Esperando por tí / El tiempo y tu recuerdo

Autor: Honbatz
Género: General
Fecha Creación: 05/05/2015
Fecha Actualización: 19/06/2016
Finalizado: NO
Votos: 3
Comentarios: 15
Visitas: 28162
Capítulos: 23

¿Qué pasa si por complacer a los demás, lastimas a la persona que amas?

Pero sobre todo ¿Qué pasa si no  puedes disculparte a tiempo?

Esta es la historia de Edward Cullen (príncipe de Masen) y Bella Swan…. Después de comprometerse ambos viajan a Masen con el objetivo de preparar la boda real, pero a pocos días de casarse,  Edward desiste creyendo que era lo mejor para el reino de Masen y se compromete con otra…….. ¿Cómo tomará Bella este cambio de planes?...

 

 No se pierdan esta historia y recuerden “cuidado con lo que se desea…….. Porque puede volverse realidad…… y el resultado podría no ser el esperado”

 

Disclaimer: los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, algunos de ellos yo los invente. La historia es de mi autoría.

 

Di no al plagio ;)

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Este es mi primer fic, al fin lo publico despues de jugar con los petalos de una flor a "subo el fic o no lo subo" (jejejeje) finalmente me decidi,  ojala lo disfruten.

 

 

PD. agradecimientos a...... Sasha_amane camarera chocoaventurera, sus fics y consejos / tips  me han ayudado e inspirado , (especialmente "la camarera", pero las otras historias no tienen nada que envidiarle a la camarera pues tambien  son interesantes y antes de salirme por la tangente jajaja les invito a que se pasen por alguna de las historias de esta autora, no se arrepentiran)  

 

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Capítulo 14: Descubriendote

POV Edward:

Nuevamente era viernes, desde hace un par de semanas atrás se ha convertido en mi día favorito, todo gracias a Isabella, como era costumbre después del ejercicio matutino y el desayuno, conduje rumbo a la constructora.

-Hola Jane – salude en cuanto las puertas del ascensor se abrieron

-Buenos días Edward, he dejado los documentos de mayor prioridad en tu oficina

- Gracias, un favor Jane, necesito que acudas personalmente a la tintorería y recojas un traje, después vas a la florería y compras un ramo de rosas rojas y lo envías a la siguiente dirección junto con el ticket de la tintorería y este sobre – dije entregándole la hoja donde anote la dirección de Isabella y el respectivo sobre.

- Ok Edward, inmediatamente enviare a David

- No Jane, quiero que lo hagas personalmente y asegúrate que las flores lleguen a la dirección correcta

- ¿Dudas de mis capacidades? – dijo enarcando una ceja - ¿y desde cuando debo hacer recados personalmente cuando la empresa tiene personal destinado a esas actividades? mis funciones no incluyen ser tu mandadero

- ¿Enserio? Creí que eras mi AP… y las asistentes "personales" – dije haciendo comilla en la última palabra - hacen todo lo que se les ordena no solo en la oficina sino también asuntos personales y esto es un asunto personal muy importante

- ¿En qué andas Edd?

- No es de tu incumbencia, ahora anda cumple con lo que se te ordeno – dije en tono autoritario

- Cuando te pones así eres insoportable – habló una molesta Jane, sin embargo tomo su bolso y salió del edificio, sonreí ante la pequeña sorpresa para Isabella… oh Isabella, ¿Qué me has hecho?

Un par de horas después Jane volvió, ansioso la esperaba en la puerta de la oficina

-¿Y bien?

- ¿Y bien qué? – se hizo la desentendida

- Enviaste el ramo o no - ella solo rodo los ojos para después asentir.

Horas más tarde salí de la oficina dirigiéndome al apartamento, a pesar de estar ansioso por ir al club, si algo he aprendido en estas últimas semanas de Isabella es que nunca se queda de brazos cruzados, responde a cada ataque y sinceramente no tenia deseos de ser rociado o golpeado, esta vez buscare la seguridad y comodidad de mi apartamento…. Fue una larga noche, solo conseguí dormir por ratos, todo por tratar de descubrir el siguiente paso de Isabella, pero por mucho que lo intentaba, no era capaz de imaginar lo que aquella mente maquinaba o ¿será que ella espera eso? ¿Qué yo esté tan preocupado por su siguiente movimiento, mientras ella disfruta de lo lindo viéndome sufrir? Era muy probable…. Pues demostraría a Isabella lo contrario, la siguiente noche acudiré al club a plantarle cara…..

