PROMESAS CUMPLIDAS-TERMINADA

Autor: rake
Género: Romance
Fecha Creación: 12/12/2010
Fecha Actualización: 31/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 26
Comentarios: 86
Visitas: 143425
Capítulos: 56

TERMINADA

ES UNA ESPECIE DE 2ª PARTE DE:DESEOS PROHIBIDOS

FIC RECOMENDADO POR LNM CON 5 VOTOS!!!

Un pecaminosamente futuro caballero ha llegado a Londres?y Bella casi se desmaya cuando se da cuenta de que se trata de Edward Cullen,transformado en un hombre magnífico.Ha regresado para reclamar su título?y para cumplir la promesa que una vez se hicieron dos jóvenes amantes bajo la luna,una escandalosa promesa que ninguna dama decente osaría cumplir.

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Capítulo 29: Charla de mujeres

Tres caballeros de pelo oscuro se habían sentado a la mesa durante la cena.Por su conducta,Bella hubiese sido incapaz de distinguir a los dos que se habían criado en Inglaterra del que no lo había hecho.Sólo cuando hablaba,en Edward se notaba que había recorrido un tortuoso camino hasta su destino.

Sin embargo,había observado que incluso su acento era menos pronunciado que de costumbre,como si se esforzara por mantener al mínimo las diferencias.La joven se había sentado a su lado para poder comentar en voz baja sus modales cuando fuera necesario y apenas había tenido que decirle nada en toda la cena,salvo insistirle en que cogiera el tenedor con la mano izquierda.

—Creo que la cena ha ido estupendamente—dijo Leah,sentada en el salón con sus amigas,bebiendo té mientras los hombres bebían coñac en el comedor.—¿No te parece,Bella?

—¿Qué?Ah,sí—respondió ésta,tratando de centrar su atención en la conversación en lugar de en los pensamientos que había tenido durante la velada.Sabía que Leah y Sue probablemente no estarían de acuerdo,pero ella pensaba que Edward era el más guapo de los tres;decidirlo no le había costado nada.

—Me ha dado la impresión de que Edward se sentía muy a gusto en nuestra compañía durante la cena—señaló Sue.—A mí aún me da urticaria sólo con que Jasper mencione que debemos asistir a algún evento de gala.

A Bella le resultaba curioso que las dos mujeres en las que más confiaba tuvieran opiniones tan dispares sobre la etiqueta:Sue odiaba cualquier cosa que tuviera que ver con ella,mientras que a Leah le encantaba.

—Te preocupas demasiado—dijo Leah.

—Curiosas palabras en alguien que lo ha considerado lo bastante importante como para escribir un libro al respecto—respondió Sue.

Lo que tenían en común era que ninguna de las dos temía expresar su opinión.

—Pareces a kilómetros de distancia—comentó Leah.

Bella miró a su prima y a Sue y negó con la cabeza.

—Estoy sorprendida,eso es todo.

—¿De qué?—preguntó Sue.

—Temo ser tan culpable como cualquier otra dama londinense de pensar que Edward iba a comportarse como un bárbaro.

—No hay muchas cosas en las que uno pueda equivocarse durante una cena—señaló Leah.

—Al menos,un caballero no—añadió Sue.—La disposición de los invitados,los platos que se van a servir,todo lo importante es responsabilidad de las mujeres.Los hombres sólo tienen que sentarse donde se les dice y comerse lo que les pongan delante.

—Sí,supongo que eso es cierto.—Aun así,en aquella cena había ocurrido algo que preocupaba a Bella.—Parecía tan seguro de sí mismo...

—¿Y por qué no?Estaba entre amigos—replicó su prima.

—¿No le habrás dado una clase cuando has ido a verlo esta mañana?

—Claro que no.Yo sólo pretendía que se sintiera a gusto.

—¿Y qué pasa si le dan clases en otro lado?—quiso saber Sue.

—No pasa nada,sólo que yo ya podría estar de camino a Tejas si no fuera porque le prometí que le enseñaría.

—Me cuesta creer que quisieras perderte la Temporada social—comentó Leah.

—Eso es porque a ti te encanta—le dijo Sue.

Bella meneó la cabeza.

