Words With Strangers (+18)

Autor: carlarobpatt4ever
Género: + 18
Fecha Creación: 23/07/2013
Fecha Actualización: 30/09/2014
Finalizado: NO
Votos: 20
Comentarios: 41
Visitas: 38604
Capítulos: 19

La estrella de cine Edward Cullen está harto de las mujeres y está concentrado en su carrera. Una extraña lo encuentra vía Word With Friends. ¿Podrán sus palabras cambiar su pensamiento?

 


Hola esperamos que les guste el fic, es una traducción de Nolebucgrl, de la cual tenemos permiso. Les dejo el link:

 
Vamos a traducir este fic junto a Nicoli, la cual traducirá Words With Friends, este es el summary:)
 
Bella Swan está enamorada de la estrella de cine Edward Cullen. Ambos comparten la misma pasión por un juego. Podrán conectarse a través de Words With Friends y ser más que amigos? El tiempo lo dirá.

 

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Capítulo 16: Capítulo 16

Capi 16

Las cosas planeadas… ¿cuál es el dicho? Bueno, mi dicho es, cuando se intenta planear algo, siempre sale cagado. ¿Regresar a casa temprano? Sí, eso no sucedió. La multitud a la salida del Staples Centre era enorme y nuestras limosinas estaban muy lejos. Para cuando llegamos a la casa de Jane y la acompañe hacia su puerta, eran las once. No sabía hasta cuán tarde Bella se quedaba despierta y no quería arriesgarme a despertarla, así que resolví decirle todo mañana por la noche.

Tenía una idea de algo que podíamos hacer juntos y que podía resultar divertido hasta que nos encontráramos. No podía invitarla a salir al cine un sábado por la noche, pero podía mirarla con ella y comentarla por teléfono. De sólo imaginarme su risa cuando viésemos Dazed and Confused me hacía feliz. Además, ella sabría quién era yo y podía saber mis impresiones. Espero que le gusten. Me fui a dormir con una sonrisa en mi rostro y Bella en mi mente.

La primera cosa que hice cuando desperté fue tomar el teléfono de Bella. Había recibido un mensaje de texto de ella anoche, pero me había rehusado a leerlo porque sabía que le tenía que responder y no quería despertarla.

Bella: Promesas, promesas. No voy a dejar de seguir siendo atrevida y en estos momentos mis nalgas permanecen puramente blancas e intocables. ¿Quieres tocarlas? Ambos conocemos esa respuesta. Espero con ansias mi castigo y prometo hacer lo que sea para ganármelo. Adiós, Edward.

Y mi polla inmediatamente se puso dura. Atrevida era la palabra perfecta para mi chica.

Yo: Buenos días para ti, chica atrevida. Ocho días más y tendré mis manos sobre tus nalgas. Definitivamente sabes la respuesta a esa pregunta. Te estás ganando tu castigo de una manera muy impresionante.

Se lo envíe y me masturbé en la ducha mientras esperaba su respuesta. Debería preguntarle cuales eran sus horarios así sabría cuando estaría en clase, para atacarla por sorpresa. Tal vez debería bajar el tono de mis mensajes, para que supiera que no era todo sexo. Honestamente la extrañaba.

Yo: ¿Estás ocupada, hermosa? Me preguntaba si me concedías el honor de ser mi cita el sábado a la noche. Estaba pensando que podíamos ver una película juntos por teléfono. Podemos ver alguna en la cual alguien recibe nalgadas como tú recibirás pronto.

Okey, no lo había bajado demasiado de tono. No podía evitarlo. Necesitaba a Bella de una manera impresionante.

Bella: Lo siento, tengo una cita el sábado por la noche. Supongo que le tendrás que pedir a alguien más.

¿Qué? ¿Estaba bromeando? No había ninguna carita sonriente. Tal vez tenía planes con Rose o Alice, ¿pero por qué quería que le pidiera a alguien más? No había nadie más. Sólo ella.

Yo:Bueno, si estás ocupada con las chicas o algo, ¿qué te parece el viernes por la noche?

Parecía que habían pasado años antes que ella respondiera.

