Escapa (+18)

Autor: OvejaSwanCullenBlack
Género: + 18
Fecha Creación: 24/01/2014
Fecha Actualización: 27/04/2014
Finalizado: NO
Votos: 5
Comentarios: 29
Visitas: 12687
Capítulos: 15

Escapar, correr sin mirar atrás, huir de todos mis males. Es la única respuesta a todo lo que he vivido. No me importan las ramas lastimando mis brazos, no me importan las raíces haciéndome tropezar en la oscuridad, solo me importa llega al otro lado del bosque y encontrar mi salvación. 

Y si esos ojos color esmeralda lo son...

¡Bienvenido seas a mi vida!

 

Los personajes pertenecen a S. Meyer. La historia es de mi autoria. 

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Capítulo 7: El Dolor

BUENO CHICAS, AQUÍ VA OTRO CAPÍTULO, LA VERDAD ES QUE ME ESTOY RESISTIENDO A NO SUBIR UN CAPÍTULO POR DÍA, YA QUE ME QUEDARIA SIN CAPÍTULOS Y LAS CONSENTIRÍA DEMACIADO JAJAJAJ. ME ENCANTA SABER QUE LES GUSTA MI HISTORIA, LA VERDAD ES QUE YO TAMBIÉN QUIERO MATAR A IRINA Y A PHIL, A TANYA TODAVIA NO DEBEN ODIARLA, NO SABEN LO QUE TENGO PLANEADO PARA ELLA, SI AHORA LA ODIAN, NO LES ALCANZARÁN LOS SENTIMIENTOS PARA DESPUES JIIJIJI. (YA CONTE MUCHO :S) 

BUENO, ESPERO QUE LES GUSTE ESTE CAP COMO LES GUSTARON LOS ANTERIORES. 

BESOOOOS, LAS QUIEEERO :D 

 

Capítulo 7: El Dolor.

 

Los golpes contra la puerta fueron cada vez más fuertes y  vi como ésta se sacudía de la fuerza.

-Si no nos abres tiraremos la puerta abajo.-Gritó Emmett y pude ver cómo la puerta prácticamente salía de su lugar por el impacto de lo que suponía era el cuerpo del mastodonte de Emmett, pero igual no me levanté, tan solo me abracé a mis piernas apoyando mi cabeza sobre las rodillas, mirando para el lado contrario a la puerta.- ¡Es la última advertencia Bella!- Esperó mi respuesta, y al no obtenerla, dio en golpe final, que hizo que la tabla de madera blanca callera en un golpe sordo contra el suelo de cerámica azul.

 

 

Alice, Rosalie y Esme entraron primeras, acercándose corriendo hacia mí, mientras el grandote salía rápidamente al notar que estaba desnuda en la bañera. Carlisle, Edward y Jasper estaban del otro lado de la puerta, girándose mientras Emm salía.

-Bells, pequeña, nos asustaste mucho.-Dijo Rosalie abrazándome, pero se alejó ni bien su cuerpo entro en contacto con mi fría piel. -¡Está helada!- Exclamó horrorizada girándose hacia Esme, quien agarró una toalla del mueble y, mientras Alice y Rose me ayudaban a levantarme, me envolvió en ella. Entre las tres me sacaron y me llevaron a la cama, pude ver a Edward entrar al baño, supuse que para vaciar la tina y juntar mi ropa. Emmett y Jasper sacaban la puerta y Carlisle iba en busca de ropa al armario, sacando un camisón de manga larga. Los hombres salieron y las chicas me cambiaron y me acostaron en la cama, envolviéndome con frazadas que no sabía de dónde salían.

-Bella estuviste dos horas ahí encerrada, metida en el agua fría, te vas a enfermar cariño.-Explicaba Esme frotando mis brazos a través de las mantas. Lloré al recordar una vez que pesqué un resfriado siendo aún una niña.

 

-Princesa, esto te pasa por jugar en el jardín con esta lluvia ¿No te dije que te quedaras adentro?-Me regañaba Reneé luego de cambiarme la ropa, secarme y meterme entre varias frazadas, mientras yo estornudaba con la nariz roja, teniendo tan solo ocho años.

-Perdón mami, es que yo quería jugar con la Abuela.-Mi respuesta la hizo sonreír con tristeza. Su madre, mi abuela, había muerto hacía poco y ella me había dicho, antes de morir, que cuando llueve, en cada gota hay una parte de esas personas que se van lejos, que vienen a acompañarte para no sentirte sola, que por eso a ella le encantaba la lluvia, porque en ella mi abuelo venía a hacerle esas caricias que ya no podía darle.