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Eran las ocho de la noche menos treinta minutos, recién había entrado al club, y ahí estaba ella, mi hermosa castaña, en cuanto me vio entrar arquea una ceja en señal de interrogación, en ese instante se acerca otra camarera para tomar mi orden pero me niego y le pido que solo ordenare si "Marie" es quien toma la orden, ella se mostro extrañada sin embargo aviso a Isabella de mis peticiones, vi claramente como ella rodaba los ojos, se acercó a la mesa.

-¿A qué juegas Cullen? Prometiste faltar por una semana si te dejaba llevarme a casa. ¿Acaso no tienes palabra?

- Veo que gozas de buena memoria linda, y antes de ser objeto de tus insultos dejarme aclarar esto, primero: tengo palabra, eso no lo dudes, segundo: cumpliré mi promesa cuando tú cumplas tu parte del trato y tercero: me encanta visitarte – finalice con un media sonrisa

- ¿Mi parte del trato? ¿de qué hablas? – cuestionó

- Por lo que veo esa memoria tuya no es tan aguda en determinadas circunstancias, pero te daré una pista: jueves por la noche, coctel tropical, traje manchado y enviada a la tintorería, flores, carta…. ¿qué dices a eso? – ella me observo con una ceja arqueada

- Has bebido de más – afirmó

- No lo suficiente para olvidar que tú manchaste mi preciado traje

- Así que de eso se trata, solo has vuelto para cobrar el lavado de tu asqueroso traje de ejecutivo interesante, pues lo siento pero no tengo dinero en este momento, vuelve la próxima semana, cuando perciba mi salario.

- ¿Eso es todo? Siquiera da las gracias por las flores

- ¿De qué flores hablas? – esto pintaba muy raro, Isabella realmente me miraba como si fuera un demente… era una excelente actriz y se burlaba de mí o los mensajeros se equivocaron de dirección…. – decidí salir de dudas, así que abandone el lugar, una vez en el auto llamé a Jane.

- Hola Edd, por lo visto se te ha pegado la manía de llamarme justamente por las noches

- Jane, ¿estás segura que las flores fueron enviadas a la dirección correcta? – pregunte sin preámbulos

- Yo también estoy bien, gracias – dijo con ironía – de cualquier forma, sí, estoy segura que el paquete fue enviado y recibido, de hecho me enviaron el ticket firmado al correo.

- ¿Quién lo recibió?

- Dame unos minutos… veamos, fue recibido por Leah Werther, supongo que es la chica que te manchó el traje.

- No, no es ella, pero posiblemente se trate de algún familiar…. Gracias Jane – colgué inmediatamente, así que Isabella jugaba nuevamente, eso no era divertido, pero ya la haría caer en su propio juego…

:::::::::::::::::::::

Hoy era Lunes, después de sobrevivir a un largo y aburrido Domingo en casa, porque no tuve ánimos para salir con los chicos, dios sabrá que tonterías llevaban en mente ahora, por fortuna aquí estaba, en la oficina, concentrado en los detalles finales del nuevo edificio de la constructora, un hotel de hecho, solo hacía falta pintura, decoración y conexión eléctrica, Cullen inc., era una exitosa constructora, eso era de conocimiento general, por consiguiente la mayoría de proveedores trataba de aprovecharse de ello, incrementando su presupuesto, hasta el momento, las propuestas de Gerald Ferrar, jefe de obra no me convencían, por consiguiente debía seguir buscando, estaba tan concentrado cuando la voz de Jane me interrumpió por el intercomunicador

-Edward, me han informado en recepción que una señorita se dirige hacia este piso, no tiene cita pero dice tener intención de realizar una transacción interesante.

- ¿Dio algún nombre?

- Si, dijo llamarse Isabella, no quiso dar su apellido, pues asegura que la conoces y han acordado verbalmente el contrato – sonreí, así que la pequeña oveja asomaba la cabeza en la cueva del lobo, ahora que está en mi territorio no podrá escapar de mis garras, "contrato" si como no, tendríamos un maravilloso contrato, las clausulas eran simples ella abajo y yo encima, comencé a observar el escritorio con detenimiento, parecía resistente y los suficiente amplio para lo que pensaba hacerle a la pequeña Isabella…

- Ya veo, cuando llegue hazla pasar inmediatamente, no me pases llamadas y tomate un par de horas libres…. No, mejor tomate la tarde libre.

