POV BELLA:

Desperté molesta a causa del interminable y molesto tono del celular.

-¿Quién habla? – contesté de mala gana

- Belly Bells – dijo la voz cantarina de…

- Tyler – gruñí - ¿Qué quieres?

- Vaya manera de saludar a los amigos, ¿Dónde están tus modales?

- Desaparecidos, ahora habla

- Qué carácter el tuyo, como sea, solo trataba de hacer una buena acción, al tratar de despertarte y no llegues tarde a clases.

- Vaya forma de despertar, no creo que sea tan….. ¡Tyler son las 5 menos 30! ¡Faltan 3 horas para entrar!

- ¿Y te parece poco? Mira que debes bañarte, secarte el cabello, peinarte, vestirte, desayunar, lavarte la boca….

- Vuelve a intentarlo, porque no te creo nada – dije molesta, Tyler rio del otro lado de la línea

- Bella, Bellita, ¿sabes? La venganza es dulce

- Lo sé, pero esta no te ha funcionado, ahora continuare descansando, adiós Tyler – sonreí triunfante, ahora volvería a dormir plácidamente, recién cerré lo ojos volví a escuchar un ruido insistente, busque el móvil y lo arrojé lejos, pero el ruido no se iba, trate de cubrirme la cabeza con las almohadas sin embargo fue en vano, irritada salí de la cama en busca del origen del ruido, era la puerta, camine decidida a averiguar el motivo de tanto escándalo, no tuve tiempo a salir totalmente de la habitación cuando fui empapada con un cubo de agua.

-¡Bella, tu casa se inunda! – gritó Tyler para luego huir

- ¡Te arrepentirás Tyler del demonio! – grité a todo pulmón, antes de salir corriendo tras él, no tengo idea de cuánto tiempo estuve lanzando amenazas mientras lo buscaba, pero supongo que el suficiente, pues mis padres y Alistair salieron a averiguar el motivo de tanto escándalo, no tengo idea de cómo lo conseguían pero localizaron a Tyler en cuestión de segundos, como siempre ambos fuimos reprendidos por "alborotar", el demonio de mi amigo tenía una gran sonrisa que por nada se le borraba, por mi parte estaba tiritando de frio, continuaba empapada, internamente prometí venganza.

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-Este examen fue de lo más fácil Bella – decía alegremente Kate

- Concuerdo contigo, aunque Becka no – sonreí a mi amiga

- Muy graciosa Bella, solo porque tienes notas altas no te da derecho a burlarte de los pobres y desprotegidos alumnos reprobados

- No exageres Becka, tampoco es como si reprobaras el curso

- Eso no lo sabes Angie

- Si dejaras de soñar despierta con Edward "dios griego" Cullen, estarás mas centrada en clases.

- En tus sueños Sofía, además chicas celosas, yo lo vi primero, tengo derecho a soñar con él – las demás rodamos los ojos

- Pero Cullen hablo con Bella primero – hablo Kate, 3 pares de ojos voltearon a mi dirección, poniéndome nerviosa, Kate era una traidora.

- Eso no….

- ¡¿Qué?! – gritaron Becka y Sofía, Ángela solo me miraba con asombro

- ¿Por qué no has dicho nada? – Acusó Becka - ¿Dónde lo viste? ¿De qué hablaron? ¿Le hablaste de mí?

- Eh, tranquila Becka, no es como imaginas, Cullen apareció en el club de Tyler pidió una copa y después se fue, eso es todo, no hay nada interesante en el asunto.

- Excepto el beso – susurro Kate, le dirigí una mirada de advertencia, por fortuna las demás no la oyeron.

- Como sea, Bella después de clases, Sofía, Becka y yo iremos de compras ¿vienes? – comento Ángela.

- Oh, lo siento chicas, pero no es posible, hay ciertas cosas que debo hacer

- ¿Por ejemplo? – preguntó Sofía

- Darle un buen susto a Tyler – sonreí maliciosamente

- ¿Otra vez? ¿Acaso no te hastías?

