Escapa (+18)

Autor: OvejaSwanCullenBlack
Género: + 18
Fecha Creación: 24/01/2014
Fecha Actualización: 27/04/2014
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 29
Visitas: 12686
Capítulos: 15

Escapar, correr sin mirar atrás, huir de todos mis males. Es la única respuesta a todo lo que he vivido. No me importan las ramas lastimando mis brazos, no me importan las raíces haciéndome tropezar en la oscuridad, solo me importa llega al otro lado del bosque y encontrar mi salvación. 

Y si esos ojos color esmeralda lo son...

¡Bienvenido seas a mi vida!

 

Los personajes pertenecen a S. Meyer. La historia es de mi autoria. 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Volviendo a la normalidad

HOOOLAA! AQUÍ ESTOY REPORTÁNDOME CON UN NUEVO CAPITULO! :D 

GRACIAS POR SUS COMENTARIOS. Y NO KRIS_9, NO SON INVISIBLES, A USTEDES TAMBIEN LES AGRADEZCO SU APOYO Y QUE ME SIGAN ES MUUUY IMPORTANTE PARA MI, PERO NO PODÍA NO DEDICARLE TOOODO UN AGRADECIMIENTO A LA PERSONA QUE ESTA TODO EL DÍA AL LADO MIO ESCUCHANDOME LEER EL CAPÍTULO QUE ESCRIBO, PARTE POR PARTE, Y DÁNDOME IDEAS. SI NO FUERA POR ELLA, NO TENDRÍA NI LA MITAD DE LOS CAPÍTULOS QUE TENGO ESCRITOS. Y, NO HUBIERA ENCONTRADO LA MANERA DE METERLAS A USTEDES, (EN FORMA DE EAGRADECIMIENTO). BUENO, ME FUI MUCHO DE TEMA, LES DEJO ESTE CAPITULO Y ESPERO QUE LES GUSTE. BYEEEEEEEEE.

 

AAAH SI, VERONIKICE, BIENVENIDA A MI FIC :D 

 

Capítulo 10: Recuperando la normalidad.

 

Al llegar al cuarto de Allie ella aún estaba durmiendo, por lo que miré mal a Edward.

-¡Yo no fui el que te despertó! ¡Yo quería seguir durmiendo!-Se defendió dando un paso a atrás, y por su cara de sueño, le creí, luego volví a ver a Alice durmiendo  plácidamente en su cama, una idea cruzó por mi cabeza y me volví hacia Ed, que al ver mi expresión negó con la cabeza.-No sé qué se te está pasando por esa cabecita tuya, pero ni loco hago algo contra Allie. La última vez que lo hice, mi pequeña hermana destruyó mi colección de música. No voy a volver a arriesgarme.-Concluyó alejándose del cuarto. Lo dejé irse y entre con cuidado. Acercándome lentamente para no despertarla, me coloqué al lado de su cara y, de repente, comencé a gritarle en su oído. Se despertó alarmada y comenzó a gritar que su armario se quemaba. Me reí demasiado de mi venganza y ella me lanzó una mirada asesina.

-¡Ni se te ocurra hacerme algo, esta es mi venganza por lo de ayer!-Avisé separándome de ella y mirándola seriamente.

-Más te vale que tengas una buena excusa para despertarme tan temprano.-Gruñó viendo el reloj. Se destapó y se levantó enojada.

-Edward dijo de hacer un día de pileta, y te quería pedir una maya.-Dije siguiéndola hasta el baño, pero se frenó a mitad de camino y me miró con los ojos brillantes.

-¿Enserio?-Exclamó alegre y asentí.-Bien, tengo algunas por aquí.-Ahora la seguía hacia su guardarropa, que estaba repleto de prendas, zapatos, carteras y accesorios, aunque todos ordenados.-Bells, te presento mi más preciado tesoro. Este armario tiene lo mejor de la temporada y esa puerta que ves allí…-Señaló la puerta que estaba al fondo del vestidor.-…conecta directamente con el Salón del Cambio.-Concluyó con una sonrisa, mientras se dirigía a un sector “especial”.-Aquí tengo algunos diseños, tengo enterizas y bikinis ¿Qué prefieres?-Preguntó mostrándome un diseño de cada uno, luego sacó un tercero.-También tengo trikinis.-Agregó y sonreí ante esa prenda. Era linda y no mostraba tanto.