Bella: Dije que tenía una cita, no planes con las chicas. Estoy segura que tú estás más que familiarizado con el concepto de cita. Vestirte bien, salir por la noche a la cuidad con una hermosa mujer, o un hombre apuesto. Una cita.

Miré el teléfono por quien sabe cuánto tiempo. Ella tenía una cita. Con un tipo. Pero pensé… seguro, no habíamos llegado a términos sobre si éramos una pareja o algo similar. ¿Cómo podríamos serlo? No nos habíamos conocido. Pero yo creí que ella me quería. ¿La había enojado por no hablarle anoche? Malditos premios. Nunca debí haber ido.

Oh. Bueno, yo pensé que… Hice una cara y borré el mensaje. ¿Qué podía enviar que no sonara patético? La iba a llamar. ¿Y si no respondía? Entonces le enviaría mensajes hasta que lo hiciera. No me gustaba esta mierda de las citas, para nada. ¿Por qué? ¿Por qué no había podido esperar hasta resolver qué éramos?

Apreté su número y coloqué el celular en mi oído. Un tono. Dos tonos. Tres tonos. Mierda, ella no iba a responderme.

-Hola.- Su voz era fría y nada que ver a la de la mujer con la cual había estado hablando dos noches atrás.

-¿Bella? Soy Edward.-

Ella rio, pero no era la risa sexy y divertida que esperaba oír. Era corta y dura. -Sé quien eres.-

No, no lo sabes. Tal vez ese es nuestro problema. ¿Me hubieras esperado si supieras quién soy?

-Estoy confundido.- Le dije, porque honestamente, lo estaba. Había demasiados pensamientos y preguntas en mi cabeza.

-No estoy segura qué te confunde.-Ella me contestó, con ese tono raro. Estaba enojada conmigo. Sólo que no sabía por qué.

-Creí que teníamos…- Me callé y pasé mis manos por mi cabello en señal de frustración. ¿Por qué me costaba tanto hablarle ahora? -Mira, Bella, quiero decir, creí que tú y yo íbamos a decidir qué éramos la próxima semana. Creo que no sé por qué…-Mierda. -Por qué saldrás con alguien más.-

-¿No lo sabes, Edward?-

Esperé pero ella no dijo nada más. -No, no lo sé. Como dije, estoy confundido.-

-Lo que está bien para ti está bien para mí.- Ella contestó.

¿Qué significaba eso? -¿Qué quieres decir con eso?-

-Quiero decir, lo sé, Edward.-

¿Saber qué? ¿Qué diablos estaba ocurriendo? -¿Sabes qué, Bella?-

Ella bufó en su teléfono. -Sé quien eres, Edward Cullen, y sé donde estuviste anoche y con quién.-

Mi corazón se detuvo. Ella sabía. Ella sabía quien era yo y creía que había salido con Jane y me la había cogido. ¿Por qué diablos esperé? ¿Y por qué lo sabía? Mierda. ¿A quién le importaba? Necesitaba hacer control de daños.

- Ok así que lo sabes. Iba a prepararme para decírtelo y esperaba que lo entendieras…-

-¿Entender? Por supuesto, lo entiendo, Edward. Tú eres una gran estrella de cine que necesita una novia estrella de cine. Yo te doy diversión mientras tú estás estancado con la perra de tu ex, pero ahora que estás en casa, tienes que vivir de la imagen. Felicitaciones para ti. No me interesa.-

¿Qué? No, no, no. Nada de esa mierda importaba. ¿Imagen? -No, Bella. No estoy seguro cuando lo descubriste pero tienes que saber que todo entre nosotros fue real. Jane no es mi novia.- ¿Qué estaba pasando? ¿Estaba soñando? Nada de esto tenía sentido.

