POV EDWARD

Un par de semanas han transcurrido rápidamente, y estaba irritable, por primera vez en la vida odiaba finalizar el día terriblemente agotado, dejándome imposibilitado para visitar a Isabella, "Bella" como la había nombrado Kate, ahora que lo pienso, desconozco muchas cosas sobre ella, por algún extraño motivo quería saberlo todo de ella, ser capaz de leerla, ella está llena de sorpresas, la mayor parte del tiempo no reacciona como espero.

― Bella, Bella ¿Por qué no logro sacarte de mis pensamientos? ― hable a la nada, minutos más tarde Jane entro a la oficina con demasiados documentos para mi gusto.

― Edward, debes firmar estos documentos, algunos son permisos, otros son balances, también están algunos recibos.

― Bien Jane, déjalos sobre el escritorio, los firmare ahora mismo.

― De acuerdo, hasta mañana entonces

― ¿Ya te vas?

― Así es, soy una empleada de Cullen inc, no tu esclava Edward, por si no lo has notado mi horario de trabajo ha finalizado.

― Algún día Jane, encontrare una AP tan eficiente como tú y mucho más simpática, entonces poder gozar firmando tu dimisión.

― Hasta entonces tendrás que soportarme jefecito gruñón ― y salió de la oficina, dejándome en la solitaria oficina, si no fuera una excelente asistente su trabajo pendería de un hilo.

Planeaba visitar a Bella esta noche pero gracias a estos estúpidos papeles no lo haría, en más de una ocasión he pensado en incendiar todos estos documentos, lamentablemente de hacerlo el trabajo se triplicará, lo cual no era una buena opción. Volví al apartamento arrastrándome, después de una ducha no me quedaron fuerzas para más, quede dormido en cuanto sentí la almohada contra el rostro.

Al siguiente día mientras revisaba los nuevos contratos comencé a hastiarme de todo el papeleo, desearía poder clonarme o al menos tener algo en que entretenerme y no cansarme de lo mismo una y otra vez, estaba en ese pensamiento cuando apareció cierta persona "Renata Swan" gracias a la cual apareció una idea magnifica.

― Buenos días Edward, he traído bocetos mejor desarrollados, si dispones de tiempo para mostrarte las modificaciones.

― Por supuesto que dispongo de tiempo René, háblame de este trabajo.

Después de la explicación de René, la cual debo admitir preste poca atención, estaba tan aburrido y lleno de trabajo….. Deseaba botar el trabajo por un día e ir a fastidiar a Isabella, no obstante estaba aquí, encerrado cual si fuera prisionero.

― Y así es como terminamos la decoración en mostradores con bonsái y rosas cheroki, como sabes dicha rosa es considerada el emblema floral de Georgia, con esto los huéspedes sentirán una bienvenida con ambiente acogedor y familiar.

― Me gusta cómo suena eso René, no me equivoque en contratarla ― ella sonrió, una sonrisa sincera, ¿Isabella tendrá esa sonrisa? No, seguramente no heredo tal encanto, Isabella era una niña rebelde, engreída, maleducada, grosera…..

― Gracias por haber confiado en mi trabajo Edward y ahora vuelvo a mi oficina, el señor Ferrar querrá poner en marcha la última parte del proyecto cuanto antes.

― Comprendo René

―"¿Por qué no le preguntaste por Bella, tonto?"

―" Deja de increparme, no olvides quien eres, por consiguiente si soy tonto también tú lo eres"

― "Ya te he dicho que soy mucho más simpático que tú"

― "Eres invisible a los ojos de Isabella"

― "Poco me importa, después de todo tú no eres la persona favorita de mi Bella"

Deje de prestar atención a mi conciencia, en cierta forma tenía razón, René era mi única fuente de información sobre Isabella, pero no puedo aparecer de la nada y decirle "René, cuéntame todo sobre tu hija", no obstante podría utilizar la sutileza, aunque dudo que eso baste, pero por algo se inicia, por el momento me conformare con los retazos de información que logre obtener de René. Sin embargo no sería hoy, algo desanimado volví a mi oficina, intente leer los documentos sobre este, pero concentrarme se volvía difícil, diversos planes para obtener información sobre Bella venían una y otra vez, contrariado decidí dejar el trabajo por hoy, ir a mi apartamento e idear algún plan para evitar las sospechas de la madre de Bella.

