Tenía que hacer algo, ¿pero qué? Nunca había visto a mi hermano así por nada. Ni por una chica, ni por trabajo, ni por nada. Edward era un tipo tranquilo la mayor parte del tiempo, pero hoy había perdido el control y me asustaba. Pensé que estaba siendo atacado cuando escuché el vidrio romperse y los gritos. Nada como eso me había asustado antes.

El teléfono estaba allí, llamándome. Sería fácil llamarla y preguntarle. Pero juré que no lo iba a hacer y yo cumplo con mi palabra. Y mucho menos cuando la ira de mamá estaba en la mesa. Nunca debí haber accedido a no llamar.

Esto oficialmente apestaba. Mi hermano tenía el corazón roto, tal vez por una buena razón, tal vez no, pero nunca lo sabría hasta que no hablara con su chica. ¿Por qué lo tuvo que haber buscado? ¿Por qué le tuvo que decir que lo había hecho? Mierda, si no le hubiera dado ese mensaje de Jane no estaríamos en este lío y él seguiría feliz y enamorado. Sí, sí, ese chico está enamorado. Él podía negarlo hasta que su cara se tornara azul, pero yo sabía lo que veía.

¿Debería cancelar nuestro viaje? No quería hacerlo. Tal vez debería seguir con la reservación y ver si las cosas funcionaban antes. Aunque, mi hermano era testarudo, así que no sabía si iba a ceder. Podía molestarlo hasta que lo hiciera. Tal vez podría emborracharlo esta noche. Así sería más susceptible a las sugerencias. Ese era un plan.

Tenía que ir a buscar mi nuevo auto. Finalmente había llegado y no podía esperar a estrenarla. Tal vez ella podría alegrar a Edward. No era como si todos los días pudiera conducir un Henessey Venom GT. Él no iba a conducirla, pero podría llevarlo a dar un paseo. Por lo menos eso lo haría sonreír.

El tono del teléfono me detuvo en seco. No era mi celular. Era el de Edward. Bella, el teléfono de Edward. Y sonaba con Brown Eyed Girl. Bufé. Seguro, él no estaba enamorado de ella. Era un tonto cegado.

Lo tomé y contesté con voz entrecortada. Hey, no había roto mi promesa. No la había llamado. Ella me había llamado a mí. Era algo completamente diferente.

-Escucha y escúchame bien, Edward Cullen. ¡Cuando ponga mis manos en ti, voy a transformar tu linda cara en un pulpo! ¿Cómo te atreves hacerla llorar? ¿Tienes alguna idea de qué clase de persona es Bella?- No, no lo sabía, pero quien sea que estuviera hablando sonaba bastante feroz.

-Espera, yo…-

-No me interrumpas, imbécil. Rompiste el corazón de mi mejor amiga. A ella de verdad le importabas. TÚ, no Edward Cullen. ¿Qué tenía de malo que te hubiera buscado? ¿Cuáles son las posibilidades de encontrarte? Ella te encontró y le gustaste y la hacías sonreír. Sé que ella te advirtió sobre mí y te digo que debes temer. Haré que mi misión en la vida sea hacerte miserable si no te disculpas con ella en la próxima hora. No quieres cruzarte conmigo, Cullen. Tengo un bisturí y mucho temperamento.-

No, ciertamente no quería hacerlo. Pero quería ver quien era esta feroz criatura. Estaba sudando y ni siquiera me estaba amenazando a mí.

-No soy Edward. Soy su hermano, Emmet.- Escuché su grito ahogado del otro lado de la línea. -Tomé su teléfono porque lo iba a estallar contra la pared tal como hizo con su lámpara y Dios sabe qué otra cosa más. ¿Qué diablos le hizo tu amiga?-

-¿Qué hizo ELLA? ¿Qué hizo ÉL? ¡Él llevó a esa zorra a los premios y dejó que se pasar toda la noche encima de él, luego le envía mensajes sexys a Bella y le pregunta si quiere ver una película con él el sábado a la noche! ¿Qué clase de idiota que juega a dos puntas hace eso?-

Nadie llamaba idiota a mi hermano. Nadie menos yo. No me importaba quien era esta chica. "Escucha, Chica Gritona, Jane no es una zorra y mi hermano no la llevó como una cita. Ella es una de sus mejores amigas y le acaban de romper el corazón. Ella necesitaba alguien que la acompañara al show donde su ex iba a estar con su última modelo. Edward estaba siendo el buen tipo que siempre es y tu chica lo atacó, ¡y luego suelta eso que es incluso peor! ¿Cómo puede hacerle eso a él?- Mierda, me estaba enojando.

-¿Sólo amigos?- Ella preguntó, su voz volviendo a un tono más normal. Y qué clase de voz era. Sexy.

-Sí.-

-¿Entonces por qué le dijeron que no lo eran?-

¿Quién diablos sabía? -¿Cuándo se lo dijo? ¿Antes o después que anunciara que sabía todo?-

Hubo una pausa. -Después, creo.-

-Ahí lo tienes, entonces. Él estaba enfadado con ella y le mintió.-

-Bueno… él sigue siendo un imbécil por haberla hecho llorar.-

Me reí. Esta chica tenía pelotas. -Tal vez. Pero no puedes llamarlo así. Lo haré, si es necesario. Dime, ¿a tu chica le gusta de verdad?-

-Sí. Ella me dijo varias veces que le gustaba quien quiera que sea, incluso si no era Edward Cullen.-

Esto era bueno. Esto era muy bueno. -¿Y actuó como si fuera otra persona por él? ¿Actuó y mintió y dijo cosas que ella pensó que le gustarían?-

-¡Por supuesto que no! ¿Cómo te atreves a pensar que…?- Ella comenzó a hablar de nuevo pero la corté. No era yo quien pensaba eso. Era él. Y era yo quien tenía que convencerlo que las cosas eran diferentes.