- Nop

- ¿es posible saber el motivo?

- Anoche Tyler se quedó a dormir en casa asegurándose que no me enterara y hoy por la mañana me tiro un cubo de agua a la cara – recién finalice el relato, mis "amigas" comenzaron a doblarse de la risa – eh, no es gracioso

- Lo siento Bells, pero admitámoslo, Tyler es genial

- Es un demonio, pero me las pagará

- Ok chica vengativa – rieron Sofía y Becka – iremos solas de compras, mientras vuelves a tu guarida a planear el ataque - Después de aquello Kate y yo fuimos a la heladería.

- Bella ¿Por qué no quieres que las chicas se enteren del beso?

- ¿Estás loca? Me matarían y después me devolverían a la vida solo para tener el placer de volver a matarme, en especial Becka.

- Vamos, no sería tan malo.

- No quiero averiguarlo, por cierto debo irme, Tyler no saldrá ileso.

- Comprendo, pero aclara una cosa antes, atacas a Tyler por su broma pero a Cullen lo dejas ileso ¿Por qué? – si Kate supiera

- Quizá porque no he tenido la oportunidad, es decir, no todos los días te encuentras a un empresario por la calle o a la vuelta de la esquina

- No, pero a Cullen lo ves todas las noches, ya sea en el club o en la cafetería

- No cuentan porque trabajo ahí, si Tyler se entera es capaz de despedirme y entonces donde consigo trabajo.

- Si la memoria no me falla, me contaste que el propio Cullen te ofreció trabajo en su empresa.

- Con la condición de convertirme en su amante, un precio bastante elevado ¿no te parece?

- Cierto, por cierto Bells ¿Tyler es capaz de despedirte por hacerle bromas a un cliente pero te perdona las bromas a su persona?

- Es nuestro código

- Vaya no conocía ese código

- Porque es entre Tyler y yo - dije mostrándole la lengua de manera infantil

- Como sea, dadas las circunstancias, debemos localizar una solución – se posicione frente a mí y habló con voz solemne - Bella Swan te reto a hacerle una broma a Edward Cullen.

- ¿Qué? Eso no es posible Kate, no sé nada de él.

- Conozco su empresa

- ¿y? no pensaras que realizar una broma a un alto ejecutivo por no decir el presidente de la empresa, es algo fácil y más aún, salir ileso

- ¿Escucho bien? ¿La gran Isabella Swan, tiene miedo, o será que sigue deslumbrada por el beso y sus neuronas no funcionan bien cuando piensa en su adorado Eddy?

- Para tu información no temo a Cullen y su beso no fue nada nuevo, acepto tu reto pero si lo consigo, tú, Katherine Denali, me besaras el trasero

- ¡iugh! Eso es asqueroso, no besare tu estúpido trasero

- Entonces serás mi escudo, en el bar, cuando Cullen vuelva e intente realizar alguna broma, tú te harás cargo, serás su camarera.

- No está mal, pero si fracasas entonces cubrirás mi turno en el bar, no me importa si haces horas extra.

- Tenemos un trato, ahora andando, próxima parada "la constructora Cullen" es momento de la venganza y necesitare testigos – Con una sonrisa Kate me siguió, estaba a 2 cuadras de casa cuando René llamó

- Hija, necesito de un favor, verás, estoy en supreme decorations, sin embargo me equivoque de bocetos, no me es posible ir a la casa por ellos, ¿puedes traérmelos?

- Por supuesto mamá.

- ¿Problemas? – pregunto Kate al volante

- Nada complicado, una pequeña modificación de planes, siguiente parada, residencia Swan debo recoger unos bocetos para René, posteriormente iremos a la constructora Cullen – al llegar a casa rápidamente busque el portafolio de René, enseguida extraje de la mochila un pequeño bote de pintura vinílica, mentiría si dijera que la propuesta de Kate me sorprendió, en realidad había ideado la venganza tan pronto como recibí el ticket de la tintorería, sin embargo no planeaba ejecutarlo tan pronto.

