Era domingo, hacia unas horas que habíamos almorzado. René se había marchado para hacer unas compras importantes en Port Ángeles. Estaba sola en mi casa y sin el auto. Bueno, Mary estaba conmigo, pero era igual que estar sola. Todo había empeorado la noche anterior, en la cena con los Cullen.
El comportamiento de Edward conmigo había sacado lo peor en ella. No me dirigía la palabra y me ignoraba todo el tiempo que le era posible. Mi madre aparentaba estar tranquila, pero en el fondo yo sabía que estaba preocupada. Las actitudes de mi hermana eran infantilmente alarmantes.
Para mi fortuna, ella estaba haciendo la tarea en su habitación. Era imposible estar con mi hermana a solas más de cinco minutos. Yo me puse a ver la televisión, lo que hacía normalmente en mis tiempos libres. De repente el timbre sonó.
Por lo general, cuando mi madre iba de compras, tocaba el timbre. Le era imposible entrar con todas las bolsas que traía. Me fijé en la hora, las cuatro treinta. Era muy temprano para que mi madre llegara.
Me llevé una gran sorpresa cuando me encontré con Ángela Weber en mi puerta.
_ Hola _me dijo
_ Hola Ángela _la saludé
Ángela era mi mejor amiga en el instituto. En lo poco que llevaba de clases, ella se había comportado de lo más amable conmigo.
_ Te iba a llamar, pero decidí venir a buscarte…_la miré_... ¿Quieres ir a tomar un helado?
_ Claro, me encantaría. ¿Me esperas que me cambie?
_ Si, seguro_ contestó
_ Bien, pasa_ le dije
_ Gracias
Entramos y cerré la puerta.
_ Siéntate en el sofá, ya vuelvo_ le avisé
_ Ok
Me dirigí a mi cuarto y me cambié lo más rápido que pude. Me puse un vaquero y una remerita, tomé mi campera de la silla de mi escritorio y salí al pasillo. Justo cuando estaba cerrando la puerta, vi que Mary bajaba las escaleras.
_ Hola Ángela_ la, escuche saludar
_ Hola Mary_ saludó mi amiga
Me apresuré a bajar. No sabía a qué punto era capaz de llegar mi hermana, pero tampoco quería averiguarlo.
_ Ya estoy lista, ¿Vamos?_ dije
_ Sí, claro_ me respondió
Tomé mi bolso del perchero de la entrada y abrí la puerta.
_ Adiós Mary_ se despidió Ángela
_ Chau_ dijo ella mirándome con odio
Cerré la puerta y subimos al auto de Ángela.
_ ¿Pasa algo entre tú y Mary?_ me preguntó. Se había dado cuenta
_ Si, estuvimos teniendo muchos problemas desde que nos mudamos
_ ¿Quieres contarme?, ¿O es un tema de familia?
_ Claro que te cuento, pero la pregunta es… ¿Quieres escuchar mi problema?
_ Para eso están las amigas ¿No?
_ Así es_ sonreí_ Bueno todo empezó cuando nos mudamos…
_ ¿A tu hermana no le gusta Forks?
_ No, no es eso. A ella no le gustan los cambios. Como yo tomé mejor el cambió que ella, me acerqué más a mi madre.
_ Y… ¿Eso le molestó?
_ Si, ella me dijo que le molestaba que trate de ser siempre la hija perfecta. Ahí comenzó el problema
Paramos en la cuadra de la heladería y bajamos del auto. Al entrar en el lugar pedimos nuestros helados y nos sentamos en una mesa.
_ ¿Qué pasó luego?_ me preguntó
_ Edward Cullen
_ No comprendo
_ Mi hermana se enamoró de Edward. Y yo también
_ Uh, pelean por el más codiciado chico de todo el instituto
_ En realidad, no peleamos. Yo me hice amiga de Edward y eso a ella no le gustó para nada. Pero yo veo lo suyo como un capricho.
_ ¿Crees que a ella le molesta tu amistad con Edward porque está acostumbrada a tener lo que quiere cuando quiere?
_ Creo que le molesta porque se dio cuenta de que el amor no es algo material que ella pueda pedir y conseguir cuando quiera. Por otro lado, ella siempre estuvo acostumbrada a ser el centro del mundo y eso con él no lo logra.
_ Para el, tu eres el centro del mundo…
_ Podríamos decir que para él, ella es la invisible
_ Para mí también lo es
_ Gracias
_ ¿Por qué?
_ Por escucharme_ le sonreí
_ Bueno, ahora ya sé porque están peleadas y no te habla…_me miró_... ¿Pero que pasa entre tú y Edward Cullen?
