Esperando por tí / El tiempo y tu recuerdo

Autor: Honbatz
Género: General
Fecha Creación: 05/05/2015
Fecha Actualización: 19/06/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 28166
Capítulos: 23

¿Qué pasa si por complacer a los demás, lastimas a la persona que amas?

Pero sobre todo ¿Qué pasa si no  puedes disculparte a tiempo?

Esta es la historia de Edward Cullen (príncipe de Masen) y Bella Swan…. Después de comprometerse ambos viajan a Masen con el objetivo de preparar la boda real, pero a pocos días de casarse,  Edward desiste creyendo que era lo mejor para el reino de Masen y se compromete con otra…….. ¿Cómo tomará Bella este cambio de planes?...

 

 No se pierdan esta historia y recuerden “cuidado con lo que se desea…….. Porque puede volverse realidad…… y el resultado podría no ser el esperado”

 

Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, algunos de ellos yo los invente. La historia es de mi autoría.

 

Di no al plagio ;)

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Este es mi primer fic, al fin lo publico despues de jugar con los petalos de una flor a "subo el fic o no lo subo" (jejejeje) finalmente me decidi,  ojala lo disfruten.

 

 

PD. agradecimientos a...... Sasha_amane camarera chocoaventurera, sus fics y consejos / tips  me han ayudado e inspirado , (especialmente "la camarera", pero las otras historias no tienen nada que envidiarle a la camarera pues tambien  son interesantes y antes de salirme por la tangente jajaja les invito a que se pasen por alguna de las historias de esta autora, no se arrepentiran)  

 

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Capítulo 11: Venganza (parte I)

Bella POV:

Hoy era sábado, parecía normal como cualquier otro sábado, excepto por el amargo recuerdo de aquel petulante, suspiré puesto que el día no iniciaba como esperaba, pronto descubriría que este sería un pésimo día. Poco después de desayunar recibí una llamada de Tyler invitándome a comer, no era necesario contar con poderes especiales para augurar el tema del cual quería hablar.

El día transcurría normalmente, comencé a estudiar y hacer tiempo antes de la llegada de Tyler, sin embargo era imposible concentrarse, en mi mente venia una y otra vez aquellas orbes esmeralda y la sonrisa ladeada, una sonrisa que le robaría el aliento a cualquiera que…

"basta Isabella" – me regañe mentalmente

Pero fue en vano, finalmente desistí e intenté llamar a Kate, respondió al tercer tono.

-Hola, Bella – respondió con una voz con sonidos nasales a causa del resfriado, era extraño oírla hablar así e incluso sentí el impulso de reír a carcajadas, pero eso la ofendería y terminaría por colgarme, así que me contuve.

- Hola Kate, ¿Cómo te sientes?

- ¡Agh, terrible! Tengo un dolor inhumano en la garganta especialmente cuando intento comer algo, o tragar saliva y la congestión nasal no está mejor….. es insoportable …..

- Comprendo, supongo tampoco puedes hablar por mucho – intenté esconder el tono de decepción.

- Efectivamente, ¿Por qué? No me digas que sucedió algo interesante en Twilight justamente ayer….

- No, en realidad no ocurrió nada que valga la pena mencionar.

- Nada que valga la pena ¿eh? …. (cof, cof)…. Tendrás que contarme Bella - suspiré, me había delatado con la última frase, quise darme de topes por no mantener la boca cerrada.

- Oh de acuerdo, pero solo hasta que mejores

- Genial, nos vemos el lunes en el instituto, te aseguro que para entonces estaré recuperada – la imaginé sonriendo, con tal de enterarse de algo nuevo era capaz de saltar de la cama en este instante y correr un maratón hacia mi casa con dolor de garganta y todo. Negué con la cabeza, Kate estaba tan loca como yo, no lo niego también tengo mis momentos. Aun así no quería contarle lo sucedido el fin de semana, pero no había de otra.

Después de aquello me tumbe en la cama rememorando las hazañas cometidas durante mi vida en compañía de uno u otro amigo, aunque generalmente mi socio en maldades era Tyler, a quien siempre castigaban cuando alguna broma salía mal.