Al llegar al estacionamiento de Cullen inc. baje del auto junto con Kate, entramos a recepción.

-Buenas tardes señorita, ¿sería tan amable de indicarme la oficina del señor Edward Cullen?

- ¿Tiene programada una cita?

- En realidad no, pero….

- Disculpe, pero no puedo dejarla pasar, el Sr. Cullen está ocupado y ha dejado ordenes expresa de no ser molestado por … personas que no tengan relación con la empresa – dijo mirándome de pies a cabeza, como evaluándome y frunciendo los labios, seguramente pensará que soy una de las tantas mujeres del idiota ese y he venido a rogarle una noche más, pues no me daría por vencida, vine a darle una sorpresita a Cullen y esta "señorita" no me lo impediría. A mis espaldas escuche la suave risa de Kate, si se cree que ha ganado la apuesta está muy equivocada.

- En realidad… señorita – dije con intención y evaluándola como lo hizo con mi persona instantes atrás – he venido a concretar una transacción importante con el señor Cullen – volví a decir, esta vez mostrando el portafolio de René – odiaría no realizarlo, especialmente porque hoy regreso a Canadá y no podré volver por varios meses, aunque si él se encuentra demasiado ocupado en este momento, puedo llamarle desde Canadá para cancelar el contrato y explicarle esta situación – dije encogiéndome de hombros - después de todo aún no se firma nada y podré acudir a una constructora más accesible, supongo que al señor Cullen no le molestara perder un contrato – noté como la recepcionista se ruborizó, era obvio que temía por su empleo.

- Bueno señorita, quizá el señor dispone de algún espacio para usted, permítame avisar a su asistente de su presencia, si es tan amable de proporcionarme su nombre.

- Isabella, simplemente Isabella.

- Muy bien, si gusta esperar, solicitare le sirvan algo de beber.

- En realidad, dispongo de poco tiempo, me gustaría subir mientras usted avisa de mi presencia.

- Lo siento eso no sería….

- No se preocupe, le he dicho que el señor Cullen me recibirá – "al menos eso espero" agregue mentalmente.

- De acuerdo, tome el segundo elevador, último piso.

- De acuerdo – voltee a ver a Kate con una sonrisa en el rostro – espérame aquí, si algo sale mal, no deseo que Cullen tenga oportunidad de tomar rehenes.

- Se trata de algo legal ¿cierto?

- Por supuesto, tranquila, vuelvo pronto, aunque si notas que las cosas se ponen feas por aquí, sal disimuladamente, sube al auto y vete. Solo no olvides llevarme helado de coco cuando me visites en prisión

- Bella esto no me gusta, mejor vámonos

- ¿y permitir que obtengas la victoria en la apuesta? No sueñes Kate, ahora siéntate a esperarme o mejor prepárate a correr – sin esperar replica camine rápidamente al elevador, pulse el botón del último piso, el edificio era de 5 pisos, una decoración elegante, desde el exterior se podía observar grandes ventanales, el interior era espectacular, piezas de mármol y plantas adornaban adecuadamente el lugar, en otra ocasión me gustaría utilizar las escaleras y recorrer cada rincón del edificio, pero esta era una visita fugaz. En cuanto se abrieron las puertas del elevador en el quinto piso, respire profundamente, esto solo tomaría unos cuantos minutos, pero antes debo buscar posibles rutas de escape, por si acaso, sin más avance lentamente, la opulencia irradiaba en cada rincón de este piso, las piezas que decoraban no solo eran de mármol los había de cristal, algunas otras labradas en plata, oro e incluso platino, decoradas con piedras preciosas, rubíes, esmeralda, diamante y una variedad de extrañas piedras de distintos colores: azul, purpura y rojo, típico de los arrogantes, rodé los ojos mentalmente, este tipo se arriesgaba a que lo asaltaran, aun estaba en mis pensamientos cuando una suave voz me llamó.