- ¿Por qué sospecho que esa tal Isabella, tiene un contrato que nada tiene que ver con el negocio? Además si deseas que desaparezca tendrás que firmarlo.

- Vale, hasta mañana Jane y no se te ocurra husmear – dije después de firmar el "permiso" de Jane

- ¿Por quién me tomas? – respondió a la defensiva

- No hace falta que responda a eso, ahora largo – recogí rápidamente los documento que tenía en el escritorio y me dispuse a esperar mi recompensa., la puerta se abrió minutos después dejando ver a una hermosa castaña, vestía jeans azul marino, zapatillas planas oscuras, un jersey color nude, chaqueta café y el cabello recogido en un moño desordenado que dejaba escapar varios mechones, lejos de verse mal la hacía lucir sexi.

- Isabella – dije arrastrando las palabras – jamás imagine verte en esta oficina

- Eso se debe a que tienes una imaginación diminuta, pero tranquilo no he venido a quitarte mucho tiempo, solo a decirte un par de cosas. Uno, gracias por las flores, Dos, me has echado en cara mi incumplimiento en el trato, así que he venido a saldar la deuda, aquí tengo el ticket de la tintorería, dice que son…. 60 dólares por lavado en seco de un traje …. – ella coloco el ticket frente a mí, enseguida extrajo de uno de sus bolsillos algunos billetes, comenzó a contarlos – aquí tienes los primeros 60 dólares, y aquí – dijo colocando mas billetes – están 60 mas, como pago por adelantado – aun sin comprender sus palabras, extrajo de uno de los bolsillos de sus jeans un diminuto frasco, lo abrió y a continuación lo arrojo encima mío, manchándome la camisa blanca de un color rosa intenso – por cierto no hace falta que gastes más dinero en rosas y mensajeros – sin más salió rápidamente, intente seguirla pero en cuanto noto mis intenciones echo a correr, volví a la oficina y llame a recepción para que no dejaran salir a Isabella y la buscaran en el edificio, la pequeña bruja cometió el error de entrar a mi territorio y ahora se arrepentirá por ello, por fortuna tenía una muda de ropa para emergencias relacionadas con derrame de café u otras sustancias en la ropa, el tiempo comenzó a pasar y aun no me traían a la pequeña arpía, comenzaba a desespérame, también me arrepentía de echar a Jane, ella se encargaría de localizar a Isabella así tuviera que buscar debajo de cada estación de trabajo.

-"Efectivamente Eddy, pero tú no aprendes la lección" – y apareció aquella vocecita tediosa – "escuche eso"

-"¿Qué quieres esta vez?

- "solo recordarte que eres un bocazas"

- "y habló el cínico"

- "soy mucho mas simpático que tú"

- "Vale, mensaje recibido, ahora shu, desaparece"

- "Eres un mal perdedor, además de bobo, siempre te adelantas a los hechos, como si Isabella fuera a actuar distinto en esta ocasión"

-"Eso está por verse"

Volví a llamar a seguridad para saber si la habían localizado ya, pero no había rastro de ella, comencé a caminar de un lado a otro en la oficina, el tiempo transcurría, me canse de aquello y exasperado salí de la oficina, inicie rebuscando en las oficinas cercanas, destinadas a papelería, no tengo idea de cuánto tiempo transcurrió pero estaba por entrar al elevador cuando me tope con mi salvación

-Jane, ¿Por qué tardaste tanto?

- ¿Disculpa? Solo tarde 1 hora y algunos minutos, además ¿Debo recordarte que me has dado la tarde libe? ¡Lo firmaste! … Solo he vuelto por un informe que necesito entregar mañana a primera hora, el alboroto causado después de mi ausencia no es responsabilidad mía.

- De acuerdo – dije suspirando - necesito un favor

- Eso contara como horas extras – rodé los ojos, pero asentí

- Necesito que busques a Isabella

- ¿A quién?

- Isabella, la chica del contrato

- Así que la oveja ha escapado – dijo con retintín, le dirigí una mirada de advertencia – Ok, descríbela.

- La viste al llegar

- Tengo mala memoria

- Oh, qué bien, tomare eso como aprobación a un descuento en tu próximo cheque, después de todo, seguramente no recuerdas cual fue el monto exacto de tu último pago.

