Honbatz informando: ¡ aun sigo viva !, no os preocupeis chicas jajajajajajja, ok, ya lo sé, he tardado un siglo en volver...... se que no es excusa... pero estaba en otras cosas como observar las elecciones aqui en Mexico, y bueno tuve que aprovechar y disfrutar un dia sin trafico :p por falta de gasolina!!! yuju, supongo que green peace y otras ONG en pro del cuidado de la naturaleza, estan felices por este  efecto  del paro del sindicato de profesores en algunos estados, lastima que no duró mucho, tenia la ilusion de pasar unos dias con un ambiente al estilo "the walking dead"..... pero no todo es felicidad en esta vida ¿no?

Ok dejando de lado mi parloteo, no las entretengo más ............ a leer se ha dicho :) 

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Pov Bella:

Después de un profundo y reparador sueño decidí salir de la cama, me cepille los dientes y el cabello, enseguida bajé a la cocina a prestarle ayuda a  Mackenna nuestra cocinera.

-Buenos días  Mackenna – salude apenas entre a la cocina

-Buenos días mi niña, tan madrugadora como siempre – respondió a mi saludo con una sonrisa.

-¿en qué le puedo ayudar?

-bueno hija, estaba pensando en hacer unos deliciosos omelettes, acompañado de jugo de arándanos y café ¿qué opinas?

-Delicioso, me encargare de batir huevos, del  jugo de arándanos y café y usted hace el resto – complete con una sonrisa

El tiempo pasó volando, mientras cada una hacia la parte que le correspondía, ya casi estaba todo listo cuando mama hizo acto de presencia.

-Buenos días – saludo alegremente – huele delicioso ¿Qué hay de desayunar?

-omelette y jugo de arándanos mami – dije como niña pequeña

-magnifico, yo quiero – dijo mama e intento meterle mano a la comida, sin embargo Mackenna le dio un manotazo

-no señora René, no toque los alimentos que con tanto esmero hemos preparado Bella y yo, espere hasta la hora del  desayuno  – dijo Mackenna seriamente

-No es justo – dijo haciendo puchero, como les dije anteriormente, mama en ocasiones se comporta como niña de 5 años, pero aun así la adoro.

- Sí, ya sé que no es justo señora René, pero, oh, horror, la vida no es justa – comento Mackenna riendo.

- oh, Mackenna, de no ser porque cocinas delicioso, ya te habría delatado con mi Charlie por la forma tan deplorable en la que me tratas – aseguró René fingiendo aflicción

- Bueno señora de hacerlo, dudo que el señor Charlie me despida, a él le encanta todos mis platillos

- Pero mi amada esposa tampoco se queda atrás Mackenna – habló Charlie apareciendo repentinamente en la cocina -  esto se ve delicioso –  al igual que mama Charlie intento probar los omelettes ganándose un manotazo y una mirada reprobatoria de nuestra cocinera.

- ¡Oye! No seas tacaña Mackenna, solo quería asegurarme que todo es  tan  delicioso como aparenta.

- Podrá asegurarse todo lo que quiera…… en el desayuno señor

-ok, basta de discutir – interrumpí a los tres – solo falta poner la mesa y podremos desayunar.

-Bien – dijo mamá – de eso nos encargaremos tu papá y yo

El desayuno fue ameno, hablamos de nuestros planes para el día de hoy,  Charlie trabajaría hasta tarde en la empresa al igual que mamá, pues hoy era la fiesta de aniversario de los Sheridan, por mi parte, los viernes mi  turno en el club finalizaba a las 12:00 pm, una vez terminamos de desayunar volví a subir a mi habitación, hoy no asistiría al instituto, sin embargo debía estudiar, pues se aproximaban los exámenes finales, si deseaba tener libre el verano así como una beca académica en la universidad era necesario pasar dichos exámenes…. Las horas comenzaron a pasar sin darme cuenta de ello, hasta que Mackenna entró a mi habitación con una bandeja de comida.