- ¿Es usted Isabella? – dijo una mujer menuda, tendiéndome la mano, rubia de ojos azules, vestía como toda una ejecutiva, blusa blanca, falda y blazer azul marino.

- Efectivamente, y usted es….

- Jane Carnahan, asistente personal del señor Edward Cullen, me han informado en recepción que desea hablar con el señor Cullen con respecto a cierto contrato ¿podría verlo?

- Oh, lo siento Señorita Carnahan, comprendo que sea de la total confianza del señor Cullen, pero haya ciertos datos… confidenciales, preferiría analizarlos en privado únicamente con el señor Cullen.

- Ya veo – dijo no muy convencida – en todo caso el señor Cullen la espera en su oficina. – volvió a decir, señalando una puerta y dirigiéndose al ascensor

- De acuerdo, gracias – antes de entrar deje el portafolio sobre un sofá colocado junto a una de las 6 puertas, al entrar lo primero que vi fue la cara del idiota, después de agradecerle por las "flores que nunca recibí" aunque no se lo hice saber, le vacié todo el contenido del pequeño bote de pintura, e inmediatamente salí de la oficina, pero al voltear note que Cullen venía detrás mío, solo me quedó por correr, justo lo que imaginé, supongo que salir de aquí seria 3 veces más complicado que haber entrado, lo primero que hice fue tomar el portafolio y abrir la puerta y entre lo primero que busque fue algo para asegurar que Cullen no entrara, los minutos transcurrieron y solo había silencio, intente escuchar algo, pero nada, seguramente esto era una trampa, durante varios minutos observe mejor la habitación en busca de algo útil para golpear a Cullen, pero solo había archivos y más archivos, rendida, decidí hacer frente a la situación, llamé a Kate, ella me contó que era buscada en la constructora cual si fuera una fugitiva, ahora solo me quedaba utilizar el instinto para sobrevivir, lentamente entreabrí la puerta, sorpresivamente todo estaba desértico, o Cullen estaba escondido en algún lugar o gozo de buena suerte, sali con cuidado, utilizando el portafolio como escudo, pero no hubo sorpresas, quizá Cullen no le dio tanta importancia a una simple mancha, después de todo le pague el lavado, giré con una sonrisa pero al hacerlo choque con alguien, provocando que soltara el portafolio, el cual al caer al suelo se abrió y dejo el suelo repleto de bocetos, ¡rayos! no podía entretenerme por más tiempo, era necesario llegar pronto a Supreme decorations o René me mataría.

- Disculpe señorita, venia distraído - decía el hombre mientras se inclinó a ayudarme a recoger los bocetos

- Oh, no se preocupe, yo también estaba distraída y no lo vi venir – el levanto la vista me miró fijamente, tenía bonitos ojos azules, continúe recogiendo los bocetos y al finalizar él me tendió los que tenía a mano, pero antes de tomarlos él los retiró.

- No me diga que es decoradora de interiores

- Bueno, en realidad yo…

- Estos bocetos son increíbles, estoy a cargo de una construcción y justamente busco una decoradora de interiores, acompáñeme, necesito que me muestre y hable con mayor detalle de este estupendo trabajo – estaba por negarme pero posiblemente sea mi única salida de la constructora – bueno señorita ….. Renata Dywer – dijo mirando la parte inferior de los bocetos, mi mamá solía firmar todas sus ideas – mi nombre es Gerald Ferrar, gusto en conocerla, dijo tomando mi mano y besándola. Entramos a la sala de juntas, donde le hable rápidamente de los bocetos, en ocasiones ayudaba a René con algunas ideas, participe activamente en estos modelos en específico, por lo cual no me costó mucho explicarle al señor Ferrar, sin embargo no fui capaz de responder a todas sus preguntas, eso solo lo haría la verdadera Renata Dywer, después de cierto tiempo me arme de valor para salir de la sala de juntas.

