2 años atrás

POV Isabella:

-Bella, deja eso, yo termino de lavar los platos, tu deberías irte a casa – me dijo cariñosamente Sue, ella era una de mis compañeras de turno en el café bar donde trabajaba hacia más de un año.

-No es necesario Sue, puedo hacerlo, además ha sido un dia agotador para todos y no tienes más energías que yo – conteste con una sonrisa.

-entonces terminemos esto juntas -  me contesto Sue  y antes de darme tiempo a replica agregó – Nada de peros Isabella, has estado trabajando muy duro privándote de salidas y diversión como los demás jóvenes de tu edad,  para ahorrar y poder cubrir los gastos de la Universidad, debes estar exhausta.

No dije nada, aunque Sue tenía razón tampoco era una persona perezosa y mimada, una vez terminada la labor de lavar loza, me despedí de las demás chicas y junto a Kate otra de mis compañeras de turno, salimos del local con rumbo a nuestras respectivos hogares, gracias a que mi casa estaba cerca de la casa de Kate ella se ofrecía a llevarme argumentando que no le agradaba conducir sola después del trabajo, lo cual me venía como anillo al dedo, por mi parte cubría con una parte de los gastos del auto de mi amiga.

Pero antes de continuar con este relato me presentare debidamente:

¡Hola! Mi nombre es Isabella Marie Swan Dywer, algo largo lo sé, en  fin tengo 17 años, en unos meses cumpliré la mayoría de edad, mis padres son: Charlie Swan y Renata “Rene” Dywer. No tengo hermanos pero si un primo: Jacob Black a quien considero mi hermano.

Contándoles un poco mas de mi vida les diré: actualmente estoy por finalizar el instituto e ingresar a la universidad de Columbia en Nueva York, estudiare finanzas, por eso trabajo por las tardes y fines de semana, para cubrir los gastos de  la matrícula, aunque cuento con la posibilidad de ser becada por mis altas notas en el colegio, esta solo cubrirá una parte de los gastos universitarios,  mi padre por otra parte insistió en que no era necesario alegando que podía costear los gastos de la universidad en su totalidad; me negué por 2 motivos:

1.- quería probarme a mi misma mis capacidades, conseguir algo propio empezando desde 0.

2.- la situación económica en casa no era la mejor pues aunque Charlie era ejecutivo en una empresa publicitaria, el sueldo que percibía era destinado para el mantenimiento de la casa y empleados en la misma.

Se preguntaran ¿Qué ocurre? Bueno, les explicare, mis padres y yo siempre  hemos vivido en una gran casa con 30 habitaciones aproximadamente, un extenso jardín decorado con distintas variedades de flores y arboles, cochera doble, chofer, mayordomo y 12 empleados mas, como se imaginaran no es fácil mantener en pie una casa con esas características, sin embargo Charlie consigue hacerlo, no se exactamente como lo consigue, solo sé que trabaja muy duro. Pero las cosas no siempre fueron así, hubo una época en la que Charlie no tenia que preocuparse por el trabajo, solo en hacer feliz y mantenerse cerca de sus 2 amores: mama y yo.

En ese entonces aun era pequeña, no recuerdo mucho, sin embargo un día Charlie muy confiado decidió entrar e invertir en la bolsa de valores o mercado financiero, al principio le fue bien, e incluso en cada oportunidad  invertía más dinero, hasta el punto de utilizar el 85% de su patrimonio al comprar una gran cantidad de acciones de gran valor monetario, lamentablemente el mercado tuvo un giro inesperado y dichas acciones cayeron al punto de valer $0.°°. Quedando prácticamente en bancarrota Charlie creó un fideicomiso con el 15% restante, asegurando nuestro futuro por algunos años mientras buscaba  una nueva casa menos extensa y vendía la otra, así como un trabajo estable acorde a su preparación académica pues contaba con estudios en relaciones públicas, marketing y finanzas, mas aun René se negó a mudarse de residencia, en ocasiones se comportaba como una niña pequeña y caprichosa, mi padre la amaba profundamente por lo que decidió no obligarla a dejar la enorme casa, aquel drástico cambio en nuestras vidas  fue inesperado, pero nos adaptamos rápidamente, gracias a que Charlie era un hombre de carácter justo y sencillo lo cual inculcó en mi.

