la abandone una vez, no volvería a hacerlo. Ella es fuerte, lo sé. Porque ahora la conozco. Me puse de pie, poniendo mis manos en el escritorio de mi padre inclinándome sobre este. Lo mire a los ojos y le dije…

—Sé que no tengo voz ni voto. Pero se lo debo Carlisle, no voy a abandonarla esta vez. Opérala. Haz la cirugía.

—Edward, ¿no escuchaste lo que dije?

—Ella morirá de todos modos. ¿Por qué no hacerlo tratando de salvar su vida? —dice mi madre apoyando mi punto.

—Esta bien. Solo necesito que comprendan lo que les explicare. Ella necesitara muchos cuidados pos-operatorios. Sin contar el hecho de que un marcapasos solamente podría utilizarlo en un periodo corto de 4 a 6 años. Después de eso tendría que volver a operarla para remplazarlo por otro y así sucesivamente.

—Yo cuidare de ella, tú y yo. —Esme, señala a Carlisle y así misma — Ella se quedara con nosotros. Eso será por su bien Edward, espero lo comprendas. Le has hecho mucho daño y no eres bueno para ella en este momento. No hasta que ella se recupere, y pueda decidir que hacer con su vida. Comprendes la magnitud de tu daño ¿verdad?.

—Si, lo sé. Lo que sea pero lo único que quiero es que ella este bien, que viva. —les dije a ambos.

—Voy a preparar todo. —dijo Carlisle saliendo de la habitación.

…..

Isabella

El dolor en mi cabeza me hizo salir de mi inconciencia, me encontraba un poco confundida, pero cuando pude abrir los ojos completamente me di cuenta de que estaba en un lugar desconocido. Los cerré nuevamente y las imágenes llegaron poco a poco a mi mente. Él me engaño con una de mis mejores amigas. ¿Por qué de tantas mujeres en el mundo tenia que ser ella?. Suspiro, lo que me ocasiona un enorme malestar, miro a mí alrededor y comienzo a sentirme ansiosa. Esme entra a la habitación y me mira con asombro para después sonreírme.

—Bella no te muevas, espera un momento llamare a Carlisle—Asentí levemente.

—¿Qué sucedió? —estoy confundida.

—No recuerdas el accidente. —me pregunta Esme.

—Si, ¿pero que me paso?…—si lo recordaba pero sobre todo lo que ocurrió antes, su traición.

Vi a Carlisle entrar en ese momento, se acercó con una sonrisa amable.

Me explico mi estado clínico, de forma tranquila y pausada. No podía creer que tengan que ponerme un marcapasos, ellos me dicen que estoy enferma, que tengo anorexia nerviosa.

Van a operarme y debo estar despierta, la cirugía será con anestesia local, Carlisle me ha explicado que debe ser así o podría no volver a despertar.

……

Edward

Me encontraba caminando como un león enjaulado, desesperado, mortificado, asustado y rogando a los cielos una oportunidad para ella. Mi madre se encuentra sentada en la pequeña sala de espera junto con Alice y Tanya. El silencio se ve interrumpido solo por mis pasos.

Las horas pasan en una lenta agonía, tan solo han pasado tres horas pero han sido las mas largas de mi vida, hasta que por fin mi padre sale por las puertas por las que conducían hasta ella, mi corazón.

Esme se levanto de su asiento junto con Alice y Tanya que también habían venido a apoyar a Bella.

—Hasta ahora la operación ha sido un éxito, solo hay que mantener los cuidados necesarios para su progreso. — No me había dado cuenta de que contenía el aire hasta que mi padre apretó mi hombro en signo de apoyo.

—Entonces ¿esta fuera de peligro? —Preguntó Alice.

—En cuanto a la anorexia será necesario enfrentarla a su situación. He llamado a mi amigo el Dr. Peter el vendrá personalmente a evaluar el estado de Bella, en cuanto se encuentre mejor.