- Disculpe que no pueda solucionar todas sus dudas señor Ferrar, pero en realidad tengo cita con Supreme decorations, estoy algo retrasada, y debo irme en este momento.

- Oh, siento haberla entretenido señorita, en compensación permítame llevarla a dicha empresa.

- No es necesario

- Insisto, y puede tutearme Renata, estoy seguro que el presidente aprobara su trabajo.

Pasamos por recepción, por fortuna mi acompañante era alto y corpulento, permitiendo ocultarme de la vista de los guardias de seguridad sin despertar sospechas, al salir del edificio nos encontramos con la asistente personal del idiota, al parecer la suerte me abandonaba, sin embargo instantes después comprobé que no era así, ella no tenía idea de lo ocurrido en la oficina de su "jefe", nos saludó y Ferrar se retiró a hablar con ella a unos metros de mí, lo cual aproveche para buscar a Kate con la mirada, estaba oculta tras su auto al otro lado de la calle, levante los pulgares hacia ella, dando a entender que todo estaba bien, le hice señas para que se fuera y más tarde la llamaría para contarle los detalles. En cuanto Gerald Ferrar volvió, me llevo a su auto y se puso en marcha, conversamos durante el trayecto, me dio una tarjeta para comunicarme con él; en cuanto llegamos a mi destino René me esperaba, me despedí de Ferrar y baje del auto al encuentro de mamá.

-¿Quién es ese hombre Bella?

- Larga historia mamá, te cuento después, ahora ve ahí dentro y sorprende a los directivos de Supreme Decorations – ella sonrió, juntas entramos al edificio, donde otras personas también esperaban en espera de una oportunidad en esta empresa, después de unos 40 minutos aproximadamente, mamá salió de una de las oficinas con una sonrisa en los labios, pero esa no era su sonrisa habitual, había algo distinto… a pesar de su sonrisa la note tensa, comencé a sospechar del motivo, pero sospechaba también que ella no querría hablar de ello en este momento.

- ¿Lista para irnos Bella?

- Si mamá – detrás de ella apareció una mujer, entregándole una tarjeta y diciéndole que la llamarían después, eso era todo, "la llamaremos después" una típica frase que no significa otra cosa que "no estamos interesados en contratarte" ¿Por qué no eran capaces de decirlo desde el principio y no crear falsas esperanzas de una oportunidad? eso es cruel.

Después de llegar a casa me preparé para ir a trabajar, una vez en el trabajo le conté a Kate lo sucedido, lo bueno de este día fue el hecho de no ver a Cullen merodeando por aquí; las horas transcurrieron rápidamente y pronto volví a casa, al entrar escuché a mis padres hablar, pensaba retirarme en silencio, pues sospechaba del tema de conversación, aun así no pude evitar oír una parte de la conversación.

-No prestaron siquiera una pizca de atención a mi trabajo Charlie – decía indignada mamá

- Entonces son idiotas

- O mi trabajo es pésimo

- Por supuesto que no cielo, tu trabajo es excepcional, si esos tipos no lo valoran ya encontraremos a quien si lo haga, no pierdas los ánimos amor, mira buscaremos otra empresa especializada en decoración

- No Charlie, tuve suficiente con lo de hoy, "lo siento señora, pero buscamos a alguien más… joven, y con talento, pero no se preocupe si surge algo, la llamaremos" no quiero volver a pasar por lo mismo al menos durante un par de meses, por lo pronto continuare organizando eventos sociales.

Me retire molesta a mi habitación, ¿Qué tenía que ver la edad con el talento?, se puede tener 25 años eternamente, y eso no proporcionaría un talento excepcional por arte de magia.