- Creo que la chica era castaña, ojos marrones y…..

- Vestía casual, blusa, jeans y zapatillas planas

- Por lo visto la escaneaste de pies a cabeza, ¿le viste la ropa interior? ¿de qué color era? ¿Negro o rojo? ¿tenía algún lunar?...

- Oh, cállate y búscala

- Solo trataba de recabar todos los datos posibles, ya sabes para no cometer errores… antes de buscarla minuciosamente, continuemos con la descripción, llevaba chaqueta café, un portafolio y …. – dijo colocando un dedo sobre sus labios en gesto pensativo - Ah sí, Ferrar y ella salieron juntos del edificio hace algunos minutos, así que no te preocupes, la buscare inmediatamente en cada rincón de la constructora.

- ¿Qué has dicho? – grité

- Ferrar y ella salían cuando yo entraba, por la cara embobada de Gerald imagino que en estos momentos deben estar en el hotel más cercano, supongo que Gerald podrá darnos todos los detalles de su vestimenta mientras la desviste poco a poco.

- Y ¿Por qué diantres no me lo has dicho desde el principio? – dije acercándome amenazadoramente a ella – te has estado mofando a mi costa a propósito.

- Soy culpable lo admito….. Pero antes de que me ahorques tengo un mensaje de Gerald

- No me hables de ese traidor, ahora si me disculpas debo despedir a los de seguridad, y tu pon un anuncio en los diarios, la constructora Cullen busca recepcionistas.

- Tu jefe de obra dice que ha encontrado a la decoradora ideal para el nuevo hotel, de hecho resulto ser tu querida Isabella – me detuve en seco ante la ultima parte.

- ¿Decoradora? Pero si ella es una simplona.

- Eso no lo sé – dijo encogiéndose de hombros - Gerald está encantado con el muestrario que ella le mostró, la ha ido a dejar a "supreme decorations" pero prometió convencerla para trabajar con nosotros….. Ahora que he realizado mi buena obra del día, te dejo despedir a tus empleados con tranquilidad – Jane dio media vuelta y se fue.

Después de un par de horas de aquel incidente, Gerald Ferrar se presento en mi oficina con una sonrisa, sentía una inmensas ganas de estrangularlo, pero me contuve por la sorpresa al darme cuenta del rumbo sanguinario que tomaban mis pensamientos, esto no era normal en mi, desde la adolescencia cuando fui enviado al colegio militar aprendí a controlar los impulsos y mi carácter, pero a la pequeña bruja le basto solo un par de semanas hacerme tirar años de entrenamiento a la basura, lo poco que entendí en la explicación del hombre frente a mi fue que Isabella se presento como Renata Dywer, tiene bocetos muy bien trabajados y explícitos sobre sus ideas, los cuales supuestamente eran "excepcionales" …. Excepcional mi trasero, pero ya arreglaría cuentas con esa impostora, de quien no sabía siquiera el nombre real: Marie, Isabella, Renata ….. y sabrá dios cuantos nombres más utiliza, ¿Por qué? No lo sé, pero lo averiguaré.

Al siguiente día lo primero que hice al llegar a la constructora fue pedirle a Jane que enviara un ramo de rosas rojas todos los días a casa de Isabella, estoy seguro que ella volverá fingiendo indignación por las rosas y en esta ocasión ella no escapara…..

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Han transcurrido 4 días desde que pedí a Jane enviara las flores a casa de la impostora, no quería admitirlo pero lo cierto es que estaba decepcionado, ella no apareció, por mi parte tampoco la busque. Decidí centrarme en el trabajo, era momento de sacarme a esa chica de la cabeza, mientras revisaba el informe de los distintos ejecutivos llego Gerald Ferrar.

-Buenas tardes Sr. Cullen

- Buenas tardes Gerald, supongo que ha traído nuevos presupuestos, espero que en esta ocasión sean razonables.

- Así es Sr. aquí le entrego 5 propuestas relacionadas a conexiones eléctricas, en lo referente a pintura y decoración le tengo solo una propuesta aunque si me lo permite le diré que es magnífica.

- Muy bien, lo revisare en un momento, por ahora necesito que vuelva a la construcción y cerciórese que todo esté listos antes de proceder a la etapa final.

