Todo por amor (+18)

Autor: Rakelluvre
Género: Romance
Fecha Creación: 20/04/2012
Fecha Actualización: 18/06/2012
Finalizado: NO
Votos: 4
Comentarios: 46
Visitas: 30032
Capítulos: 15

 

¿Que secreto guardarías para proteger al ser que amas?. Porque yo soy la esposa que lo ama incondicionalmente. ¿Cómo hacerle entender que ya todo a terminado? Yo elegí la mujer equivocada para que sea mi esposa. ¿Cómo resistir al amor prohibido? Yo he llegado al final de su historia para comenzar una nueva.

Los personajes no me pertenecen son de Meyer, la trama si es mía. Gracias a mis Betas. Sarobari Yumel 22 y Lillian. 

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Capítulo 7: Traición parte II

Actualidad….

Bella se encontraba esperando a Rose en aquel lujoso restaurante. Había pasado la noche llorando. Tenia que saber quien era ella, la mujer que le estaba quitando a Edward, no quería perderlo, había estado luchando por su matrimonio desde hacia tres años y medio, y sentía que no era justo que le arrebataran lo único que tenia en la vida, Edward. No tenía familia y muy pocos amigos, su mundo era él.

—Hola siento llegar tarde pero el jefe tardo en salir a comer ya sabes —sonrió.

—Si ese jefe tuyo es un explotador deberías renunciar e irte a la competencia. —Bella le bromeo.

—Le diré a Edward que duerme con el enemigo.

Ambas mujeres, amigas desde hacia un año y medio, bromeaban mientras compartían la comida. Si en ese momento le preguntaran a Bella que pensaba de Rose diría que era una mujer extraordinaria, que había sido afortunada al poder conocer a una persona como ella. Porque Isabella la consideraba su tercera mejor amiga.

—Dime, ¿Qué es eso tan urgente que querías platicarme? —pregunto Rose mientras cortaba un trozo de filete.

—Sé que Edward tiene una amante. — soltó de repente. Rose paro su acción y la miro a los ojos. —Rose, ¿quién es ella? Te prometo que no te pondré en evidencia con Edward. Solo necesito saber… —su voz se quebró — si ella es mejor que yo, que es lo que le da que yo no le he dado. Solo necesito saber quien es mi rival. Para poder luchar contra ella.

— ¿Como estas segura de eso? No hay nadie. — Respondió la rubia mirando a Bella.

— ¿Por qué lo cubres? Sé que es tu jefe, pero piensa en que como mujer puedes estar algún día en mi posición. Por favor Rose, ayúdame. — rogó Bella. Rose, tomo su mano entre las suyas.

—Te juro que no hay nadie, Bella. Si lo hubiera ten por seguro que yo ya te hubiera dicho. Eres mi mejor amiga, estoy en deuda contigo por todo lo que has hecho por Bree y por mí.

—Es que yo… —Bella soltó a llorar. —no sé que hacer, lo amo y siento que lo estoy perdiendo. Anoche llego a las tres de la mañana. dijo que estaba con Eleazar, cuando no era cierto.

—Tranquila, debes pensar fríamente. Un cambio de imagen puede ayudarte a llamar su atención, tal vez. — propuso Rose mientras seguía acariciando la mano de Bella.

—¡Oh por Dios! Debo estar gorda como una ballena para que nadie lo note. Llevo cuatro meses de dieta, tomo pastillas que me alteran a la menor provocación, me causan mareos y todo el tiempo no dejan de temblarme las manos. He bajado veinticinco libras.

—Es que con la ropa que usas no se te nota. Lo siento no te pongas así. —le dijo mientras la observaba minuciosamente. Si ella estaba mucho más delgada, pero eso a ella no le importaba.

—Quiero darle una sorpresa el día de nuestro aniversario. —Sonrío —Alice va a llevarme con una amiga para que me enseñe una rutina de baile erótico. Solo espero no tropezarme y arruinarlo todo. — se limpio la nariz. — soy tan torpe, imagínate en vez de excitarlo voy a parecer su bufón.

—Lo harás bien —dijo Rose no muy convencida. —todas las mujeres somos sexis de una u otra forma.

—Gracias. En verdad ¿no sabes, nada? — Bella la miraba con ojos de suplica y dolor

—No. Pero te prometo que cualquier cosa que me entere te diré de in meditado.

—Gracias amiga. —se abrazaron.

….

Cuando Rosalie llego a la oficina espero impaciente la llegada de él. Muerta de celos y rabia porque Isabella planeaba una noche romántica con su hombre, cosa que ella no permitiría. Ella le daría a Edward un baile que hiciera parecer tonto y torpe el baile de Bella. Minutos más tarde Edward llego.

—No me pases llamadas y cancela todo lo que tenga para esta tarde. Y que nadie me moleste —dijo Edward de mal humor.

—Si —le contesto ella, siempre obediente.

Mas tarde entro a su oficina, él estaba de espaldas viendo las luces de la ciudad desde su ventanal. Estaba oscureciendo. Rosalie cerro la puerta con seguro, fue al minicomponente y puso una suave melodía. Edward molesto por la interrupción a sus pensamientos se giro para reprenderla, pero se quedo pasmado al ver a la rubia moverse en un ritmo sensual y caliente. Desnudándose poco a poco, él se relamió los labios y se dirigió a un lado del escritorio cuando ella llego hasta él, llevo sus caderas hasta el sexo erguido de Edward y se movió en un ritmo sugerente. Se quito el sujetador mostrándole sus pechos ofreciéndoselos con sus manos.