Ha transcurrido 3 días desde el incidente en Cullen inc, mamá no ha vuelto a mencionar o trabajar en sus bocetos, al preguntarle objeta falta de tiempo, definitivamente esos infelices dijeron mas de lo que mamá ha contado, ojalá tuviera la posibilidad de hacer algo…..

-Bella, mi casa pronto se convertirá en una floristería ¿Cuándo vendrás por alguno de tus ramos? Pero más importante aún ¿Por qué siguen enviándolos a mi casa?

- No tengo idea Sue - respondí con una sonrisa juguetona en los labios

- Si claro, por lo menos dime, ¿es sexi?

- ¡Sue! No responderé eso

- Vamos Bella, proporciona algunos detalles, algo bueno ha de ofrecer.

- Por supuesto que n….. ¡eso es! Sue eres una genio, gracias por la idea, hasta pronto, hay cosas por hacer – me despedí de una confundida Sue, corrí hacia la barra en busca de Tyler, después de solicitarle el fin de semana libre, volví a casa, inmediatamente llamé a Gerald Ferrar, después de algunos minutos colgué con una sonrisa en los labios, el tipo aún estaba interesado en los bocetos de mamá, sin avisarle busque los bocetos para fotocopiarlos, después los ordené para enviarlos al día siguiente, por el momento no informaría a René, no estaba con el mejor ánimo y no quería verla triste una vez más, especialmente si era por culpa del idiota Cullen, esa era la parte más difícil, el idiota podría rechazar los bocetos solo por venganza…. Al siguiente día, entregue el trabajo y cruce los dedos porque Cullen reconociera el talento de mamá, las horas transcurrieron rápidamente sin noticias de la constructora Cullen, comenzaba a desanimarme, después del trabajo que me costó convencer a mamá de ir al centro comercial a comprarme chucherías, mientras yo esperaba la llamada de la constructora y posteriormente darle la gran noticia a René, pero supongo que soñé muy alto, era demasiado pedir, especialmente tratándose de Cullen. Con la cabeza gacha, cansada de esperar junto al teléfono, entré a la cocina por un vaso de jugo, lo bueno de todo es que mamá no sabe nada, le he ahorrado otro disgusto.

– De no conocerte saldría corriendo de esta casa – habló distraídamente Mackenna – ¿puedo preguntar, qué sucede?

– Nada, solo… – suspiré sonoramente – pretendía hacer algo bueno por mamá, pero no resulto como esperaba

― ¿Se puede saber de qué se trata?

― En realidad… hice… quiero decir….― me detuve abruptamente al escuchar la voz indignada de papá, salí de la cocina para encontrar a Charlie al teléfono, por su rostro aparecía un claro color carmesí, indicio inequívoco de su ira ¿con quién hablaba?, espere por unos minutos tratando de averiguar algo

― "¿por tal motivo llama a mi esposa utilizando motes cariñosos y empalagosos?" ― pobre tipo, era obvio que no conocía a Charlie, supongo que a René le espera un berrinche de papá, además de una larga explicación ― "¿Y por que debe rendirle cuentas de su vida a un desconocido?" ― uh, definitivamente Charlie ira tras el tipo; detrás mío, oí a Mackenna reír, sonreí para mis adentros, esta noche seria entretenida, no todos los días se veía discutir a mis padres, generalmente se ponían cariñosos durante la cena, en ocasiones era incluso incomodo verlos tan… empalagosos el uno con el otro, mientras yo me sentía fuera de lugar, pero estaba feliz por ellos, se amaban profundamente….. pero una riña de vez en cuando era bienvenida.

― Prepararé palomitas ― susurró Mackenna, volviéndose a la cocina

― Idiota ― dijo papá antes de colgar el teléfono, curiosamente esa palabra trajo a mi mente a Cullen, negué con la cabeza por dicha tontería.

― ¿Qué ocurre papá?

― Un idiota pretende robarme a mi esposa ¿lo puedes creer Bella? ¡es mi esposa! ¿Acaso debo tatuar a tu madre con mi nombre para que no se le acerquen?