Estaba dormitando cuando Alistair vino a indicarme que Tyler esperaba en el salón, rápidamente baje, al llegar él volteo con una sonrisa en su rostro, sonreí también, acto seguido salimos de casa, me llevó a una pizzería, una vez el mesero tomo nuestros pedidos, Tyler adopto una expresión adusta.

-Bien, Bella, supongo que a estas alturas sospechas del motivo de esta salida – asentí y el prosiguió – hoy por la mañana cuando recibí la llamada de Sam, no me lo podía creer.

- Créelo

- ¿Por qué Bella?

- Sam te ha puesto al corriente, no veo motivo para continuar con este interrogatorio – concluí a la defensiva, si tenía planeado despedirme, bien podría ahorrarse el sermón.

- Eh, tranquila Bells, solo quiero que tú me expliques la situación, además Sam solo se limitó a decir que te fuiste muy alterada después de que él te llamara la atención por tratar mal a un cliente.

- ¿Enserio? ¿Realmente pretendes que me crea eso? – pregunté incrédula

- Eh…. Bueno tenía la esperanza - rodé los ojos ante sus palabras.

- Bien, puesto que lo sabes todo, dime ¿Cuándo puedo pasar por mi cheque?

- ¿Cheque? ¿De que hablas Bella?

- No pretenderás despedirme sin la liquidación correspondiente ¿o si? – dije a la defensiva

- Un momento, no pongas palabras en mi boca, en ningún momento hable sobre despedirte, solo quería conocer tu versión extendida, Sam dijo que golpeaste al tipo porque se propaso contigo y tuvo el valor de hablar mal de Charlie y René ¿cierto? – solo asentí ante sus palabras, él suspiro – Bien, eso es el resumen, ahora quiero que me lo cuentes todo, sin omitir detalles.

Y entonces procedí a contarle todo a Tyler, lo desobedecí porque obviamente omití la parte en la que creí ver a un dios griego... era fácil hablar con Tyler, siempre guardaba silencio y asentía en algunas ocasiones, pero en ningún momento intervino en mi relato, una vez finalice, él suspiro, pero instantes después soltó una sonora carcajada, dejándome extrañada por aquella reacción, esperaba que se pusiera furioso por asustar a algún cliente prestigiado.

-Continuo sin creérmelo Belly Bells, golpeaste a un tipo que te sacaba más de una cabeza. – dijo sonriendo

- No es gracioso

- Para mí, sí que lo es, lamento haber faltado justamente anoche, estoy seguro que la cara del tipo fue todo un espectáculo digno de admirar.

- Ahora que lo mencionas… fue gratificante ver dolor en su arrogante rostro. – conteste con suficiencia

- Eres toda una fierecilla Bella, quien mejor que yo para saber eso.

- Efectivamente, pero a todo esto, ¿estoy despedida?

- Claro que no cariño… pero eso resta 5 favores de mi la larga lista de deudas contigo.

- Eso sí que no, a lo mucho te restaré 2 favores… tómalo o déjalo.

- ¡Oye!, se supone que el jefe soy yo.

- Una cosa es ser dueño de una cafetería y un club y otra muy distinta es devolverme los favores, en ese asunto decido yo.

- Vale, 2 favores entonces, bien, ahora te llevaré a casa para que te alistes y después iremos al club. Pero antes, Bella promete que no volverás a reaccionar de la misma forma con otro cliente, no debes rebajarte al nivel de esos idiotas, la próxima vez que suceda algo así recurre inmediatamente a mí, o a Sam ¿de acuerdo? – asentí a sus palabras, dudo cumplirlo porque de presentarse una situación similar volveré a golpear al tipo que ose meterse con mi familia.

Una vez en casa, subí a mi habitación mientras Tyler iba en busca de mi papá, le gustaba sacarlo de quicio, especialmente tocar e intentar utilizar los barcos y aviones a escala de Charlie o sus rifles de caza. Lamentablemente como había dicho anteriormente, este no sería un buen día, apenas puse un pie en mi habitación, tropecé con una caja, no recuerdo haberla puesto ahí, el caso es que caí, raspándome la rodilla y eso dolía, juro que dolía…..