Ella largó una risotada. -¿De verdad? Sabes, estoy diciéndome eso desde anoche, cuando te vi salir de la limosina y sostener su mano y pasar su brazo alrededor de ella y sostenerla tan fuerte. Casi me lo creo. Pero luego las cámaras tomaron ese pequeño momento tan íntimo que ustedes dos tuvieron y vi la mirada en tu rostro, Edward.- ¿Momento, qué momento? ¿Qué mirada? -No puedes decirme que no la amas.-

Bueno, por supuesto que la amaba, pero no de una manera romántica. Ella era sólo Jane. -¡Bella, no es así! Mira, ayúdame un poquito aquí. Mi mente no puede comprender todo. Cuando… ¿cómo lo supiste?-

Hubo una larga pausa del otro lado del teléfono y temí que me hubiera colgado. Ella rio fríamente de nuevo. -Ah, ¿para qué molestarme en pretender? Debería habértelo dicho hace tiempo y alejarte. Tal vez si lo hubiera dicho, no estaría doliendo tanto.-

Mi corazón dolía de sólo pensar que la había lastimado. Lo que debía de haber pensado cuando me vio caminando con Jane por la alfombra roja. Ella debe haber pensado que era igual al imbécil de su ex. -Bella...-

-Siempre lo supe, Edward.- Su tono era más suave y más triste.

Eso… eso no era posible. -¿Siempre supiste qué? ¿Quién era? ¿Cómo?-

-¿Recuerdas el día que comenzamos a hablar?-

Mi cabeza daba vueltas y era difícil concentrarme. Las palabras -lo supe- hacían eco en mi cabeza una y otra vez. -Sí.-

-La noche anterior estuviste en Letterman y le dijiste que jugabas WWF. Alice decidió buscarte. Ella eligió un nombre que sabía que no te encontraría y yo decidí buscarte también.-

Pero… Dios. No podía ser. -¿Eres una acosadora?-

Ella rio de nuevo. -No estoy acampando afuera de tu puta casa, Edward. No soy una acosadora. Sabía mucho de ti. Leía tus entrevistas. Sólo pensé en intentar con tu dibujo animado favorito y tu número favorito y funcionó.-

Sí, eso no era ser acosadora. Mierda. Esto no podía estar pasando. Tenía que ser una pesadilla. Despertaría pronto y descubriría que todo estaba bien y que Bella era la chica que creí que era, no una fan que quería conocerme para… ¿qué, exactamente?

-¿Por qué? ¿Por qué querías encontrarme? ¿Qué pensabas ganar de mí? ¿Tú qué? ¿Querías que me enamorara de ti? ¿Reírte sobre mí con tus amigas? ¿Venderle información a la prensa? ¿Qué, Bella?- Mis palabras salieron fuertes y enojadas.

-Sólo quería conocerte.- Ella respondió tímidamente.

Ahora fue mi turno de reírme duramente. -Bueno, supongo que tuviste tu deseo.-

-Sí, supongo que sí.-

¿Quién era ella? ¿Era alguna clase de show? ¿Estudiaba todas las cosas que me gustaban y luego me daba las respuestas perfectas? ¿Qué más había descubierto? ¿La contraseña de mi cuenta bancaria? Esto era tan jodido.

-Espero haber superado tus expectativas.-

Ella rio de nuevo. -Las excediste, por un tiempo. Ahora ya no. No sé por qué pensé que esto iba a ser diferente a lo de Tyler.-

Que se vaya todo a la mierda. Que se vaya a la mierda ella. -¿Así que Tyler es verdadero? ¿Qué más era verdadero, Bella? ¿Nada?-

-Yo… no. Tú no darás vuelta esto a tu favor. ¿Qué pasó con lo de "nunca te engañaría, Bella"?-

No lo había hecho. Y estaría maldito si iba a intentar defenderme de nuevo ante ella. -Supongo que ambos somos mentirosos.-

Hubo un grito ahogado del otro lado de la línea y me sentí mal al escuchar el dolor que había causado en ella, excepto que no sabía quien era ella. Mi Bella no era real.

-Supongo.- Su voz era triste y tenía ganas de reconfortarla, pero no iba a hacerlo. Ella no se merecía eso de mí ahora.

-Parece que no hay más nada que decir. Si vas a la prensa con algo de esto…- Kate la mataría. Y a mi también.

Otra risa. -No tengo intención en hacer nada de eso.-

¿Cómo si pudiera creerle? Ya no importaba. Ella haría lo que quisiera, claramente. -Bien. Diviértete en tu cita, Bella.-

-Diviértete con Jane, Edward.- No se cual de los dos colgó primero, pero lo hicimos. Esto era el fin. Había terminado. ¿Por qué me sentía como la mierda? No había perdido nada. Un espejismo. Una ilusión. Que se había llenado hasta el tope.