—Después de rechazar a Vulturi,mi Temporada será de lo más aburrido.Sospecho que tendré muy pocos bailes.

—Eres una heredera,Bella—le recordó Sue.—Tendrás bailes y muchos.Quizá los amigos de Vulturi sientan compasión de él,pero no hay un lord en todo Londres que no se alegrara al saber que aún podía tener una oportunidad de llenar las arcas familiares con lo que el matrimonio contigo le reportase.Créeme,sé muy bien lo desesperados que están algunos por echar mano a algo de dinero.

Ella se había casado con Jasper para llenar las arcas de Torterra,un matrimonio de conveniencia que,de forma inesperada,se había convertido en un matrimonio por amor,mientras que,si Bella se hubiera casado con Edward hacía tiempo,su matrimonio por amor se habría convertido en un matrimonio de conveniencia.Aunque no podía imaginar lo distintas que habrían sido sus experiencias en Inglaterra de haberlo tenido a su lado,rebosando confianza aun cuando ni siquiera se sentía seguro de sí mismo,haber tenido sus besos,sus caricias...

—¿Qué vas a hacer con Edward?—preguntó Leah.

Bella tragó saliva y se quedó mirando a su prima.

—¿Cómo dices?

—Edward.¿Qué otras clases vas a darle?

—Ah,las clases,sí.Eh...bueno,está tu baile de la semana que viene,claro.Tendremos que repasar el protocolo.

—¿Quieres que organice un pequeño baile antes para que podáis ensayar?—le ofreció Leah.

—No,no será necesario—se rió Bella.—Le puedo explicar lo que necesita saber.Lo único que quiere es que no lo vean como a un bárbaro.Supongo que bastará con una salida al teatro.

—¿De verdad vas a volver a Tejas?—preguntó Sue,cambiando de tema bruscamente antes de que Bella pudiera enumerar las clases que tenía previstas.

—Así es.¿Te doy envidia?—dijo,sonriendo cariñosa.

—Es curioso,pero no.Para volver a Tejas tendría que dejar a Jasper.Y no puedo imaginar mi vida sin él.Tú querías a Edward...

—Era una niña.Los dos hemos cambiado mucho.

—¿Y si,mientras le ayudas,te vuelves a enamorar de él?—inquirió su prima.

Ignorando su pregunta,Bella se levantó,se dirigió a la ventana y empezó a contemplar el jardín.

—Parece que los hombres han salido fuera a fumarse un puro.

—¿Vamos con ellos?—preguntó Sue.—Siempre me ha parecido una tontería separar a los hombres de las mujeres después de la cena.

—A ti todo te parece una tontería—replicó Leah.

—Porque casi todo lo es.

—¿De qué creéis que hablan cuando se libran de nosotras?—preguntó Bella en voz baja.

—Jacob me asegura que de nada importante—contestó Leah.

—Podríamos espiarlos y escuchar—propuso Sue.

—Eso sería muy indecoroso—objetó Bella.

—Somos damas texanas—dijo Sue.—Nos hemos ganado el derecho a ser indecorosas.

Sonriendo,Bella giró sobre sus talones.

—¿Nos hemos ganado el derecho?

Sue se encogió de hombros.

—Quizá«ganado»no sea la palabra adecuada.Pero sea cual sea,carece de importancia.Si queremos saber de qué hablan,basta con que escuchemos.

—Estoy intentando enseñarle a Edward una conducta decorosa.

—Una conducta aburrida,diría yo.

—No me interesa tu opinión—espetó Bella.—¿Crees que quiero verlo cambiar,que quiero ser responsable de enjaular todo lo que una vez amé de él?—Se tapó la cara con las manos y contuvo las lágrimas.

—Bella...

Notó a sus dos amigas a su lado.Sorbiendo con escasa elegancia,bajó las manos.

—Lo siento.Él no quiere ponerse en ridículo y yo prometí ayudarlo y sé que es una tontería,pero echo de menos al muchacho que fue.

—Pero eso también te ocurriría aunque no le estuvieras enseñando—razonó Leah. —Hace mucho que dejó de ser el muchacho que tú conocías.Tal vez sea hora de que le eches un buen vistazo al hombre en que se ha convertido.

Capítulo 28: Charla de hombres Capítulo 30: El hombre

 


 


 
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