Al siguiente día tenia listo un plan, pero como siempre el trabajo interfería enormemente, incluso he comenzado a considerar la idea de dividir el trabajo entre la oficina de Nueva York y la sede, ubicada en Masen…. Por el momento solo podía continuar y sacar adelante los nuevos proyectos, en cuanto el turno finalizo, busque a René para ofrecerme a llevarla a casa, cuál fue mi sorpresa al enterarme que tenía auto propio y no hablo de un auto viejo y destartalado, todo lo contrario, se trataba de una camioneta tipo SUV más específicamente una Chevrolet Captiva. Esto era bastante raro, pero más raro aun es el porte de Renata, se comporta y viste elegantemente y con estilo, aun me parece increíble que sea la madre de aquel pequeño demonio, pero las dudas no se quedarían por mucho tiempo, estaba decidido a averiguarlo y cuando Edward Cullen se propone algo no se detiene hasta conseguirlo.

Un nuevo día y un nuevo plan también estaba listo puesto que hoy era sábado, solo se trabajaba medio turno en la empresa, generalmente solía faltar estos días pero por el momento no era buena idea, en cuanto llegue solicite la presencia de David en mi oficina, era necesario un trabajo que solo él podría hacer sin levantar sospechas, el pobre chico llego tenso y nervioso, posiblemente supuso que lo despediría, admito que últimamente me he comportado como un ogro, por fortuna el ánimo volvía a mí con cada paso ejecutado de mi plan.

Una vez el medio turno finalizo espere a que René saliera, la seguí sigilosamente, hasta el estacionamiento, donde haría una aparición milagrosa.

― No, no, ¿Por qué a mí? ― decía René fastidiada ― mi pobre auto

― Buenas tardes René, ¿algún problema? ― pregunte inocentemente

― Si Edward, alguien ha ponchado las cuatro llantas de la camioneta

― ¿Enserio? Que malvados, pero no te preocupes, pediré que revisen las cámaras de seguridad para descubrir al responsable de esto.

― Gracias Edward, supongo que tendré que tomar un taxi

― En realidad René, yo podría llevarte, dudo que vivas lejos

― ¿Estás seguro? Mira no quiero retrasarte, se que tienes trabajo incluso fuera de la oficina y no quiero importunar.

― Por supuesto que no, hasta los más apegados al trabajo necesitamos desconectarnos

― Tienes razón, tal vez deberías hablar de vez en cuando con mi esposo e hija

― ¿Por qué? ¿Se sumergen en el trabajo? ― pregunte, justo lo que pretendía, al fin podre saber algo más de ella.

― Efectivamente Edward, tanto que solo dispongo de su compañía los fines de semana, el resto de la semana los veo intermitentemente, especialmente mi hija Isabella… Bella, como la llamamos generalmente; por las mañanas estudia y por la tardes trabaja, para desayunar con ella debo madrugar y si deseo verla o hablar con ella por las noches debo esperar varias horas hasta su regreso.

― Y…. ¿en que trabaja tu hija? ― "como si no lo supieras" dijo esa voz en mi mente

― Es camarera de un club-bar…. Ya sé, te preguntaras ¿Por qué mi hija trabaja y especialmente en un club nocturno, cuando puede hacerlo en otro lugar o incluso no trabajar si así lo desea? ¿Cierto?

― Me has robado las palabras de los labios René

― Lo suponía, bueno es muy simple, Isabella Swan es testaruda como su padre Charlie Swan, son como dos gotas de agua con respecto al carácter. Además de ello Bella quiere valerse por sí misma iniciando desde ahora, pretende cubrir sus estudios universitarios ella sola, por eso trabaja, para ahorrar, y trabaja como camarera porque el bar pertenece a un amigo suyo, dice que le proporciona cierta confianza saber que puede recurrir a un jefe que la escuche. ― "al parecer Tyler se cansó de ella y solo por lastima le ha dado un puesto en su club."Recordé las palabras de Fernanda semanas atrás, me pregunto si René estará enterada del romance entre ese tal Tyler y Bella, probablemente no.

― y ¿Qué especialidad ha elegido?

― Finanzas, le encanta ¿sabes?

― Eso suena… interesante

Después de aquello René no volvió a pronunciar palabra, excepto para indicarme el rumbo adecuado a su casa, lo cual no era necesario, conocía la casa gracias a Bella, pero no podía delatarme, aun no.

― Dime René, ¿tienes planes mañana?

― Si, ¿Por qué?