-¡MIERDA!- Grité. Tomé la lámpara de mi mesita de noche y la tiré. Eso se sentía bien. Romper algo. Tal vez debería lanzar el puto teléfono de Bella. Ya no lo necesitaría. Levanté mi mano para hacerlo y la puerta se abrió de un golpe.

-¿Edward? ¿Estás bien? ¿Qué mierda está pasando?- Emmet estaba en mi habitación con un arma en la mano. Miraba alrededor frenéticamente.

-¡Nada está pasando!- Le grité. -Todo está putamente bien, ¿no lo notas?-

Él me miró y bajó su arma. -¿Qué diablos te pasa? ¿No hay ningún intruso?-

Bufé. Había una ladrona. Una ladrona de corazones. Bella. Ve a atraparla, Emmet. -No, no hay ningún intruso. Me enojé y lancé la puta lámpara. ¡Y voy a arrojar este puto teléfono y todas las malditas cosas de esta habitación porque se siente bien romper toda esta mierda!-

-Está bien, Eddie. Me estás asustando. ¿Qué diablos sucede?-

-Nada.- Reí y sacudí mi cabeza. -Todo fue una puta mentira, Emmet.-

Él caminó hacia mí, guardando el arma detrás, en sus jeans y quitando el teléfono de mis manos. -¿Qué fue una mentira?-

Tenía que contarle. -Bella. Ella era una mentira. Cancela nuestro viaje a Washington. Eso no sucederá. O puedes decirle que lleve a su cita a la cabaña. Estoy seguro de que la pasarán genial.-

Emmet me miró con recelo. -¿Qué cita? ¿Ella está saliendo con alguien más? ¿Por qué?-

¿Por qué? Porque yo fui ciegamente tonto, por eso. -Porque ella me vio con Jane anoche y cree que soy un cerdo mentiroso como su ex, supongo. Ya no importa.- Mi cabeza dolía. Y mi estómago también. Y tal vez, mi corazón, pero eso era demasiado mal. No puedes tener roto el corazón por algo que nunca tuviste.

-Por supuesto que importa.- Emmet sostuvo mi teléfono. -Llámala y dile que ustedes son amigos. Dile que Jane la llame para que lo confirme. Yo lo confirmaré. Vamos, Edward, no vas a perder a una chica por un simple mal entendido, ¿verdad?-

¿Simple? Esto no tenía nada de simple. -No es sólo Jane, Emmet. Ella sabía quien era yo.-

Él lucía confundido, su ceño fruncido y sus ojos azules entrecerrados. -Okey… ¿eso que quiere decir?-

-Quiere decir que es una maldita fanática acosadora quien descubrió mi usuario de WWF y me buscó.-

Emmet largó una bocanada de aire. -Mierda. ¿De verdad? ¿Cómo diablos lo logró?-

Me encogí de hombros. -¿Por alguna entrevista, supongo? No lo sé. El punto es que me mintió, todo este tiempo.-

Él giró su cabeza. -¿Lo hizo? Quiero decir, tú tampoco le diste muchas explicaciones sobre quien eras. ¿Alguna vez le preguntaste si ella sabía quien eras tú?-

-¿Por qué haría eso, Emmet? ¿Por qué se me vendría a la mente que ella podría ser una fan, quien me quiso buscar y hacer… lo que mierda estaba tratando de hacer?-

-No lo sé, hombre. No te la agarres conmigo. Sólo estoy intentando descubrir todo esto.-

Di vuelta mi almohada. -Buena suerte con eso.-

-Está bien. Así que, te encontró. Ella habló contigo y a ti te gustó. Tú tenías miedo de decirle quien eras y ahora que lo descubriste no tienes razón por estarlo. ¿No es eso algo bueno?-

-¿Quién diablos sabe quien me gusta? Ella probablemente inventó todos los comentarios para impresionar a Edward Cullen. No tengo idea si todo lo que me dijo fue real.-

-Y no tienes idea si no lo es.-Él contestó, intentando sonar razonable y todas esas mierda. Imbécil.

