Bella POV

Me desperté temprano como siempre para ir a la universidad. Esperaba con ansias que llegue la hora de mis clases porque eran el único momento en que no pensaba en Jacob… ¿o Edward? Él es muy lindo y además bueno por lo poco que lo conocí lo pude notar. Me comí unas tostadas, me cepillé los dientes y tomé el autobús que me llevaba a la universidad. Terminadas las clases decidí pasar a almorzar en un Mc Donald’s. Quería estar un momento sola y pensar en otra cosa que no sea Jacob.

Al llegar al departamento me encuentro con Alice, Angela y Rosalie sentadas en el sofá de la sala muy sonrientes.

-¿Y a ustedes qué les sucede que están con caras de feliz cumpleaños?- les dije en tono de broma y sonriendo.

-Por suerte estas recuperando tu sentido del humor- me dijo Rosalie.

Seguí avanzando hasta llegar al comedor y dejar mis cosas cuando veo un hermoso ramo de rosas rojas y blancas. –Qué hermoso- pensaba para mí misma. Fui acercándome para ver la tarjeta y tenía escrito mi nombre. Cuando la abrí me quedé sorprendida.

“’Para ti, que conquistaste mi corazón desde la primera

vez que te vi. Lo blanco simboliza la pureza de mis sentimientos

hacia ti, y lo rojo lo que mi corazón late por ti’

¿Te gustaría ir a cenar conmigo? Espero ansioso tu respuesta. Mi número de teléfono es 370946118914. Saludos, Edward Cullen”.

¡Era de Edward! Él me envío este hermoso ramo de rosas, rojas y blancas, mis flores favoritas. Me quedé parada frente al hermoso presente cuando mis tres queridas amigas se acercan.

-¿Te gustó?- me preguntó Alice. Se notaba la emoción en su voz.

-Si, la verdad que si, aunque me deja un poco atónita que me las haya enviado un hombre tan guapo como el- dije.

-Ay Bella, como si tú no fueras bonita- me dijo Rosalie- que bonita, hermosa-.

-Ay no me digas eso que me sonrojo- ya empezaba a ponerme colorada.

-Ay Bella, ¿lo llamarás y le dirás que aceptas verdad?- me preguntó Angela.

-Mmm, no lo sé… No sé qué hacer- le respondí.

-¡Pues toma el teléfono y dile que sí!- me gritaron las tres.

-Ay bueno, está bien- les dije y les hice un gesto como de militar. Las 4 empezamos a reír por eso. Me dirigí nuevamente hacia la sala para hablar por teléfono. Tenía la tarjeta conmigo y levanté el auricular y empecé a marcas el número de teléfono. Estuvo sonando un rato largo.

-Hola- me contestó. ¡Me contestó! –Tranquila Bella- pensaba para mí misma-.

-Hola, ¿Edward?- le conteste.

-Si el mismo, ¿con quién tengo el gusto?-.

-Hola Edward, soy Bella Swan, quería agradecerte por las flores. Son muy hermosas-.

-De… ¡de nada!- exclamó – me alegro que te hayan gustado.

-Si si… con respecto a tu invitación a cenar…- las chicas me hacían gestos que me indicaban que le diga que si de una buena vez- acepto ir a cenar contigo-.

-¿Enserio?- me dijo.

-Sí, enserio- le respondí.

-Genial- me respondió- ¿te parece bien mañana a las 8.30 pm?-.

-Si me parece perfecto, ¿nos encontramos allá?-.

-Si no te molesta, me gustaría pasar a buscarte… y espero que te guste la comida italiana- me dijo.

-De hecho ¡me encanta!, es mi favorita- le respondí- y de acuerdo hasta mañana a las 8.30 entonces-.

-Nos vemos mañana Bella, besos-. Y cortó la llamada.

Empecé  a reír emocionada. Las chicas se me unieron a la emoción y decidí ir de compras para vestirme bien y lucir linda mañana en mi cita con Edward. A pesar de que sentía un poco de temor al ser esto un poco apresurado, algo dentro mío me decía que todo iba a estar bien, que nada iba a salir mal.