 

-¿Qué es lo que te pasa Campanita? ¿Por qué estás tan destruida? Hoy a la mañana eras la viva imagen de la alegría y ahora, pareciera que una parte de ti ha muerto al volver a verlo.-Las palabras de Allie me hicieron mirarla, tenía razón, algo murió dentro de mí, pero no al verlo de nuevo, sino hace dos noches, cuando el me robó mi inocencia.-Estamos aquí para ti Bella, si quieres puedes contarnos lo que te pasa, puedes confiar en nosotros.-El llanto volvió a mí y me desplomé en los brazos de esas tres mujeres que me cuidaban como si tuviera su sangre. Lloré hasta quedarme sin lágrimas y, una vez que mi respiración volvió a la normalidad, comencé a contarles lo que él me había hecho.

- Todo comenzó cuando cumplí los trece años. Mi prima Tanya se fue al internado e Irina salía todas las tardes a gastar todas las tarjetas en sus compras, por lo que solo quedaba Phil.  Al principio, todo era normal, él se pasaba las tardes viendo televisión en la sala mientras yo tenía mis clases con Ángela, la institutriz que me daba clases, hasta que comencé a desarrollarme, o eso fue lo que me explicó Angie. La ropa me quedaba más ajustada y mi cuerpo cambiaba. También me llegó el periodo, por lo que Angie me tuvo que dar clases de educación sexual.  Desde el momento que mi cuerpo inició con estos cambios,  Phil cambió su actitud hacia conmigo. Antes de que Angie llegara, me llevaba al cuarto de Tanya y me dejaba jugar con sus cosas y ponerme su ropa. Él me dijo que su cambio se debía a que se dio cuenta que yo era su sobrina y que, a pesar de todo, tenía su sangre y me quería, pero que no debía decírselo a Irina, pues ella se enojaría demasiado y me encerraría en mi cuarto por una semana. Así, poco a poco, se ganó mi confianza, pues yo era solo una niña y él, a pesar de todo, era el hermano de mi padre.  Con el paso del tiempo, sus abrazos se me empezaron a ser incómodos y, cuando me invitaba a ver la televisión con él, su mano siempre terminaba en mi pierna.-Levanté la mirada para verlas con los ojos abiertos de par en par, asombradas por mi historia, podía sentir en brazo de Esme abrazarme con fuerza.- Con el tiempo, sus manos pasaban más parte encima de mi cuerpo que en otra parte y cuando yo trataba de alejarme, me pegaba. Intenté no volver a salir de mi cuarto una vez que Irina se iba, pero él tenía las llaves y se metía dentro y me tiraba en la cama para toquetearme por encima de la ropa y llenarme de besos húmedos todo el cuerpo hasta que Angie llegaba. Todas las noches me pasaba una hora completa debajo de la ducha tratando de borrar sus manos. Varias veces llegó a tenerme desnuda mientras jugaba con mi cuerpo y yo tan solo lloraba, no podía hacer nada para defenderme, cuando lo intentaba más violento era conmigo. Los peores días era cuando tomaba, llegaba por las noches mientras Irina dormía y entraba directo en mi cuarto, despertándome mientras se metía debajo de las sabanas. Nunca pasó a más de manoseos, hasta la noche que escapé.-Tomé aire para continuar, mientras Rose y Allie agarraban mis manos y le daban un suave apretón. –Esa mañana Phil entro enfurecido a mi habitación, diciendo algo sobre un tal James, un trato y mi maldita virginidad.- Apreté los puños al recordar sus palabras.

 

-Ese maldito de James, pide demasiado. No entiendo para qué mierda te necesita virgen si para lo que te quiere es preferible que tengas experiencia. Pero ya hice un trato con él y me pagará muy bien por tu maldita virginidad.-

 

-Él me había vendido, para que cuando yo firmara los papeles para pasarle la compañía de mis abuelos a Tanya, yo saliera definitivamente de sus vidas. Se fue de la habitación cuando llegó Angie, y al estar solas, no pude aguantarme y le conté lo que había sido mi vida desde la primera vez que mi tío me había tocado. Ella me rogó que me escapara, que yo no podía seguir viviendo así, pero Phil entró a la habitación y la sacó de los pelos, gritándole que no podía meterse en la vida de los demás sin pagar un precio.-

 

-Bella, no puedo creer lo que me estas contando. Ese hombre es una basura, ni se le puede llamar hombre. Tratarse así, querer tener relaciones contigo, siendo su sobrina. Pequeña, debes escapar de esta casa. Sé que es difícil para ti, porque es la casa de tus padres, pero no sabes cuando tu tío puede estallar. Corres peligro y…-Sus palabras se vieron interrumpidas por el golpe de la puerta siendo abierta bruscamente, él estaba parado allí, enojado, como nunca lo había visto, se acercó con pasos fuertes hacia Angie y la agarró de los pelos violentamente, tirándola de la silla y arrastrándola por el piso. Los seguí cuando salieron de la habitación y vi horrorizada como la bajaba por las escaleras golpeándola hasta salir de la casa, amenazándola de muerte si contaba algo de lo que pasaba en la casa.

