Encuentro Con el Verdadero Amor (+18)

Autor: AtalCullen
Género: + 18
Fecha Creación: 19/07/2012
Fecha Actualización: 27/07/2012
Finalizado: SI
Votos: 6
Comentarios: 11
Visitas: 42957
Capítulos: 16

 

Bella era una mujer tradicional, ejecutiva, con una vida llena de rutinas, ... la esperanza de ser amada ya no existía... solo que con solo una mirada su existencia cambiaría...

Amigas debo advertirles que esta historia tiene mucho sexo explícito.... 

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Capítulo 12: "Sospechas"

Al despertar la mañana siguiente, después de haber tenido un reencuentro con mi tesoro más grande, vi como los rayos del sol aparecían, estaba entre los brazos de Edward, me di cuenta que ya estaba despierto, sus piernas arroyaron las mías como si fuese su prisionera.

-Bueno días amor - me saludo casi susurrando.

-hola- le respondí.

-¿cómo está mi reina?- me preguntó.

–bien, un poco deseosa aún. Me reí entre dientes.

-mmm que casualidad mi vida, yo también amanecí igual a ti- me dijo con picardía en su voz.

Sus manos estaban acariciando el borde de unos de mis pecho, y el otro lo tenía debajo de mi cabeza, me di cuenta de lo que vendría, así que me di vuelta para mirarle y ahí estaba el rostro de mi esposo.

Era tan bello,… comencé a tocarle con las yemas de los dedos sus cejas, sus párpados, su nariz, su mandíbula inferior hasta llegar al borde de sus delicados labios que me llamaban para ser devorados por los míos.

En ese momento me tomó de mi cintura y me acercó a él, sentí inmediatamente su bulto que daba la señal que ya estaba excitado.

-¿Amor?- le dije. -Edward solo murmuro.

- tengo ganas de ir al baño antes, ¿me esperas?- Le mire mordiéndome los labios.

- déjame pensar…bueno, no te demores, no puedo esperar mucho- dándome con una sonrisa de esa que me degustaba.

Me levanté y sin ponerme nada me fui al baño, estaba con mi vejiga llena, me percaté que estaba en el mismo estado que mi esposo, mojada, ya estaba preparada para que me tuviera entre sus brazos y estuviera poseyéndome, no me demoré nada y ahí estaba, echado en la cama solo con la sábana tapándose desde la cintura hasta los pies, di una leve carcajada al verle su bulto que estaba tan empinada como una montaña.

Edward estiró la mano para indicarme que me acercara y yo se lo negué con mi cabeza, él se rió al ver lo que yo quería.

-¡ven a buscarme!…- me senté en una de las sillas de la habitación y esperé que él viniera donde mi- él obedientemente salió del cama, me fascinaba verle así con su cuerpo todo excitado por el fuego que le inundaba cada vez que estábamos deseosos, al verle venir a mi, me tomo de los brazos y me abracé a él con mis manos al cuello y subí mis piernas a su cadera, el se sentó en la silla y me puso encima de él- nunca habíamos tenido relaciones así, así que fue nuevo para mí. Al estar montada sobre él, di un gemir que le llamó la atención.

-¿Amor? ¿Estas bien?- perfecto le conteste.

-¿te gusta así?– preguntó.

Edward…yo me movía con suavidad ya que así sentí como su miembro tocaba el inicio de mi útero y era una sensación de un placer exquisito- Ed..wa…rd gemí tan fuerte su nombre que empecé a galopar cada vez más rápido, el placer que me brindaba esa pose no la podía explicar, el trabajo era mayor por mi parte, pero mi esposo aprovechaba de acariciarme mis pechos erectos.

-¿amor date la vuelta? Me suplicó.

Yo sin querer salir de esa posición, le obedecí fue como darme vuelta en un eje que esta en el centro de mi ser y me puse de espalda sobre él le pregunte - ¿así? Pregunté.

Sin dejar de mover mis caderas y mi pelvis para arriba y abajo y en forma circular como una jinete profesional, embestía con más ímpetu.

