Era la mañana del sábado. Mary estaba “seleccionando el maquillaje y el peinado para la noche”, en simples palabras, perdiendo el tiempo. Los Cullen nos habían invitado a cenar a las ocho y recién eran las cuatro. Yo estaba ayudando a mi madre con la limpieza.
_ Acaba de entrar Mary a la ducha_ me dijo _ Cuando salga, entra tú, así yo puedo bañarme luego.
_ Ok _ respondí
_ ¿Qué te pondrás?, ¿Ya preparaste la ropa, el peinado y el maquillaje?_ se burló
Me reí.
_ Sabes que yo no soy como Mary, no me preocupo tanto por eso. Claro que…_ me miró_ me pondré un bonito vestido_ sonreí
_ No sé de donde salió tan coqueta tu hermana_ me guiñó un ojo
_ Sí, es todo un misterio _dije en tono sarcástico
De repente se escuchó la puerta del baño.
_¡Mamá, donde está la secadora de cabello! _gritó Mary desde el segundo piso.
_ En el segundo cajón de mi cómoda, hija_ respondió René
_Me voy a bañar, ya son las cinco_ le avisé
_ Bien, cuando salgas llámame
Me dirigí hacia la escalera. Subí a mi cuarto y luego entré en el baño. Dediqué casi una hora a bañarme y luego llamé a mi madre para avisarle que la ducha estaba desocupada.
Ya dentro de mi habitación, me puse a revisar mi armario. Tenía cientos de prendas diferentes para usar a diario y solo tres vestidos. Opté por uno rosa medio salmón, un poco corto. Me recogí el cabello hacia atrás y me maquille un poco. Al salir de mi cuarto, ya eran las siete. Pude divisar a Mary peinada parecido a mí y con un vestido en tonos dorados del mismo largo del mío.
Me senté en el sofá y esperé a que mi madre apareciera. Cuando bajó las escaleras, me sorprendí notablemente. Traía puesto un vestido azul largo muy elegante y el cabello recogido muy prolijamente. Faltaban veinte minutos para las ocho, y queríamos ser puntuales.
_ ¿Vamos? _ pregunté
_ Esme, la esposa del doctor Carlisle, me dijo que mandaría a uno de sus hijos a buscarnos porque era un lio llegar a su casa si no conocíamos el lugar.
Vi como Mary sacaba el perfume de su bolso y se bañaba con él. Eso me dio un poco de gracia.
_ Está bien_ dije
A la media hora, sonó el timbre. Mary salió corriendo para atender. Al abrir la puerta, se llevó una gran sorpresa al ver a Alice Cullen en ella. Yo sonreí al ver la cara que puso.
_Hola _ dijo
_ Hola, tú debes ser Mary_ contestó Alice
_Si, es un gusto. Entra por favor
_Hola Alice _ dije
_Hola, ¿Bella no?_ preguntó ella
_Si_ me limité a pronunciar
_ Hola Alice, ¿Cómo has estado?
_ Muy bien señora Swan, ¿Y usted?
_ Muy bien _ mi madre sonrió
_ ¿Están listas?, ¿Les falta algo?_ preguntó la hermana de mi amigo cortésmente
_ Estamos listas_ respondí
_ Ok vamos_ agregó contenta
Las tres la seguimos hacia la puerta. Mi madre salió al último y cerró con llave. Alice nos miró.
_ Ya vuelve Edward con el auto, le pedí que comprara unas cosas_ dijo
A Mary se le dibujó una gran sonrisa en su rostro. No terminé de desviar la vista de su cara a la calle y el flamante Volvo plateado apareció. Edward Cullen se bajó del auto y se dirigió hacia nosotras.
_ Hola_ dijo, con su perfecta y musical voz
_ Hola_ se apresuró a responder mi hermana
_ Hola Edward_ saludé. Él sonrió.
_Hola, ¿Cómo estás?_ preguntó mi madre
_ Muy bien señora Swan, ¿Y usted?
No cabía duda de que todos los Cullen eran súper educados.
_ Muy bien_ mi madre sonrió
_ ¿Vamos?_ dijo mirando a Alice.
Me dio la impresión que ese “vamos” era un código, pero no sabía que significaba.
_ Claro_ respondió ella_ René usted y Mary vengan conmigo atrás. Bella, tú ve adelante con Edward.
Ahora si sabía que significaba ese código. Mary aceptó de mala gana y todos subimos al auto. Lo primero que pensé fue que Edward no quería ir con Mary adelante. Pero después me di cuenta de que también podría haberme mandado atrás e ir con Alice. Eso me llevó a mi segunda conclusión: Él quería ir conmigo.
El auto era muy veloz y sigiloso. Era ultra moderno. Edward me miró de reojo y yo lo miré a él. Sentí como mis mejillas se ponían rosadas. Para mi alivio era de noche y nadie lo notaba.
Al llegar a la casa de los Cullen, vi cómo se le abrían los ojos a mi hermana del asombro. La casa era totalmente bella. Era grande, moderna y estaba toda vidriada. Era la casa perfecta. Seguro Mary estaba pensando que se había ganado la lotería al enamorarse de Edward.
Mi “amigo” estacionó el auto en la entrada y todos bajamos.
_ Vamos por aquí _ dijo señalando la puerta principal. Y me tomó de la mano delicadamente para que lo siguiera.
Mary estaba hirviendo de los celos y la envidia, se le notaba en la cara. Al entrar en la gigantesca casa, llegué a divisar a Emmett, Rosalie y Jasper. Todos se nos acercaron y nos saludaron muy amablemente. Note un poco de tensión cuando mi hermanita saludó a Rose.
