PROMESAS CUMPLIDAS-TERMINADA

Autor: rake
Género: Romance
Fecha Creación: 12/12/2010
Fecha Actualización: 31/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 26
Comentarios: 86
Visitas: 143430
Capítulos: 56

TERMINADA

ES UNA ESPECIE DE 2ª PARTE DE:DESEOS PROHIBIDOS

FIC RECOMENDADO POR LNM CON 5 VOTOS!!!

Un pecaminosamente futuro caballero ha llegado a Londres?y Bella casi se desmaya cuando se da cuenta de que se trata de Edward Cullen,transformado en un hombre magnífico.Ha regresado para reclamar su título?y para cumplir la promesa que una vez se hicieron dos jóvenes amantes bajo la luna,una escandalosa promesa que ninguna dama decente osaría cumplir.

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Capítulo 51: Coma

Hola chicas!!!!!

Siento el retraso,me ha sido imposible actualizar antes!!

Aqui teneís el final de la historia,a ver que os parece,espero que os guste como acaba!!!!!

Un millón de gracias por seguirme!!!!!

—Milord,debo pedirle que se vaya.

Edward ni siquiera miró al médico al que habían llamado.Sentado en una silla que había acercado a la cama,no apartaba la vista de Bella,mientras le sujetaba una mano entre las suyas.¿Por qué no había despertado?

Corrió a la escalera en cuanto oyó el eco de su grito y la había visto rodar,pero no había podido evitar que cayera.Lo único que había podido hacer había sido cogerla en brazos con mucho cuidado y llevarla a su dormitorio.

—No pienso apartarme de su lado—replicó.

—Edward…—empezó a decir la madre de Bella.

El se volvió y le lanzó una mirada furiosa.

—No pienso apartarme de su lado—repitió.Lo dijo con tanta vehemencia que no cupo la menor duda de que hablaba completamente en serio.La madre de Bella y el médico se miraron;el hombre suspiró.

—Muy bien.

Edward volvió a mirar a Bella al tiempo que le trazaba círculos con el pulgar en el dorso de la mano.Ella no reaccionaba en absoluto;ni un suspiro,ni un murmullo,ni un susurro.Nada.Yacía allí,fría al tacto e increíblemente pálida.

Oyó a lady Esme acercarse a la ventana.El médico carraspeó.

—Insisto,milord,podría examinarla mucho mejor si me hiciera el favor de retirarse.Todos queremos lo mejor para ella,¿no es así?

Si así fuera,Bella ya estaría en Tejas.¿Por qué no se había limitado a comprarle el pasaje y dejarla marchar?¿Por qué había insistido en que se quedara con él si eso no era lo que ella quería?¿Por qué había sido tan egoísta?No era distinto de su padre:le preocupaban sus propias necesidades y el resto le daba exactamente igual.Todas aquellas preguntas y dudas incesantes no servían más que para atormentarlo y frustrarlo más.

Asintió al ruego del médico,se puso de pie,se dirigió a la ventana y apoyó el hombro en la pared.Con las cortinas corridas,la madre de Bella contemplaba la noche.No lo miró,sino que siguió con la vista en el jardín.

—Se pondrá bien—dijo Edward,sintiendo la necesidad de consolarla tanto como necesitaba que lo consolaran a él.Pero sin Bella,no encontraba consuelo.Ella era la única que podía verle el alma,que podía pasar por alto la oscuridad en favor de la luz.

—Eso no puedes saberlo—respondió lady Esme.

No,no lo sabía,pero no perdía la esperanza.Cielo santo,al menos podía desearlo.Si pudiera encontrar una estrella fugaz...

Sabía dónde podía encontrarlas,conocía el lugar donde una mujer podía pedir deseos toda la noche.

—Voy a llevarme a Bella a Tejas.—La mujer lo miró entonces,pero antes de que pudiera abrir la boca,Edward añadió:—Tanto sí despierta como si no,me la llevo a Tejas.

Su voz sonaba firme y autoritaria después de tantos años de dar órdenes,tantos años de que se le obedeciera sin cuestionarlo,tantos años de ser aquel al que todos se volvían en busca de respuestas,al que aún seguían volviéndose.Los ojos de lady Esme se inundaron de lágrimas.

—Hice lo que pensé que era mejor para ella.

Edward asintió con la cabeza,compasivo,comprensivo.

—Lo sé,pero ahora soy yo el que debe hacerlo.

Se volvió al ver que el médico se acercaba.

—Sin duda ha recibido un fuerte golpe en la cabeza.

¿Y para hacer ese diagnóstico lo había hecho apartarse de la cama?

—¿Qué significa eso exactamente?—preguntó Edward.

—Significa que debemos esperar...

—¿Esperar a qué?—insistió,impaciente.

—A ver si se despierta.Podría suceder en cualquier momento.O quizá no suceder jamás.Es imposible saberlo.Y en caso de que despierte,bueno,con toda sinceridad,no puedo saber el tipo de lesiones que ha sufrido hasta que eso suceda.

—Debe de haber algo que se pueda hacer—intervino lady Esme.

—Lamentablemente,me temo que no.La buena noticia es que no hay ninguna rotura o daño aparente.Sugiero que alguien la vigile y me avise en cuanto se produzca algún cambio.

La mujer se limpió las lágrimas de las mejillas.

—Haremos lo que haga falta.

—Yo empezaría por pedirle a la doncella que la desnude y le ponga un camisón para que esté más cómoda—sugirió el médico.

—Me encargaré de que así sea—respondió la madre.

—Pasaré por la mañana para ver cómo está.

Ella asintió con la cabeza.

—Gracias,doctor.—Se dirigió a Edward:—No es necesario que te quedes.Pediré que te avisen cuando despierte.

El negó con la cabeza.

—No me está escuchando.He dicho que no voy a moverme de su lado.

Y no lo hizo.Por el bien del decoro,se puso de espaldas a la cama,mirando fijamente por la ventana,en busca de aquella estrella escurridiza,mientras la doncella de Bella la desnudaba y le ponía el camisón.Cuando hubo terminado y Edward por fin se dio la vuelta,Bella estaba tapada con la ropa de cama y tenía las manos en el regazo.Lo recorrió un escalofrío.

Capítulo 50: Encuentro con sus sentimientos Capítulo 52: Cartas

 


 


 
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