-Me quedo con las trikinis.-Contesté acercándome al cajón donde tenía los bañadores, me señaló el sector de los tikinis y saqué uno negro con lunares rojos que me gustó mucho, mientras ella sacaba una bikini violeta muy sexy. Nos cambiamos y salimos al patio, donde ya todos estaban listos, aunque con caras de dormidos.-Buenos días chicos.-Saludé a todos y Emmett corrió hacia mí y me abrazó fuertemente. –Bájame Mastodonte, me estás lastimando.-Grité pegándole mientras me reía y él me hizo caso, dejándome nuevamente en el suelo. Jasper se acercó y me dio un gran abrazo, no tan fuerte como el de su mellizo, diciéndome al oído que se alegraba de verme bien. Al separarnos me dirigí a donde Rose y Esme estaban sentadas sobre unas reposeras tomando sol, seguida de Allie que venía colgada del cuello de su novio.-Buenos días  Rosie, buenos días Esme.-Las saludé con una sonrisa mientras me sentaba junto a ellas.

-Buenos días Bella, me da mucho gusto verte vestida así, sin importarte las marcas. Te ves hermosa de esta manera.-Me alentó Esme agarrando mi mano, Rosalie asintió de acuerdo y me recosté para tomar sol. Unos minutos después, escuche a Esme aclararse la garganta y me giré hacia ella para ver qué era lo que pasaba, ella me miraba nerviosa y jugando con su pelo, tomó aire y habló.-Anoche, cuando volví a mi cuarto, estuve hablando con Carlisle.-Confesó aún nerviosa y le pedí que continuara.-Él ahora está en el hospital, ya que es día de semana y no podía faltar. Pero dijo que cuando volviera quería hablar contigo. Está muy preocupado y me pidió que te avisara que te haríamos algunos exámenes hoy para sacarnos de encima las dudas de si te hizo algún daño.-Apreté mis labios y tan solo asentí. Esperaba que todo saliera bien.

La mañana pasó rápidamente, y cuando menos me di cuenta, ya estábamos almorzando una rica pasta, cortesía de nuestra madre. A eso de las dos de la tarde, llegó Carlisle con un gran bolso y me pidió que pasara a su escritorio con él. Al sentarme en la silla enfrente a él, comenzó a hablar.

-Bella, debo confesarte que me imaginé que algo así había hecho el maldito ese de Philip Swan, pero el que Esme me lo confesara me causó tanta rabia. Tu padre me debe estar odiando por no haber luchado cuando tuve que hacerlo para cuidarte. Soy un asco de persona Bella.-Sus palabras me dejaron sorprendida pero cuando se puso a llorar, me sentí débil. Si algo había visto del hombre que tenía frente a mí, es que era fuerte y jamás en mi vida hubiera pensado verlo quebrarse de esa manera. -Debí haberte secuestrado, debí hacer  algo para sacarte de ese lugar. Le prometí a Charles que te cuidaría con mi vida, que tendrías un hogar lleno de amor y cuidados. Pero dejé que te fueras con el infeliz de su hermano y él hizo de tu vida un infierno.-

-Carlisle, no es tu culpa.-Lo frené para que no siguiera tirando de sus cabellos, levantó su mirada viéndome a los ojos.- Tú no podías hacer nada, además, se supone que él es mi tío y tendría que haberme dado el cariño que tú y tu familia me dieron. La única culpa aquí es de él, Carlisle. Y te juro, que a pesar de todo, no cambiaría nada, tan solo por estar aquí,  con ustedes.-Lo tranquilicé y él me sonrió. Una vez estuvo calmado, me mostró lo que había en el bolso. Eran herramientas de hospital, jeringas, guantes, frascos, unas pinzas y no sé cuántas cosas más. Me dijo que debía tomarme algunas muestras de diferentes tipos y que luego Esme pasaría a hacerme una revisión ginecológica. Y que ni bien tuviera todas las muestras, las llevaría al hospital y me traerían los resultados. Aunque había algunos exámenes que debía hacer más adelante. Yo accedí a todo y le hice caso en lo que necesitaba.