Dos segundos después salió el doctor Carlisle de la habitación contigua seguido por una mujer muy bella. Nos saludaron y ella se presentó como Esme. Ahora sabía de donde habían heredado la belleza las hermanas de Edward. Todos los Cullen estaban vestidos muy elegantes. Su apariencia era perfecta.
_ Vayan a sentarse, la cena está casi lista_ dijo Esme
_ Por favor, deja que te ayude_ se ofreció René
Esme sonrió.
_ Hijos, muéstrenle a las chicas donde está el comedor_ pidió Carlisle_ yo ayudaré a su madre
Edward y Emmett nos guiaron por un inmenso pasillo hacia el comedor. El lugar era grande y estaba muy bien decorado. Había un gran ventanal que llevaba al patio. Rosalie y Alice se pusieron a hablar con mi hermana. Emmett y Jasper se fueron a guardar el auto y yo me quede “sola” con mi amigo.
_ ¿Quieres ver el jardín?_ me preguntó muy amablemente
_ Claro_ dije
Salimos por el gran ventanal y recorrimos el patio. Este era muy hermoso, al igual que toda la casa. Y tenía una gran fuente en el centro. Despacio nos acercamos a ella.
_ Es muy hermosa _ agregué
_ Esme le pidió a Emmett que la instalara hace ya casi un año
_ Tu madre tiene buen gusto
El sonrió.
_ Si, ella se encargó de la decoración de toda la casa.
Nos sentamos en el borde de la fuente.
_ Aquí pedimos deseos a veces_ continuó
_ ¿Deseos?, ¿Es como una fuente mágica?
_ Si, algo así
_ ¿Puedo pedir uno? _ pregunté
_Claro….
Saqué una moneda de mi bolso, me paré y cerré los ojos. “Deseo encontrar a mi verdadero amor y que las peleas con Mary se terminen”, pensé. Luego abrí los ojos y arrojé la moneda en la fuente. Me percaté de que el me observaba.
_ ¿Qué? _ le pregunté _ ¿Hice algo mal?
_ No, no es eso…_ se tocó la nuca nervioso_…estuvo perfecto_ sonrió
De repente vi a Alice acercarse con Mary. Mi hermana no puso cara de satisfacción al vernos en la oscuridad del patio, cerca de una fuente.
_ ¿Vamos?, Van a empezar a servir la cena_ dijo Alice
_ Claro, ya estábamos yendo _ contestó Edward
Se levantó y nos dirigimos al interior de la casa. Me sentaron al lado de mi madre y de mi amigo. Mary estaba del otro lado. Mientras cenábamos, todos hablábamos de diferentes cosas. La cena estuvo magnifica en todo sentido. Esme era una gran cocinera. Luego de cenar, sirvieron helado y ensalada de frutas. Rosalie puso música, Emmett la sacó a bailar y Jasper a Alice.
_ ¿Quieres bailar? _me preguntó Edward, aprovechando que mi hermana se había retirado para ir al baño.
_ Claro_ respondí
Nos levantamos y bailamos un tema lento junto con sus hermanos. Justo cuando la canción terminaba, Mary regresó. Alice miró a su pareja y le insinuó algo con la mirada. Ella se sentó y Jasper invitó a bailar a mi hermanita. Bailaron dos canciones y me dieron la oportunidad de bailar dos canciones más con Edward.
Me parecía que todo estaba fríamente calculado para que mi amigo pasara tiempo conmigo y no con mi hermana. Al terminar la tercera canción decidimos irnos. Nos despedimos de todos y Rose se puso a hablar con Mary. En ese momento, Edward me preguntó si quería acompañarlo a buscar su auto.
Salimos de la casa y nos dirigimos a la cochera. Allí dentro había siete autos diferentes. Uno perteneciente a cada miembro de la familia. Me indicó que me subiera en el suyo y salimos del colosal lugar. Con un control pequeño cerró la puerta y dimos la vuelta para estacionar en la puerta principal.
_ ¿La pasaste bien? _preguntó mientras esperábamos a mi familia y a Rosalie. Ella vendría con nosotros esta vez.
_ Si, muy bien_ le dije
_ Me alegro, espero que otro día vuelvas…_ dudó_... vuelvan a visitarnos.
Actué como si no me hubiera dado cuenta de su insinuación.
_ Yo también lo espero_ dicho esto, Rose, mi madre y mi hermana subieron al auto.
Todo el camino estuvimos en silencio. Al llegar a casa, todos bajamos del auto. Nos despedimos de Rosalie y de Edward una por una. Cuando llegó mi turno de saludar a mi amigo, sentí lo mismo que la última vez. No quería decirle adiós. Esta vez, él fue el que besó mi mejilla. Los dos hermanos subieron al auto y se fueron.
Cuando quedamos solas, mi madre abrió la puerta y entramos. Mary entró enojada, subió las escaleras y sentimos un portazo proveniente de la puerta de su habitación.
_ Creó que ese beso la hizo explotar_ dijo mi madre
_ Si…_me sonrojé
_ Le gustas, y mucho
_ ¿A Edward?_ pregunté
_ Si
_ No…_ me miró. Era imposible negarlo_... creo que sí, pero no estoy segura.
_ Está bien, ve y acuéstate.
_ Hasta mañana_ dije_ Que sueñes con los angelitos
_ Sueña con Edward Cullen_ me respondió
La miré feo y se rió. Luego subí a mi cuarto, me puse mi pijama y me acosté a pensar en lo que acababa de vivir. No estaba segura de casi nada de lo que había pasado esa noche. Solo de dos cosas: La primera, Mary estaba súper enojada conmigo; y la segunda, ahora era imposible negarme a mí misma que me gustaba Edward Cullen.
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