― Curiosidad

― Ya veo, bueno en realidad iremos a Bronx, al partido de beisbol entre los Mets y los Bombarderos. Y ¿tu, Edward, Cuales son tus planes?

― Algo interesante: encerrarme en mi apartamento, ver películas y comer palomitas.

― Excelentes planes ― ambos reímos y entonces lo note, este no era el camino de la última vez, René no parecía notarlo, más bien era como si conociera estas calles a la perfección, esto no era posible… a menos que la pequeña bruja haya mentido, ¡claro! Por eso aquella noche toco la puerta en vez de abrirla ella misma, y como idiota caí en su juego, Bella no daba paso sin haber paneado algo antes. Sonreí con malicia, si supieras pequeña Bella, pronto averiguare tu verdadera ubicación y esta vez no podrás huir, tus bromitas no quedaran impunes.

Continuamos avanzando por las calles, finalmente René pidió que girara a la derecha, entramos por un camino que conducía a una gran residencia, puedo jurar cuando René pidió detenerme frente a la residencia, esto no era real, Isabella vive en una gran casa, de tres plantas, extensa, bien cuidada y con recientes reformas, contaba de un extenso jardín, en el cual había algunos árboles añosos y los más jóvenes eran podados, dándoles diversas formas, ¿Cómo mantenían este lugar?

― ¿Gustas pasar Edward? – dijo René sacándome de mis pensamientos.

― No René, gracias.

― Como gustes hijo ― Esto era increíble, al sospechar de la verdadera ubicación de la casa, supuse que los Swan vivían en alguno de los edificios costosos ubicados a un par de manzanas atrás, pero en ningún momento imagine esta enorme casa.

― Oh, pequeña mentirosa, debes muchas explicaciones ― dije para mi mismo, por el momento llame a Jane ― Jane, necesito que consigas boletos para el partido de los Mets el día de mañana

― Edward, ¿Qué ocurre? Sabes que es imposible conseguir boletos a tan solo unas horas del encuentro.

― Tu solo hazlo, incluso si tienes que sobornar, ¡hazlo!

― Lo intentare pero no prometo nada.

Al fin Isabella, volveremos a vernos, esta noche ha sido productiva, al fin sé un poco más de ti, malvada, pero mis planes fueron modificados, cuando al siguiente día Jane llamó para informar que no había boletos disponibles para el partido y nadie quería vender el suyo, ¡maldición! Esto solo me ocurre a mí, o tal vez eres demasiado escurridiza Bella.

En definitiva, el domingo me la pase gruñendo por todo, a este paso conseguiría una cita con Bella a los 90 años cuando menos, ¿Qué podía hacer? Solamente modificar el plan, era lo más sensato, si este domingo no la veo al menos preparare algo para provocar un encuentro inevitable.

Al siguiente día, me levante de buen humor, el día anterior llego a mí una idea excelente, oh pequeña Bella, te atrapare, tenlo por seguro, pacientemente espere la hora del almuerzo, para hablar con René y hacerle una propuesta que difícilmente rechazaría, y así fue, en cuanto le insinué que estaba en busca de una asistente más y que debido a la charla del fin de semana pensaba que Isabella seria adecuada para el puesto, ella se mostró encantada, pero mi condición era que ella aceptara inmediatamente debido "a la gran cantidad de trabajo" Incluso en mi benevolencia le di a René el día libre par a que informara a su hija del puesto, ahora faltaba lo más difícil: que Isabella aceptara, tenía esperanzas en que su madre la convenciera.

En más de una ocasión me vi tentado a levantar el auricular y saber la repuesta de Bella, tuve que hacer un gran esfuerzo por contenerme, mi salvación fue el trabajo, una vez llegada la tarde decidí salir a correr, últimamente no lo había vuelto a hacer, por obvias razones, durante el recorrido me topé con más de una mujer y muchas propuestas y números teléfonos, esto era divertido y con frecuencia me levantaba el ánimo y sumaba 10 puntos a mi ego, esta vez no fue la excepción, la diferencia radicaba en que esta ocasión tire los números al bote de basura, no tenía planeado llamar a ninguna.