Edward la tomo de la cintura y la giro de espaldas para bajarle las bragas. Penetro su vagina con tres dedos sin preocuparse de que ella estuviera lista o no, pues ella siempre estaba dispuesta. Era una maquina sexual tanto como él. Desabrocho con la otra mano su pantalón, retiro sus dedos de su dulce centro para penetrarle el culo rápido y fuerte sin consideración, mientras la sujetaba de las caderas. Pronto la habitación se lleno de gemidos y gritos de ambos. Hasta que explotaron en un éxtasis total. La experiencia fue fría sin caricias ni palabras previas al acto ni durante el. Como llego se fue.

Edward se fue al baño, para minutos después salir impecable. Ella entro después, se vistió y por primera vez se sintió vacía.

—¿Has escogido ya el departamento que quieres? — le pregunto Edward mientras llevaba a Rosalie hasta su casa.

—No, ya te dije que no dejare que me pagues un lugar. —dijo indignada.

—¿Ni siquiera porque voy a vivir contigo? — dijo con su sonrisa torcida y sensual.

—¿Qué? — Rose tenia la boca abierta.

—Amor cierra tu boquita o pensare que quieres mi miembro dentro de ella. — El río seductoramente y ella cerro la boca todavía asombrada.

—Más tarde tal vez. Explícame lo anterior.

—Hoy le pediré el divorcio a Isabella…

….

Bella se había puesto un vestido entallado que Alice le había regalado, horas antes fue a la estética a que le hicieran un corte de cabello. Llegando a casa se metió al jacuzzi para darse un baño de esencias. Se peino y maquillo. Preparo las velas aromáticas y las puso en distintos puntos en la habitación.

Cuando Edward llego era un poco mas de media noche, pero ella no desistiría de hacer las pases con él por la noche anterior. Edward entro a la habitación quedándose pasmado al ver la escenografilla de lo que podía ser una noche de pasión con su mujer. Rápidamente te recompuso de su reacción y paso al lado de ella sin siquiera mirarla. Había pasado mucho tiempo que él ya no la miraba, hacia mucho que ya no notaba ni el mas grande cambio en ella.

—Quiero que hagamos las pases —se aventuro ella a decir.

—No, tu no quieres las pases, lo que quieres es que te folle. —le contesto mientras se desnudaba.

—Quiero que hagamos el amor. —le contradijo.— no que me tomes como a una cualquiera. ¡Soy tu esposa! —dijo ella alzando un poco la voz en las ultimas palabras.

—Yo no quiero.

— ¿Por qué?— un nudo en la garganta se le comenzó a formar.

—¿Por qué?, todas las mañanas cuando te levantas ¿no te miras al espejo? —le dijo sin siquiera dirigirle una mirada.

—¿A que te refieres?— a esta altura las lágrimas caían de sus ojos.

—Maldita sea Isabella ¿eres tonta o te haces? —camino hasta ella, para arrastrarla hasta el espejo de cuerpo completo que encontraba en el baño. —¡Mírate! — ella no lo hizo, bajo su mirada, gruesas lágrimas caían sobre sus mejillas. — ¡Que te mires! —Tomo su barbilla y le alzo el rostro en dirección al espejo —Mírate, eres horrible, tu cuerpo es enorme, no me antojas, estoy cansado de estar con una gorda y patética mujer como tu. ¡Quiero el divorcio!

—No por favor, no me dejes, dame una oportunidad solo una… —ella se arrodillo y abrazo las piernas de el hombre que amaba— dame tiempo un mes, solo un mes. — rogó de manera desesperada.

—¿Me estas suplicando? No sé que demonios pensaba cuando creí que eras la mujer perfecta para ser mi esposa. — La miro fríamente y empezó a caminar — Los papeles del divorcio los dejo en la mesa del comedor.

Edward salió del baño, dejando a Bella tirada en el suelo, sin siquiera mirarla de verdad. Sin notar su rostro pálido, sus ojeras que ni el mejor maquillaje podía cubrir, que vomitaba lo poco que comía, y que ahora dependía de anfetaminas para poder sobrevivir la agonía de un día más en soledad, se fue sin notar a la mujer cadavérica que suplicaba por su amor. La mujer que estaba ofreciéndole lo ultimo que tenia para darle, su vida.

…..

—¿A donde vas? —le pregunto Bree, quien estaba haciendo su tarea en el comedor de su casa.

—Edward esta esperándome. — Rose estaba nerviosa y eufórica.

— ¿Dormirás en un hotel con él? — pregunto Bree burlándose de su hermana.

—Discutió con Bella.

—¿Y vas a consolarlo?— dijo Bree sarcásticamente.

—No, quiere que hablemos, le pidió el divorcio. Y no tengo porque darte explicaciones adiós. —salió del apartamento sin esperar respuesta.

—Tonta… —dijo Bree negando con la cabeza, prometiéndose jamás mirar ni de chiste a un hombre casado.

..........

Mil disculpas por el retraso espero les agrade este capitulo mañana publicare otro. gracias por sus comentarios y sus votos.

Capítulo 6: Traición parte I Capítulo 8: Te dejo en Libertad I

 
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