En cuanto baje me encontré con una escena bastante inusual, Charlie y Tyler estaban sentados en un sofá, tomando té y hablando del último partido de los Mets, una vez notaron mi presencia, ambos se pusieron de pie, me despedí de papá, pero en cuanto estábamos por salir, Charlie aclaró la garganta deteniéndonos y con paso decidido se acercó a mi compañero.

-Un momento sabandija – dijo extendiendo la mano en dirección a Tyler – devuélveme mi yate

- ¿Qué? ¿De qué yate hablas Charlie? ….. ay, ay…. – comenzó a quejarse de dolor cuando mi papá le atrapó la muñeca, la retorció y levantó tras la espalda de mi amigo – piedad Charlie, piedad.

- Mi yate jovencito

- De acuerdo, pero suéltame… por favor – Charlie así lo hizo, a continuación Tyler metió la mano en su chaqueta Softshell Premium Negra de donde extrajo un diminuto yate a escala, si la memoria no me fallaba ese era el último proyecto de Charlie, estaba tan orgulloso de sí mismo al concluirlo, Tyler agregó a manera de explicación

chaqueta

-Solo quería probarlo en la nueva pecera de Luna Nueva, tienes que admitirlo Charlie, sería una vista fenomenal.

- Granuja, cuantas veces debo advertirte que no pongas tus sucias manos sobre mis preciados bebes.

- Oh vamos Charlie, odias que ponga mis "sucias" manos sobre tus proyectos a escala, pero aceptas de buena gana que las ponga sobre tu hija, algo que disfruto de sobre manera y ella … - Tyler no fue capaz de continuar porque Charlie se le acercó amenazadoramente, se había puesto rojo de rabia – espera Charlie, solo estaba bromeando…. tu comprendes .. ¿no es así?. – trataba de disuadirlo mientras retrocedía, finalmente dio media vuelta y echó a correr por el patio - ¡No!, detente Charlie, ¡lo siento! – gritaba Tyler mientras era perseguido por mi padre, por mi parte solo podía reír.

- Vuelve aquí ¡cobarde! – gritaba papá – ahora si te vas a enterar muchachillo….. – la situación continuo de la misma forma por varios minutos más.

- ¡Bella! ¡Sube al auto … ahora! – gritó Tyler, la situación era graciosa, pretendía quedarme a observar, no obstante seguí la orden, momentos después Tyler fue capaz de burlar a Charlie e inmediatamente subió al auto arrancando y acelerando de golpe el motor, mientras respiraba agitadamente, solo atine a despedirme con la mano de Charlie y René que en ese momento salía de casa para averiguar el origen de tanto alboroto.

Poco tiempo después llegamos al establecimiento, rápidamente entre a los vestidores, colocándome el uniforme, la rodilla lastimada provocaba molestias, estuve tentada de pedirle a Tyler que me dejara usar los vaqueros que traía puestos pero eso no sería justo, porque incitaría a las demás chicas a saltarse las reglas desisiti y salí, lista para una noche más, las primeras horas marchaban perfectamente, después del descanso continúe atendiendo las diversas mesas en Twilight, en el momento de mayor auge de la noche atravesar el lugar se convertía en toda una proeza.

Finalmente pude darme un respiro dirigiéndome rápidamente a la zona vip, ahí el alboroto era menor, lentamente fui acercándome a la barra en busca de Tyler, sin embargo antes de preguntarle a Diego, el barman, por Tyler, escuche claramente una voz bastante familiar….. y fastidiosa también. Me gire en el momento en el cual el exclamaba a su acompañante lo satisfecho que estaba con sus labios. No esperaba encontrarme con semejante cuadro, a unos metros estaba… Sr. Petulante en compañía de un par de mujeres, a quienes por cierto no preste atención hasta que una de ellas lo besó descaradamente, eso me molestó, no por el arrogante ese, sino al darme cuenta quien era esa mujer…. ¡Fernanda! ….. la maldita loca que me insultó y atacó en una fiesta de beneficencia el año anterior frente a una gran cantidad de personas entre ellos mis padres y los de Tyler, escándalo que me aseguró tremenda reprimenda por parte de Charlie y René.