Inicie revisando la propuesta y presupuesto de decoración, quede helado al leer el nombre: Renata Dywer, por lo visto Gerald la convenció de aceptar el proyecto, se aseguro también que su propuesta fuera la única, muy conveniente, molesto deje de lado dicha carpeta y revise las demás, de las cuales al fin elegí una, estaba por llamar a Jane, pedirle que se encargara de localizar empresas dedicadas a decoración y pintura, sin embargo la curiosidad fue mayor, y tome la carpeta que trajo Gerald, los bocetos atrajeron mi atención desde el principio, odiaba admitirlo pero efectivamente, "Renata / Isabella Dywer" era buena en lo que hacía, la propuesta era magnifica, otorgando un aire elegante pero a la vez acogedor, no me intereso revisar el presupuesto, la obra me encanto y pagaría el precio, al final de los bocetos encontré una tarjeta de presentación con los teléfonos de "Renata Dywer", no voy a mentir, quería escuchar su voz nuevamente y que mejor pretexto que acordar un gran proyecto. Sin pensármelo 2 veces levante el auricular y marque el número indicado en la tarjeta, respondieron al 4 tono.

-Buenos días, casa de la familia Swan. - ¿Swan?, seguramente marque mal, continúe con la llamada para salir de dudas.

- Buenos días, sería tan amable de comunicarme con la hermosa y adorable señorita Renata – hable con voz empalagosa

- Disculpe, pero la señora René acaba de salir – dijo dando énfasis a la palabra señora, aquel apelativo fue como un balde de agua fría. "señora" eso solo significaba una cosa, ella pertenecía a otro hombre, escuche voces de fondo y antes de colgar un hombre se puso al teléfono.

- Buenos días, me han informado que desea hablar con mi esposa René – habló una voz firme del otro lado de la línea

- Buenos días sr…

- Charlie Swan, no tengo idea de quien seas jovencito pero sea lo que sea que pretendas con mi esposa te advierto que lo olvides, o de lo contrario te las veras conmigo - hablo sin rodeos y amenazadoramente

- No Sr. Swan, creo que hay un malentendido, mire soy Edward Cullen, de la constructora Cullen, llamo a su esposa para acordar una cita laboral, mi empresa está interesada en contratarla como decoradora de uno de nuestros más recientes hoteles.

- Comprendo, y dígame Sr. Cullen, ¿por tal motivo llama a mi esposa utilizando motes cariñosos y empalagosos?

- No Sr, como le he dicho ha sido todo un malentendido, yo no sabía que ella era casada, no me lo menciono en ningún momento

- ¿Y por que debe rendirle cuentas de su vida a un desconocido?

- Tiene razón Sr Swan, disculpe el atrevimiento, solo llamaba para concertar una cita con su esposa en la constructora Cullen, el día Lunes a las 10:00 am, espero que ella acepte trabajar con nosotros y nuevamente disculpe las molestias que he causado – sin más colgué, la conversación me dejo sorprendido, mas aún el hecho de enterarme que ella era casada, por lo visto se echo encima un esposo posesivo y celoso…. Pero un momento….. si ella era casada, entonces ¿qué hay del barman? ¿Será su esposo? O ¿tendrá alguna aventura con él? Apostaba a esto último, hoy en día no se puede fiar de ninguna mujer, eso explicaría los celos paranoicos de su esposo, si yo estuviera en su lugar estaría igual o peor que el pobre hombre.

Al salir de la constructora llame a Seth, tal como imaginaba había planeado la noche, acepte de buena gana, un par de horas después me encontraba en Da Revin bebiendo, y hablando con los chicos, fuimos interrumpidos por varias mujeres perfectamente acicaladas, nos hicieron compañía hasta el momento de irnos, cada uno de nosotros tuvo el placer de llevarse a una preciosa chica y pasar una lujuriosa noche, a excepción de Garrett, pues últimamente solo tenía ojos y tiempo para su novia, además seguía molesto con los chicos, excepto conmigo. Por mi parte me lleve a una rubia, delgada, de unas piernas interminables, incluso en más de una ocasión imagine esas piernas envueltas a mi cuerpo mientras embestía duro dentro de ella, era una imagen esplendida, y ella tenía las mismas intenciones, sin perder tiempo me indico el camino a su departamento, al llegar comenzamos a besarnos apasionadamente, con dificultades llegamos a su piso, me separe ligeramente de ella mientras abría la puerta, una vez dentro del apartamento nos tomamos una copa, observe que su decoración era algo…. colorido, paredes pintadas de un amarillo chillón, y uno que otro sofá color rosa fucsia y verde fosforescente, olvide la decoración en cuanto ella comenzó a hacer un striptease solo para mi….