—¿Cuánto tiempo mas se quedara en el hospital?. —fue mi madre quien en esta ocasión pregunta.

—Al parecer no sufrió daños a nivel cerebral debido al golpe. En cuanto a la operación serán 8 días los que quiero que este aquí, en observación. Si no hay mas complicaciones ese seria el tiempo que estaría aquí. En cuanto a su anorexia repito el Dr. Peter nos dará su diagnostico.

—Papá gracias por salvarla. —le dije desde lo mas profundo de mi corazón.

—Es mí deber como medico. —sin decir mas se aleja.

……

Isabella

Durante la operación comienzo a recordar esos sueños extraños y comprendo que solo eran recuerdos de cosas que había hecho y que me han perjudicado a la larga. Mi deseo por agradarle a él, pero más que nada por agradarme a mi misma. Querer ser una persona distinta, una mejor y más bonita persona, fue lo que ocasiono que tomara las decisiones equivocadas. Recordé a la niña, a la adolescente, a la joven y a la esposa todas ellas una sola, sus sufrimientos, sus inseguridades, su autoestima y amor propio inexistente. En el fondo de mi corazón sé que es verdad pero me niego a aceptarlo.

Ahora después de la operación la mayor parte del tiempo estoy sola, lo que me ayuda a pensar y analizar mi vida. Me pregunto ¿esto es lo que quiero?, ahora es como abrir los ojos a la realidad y me doy cuenta que no fue por amor mi mentira, no fue por amor el haberlo perdonado cuando me golpeo, no fue por amor pasar cada una de sus palabras hirientes por alto, sus infidelidades y sus humillaciones. No, la realidad es más oscura y escalofriante. Fue por egoísmo. Si, yo no quería perder al hombre hermoso, las envidias de las mujeres al mirarme al ir de la mano con él, porque por primera vez era envidiada. Sin querer perder a la única persona que por tan solo un momento me hacia sentir hermosa bajo sus caricias, tampoco a la única familia que tenia, él. Yo mentí porque no soportaba el hecho de hacer humano e imperfecto a mi Dios griego. No, yo era la mala, la fea, la defectuosa no él. Prefería mentirme a mí misma y hacerme creer que yo era la culpable.

Ahora ya no quiero ser débil, ya no quiero depender de él. Quiero salir adelante por mi propio bien, tengo la necesidad de amarme a mi misma. Pero antes debo aprender a hacerlo. Él ha querido verme desde que desperté pero yo no quiero, tengo miedo porque a pesar de todo lo quiero, y se ha convertido en mi droga personal. Él es dañino para mí pero aun así deseo estar a su lado. Por eso no puedo verlo, temo recaer en mi vicio por él.

Otro día mas aquí ¿hasta cuando podré marcharme?, Ángela ha viajado desde Italia para verme. Quieren hacerme ingerir sólidos pero no puedo, quiero hacerlo pero algo en mi lo rechaza, vomito.

Un medico ha venido a visitarme, él es especialista en trastornos alimenticios.

—Buenos días Bella. —Saluda Carlisle — este es el Dr. Peter del que te hable. Dr, ella es Bella.

El doctor me saluda con amabilidad y confianza. Me examina, bajo mi atenta mirada. Me he vuelto aun mas callada que antes, no deseo hablar ni expresar lo que siento, porque por muy extraño que parezca no siento nada, es como si hubiera muerto por dentro.

—Bella voy hacerte unas preguntas.

—Necesito ayuda —dije sin emoción alguna cortando lo que iba a decirme. Para que darle vueltas al asunto, era mejor ir directo —tengo un problema y no puedo solucionarlo sola. Quiero…—no puedo continuar porque no sé que mas decir y el Dr. Peter lo entiende, él asiente y con su mirada me lo dice. —Carlisle me dijo que viene de una clínica.

—¿Quieres que te hable de ella? —me pregunta.

—Si

…..