Así que era cierto, la detestable mujer estaba de vuelta en N.Y. y con nada más que con el vanidoso numero #1 de la ciudad, eran tal para cual, la pareja perfecta, afortunadamente eso significa que no tendría mas problemas por culpa de ella, deseaba aquello con fervor, aun la odiaba y esta vez nada me detendrá si vuelve a provocarme y disfrutare inmensamente hacerla sufrir. Deje los planes malignos al sentir otra mirada sobre mi persona, se trataba del odioso Cullen, el muy maldito me sonrió, ¡pero cómo se atreve!, era un desvergonzado de lo peor, sin otorgarle mayor atención de la necesaria, di media vuelta, dirigiéndome a la oficina de Tyler. Al llegar ahí, observe como él se estaba acomodando la corbata de moño, la cual era parte del uniforme de barman, porque eso hacia Tyler cuando estaba aquí, trabajaba como un empleado mas en su establecimiento, lo admiraba por eso, pero claro nunca lo admitiré en voz alta, soy mala lo sé. Además el tipo lo hacia también por divertirse, le encantaba confundir a los clientes, mientras todos lo creen un simple empleado, el aprovecha sacándolos de quicio, solo para que se quejen con el jefe, cuál era su sorpresa al enterarse que todo el tiempo estuvieron hablando con aquel "jefe". Por fortuna no lo hacía con frecuencia, de otra forma ya estaría en bancarrota y trabajando nuevamente para Jared Crowley, su padre, algo que no deseaba volver a hacer pues Jared supuestamente lo esclaviza, lo dudaba, a veces Tyler exagera. Dejando de lado aquel pensamiento hice notar mi presencia aclarándome la garganta.

-Hola Bells, ¿Qué tal va la noche?

- Hasta hace unos momentos iba genial – no pude evitar hacer una mueca al recordar a cierta persona.

- Por tu expresión deduzco que la noche se ha vuelto tenebrosa – Tyler simulo temblores – cuéntame la situación antes de arriesgarme a salir.

- ¡No te burles! Es solo que…. Bueno….

- ¿Si?

- ¡El tal Cullen ha vuelto ¿de acuerdo?! – dije molesta

- De acuerdo, ¿quieres beber algo?

- ¡No! ….. Creí que ….. hoy me has dicho que recurriera a ti siempre que surgiera un problema, no comprendo porque quieres cambiar el tema inmediatamente.

- Has hecho bien en venir cariño, tranquila Bells, si ha vuelto es porque seguramente le agrada el lugar o las bebidas, ten por seguro que si tiene algo de materia gris en su "arrogante" cabeza, no volverá a molestarte, de lo contrario en esta ocasión además de llevarse un par de pisotones también se irá con un ojo morado. Por otra parte no quiero hablar del tema si te altera tanto.

- Gracias Tyler - dije sinceramente antes de abrazarlo

- No es nada Bella, mira, me parece prudente que te quedes aquí, mas tarde te llevaré a casa –finalizo besándome la frente, estuvimos abrazados por largo rato.

- No me quedaré aquí – negué con vehemencia – solo he venido para tranquilizarme, de lo contrario le saltare encima a ese canalla y su querida novia, por cierto, ¿te he dicho que Fernanda está en el club?

- ¿Cómo?... no puede ser, lo sabía, ella vendría tarde o temprano a causar problemas – comenzó a pasearse por la oficina.

- Tranquilo – el me dirigió una mirada de incredulidad ante la cual solo rodé lo ojos - no vino a causar alboroto - Eso espero, agregue mentalmente - porque resulta que acompaña a Cullen.

- Eso es un alivio, pero no me convence, te quedaras aquí Bella, ciertamente no quiero enfrentarme a Charlie si algo te sucediera, tu padre da miedo cuando se molesta, pero encolerizado imagino que da terror, no, no, no voy a correr riesgos.

- Así que me proteges porque temes a Charlie – entrecerré los ojos en dirección a él – creí que tu preocupación por mi era genuina – exclamé fingiendo estar ofendida.

- Vamos Bells, me preocupo realmente por ti, eres mi hermanita menor – acto seguido me alborotó el cabello

- ¡oye! Aleja tus manos de mi cabello grandísimo tonto – me aleje inmediatamente de él, Tyler solo reía por mi reacción.