-"Deja de comértela con los ojos y vámonos de aquí"

- "Deja de molestar, sabes que es momento de sacarme a esa bruja de los ojos"

- "Existen otras formas, deja de ser un promiscuo"

- "Y tu déjame en paz, no pienso escucharte"

- "Si así lo deseas… no molestaré más….. me pregunto que estará haciendo mi pequeña Isabella…."

- "Deja de mencionarla"

- "Esta bien, solo decía, seguramente debe estar trabajando duramente en ese bar del demonio, soportando toqueteos de viejos libidinosos, o recibiendo propuestas indecorosas, aunque imagino que debe de haber algún tipo decente que en este momento la esté colmando de halagos y piropos, es más, incluso es capaz de sacarla de aquel lugar, alejar a su posesivo esposo, enamorarla, casarse con ella y dormir con ella, en la misma habitación, en la misma cama, bajo las mismas sabanas y…." – A estas alturas había olvidado por completo donde estaba así como el striptease de la rubia, en mi mente solo había lugar para las escenas que mi propia conciencia describía, imaginar a un hombre toqueteándola o peor aun enamorándola y llevándose con él….

- "¡Basta!, tú ganas, ¿Feliz?

- "Quizás"

Sin esperar más, me puse de pie dispuesto a salir de aquel lugar, la rubia al ver mis intenciones se acerco a mí, trato de besarme pero no se lo permití, me vi en la necesidad de decir que mañana tenía una reunión importante en la empresa, lo cual provoco incredulidad en ella, no la culpo, quiero decir ¿Quién tendría una reunión de negocios un Domingo por la mañana? Pero poco me importo si me creía o no. Salí de ahí con paso decidido y volví a mi apartamento, donde pase una fría y solitaria noche…..

Desperté cuando los rayos del sol dieron de lleno en mi rostro, me levante y duche, después baje a desayunar, volví a encerrarme en mi habitación dispuesto a perderme entre montañas y montañas de trabajo, hacía tiempo que no lo hacía, pero no tenía nada que hacer, mucho menos tenia ánimos de salir, las horas pasaron rápidamente, Carmen incluso me trajo algo de comida antes de irse, volví a centrarme en el trabajo y la noche cayó en un abrir y cerrar de ojos, decidí ir por algo de cenar antes de llamar a Jane, era momento de volver a aceptar las invitaciones de los fines de semana, era eso o ser absorbido por el trabajo….. , estaba a punto de degustar mi delicioso platillo extra supremo, manjar de dioses: "un sándwich de pollo"….. pero fui interrumpido por el teléfono, era Garrett pidiendo ayuda, al parecer la cosa iba enserio y su novia quería presentarlo a una de sus amigas, puesto que aun estaba molesto con los demás solo quedaba yo, no tengo idea de cómo lo hizo pero termino por convencerme de asistir a la "cita", en realidad yo entretendría a la amiga mientras Garrett y su chica se devoraban a besos… Y así mi próximo viernes por la noche quedo comprometido, después de mi espectacular cena fui directo a la cama, donde quede inconsciente en cuanto mi cabeza toco la almohada.

::::::::::::::::::::::

Hoy era Lunes, aunque creí estar agotado el día de ayer, al parecer no lo estaba porque desperté aun de madrugada, lo cual tuvo como consecuencia ser el primero en llegar al trabajo, mientras revisaba algunos documentos escuche la voz de Jane fuera de la oficina.

-¿Estás segura Christa? Aun no me creo que el ogro ya esté en su oficina – ¿ogro? Yo no era ningún ogro.

- Escuche eso – dije gritando para hacerme oír, Jane entro segundos después

- Sigo sin creérmelo, ¿te has caído de la cama?

- No, ¿Por qué?

- ¿Eres sonámbulo? – negué con la cabeza – entonces, pasaste la noche aquí, si eso debe ser.

- No y no, llegue hace media hora, ¿Cuál es el alboroto?

- Tu nunca llegas tan temprano

- ¿Crees que soy un holgazán?