Otro día mas… Me encuentro con los ojos cerrados y entonces escucho entrar a alguien quien solloza, es Bree. Me pregunto si también nuestra amistad fue mentira.

—¿Desde cuando lo sabes? —Bree se queda paralizada, lentamente sube la mirada hasta toparse con la mía. La veo retroceder un paso.

—Lo si… siento. Lo siento, nunca quiso escucharme. — me dice llorando.

—Tal vez ella no, pero yo si. —digo con dificultad.

—Perdóname, estaba entre la espada y la pared. No podía elegir. —Tal vez es cierto ella es su hermana.

—Entonces yo tomare la decisión por ti. — nunca podré sentir rencor hacia ella, por que es como la hermana menor que nunca tuve, y sé que su lugar no es conmigo es con Rosalie, es con su verdadera familia. —Sal de aquí, y no vuelvas jamás. Nunca más te atrevas a cruzarte en mi camino.

Sé que la he herido pero es la única forma de que ella vuelva con su hermana.

—Yo te quiero y espero algún día puedas perdonarme. Gracias por todo Bella, lo siento tanto.

"No hay nada que perdonarte Bree" digo en silencio.

........

Rosalie

Llamo a la oficina Edward esta ahí, he estado fuera del hospital por dos días viéndolos entrar y salir del hospital. Ahora ella se encuentra sola y esta es mi oportunidad para hablar con ella.

Llego a la recepción y pido el pase para verla. Camino hacia su encuentro. Abro la puerta y una mujer a la que no conozco esta con ella.

—¿Quién es usted? —me pregunta, poniéndose frente a mí.

—Ángela déjanos solas, por favor. — le pide Bella, la mujer me mira con duda en su rostro, sin decir mas sale de la habitación.

—¿Qué haces aquí? —me pregunta sin rodeos.

—A pesar de lo que creas estoy preocupada por ti y por Edward, él se siente culpable. —le digo con culpa. Ella no deja de mirarme. —Siempre quisiste saber quien era la mujer que te robo su corazón. Pues aquí me tienes.

Ella sonríe. Pero no dice nada.

—Sé que lo amas Bella. Por eso te pido lo dejes ser feliz.

—¿Dónde crees tú que esta su felicidad? —me pregunta.

—Al lado de la mujer que le ha dado lo que tú no has podido. —ella sigue mirándome sin dejarme ver sus sentimientos. —Un hijo.

Entonces comienza a reír y la furia comienza a crecer dentro de mí.

—¿Cuál es la broma? —le digo con mis manos en mi vientre. —¿Crees que puedes burlarte de mi bebe solo porque fue procreado de un amor prohibido?

—No, claro que no. Tú bebe no tiene la culpa de tus errores.

—Mi amor por Edward no es ningún error.

—¿Qué quieres Rosalie? ¿Qué te deje el camino libre? Pensé que habías dicho que tienes su corazón, entonces ¿a que vienes? Si él es tuyo ira a ti como siempre ¿no es cierto?.

—Te tiene tanta lastima que cree que debe permanecer a tu lado solo por el hecho de que nunca podrás tener hijos. Piensa que no encontraras a nadie quien te ame con tu defecto.

—Entonces lo liberare, no porque tu me lo pides, o porque yo lo ame tanto… lo hago por mí, porque yo no me merezco tener a mi lado a ese traidor. Solo espero seas lo suficientemente mujer para retenerlo a tu lado. No lo quiero tocando mi puerta cuando lo haya apartado de mi lado y se dé cuenta de la clase de ser humano que eres.

—No te preocupes yo si soy la mujer que el necesita.

—Eso espero, hoy lo dejare libre, mas vale que le digas lo de su hijo, eso ayudara que vuelva a ti con o sin remordimientos.

—Espero que encuentres la felicidad y el amor como yo lo he encontrado.

—Gracias Rose, por ser tan buena amiga que has decidido quitarme de encima una gran cruz.

Capítulo 13: Remordimientos Capítulo 15: Esperándote Parte II

 
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