- Ok, ahora iré a solucionar los problemas de esta noche, espérame aquí.- dijo antes de abrir la puerta y salir.

- No sueñes, yo también iré, además ahora estoy relajada, no cometeré asesinato ni nada parecido, es mas, prometo mantenerme alejada de ese par como si de la peste se tratara. – dije saliendo también y cerrando la puerta, acto seguido Tyler me acorralo en la puerta formando una barrera a cada lado de mis rostro con los brazos.

- Mientes, aun guardas rencor hacia Fernanda.

- No miento – dije con vehemencia – te lo prometo por…. por… el Sr. Esponjoso

- ¿Enserio Bella?, lo prometes por tu oso de peluche, el cual por cierto no tengo idea de donde quedó.

- ¡Hey! El sr. Esponjoso es muy importante para mí, y no lo tengo olvidado por ahí, de hecho esta muy bien resguardado de polillas y tú.

- En mi defensa diré que lo secuestré por una buena causa, además no sufrió daño alguno mientras lo tuve en mi poder.

- Excepto por el hecho de que tus novias hormonales y tú se revolcaron encima de él, incluso puedo asegurar que el pobre aun tiene pesadillas.

Tyler soltó una risita y agregó - no me revolqué encima de tu oso de peluche, no soy un depravado para hacer eso sobre los juguetes de mi hermanita, deberías estarme agradecida porque lo lave al descubrir que tenia derramado chocolate sobre una de sus patitas, eras una descuidada Isabella, tienes suerte de que no te arrestaran por violencia familiar contra el sr. esponjoso. – continuo riéndose, al final me contagio y yo también reí por sus ideas.

- Bien, pero ahora apártate, de lo contrario Jessica puede aparecer por ahí malinterpretando la situación – el me miro con sospecha – ya te prometí que no haré nada.

- Confiaré en ti Bells – después se apartó y ambos fuimos hacia la barra, ahí Tyler suplió a Diego, por mi parte fui directo a la planta baja, volvía intermitentemente a la zona vip por algunas bebidas, y dedicaba miradas fugaces en dirección a la mesa de Cullen, mi memoria no le hacía justicia, el tipo era muy guapo, demasiado para su propio bien, enfundado en un traje azul oscuro y corbata del mismo tono, parecía un modelo sacado de revistas….. las horas pasaron tranquilas, después de todo Tyler tenía razón con respecto a don arrogante…..

Las personas comenzaron a retirarse, finalmente volví a la zona vip donde estaba Tyler, recargado en la barra.

-Tranquilo Tyler, no queremos que te esfuerzes mucho. – dije con sorna

- Muy graciosa Bella, pero a ti tampoco te veo muy ocupada.

- Cierto, en fin, ¿nos acompañaras a comer mañana?

- Me gustaría, pero dudo que Charlie haya olvidado lo de esta tarde para mañana, será para la próxima cariño.

-Buenas noches – nos interrumpió cierta voz – quiero un Cháteau d´Yquem Magnum

- En un momento le atiendo señor – contestó Tyler, enseguida vertió un poco del vino en una copa, antes de darle tiempo a guardar la botella, Cullen, pidió la botella entera, Tyler solo sonrió, aquel vino era caro, pero tener a un cliente dispuesto a pagarlo, no era cosa de todos los días.

-Es un interesante club, el dueño realmente sabe lo que hace – dijo el idiota

-Efectivamente – contesto mi amigo con orgullo, mentalmente rodé los ojos, si Cullen supiera que hablaba con el dueño en persona, decidi alejarme antes de soltar una sonora carcajada, pero el tipo tuvo el descaro de detener mi fuga.

- Oh disculpa ¿Marie, cierto? trae una porción de tarta de fresa – solo asentí y prácticamente corrí a la cafetería, estaba molesta otra vez, ¿tanto le costaba decir: por favor? Una vez Janice me dio la tarta, volví al bar, en el camino Sam me detuvo, note cierta incomodidad en su mirada.

- Eh, disculpa Bella…. veras … sucede que el Sr. Cullen ha pedido servicio personalizado, así que tu le atenderás por el resto de la noche.

