Bella POV

Aún estaba en shock, no podía creer que un chico como Edward quiera estar conmigo. A pesar de que nos conocemos poco me siento muy a gusto con él. Me siento protegida y querida. Ni en mis dos relaciones anteriores me sentí así.

Definitivamente ni aunque contara ovejas podía dormir. Me debatía internamente si llamar a Edward como me dijo que lo hiciera, pero ¿y si ya dormía? Bueno, no perdía nada con probar.

Busqué su número en la agenda y presioné el botón de llamar.

-          -Hola, ¿Bella?

-          -Hola, Edward. Lamento si interrumpí tu sueño – le dije apenada.

-          -No, no. Descuida, me estaba cambiando. ¿No puedes dormir?

-          -No, la verdad no. Pero no es por miedo. No sé, simplemente no estoy cansada.

-          -¿Tienes algo que hacer mañana temprano?

-          -No, afortunadamente no tengo clases mañana – dije animada.

-          -¿Por qué? – pregunté.

-          -¿Quieres que pase a buscarte y damos unas vueltas? Así podríamos conversar y saber más cosas el uno del otro.

-          -Me parece una genial idea – se me formaba una tonta sonrisa.

-          -De acuerdo linda, me cambio y estoy allí en 15 o 10 minutos.

-          -Ok, te esperó. Cuídate en el camino.

-          -Nos vemos.

Como ya tenía mi pijama, tuve que cambiarme. Me dirigí a mi armario.

¡Rayos! Tener mucha ropa al reverendo botón. Nunca se que ponerme y menos bajo presión. Tonta Bella – me repetía mentalmente.

Decidí ponerme un conjunto algo deportivo y cómodo. Una remera, un buzo, calza y zapatillas. Las llaves, celular y un poco de dinero los llevaría en la mano y en los bolsillos. Retoqué un poco mi maquillaje y me puse perfume.

Apenas me senté a esperar mi celular vibraba.

-         - Estoy abajo -  me dijo con su aterciopelada voz.

-          -Voy bajando – le contesté y fui corriendo a su encuentro.

Edward POV

-Cualquier persona pensaría que nos ponemos de acuerdo con la ropa.

-          -Dime la verdad, ¿me lees el pensamiento? -  le dije en broma.

-          -Al parecer tenemos telepatía, estamos sincronizados jajaja – le dije riendo.

Me acerqué más y la abracé. Luego me alejé un poco y nos quedamos viéndonos fijamente a los ojos. Su mirada era muy expresiva. Volví a acercarme y deposité un beso en su frente y le abrí la puerta del acompañante. Ella me sonrió de una manera muy hermosa y se subió. Rodeé el auto para subirme a mi lado y emprender camino.

-          -¿A dónde quieres ir? – le pregunté

-          -No lo sé, a donde quieras – me respondió.

-         - Me gustaría que nos conozcamos más – me dijo viéndome fijamente – que sepamos más el uno del otro. Edward… me siento muy a gusto estando contigo, me… me gus… gustas mucho – era muy bonita nerviosa.

No pude más que sonreír y llegando a Central Park me estacioné.

-          -¿Te gustaría pasear?

-          -Sí – me contestó.

Nos bajamos y emprendimos camino.

-          -Bella, yo también me siento muy a gusto estando contigo. A pesar de lo poco que nos conocemos me encanta pasar tiempo contigo. Cuando no estamos juntos siento que te extraño.  También me gustas mucho – dije con toda la sinceridad.

Tomé su mano y ella la apretó tímidamente y así seguimos caminando. Encontramos una banca y nos sentamos allí.

Hablamos de nuestro hobbies, intereses, colores y animales favoritos. Ella me contó de su sueño de conocer algunos países de Europa. Tenía muchas ganas de volver a Disneyland y yo con gusto la llevaría.

Llegando a la zona central del parque, se podía ver el cielo totalmente despejado, al luna llena en su mayor esplendor acompañada de las estrellas. Nos sentamos en el pasto y ella recostó su cabeza en mi hombro, la abracé y acaricié su cabello.

-         - Bella, yo… - estaba muy nervioso no sabía cómo decírselo.

-          -¿Sí? – me dijo de manera tímida mirándome.

-         - Te… gustaría… ¿Te gustaría ser mi novia?

Se quedó unos segundos mirándome fijamente. Me estaba poniendo muy nervioso. ¿Y si me apresuré al pedirle eso? ¿Y si ella no quería?

Suspiró. Luego me miró y sonrió.

-          -Si Edward – me dijo segura.

-          -Si quiero ser tu novia.

Sonreí y me empecé a acercar a ella lentamente. La miré a los ojos pidiéndole permiso y ella asintió acercándose más a mí. Tomé su rostro entre mis manos y acariciando sus mejillas acorté la distancia que quedaba entre nosotros.

Nos besamos y me sentía en la gloria. Mi corazón latía a mil por hora. Fue un beso lento, calmo. Un beso en el que nos demostrábamos cuanto nos queríamos. Poco a poco el beso fue subiendo de tono. Introduje mi lengua en su boca y así se formó una batalla que no tendrpia ganador.

Fuimos recostándonos en el césped, y nos seguíamos besando. Por falta de aire nos separamos. Pero aún así seguíamos dándonos pequeños y castos besos para luego seguir con besos apasionados.

Me estaba volviendo loco. Antes de perder la compostura decidí termianr el beso. Le di uno último casto y la miré a los ojos. Me sonreía de la manera más hermosa. Le devolví la sonrisa y la atraje para recostarla en mi pecho.

-          -Edward – me dijo.

-          -¿Si amor?

-          -Te quiero – me contestó y depositó un beso en mi pecho.

-          -Yo también mi Bella, yo también.

Nos quedamos un rato más acostados pero estaba bajando la temperatura y no quería que mi novia se enfermara.

-          -Bella creo que deberíamos irnos, está empezando a hacer mucho frío.

-          -Si, tienes razón.

El camino de vuelta fue muy ameno, Bella iba recostada en mi hombro. Escuchando música, riéndonos de cualquier cosa que se nos ocurría.

Llegamos a su departamento y me bajé a abrirle la puerta y acompañarla a la entrada del edificio.

-          -Buenas noches mi amor – le dije.

-          -Gracias Ed – me dijo tímida.

-          -¿Por qué? – le pregunté confundido.

-          -Por ser tan bueno y por regalarme la mejor noche de mi vida – me dijo sonriendo.

La abracé por la cintura con una mano y con la acaricié su mejilla. Y le di un suave beso.

-         - Gracias a ti, por aparecer en mi vida.

Se puso de puntitas y rodeó mi cuello con sus manos y nos fundimos en un apasionado beso, que lastimosamente se tuvo que terminar por la falta de aire. Le di un casto beso y uni nuestras frentes.

-          -Te quiero, te quiero mucho – me dijo con mucho sentimiento en su voz.

-          -Yo también Bella, te quiero mucho más – dije sonriéndole.

Nos dimos un último beso y nos despedimos. Feliz me fui a mi departamento.

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Lamento mucho el retraso! Pero prometo de ahora en más actualizar más seguido, una vez a la semana, ahora que tengo menos actividades que atender.

Si no es mucha molestia recibir comentarios y que me digan que les parece el fic :) no están demás los votos! Desde ya muchas gracias!