― Dudo que mamá aprecie eso – reí entre dientes

― No te rías, no tiene gracia

― Vale, ¿Qué dijo el "idiota" exactamente?

― ¡Quería hablar con la hermosa y adorable señorita Renata! ¿Cómo se atreve?

― ¿Acaso no soy hermosa y adorable? ― preguntó René desde la puerta con la ceja arqueada

― Me refería a que no tiene derecho a llamarte de esa manera, solo tu marido tiene ese derecho ― continuo Charlie, aquí iniciaba la querella, lástima que las palomitas aun no estaban listas, como sea disfrutaré de esto.

― Vamos cariño no seas tan posesivo, me han dedicado una halago no una propuesta de matrimonio

― Los halagos son el principio de una propuesta más seria…. no te rías, esto no tiene gracia.

― Yo lo encuentro gracioso.

― Yo no, espero que te deshagas de tu admirador pronto o lo haré yo mismo

― ¿Te estas oyendo Charlie? No tengo admiradores o al menos desconozco su existencia y tu deseas hacerle daño, quizá solo trataba de ser gentil

― ¿Gentil? Es un malnacido, un buitre en busca de la oportunidad de ser popular

― Ni siquiera sabes quién es o donde vive

― Pero lo averiguaré Renata

― ¿Enserio? ― ataco mamá

― Dalo por hecho, localizare a ese tal Edward Cullen, si acaso es su verdadero nombre

― ¿Edward Cullen? ― hablamos mamá y yo al mismo tiempo, no podía ser ¿Cullen?

― Papá, ¿Qué dijo exactamente?

― Ya te lo he dicho Bella, quería hablar con…..

― No, no, eso no, quiero decir además de eso

― Veamos – dijo pensativo ― dijo algo sobre una cita laboral en su empresa el lunes a las 10:00 am, está loco si cree que permitiré ese encuentro – volvió a decir papá mirando a René, ella solo rodo los ojos.

― No puede ser, hay una posibilidad, esto es…. ¡Es increíble! ― prácticamente grité, al girar hacia mis padres comprendí el pequeño error, hable demasiado, ellos observaban interrogantes ― yo… eh…..

― ¿Hay algo que quieras decirnos Bella? ― pregunto papá

― Esperaba darles una sorpresa, pero dudo que pueda guardar el secreto por mucho ¿cierto? ― ellos asintieron ― vale, hace unos días fui a la constructora Cullen, casualmente choque con el jefe de obra de la empresa, el choque provoco que los bocetos de mamá cayeran al suelo y él los vio, se interesó mucho en ellos, por consiguiente pidió que le entregara una propuesta para su jefe, el señor Edward Cullen, así lo hice y al parecer ahora hay una posibilidad de que contraten a mamá.

― Estoy perdido, ¿Cuándo y por qué fuiste a la constructora esa? – inquirió Charlie, ¡rayos! No pensé en eso, ahora que digo, Bella piensa, piensa

― Eh… bueno, veras papá… uhm… el Sr Cullen olvidó su tarjeta de crédito en el bar de Tyler, así que fui a devolvérselo.

― ¿Quién olvidaría su tarjeta de crédito? Y ¿Por qué no fue el propio Tyler, por qué te envió exactamente a ti?

― eh… Tyler pensaba devolver la tarjeta personalmente, pero lo dejo en su chaqueta y como recordaran olvido su chaqueta aquí, tenía demasiado trabajo y me pidió ese favor.

― ¿Eso es todo? ― preguntó Charlie, algo sospechaba, lo intuía, no me creía media palabra

― Si ― papá solo asintió

― No debiste enviar esos bocetos sin mi consentimiento Bella

― ¿Cómo? Pero son muy buenos

― Bella, he oído hablar de la constructora Cullen, ellos trabajan con los mejores y más experimentados diseñadores, suele tener contratos con empresas como Extreme decorations, imagínate, no tuve oportunidad en extreme decorations por falta de "experiencia" mucho menos tendré oportunidad en Cullen inc.