Finalmente llego el siguiente día, con una sonrisa conduje mi preciado volvo rumbo al trabajo, pero como siempre me adelante a los hechos, Isabella aun no tomaba una decisión, debo reconocer que es una chica lista, seguramente sospecha del plan, pero no podrá averiguar mis siguientes pasos, mi consuelo era saber que al siguiente día tendría una respuesta, cruce los dedos para que aceptara, por suerte no me vi en la necesidad de esperar al siguientes día, pues por la noche recibí una llamada de René, confirmando la respuesta de Isabella, estuve a punto de hacer el baile de la felicidad, pero me contuve, aun no podía cantar victoria, Isabella pidió condiciones, comenzar a trabajar la próxima semana pero antes entrevistarse conmigo, no me quedo otra solución más que aceptar.

El resto de la semana pasó lentamente y por cada Día transcurrido, el nerviosismo comenzaba a apoderarse de mí, una vez llego el gran día, no podía contener mi emoción, en la oficina no paraba de revisar mi aspecto cada 5 minutos, quería verme impecable a los ojos de Bella.

― Edward, tu padre está en la línea 2 ― informo Jane a través del intercomunicador

― Gracias Jane, ya tomo la llamada….. Hola papá ¿Cómo estás?

― Bien hijo, ¿Qué me cuentas, como marcha la constructora?

― De maravilla papá, las ultimas semanas han sido muy laboriosos, por fortuna estamos controlando todo adecuadamente, espero una reducción de trabajo en las siguientes semanas.

― Eso me alegra hijo, porque así dispondrás de tiempo para el viaje

― ¿Viaje?

― Si Edward, recuerda que pasaras el verano aquí en Masen, no me digas que lo has olvidado.

― Bueno Carlisle, el trabajo no me ha dejado pensar mucho en el tema, ya te aviso cuando iré

― Nada de eso hijo, vendrás dentro de dos semanas, de hecho he reservado tu vuelo, así que nada de pretextos, te quiero aquí en dos semanas, ni un día más.

― Pero papá, no puedo dejar botado el trabajo

― No tiene por qué ser así, en Masen está la sede y puedes manejar todo desde aquí, además tienes a una asistente capaz de hacerse cargo perfectamente del asunto en tu ausencia, bien tengo que colgar, estoy por iniciar una reunión importante, hasta pronto hijo, que estés bien, esperamos verte pronto.

― Papá no com…. ― y colgó, ¡rayos! Como pude pasar por alto el maldito viaje, justo cuando estaba por atrapar a Isabella, en definitiva, existe una conspiración contra mí.

Las horas siguientes, estuve pensando en las implicaciones del viaje, eran 3 malditos meses fuera del país, no podría fastidiar a Isabella estando los océanos de por medio, mucho menos seducirla y recibir la recompensa de tan laborioso trabajo. ¡Dios! Por qué precisamente a mí, de nada me serviría contratar a Isabella en estos momentos, tal vez deba esperar a mi regreso pero si hago eso quizá ella no acepte trabajar conmigo parea entonces, la mejor opción era contratarla ahora y asegurarme de su estancia aquí por algunos meses hasta mi regreso.

Cuando el momento de la entrevista con Bella llegó, el nerviosismo volvió con mayor fuerza, no sabía que hacer o decir, ella era intuitiva y podría descubrir mi plan y voltearlo en mi contra, mi siguiente movimiento fue convocar una reunión con algunos de los directivos, entre ellos Marcus y Alec, vicepresidente y director de marketing y relaciones públicas respectivamente.

Una vez los citados se presentaron en la sala de juntas no tenía idea de que hablar, los deje esperando, después de todo eran mis empleados y si quería que malgastaran el tiempo esperándome que así fuera, lo sé, en ocasiones soy un total egocéntrico, pero ellos eran mi coartada ante Isabella Swan, me preguntaba por el límite de paciencia de la pequeña bruja, deje transcurrir más de una hora antes de presentarme en la sala de juntas.

― Señores ― salude en cuanto entre ― no se levanten por favor, me gustaría conversar con ustedes respecto a sus funciones en la constructora, pero antes de eso, ¿Cómo está su día? ― los presentes se mostraron confusos, y quien no lo haría, se supone que es una reunión"importante" ― espero que bien, ahora háblenme de sus respectivos departamentos, Alec, como vamos con la localización de nuevos proyectos

― Eh…. Bien Edward, por el momento no hay proyectos jugosos, algunos trabajos pequeños solamente, pero habría que conversar con los dirigentes de construcción antes de aceptar cualquier proyecto en este momento.

― Comprendo, Lanz, que hay de recursos humanos

― Todos los puestos cubiertos señor, por el momento no necesitamos de nuevos empleados, a menos que se aprueben otros proyectos en estos momentos.