_ No lo sé. Cuando estoy con él la paso de maravilla, pero…
_ ¿Pero?
_... cuando llega el momento de despedirnos, me es casi imposible dejarlo ir
_ ¿Y tú crees que él sienta lo mismo por ti?
_ No lo sé. Aunque anoche lo demostró un poquito
_ ¿Qué pasó anoche?
Me acomodé en el asiento y le platiqué acerca de la cena, el comportamiento de Edward y la despedida.
_ Lo traes muerto_ me dijo
Me reí
_ ¿Tú crees?
_ Lo que creo es, que si un chico prepara todo un plan para pasar la noche contigo y no con tu cargosa y maquillada hermana…_nos reímos_... está loco por ti.
_ Puede ser…
_ A parte, por los comentarios que me contaste que hacía, puedes darte cuenta de que tu presencia lo ponía nervioso. Y eso pasa cuando le gustas a un chico.
_ Tienes razón… ¿Tú crees que deba encararlo?_ dudé emocionada
_ ¡Esa es la actitud!, ¿Lo ves? Por unos instantes pensaste en ti y no en tu hermana
_ Es cierto_ me reí
_ La verdad, yo esperaría unos días y examinaría cada uno de sus movimientos.
_ Tienes razón, si lo encaro podría asustarse
_ Sí, no hay nada a lo que le tema más un chico que a ti encarando_ se burló
Me reí
_ Yo creo, que podría asustarlo
Nos reímos. Pasamos toda la tarde hablando, a eso de las siete decidimos regresar. Al estacionar en el frente de mi casa, encontramos algo muy inusual. El plateado Volvo de Edward Cullen estaba delante de nosotras y él estaba acercándose a la puerta. Vi como mi hermana miraba ansiosa desde la ventana.
_ Mira a Mary en la ventana, la cara que pone es única_ dijo mi amiga
_ Mira la cara que pondrá ahora, bajemos
Bajamos del auto y Mary desapareció de la ventana.
_ Hola Edward_ saludamos
_ Hola chicas_ nos dijo
_ Bella, ¿Tú te olvidaste esto en mi casa? _me dijo mostrándome una pulsera_ No es de Alice ni de Rose y no creo que sea de Esme
_ No es mía, pero es de Mary
En ese momento la vi bajando las escaleras a toda prisa. Ángela estaba callada.
_ Ve Edward, yo se la entrego
El me miró
_ Rápido, si quieres salvarte de un acoso gratis_ dijo Ángela
_ Mil gracias a las dos_ sonrió_ Nos vemos mañana_ dijo y se subió al auto
_ Adiós_ dijimos a dúo
Él estaba saliendo a la calle en su Volvo cuando mi hermana abrió la puerta. Al verlo irse su cara de desfiguró.
_ Mira, esto me entregó Edward, creo que es tuya_ dije
_ Si…_ me miro con odio_... gracias
Entró y cerró con un portazo. Ángela y yo empezamos a reírnos a carcajadas.
_ ¿Viste su cara?_ pregunté
_ Si_ se burló
_ Te aseguro que lo dejó allí a propósito
_ ¿Tú crees?
_ Es obvio
Sonó su teléfono
_ Disculpa_ me dijo y atendió
Hablo unos minutos y me miró
_ Debo irme, mi madre quiere que la ayude a hacer la cena, Mis tíos están de visita
_ Ok no hay problema, nos vemos
_ Chau
_ Adiós y gracias_ le dije
Se subió al auto y se fue, estaba abriendo la puerta y mi madre llegó.
_ Hola hija_ me dijo
_ Hola mamá ¿Conseguiste lo que necesitabas?
_ No, me recorrí toda la cuidad y no encontré nada
_ Qué pena…
_ ¿De dónde vienes?
_ Me fui a tomar un helado con Ángela Weber, una amiga del instituto
_ Ah, ¿Y tu hermana?
_ En su cuarto
Entramos a la casa
_ Me voy a saludarla
_ Ok, ¿Quieres que vaya preparando la cena?
_ Bueno
Me fui hacia la cocina y preparé milanesas con ensalada. Cenamos las tres en silencio y nos fuimos a dormir. Me recosté en mi cama y me puse a recordar la cara de odio de Mary al ver que el amor de su vida se había marchado sin saludarla. Me había divertido mucho, pero ahora estaría más enojada que nunca.
Me sorprendí al darme cuenta que no era solo su cara de odio lo que me ponía feliz. Estaba contenta por muchas cosas, entre ellas, que tenía una mejor amiga confiable y sincera, y que vería a Edward Cullen mañana en el instituto.
Me acomodé y me dormí profundamente.
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