-No importa. Ella mintió. Probablemente se estuvo riendo de mí todo este tiempo, mientras yo le contaba lo de Irina y sobre mi adolescencia nerd y todo lo demás.- El sexo. Dios. ¿Y si había guardado todo y lo iba a explotar? La Bella que conocía no haría nada como eso, pero la Bella que conocía no era real.

Emmet me miró. -Nunca sabrás que era lo real y que no hasta que no hables con ella.-

Sacudí mi cabeza. -Estoy harto de hablar, Em. Ella tiene una cita el sábado a la noche y yo tengo… bueno, lo descubriré. Podemos salir el sábado a la noche.-

Emmet rio. -Sí, ¿quieres conseguirte alguna mujer caliente en un bar, volver a su casa y follarla toda la noche?-

No. No quería. Pero me encogí de hombros. -Tal vez.-

Él se levantó de mi cama y guardó en su bolsillo el celular de Bella. Tal vez lo iba a devolver. De verdad ya no lo necesitaba. -no estás realmente convencido, Edward. No sé a cual de los dos crees que estás engañando.-
Engañando o no, tenía que hacer algo más que tirar mierda, ¿verdad? -Estaré listo para ese entonces.-

Él sonrió. -No estás ni cerca de estar listo. ¿Por qué no vas al gimnasio y trabajas un poco en esa agresión? Traeré unas cervezas y tendremos una noche de hombres esta noche.-

Moler a palos a Alec sonaba divertido, en realidad. El resto, eh, pero él era un buen hermano y yo de seguro no tenía nada mejor que hacer.

-Está bien.- Emmet se detuvo en mi puerta y sonrió. -Todo estará bien, hermanito. Yo me encargaré de ello.-

-¿Siempre protector, Em? De verdad lo aprecio, pero no creo que haya nada que puedas hacer por mí ahora.-

Él murmuró algo y se fue. Me levanté de mi cama, tomé mis llaves y mi verdadero celular. El otro celular no tenía uso, por lo menos no ahora. Mierda.

-Em, no la llames ni nada.-

-¿Qué?- Él caminó hacia el pasillo mientras yo salía de mi habitación.

-Tú tomaste el teléfono de Bella. No la llames ni intentes arreglarlo. No hay arreglo, ¿okey?-

-Oh, sólo lo tomé para ver si podía devolverlo o conseguir un nuevo número o algo.- Sus ojos no tenían malicia, como su sonrisa. No confiaba en él.

-En serio, Em, no quiero que la llames.-

Él levantó su mano derecha. -Lo juro por la ira de mamá que no llamaré a tu chica.-

Le hice una cara mala. -Ella no es mi chica. Y te tomaré la palabra en lo de la ira de mamá.-

Él sonrió.- Deberías. Mamá es aterradora. Ahora lleva tu culo al gimnasio. Golpea a Alec.-

Eso sonaba muy bien. Todavía le debía por haber arruinado mi última chance de tener sexo telefónico. Tal vez debería agradecerle. No es como si una vez más hubiera hecho más daño. Ella ya conocía demasiado.

-Nos vemos más tarde, Em.-

-Claro que sí, Edward.- Él saludó y me dirigí hacia la cochera. Nada como un buen entrenamiento para ordenar mis pensamientos. Necesitaba algo porque mis preguntas estaban volando por mi mente. Por lo menos ahora sabía por qué ella había sido tan paciente, por qué no me había presionado para que le enviara una foto o preguntado por qué no lo había hecho. Ella ya sabía todo. Había estado tan agradecido de que ella no me estaba presionando que nunca me molesté en preguntármelo. Fui un estúpido.

Estacioné en el gimnasio y salí del auto. Alec debería de estar controlándome porque sacó su cabeza fuera de la puerta. -¡Cullen! ¿Volviste por más castigo?-

Asentí. -Tráelo, Alec.-

Su mano me pegó fuertemente en la espalda pero esta vez no me molesté. -Bueno, bueno, veamos que tienes.-

Xoxoxoxo

Emmet había estado en lo cierto. Mi entrenamiento me había ayudado a calmarme, de alguna manera. Mi mente seguía pensando, pero por lo menos no me sentía destructivo. Conduje hasta casa y me detuve en seco cuando vi la belleza que me estaba esperando.