- ¡¿Qué?!, pero yo no puedo estar cerca de ese tipo, no soportaré la menor provocación de su parte sin contraatacar.

- Lo sé, pero evítalo Bella, puedes con eso, eres una de las camareras mas competentes de aquí, no permitas que te saque de tus casillas. – solo pude suspirar y asentir, lo sospechaba, el idiota estaba muy tranquilo para ser verdad, pero Sam tenía razón, en esta ocasión no me haría perder el control.

Volví a la barra con la tarta, y él se alejó como si tuviera miedo de mí, fruncí el ceño ante su reacción.

-No te preocupes Marie, puedes dejar la tarta ahí, te aseguro que en esta ocasión no necesito de tu generosa ayuda para comérmela …. – ¡descarado! Gritaba mi mente, deje la tarta frente a él e intente irme de ahí, si quería servicio personalizado yo no se lo daría, pero el muy astuto, descubrió mis planes - Disculpa Marie, pero es necesario que llenes mi copa y la de mis amigas aquí presentes.

¡Maldito, maldito! Apreté la mandíbula, no le daría el gusto de responder a su provocación, Tyler me miraba solo asentí para indicarle que todo estaba bien, el tiempo se ralentizó mientras observaba la absurda escena, las "mujeres" de Cullen se desvivían en halagos, él por su parte comenzó a vanagloriarse de todo su poderío económico y su magnificencia como amante, a la vez que no perdía oportunidad de dedicarme guiños, finalmente me canse de su tonta conversación, fui al tocador para hacer algo de tiempo, después de varios minutos salí, pero inesperadamente alguien me tomo del brazo

-¡Usted! – dije molesta

-Así es pequeña, yo – dijo con una estúpida sonrisa

-¿Qué quiere esta vez? ¿Sus amigas le han aburrido tan pronto?

-¿Estás celosa cariño?

-Por supuesto que no estoy celosa y no me llame cariño, no le he concedido tal grado de confianza

-Vamos nena, te agrada escucharlo

-Mire señor, me importa un soberano comino lo que piense, ahora si no es mucho pedir, tenga la gentileza de soltarme, necesito volver al trabajo.

-Da la casualidad, cariño, que no quiero hacer semejante bajeza, me gusta el contacto de tu piel con la mía, dime ¿sientes esa conexión entre nosotros? - dijo acercándose

-Esto es increíble, no puedo creer que el gran señor Cullen sienta al menos una mínima conexión con una niña pero sobre todo un adefesio como yo – agregue con burla

- Oh "cara mía", dejemos los rencores de lado, ¿Por qué no vamos a mi apartamento después de finalizar tu turno y nos divertimos un rato? – tuve una ganas terribles de golpearlo por tal atrevimiento, pero me contuve.

- Oh genial, ¿acaso tengo grabado en la frente la palabra "furcia"? mire señor, si desea pasar una fogosa velada, ahí tiene a sus chicas, si ellas no le son suficientes, entonces salga y en alguna esquina encontrará a varias mujeres dispuestas a hacerle el favor, porque le podrá faltar cualquier cosa pero no dinero, lo acaba de demostrar momentos atrás al comprar una botella de Cháteau d´Yquem Magnum un vino de $10 000 dólares y hablar de excentricidades como su colección de autos, su cuenta bancaria y demás

-Si me concedes la oportunidad, podré comprar más que eso para ti, te llenaría de joyas, tendrías todo cuanto has deseado en la vida ¿Qué dices?

-Todo lo que quiero en la vida es esto - dije señalando alrededor

-Es broma ¿cierto? Quien podría ser feliz con el sueldo de un simple camarero – dijo horrorizado.

-Yo lo soy señor y no por mi sueldo sino porque tengo todo lo que cualquier persona podría desear: familia, amigos sinceros, trabajo y la oportunidad de aprender y ser mejor persona cada día. – finalice con orgullo.