-¡¡Así mi amor!! Así…

Edward llevó la mano izquierda a uno de mis pechos para apretar el pezón con sutileza y delicadeza y la otra mano la llevó encima de mi clítoris para darme más placer. Me sentía como una pluma, mi cuerpo flotaba de tanto placer.

Yo seguía cabalgando cada vez mas rápido al mismo ritmo que los dedos de Edward acariciaba mi centro, él solo repetía y repetía mi nombre y entre gemidos y el suyo- ya estábamos a punto de acabar cuando Edward me levanta de la silla y me toma en los brazos y me lleva a la cama, yo estaba caliente, mi cuerpo sudaba, me besó en mis labios y bajo con su legua sobre mi piel , yo jadeaba de tanta emoción, solo llegó sus labios hasta el comienzo de mi pelvis sin seguir adelante se puso encima de mi, me beso con locura y me penetró otra vez- ahora él era el que la llevaba y el que me haría estallar, yo solo le repetía más- más-_más¡¡¡¡¡ a cabo de unos minutos acabamos una vez más, esta vez había sido diferente, y muy especial, habíamos experimentado algo distinto , intenso, placentero, glorioso, …yo sin pensarlo sin que saliera de mí, lo bese.

-le dije- ¿amor? ¡Cada vez es mejor!- él con ternura me besó y me abrazó.

El despertar a su lado había sido Glorioso, mi cuerpo experimentó algo que no podía explicar, cada vez nuestros encuentros eran más perfectos.

Pasaron algunas semanas y para decir algo cada día era como recuperar los meses que solo podíamos desearnos, sin poder hacer nada.

Un día ya era día viernes, estaba en el trabajo por la tarde casi terminado la jornada, cuando se me movió todo a mi alrededor, me asusté y me senté, pensé en ese momento que era un temblor sin ruido, pero me equivoqué era un mareo.

Al darme cuenta que no era lo que yo pensaba y que me había mareado, me quedé ahí en mi asiento por algunos minutos, al recuperarme me levanté y fui a timbrar la tarjeta de salida cuando me vino otro y esta vez casi me caigo, sino hubiera sido por Roberto que estaba a mi lado, me caigo bien feo. Roberto me tomó de la cintura y me agarró para no tumbarme en el piso. Le quedé mirando al verle frente a mi rostro.

-¿Robert? Gracias, pero ya estoy bien.

Me levanté y ya en pie, me percaté del rostro de mi colega.

-¿qué? ¿Por qué me miras así? Le dije.

-no, nada Bella, solo es que debes ver médico, no es normal estos desmayos, me dijo Roberto.

-Sí, lo haré, ya me han venido algunos muy seguidos, le dije.

- ¿no será que estas en cinta?, me dijo levantando la ceja.

- ¡¿no?¡ imposible, llevo muy poco de operada, así que imposible, le dije con certeza.

Me repuse y salí del edificio con un dolor de cabeza, allí estaba él, mi adonis personal esperando dentro el carro, estaba con los ojos serrados, se veía cansado, me sonreí ya que vino a mi mente todo la actividad que hemos tenido en estas semanas, no habíamos parado ningún día, estábamos recuperando el tiempo sin amarnos completamente. Él no se percató que ya estaba dentro del auto hasta cuando cerré la puerta y le besé en su mejilla. Saltó de la sorpresa y me quedó mirando asombrado.

-Perdón amor, no quise asustarte, te vea cansado- le dije.

-¡a no! Cómo no lo voy a estar si no puedo aguantarme de tener en mis brazos a mi mujer-

dijo con picardía.

-hoy tendremos que descansar, ¿ok?, yo también estoy cansada, además parece que me vendrá el período ya que me ha dolido mucho la cabeza en el día de hoy, le dije sin mencionar los mareos.

Nos fuimos abrazados en el carro, sin decir nada, solo sintiendo su corazón en mi oído, sabiendo que estaba en los brazos de mi amado y que esa noche solo seríamos una pareja de enamorados.

 

Capítulo 11: "De nuevo, un solo ser" Capítulo 13: "Confirmación"

 
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