Bella POV

Cuando desperté, eran cerca de las 2 de la tarde. Salí de mi habitación y me dirigí a la cocina para tomar algo, y allí estaban sentadas mirándome Alice, Angela y Rosalie.

-Bella amiga, ¿estás bien?- me preguntó Alice

-Si Bella… ¿qué te ocurrió que te fuiste temprano?-me preguntaba Rosalie.

-Nada malo chicas, me dolía un poco el estómago nada más- les respondí no muy convincente.

-No jodas Bella, te conozco demasiado para saber cuándo mientes- me dijo Angela, tenía razón. Ella siempre se daba cuenta a la perfección cuando estaba mintiendo. Me conocía demasiado.-Ya dinos que te pasa- continuó.

-Está bien… Uno nunca puede mentirte eh. Lo que ocurrió fue que cuando iba hacia el baño en pasillo vi a Jessica – empecé a narrar.

-¿Y qué con eso?- me dijeron las tres al unísono.

-Que se estaba besando con Jacob. Y yo ni siquiera tenía idea de que él estaba ahí. No tenía idea de que él iba a salir para ser más específica- les dije. Y en ese momento sentí un nudo en la garganta y me aguantaba las ganas de llorar.

-¿Y por eso decidiste irte de la discoteca? – me preguntó Rosalie.

-Si… no quería arruinarles la noche – les conteste.

-Ay Bella, no seas tonta. Somos tus amigas y estamos contigo en las buenas y en las malas – me decía Angela.

-¡Si! Si nos decías con mis propias manos le iba a arrancar esas extensiones de mala calidad a la engreída de Jessica Stanley, aunque quizás con mirarlas fijo se le caían de tan malas que son – dijo Alice.

En ese momento empezamos a reír como locas de sus ocurrencias. No era mi estilo criticar a la gente. Pero eran tan graciosos los comentarios que hacían que era inevitable opinar acerca del tema.

Eran casi las 3 de la tarde y las chicas me dijeron para salir a tomar un café. Yo no tenía ganas, tenía los ojos súper hinchados de tanto que lloré en la noche y no quería que se diera la posibilidad de tener que ver a Jacob o Jessica. Así que decidí quedarme en el departamento.

Toda la tarde me la pasé pensando en Jacob y en lo que había visto. Pero otra cosa se empezó a apoderar de mis pensamientos. No era mala, era todo lo contrario. El chico con el que choqué saliendo de la discoteca, era muy hermoso, sus ojos verdes que me hipnotizaban y las descargas que sentí cuando sostuvo mi rostro y luego limpió mis lágrimas. No sabía su nombre. Pero si sabía que me gustaría verlo nuevamente, aunque también era muy consciente de que quizás no lo volvería a ver.

Así pasaban los días y las noches. No salía de mi departamento. Dormía la mayor parte del tiempo, ya casi no recordaba cómo era la luz del sol, ni como se sentía el viento en mi rostro. No puedo decir que no comía porque cuando me daba hambre si o si tenía que comer algo.

Había pasado casi una semana, creo porque casi había perdido la noción del tiempo por tanto tiempo de auto encierro.

-Bella no me importa si te sigues sintiendo mal. No soporto verte así ni soporto verte aquí encerrada. Eso no es vida – me reprochaba Angela.

-Vamos Bella levántate y date un baño – me decía Alice.

-Si Bella, vamos de compras que tenemos un almuerzo organizado esta tarde– me dijo Rosalie.

-No quiero ir a ningún lado… - les respondí - ¿Y cena de qué?-

-Jasper nos invitó a almorzar. Al parecer es buen amigo de Emmet – dijo Alice.

-Si jaja yo no tenía idea de ello. – dijo Rosalie.

-¿Tú irás Angela?- le pregunté.

-No puedo, tengo una cita con Ben y me gustaría que sea a solas – decía Angela con una sonrisa.

-Me alegro por ti amiga – le dije – y no sé qué función cumpliría yo estando con ustedes dos – dije dirigiéndome hacia Alice y Rosalie – ustedes van a estar con sus novios.

-El hermano de Emmet va a estar ahí – me dijo Rosalie.

-¿Y? – le pregunté.

-Es soltero, muy guapo y caballero – me dijo Rosalie.

-Iré solo por ti, no estoy interesada en conocer a nadie por el momento – le dije – dos relaciones malas una seguida de la otra no son buenas para el corazón, y una más no me vendría precisamente bien.

-Sii – exclamaron las dos al unísono – Estate lista para las 12.

-De acuerdo – les dije.

Me dirigí a mi habitación y me di un baño de agua caliente. Quería relajarme. Salí y busqué que ponerme. No encontraba nada y no quería molestar a Alice. Recorriendo cada rincón de mi armario encontré unos Jeans negros ajustados, y los usé con una camisita azul a cuadros y borceguíes marrones. Me maquillé suavemente, con un poco de delineador para resaltar mis ojos y un poco de rubor. Siempre me ruborizaba por cualquier cosa así que mis mejillas tenían un rubor natural. Salí y me dirigí hacia la sala para esperar a Rosalie y Alice.

-Bella estás muy linda – me dijo Rosalie.

-Gracias chicas, ustedes también – les dije.

Alice mostró una sonrisa y luego dijo – de acuerdo chicas vámonos antes de que se nos haga tarde- .

Las tres nos despedimos de Angela y le deseamos suerte con Ben y nos dirigimos a tomar un taxi para ir al restaurante.

Edward POV

En la fiesta pude reencontrarme con mi viejo amigo Jasper. La hermana de Jasper, Rosalie ahora estaba saliendo con mi hermano. Y Jasper conoció en la discoteca a una chica muy agradable llamada Alice, que es amiga de Rosalie. Habían pasado unos cuantos días luego de la fiesta y Emmet y Jasper me invitaron a ir a almorzar con sus novias.

-No sé qué papel voy a cumplir yo ahí – les dije – ustedes van a estar con sus novias. No quiero ser paleta –

-Jajajaja Edward que ocurrencias – se reía Emmet.

Lo miré y le hice un gesto de que no está bien de su cabeza.

-A ver Edward, yo te lo explico mejor – me dijo Jasper mientras Emmet lo miraba con cara de enojo. Eso me causó mucha gracia. – Van a estar con nosotros Rosalie y Alice, pero quedamos en que también iría la amiga de ellas.

-Y quieren que sea una triple cita – les dije.

-Umm algo así, es más para ti y para ella – me dijo Emmet – según me contó Rosalie ella estaba muy deprimida y porque su novio la engañó y como tu andas medio solitario últimamente a este genio que te habla y al no muy genio amigo Jasper se nos ocurrió que tal vez pueden conocerse y quizás ser grandes amigos – me guiñó un ojo y en eso Jasper golpea a Emmet en el hombro.

-Puede ser… pero chicos no sé, esa vez que llegaba a la discoteca conocí a una chica muy linda que se iba llorando. Me quedé embobado. Me gustaría encontrarla a ella, aunque sé que eso es medio difícil – les dije.

-Edward se enamoró de una desconocida – decía Emmet – pero vamos hermanito con conocerla no pierdes nada. –

-De acuerdo – accedí.

Me dijeron que el almuerzo era a las 12 así que me preparé para ir a almorzar con ellos. Me di un largo baño y vestí unos jeans negros medio ajustados con una camisa blanca y zapatos marrones. Mi cabello como siempre indomable ni intente peinarlo. Fui a mi auto y partí para el restaurante.