Encuentro Con el Verdadero Amor (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 19/07/2012
Fecha Actualización: 27/07/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 11
Visitas: 42949
Capítulos: 16

 

Bella era una mujer tradicional, ejecutiva, con una vida llena de rutinas, ... la esperanza de ser amada ya no existía... solo que con solo una mirada su existencia cambiaría...

Amigas debo advertirles que esta historia tiene mucho sexo explícito.... 

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Capítulo 6: "Comenzando a vivir"

Era ya de mañana, se veía por la ventana de la habitación era un día hermoso, abrí mis ojos y al sentirlo a mi lado suspiré, lo sentí respirar con tranquilidad, sus piernas estaban entrelazadas con las mías sintiendo su piel cálida, sus brazos me tenían atrapada, me volví muy despacio para no despertarlo y me puse frente a él, comencé a mirarlo detenidamente, nunca me había percatado que tenía muchos vellitos en su cara, eran tan rubios, tan claros que ni veían a simple vista vi tan cerca su rostro que percibí hasta sus poros, me fui hacia sus labios, comencé a besarlos con besitos suaves y delicados, en eso sentí sus piernas que me atrapaban y me acercaban hacia él, yo le ayudé y me acerqué quedando pegaditos como dos piezas juntándose y quedando perfectamente conectados, abrió sus ojos y me saludó.

¿Cómo dormiste mi Bella hermosa?

¡Bien!, pero tengo un leve malestar en mi interior, pero eso es normal, no te preocupes. Les respondí.

Me abrazó tan fuerte y me besó tan dulcemente. -¡Te Amo amor mío!, le dije, no sabes cuan importante es para mí todo lo que vivimos anoche.

Me abrazó nuevamente y sintiendo sus manos subir y bajar por mi espalda le tomé de sus mejillas y le di vuelta, me subí en él, y le besé con pasión.

En ese momento solo quería estar así con él, no quería que llegase el momento de levantarnos y estar desconectado mutuamente, era tan emocionante tenerlo solo para mí, baje las revoluciones, y me levanté como si nada, y le quité la sabana que teníamos encima y me envolví en ella dejándolo como Dios lo trajo al mundo, le contemplé como le había dejado.

Me sonreí, saliendo de mi boca un OPS¡¡ perdón, ¿si quieres vuelvo a mi posición? Diciéndoselo con un coqueteo y malicia. Quería jugar, me fijé que le dio pudor y vi sus mejillas con un color rojizo, se veía tan bello, me estiró la mano para que yo fuese donde él y entre una sonrisa le dije que me viniera a buscar, me dio una sonrisa exquisita y se levantó en el estado que le había dejado, yo le veía venir hacia mí con su cuerpo todo excitado, me tomó entre sus brazos mientras la sabana se cayó al suelo y me llevó a la cama, y me confesó que no sabía que había en mí, pero que cada vez que yo le besaba, su cuerpo reaccionaba y su testosterona subía de nivel, y solo deseaba tenerme, y poseerme…

Fue tan reconfortante escuchar eso, y a la vez me dio un poco de penita, ya que durante todo este tiempo tuvo que aguantar tanto y ya que de alguna forma debo reconocer que mis hormonas me jugaban chueco cada vez que estaba con él. Hacía que mi cuerpo se volviera en una máquina llena de sensaciones nuevas, yo me dejé llevar una vez más y fuimos un solo ser, una y otra vez, no sentíamos agotamiento, era como si tupiésemos energía acumulada, pero nuestros estómago empezaron a pedir comida, él me dejó en la cama y ya era bien tarde, ya era hora de almorzar, él se levantó y se puso un boxer acuadrille y se fue a la cocina, yo me estiré y como flecha me fui al baño hacer mis necesidades biológicas, me lavé y me puse la camisa de mi amado y me fui al encuentro de él, me traía un rico desayuno-almuerzo.

-¡Almuerzo para los dos!- dijo

Había preparado unos panqueques con dulce de leche, un vaso de jugo de naranja y frutas picadas, se veía deliciosa a parte de él, que estaba semi desnudo y podía ver como sus músculos se notaban delineando cada parte de su ser, se sentó en la cama y miró mis ojos y salio de su boca un te amo, y me robó un beso.

Cuando terminamos de comer nos fuimos a la bañera a darnos un baño, nos sumergimos en el agua lleno de espuma, y nos quedamos ahí abrazados.

-¿Edward? ¿no es un sueño esto, verdad? Le dije.

-No amor, esto es real y durará para siempre si tu lo decides, me dijo acariciando mi vientre con sus manos.