-No la conozco. No te conozco a ti. Sólo sé que mi hermano está muy molesto y tu amiga es la razón. Entiendo que eres protectora con tu amiga. De seguro entiendes por qué soy protector con él. Él es…- Me callé, inseguro de querer decir lo que estaba pensando.

-¿Él es qué? Y mi nombre es Rose, por cierto.-

Rose. Espinosa y hermosa. Apuesto a que el nombre encajaba. Apuesto que tenía espinas. Espero ver la belleza. Suerte que me gustaba un poquito el dolor. -Encantado de conocerte, Rose. Desearía que fueran bajo otras circunstancias.-

-Guarda tus encantos para alguien lo suficientemente estúpido.- Sonreí. Funcionaba con quien yo quisiera que funcionara. Había vuelto estúpidas a muchas chicas en mi tiempo, pero al menos ellas se iban satisfechas. -¿Él es qué?-

Está bien. -Él está un poco solitario. No cree que lo sé, pero lo sé. Su vida es muy estructurada y monótona y preocupada. Él no va a fiestas porque no quiere rumores y fotos por todos lados. Él no se acuesta con chicas al azar por la misma razón. Él dejó entrar a tu amiga porque ella no sabía quien era. Eso era muy liberador para él. Él podía ser él sin preocuparse por su imagen.- A él también le importaba esa mierda. Tenía que hacerlo. Gracias a Dios a mí no me importaba.

-Ella también está sola, Emmet. Le rompieron el corazón de la peor manera el otoño pasado y se ha encerrado desde entonces. Ella finalmente lo dejó entrar y luego él… me enoja demasiado verla herida de nuevo. Y no sé como arreglarlo.-

Tenía que reírme. -Yo también estaba intentando saber cómo arreglarlo por Edward. Si tu amiga de verdad le gusta…-

-Sí, lo hace. Creo que esto será peor que la situación de Tyler, porque ella estuvo cerrada durante tanto tiempo.-

-¿Qué diablos, entonces esto es por una cita? Edward estaba diciendo tonterías sobre ella saliendo con alguien más y haciendo su vida. Él piensa que a ella no le importa, que ella sólo quería tener prensa por conocer una celebridad.-

-¡Eso es estúpido! ¿Por qué ella haría eso? La cita… es con este tipo que ni siquiera le gusta. Ella la hizo sin que yo supiera, porque sabía que yo no se lo iba a permitir. Ella lo hizo anoche luego de que lo vio con Jane y que todo explotó.-

-¿Entonces, ella no va saltando de tipo en tipo?- Tenía que asegurarme. No iba a arriesgar por segunda vez el corazón de mi hermano.

-¡No! Ella tal vez ni vaya. Ya está pensando en eso. El tipo es lindo pero es demasiado aburrido.-

-Eso es bueno para nuestro propósito.-

-¿Y cuál es nuestro propósito?- Ella preguntó.

-Mira, si estos chicos quieren estar juntos, tú y yo claramente tenemos que sacarle sus cabezas de sus culos. A tu chica le gusta mi hermano.-

-¿Le gusta? Ella está enamorada de él, aunque no lo admita.-

-¡Exactamente! Y él la ama, aunque él crea que no la puede amar porque todavía no la conoció. Le expliqué que así funcionamos los Cullen, pero él no entiende.-

-¿Qué estás balbuceando?- Ella demandó.

-Nada. Confía en mí cuando digo que ella es la única.-

-Okey. ¿Entonces qué hacemos? No tengo mucho tiempo. Voy a llevar a Bella a almorzar para que despeje su mente.-

-Nosotros no haremos nada. Yo me haré cargo. Él estará en contacto con ella para el fin de esta semana. Te lo garantizo.-

-¿Cómo? ¿Cómo harás que él la contacte?-

Tenía una muy buena idea. Todo se basaba en ir a probar mi nuevo auto. ¿Por qué no poner un par de millas en ella? -Sólo confía en mí.-

Ella rio. -¿Por qué debería hacer eso?-

-Porque soy la única persona que te puede ayudar.-

Ella hizo un sonido de frustración. -Está bien. Pero si no haces nada para el domingo a la noche, voy a hacer mis propios planes los cuales incluyen ir a LA y patear el culo de tu hermano.-

Tenía que reírme. -Pagaría por ver eso.-

-No tengo duda que lo harías.-

Sonreí. -Espero con ansias conocerte, Rose. Creo que pasaremos un bien tiempo.-

Ella rio. -Sé todo sobre los buenos tiempos, Emmet Cullen. No soy una de tus zorras. Preocúpate por tu hermano, no por mí.-

Era increíble. Hablaría con ella pronto. -Puedo hacer varias cosas a la vez. Nos vemos pronto, Rose.-

-¿Qué quieres decir con nos vemos pronto?- Ella se apresuró a decir.

No me molesté en contestarle. Terminé la llamada y me levanté. Había mucho para hacer. Necesitaba ir a buscar mi auto, conectar el GPS, empacar las maletas para los dos y conseguir comida de hombre y cerveza. Iba a arreglar la desordenada vida amorosa de mi hermano y tal vez, si esta Rose era tan caliente como sonaba, divertirme un poco mientras lo hacía. Emmet Cullen al rescate.