― No estoy del todo de acuerdo contigo, quizá en otras áreas no hacen falta empleados, pero aquí, en mi propia oficina hace falta una asistente más.

― Comprendo señor, inmediatamente buscare una asistente

― No será necesario Lanz, he citado a una candidata, de hecho debe estar ya en recepción, esperando la entrevista, necesito que prepares un contrato laboral para ella por 6 meses.

― Entendido señor, iré inmediatamente ― y salió de la sala de juntas

― Scott, cómo va el asunto de la prensa rosa

― Todo marcha adecuadamente Edward, han prometido publicar una nota de disculpa siempre y cuando retires la demanda.

― Hecho

― No quiero ser impertinente Edward, pero si no son requeridos mis servicios en otros asuntos, vuelvo al bufete.

― De acuerdo, mantenme informado

― Así lo haré

― Bueno si no tienes más por decir yo también me retiro Edward, tengo mucho trabajo ¿recuerdas? ― dijo Jane, solo asentí

― Edward, ¿Qué ocurre contigo? Esta reunión no tiene ni pies ni cabeza.

― Lo sé Marcus, simplemente trataba de hacer tiempo

― ¿Para qué? ― pregunto Marcus

― Supongo que recuerdas al pequeño demonio Marie

― La camarera del club Twilight, como olvidarla, muy sexi por cierto, ¿Qué ocurre con ella?

― Está esperando por una entrevista y ser contratada como mi nueva asistente

― ¿En serio? ― comenzó a reír

― De hecho lleva esperando cerca de dos horas

― Tu sí que tienes ganas de morir Edward, ella te lanzara algo a la cabeza en cuanto cruce las puertas de tu oficina.

― Yo diría que me gusta vivir peligrosamente

― O más bien, te has cansado de vivir, ten por seguro que ella encantada te enviara al otro mundo.

― Tal vez, su reacción será una gran sorpresa para su querida madre

― ¿Conoces a la madre? Vaya, imagino que es tan peligrosa como la hija

― Todo lo contrario amigo mío, de hecho has tratado con ella, se trata de Renata Swan, la decoradora del reciente hotel Masen ubicado en Georgia.

― No jodas Edward, ¿hablas en serio? Pero esa mujer y tu pequeño demonio son como el agua y el aceite.

― Lo sé, también me tomo por sorpresa, en fin, supongo que ya fue tiempo suficiente de hacerla esperar.

― Un momento chicos ¿de qué me he perdido en las últimas semanas?

― Nada interesante pero gracioso ― informó Marcus ― en resumen, Edward se topó con una chica, una camarera de hecho, quien hasta el momento es la única inmune a los encantos de este príncipe, lo gracioso del asunto es que además de no desmayarse a los pies de Edward, le propino tremenda bofetada seguido de un puntapié el mismo día en que se conocieron ― Alec me observaba sorprendido

― Desde mi punto de vista, no fue gracioso Marcus

― ¿Te parece que me interesa?

― Esto es…. Nuevo

― Gracioso querrás decir Alec

― Bueno basta, esa niña tiene pésimos modales, es una… una salvaje y me parece bueno que alguien la ponga en su lugar ― así di por finalizada la reunión, al volver a la oficina llamé a recepción, asegurando que estaba "disponible" para la entrevista, cuál fue mi sorpresa al llamar y enterarme que segundos antes Isabella Swan abandonaba el edificio.

― Mire señorita, más le vale ir a buscarla, recuerde que he agregado un llamado de atención a su historial, solo se necesitan 3 para despedirla, le recuerdo también que antes de mi intervención tenía ya un llamado de atención registrado, por consiguiente, si ahora reporto una nueva queja puede irse buscando otro trabajo, así que vaya tras ella y no me importa lo que tenga que inventar.

Esperé en el pasillo cerca del elevador, cuando las puertas se abrieron, frente a mi apareció una maravillosa visión, los recuerdos no le hacían justicia, de hermoso cabello castaño ondulado sobre sus hombros, rostro de ángel, labios de pecado y esos ojos….. asesinos. Isabella me lanzaba dagas con los ojos, agradecía no sentirlos, de lo contrario estaría tirado exhalando mi último aliento.