-Señorita Bella le he traído la comida,  como no le gusta comer sola, imaginé que preferiría comer aquí en su habitación.

-gracias Mackenna, siempre tan considerada conmigo, pero le he dicho que no me llame “señorita Bella, con Bella basta, no me gustan los formalismos con personas cercanas a mi”

-de acuerdo pequeña  y  no es nada niña, volveré mas tarde a recoger todo,  además tiene el tiempo  justo para comer y alistarte para el trabajo.

-Tiene razón – dije mirando el reloj sobre la mesita de noche – estaba tan concentrada que no me di cuenta del tiempo transcurrido.

-Comprendo, entonces me retiro Bella, el joven Tyler no tardara en venir a recogerla.

-No, hoy no vendrá, está en reunión familiar, supongo que tomare algún taxi o autobús. …..

-¡Por supuesto que no!, además para que se tiene chofer y 3 autos si no es para usarlos, inmediatamente avisare a Charles para que la lleve.

-Pero ¿no parecerá raro? Quiero decir, trabajo como camarera, se supone que apenas debe alcanzarme el sueldo, no quiero ser motivo de cotilleo en el trabajo;  sabes que me gusta pasar lo mas desapercibida posible.

- ¿Qué hay con los señores Swan?, ellos no estarán de acuerdo, por otra parte si no desea ir al trabajo con chofer, puede avisar a la señorita Denali, seguramente ella vendrá a recogerla encantada.

-Tienes razón Mackenna, en este instante la llamo, gracias por la sugerencia – sin esperar respuesta tome el celular, marque el numero de Kate, sin embrago nadie respondió, volví  a marcar por segunda vez pero el resultado no fue distinto,  extrañada y algo preocupada decidí  llamar directamente a su casa, espere 2 tonos cuando atendieron la llamada.

- Buenas tardes, casa de la familia Denali, ¿en qué puedo ayudarle?

-Buenas tardes Shara, ¿se encuentra Kate?

-Hola señorita Bella, no,  por el momento no está, ha acudido con el  médico, al parecer ha pescado un resfriado.

-Oh, supongo que no irá a trabajar hoy entonces.

-Seguramente señorita, ¿desea dejarle algún mensaje?

-Solo dile que llame, y que deseo se recupere pronto.

-De acuerdo señorita, le daré su mensaje

-Gracias Shara, hasta pronto.

-Adiós  señorita Bella.

Colgué algo desanimada, al estar Kate enferma me vería en la situación de ir con  Charles, el chofer al trabajo, solo esperaba que nadie me viera llegar, ya suficiente tenia con que las demás camareras supusieran que era la amiga con beneficios  de Tyler, no era que me molestara esa suposición, después de todo solo era eso: una suposición lejana a la verdad, pero en realidad prefería trabajar tranquilamente sin miradas curiosas o debería decir miradas envidiosas sobre mi persona,  eso lo odiaba a sobremanera.

El tiempo paso en un abrir y cerrar de ojos, después de ducharme y alistarme para el trabajo, me puse una blusa sin mangas blanca y una falda negra que me llegaba hasta las rodillas, baje al salón, donde me esperaban unos sonrientes Mackenna y Charles.

-Buenas tardes – saludo Charles – a donde la llevo señorita

-Hola Charles, bueno… necesito ir al trabajo – respondí sonriente, Charles asintió.

-Nos vemos después señora Mackenna – dije, sabía que no era fan de ser llamada  “señora”, especialmente en público.

-Hasta entonces bella damisela  Swan – respondió con una sonrisa irónica, ella me conocía bien.

-“Touche” Mackenna, ya entendí el mensaje – respondí sonriendo.

Salí de casa en un Audi A7 Sportback color azul eléctrico, mientras nos dirigíamos al club trataba de planear alguna forma de pasar desapercibida con este auto tan llamativo….