Por otra parte nos llevábamos bien con los empleados, el aprecio era equivalente por ambos lados, incluso cuando se enteraron de la estrechez económica de papá algunos se ofrecieron a percibir un salario menor argumentando que el actual era mayor en comparación al de otros empleados en otras residencias, pero papá se negó expresando que su salario era acorde  a su trabajo y no debían preocuparse pues él se encargaría de mantener su salario intacto; desde aquel día el aprecio de los empleados hacia mi padre subió de nivel, todos lo respetaban y admiraban, por mi parte él más que padre era héroe, maestro y ejemplo a seguir, por otra parte estaba mi madre: René, ella trabajaba como decoradora de interiores y organizadora de eventos, a pesar de tener una actitud infantil en diversos aspectos, como madre es la mejor siempre me escucha, aconseja y reprende cuando es necesario, es amiga incondicional y  juez estricta a la vez, una combinación genial en una madre.

Volviendo al tema inicial, no solo pretendo estudiar finanzas también administración de empresas y lenguas, me agrada aprender nuevos idiomas, pero para tomar una segunda e incluso una tercera especialidad tendré que regular la primera para evitar dilemas. Por lo pronto necesito concentrarme en el trabajo ahorrando lo máximo posible, por fortuna mi jefe era Tyler Crowley un viejo amigo de la infancia aunque 10 años mayor, esto debido a que  sus padres Jared y Lisa Crowley han sido amigos cercanos a mi familia, bueno en realidad no somos tan amigos de la “infancia” pues mientras yo era una niña, Tyler era ya  un adolescente, en fin lo importante es que somos buenos amigos desde que tengo memoria.

Recuerdo aquel día, cuando solicite trabajo en el club de Tyler, se sorprendió enormemente, una vez le explique los motivos se ofreció a “pagarme” por la gran cantidad de favores que me debía, eso me provoco una risa interminable,  me negué a aceptar su dinero de esa manera  no sin antes advertirle que algún día necesitaría la devolución de dichos favores y de oponerse me vería forzada a poner en evidencia las fechorías que le he cubierto, su expresión al oírme fue todo un poema,  desee tener alguna cámara en ese momento, tomarle una foto y burlarme eternamente de él, pero bueno no siempre se consigue todo en esta vida, lastima ya se presentara una mejor ocasión.

Salí de mis pensamientos cuando Kate se estaciono frente a mi casa.

Hemos llegado Bella – exclamo mi rubia amiga, ella era una de las 3 hijas del matrimonio  Denali, al igual que yo también pretendía pagar sus estudios por medios propios, sus padres tenían una buena posición económica  pero estaban orgullosos por la iniciativa de Kate, la apoyaban en todo, pero al principio no estuvieron de acuerdo con su trabajo de camarera en un club de Tyler, mi amigo tenía una reputación desvergonzada, sin embargo ella les convenció al comentarles que también trabajaría yo y compartiríamos horarios, por lo tanto Tyler no tendría gran oportunidad de seducirla, por otra parte desconocían que mi amigo no seducía a sus empleadas, no porque las considerara inferiores a él, más bien todo lo contrario las respetaba e incluso las defendía, porque como mujeres merecían la oportunidad de trabajar sin restricciones de género, además  según Tyler suficiente tenia con los problemas creados por las mujeres que frecuentaba como para crearse aun mas con sus empleadas al mezclar lo emocional con lo laboral.

-Así es Kate, gracias por traerme – dije sonriendo

-No es nada Bella, nos vemos mañana – se despidió Kate

Camine por la acera hasta llegar al portón de aquella enorme casa llamada hogar, una vez dentro me encontré con Alistair, el mayordomo

– Buenas noches señorita Bella, ¿Cómo le fue en el trabajo?

– Buenas noches Alistair, digamos que me fue como siempre: agotador pero bien a final de cuentas – sonreí

- No sería así a no ser por tu terquedad hija – hablo Charlie saliendo de las sombras

- Papá, deja de asustar al pobre de Alistair de esa manera – respondí fingiendo enfado

-¿Alistair asustado? Vamos Bella, resulta más fácil asustar a tu madre, a ti y a mi juntos antes de asustar a Alistair, sin contar con el hecho de que no me asusto tan fácilmente – dijo Charlie con una expresión presuntuosa – dime hija ¿no sería mejor admitir tu propio miedo?

-De acuerdo, tu ganas,  me has asustado, siempre lo haces cuando apareces inesperadamente entre las sombras….. ¿Satisfecho?- suspire mientras Charlie se mofaba a costa mia.

-¿A qué se debe tanta gracia? – hablo René acercándose a nosotros

-Hola mamá, nada ya conoces a papá, se burla de su asustadiza hija- dije haciendo puchero

-Querido no seas así, ¿Por qué  te empeñas en seguir ocultándote esperando el momento de sobresaltarla?

-Cielo, es divertido, además con el paso de los años se ha vuelto manía y sabes que es difícil cambiarlo  aunque quisiera – respondió Charlie ocultando la risa

-tú lo has dicho papá “si quisieras”, pero tengo la sensación de que no quieres. – dije mirándolo enfadada

-Me conoces bien mi niña, pero cambiando de tema, te he dicho que no necesitas trabajar yo puedo cubrir los gastos de la universidad.