-¡Bravo!, tienes talento como orador, casi me convences, ¿no te gustaría convertirte en una oradora reconocida mundialmente? Podría encargarme de eso con suma facilidad, claro que todo tiene un precio y lo que te pido no es mucho al compararlo con lo que obtendrás

-Usted no comprende ¿cierto? No quiero nada que venga de usted ¿sabe por que? Porque por fuera usted será apuesto pero por dentro no es más que un ¡adefesio! – me solté de él y camine hacia la barra – Me voy – dije a Tyler y sin más fui directamente a la cafetería, ahí terminaría mi turno, definitivamente no fue mi día.

En cuanto mi turno finalizó Tyler vino a buscarme para llevarme a casa, por fortuna no menciono palabra alguna durante el camino, en cambio puso algo de música en el reproductor de su auto, una vez llegue a casa, subí rápidamente a mi habitación, rehuyendo de mis padres.

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Al siguiente día, desperté con fuerzas renovadas, hoy era mi día libre, esto era excelente, porque lo dedicaba a compartir con amigos y mis padres, como era costumbre después de ducharme y ponerme una blusa caqui y short de mezclilla baje a ayudar a Mackenna en la cocina, momentos después estaba sentada en la mesa en compañía de mis adorados padres.

-¿Qué les parece si organizamos un picnic en el parque? – hablo entusiasmada René

- Por mí no hay problema – dijo Charlie - ¿Qué dices Bella?

- Me parece bien - el desayuno mantuvo su curso normal entre risas y relatos de acontecimientos pasados, la mañana se fue volando después de estudiar un poco, bajé a ayudar a mamá a preparar lo necesario para el picnic, el día libre de los empleados inicio después del desayuno y no volverían hasta mañana a eso de las 9:00 o 10:00 de la mañana. Salimos de casa en el auto de mis padres un Honda urban plateado, al llegar a un bonito parque, bajamos las cosas y oficialmente inicio el picnic, después de comer, decidí ir a dar un paseo en compañía de una cámara fotográfica, mis padres por su parte se sentaron abrazados bajo un árbol, compartiendo besos, caricias y demás arrumacos, era lindo verlos así, tan enamorados, deseaba un amor así en mi vida.

Honda Urban

Finalmente la tarde llegó y con ello la puesta de sol, lo observamos los 3 abrazados, una vez el espectáculo finalizó, volvimos a casa, de camino nos detuvimos en un puesto de comida china, para pedir la cena, una vez en casa todos fuimos al comedor para cenar.

-Bella – dijo mamá – he notado que desde hace un par de días estas algo rara, ¿Qué te preocupa cielo?

- Nada mamá – lo habían notado, tenia la esperanza de que René no lo notara

- Soy tu madre Bella, se cuando mientes, hable con Makenna y me contó que el viernes llegaste temprano del trabajo pero de un pésimo humor, lo mismo que ayer, ahora dime ¿Qué ocurre?

- Fue el idiota ese de Tyler ¿cierto? Ahora mismo me va a escuchar – dijo un molesto Charlie

- No papá no fue Tyler – me miro dudoso, así que suspiré – es verdad, llegue molesta el viernes y ayer pero no fue culpa de Tyler, sino de otra persona, un idiota arrogante, les juró que nunca he conocido alguien igual, y perdí el control ante su actitud al grado de abofetearlo y darle una patada en la espinilla poco después.

- ¡Esa es mi chica! – dijo Charlie con evidente orgullo en la voz

- ¡Charlie! – le reprendió René – no la incites a la violencia, además aun no nos has contado que ocurrió después Bella

- Nada interesante, me enfadé conmigo misma por perder el control, solo quería estar sola para tranquilizarme y creí que todo quedaría en el olvido, pero ayer el tipo tuvo el descaro de aparecer nuevamente en compañía de otras mujeres a la vez que me dedicaba miradas y guiños

- Bastardo – mascullo papá – ese tipo necesita que lo pongan en su lugar y de eso me encargo yo, nadie debe tratar a mi princesa como si fuera una vulgar fulana.

- Tranquilo papá, dudo que vuelva y de hacerlo Tyler se encargará de él.

- Más le vale a ese mocoso

Una vez finalizada la cena todos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, después de ducharme y ponerme el pijama, entré a la cama, suspiré al recordar que mañana seria interrogada por Kate, eso era una tortura…..

Capítulo 10: Secuestro Capítulo 12: Venganza (parte II)

 
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