- Lo estoy afirmando

- Cuida esa lengua, recuerda quien es el jefe, por otra parte nunca he llegado un segundo después de las 8:00 am, en cambio mis empleados sí que han llegado tarde por estar en la estética – dije dándole una mirada con intención

- Eso es porque tengo una imagen que mantener, pero superado el impacto dime, ¿Por qué tan arreglado el día de hoy, alguna cita?

- Ninguna, y no hay nada fuera de normal en mi aspecto

- Oh claro, porque tu siempre llegas recién afeitado, y portas uno de tus más sofisticados trajes con chaleco slim fit en lana virgen, que por cierto te queda como un guante y resalta tus ojos, además si mi olfato no falla has usado la exclusiva fragancia Clive Christian, supongo que tu porte y el hecho de que hoy venga Renata Dywer es mera coincidencia, ¿o me equivoco?

- ¿Insinúas que llego a la oficina mal vestido y apestando a vomito de perro?

- Ya te lo he dicho, no creo o insinuó nada….. Lo afirmo – dijo con sorna

- ¿No tienes trabajo por hacer?

- Aguafiestas, últimamente no me cuentas nada, pero escúchame bien…. lo averiguare – dicho aquello Jane salió de la oficina, dejándome pensativo, hice un repaso mental de mis actividades por la mañana y efectivamente hoy me esmere inconscientemente en la ropa, incluso tuve que cambiarme de traje 3 veces, sin duda Isabella o Renata o como se llame terminara por acabar con mi equilibrio mental … un par de horas después Jane llego a mi oficina para informarme que Renata Dywer finalmente llegó.

- ¿Le has ofrecido café mientras espera?

- Por supuesto, pero tranquilízate, no te va a comer o arrancar la cabeza, de hecho es una señora muy simpática, me recordó a mi madre – dijo Jane con una sonrisa, pero qué demonios…..

- Isabella no parece tener edad suficiente para ser tu madre Jane. Yo diría que es una bruja por haberte engatusado tan fácilmente.

- Posiblemente tienes razón, y ya que hablarás largamente con ella pídele la pócima para la juventud, y recuérdale que necesita de una nueva dosis porque desde la última vez que la vi hasta hoy, se han presentado cambios notorios, aunque se mantiene bella. – dijo Jane con sorna, no comprendía su actitud ¿cambios notorios, pócimas de la juventud? Posiblemente Jane este más loca que yo, no me detuve a considerar el nuevo descubrimiento, tome una profunda respiración dispuesto a enfrentarme a la nueva decoradora.

- Buenas tardes, señora Swan - dije al entrar a la sala de juntas, y utilizando su apellido de casada, no la mire directamente, debía centrarme y mostrarme profesional.

- Buenas tardes señor Cullen – dijo una voz desconocida – vaya, es muy joven aun, además de apuesto, disculpe el atrevimiento pero suponía que sería más…. quiero decir, la mayoría de las empresas son dirigidas por hombres calvos y mayores a 40 años, los directivos más jóvenes que he conocido tienen entre 32 y 35 años – no podía articular palabra alguna, frente a mí se encontraba una mujer sonriente a la que no había visto en mi vida, de unos 35 o 38 años de edad, esbelta, cabello castaño corto, ojos marrón claro, y una sonrisa cálida en el rostro, observe la habitación en busca de más personas, pero estábamos solos.

- Oh Sr. Cullen, no se preocupe, mi esposo no ha venido, espero disculpe su actitud al teléfono, no confía en los extraños, mucho menos si piden hablar con la hermosa señorita Renata – dijo con un guiño – por cierto gracias por el alago, me hizo sentir 20 años más joven.

- No se preocupe y tal vez parezca redundante pero ¿usted es Renata Dywer.. quiero decir Swan?

- No se preocupe Señor Cullen, después de todo es la primera vez que nos vemos, efectivamente soy Renata Swan-Dywer pero llámeme René, después de todo si llegamos a un acuerdo, trabajare en su empresa.

- Me parece bien, llámeme Edward entonces. He visto sus bocetos, sinceramente es un gran trabajo, estoy muy interesado en contratarla. Pero antes cuénteme sobre sus colaboradores, después de todo gracias a una de ellas la hemos descubierto René

- No hay mucho por contar Edward, no tengo colaboradores, en algunas ocasiones me ayuda Isabella, pero no siempre dispone de tiempo suficiente.