-¡Santa mierda!- Era una Hennessey Venom GT negra esperándome en la puerta. Estacioné el Jag y caminé alrededor. Mi hermano llegó y me sonrió.

-¿Te gusta mi bebé?-

-Es hermosa. ¿Cuándo diablos la conseguiste?-

-La ordené especialmente hace una semana. El soborno la trajo aquí en una semana en vez de cuatro, El dinero habla, hermanito.- El dinero hablaba y ese auto gritaba dinero.

-¿Acaso lo compré?-

Él rio. -No. Esta es toda mía. Tú tendrás que conseguirte la tuya.-

-Déjame conducirla.- Le rogué. ¿Qué mejor manera de quitar a Bella de mi mente que viendo cuán rápido iba este bebé a 200 MPH?

-Cierto. Tal vez haga eso luego del berrinche que hiciste esta mañana. Lo siento, hermano. Podemos conducir mañana. Esta noche, beberemos.-

-¿Lo haremos?- Le pregunté.

-Las cervezas están en la nevera, la carne se está marinando y he conseguido cada película buena de Stallone, Schwarzenegger y Bruce Willis.-

Sonreí por primera vez en el día. -Gracias, Em.-

-¿Para que son los hermanos mayores? Ahora ve a ducharte, No te quiero sudado en mi bebé.- Él la miraba como si fuera una mujer sexy. De alguna manera, ella lo era, y no le mentiría a él como alguna mujer que no debe ser nombrada.

-Ok. Me asearé.-

-Encenderé la barbacoa. Toma una cerveza cuando termines.-

-Lo haré.- Confiaba en que mi hermano cuidaría de mí. Él siempre estaba de mi lado.

Xoxoxoxoxo

-Déjame llamarla Em. Necesito saber si ella salió con él.-

-No, Edward.- Él estaba un poco borroso, pero logré golpear su pecho. Eso le pasaba por ser tan grande.

-Sólo quiero saber si ella ya está con otro tipo. Merezco saber eso.-

-Claro que sí. Excepto que tú dijiste que ya no te importaba.- Él me recordó.

-No me importa. Sólo estoy curioso.- Curioso por saber si otro tipo está tocando su bonito cabello marrón, sintiendo lo suave que es. Apuesto a que es súper suave.

-Eres un mentiroso de mierda.- Él me dijo. -Tiempo de dormir.-

1Cama. Quiero ir a la cama con Bella, Em. Iba a ser tan bueno. Tú ni siquiera sabes lo bueno que hubiéramos sido. Ahora yo tampoco lo sabré. Mierda, esto apesta. ¿Por qué tenía que conocerme? ¿Por qué tengo que ser yo? ¿Por qué no puedo ser Joe Smith?-

-Porque Joe Smith es aburrido. Tú puedes estar con ella, pero eres testarudo.-

-Ella es testaruda. No necesito estar con ella. ¿Sabías eso, Em? Yo no. Hubiera estado bien sólo salir con ella porque yo pensaba que ella era genial. Ella es inteligente, Em. Supongo que eso es probablemente cierto, ¿verdad? Tú no puedes fingir ser inteligente como ella lo es.-

-Estoy seguro que ella es muy inteligente.-Él tomó mi brazo y me ayudó a ponerme de pie.

Ella lo tendría que ser para encontrarme. Tal vez sea una agente de la CIA que hackeó mi sistema.-

-Encuentro eso sumamente difícil.-

-Tú no sabes. Ella podría ser como ese chico de Die Hard 4 que hacía toda esa mierda desde el sótano de su mamá.-

-Es cierto, pero ella es mucho más bonita que ese chico.-

-Ella es guapa.Hermosa. Tan hermosa. Quiero sentir su piel, Em.-

-Eres un pervertido, Eddie.-

Caí en mi cama y lo miré con cara mala. -No es así, Emmet. Sólo quiero tocarla. Sostener su mano. Toda esa mierda romántica. Nunca antes me había importado toda esa mierda romántica. No me acostaría con ella para probarlo.-

-Eso es muy caballeroso de ti, Edward.-

-Yo soy un caballero. ¿Y si no fuera ella? Tal vez me envió una imagen de alguien más. ¿Por qué son todas mentiras, Emmet?-

-Tú no sabes si lo son.-

-No, pero eso parecen.- Enterré mi rostro en la almohada. -Llamémosla.- Ella quería escuchar sobre mí cuando estuviera borracho. Ella lo había dicho.