A medida que nos acercábamos, me rendí, sería imposible a menos que Charles me dejara unas cuadras antes, lo cual obviamente no haría, finalmente llegamos…. tal era mi suerte que justamente en la entrada se encontraba Jessica conocida como Lady cotilla, resoplé y decidí bajar del auto  ignorándola, me despedí de Charles, acordando que vendría a recogerme al final de mi turno,  entré a la cafetería pasando por su lado, como era de esperarse no pudo evitar un comentario mordaz.

-Así que ahora  Tyler ha puesto a tu disposición un auto con chofer, quien fuera tu Isabella, me pregunto ¿Qué derechos le has concedido esta vez entre sabanas?

-Ninguno que desconozcas, simplemente me esmero en  complacerlo  Jessica,  ya sabes, debo mantenerlo contento y satisfecho  para evitar que ciertas víboras me arrebaten su atención – respondí con ironía

-Pues no te está resultando muy bien que digamos querida, hace unos días atrás le vi acompañado de una deslumbrante mujer – continuo utilizando su viperina lengua

-No me importa – dije encogiéndome de hombros – porque al final, la favorita soy yo, siempre regresa a mí, como acabas de comprobar ahora tengo auto y chofer a mi disposición gracias a Tyler, el es tan lindo y no quiere verme viajando en transportes públicos…. querida – continúe con una sonrisa burlona

-No me sorprendería que pronto dejes de trabajar en el club, para convertirte en la querida oficial de Tyler.

-Efectivamente Jessica, tampoco te sorprendas cuando me convierta en la dueña de todo esto – agregue señalando ambos edificios frente a nosotras, eran el club y la cafetería – ten por seguro que varias cabezas rodaran entonces – dije mirándola, ella palideció por unos segundos antes de recuperarse

-Hasta entonces, no tienes control sobre nada  y no te ilusiones mucho Isabella, Tyler puede encontrar a otra mujer mucho más atractiva, sensual y complaciente

-Y ¿Quién sería? ¿Tu? Por favor Jessica, Tyler apenas  te dirige la palabra, cuando lo hace es con un objetivo meramente laboral,  ¿Realmente crees que puedes competir conmigo por Tyler?

-No es necesario competir, porque algún día,  sospecho que pronto, Tyler se cansará de ti, entonces dirás adiós a tus lujos.

-Cuando dicha situación se presente, estaré preparada para retenerlo a mi lado, a la fuerza si es necesario.

-No me digas que planeas quedar embarazada a propósito, eso sería estúpido,  Tyler te quitará al niño… claro si es que resulta ser suyo

-Tyler no hará tal cosa además ¿Quién dice que no estoy embarazada ya? Estoy segura que Tyler será un marido devoto y un padre estupendo.

Los ojos de Lady cotilla se dilataron por la sorpresa e inmediatamente dirigió una mirada hacia mi vientre plano, sentí un enorme deseo de reír a carcajadas, si tan solo su retorcida mente dejara de crear situaciones absurdas y fuera más observadora se daría cuenta que entre Tyler y yo no existe ningún romance. En fin tampoco la sacaría de la duda, que creyera lo que le viniera en gana, se lo merecía por entrometida.

Sin más avancé al interior de la cafetería rumbo al área de los vestidores destinados al personal, la habitación estaba equipado con productos de primera necesidad, además de baños,  duchas, lavabo, un gran espejo de cuerpo completo  y  4 vestidores individuales, cambie únicamente la blusa blanca por una azul, mangas cortas, con cuello en v, estilo oriental, al salir observe mi reflejo en el espejo, todo estaba bien, me acerque a mi casillero donde guarde mis cosas y me coloque la placa con mi nombre “Marie” se preguntaran porque no utilizo Isabella,  simple: 1.- porque es muy largo, 2.- No me gusta ser llamada Isabella prefiero Bella, pero eso es solo para las personas cercanas a mí, así que solo queda libre mi segundo nombre, es corto y suena bien.