Se giró a mí, que estaba al pie de las escaleras, a unos diez metros de él. Aterrorizada subí corriendo y me encerré en mi cuarto, tratando de detener con mi cuerpo su intromisión en éste, pero era obvio que era más fuerte que yo y terminé tirada en el piso cuando entró violentamente. Me agarró de los pelos y me arrojó al colchón.

-¿Cómo se te ocurre contárselo Isabella? ¿Qué se te pasó en la cabeza cuando decidiste decirle a Ángela lo que yo te hacia?-Por cada pregunta me daba un golpe, siempre tratando de no hacerlo en la cara para que no se me notara. -¿No pensaste lo que pasaría cuando me enterara? ¿O acaso pensaste que no lo sabría?-Su voz sínica solo ayudaba a que mi miedo se incrementara más y más, al igual que mis lágrimas.-Yo me entero de todo, cariño. Yo lo sé todo. Y tú, vas a pagar muy caro por tu torpeza.-Comenzó a desabrocharse el pantalón y, en ese momento, supe que esta vez no se detendría.-Me importa una mierda James y nuestro trato. Me importa menos que seas mi sobrina. Vas a ser mía.-

 

-Cuando terminó conmigo me quede en la misma postura en la que me había dejado, llorando. Me manchó, destruyó mi vida. Me arruinó.-Me volví a quebrar abrazándome a Esme.-Luego llegó Irina y comenzó a pegarme, diciendo que no le robaría a su esposo y no sé cuántas cosas más.- Dije entre lágrimas contra el pecho de mi madre adoptiva, sin saber si me habían llegado a entender. Seguí llorando en silencio durante un buen rato, mientras mis hermanas me acariciaban la espalda. Cuando me calmé nuevamente, comencé a estornudar, y Rose tocó mi frente, separándose rápidamente de mí.

-Mamá, está volando de fiebre.-Exclamó sorprendida, las dos copiaron la acción y se sorprendieron de igual manera. 

-Chicas, vallan a buscar los medicamentos que están en mi baño, también traigan algunos paños de agua fría y...-Comenzó a mandar con voz autoritaria nuestra madre, lo que me hizo sonreír, pero la detuve.

-Tranquilícense, estoy bien, es solo una fiebre, ya se me pasara.-Al decirlo mi garganta dolió y, al parecer, se dieron cuenta, ya que negaron con la cabeza.

-No estás bien Campanita. Deja que nos preocupemos por ti. Nos encargaremos de que esta gripe se te vaya con los cuidados de una familia normal ¿te parece?-Cuestionó la Pixie logrando que un calor inmenso se instalara en mi pecho, y tan solo asentí.

-¿Necesitas algo en especial?- Preguntaron mis hermanas, dirigiéndose a la puerta. Lo pensé unos segundos, hasta que unos ojos verdes se cruzaron por mi mente. No había hablado con Edward desde la cena de anoche, debía estar preocupado y, la verdad, lo extrañaba.

-¿Podrían llamar a Edward? Me gustaría verlo.-Pedí sonrojándome tímidamente, ellas se miraron y sonrieron mientras asentían y se fueron por la puerta dejándome sola con mamá. Ella me miró unos segundos mientras acariciaba mi pelo, sentada junto a mí, que había sido obligada a acostarme, parecía querer decirme algo, pero no sabía si hacerlo o no, hasta que se decidió.  

-Cariño, sé que esto es difícil para ti pero, debemos contárselo a Carlisle.-La miré sorprendida y enojada al mismo tiempo, creí que podía confiar en ellas, no quería contárselo a nadie más, sería nuestro secreto, quise separarme de ella, pero me agarró de los brazos y me detuvo.-No es lo que piensas mi niña, no es que yo quiera contárselo, pero él es doctor y, debes ser examinada.-Hizo una pausa para ver si yo entendía y con la mirada le pedí que continuara.-Lamento decirlo así pero, fuiste violada Bella, y no sabemos si eso haya traído consecuencias en tu cuerpo.-Los ojos de Esme se empañaron y tocó su vientre.-En mi caso, no me permitió tener hijos.-

Capítulo 6: Cayendo de la nube. Pronto tenía que pasar. Capítulo 8: La historia de Esme

 
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