-Más tarde. Vayamos a dormir.-

-Okey. La extraño. La verdadera ella. No la que pretendía ser.-

-Sé que lo haces. Todo estará bien.-

-Okey. Buenas noches.-

-Buenas noches.-

Mi puerta se cerró y le pegué a mi almohada. -Espero que no estés con ningún perdedor, Bella.- Esa fue mi último pensamiento consciente.

Xoxoxoxo

-¡Despierta, bella durmiente!- Gruñí ante la alegre voz de mi hermano.

-Em, vete.-

-Has estado durmiendo por diez horas. Levanta tu culo perezoso de la cama. Necesitamos revisar el auto.-

¿Auto? El Venom. ¡Sí! Me senté y me reí al mismo tiempo. -Luces como mierda. Ve a ducharte, comeremos y comenzaremos nuestro viaje.-

Eso funcionaba. Hice mi mayor esfuerzo para no pensar en Bella mientras me duchaba. Estaba tan acostumbrado a pensar en ella que me fue difícil, pero lo logré. Al menos no me había excitado. Por supuesto, eso era porque me preguntaba si ella se había acostado con ese imbécil. No era como si mi Bella hiciera eso, pero ya había establecido que no la conocía. Y no me importaba. Así que eso era todo.

Emmet me alcanzó una bolsa de Mc Donald's. -Ve a la cuidad, Eddie.-

Me reí. Él me conocía bien. Cuando tomaba, al día siguiente necesitaba algo grasoso. Comí mis papas fritas y mi Big Mac y me sentí mucho mejor.

-¿Estás listo?-

-Sí, gracias por llevarme contigo, Emmet.-

-No lo hubiera concebido de otra manera.- Entramos a la cochera y nos metimos en el auto. El cuero negro se ajustó a mi culo y el olor a auto nuevo me invadió.

-¡Hagámoslo!- Emmet abrió la cochera y salió a la calle. Condujo tranquilamente por nuestro vecindario. -Iremos por la autopista así puedo estrenarla un poquito más.-

Me reí mientras me colocaba mis gafas de sol. -Tendrás una multa.-

-Conseguiré deshacerme de ella.- Él me dijo con una sonrisa de confianza. Nos metimos en la US 101 y él la llevó a 70 millas por hora. -Iremos por la I-5 y luego estaré pronto para dejarla ir.-

Me encogí de hombros. -El tráfico apestará.-

-Lo manejaré, Eddie.""-

Rápidamente estuvimos en la I-5 dirigiéndonos hacia el norte. Sonreí. -Te dije que el tráfico iba a estar molesto.-

-Aquí abajo, seguro. Aceleraré más cuando estemos más al norte.-

¿Huh? -¿Cuán lejos piensas ir? Tengo entrenamiento con Alec en una hora.-

-No, no lo tienes.- Él se desvió hacia la izquierda y aceleró.

-¿Sí? ¿Tú le dirás que no iré?-

-No, ¿pero que podrá hacer al respecto?- Él me sonrió

-Patear mi culo cuando regrese.-

-Bueno, tendrás un poco de tiempo para prepararte para eso.- Él se rio solo mientras se desvió de nuevo y comenzamos a mezclarnos en el tráfico. Emmet era un conductor talentoso y ni siquiera me puse nervioso cuando se puso entre dos autos a muy poca distancia entre ellos.

-¿Qué quieres decir? ¿A dónde iremos?-

-A Seattle.- Él respondió

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Siento dejaros con la intriga jajajaj y siento la tardanza pero en recompensa dejamos otro capi aúnq no es lo q se esperan jaja un beso y comenten y voten plisss

Capítulo 15: Capítulo 15 Capítulo 17: Em. Pov

 
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