- Ya veo, cuénteme más de .. Isabella – dije como quien no quiere la cosa

- Isabella, es mi única hija, es una adolescente de 17 años, le gusta combinar colores y formas, aunque su verdadera pasión son las finanzas, es una buena chica, responsable y amistosa.

- Ya veo - ¿Isabella amistosa? ¡y un cuerno! Pero dicen por ahí que para una madre, no hay hijo malo.

Después de aquello me centre en detalles laborales, el presupuesto de la obra así como el salario que percibiría al trabajar con nosotros, por fortuna llegamos a un acuerdo beneficioso, René tendría un trabajo muy bien remunerado y yo, además de tener una decoradora permanente en la empresa, hice prometer a René que de vez en cuando traería a Isabella, quiero ver su reacción cuando descubra que su hijita no conoce la palabra modales, será divertido.

Los días continuaron su curso normal, las nuevas propuestas de proyectos llegaron y con ello horas y horas de trabajo para todos, al final del día terminaba tan agotado que lo único en lo que pensaba era en llegar a casa y dormir. El día de hoy debería estar en casa tomando una ducha relajante antes de cenar e irme a dormir, pero no, conducía rumbo a cierto club, donde me reuniré con Garrett, su novia y la amiga de esta.

Al llegar divise a Garrett y juntos entramos, a la espera de su novia, no paso mucho cuando escuchamos la voz de una mujer a nuestras espaldas.

-Hola amor – habló una bella rubia

- Hola cielo – contesto Garrett – mira te presento a Edward Cullen, un amigo, Edward ella es Kate Denali, la dueña de mi corazón.

- Mucho gusto – hablo la rubia, quizá era el cansancio pero por sus ojos apareció un brillo fugaz de diversión.

- El gusto es mío señorita – dije besándole el dorso de la mano

- Espero no haberlos hecho esperar mucho, Bella llega en un momento – mi rostro reflejo mi confusión pero agregó – Bella es amiga mía, está realizando una llamada, pero en unos minutos más estará con nosotros y efectivamente así fue, aunque descubrir quién era "Bella" fue inesperado.

- ,¡Tú! – dijimos al unisonó, Bella no era otra persona que Isabella - ¿Qué haces aquí? – volvimos a repetir conjuntamente.

- Deja de seguirme – dijo Isabella fulminándome con la mirada

- No te estoy siguiendo, llegue antes que tu genio

- Eres un idiota

- Y tu una mocosa engreída y vanidosa

- ¡Basta! – nos silencio Kate y susurro algo a Isabella – Bella te presento a Garrett, mi novio y a su amigo Edward Cullen, aunque por lo visto, ustedes se conocen muy bien.

- Mucho gusto Garrett – dijo tendiéndole la mano - Por desgracia Kate, conozco al amigo de tu novio – dijo Isabella

- No eres la única que se lamenta, pequeña bruja mentirosa.

- ¿Cómo has dicho?

- ¡He! Si van a matarse, hagan el favor de hacerlo en privado – dijo Garrett, después de aquello Isabella y yo nos enfurruñamos el resto de la velada, mientras los tortolos trataban de crear conversación nosotros respondíamos con monosílabos.

- ¡Por dios! Parecen 2 críos – comento Kate – sean maduros y arreglen una tregua

- Tienes razón Kate - dije – después de todo no vale la pena pelearse con una niña

- Coincido contigo Kate, además mis padres me han enseñado a no reñir con ancianos decrépitos

- No soy ningún anciano decrepito

- Pero en un par de años estarás tambaleándote con un bastón, y con dolores musculares

- ¿Quieres comprobar mis dolores musculares? – dije en doble sentido

- Ni en tus mejores sueños – tan centrados estábamos en la discusión que no percibimos como nuestros amigos se iban, abandonándonos como a un perro, valientes amigos….

- Felicidades niña, has hecho que mi amigo me abandone en este lugar de mala muerte

- ¿Disculpa? Yo no soy quien no acepta la realidad de su edad

- Al menos no grito como loca histérica…..

- ¡Eres insoportable! – acto seguido se puso de pie y salió de ahí, y así fui abandonado a mi suerte. Sonreí para mi adentros, jamás me había divertido tanto en una discusión, pague la cuenta y también salí de ahí, ya tendría oportunidad de un nuevo enfrentamiento verbal con Isabella en el futuro.

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Nuevo capitulo..... 

espero sea de su agrado chicas

Capítulo 13: Contraataque Capítulo 15: Nota Importante

 
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