 Después de unos minutos, él ya había tomando las muestras necesarias para hacerme todos los exámenes habidos y por haber, por lo que llamó a Esme, ya que era su turno.

Ella me hizo recostarme en una camilla que estaba a un costado de la oficina, bien en el borde y con las piernas abiertas y los pies apoyados en la camilla.

-Bella, seguro esto te molestará, o incluso te dolerá, pero debo hacerlo.-Avisó mientras comenzaba la revisión. Decir que no me molestó  sería mentira, la verdad es que fue muy incómodo y doloroso, pero me resistí a los impulsos de salir corriendo. Al terminar la revisión, Esme se sacó los guantes y me sonrió.-Estás en excelente estado Belli, no te hizo ningún daño. Tu útero está bien y no presentas heridas internas de gravedad. Lo que si debo avisarte es que en la semana tendremos que acerté algunas pruebas de maternidad.-Abrí los ojos horrorizada.-Sé que no es algo lindo en este momento, pero hay muchas posibilidades de embarazo, y a esta altura no podemos darte nada para evitarlo, ya que podríamos causar el efecto contrario y facilitar la fecundación. Pero no te preocupes Bella, sea cual sea tu condición o tu decisión, nosotros estaremos aquí ¿Si?-Me apoyó agarrando mi mano con fuerza. Afirmé tanto con la cabeza como con un escueto sí que salió de mi boca.

Al salir del escritorio de Carlisle, con Esme nos dirigimos nuevamente hacia afuera, donde las chicas y los chicos jugaban un vóley en el agua.

-¡Menos mal que llegas Bella, nos falta una chica!-Gritó Rose desde la pileta, Edward, que estaba de espaldas a mí, se giró y me sonrió, le devolví la sonrisa y corrí hasta ellos, metiéndome rápidamente al agua.-¿Sabes jugar?-Me preguntó la rubia con curiosidad, negué y me dio un curso rápido, dándome algunos ejemplos con Allie.

-¡Vamos chicas, me aburro!-Exclamó Emmett del otro lado de la soga que usábamos como red. Le lanzamos una mirada matadora y nos pusimos en posición.

Ganamos quince a doce. En un partido muy parejo, los chicos eran buenos, pero nosotras éramos mejores. Esme sacó muchas fotos, mientras Carlisle leía el diario sentado en las reposeras. Parecía algo normal, como si siempre hiciéramos esto, como si yo fuera parte de la familia desde siempre.

La tarde pasó más rápida que la mañana y ahora me encontraba en el cuarto de Edward, que ahora sabía, era donde había estado el día que llegué a esta casa. Alice y Rose se habían ido a mitad de la tarde al centro comercial junto con Emmett y Jasper, diciendo que debían comprar todo lo que no habíamos podido comprar ayer y que tenían que arreglar mi cuarto, ya que carecía de personalidad. Al volver, entre los chicos habían preparado todo para pintarlo, sacando todos los muebles y empujándome a dormir en el cuarto de Eddie hasta que terminaran con la obra.

 Lo peor, es que mañana volverían al colegio, ya que estábamos a martes y Carlisle los había obligado a todos a regresar a clases, por lo que tardarían aún más en terminar mi habitación. Aunque eso significaba dormir abrazada a Ed todas las noches.

Esme me había preguntado si yo quería empezar también el instituto, ya que probablemente me aburriría si pasaba todo el día encerrada en casa sin los chicos acompañándome y, aunque me daba miedo salir al exterior y rodearme de mucha gente, no me haría mal salir un poco de estas cuatro paredes. Por lo que acepté y comenzaron con los papeles de inscripción.

Emmett y Jasper habían perdido un año con la muerte de sus padres, asique a pesar de tener ya 19 años aún estaban en el último año de colegio, junto a Edward. Allie y Rose estaban en el anteúltimo año y, por ende, yo tendría que estar un año más abajo, pero mis padres se las estaban arreglando para anotarme en el mismo año que mis hermanas, así no quedaba tan sola. Esto podría estar bueno. 

Capítulo 9: Edward Anthony Cullen, mi salvador. Capítulo 11: El Instituto

 
14439815 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios