Estábamos alejándonos del hospital. No podía creer lo que acababa de pasar, la cara de Mary era fatal, estaba completamente enojada conmigo. Edward Cullen, me había hablado a mi y no a ella. Era la primera vez que ella era la invisible y no yo. Me sentía bien, en cierto modo me había gustado, No quería decírselo porque despertaría lo peor de ella, si es no estaba despierto ahora mismo. Por fin, luego de un inmenso silencio incomodo, llegamos a casa. Estacione el auto y bajamos. Al entrar vimos a mamá hablando por teléfono. Dejé mi mochila en la sala de estar y me dirigí a la cocina. _Muy bien, adiós_ Dijo mi madre colgando el teléfono _Hola mamá_ la salude _Hola hija, ¿Cómo les fue? _Bien, mejor de lo que yo esperaba_ conteste _ ¿y Mary?_ pregunto _Paso directo a su cuarto, te dejo el sobre en la mesa. _ ¿Qué le sucede?, ¿Paso algo? _ Le gusto un chico, Edward Cullen, nos lo encontramos en el hospital y… _ ¿Qué paso? _… me devolvió un cuaderno que me había olvidado. _ ¿Qué tiene eso de malo? _ Eso no es todo, al irse me saludo y bueno..._ me miro preocupada_... la ignoró, hizo de cuenta que no existía. Creo que fue la primera vez que no le prestaron ni un segundo de atención. _ Ah, comprendo. Debe ser un capricho, ya se le pasara. Conoces a tu hermana. No te preocupes Sonreí. No creía que eso tuviera arreglo. _ Me voy a hacer mis deberes, nos dieron muchísimo y eso que solo fue el primer día de clases. _ Esta bien hija, ¿Dijiste que mi sobre estaba en la mesa? _ Si má _Bien_ Se acerco a mí y beso mi frente_ Todo se arreglara, solo hay que darle tiempo. A tu hermana se le juntaron muchas cosas y canaliza su enojo en tonteras en vez de descargarse hablando y llorando. En eso, es igual a mí. Eres la única que salió con la inteligencia y el razonamiento de tu padre. El estaría muy orgulloso de ti. Tome mi mochila y subí a mi cuarto. Esas palabras me habían alentado, me habían dado fuerzas para no rendirme. Me emocione al escuchar hablar de mi padre y unas lagrimas se resbalaron por mis mejillas. Desplegué mis cosas en el escritorio y me puse a hacer mis deberes. Solo me faltaban mis tareas de historia, cuando mi madre nos llamó a cenar. Baje al comedor y la encontré sentada en la punta de la mesa con el sobre abierto, acompañada por Mary. Me senté a su lado. _ Tengo que decirles algo muy importante_ comenzó La miramos serias. ¿Qué era eso tan importante que debía contarnos? _ No se preocupen, no es nada grave_ las dos respiramos_ Mande la semana pasada un curriculum al hospital. Este sobre contiene los resultados de mi entrevista de trabajo, no se los dije antes porque creí que tantas noticias y cambios juntos no les caerían bien. En el interior le agradecía por haber tomado esa decisión. _Bueno, aquí dice…_ la miramos ansiosas_… que ¡si conseguí el trabajo! _Felicidades mamá_ dijimos las dos juntas Nos levantamos y la abrazamos fuerte. Me alegraba mucho que hubiera conseguido el trabajo, era lo mejor para ella. Ahora se mantendría ocupada y no pensaría todo el tiempo en mi padre. Mary sonreía como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo. Pero no era solo felicidad por mamá, yo sabia que había otra razón. Ahora podría ver a Edward Cullen todos los días y tendría miles de oportunidades de conquistarlo. Definitivamente, esto se había convertido en una competencia para ella, una competencia en la que todavía no estaba anotada. Terminamos de cenar, las tres muy entusiasmadas. Yo subí para terminar mis deberes y Mary me siguió. Me senté de nuevo en mi escritorio y me concentre en historia. Hice mis deberes a medias por primera vez, porque por primera vez solo pensaba en un chico. En mi mente solo estaba el, Edward Cullen; su mirada, su cabello, su voz. No quería admitir que sentía algo por el, pero en el fondo, sabia que me atraía. Prepare mis útiles y ropa para el otro día y me recosté. Estuve media hora dando vueltas y vueltas en la cama, pensando en ese muchacho y como sacarlo de mi mente. No podía creer que me gustase el mismo chico que a mi hermana, eso era totalmente malo. ¿Me anotaría en esa competencia? Sabía lo competitiva que era Mary y también sabia que lucharía hasta conseguirlo. No le importaría contra quien luchar. Era tremendamente caprichosa. Decidí, que antes de tomar una decisión conocería mejor a Edward. Me puse a escuchar música y me dormí pensando en el.
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