Conversamos de lo que habíamos hecho y que ninguno se sentía culpable, todo lo contrario, estábamos tan felices, él por su parte ya quería que en la semana viéramos lo de la iglesia y los del registro civil, y la fecha del matrimonio, él quería hacer todo lo antes posible, ya que no quería estar sin mí una noche más, yo le besé y le respondí que teníamos que ir todo a su tiempo, y que todo lo haríamos pero que no fuera tan impaciente.

Era maravilloso estar en la bañera junto a él, me lavo entera como si fuese un bebé bañado por la mamá, sentía por todas partes sus manos con la esponja, recorriendo todo, después seguí con él, pero mis hormonas me jugaban chueco cada vez que estaban con él, despertaban y me dejaba llevar, sentía como su cuerpo reaccionaba a mis caricias debajo del agua, él me estaba dejando hacerle todo, yo osadamente me atreví a ser más directa, mirándole a los ojos, me dio una sonrisa, moviendo su cabeza como diciendo ¿que traviesa me saliste?, me besó y me tomó y me acomodó entre sus piernas y terminamos nuestro baño y nos fuimos a la ducha para sacarnos el jabón, al salir de la bañera me percaté lo excitado que estaba y me balanceé a él y nos metimos a la ducha fue rápido, y sin bajarme de él nos enjuagamos y enseguida me llevó a la cama así de mojados, y empezamos a amarnos una vez más. Cada vez era mas extraordinario me hacía sentir cosas nuevas cada vez lo hacíamos, era un experto, un dios en lo más íntimo.

Nos vestimos y vimos la cama toda mojada, nos reímos con ganas, ¿parece que hoy tendré que dormir en tu cama? me dijo -y parece que tendremos que hacerlo hasta que se seque-, le abracé y le besé, todo el tiempo que sea necesario estarás en mi cama, además será nuestra pre-luna de miel, nos dimos un beso esquimal con nuestra narices.

-me pregunta ¿mañana almorzamos juntos?

-Mi hora de colación es súper corta mi amor, no creo que podamos le dije, entonces nos tendremos que ver solo en la noche, si, bueno, no nos queda otra, será un día largo, muy largo…

Llegamos a mi departamento y comencé a preparar la cena, ya que habían pasado varias horas, mientras tanto Edward encendió la televisión y comenzó a ver un documental, veía el mismo canal que yo, me reí por la coincidencia y me alegré ya que teníamos algo en común, bueno habían muchas cosas que teníamos en común, pero eso ya era algo más y me gustaba saberlo, ya terminada la cena, fui donde estaba el, me senté a su lado en el sofá y comenzó a explicarme algunas cosas de su profesión. Era fascinante verle escuchar como me explicaba todo, él vibraba con lo que sabía hacer, y vi en sus ojitos la añoranza que tenía por estar en la tierra excavando y descubriendo cosas, no lo hacía desde que había quedado viudo, después solo se dedicó y viajar por el mundo descubriendo y estudiando cosas, hasta que llegó donde mi, y eso era lo importante, pero me quedé preocupada por su anhelo y el deseo de estudiar los bosques de Fork y que de alguna manera yo podría distraerle en su misión.

Estando junto a Edward en el sofá estaba tan reconfortante junto a él, que fue tan cálido que me relajé tanto y me quedé dormida en sus brazos. Él apago la televisión y nos olvidamos de cenar, me tomó en sus brazos y me llevó a la cama. Me sacó la ropa y me puso mi pijama y me tapó con las tapa de la cama, él como un dueño de casa, fue apagar las luces de la sala y se desvistió y se metió debajo de las tapas y me llevó a su lado y nos quedamos ahí hasta el amanecer, cuando desperté y le vi a mi lado, estábamos cansados por tanta acción del fin de semana, pensando eso, me salió una risa y él despertó, y me abrazó.

-¿Qué hora es amor? ya casi las 7:00, debemos levantarnos para desayunar e ir a nuestro trabajo, si pero antes quiero estar unos minutos con mi futura esposa, ¿puedo? Me dijo.

-Sonreí y le besé, me abrazó -Te amo-, lo sé yo también Te amo.

Nos quedamos juntitos ahí sintiendo que nuestras palabras eran sinceras y honestas de parte de los dos. Nos levantamos después de algunos minutos y nos alistamos para ir al trabajo. Él me llevó al trabajo en su carro, despidiéndonos con un beso fogoso.

-dijimos, - te veo mas tarde amor, ok, - me dijo.

-piensa en mí, no mires a nadie ok– le dije

-ok mi reina, mis ojos son solo para ti- me respondió, nos volvimos a besar y me bajé del carro y él se fue.

Fue un día distinto, me sentía distinta, me sentía llena, completa, viva, con la sensación de felicidad. Sí, me sentía feliz, me sentía una mujer enamorada.

Capítulo 5: "Primera vez" Capítulo 7: "Sorpresa"

 
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