― Marie o debo decir Isabella, gusto en volver a verte

― Guárdate tus tonteras para quien las crea, solo he venido a decirte hola, eres iun idiota y adiós ― dio media vuelta pero la detuve

― Un momento pequeña, supongo que deberías modificar tus modales y no ser tan… intempestiva, esta empresa en seria.

― Deja de jugar Cullen, sé que no tienes planes de contratarme, así que evítanos a ambos el bochorno.

― No tengo idea de donde sacas esas ideas, pero te recuerdo que esta es una empresa seria, si tienes una entrevista laboral es porque realmente consideramos la posibilidad de contratarte, claro si reúnes las aptitudes correspondientes y no es ninguna broma, para mejor explicación acompáñame a la oficina ― ella se mostraba reticente pero accedió, entramos a la oficina, me senté detrás del escritorio y ella en una de las sillas ubicadas al frente ― bien, iniciaremos con las preguntas normales, si tienes dudas, no vaciles en preguntar

― Desde ya tengo varias dudas

― Podemos solucionarlo en este instante, adelante, pregunta lo que desees

― Existe gran demanda laboral Cullen, ¿Por qué precisamente yo y no otra … persona?

― Para serte sincero en ningún momento considere el hecho de contratarte….. hasta que hablé con tu madre

― No comprendo

― Veras, ella me hablo de algunas cosas, especialmente de tu gusto por las finanzas, así como tu empeño por obtener las cosas por tu propio esfuerzo.

― Vaya, veo que has embaucado a mi madre, ¿Por qué? ― tenía el ceño fruncido y por dios hasta enojada se veía sexi.

― ¿Por qué, qué?

― ¿Qué ganas con tener a mi madre de tu parte?

― Isabella deja de ver todo como si fuera un complot, no hay engaño alguno ― bueno si lo hay, pero lo negare hasta el final, pensé ― si no me crees puedes preguntar en recursos humanos, se está editando tu contrato laboral, lo podrás firmar una vez finalice la entrevista y apruebes los requerimientos

― ¿Qué sucede si no cumplo con los requisitos necesarios?

― Nos tomamos de la mano y nos despedimos como viejos amigos

― Bien, excepto que hay un problema con eso

― ¿Cuál?

― No somos amigos

― Bueno tampoco somos enemigos

― No podría asegurarlo

― Ok, comprendo, ahora ¿podemos iniciar la entrevista o el interrogatorio aun no finaliza?

― Creí que podía aclarar todas mis dudas ― dijo arqueando una ceja

― No tienes dudas Isabella, solo intentas exasperarme

― ¿Eso hago?... Increíble, no podría estar…

― Bella – dije en tono de advertencia

― Mi nombre es Isabella.

― Tu madre te llama Bella

― Tú no eres mi madre Cullen.

― No deseo serlo….. Entonces iniciamos…. ¿Nombre completo?

― Marie Swan ― lo cual no creo ni por un segundo – De acuerdo, Isabella "Marie" Swan ― dice resaltando la palabra Marie ― enseguida anoto, ahora comprendo su nombre en el club, en realidad utilizaba su segundo nombre, esto se pone interesante.

― Dirección, y no se te ocurra proporcionar datos falsos

― No se me ocurriría

― ¿Enserio? ― así transcurrieron los siguientes 40 minutos, durante este tiempo conocí un poco más sobre mi delirio personal, no tanto como deseaba, pero algo es algo ― algo más Isabella, aquí como en cualquier organización existen jerarquías, de ser empleada en Cullen inc, tendrás que ser respetuosa con los directivos y eso me incluye, además de acatar mis órdenes directas, claro que si no estás de acuerdo, podemos, uh, llegar a un arreglo, ¿comprendes?

― Perfectamente Cullen, no tengo problemas con las jerarquías, excepto con tu pésimo humor, si soy aceptada me limitaré al trabajo que me corresponde, en el horario que me corresponde, si sobrepaso dicho horario contara como horas extra, ah y una cosa más, mientras te limites a una relación laboral, no habrá problema alguno, aunque…. si tu nariz quiere ser modificada con gusto te ayudaré.

― No gracias, las mujeres adoran mi hermoso rostro tal cual está.

― Por si cambias de opinión cuenta conmigo

― Lo tendré presente y he solicitado tu contrato, me has convencido y el puesto es tuyo ― ella solo observaba ― cuanta emoción, a mis 23 años nunca he visto tanta efusividad ― dije con sarcasmo

― Acostúmbrate ― dijo escuetamente ― esta niña además de irrespetuosa es una amargada