-Y yo te he dicho que no es necesario, quiero hacer esto, en verdad papá, ya lo hemos discutido.

-Lo hemos discutido si, pero eso no significa estar de acuerdo con esta decisión tuya.

-No es tan malo, veámoslo de esta manera: estoy aprendiendo algo nuevo, a valorar el trabajo de cada persona a mi alrededor, a ser más sencilla y justa….

-  tú ya eres sencilla Bella, valoras a quienes te rodean no por su posición económica o su trabajo sino como personas.

- Pero no está de más aprender bien la lección ¿no te parece? – sonreí

Charlie suspiro – De acuerdo  Bella, tu ganas esta vez, pero no lo olvides, mi propuesta sigue en pie.

-Lo sé padre, bueno me voy a mi cuarto, hasta mañana, descansen – dije bostezando

- Hasta mañana hija, descansa también.

Subí por las escaleras  a la segunda planta, una vez en mi cuarto me duche, al terminar me envolví en una toalla mientras secaba y cepillaba mi cabello, en ese momento comenzó a timbrar el celular, al revisar la pantalla reconocí inmediatamente el numero.

-       Hola Tyler, ¿Cómo te va?

-       Bella, hermosa me va de maravilla, y ¿a ti, todo bien en el trabajo?

-       Como siempre, por cierto te aviso,  mañana estaré estudiando, por si tienes alguna idea alocada búscate a otra víctima el fin de semana

-       Bella, Bella, dime ¿qué hare contigo? No te involucrare en ninguna tontería mía…..aun – respondió Tyler riendo – solo te aviso que mañana no podre pasar por ti, mi padre ha solicitado mi presencia en una reunión familiar, ya sabes cómo es el viejo con esas cuestiones.

-       Comprendo, salúdalos de mi parte, y no es por nada pero debo irme, Morfeo reclama mis sueños ya sabes, además la almohada se ha sentido solita durante mi ausencia

-       Oh, Bella eres cruel, tú tienes la compañía fiel de tu almohada y me lo restregas en la cara, a mí, que estoy tan solito esta noche, todo porque eres egoísta y no quieres darme una oportunidad – en ese momento imagine a Tyler haciendo puchero

-       Si claro, me engañarías a la primera querido amigo

-       Por ti cambiaria linda

-       Ya, eso has de decir a cuanta mujer se te atraviesa, no me convences ni para darte un céntimo

-       Ok, ok, ya entendí, Bella >1, Tyler >0 – respondió Tyler riendo – ah, casi lo olvidaba, ¿recuerdas a Fernanda?

-       ¿La loca que intento dejarme calva?, como olvidarla

-       Bueno tengo entendido que ha vuelto a la ciudad, posiblemente se presente en el club armando otro escándalo e intentara dejarte calva nuevamente  – dijo Tyler bufando

-       ¿es broma? Mira Tyler te quiero mucho pero si no llegas a un acuerdo pacífico con esa loca pronto, la retare y le pateare el trasero, sabes perfectamente a lo que me refiero, la calva será otra  y por si te lo preguntabas, entérate que también pateare tu tonto trasero como antaño

-       Mensaje recibido jefa, no hace falta recordarme épocas humillantes del pasado, prefiero lanzarme a la bruja maniaca de Fernanda solo y sin apoyo moral siquiera,  antes de volver a ser tu muñeco de entrenamiento.

-       Vamos Tyler, no fue tan malo, además acabas de darme una idea, hace tiempo no practico, dime ¿no te gustaría ayudarme nuevamente?

-       Antes prefiero casarme con Fernanda, estoy seguro que seré más feliz  soportándola a ella que ayudando en tus prácticas.

-       Vale – dije riendo – eres  una nena quejosa, salúdame a Fernanda cuando la veas – comente con sorna -  y ahora si no olvidas decirme nada mas…. buenas noches Tyler.

-       Buenas noches Bella, descansa,  ya sabes lo atestado del club el dia de mañana.

-       Gracias amigo, nos vemos el sábado en el club.

Colgué divertida por la actitud de Tyler, pero quien le aconseja a meterse con mujeres tan…. Lunáticas, en fin deje de pensar en las desgracias amorosas de mi amigo, termine de cepillarme el cabello, me coloque un pijama y me dispuse a descansar, Tyler tenía razón, mañana es viernes, un día extremadamente agitado, pero por alguna extraña razón presentía que mañana además de atareado también resultaría maravilloso, poco a poco fui reclamada en el mundo de los sueños.