Salí de los vestidores, dirigiéndome al club por el pasillo que conectaba la cafetería con el club, esta semana me tocaba el club, la siguiente estaría en la cafetería, en fin me dispuse a trabajar pero no me paso desapercibida las miradas curiosas, obviamente Jessica abrió la boca, suspiré e impedí que aquello me perturbara.

Las cuatro primeras horas pasaron normalmente, al cabo de este tiempo tome un descanso en los comedores, donde  ingerí  2 barras de cereal, y algo de frutos secos en compañía de Sue, una vez finalizado el tiempo de descanso, me levanté de la mesa y me preparé para la segunda parte de mi turno, eran prácticamente las 9:00 pm e iba saliendo del área de vestidores cuando lo vi…

De pie en la entrada de la cafetería estaba  un hombre que debía medir entre un metro ochenta o un metro noventa, con sus anchos hombros, caderas estrechas y largas y poderosas piernas, poseía el físico de un atleta. Desde la cabeza cobriza y orgullosa hasta las suelas de sus zapatos, tenía los ojos verdes, tan verdes como relucientes esmeraldas, el cabello color bronce, alborotado que le daba un aire sexy y de misterio; nariz recta, unos labios que invitaban a ser besados y unas cejas pobladas que enmarcaban perfectamente su penetrante mirada, las pestañas tan largas que parecían unas alas cobrizas, mandíbula fuerte y varonil, era, para cualquier mujer con ojos en la cara, un hombre espectacular… una imagen irreal.

Junto a él se encontraba otro hombre casi tan alto como él, cabello negro y ondulado, ojos azul cobalto y curiosos, de porte regio, también de cuerpo atlético aunque un poco más delgado que el dios griego, ambos hombres podrían describirse en tres palabras: fuertes, imponentes, y apuestos.

Observe como ambos miraban alrededor, buscando alguna mesa, sentí cierta desesperanza al saber que se quedarían en la cafetería, agite la cabeza y decidí dirigirme al club, donde reanude mi labor, la noche marchaba adecuadamente, de cuando en cuando me preguntaba si aquel dios helénico aun seguía en la cafetería… cuando estaba atendiendo la quinta mesa oí a Sam dirigirse a mí mientras Jessica paso a mi lado, estaba que echaba chispas.

-Marie, ven por favor y atiende a los caballeros – levante la vista enfocándola a la mesa que atendería, prácticamente me da un paro cardiaco, no podía creer lo que mis ojos veían, el dios griego y su amigo estaban ahí, antes de avanzar a la mesa tome un par de respiraciones profundas para tranquilizar el revuelo desatado en mi corazón, estomago y cabeza, una vez conseguí serenarme lo suficiente, me dispuse a avanzar hacia ellos, al llegar a la mesa, note que aquel adonis estaba centrada en el celular, su amigo observaba la pista, decidí hacerme notar.

-Buenas noches caballeros, tomare sus pedidos esta noche  ¿desean ordenar algo inmediatamente  o prefieren ver la lista de bebidas antes? - sintiéndome feliz de que mi voz sonara formal.

Cuando ambos hombres enfocaron la vista en mí, me perdí en unos profundos pozos color esmeralda, los más hermosos que había visto hasta entonces, el de cabello oscuro respondió primero.

- Quiero un coctel tropical, por favor – aparté los ojos de mala gana para anotar el pedido, una vez finalice, dirigí toda la atención al cobrizo - Usted señor ¿Qué desea pedir?

-A ti – dijo sonriendo de lado, estuve a punto de atragantarme por su osadía, porque aquellas palabras significaban que le atraía aunque fuese un poco, con un gran esfuerzo conseguí no sonrojarme furiosamente, eso habría sido vergonzoso e  intente con toda la calma posible responder, rezando por no poner en evidencia lo mucho que me había afectado su sola  presencia.

-Lo siento señor, no estoy en el repertorio de bebidas o alimentos, ¿desea alguna otra cosa? – bien Isabella, lo has conseguido me felicite a mí misma.