― Pero mamá puedes intentar, quizá

― No Bella, llamaré para cancelar la cita

― Querida, no te molestes, con gusto lo hare yo, ¿Por qué no vas a la cocina por un delicioso pastelillo, obra de Mackenna ― argumento Charlie con una sonrisa, por mi parte no esperaba esa reacción en René, con la mirada baja camine hacia la escalera.

― Bella, ven aquí ― llamó Charlie ― aun no termino contigo, volví junto a él

― Dime papá

― Veamos, hay que dejar en claro una cosa, no creí una palabra de tu discurso, pero lo dejaré pasar, intentaste hacer algo bueno por tu madre, ahora nos queda convencerla

― ¿No cancelaras la cita?

― Por supuesto que no, René merece una oportunidad y si ese tal Cullen no reconoce su talento, iré a partirle la cara, primero por mandarle halagos sin derecho y segundo por idiota ― sonreí ante la idea

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― Mamá, por favor, solo tienes que presentarte, hablar de tu trabajo y después volver

― No Bella, ya les he dicho lo que pienso al respecto.

― Vamos querida, Bella tiene razón, es más yo te acompañare

― Yo también iré, pero por favor mamá, inténtalo.

― Bien ― bufó ― pero con una condición, tengo pocas horas para prepararme, así que no deseo interrupciones y mañana ninguno de los dos irá ¿entendido? ― Charlie y yo asentimos como niños pequeños

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Los días han transcurrido "normalmente", eso parecía, pero había algo distinto, no podía encontrar el que, la única diferencia era que Cullen no aparecía mas por el club, ¿motivo? René dice que está lleno de trabajo, lo cual es genial, ojalá viva en el trabajo por toda la eternidad y así no anda persiguiendo faldas….. ¡rayos! ¿Por qué me preocupa las raras ideas de Cullen y faldas? No es como si estuviera celosa, para eso el idiota debería importarme….

― Entonces Bella, ¿lista para esta noche? – preguntó Kate después de clases

― Eso parece, aunque no comprendo ¿Por qué no llevas a alguna de las chicas?

― Porque cualquiera de ellas no dudaría en lanzarse sobre Garrett, sinceramente no deseo convertirme en homicida

― Entonces invita a Ángela, ella solo tiene ojos para su Ben

― Nop, ella llevaría a Ben con ella y entonces el amigo de Garrett, quedaría excluido.

― Por lo tanto solo queda la niñera Bella ¿eh?

― Exacto, además recuerda que esto te da una semana más de trabajo ligero en el bar.

― Tienes razón esclava. ― sonreí por la expresión enfurruñada de Kate

Las horas transcurrieron, y finalmente llegó el momento de conocer al gran Garrett Pace, una vez en el bar acordado, llamé a Tyler, no sabía nada del novio de Garrett mucho menos de su amigo, así que un poco de apoyo no me vendría mal, lástima que él no podría venir sino hasta 40 minutos después, al menos era algo, cuando volví a la mesa, me encontré con tremenda sorpresa, ¡el idiota! Estaba ahí, era amigo de Garrett, ¡maldición! Siempre sacaba lo peor de mí en cada encuentro y esta no fue la excepción, al principio estuve tentada de irme, pero Kate me recordó una semana más de su "esclavitud". Pero los minutos pasaban y la exasperación iba en aumento, después de unas cuantas frases, la paciencia llego a su fin, salí de ahí, una vez en la calle observé a las personas entrar y salir del bar, recordé la conversación reciente con Cullen, claro si a eso se le puede llamar conversación e inesperadamente comencé a reír, hay que reconocer el ingenio de Cullen, los espectadores seguramente deben estarse doblando de risa, ahora que lo analizo mejor, fue divertido, muy divertido, quizá deba visitar a René en su trabajo y fastidiar por ahí.