Al parecer mi respuesta y tono no le agradó, porque inmediatamente se torno serio y sin dirigirme la mirada dijo secamente -Entonces pediré un café cortado.

“Bravo Isabella, lo echaste a perder con tu gazmoñería” – acuso mi conciencia

“¿Qué? Pero si solo trataba de no parecer desesperada ante él” – me defendí

“pues adiós a la oportunidad con este pedazo de hombre tan apuesto, mejor trae sus bebidas” – continuo

Asentí mentalmente - Enseguida se los traigo – rápidamente fui a la barra, ahí estaba Diego, le pedí el coctel tropical, enseguida me dirigí a la cafetería donde pedí el café cortado a Jeanice, una vez los tuve en una bandeja, volví a la mesa aun extrañada por la actitud melosa y después cortante de aquel hermoso hombre, deposite  sus respectivos pedidos con mucho cuidado pues estaba nerviosa, especialmente porque sentía la mirada de mi adonis personal sobre mí, generalmente cuando estaba nerviosa solía ser torpe en demasía, suspire aliviada cuando termine tan difícil labor sin cometer un solo descuido, inmediatamente giré sobre mis talones alejándome, no sin antes seguir el protocolo y decirles  que disfrutaran sus bebidas.

Continúe atendiendo otras mesas, después de algunos minutos me dirigí a la barra.

-¿Cómo va la noche Bells? – pregunto Diego

-¡Chist!, recuerda que soy Marie

-Ok, disculpa pequeña – dijo con una sonrisa – pero aun no has respondido a mi pregunta

-Bueno, todo va bien por el momento – sonreí

-Me parece bien Bel.. digo Marie, por cierto creo que te necesitan en aquella mesa

Dirigí la mirada hacia el sitio  indicado por Diego, era la mesa del Adonis, los nervios volvieron pero trate de tranquilizarme, al llegar junto a su mesa pregunte:

- ¿desea pedir algo más?

-Quiero 3 cosas: tu nombre, dirección y número telefónico, nena – respondió con una sonrisa ¿arrogante? Mientras su compañero reía entre dientes, tenía la sensación de ser objeto de un chiste incomprensible, lo cual me disgustó, así que contraataqué

-Lamento informarle que no contamos con esas bebidas o bocadillos  en nuestro repertorio – dije  irónicamente

-Vamos linda, sabes a lo que me refiero – volvió a decir con un tono sugerente,

-Mi nombre, como puede comprobar en la placa del uniforme es Marie, en cuanto a dirección y número telefónico, no es de su incumbencia, si no desea nada mas, continuare atendiendo otras mesas – suspiré inaudiblemente

 -No es necesario tanta reticencia linda, mejor tráenos 2 porciones de algún pastelillo…. Para saborear, elije el que más te guste – definitivamente esto no me agradaba ni una pizca, su tono y gestos eran… descarados, sin embargo  pase por alto su osadía y fui a la cocina por los pastelillos una vez volví coloque una porción frente a él.

-Aquí tiene – dije, y antes de servirle el pastelillo a su amigo, me sujetó de la muñeca

-Siéntate conmigo – dijo autoritariamente – la otra porción es para ti…. mi amigo aquí presente odia los pastelillos – pero ¿Qué ocurría a este tipo? de adulador a tirano, algo totalmente opuesto a la primera impresión que tuve de él....

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hasta aqui el capitulo :p tengo que hacerles una confesion: soy mala, pesima para cumplir promesas jejejejje, asi que en esta ocasion no les prometo una  actualizacion en los proximos dias, pero si durante el mes XD jejeejejjeje 

ok, bajen esos objetos con los cuales piensan golpearme hasta hacerme puré, les tengo una noticia que les alegrará, el siguiente capitulo está casi listo, solo falta unos detalles, porque en realidad me cuesta escribir el pov Bella.

pero todo sea por ustedes hermosas lectoras y guapos lectores (en caso de existir uno o algunos por ahi)

y.... eso es todo :)